Notas de Autora, Warnings y Disclaimers: este el producto de la influencia de mi fuerte e indudable rechazo hacia la idea de estudiar semiología… por lo que podemos decir que está un poquito inspirado en Pierce y su teoría de los signos U.U No, FMA obviamente no es mío. Como warning puedo decir que esto vendría a ubicarse después del final de la serie animada, sin tener en cuenta la película. Nada más. Esta no es una historia romántica, sino de reflexión, pero existe un AlxWinly y el típico cariño entre Al y Ed. Mucho angst y porquerías. Es un one-shot (esta vez, seguro que no lo sigo, ok?), un drabble suelto. Cross-posted en mi journal. Aproveche! Y dejen reviews, se los ruego!
+ Signos +
Alphonse tenía la idea de que todas las cosas son signos, símbolos que indican algo más. Esto lo había aprendido porque, careciendo de los cinco sentidos, era la única manera en que podía comprender al mundo. Había aprendido a leer las expresiones de las personas, el tono de sus voces, la manera en que pisaban; aprendió a relacionar con sensaciones prácticamente imaginadas la suavidad de la hierba, la frescura del agua, la calidez del sol.
Y ahora que tenía un cuerpo –y de pronto la hierba picaba, el agua le hacía tiritar y el sol le dañaba de tal modo que apenas había centímetro de su piel sin cubrir-, no era capaz de quitarse la manía de analizarlo todo con este mismo método.
Por eso, cuando Winly lo besaba –y cada vez lo hacía con más frecuencia-, él la dejaba porque, por lo que podía ver y oír y sentir y oler y gustar en ella, pues, la muchacha lo disfrutaba. Y por lo que podía ver y oír de los jóvenes que se besaban en un rincón oscuro del pueblo, o en las revistas, o por lo que podía leer en los libros, pues, las personas en general disfrutaban momentos como ese. Entonces él actuaba en consecuencia, él imitaba los gemidos de placer que oyera hacer a otros, él pensaba y se repetía hasta el hartazgo: yo también lo disfruto.
No podía saber si eso era una mentira. No podía saberlo porque no sabía qué era disfrutar.
Quizás ella, en su torpeza, malinterpretara sus caricias dudosas como pura timidez, o más bien habría reconocido su carencia y callaba, cómplice de un crimen casi premeditado.
A veces, Alphonse se preguntaba si a su vez era por este razonamiento que había concluido que debía buscar a Edward, y que también debía extrañarlo.
Se preguntaba si era posible que su razonamiento le indujera a apresurar sus palpitaciones al encontrar las tonalidades doradas de sus ojos en una flor silvestre. Se preguntaba si era posible que su razonamiento le obligara a sentir aquella inexplicable opresión en el pecho segundo tras segundo.
Él se preguntaba… pero los signos no tienen todas las respuestas.
+ Finis +
Lila Negra
Viernes, 02 de Septiembre de 2005
