Aviso: Los personajes no son míos, bueno algunos sí pero los principales le pertenecen a J.K Rowling.
Antes de iniciar con el capitulo quiero darle las gracias a todas aquellas personas que se han tomado la molestia de dejarme un mensaje. A todos ustedes
¡Mil Gracias!
Gracias a ustedes he continuado con este fic, gracias a su apoyo y su paciencia. Sin quitarles más el tiempo les deseo buena lectura...
Capitulo 3. Visitando a los amigos.
El día siguiente me desperté de buen humor. Lo primero que hice después de levantarme de la cama fue dirigirme al baño para darme una ducha. Tenía llamado para concluir la sesión fotográfica, así que el día se vislumbraba bastante pesado puesto que dicha sesión ni siquiera había iniciado. Eso sin contar que le había prometido a James ir a la estación de tren a recoger a un amigo suyo.
Después de bañarme decidí leer el Profeta mientras tomaba el desayuno.
"Importante descubrimiento para investigadores. Fueron encontrados varios manuscritos que datan del pertenecieron uno de los más..."
" Terror en América Es el nuevo título del libro más reciente del célebre autor de
Carraspeando bajo la lluvia ..."
"Motocross, el deporte muggle que acapara la atención del mundo mágico..."
"Trás dos días de una ardua búsqueda por fin encontraron a la pequeña Harried..."
" Cementerio . Es el título de la más reciente producción del famoso grupo Ultratumba..."
Al leer los encabezados principales Lily sonrió feliz. Afortunadamente nadie los había visto cenando la noche anterior. Así que dobló el periódico y lo colocó sobre la repisa que estaba frente al televisor.
Después de terminar su desayuno se apresuró a vestirse y se dirigió hacia el callejón Diagon, lugar donde se encontraba la casa de modas Madame Vernich.
hola chicos- saludaba un joven de cabello negro azabache alborotado mientras caminaba directo hacia el campo de entrenamiento
¡hola James!- saludaron varias chicas esbozando enormes sonrisas desde la tribuna principal.
aquí estamos - dijeron otros chicos desde el fondo del campo de quidditch
– James, el entrenador quiere verte.- dijo Vladimir, un amigo de James.
James se dirigió hacia el vestidor que estaba próximo a la cancha. Vestía una túnica negra y en su mano sostenía una hermosa escoba. Era una Alfa Centauri. La escoba más novedosa del mercado, y la más rápida, según los expertos del quidditch.
Mientras se dirigía hacia los vestidores James no dejaba de pensar en lo que había sucedido la noche anterior. Y es que aunque fuera difícil aceptarlo la había pasado muy bien con Lily. James sabía que sentía algo más que amistad por Lily, pero las cosas aún no estaban muy claras en su mente, porque el amaba a Lily, pero no estaba seguro de que tan fuerte era ese sentimiento que lo consumía día con día.
Sus pasos resonaban en la habitación al mismo tiempo que pequeñas fogatas se encendían para iluminar la habitación. Los vestidores eran bastante amplios y tenebrosos, ya que durante la Edad Media habían sido utilizados como salas de tortura siendo testigos de los más horrendos e inimaginables castigos.
En su interior resguardaban una pequeña oficina al final del pasillo. En ese lugar se discutían las nuevas tácticas, así como los problemas que surgían dentro del equipo.
Me dijeron que quería verme- dijo James desde el marco de la puerta
pasa, pasa- dijo un hombre de edad avanzada y cabello blanco-adelante muchacho-
toma asiento- sugirió el entrenador dispersando aún más los pergaminos que yacían sobre su escritorio.
James se sentó en la silla que estaba frente al señor Perkins. El entrenador se hallaba revisando varios pergaminos sobre los cuales se veían varias anotaciones y algunos esquemas que tenían movimiento.
bien muchacho- comenzó el entrenador que ahora tenía la mirad fija sobre el recién llegado- te mande llamar porque te tengo buenas noticias- dijo esbozando una enorme sonrisa.
James permanecía atento.
hoy por la mañana- continuó el hombre- recibí una grata noticia, una gran oportunidad para ti muchacho- dijo sonriendo aún más - ¿recuerdas que hace tres meses nos visitó el representante de la selección de Inglaterra?-preguntó el anciano
sí- se limitó a decir James, quien lucía ansioso
pues, te han estado observando desde entonces chico- dijo enredando aún más las palabras- y después de consultarlo con sus colegas decidieron que tu eras el buscador que estaban buscando- dijo finalmente el entrenador-
q-quiere decir q-que voy...- tartamudeó James
vamos chicas, dense prisa- gritaba Angelo al borde de la histeria- Marianne querida, MARIANNEEEEE- gritó con fuerza agitando fuertemente sus manos dejando caer algunos listones.
ya, ya voy- gritaba una voz desde el pasillo – Era Marianne corriendo a toda velocidad desde el otro lado de la boutique.
Mientras se escuchaban los gritos que Angelo lanzaba a Marianne, las modelos retocaban su maquillaje.
¿y cómo te fue anoche?- le preguntó Shelly a Lily
bien- dijo Lily de forma tajante. Ella sabía perfectamente lo que Shelly pretendía. Y es que aunque Shelly era una buena persona no podía evitar hablar de más cuando estaba inspirada, lo cual sucedía a menudo.
¿y que cenaron?- insistió Shelly mientras se acomodaba el cabello.
Espárragos – contestó la pelirroja de malagana.
está bien, sino quieres decirme nada lo entiendo- dijo Shelly ofendida tomando un cepillo para después alejarse.
Para Lily resultaba difícil actuar de esa forma, pero no quería que nadie se inmiscuyera en su vida personal. En especial si se trataba de alguien de su trabajo.
Lily permanecía silenciosa frente al espejo, acomodando sus cabellos rojizos, pintando sus labios y rizando sus pestañas. Su semblante decía que era una chica feliz, siempre con una sonrisa sobre su hermoso rostro, pero por dentro la verdadera Lily gritaba con fuerza.
"Sólo 18 meses" -se repetía constantemente.-"Sólo 18 meses"-
"Pasajeros con destino a Darlington favor de abordan el tren número 19 en la plataforma 8"
Rayos, es tarde- se quejaba Lily mientras corría hacia la sala de espera de la estación del tren. Fue entonces cuando recordó que James no le había dicho el nombre de la persona a la que tenía que recoger. Así que se detuvo, no tenía sentido correr si ni siquiera sabía como se llamaba la persona a la que iba a recoger ¿Y ahora cómo iba a saber quién era? No podía ponerse a gritar como loca "¿Amigo de James estás aquí?"
maldito James- susurró para sí misma mirando hacia todos lados.
no es bueno maldecir Evans- dijo una voz masculina detrás de ella.
Lentamente la pelirroja se giró esperando que la persona que se encontraba detrás de ella no fuera quien temía.
¿tú¿Qué haces aquí?- preguntó Lily con un dejo de ira en su voz.
lo mismo digo¿dónde está James?- preguntó Sirius volteando hacia todas partes- dijo que me recogería a las tres pero no lo veo por ningún lado
No va a venir- dijo Lily tratando de recuperar la calma
¿cómo que no va a venir?- rezongó Sirius- ¿le pasó algo¿Está bien?
no le pasó nada, tenía práctica y no podía venir así que me pidió que te recogiera, aunque en realidad no me dijo que se trataba de ti- dijo Lily con recelo entrecerrando los ojos.
pues claro que no, de habértelo dicho te hubieras negado- aclaró Sirius con aire intelectual.
Al parecer Lily no había olvidado la última visita de Sirius.
-Pero si fue un accidente- se había justificado el merodeador.
-UN ACCIDENTE... UN ACCIDENTE- gritaba Lily al borde de la histeria- ¿COMERTE A MI PEZ FUE UN ACCIDENTE?
La visita anterior de Sirius había sido un caos total. Primero no había encontrado un lugar donde quedarse porque eran las vacaciones de verano y todos los hoteles estaban llenos. Y por si eso fuera poco James estaba fuera de la ciudad así que Lily tuvo que darle asilo en su apartamento.
y no toques nada- le había advertido- en especial a mi pez de agua marina- había dicho Lily más de veinte veces.. La razón por la que Lily temía por la vida de su pez era porque Sirius le había mencionado el primer día de su llegada que tenía ganas de comer pescado frito.
- Regla número uno- decía Lily con tono amenazador- NO TE ACERQUES A MI PEZ- había dicho empuñando su varita- regla número dos NO TE ACERQUES A MI PEZ, y regla número tres NO TE ACERQUES A MI PEZ. Además debo recordarte que está prohibido que traigas chicas cuando no estoy...
- ¿y cuando estés?- preguntaba Sirius con inocencia
- TAMPOCO- respondía Lily cada vez que Sirius le hacía una pregunta.
¿y a que hora veremos a James?- preguntó Sirius quince minutos más tarde taxi acomodando el ultimo paquete en el portaequipajes del taxi.
no sé, en la noche talvez- respondió Lily enfadada.
¿y a dónde me vas a llevar?-interrogó el merodeador acomodando el ultimo paquete
al departamento de James- Dijo la pelirroja sin mucho ánimo
podemos ir a comer después- sugirió Sirius – me estoy muriendo de hambre ¿pescado tal vez?
Sin embargo esta vez Lily sólo se limitó a fulminarlo con la mirada.
¿Había dicho pescado, PESCADO!
ni siquiera era especial- había dicho Sirius en su defensa tras haber sido descubierto- no tenía ni una gota de magia en las aletas, es más creo que te hice un favor al librarte del maléfico vertebrado.
-¿MALEFICO VERTEBRADO?- Gritó Lily- pero si era un inocente pez que no le hacía daño a nadie. Y ahora que le voy a decir a James.
-¿Qué tiene que ver James en esto?- preguntó el chico confuso
- No me vas a decir ahora que no lo sabías- dijo Lily recogiendo el esqueleto de Gimnoto, ese era el nombre del fallecido pez.
- ¿saber qué?- preguntó Sirius ansioso
- James me había regalado a Gimnoto-
- ¿Gimnoto? Ah no, yo admito que me comí al pescadito pero al tal Gimnoto yo ni lo conozco-
- ese era su nombre – dijo Lily furiosa- pero ahora ya no es más que espinas- dijo la pelirroja soltando un sollozo.
Sirius al comprender finalmente el valor sentimental que tenía Gimnoto para la chica no tuvo más remedio que tratar de consolarla.
- ya no llores Lily- decía Sirius verdaderamente apenado- haré lo que quieras pero ya no llores.
- no puedes hacer nada- sollozaba Lily- Gimnoto está muerto.
Finalmente tras varios intentos para tranquilizar a la chica Sirius terminó llamando a James, quien en un principio no podía creer lo sucedido.
- Qué pasa, por qué tanta urgencia- preguntó James
- Sirius, Sirius... él... él se comió a Gimnoto – había dicho Lily gimiendo en los brazos de James.
Una vez que James tranquilizó a Lily y Sirius se disculpó más de cien veces Lily, los tres se dispusieron a enterrar el diminuto esqueleto de Gimnoto en una maceta.
- nunca te voy a olvidar Gimnoto- había dicho Lily.
Quizás, y muy probablemente Sirius hubiese pensado que Lily era una exagerada por darle sepultura al pez.
- ¿sepultar al pez¿Estás loca?- había dicho Sirius cuando Lily se lo había pedido
- dijiste que harías cualquier cosa- le reclamó la chica.
-lo dije- reiteró el merodeador- pero sepultar al pez, eso es ridículo.
-Sirius, hiciste una promesa y ahora tienes que cumplirla.- le había dicho James.
-está bien, lo haré- había dicho a regañadientes- ¿tienen una caja de cerillos?
ya llegamos- dijo el chofer sacando a Lily de su ensimismamiento.
Bajaron del coche y después de pagarle al taxista decidieron entrar al edificio.
Bueno, por fin hemos llegado- dijo Lily aliviada- así que te quedas aquí y nos veremos en otra ocasión... hasta nunca- dijo esto ultimo en voz baja- adiós.
Espera pelirroja- dijo Sirius girándose hacia las escaleras que Lily se apresuraba a bajar- no quieres pasar, te aseguro que no te hago nada- dijo el chico, al ver la mirada de desconfianza de la joven- ya sabes que sería incapaz de hacerte algo, James me mataría.
está bien- accedió Lily, tras la continua insistencia del merodeador- pero sólo un momento.
Entraron a un lujoso apartamento, donde todo estaba tan limpio y ordenado que la pelirroja pensó que se había equivocado de número, así que regresó a la puerta y vio claramente el número 25.
está bastante limpio ¿No crees?- le preguntó Lily al recién llegado
pues, está igual que siempre- se limitó a contestar el muchacho mientras se dirigía a la habitación de huéspedes.
oye pelirroja, no quieres venir un momento- gritó Sirius desde la habitación
¡NO!- gritó la chica ofendida
te aseguro que no es para nada de lo que piensas- insistió el joven Black
ya te dije que no- concluyó Lily, quien no podía creer lo que escuchaba.- ya me decía que Sirius no podía haber cambiado tanto- añadió para sí misma.
¿a dónde vas?- preguntó Sirius tras Lily, quien se disponía a marcharse.
a mi casa, a donde más- dijo de espaldas al merodeador-
bueno- dijo Sirius resignado- yo sólo quería darte esto- añadió el chico levantando un paquete.
Lily se giró.
ya sé que esto no compensa lo que le hice a Mimoso- se excusó el joven
Gimnoto- lo corrigió la chica
Gimnoto- se apresuró a decir el merodeador- pero en algo ayudará ¿No lo crees?
Si a Lily le hubieran dicho lo que pasaría a continuación no lo hubiera creído
¿Me perdonas?- soltó Sirius arrepentido
¿Qué tal¿Aburrido? Debo admitir que me aburrí escribiendo este capitulo, se supone que no debería de decirlo, pero es la verdad, ya sé que hace falta acción, pero quería agregar algunos datos que son importantes para la historia. Prometo que nunca más volveré a aburrirlos de esta manera (o por lo menos lo intentaré) pero como ya les dije en este capitulo hay datos que más adelante cobrarán sentido. Me gustaría que me dejaran sus comentarios, si quieren que le agregue, le quite, le cambie, lo que sea que se les ocurra, estoy abierta a las sugerencias.
