Hola a todos... gracias por seguir fielmente cada una de mis locas ideas...

Aquí va otra minihistoria... pero esta vez son una simpática, alegre, inteligente y bonita pelirroja y un odioso, creído, enigmático y buen mozo rubio, los que nos llevaran a un mundo de sensual fantasía... veremos que pasa.

DULCE TENTACIÓN...

Aquel partido de Quiddicth era determinante, sí Gryffindor quería adueñarse del primer lugar, para ir sin problemas a la final y poder ganar la copa de ese año.

El capitán Harry Potter había entrenado con ahínco, durante muchos días con el firme propósito de vencer a su eterno rival: Slytherin

La mañana del sábado caminaba nervioso por toda la sala común de su casa, mientras el resto del equipo permanecían sentados en diferentes lugares.

-Debemos mantener la concentración en nuestras jugadas... no podemos darnos el lujo de errores... decía Harry mas para si mismo... nos hemos preparado... hemos practicado nuevas tácticas que nos aventajaran... no veo la posibilidad de algún error...

-Tómatelo con calma Harry... somos los mejores... dijo Seamus quien había asumido el lugar de Ketty Bell como cazador.

-Hay mucho en juego... le refutó Harry... no podemos estar tan confiados... debemos estar atentos... jugar en equipo como nunca antes...

-Estamos de acuerdo... dijo Ginny quien se levantó del asiento que ocupaba... pero ésta que está aquí se va a desayunar... amanecí con hambre... y creo que ya ha sido suficiente sermón por lo que queda de temporada.

El resto de sus compañeros la vieron levantarse y Harry la siguió con la mirada hasta que se perdió por el hueco del retrato de la señora gorda.

Suspiro profundamente, desde que habían terminado su relación, nada había vuelto a ser igual entre ambos chicos.

Ginny caminaba cabizbaja por los pasillos. Aunque ya había pasado algún tiempo, aun le dolía la finalización de su romance con el famoso Harry Potter, pero sin duda el destino se encargaría de demostrarle que había sido la mejor decisión.

Paso de largo frente a las puertas del gran comedor, los nervios no dejaban cabida para la comida, aquellas palabras solo habían sido una excusa para alejarse de la sala común.

Anduvo sin rumbo fijo, hasta que sus pasos la condujeron hasta el campo de quiddicth. Levanto la mirada y diviso a alguien que volaba con su escoba haciendo piruetas en el aire. Parecía que solo quería disfrutar de un momento de privacidad y de aquella cálida brisa veraniega que azotaba al castillo.

Agudizo su visión y entonces pudo ver con asombro que se trataba del capitán del equipo de Slytherin.

No llevaba túnica, ni capa, solo una franela negra y unos pantalones de gimnasia, vestimenta que ayudaba a resaltar su moldeado cuerpo. La pelirroja no pudo mas que soltar un silbido de admiración. Era toda una sorpresa para ella, porque era la primera vez que contemplaba los dotes masculinos de Draco Malfoy.

Sin embargo pronto recupero la cordura.

-"Es solo el idiota de Malfoy... no tiene nada de especial", se mintió a si misma.

Bajo la mirada y se oriento hacia los vestidores, cuando una voz arrastrando las palabras le dijo en tono frió

-Así que... fisgoneando Weasley...

Ella se detuvo en seco, volvió su mirada hacia su lado izquierdo de donde provenía la voz, y de entre las sombras de las elevadas gradas surgió Draco Malfoy con una media sonrisa y con las mejillas tenuemente sonrosadas, pero con una gélida mirada.

Ginny lo observo unos segundos y luego miro incrédula hacia los cielos del campo. No podía creer que estaba allí en tierra, cuando hacia nada lo había visto volar a mas de 50 metros de altura.

Decidió ignorarlo, por lo que pretendió seguir su camino

-¿Por qué me estabas espiando?... pregunto él molesto tomándola del brazo

-¿Yo espiándote?... por favor Malfoy... en ti no hay nada de importancia, como para querer perder mi tiempo contigo... contesto ella con burla.

Y soltándose bruscamente se alejo con rapidez.

-YA VERAS WEASLEY, TE HARÉ COMER POLVO... grito Draco con soberbia.

El partido había comenzado, catorce escobas estaban en el aire, y sobre ellas intrépidos jugadores que surcaban el cielo de forma precisa y veloz tratando de vencer y ganar.

Los dos equipos estaban casi empatados, solo una diferencia de 20 puntos a favor de Gryffindors que bien podía mejorar si Harry atrapaba la snitch antes que Draco.

En tres oportunidades Draco se había casi estrellado contra Ginny, quien en su afán de atrapar la quaffle no había medido bien la distancia. Pero el ágil buscador del equipo verde había logrado esquivarla casi a tiempo.

-¿HEY A QUE JUEGAS CONDENADA COMADREJA?... había gritado en el ultimo instante al evitar un aparatoso choque.

-QUITATE DEL CAMINO ESTUPIDO HURÓN... grito ella como repuesta.

Draco había perdido unos momentos de concentración los cuales Harry aprovecho al máximo al lanzarse en busca de la escurridiza pelota dorada. Sin embargo el chico Slytherin no seria vencido tan fácilmente, logrando alcanzar al otro buscador sin problemas. Iban codo a codo, pugnando por alcanzar la victoria, cuando una bludger paso en medio de ambos como un cañón, directo a una despistada Ginny.

Draco logro asirse con la snitch, pero al escuchar un grito, volvió su mirada y vio como la escoba de la Weasley era impactada haciéndola perder el equilibrio y caer al vació.

Y a ver a Harry cambiar de rumbo para ayudarla, sin pensarlo soltó la snicth y saco su varita mágica de las profundidades de la túnica verde, lanzo un hechizo contra Ginny, ayudando a aminorar su caída, y redirigiendo su escoba se lanzo en picado.

Lo siguiente que supo era que había atajado a Ginny por la túnica escarlata, pero por el peso se habían precipitado a tierra.

Draco sintió como algunos huesos de sus costillas se rompían por el impacto contra el duro suelo del campo, pero el dolor se incremento cuando algo golpeó con fuerza sobre su espalda.

Ginny había caído sobre él.

En total confusión Dean Thomas dio por finalizado el partido cuando anuncio que Slytherin había ganado al atrapar la snitch primero, aunque Draco la había soltado casi inmediatamente.

Draco abrió los ojos, viendo siluetas verdes a su alrededor, mientras unos rubios cabellos rodeaban su cara y sus mejillas y boca eran pintadas con labial rojo

-OH Draco mi amor... estas bien... estas bien... decía una exaltada Pansy

-Así se hace Draco... ganamos...

-Esos Gryffindors aprendieron quienes son los mejores

-Y ese Potter tendrá que tragarse sus ínfulas...

Aquellos comentarios llegaban de forma lejana y atropellada a la mente del Slyhterin, le dolía todo el cuerpo sin entender muy bien, porque estaba allí.

-¿Qué paso?... atino a preguntar algo mareado.

-Eso es lo que yo quisiera saber... casi grito Pansy olvidándose de los besos y caricias... ¿por qué hiciste eso?

-¿Hacer qué?... protesto Draco aun mas confundido

-Desde cuando te la das de héroe... y con esa... con esa Weasley... reclamo Pansy casi llorosa.

Draco abrió mas aun los ojos. Miro a los que estaban a su alrededor, quienes esperaban una respuesta tanto como la chica rubia que tenia sentada a su lado.

Entonces los recuerdos llegaron rápidamente a su mente.

-No puedo creerlo... aun no puede creerlo... nos ganaron... repetía Ron abrumado hundido en uno de los sillones de la sala común de Gryffindor

-Por Merlín Ron... solo eso te importa... dijo Hermione con furia... no te importa que Ginny casi muere...

Harry miraba por uno de los ventanales, hacia el bosque prohibido. Se sentía triste por haber perdido, aunque sabia que si Ravenclaws le ganaba a Hupplepuff, la final seria otro Gryffindors- Slytherin. Sin embargo una mayor preocupación le agobiaba: La actitud de Draco Malfoy hacia Ginny Weasley.

Ginny estaba recostada en su cama. Madame Pomfrey la había revisado y no encontrando ningún problema en ella, le indico reposo que bien podía cumplir en su propia cama.

Aun no entendía lo que había pasado aquella mañana. Repetía los sucesos en su mente.

-¿Por qué lo hizo?... se preguntaba una y otra vez.

-"¿Por qué lo hice?... desde cuando me importa lo que le pase a esa Weasley...

Pensaba Draco mientras miraba fijamente el techo de la enfermería. Ya la noche había llegado, y por orden de la enfermera del colegio debía permanecer dos días al menos en cama para curarse de sus heridas.

Agradecía enormemente que no se le permitiesen mas visitas, porque los reproches y reclamos de Pansy eran insoportables, aparte de que sus compañeros pedían explicaciones que ni él mismo tenia para si.

Su vida había cambiado tan repentinamente con la muerte de su padre: Lucius Malfoy a manos de Lord Voldemort. Había sido un gran golpe para él reconocer que toda aquella devoción por el lado oscuro de la magia de nada había servido, por lo que había decidido apartarse de ese mundo, como muchos otros. Sin embargo él tenia otro planes, quería terminar Hogwarts cuando antes, para irse, irse lejos, donde nadie supiera que él era un Malfoy y lo que significaba ese apellido en la comunidad mágica.

Sonrió por un leve instante al recordar que habían ganado el partido y la sensación de plenitud que le producía haberle ganado a Harry Potter se esfumo rápidamente al recordar a cierta pelirroja.

Se cubrió con sus manos el rostro, no quería pensar otra vez en ella. Lo estaba haciendo mucho mas seguido de lo normal.

Y es que esa chica pelirroja se colaba de tanto en tanto en sus pensamientos, desde aquel día en que la vio por primera vez, en una librería del callejón Diagon.

Sin embargo otros intereses la habían apartado de su mente, pero recién había descubierto que solo había estado escondida en algún rincón, surgiendo sin problemas una vez que esos otros intereses había desaparecido.

Pero se había tornado doloroso pensar en ella, desde que las noticias de su romance con Harry Potter se hacían eco por todo el castillo.

Había tenido que soportar ver como esos labios que en secreto él tanto deseaba, eran besados y disfrutados por su eterno rival.

Sin embargo ahora ella estaba libre de nuevo.

-"Libre... libre ¿para que?... no seas idiota Draco... ella jamás se fijaría en ti... si no hace otra mas que suspirar por el estúpido de Potter", pensó con amargura.

Cerro los ojos para dejarse dominar por el sueño que poco a poco estaba venciendo.

Pero un perfume se dejo colar en el ambiente, haciéndolo regresar rápidamente al estado de vigilia.

Un perfume suave, delicado, a flores silvestres, a primavera. Un perfume que solo podía pertenecer a ella.

Abrió los ojos. Y la contemplo

Ginny Weasley estaba parada al lado de su cama.

Se miraron por unos instantes.

-Lamento molestar Malfoy... pero quería... necesito hablar contigo... musito suavemente

Ginny tomo una silla, la acerco y se sentó frente a Draco

Él volvió su mirada al techo. No quería mirarla. No podía mirarla.

No quería ser descubierto. No debía ser descubierto.

-Por favor mírame... esto es importante... pidió Ginny en tono bajo.

Draco la miro de reojo, sin volver el rostro.

-Di a que viniste y luego márchate... dijo Draco con voz fría.

-OH esta bien... eres imposible... dijo molesta levantándose de la silla... solo venia a agradecerte lo que hiciste hoy... no tenias que haberte molestado.

-Y permitir que mancharas de sangre todo el suelo del campo... replico con ironía... no hubiese quedado apto para celebrar la victoria de Slytherin.

Draco espero una reacción violenta por parte de la chica a su comentario, pero en cambio solo vio una sonrisa dibujarse en los labios femeninos.

-No podía esperar menos de ti Malfoy... de todas formas gracias...

Ginny volvía a colocar la silla en su sitio y le dio la espalda, para marcharse. Sin embargo la curiosidad pudo mas.

-Pero... ¿por qué lo hiciste?

La misma pregunta que todo el mundo formulaba.

Pero no le molesto que ella lo hiciera. Porque ella era la razón del por qué lo había hecho.

-Ya te lo dije Weasley... acaso no me escuchaste... contesto tratando de hacerla enojar para no tener que explicar.

-Vamos Malfoy... hablo en serio... lo que hiciste no esta en tu naturaleza... siguió Ginny queriendo saber más... debe haber una razón y quiero saberla.

-No quieras imponerme nada... si quieres saberlo... averígualo... dijo Draco clavando sus ojos grises en ella.

Aquello tomo desprevenida a la chica, quien se ruborizó notablemente, y el corazón comenzó a latirle rápidamente. Pero intento guardar la compostura, rogando con desesperación que el chico no se hubiese dado cuenta de su reacción.

-Me estas retando?... pregunto tratando de no ser tan obvia.

-Quizás...

Fue lo único que obtuvo como respuesta.

-"¿Quizás?... que quiere decir con eso de Quizás ... que esta tramando, se pregunto sin apartar su mirada.

-Pues lo averiguare... dijo decidida... no te quepa la menor duda Malfoy... que tengas buenas noches

-"Eso espero Weasley... eso espero", pensó Draco mientras la veía marcharse.

A mediados de la siguiente semana Ginny y Luna salían de la clase de Criaturas mágicas, habían tomado el camino de vuelta al castillo, cuando se tropezaron con un grupo de chicos y chicas del tercer curso y al parecer habían querido aventurarse en las profundidades del bosque prohibido, siendo descubiertos por tres prefectos quienes los llevaban de vuelta al castillo.

Detrás del grupo iba Draco junto a Pansy y Ernie.

Ginny no pudo evitar que su mirada se fuera tras el chico rubio, luego de que éste le dedicara un guiño.

-No se que esta tramando... medito Ginny en voz alta...

-Pues que esperas para averiguarlo... le alentó Luna con voz soñadora.

-Estas loca?... se escandalizo la pelirroja...

Luna se encogió de hombros y replico mirando al cielo

-Cuando algo no esta claro, se debe buscar respuestas...

-Pero es que no se donde buscarlas... confeso Ginny molesta.

-Eso es fácil... sonrió Luna volviendo su mirada a Ginny...solo debes saber donde buscar... él te invito a hacerlo... entonces las respuestas quizás estén en él mismo...

-¿Qué?... no... de ninguna manera voy a intentar un acercamiento a Malfoy... seria lo último que...

-Entonces deja de pensar tanto en él... le interrumpió Luna mientras comenzaba de nuevo el regreso al castillo

-Yo... yo... yo no he estado pensando en él... se defendió Ginny

-Si, si lo has hecho... y mucho... le refuto Luna con voz cantarina

-No... no... yo no...

-Si, tu si... de ¿quien hablaste el domingo durante el desayuno?... ¿durante el almuerzo?...¿durante la cena?... ¿qué fue lo primero que dijiste el lunes cuando nos encontramos en la biblioteca?... ¿quieres que te lo recuerde?

Ginny se detuvo. Bajo la cabeza y clavo su mirada en el suelo, sintiendo como sus mejillas comenzaban a sonrojarse violentamente, a medida que Luna hablaba.

-A ver... fue algo mas o menos así: "Malfoy acaba de salir del castillo a esta hora, no sabe que pueden castigarlo por eso"... y el martes... ah el martes... en el desayuno... te preocupaste porque no fue a desayunar... pensaste que tal vez lo habían castigado... y con la excusa de hablar con Harry sobre el próximo juego lo acompañaste hasta la clase de Pociones y soltaste un suspiro cuando viste que estaba sano y salvo... si eso no es pensar en alguien... entonces no se que es.

-¿Terminaste?... exclamo Ginny furiosa.

Luna la miro compasiva. Ginny apretó contra su pecho el libro que llevaba entre sus manos.

-¿Qué me esta pasando?... pregunto Ginny en un hilo de voz, tratando de reprimir las lagrimas.

-Creo que te estas interesando en Malfoy mas de lo debido... sentencio Luna mientras le acariciaba su roja cabellera.

Cuando puso un pie en el gran comedor a la hora de la cena, Ginny iba resuelta a confrontar a Malfoy, porque Luna tenia razón. Él estaba ocupando demasiado sus pensamientos, solo por un hecho fortuito.

Paso frente a la mesa de Slytherin y una vez mas Draco le dedicaba un guiño.

Y como no hacerlo. Si sabia que había despertado en la chica un nuevo sentimiento.

Podía intuirlo, podía sentirlo. Ahora ella no lo miraba con desprecio, sino con curiosidad, con ese tipo de curiosidad que puede llegar a realizar cosas inimaginables solo por el afán de satisfacerla.

Poco a poco los comensales se fueron marchando, quedando algunos pocos aun en sus mesas. Luna aprovecho esto y se sentó al lado de Ginny.

-¿Qué vas a decirle?... pregunto Luna en un susurro.

-No se... no tengo ni idea... confeso Ginny algo asustada... ¿qué se supone que puedo decirle?

-Quizás solo debas actuar... propuso Luna

-¿Actuar?... ¿cómo?... pregunto Ginny confundida

-Bueno... seamos sinceras... ¿por qué motivo pudo haber hecho Malfoy lo que hizo?... razono Luna... una de dos... o gusta de ti... o esta tratando de reivindicarse a los ojos de todos... para que vean que ahora esta del lado de los buenos.

Ginny sintió una puntada de dolor en su corazón al razonar que quizás la segunda opción que planteaba Luna era mas factible que la primera.

-Por eso... yo propongo que lo beses... dijo Luna como quien habla del clima.

-¿Be... besarlo?... tartamudeo Ginny por la impresión ante tal proposición.

-Si... es lo mas recomendable... si te rechaza... es porque solo quería hacerse el chico bueno...

-Pero y si me corresponde... dudo Ginny con cierta esperanza

-Pues disfrútalo... porque sabrás la razón de su heroico rescate... dijo Luna con una media sonrisa.

Ginny sintió que un escalofrió recorría su cuerpo. Todo aquello era una soberana tontería. ¿Desde cuando aceptaba un reto por parte de un Slytherin?. ¿Desde cuando había dejado de odiar a ese estúpido hurón? ¿Desde cuando tenia fantasías con Draco Malfoy?. ¿Desde cuando deseaba probar esos finos labios?.

¿Desde cuando se había marchado el chico del gran comedor?.

Sin mediar palabra con Luna, salió casi corriendo hasta el pasillo.

Miro a ambos lados, pero ni rastros de él. Se dirigió a las mazmorras. Sabia que por allí estaba la entrada a la casa Slytherin.

Camino un largo trecho, pero de pronto le pareció que estaba perdida. Quizás era mejor regresarse y olvidar todo eso antes de que Flith la pillara a horas indebidas por los pasillos del castillo.

Emprendió la retirada cuando una voz arrastrando las palabras salió de la nada.

-¿Tan rápido te diste por vencida?...

Se detuvo en seco. Intento afinar su visión, pero la penumbra del lugar no ayudaba para mucho. Guardo silencio. Sus manos habían comenzado a sudar. Lo mejor era escapar antes de que se escuchara el eco de los latidos de su corazón.

Dio un par de pasos, antes de sentir como era abrazaba por la cintura, como unos labios se posaban en los suyos y como una suave lengua entraba en su boca acariciando sutilmente.

Un vació en el estomago, parecido al que experimentó cuando había montado su escoba por primera vez, la hizo aferrarse a aquellos brazos que ahora la apretaban contra un cálido cuerpo.

Draco profundizo el beso, al sentir como era correspondido y acariciado con deseo. Una sensación de paz lo invadió. Aquello era sublime, como nunca antes lo había experimentado.

Sin embargo una duda lo hizo detenerse. Y lentamente separo a Ginny de él.

-Bueno... ya descubriste mi razón... espero estés satisfecha... dijo Draco con voz fría tratando de disimular las múltiples sensaciones que estaba experimentando

-¿Tú razón?... ¿acaso tu?... pregunto Ginny con anhelo.

No hubo respuesta. Ginny se desespero al presentir que Draco se había marchado.

-Espera por favor... no te vallas así... tenemos que hablar... dijo mientras sacaba su varita mágica e invocaba un "lumus".

Levanto la varita y para su alivio Draco aun estaba allí.

Y sin medir las consecuencias lo rodeo con sus brazos.

Él se sorprendió gratamente ante tal gesto.

Sus bocas volvieron a reunirse en un apasionado beso.

Ginny hundía sus dedos entre los platinados cabellos de él, y en un sutil recorrido los bajó por su cuello, por sus hombros, por sus brazos, para luego adueñarse de la espalda masculina y terminar de nuevo en sus cabellos.

Draco había abierto sin problemas los broches de la túnica y acariciaba la cintura y la espalda de la chica; pero en un repentino atrevimiento las fue bajando lentamente hasta sus caderas y mas allá.

Se escucharon pasos en la lejanía.

-Demonios... Flith... ¿que no tendrá nada mejor que hacer?... gruño Draco al verse obligado a retirar sus manos y sus labios de Ginny.

Ginny estaba algo mareada, por lo que hundió su rostro en el pecho de Draco, mientras trataba de ordenar su prioridad: salir de allí y regresar a su sala común para no ser castigada.

-Conozco un lugar donde podemos estar mas cómodos... ¿quieres venir?... sugirió Draco en un susurro.

Ginny le dio un beso en el cuello, lo que Draco interpreto como un si.

La tomo de la mano y la guió hasta otro pasillo. Poso su mano en una de las tantas piedras mohosas que conformaban la pared, desapareciendo y dando lugar a otro pasillo mas angosto. Caminaron rápidamente por allí hasta que llegaron a un pequeña habitación.

Ginny debió entrecerrar un poco los ojos, al sentir la titilante luz de miles de velas que iluminaban desde una enorme lámpara desde el techo de lo que parecía ser una caverna.

Sin embargo nada de lo allí estaba, era viejo, ni mohoso. Un amplio estante con libros y figuras de serpientes en cobre y bronce ocupaba la pared principal, y al frente de esto un hermoso escritorio de mármol ocupaba casi todo el lugar.

Amplias poltronas forradas con terciopelo verde permanecían en cada esquina y una majestuosa silla de madera entre el escritorio y el estante culminaba la decoración.

-Y ¿qué lugar es este?... pregunto Ginny sorprendida.

-El despacho secreto de Salazar Slytherin... dijo Draco sentándose en la silla de madera.

Ella se incomodo un poco al escuchar ese nombre. ¿Cómo podía tener él acceso a esa recamara?

Draco dio un par de palmadas en su muslo derecho, invitando a Ginny a sentarse.

Sin poder resistirse y sin querer evitarlo acepto la invitación.

Una vez allí, él hundió su cara en el cuello de ella, logrando hacerla estremecer.

-¿Có... cómo... puedes tu...?... intento preguntar Ginny.

-mmmmm... ¿cómo puedo qué?...

Draco no pudo saber que quería preguntar Ginny, por que ella desistió de la idea, al sentir las manos masculinas por debajo de su falda, acariciando su pierna y su muslo.

Ella se acomodo colocando ambas piernas alrededor de la cintura de él. Permitiéndole de ese modo tener mayor acceso a su cuerpo.

Tomo entre sus manos la cara puntiaguda de él y le acaricio los labios sutilmente con su lengua, algo que hizo a Draco desear mas, por lo que se apodero de su boca.

Se besaron con pasión y deseo, mientras se exploraban, quitando lentamente las corbatas, desabrochando botones, apartando túnicas y camisas.

Un profundo suspiro se escapo de los labios de Ginny al sentir como los dedos de Draco recorrían su espalda para apoderarse del broche de su ropa intima y luego ver como era retirada de su piel.

Él le sonrió con picardía y sin apartar su mirada de su mirar, sus manos comenzaron a tocar los pechos femeninos, para luego llenarlos de besos y suaves succiones logrando que ella se estremeciera durante unos largos y placenteros minutos.

Luego de improviso Draco la tomo por la cintura y alzándola la coloco sobre el escritorio de mármol. Y rápidamente sin que ella se diera cuenta la despojo del resto de la ropa y la tendió sobre la fría y dura superficie.

Todo aquello la tomo por sorpresa, y sin comprender muy bien que pasaba, no pudo evitar soltar un fuerte gemido al sentir como la boca de Draco se posesionaba de sus partes intimas, mientras sus manos recorrían su vientre, sus caderas y sus muslos.

Temblaba a medida que esa lengua recorría de arriba a bajo sus labios vaginales, adentrándose en ella.

Él sentía una furia incontenible de saborear, de morder todo a su paso. Aparto un momento sus manos de ella para poder liberar la presión de sus pantalones sobre su miembro viril, que con fuerza pedía ser participe del encuentro.

Sin embargo continuo por un tiempo mas profundizando sus caricias en aquella concavidad, arrancando gemidos y gritos ahogados de Ginny, para preparar así aun mas el terreno para lo que anhelaba hacer desde hacia ya mucho tiempo.

-Es... esto... es... eres... oh Draco...

Ginny no lograda hilvanar sus ideas en palabras, ya que muchas sensaciones se agolpaban con fuerza en su mente, en su cuerpo y en su corazón.

Draco llevo su rostro al nivel de el de ella y le sonrió con malicia.

-Y eso que no ha llegado lo mejor...

Volvió a besarla, mientras que con otro rápido movimiento se sentó de nuevo en la silla, llevándosela con él.

Y con suma delicadeza la sentó en su regazo.

Ginny comprendió rápidamente lo que estaba a punto de ocurrir al sentir entre sus muslos y en el centro de su sexo, el roce del miembro erecto de él.

La tomo por la cintura, la alzo y sin dejar de besarla, comenzó a penetrarla, alzando él también un poco sus caderas, luego la soltó suavemente, esperando que ella se acoplara rápidamente a él.

Pero al contrario de lo que esperaba el cuerpo de la chica se tenso.

Ella lo abrazo son fuerza, apretó sus labios para no dejar salir un grito al sentir un dolor quemante por todo su vientre al ser invadido su cuerpo. Por un momento el placer se extinguió casi por completo.

-Espera Draco... gimió Ginny

La idea no había resultado como él lo había pensado, por lo que la levanto rápidamente

Respiraba con dificultad y por su rostro rubicundo y pecoso rodaba una pequeña lagrima.

-Tranquila... linda... tranquila... ya paso... susurro Draco llenando de besos sus mejillas, su boca, su cuello.

Ella comenzó a sollozar. Él la abrazo con fuerza.

-Lo siento... yo pensé... que... como tu y Potter... bueno... dijo apenado

Ginny lo miro. Draco le seco el rostro.

-No... Harry fue respetuoso...

-Ya veo... lamento no ser tan respetuoso como él... dijo Draco de forma irónica.

-"Y quien te dijo que yo quería que me respetaras"... pensó Ginny sorprendiéndose a si misma.

Sin embargo no emitió opinión alguna. Draco sentía como su sangre hervía a causa de los celos.

Guardaron silencio por unos minutos.

Ginny seguía abrazándolo con fuerza mientras su respiración se calmaba. Se sentía tan bien estar allí. El contacto piel con piel, el calor, el roce, la hicieron olvidar sus temores y retomando los labios del chico volvió a besarlos.

Draco se sorprendió, pero aun ardía en deseos de continuar, por lo que correspondió sin miramientos a los besos de la chica, quien aun mantenía un estrecho contacto con él.

Recorrió su suave piel con sus manos y con sus labios.

Poco a poco ambos cuerpos comenzaron a pedir unirse en uno solo y ambos corazones querían latir a un mismo ritmo.

Volvió a tomarla por la cintura y nuevamente la alzo. Ella apoyo sus manos en los hombros de él y lentamente se dejo caer, sintiendo como el ímpetu masculino se adentraba en las profundidades de su vientre.

Sin embargo Draco no dejo de sostenerla, ni Ginny de apoyarse en él.

El dolor regreso, pero entre besos fue mitigándose y a medida que él comenzaba a mover sus caderas debajo de ella, pudo abrirse camino.

Tratando de seguir el ritmo, el cuerpo femenino intento acoplarse. Pero aun permanecía tenso, por lo que Draco no aumento el ímpetu de sus penetraciones.

-Despacio linda... así... despacio... sin prisa... siente... siénteme dentro de ti... siseo Draco al oído de Ginny, haciéndola estremecer con cada palabra.

Y simplemente así continuo. Sin empujar mas allá de lo debido, dejo que la gravedad sola ayudara, siendo suficientemente placentero para él verse reflejado en eso ojos castaños, poder contar esas numerosas pecas que perdían su simetría por las pequeñas gotas de sudor que perlaban aquel hermoso rostro rubicundo. Contemplar como Ginny se relamía suavemente los labios. Y perder de tanto en tanto su visión cuando una cortina de cabellos rojizos caían rebeldes sobre su rostro.

Ginny sentía las manos de él alrededor de su cintura, haciendo que ambos cuerpos se unieran y se separaran a un ritmo descompasado que ayudaba a adaptarse a la presencia de Draco dentro de ella. Quería moverse también, acercar su cuerpo lo mas posible al de él.

-Continua... así... te siento... mas... mas... dentro... dentro de mi... así... sigue... sigue... ronroneaba Ginny, pero al darse cuenta del brillo que emanaban esos ojos grises se limito solo a contemplarlos y abandonarse a las caricias.

Un escalofrió recorrió la espina dorsal del chico haciéndole reconocer que para ambos había sido la primera vez.

Pera ella la primera vez de un encuentro intimo. Para él la primera vez de un encuentro amoroso.

De pie al inicio de la escalera principal del castillo, Draco y Ginny no podían dejar de mirarse, ni dejar de sostener cada uno la mano del otro.

-Y... ¿ahora que va a pasar?... pregunto Ginny con cierto temor.

-No se...¿qué quieres tu que pase?... le reto Draco arrastrando las palabras.

Ella se acerco a él y posando su mano en la pálida mejilla, planto un beso en los labios del chico, luego se separo despacio y camino rápidamente escaleras arriba.

Continuara...