CAPITULO II: ATRAVESANDO EL INFIERNO
No se sentía bien, pero pensándolo bien, ¿Quién se sentiría bien después de un intento de suicidio y un posterior lavado estomacal?; se levantó de la cama con la sensación nauseabunda de estar perdiendo la razón dentro de esas cuatro paredes, caminó por un pasillo blanco que no era el de la muerte para pedir un poco de comida, agua, o al menos una revista…
-Debe ser hora de comer…-pensó ella al no ver a ninguna enfermera
Gaara había pensado ir a verla, de cierta forma la entendía, sin embargo al verla caminar por el pasillo sintió algo que en mucho tiempo no creyó sentir por nadie excepto por él…pena; ella pasó a su lado con el paso tembloroso y la mirada perdida hasta que él le hizo reaccionar…
-Hey tu! Que haces levantada?
Ella alzó la vista y luego de unos pestañeos lo reconoció…
-Ah, eres tu-dijo ella si darle importancia-supongo que no tienes un cigarro o algo fuerte, verdad?
-Este es un hospital, no puedes fumar, y menos beber ya que, por lo que sé acaban de hacerte un lavado de estómago
-Eso significa que no tienes?
-No, no tengo-dijo el soltando un respiro
Ella alzó una de sus manos para sacarse los cabellos revueltos de la cara y pudo ver sin lugar a dudas las marcas macabras de alguien al borde del precipicio…cicatrices en ambas muñecas, y manos temblorosas que evidenciaban una adición…pastillas o alcohol, tal vez ambas
-Y no tienes una espada? ¿O un cuchillo, un kunai o cualquier otra arma cortante?
-También están prohibidas dentro del recinto medico-dijo el chico-Y no creo que la necesites tan urgente, o si?
-Ese no es tu problema-dijo ella mirándolo de frente y luego tratando de seguir caminando-Nos vemos…Gaara…
-A si que sabes quien soy?
-Todo el mundo sabe quien eres, Gaara del Desierto-dijo ella-Hasta las suicidas…yo también pelee contra la Luna Roja
-Eso me contaron…
-Tsunade supongo…
-Necesito pedirte un favor-dijo Gaara sin darle importancia a su comentario-Estaré en la aldea unas semanas y necesito un lugar donde quedarme… ¿puedo quedarme contigo?
-Ni siquiera sabes quien soy, Kazekage…
-Sé quien eres, y es "señor ex-Kazekage" para ti, Kizashi Yumi-dijo él-Tal vez de esa forma pueda enseñarte algunas cosas…
-No se que podrías enseñarme, Gaara del Desierto
-Pues está hecho, me quedaré en tu casa y está decidido…-dijo él sin sonreír, sin mostrar un rastro de amabilidad y, pese a todo, sin un ápice de vergüenza en el rostro-Vendré a buscarte por la tarde…
-Espera…
-Que demonios haces fuera de tu habitación Yumi!-gritó una de las enfermeras a la que ella respondió con una mueca de desagrado…
No pudo mandar al demonio a Gaara por su propuesta pero de cierta forma era una oportunidad única de interactuar con una persona totalmente ajena a su mundo…en tres semanas, era la primera vez que dejaba de pensar en como matarse para desviar sus pensamientos en ese chico de la Arena, y en que demonios estaba intentado hacer al irse a vivir con él
Gaara partió desde ahí a hablar con Tsunade, a quien le contó donde viviría las próximas semanas…
-En…con Yumi? ¿¡Qué demonios pretendes!
-Sé lo que ella está pasando, he atravesado un par de veces el infierno y no es un lugar agradable-dijo el chico con algo de dolor en los labios-Creo que puedo ayudarla mas que los estupidos psicólogos y las reuniones con sus tutores…
-Es tu decisión, pero creo que debes saber algo de Yumi antes de empezar…
-Prefiero que no, es mejor así-dijo marchándose-No quiero arruinar el misterio
Tsunade tenía dudas más que razonables con la intención de Gaara de acercarse a la chuunin, después de todo, él no era un ejemplo de sensatez. Pero aunque lejos de ser partidaria del dicho de "un clavo saca a otro clavo", sabía que el chico de la Arena tenía la inteligencia y la sensibilidad para tratar esa clase de problemas; después de todo el fue un completo desastre los primeros 13 años de su vida…y su historia no se distanciaba demasiado de la de Yumi…
Sus padres muertos, dos hermanos mayores que le temían por sus poderes y un demonio viviendo en su interior eran razones de sobra para creer que Gaara era un peligro para su familia, sus compañeros ninjas e incluso para la Aldea de la Arena; sus deseos de matar y destruir, su neurosis y la falta completa de afecto fueron razones para aislarlo aún mas de sus semejantes, y sin la mano de Naruto él se habría transformado en un monstruo…nada mas lejano al Gaara de 17 años que ahora llegaba a Konoha.
Luego de casi 4 años de dirigir su aldea, de enfrentar a Akatsuki y casi morir por ello y mas que todo, de dar paz y confianza a su gente, decidió renunciar a su cargo y viajar a cobrarle una promesa a Tsunade; ella le dijo que podría tratar sus trastornos de sueño provocados por el demonio…y era en parte esa la razón por la que había llegado.
Era muy joven para dirigir a un pueblo, eso estuvo mas que claro en un principio, era temido mas que respetado pero mas que nada, era solo un niño de escasos 13 años cuando asumió el cargo; tenía el poder para proteger a su aldea pero no la capacidad de enfrentar algunos problemas; por eso iría a Konoha a buscar la paz y las respuestas para continuar, estaba seguro que algún día su aldea lo necesitaría de nuevo, y quería estar preparado… pero mintió al decirle a la chica que eran solo un par de semanas, pensaba quedarme un mes por lo menos…ahora más que se había topado con ella…
Había algo verdadero y hermoso en personas como Yumi, un brillo oscuro dado por la tristeza y la soledad que perturbaba, y fue eso lo que primero le atrajo y la razón por la que la ayudó…"Antes de esto debió haber sido hermosa" pensó el muchacho y no se equivocaba, Yumi tenía un encanto especial, algo que en esos meses casi había perdido por completo pero que aún parecía conservar en los ojos, en esos ojos aguamarina que lo miraron con desprecio en el acantilado…
-Es posible que esos ojos me maten-pensó el pelirrojo de camino a encontrarse con Naruto para almorzar-Tiene ojos de océano, y yo le temo al mar mas que a cualquier otra cosa…
Pensó mucho sobre ella esa tarde, que era lo que hacía que una chica normal y corriente se transformara en alguien como ella, en alguien sin vida y sin fuerzas para vivir…en su almuerzo con Naruto dio en parte con la respuesta, necesitaría de ella para completar el puzzle.
-Mmm…Yumi, Kizashi Yumi…no, creo que, Ah si! Ya se quien es!-exclamó Naruto al ser consultado por su amigo-Si…era del grupo 2, salieron el mismo año que nosotros pero eran un año menor…
-No los recuerdo…
-Yo tampoco en realidad-dijo Naruto-Eran muy silenciosos y siempre estaban los tres juntos, no interactuaban demasiado con el resto pero eran buenos, realizaron algunas misiones peligrosas durante los días del ataque de Orochimaru, no llamaban demasiado la atención…
-Eran?
-Si, ya no existen-dijo Lee que también los acompañaba-Fueron atacados por 3 ninjas del Akatsuki hace como 6 meses y solo sobrevivió la chica…dicen que ella arrastró los cuerpos de sus compañeros desde el acantilado en el limite de la aldea; pero creo que ella está media loca. Era la kunoichi con más futuro de la aldea, pero ahora no lo sé… ¿a que viene tanta pregunta?
-Nada especial, es que me quedaré en su casa un par de días…dijo que tenía espacio
Los muchachos se miraron algo pálidos, su preocupación era evidente
-Nos han contado muchas historias sobre esa chica, Gaara-dijo Naruto-Solo ten cuidado…
-Serán tontos-pensó él pero no les dijo nada, eran sus amigos después de todo
Pero al salir del puesto de ramen una sombra lo siguió, una sombra con nombre y apellido, uno muy conocido por la aldea…
-Ah…Uchiha Sasuke-dijo Gaara-Que se te ofrece?
-Porque estás interesado en Yumi?
-Pura curiosidad-dijo Gaara-Acaso son amigos?
-No exactamente-dijo Sasuke-Solo nos visitamos de vez en cuando… ¿volvió a intentarlo, verdad, que preguntes por ella significa que no lo logró…
-Sabías de ello?
-Es lo único que quiere hacer, morir-dijo él evidentemente preocupado-Quien la detuvo esta vez?
-Yo…
-Ya veo, entonces si la vez dale mis saludos-dijo el Uchiha-y dile que me debe algo…que pasaré a buscarlo mas tarde…
