CAPITULO III: NAKED IN THE DARKNESS
De todas las frases que había escuchado en esos seis meses la que mas le había resonado en la cabeza fue: "Debes seguir adelante". De distintas maneras todos le decían que pese al dolor ella era un ninja, y como tal debía sobreponerse y continuar con su vida pese a la muerte, pero, ¿cómo?
No podía, simplemente no había forma…solo algo era seguro ahora en su vida y es que nunca sería lo mismo, siempre estaría partida en dos, destrozada por las circunstancias, la debilidad y los errores, conservaría para siempre a las tinieblas cubriéndole los ojos con su velo fatal y no la dejaría ver la luz nunca mas…y una vez que la muerte te besa, jamás te deja en paz, hasta que no te queda mas que entregarte a ella sin pudor, con los brazos abiertos…
-Aoshi, dejame!
-(…)
- Para te estoy diciendo, Aoshi…
-Yo no soy, es Souyi-dijo el chico poniendo cara de inocente, mientras arreglaba sus largos cabellos plateados sutilmente sacudidos por su compañera
-Sé que eres tu, te encanta picarme con tu kunai!-gritó ella-Además Souyi nunca haría eso…
Él la miró con sus ojos grises y le sonrió estúpidamente
-Es porque te tiene miedo-resopló Aoshi al ver la expresión del pequeño
-No es cierto!-respondió el aludido-Es porque…eso no está bien, Yumi es nuestra compañera de equipo y amiga…y además le van a salir moretones…
Yumi abrazó a Souyi mientras ambos caían de bruces de la banca y Aoshi los miraba con un poco de vergüenza, definitivamente no eran como el resto de los recién graduados…
-Yumi…que comiste esta mañana?
-Insinúas que estoy gorda… Tanaka Souji?
Desde un principio decidieron no separar a estos tres, menos a Yumi y Aoshi quienes habían pasado de la amista a la hermandad, logrando una complicidad envidiable en otros grupos de ninjas, se encargaban de no desplazar a Souyi con su relación casi telepática pero si habían dos personas que se conocieran mas que a nadie eran ellos, "casi como si hubieran compartido la misma placenta", solía decir Souyi que aceptaba eso de buena gana y así evitaba repetir las cosas dos veces, o preocuparse por ellos en forma individual…
-Oye Yumi…mira a esos-dijo el pequeño Tanaka tratando de evitar los golpes de su compañera por el comentario anterior-no se ven muy felices…
-Tal vez es porque les dan las mismas misiones estupidas que a nosotros-dijo Yumi levantándose del suelo y mirando a la base donde eran entregadas las misiones, ya llevaban cerca de 20 minutos esperando a su sensei
-Pues eso es obvio, somos genins-les respondió Aoshi con su seriedad habitual-Y los genins hacen misiones estupidas… pero creo que nuestro sensei se tarda demasiado…
-Buh…oye, tal vez le están dando una misión clase B?
-Sueña Yumi, sueña…
-Pues lo merecemos y lo sabes-dijo ella levantándose de la banca, alzando la mirada hacia el cielo para comenzar sus habituales arengas con su delicada verborrea-lo merecemos como todo el resto de los idiotas que están ahí!; y recuerden lo que siempre decía Iruka sensei: "Ser ninja es…"
-Otra vez no, Yumi…-dijo esta vez Souyi-Que manía la tuya de citar las clases de Iruka, ¿Qué tal si mejor vamos a comer helados?
-Acabamos de hacerlo, Souyi…
Detuvieron su conversación al ver salir del recinto al grupo de Kakashi con su sensei incluido, éste levantó la mano en señal de saludo pero ninguno contestó, uno de los chicos, el de naranjo, los miró con un signo de interrogación en la cara pero siguió caminando sin decir nada.
-Será verdad lo que dicen?-dijo Souyi cambiando drásticamente el rumbo de la conversación-que Kakashi iba a ser nuestro sensei pero prefirió el grupo donde iba a estar el Uchiha ese…
-A quien le importa!-dijo Aoshi-Con nuestro sensei nos basta, y además llega a la hora…
Yumi asintió con la cabeza dando por finalizada la conversación sobre lo que Aoshi siempre llamó: "Los privilegios intrínsecos de ciertos apellidos". Él siempre decía que ciertos ninjas siempre pesaban más que otros en términos de rangos sociales, y que ellos-los provenientes de clanes importantes-opacaban otros igualmente competentes mientras se enfrascaban en rencores absurdos y guerras endogámicas que la fuerza de sus poderes no lograba opacar. Souyi no lo apoyaba demasiado, era de una familia rica e importante en la aldea pero que no poseía técnicas de sangre mientras que Yumi prefería no opinar, no tenía ninguna técnica extraña y tampoco sabía mucho de sus padres salvo que eran de la red de espionaje ninja por lo que nadie podía informarle nada sobre ellos ya que, en teoría, sus padres nunca existieron.
Para desgracia de Aoshi, que siempre quiso comprobar su idea que bastaba un par de hazañas sobrehumanas para que un clan se elevara por sobre el promedio, éste solo pudo hacerlo con su propia muerte; el demostrar que tres ninjas sin grandes técnicas pudieran derrotar a adversarios tan formidables pudo haber sido el ejemplo mas destacable para las futuras generaciones sin ellos hubieran sobrevivido, o al menos no se hubieran vuelto locos. Para Yumi era mas bien un consejo sobre lo que no había que hacer si te enfrentas a tres jounins con mas de 10 años de experiencia en combate ninja.
Lo malo fue que, desde ese día, para bien o para mal, ellos recordarían su nombre para siempre, gracias a la muerte de sus amigos. Y odiaba ser conocida mas que nada en el mundo
Había dormido toda la tarde así que al abrir los ojos prefirió levantarse y ponerse su ropa para salir de ahí; no sabía porque había recordado esa escena de hace casi 4 años atrás pero se daba cuenta que poco a poco las imágenes de ellos empezaban a verse mas etéreas y irreales, en sus recuerdos, sin embargo, ellos siempre vivirían sin importar el tiempo o las circunstancias.
-Deberé pensar en algo mas-se dijo a si misma al sacar el frasco vacío de pastillas de su bolsillo-algo como…solo saltar…
Y es que sentía que no había forma de ser reparada. Estar echa pedazos, vivir en un continuo devenir de horas vacías, sin nada de valor, sin sonrisas; sentir que nada de lo que hagas o digas puede hacerte recuperar tu alma porque la has pedido hace tanto que ni siquiera recuerdas el momento exacto en que pensaste a sentirte tan miserable, para ti ha sido desde siempre; quieres reír, quieres seguir adelante pero no hay forma, ni razón ni método efectivo que te haga salir de lo profundo, eres la misma soledad disfrazada de persona, eres una lagrima llorada al viento…respiras, pero no es suficiente para sentirte viva…
-Ya estás lista?-le preguntó una voz conocida pero sin importancia, no era la de nadie que quisiera oír-Debemos irnos, no sé donde vives…
-Que haces aquí?-miró su reloj de bolsillo, visiblemente depositado en la mesita de noche, lo hizo dos veces, ya eran las 7 de la tarde…
-Pues que voy a quedarme contigo, ya lo decidiste…
-Yo no te he dicho que sí…
-Pues no haz dicho que no, y eso para mi es suficiente-le respondió tomando el bolso de la chica-te ayudaré con esto, ¿lista?
-Dame eso!-dijo quitándole el bolso-No necesito tu ayuda humanitaria…ni tu compasión…
-A no? Pues que bueno porque no pensaba dártela…
Se miraron de frente, mientras el chico trataba de sentirse mejor ante la situación tan poco cómoda…
-Tienes un ojo mas claro que otro?-dijo éste de pronto, sin pensarlo…
-Si, que gran descubrimiento…-agregó ella con sarcasmo, pero en realidad pocos sabían ese detalle-Nos vamos?
-Mmm…sarcasmo en dirección hacia mí-pensó-Ya estamos volviéndonos amigos…
Su departamento estaba en el centro de la aldea pero era mucho mas grande de lo que pensaba; estaba en un sector residencial, no era como el de Naruto sino mas bien era un sitio donde vivían familias, señoras con niños pequeños y ancianos con mascotas; un jardín acompañaba a la antesala del edificio…
-Creí que vivías…
-En una pocilga?
-Bueno, no iba a decirlo en forma tan literal…pero pensaba que vivías en uno de esos departamentos para ninjas…
-Si no te gusta el espíritu de familia que se respira aquí bien puedes irte-No vivo en una caja de fósforos…cuando murieron mis padres-dijo ella como si necesitara una explicación para él-Mis tutores vendieron todo lo que les pertenecía y me compraron este piso…al menos no pago alquiler…
-Dinero que ahorras para alcohol?-dijo Gaara sin poder evitar el sarcasmo…
-Al menos lo ocupo en algo útil…
Subían hacia el 3° piso del edificio cuando una silueta recostada en la puerta de un departamento le hizo suponer que era su casa…una niña de unos 12 años, con un protector de frente de Konoha y una caja a su lado…al ver a Yumi se levantó y le sonrió levemente…
-Me dijeron que estabas en el hospital pero aún así quise venir, ¿Te encuentras bien?
Yumi miró al lado con algo de vergüenza, luego le intentó sonreír…
-Si, claro…pero que haces aquí, Hana?
-Bueno…mi madre limpió la habitación de mi hermano y encontró algunas cosas que quiere que conserves-dijo la niña dándole la caja que pesaba un poco-No quería hacerlo pero alquilará la habitación, necesitamos el dinero…
-Ya veo…lo entiendo, gracias Hana…quieres pasar y tomar algo?
La niña miró a Gaara con algo de miedo y luego negó con la cabeza, despidiéndose de ella…
-Dile a tu madre que iré a verla pronto…de acuerdo?
-Le gustará saberlo…
Entraron al piso y estaba visiblemente bien ordenado, Yumi dejó su bolso en la sala de estar mientras corría al baño…Gaara miró curioso el interior de la caja…
Varios CD's, una bufanda verde claro, un par de libros, pergaminos, mapas, lápices, un pañuelo bordado con el nombre de Yumi, entre varias otras cosas, y dos fotos que llamaron su atención: una de ellas era de su grupo de ninjas pero a diferencias de otras que había visto, en ésta la chica tenía tomado del brazo a uno de los chicos, y de la mano al otro…la chica era obviamente Yumi; en la otra estaba ella con uno de los chicos tomados de la mano, la foto era de hace un poco mas de un años atrás, y tenía una dedicatoria: "Para un compañero de equipo a prueba de balas, un amigo eterno y mi ángel personal e intransferible, Feliz cumpleaños, Aoshi".
-Así que él es Aoshi-pensó el chico examinando la foto
Debía reconocer que el chico tenía una belleza un tanto extraña; el cabello casi blanco hasta la cintura amarrado con una cinta, ojos arandano y el rostro esculpido como una pieza de mármol…alto y serio, ahora entendía porque ella estaba tan mal. De seguro estaba enamorada de él…no solo perdió a sus compañeros de equipo sino que probablemente a su mejor amigo y al amor de su vida…
-Sé lo que piensas pero estas equivocado-dijo la chica al verlo con la foto-Lo amaba, si, pero no de la forma empalagosamente romántica que tu crees…tu nunca entenderías nuestra relación…
-Inténtalo…
Yumi se sentó en el sillón y sacó unos cigarros de su bolsillo, lo prendió y tomó una bocanada de nicotina antes de empezar…
-Aoshi era especial, no era como todos los chicos de nuestra edad-dijo ella casi sonriendo-Quería también a Souyi pero el amor que sentía por Aoshi era mucho mas profundo, era algo que no necesitaba palabras o demostraciones de afecto, y ese amor es lo único bueno y puro que he generado en toda mi maldita vida…no era algo físico, eso era mas que seguro, aunque debo reconocer que lo encontraba muy lindo…
-Pues me parece más un acto de adoración que de amor…
-Que acaso no es lo mismo?
-Y el te amaba de la misma forma?
Yumi bajó la cabeza pero le pareció que sonreía. Apagó el cigarro.
-Saldré por comida-dijo la chica poniéndose una chaqueta delgada-Ya no quiero hablar de esto…
Salió sin más. Gaara resopló; regresarla al mundo iba a ser mas difícil de lo que creía…era demasiado complicada y volátil, y con demasiada fuerza y personalidad para creer que estaba solo pidiendo auxilio. Ella no quería ayuda en realidad, quería que la dejaran en paz…debía encontrarle una razón para aferrarla al mundo…
