Bueno, algo extraño pasó. Me tomó como una semana terminar el capitulo anterior pero una fuerza invisible hizo que éste me llevara solo unas 6 horas…creo estar poseída por algún espíritu maligno…

CAPITULO X: LA NOCHE MÁS OSCURA

Si alguna vez alguien le hubiera vaticinado estar en una habitación cuidando a una chica que cabalgaba entre el infierno y el purgatorio, se habría reído en su cara…quizás hasta lo habría matado. Él no era cualquier persona ni cualquier ninja: era Gaara del Desierto, un ninja superior en habilidades y fuerza, poseedor de un Shukaku, un genio, un Kazekage…no una maldita niñera…de la razón de porque hacía lo que hacía, bueno, ni él estaba seguro…

Sabía que había una fuerza incontenible que lo hacía preocuparse por ella, ayudarla, cuidarla. Era como él, pero no solo eso, era alguien que lo comprendía mas allá que cualquiera. No era Naruto, desde luego…ella no tenía un demonio en su interior, pero si atravesaba su propio infierno. La soledad te puede matar, eso lo sabía de sobra, te hace aferrarte a lo que sea, a los recuerdos si es necesario y sin importar el dolor que te haga sentir…"Lo que sea por no estar sola de nuevo"…le había escuchado decir, entre murmullos ininteligibles que simulaban un idioma confuso, el idioma de los penitentes, el lenguaje del dolor…también esa frase es la de los suicidas y los perdidos…

No sabía lo que pasaba por su cabeza en ese momento en que la fiebre la controlaba y las palabras se confundían con las gotas de lluvia. Sabía, sin embargo, que era ahí el ser mas frágil del mundo…Gaara sabía lo que podía hacer la soledad, lo había visto en otros como en espejos rotos de su propia vida. El mismo había estado tan cerca de morir de dolor ante la soledad que parecía ya libre de todos esos males. Como un pequeño dios sin alas, había aprendido a vivir con todos sus demonios y sus miedos, porque el precio que pagaba por ellos era mil veces superado por la gracia que la vida le entregaba, y que no dejaba de sorprenderlo nunca: la amistad, la sabiduría, los platos de Ramen con Naruto o las discusiones con sus hermanos, las extrañas conversaciones con Tsunade, los ojos de mar de Yumi…

-Si te vas yo me muero…-le susurró entonces, claro como el agua y poderoso como el cielo…esas palabras podían despertar a los muertos, y necesariamente hizo que ella abriera los ojos…

-No puedes quererme, es mejor que solo me tengas lastima…

-Puedo hacer lo que me plazca…temes deberme algo si lo hago?-le dijo él mientras tomaba su mano-Nunca te tendría lastima, pues no eres un pájaro herido, eres…

-"Un ángel que ha dañado sus alas pero que aun conserva la fuerza para volver al Olimpo, eres mi Icaro herido…"

La lluvia cesó de pronto. Ella lo miró, mientras todo parecía congelado en el tiempo. Ambos sabían que no era una frase tan común como para haberla repetido al unísono…

-Tu…no eres él!-gritó mientras sus manos se movían, inconclusas en una especie de jutsu que él desconoció…su cuerpo reaccionó con éste levantándose velozmente, estaba de pie pero a 60 centímetros del suelo, su cabeza chocaba en el techo, sus ojos estaban perdidos…

-¡¡Yumi reacciona!

Trataba de acercarse, pero una energía extraña se apoderaba de ella, trataba de controlar su arena pero le era muy difícil, era como si ésta supiera que había un peligro en ella…

-¡¡No eres él, no eres él! Mis pies no tienen la fuerza para soportar el cielo, no tengo alas porque él se ha llevado mi alma…

-No soy quien! Aoshi?

-¿Padre? ¿Padre? ¿Puede volver al Averno contigo o aún tengo un trozo de alma para resucitar mis sueños?

-De que hablas, Yumi…

Luego de un segundo supo, no era de que hablaba, sino a quien…

-Quien eres?-le preguntó entonces…

-Soy la hija de mi padre, una traidora, una perdida…paria…

-Quien te hace esto? Quien está ahí…?

-Todos…todos mis muertos, Gaara…

-Regresa Yumi…no puedes irte con ellos…aún no es tu momento, arreglaremos todo esto, de acuerdo?

-No…la muerte florece a la orilla del crisantemo, mi padre empapó mi sangre de flores, para defenderme del tiempo; pensó que el silencio lo escondería todo, pero no…Kizashi Tagawa no esperaba que su regalo floreciera con la sangre…

-Regalo? –preguntó el aún algo confundido…-Que regalo te entregó él?

-La flor que se abre con la sangre…la muerte en pétalos blancos…

"Muerte, pétalos, sangre…", a algo le recordaba todo eso, todo lo que decía, como un sueño confuso…hasta que dio con todo en su cabeza. Una conversación con la Hokage hace unas semanas…

-La verdad es aún confusa-le habría dicho Tsunade cuando él le preguntó sobre la forma en que Yumi mató a los del Akatsuki-Sabemos que murieron a causa de múltiples contusiones pero no sabemos aún como ella fue capaz de hacerlas, además, aún hay cabos sueltos sobre ella…

-A que te refieres con cabos sueltos? Crees que alguien la ayudó?

-No, fue ella, de eso no hay duda ya que no se evidencian más rastros en el lugar…

-Entonces un jutsu? Sabes si usó algún jtsu…?

-No lo recuerda-le respondió la mujer-Solo sabemos que alrededor de los cuerpos habían pétalos…de crisantemo…

Todo empezaba a tener sentido. Las flores, el nombre de su padre, su mirada…era un jutsu de posesión. Uno muy extraño…

-Yumi, debes volver en si, es la única forma de deshacer el jutsu…me escuchas?

-Mi padre me dijo que si alguien sabía de esto me encerrarán para siempre…dice que debo matarte…

Tu…quieres matarme?

-Me caes bien, Gaara…no quiero…

-Regresa, eres fuerte. Con el tiempo podrás manejarlo…

Por unos segundos le pareció que lo miraba a los ojos, pero luego no; tal vez si trataba de regresar…

-No hay tiempo, Gaara…

-Si te vas me muero, me oyes?

Yumi estaba aún en ese trance, sus ojos luchaban dentro de si por salir a la superficie, pro controlar nuevamente su alma descarnada y cansada de la lucha en su interior. No era un demonio, pero al fin y al cabo era algo que la controlaba, o quería hacerlo…

Solo sintió como el peso del mundo caía otra vez en su cabeza, mientras su cuerpo recuperaba su gravidez, él la tomaba despacio, para dejarla nuevamente en su cama…abrió los ojos, sorprendida de verlo…

-Lo siento…iba a matarte…casi podía ver tu sangre en mis manos, ¿Qué fue todo eso?

-Tu padre…el debió ponerte ese jutsu de posesión,-le respondió él mientras le daba un vaso de agua y le hacía beber-supongo que lo hizo para protegerte, o al menos eso creyó él…

-Dije su nombre, verdad?

-Si…Tagawa…

-Nunca nadie me dijo su nombre. Pero algo dentro me hizo saberlo…

-Descansa, mañana veremos a Tsunade, ella sabrá que hacer…

-No! Me encerrarán! No puedes decirle!

-Estarás bien, lo prometo…Tsunade no lo hará, ten un poco de fe en ella…

-Fe? Como quieres que tenga fe en ellos si ni siquiera confió en mi?

-Entonces ten fe en mi…no dejaré que nada te pase. Ahora descansa…

-Espera…

Sin querer le tomó la mano. El primer gesto afectivo hacia él en todas esas semanas. Yumi se dio cuenta de lo inapropiado de eso y la sacó de inmediato…

-Disculpa…

-Yo no-le respondió él esperando que le dijera lo que sentía, pero sabía que era demasiado pedirle al Cielo…pero entonces Yumi tomó al fin del cable que la ataba a la tierra…

-¿Te quedarías …aquí conmigo?. No quiero estar sola si vienen de nuevo…

-Me quedaría por siempre, si me lo pides…

-No tengo nada que ofrecerte, Gaara…no puedo pedirte que te quedes…

Cerró los ojos mientras comenzaba a respirar normalmente. Su corazón…hacía tiempo que sus latidos habían dejado de importarle. Pero ahora lo sentía de nuevo dentro de su cuerpo, respiraba por sus pulmones…su sangre circulaba. Tal vez él tenía razón. Tal vez no era su momento y la vida le empezaba a devolver lo que le había quitado…

Fue difícil para ambos el despertar esa mañana, pero más para ella…el cielo aún no despejaba del todo, pero entregaba unos fríos rayos de sol. Yumi empezaba a darse cuenta que aunque algunos días son negros, a veces un cielo gris anunciaba que las cosas serían mas claras pronto…

Caminó hacia el baño, luego a su dormitorio. Al llegar a la cocina vio que Gaara enjuagaba la mañana en un tazón de café, mientras empezaba a preparar té y tostadas para ella…

-Buenos días…-dijo él-Te ves mejor…

-Me siento mejor…aunque confundida…

-No te preocupes por eso. Te tomará tiempo regresar al mundo, no es fácil…

Se sentó luego de servirle el desayuno, pero ella no miró éste, ni siquiera parecía percatarse que Gaara la veía un tanto sorprendida. Porque claro, se acercaba hacia él, y sus ojos estaban más claros y fuertes, como un arrecife, con tintes transparentes y profundos…

Cuando estuvo cerca de él, solo lo observo, queriendo decir algo con la mirada, algo que sus labios no podían pronunciar. Porque estaba confundida, sorprendida, porque si alguna vez estuvo tan perdida como en esa noche fue hasta el instante anterior a conocer a Aoshi, y él no estaba. Y nunca nadie lo reemplazaría, pero él…él la estaba sanando con la misma fuerza con que Aoshi la hizo hablar…

-No te agradecí por salvarme ese día porque solo evitaste que cayera -le dijo con sencillez en sus palabras- pero anoche, anoche si me salvaste, y por eso quiero darte las gracias…

Acercó una de sus manos a su rostro, sonreía…su sonrisa era como el golpear de las olas en las rocas…su sonrisa rompía hasta la roca mas dura.

Se arrodillo frente a él y lo abrazó. Sus brazos se hundieron en sus hombros, mientras él respondía de la misma forma, sabiendo que el mar podía matarlo, pero no ahora. Ahora el océano tenía una paz coralina y silenciosa. Yumi olía a manzanilla. Por siempre para él el mar tendría el olor al cuerpo de ella…

Se separaron lentamente, pero aún después de ello Yumi seguía arrodillada frente a él, porque Gaara seguía perdido en los ojos aguamarina de ella, y sostenía a con su mano la de ella…

-Lo siento-dijo él, algo apenado

-Yo no…

Lo que parecía ser una situación un poco incomoda fue interrumpida por un timbre. Gaara se levantó de la silla y al abrir, quien menos se suponía que estuviera parada frente a la puerta del departamento de Yumi a las 8 de la mañana…llevaba solo una mochila, pero la clase de equipaje que se evidencia no en el peso, sino en los ojos…

-Necesito…

La vio parada en la entrada de la cocina. El de la arena prefirió dejarlos solos. Era obvio que necesitaban aclarar algunas cosas…

-Te ves mejor, Kizashi…

-Gracias…tu también…

-No vine a ver como mentías, solo quería despedirme…-le dijo él-Tengo que irme antes que ya no pueda salir…

-Estarás bien...solo?

-Al contrario de ti, necesito estar solo…pero me alegra saber que alguien está haciendo lo que yo no pude…

-Sabes bien que un calvo…

-No saca a otro clavo, lo sé…-le respondió el muchacho. De verdad que no recordaba que fuera tan hermosa, supuso que antes lo era aún más pero nunca se percató de ella…

Yumi se acercó mientras miraba en sus ojos profundos…

-Te hice daño, verdad?-le preguntó Yumi

-Algo…

-Entonces perdóname. Me dirás donde iras?

-A donde pueda encontrar lo que busco…

-Y que buscas?

- A mi…

Yumi acarició su rostro de la misma forma en que lo hizo con Gaara pero esta vez ni era él…Sasuke le respondió de la misma forma…

-Espero no seguir obsesionado contigo cuando regrese…

-De eso se trata? De alejarte de mi?

-Entre otras cosas-le respondió el Uchiha-por lo pronto solo espero volver…estar aquí me daña, y a otros…solo me habría gustado…

-Que?

Sasuke le sonrió y susurró algo en el oído. Ella le respondió la sonrisa…

-Tal vez n quiera hacerlo cuando regreses…-le dijo ella-pero hay algo que si puedo hacer…

Tomó su mejilla, la acarició con sus manos tibias y lentamente acercó sus labios a los de él…probándolos, apretándolos. Las manos de Sasuke se acercaron a su rostro sus cabellos. Mientras sus lenguas mezclaban los sabores a fuego y mar en sus bocas ambos sentían que eso era una despedida. Que tal vez nunca se volverían a ver, o si alguna vez lo hacían serían extraños…ya no podrían repetirlo…solo les quedaba el ahora. Como a los amantes que pudieron ser, ese beso fue el principio y el final…

Sus bocas al fin se separaron, recobraron el aire y sonrieron.

-En otra vida, tal vez, Yumi…

-Tal vez, Sasuke. Cuídate mucho…

Al cerrar la puerta sabía que el tiempo era traicionero. El último de los Uchiha pasó por su vida como alguien que pudo pero no fue; pudo ser su amigo, su amante, su salvador…solo terminó siendo su cómplice. Alguien que conoció lo peor de ello pero que no la condenó por ello…tan perdido como ella, Uchiha Sasuke, el mejor trago amargo…

Espero que les haya gustado. Si les pareció demasiado "metafórico", debo confesar que suelo combinar este tipo de escritura casi de "novela" con la poesía, y he estado releyendo a mis favoritos estos días ( Baudelaire, Rimbaud, Teiller, Pablo de Rokha, etc. )

Ah…DEJEN REVIEWS O CAERÉ EN UN ESTADO DE "DESPOSESIÓN" QUE ME IMPEDIRÁ SEGUIR ESCRIBIENDO…