Bueno...aqui va el siguiente capitulo, el ultimo...

Me ha costado más de lo esperado ya que es el fruto de todas mis más profundas cavilaciones de maniaco depresiva en proceso inestable de recuperación. A todos los que siguieron la historia les agradezco y por ello espero que lean este ultimo capitulo aunque sea largo, pesado y autobiográfico por momentos…

Alguien me dijo que la escritura es una forma de catarsis. Para mi no lo es tanto pero me ha ayudado a sacarme los demonios de la misma forma en que muchos lo hacen a través de la droga o el alcohol, y con la misma adicción. Tal vez por eso dicen que los libros a veces crean malos hábitos.

Me gustaría saber lo que piensan de este ultimo episodio ya que luego de esto no se si escribiré mas cosas. Solo lean y disfruten…

Ah, por cierto, el titulo del ultimo capitulo es de una película de hace años: "If Lucy fall", no es muy buena pero por alguna razón me hizo recordarla mientras escribía…

CAPITULO XII: IF YUMI FALL…

En que momento salió del departamento no era importante. En que momento él se quedó dormido –verdaderamente dormido-tampoco era tan importante ahora. Lo único que importaba ahora era que, Yumi la loca, la kamikaze, la suicida sin remedio no daba señales de vida por la aldea y en tal caso, se disponía de hacer lo que cualquier persona que la conocía haría: ir al acantilado.

Obviamente no sabía lo que era soñar, tener un sueño. Le había costado las primeras veces distinguirlos de la realidad pero a medida que se hacían más comunes supo que en realidad un mundo extraño vivía a través de la arena de sus ojos cuando éstos se cerraban. El de ese día, el sueño de ese día en que Yumi iba a caer fue el más vívido de todos…

Estaba en una extraña habitación oscura, con una luz al fondo de ella que se prendía y apagaba hasta que se hacía más tenue. Estaba solo pero escuchaba a alguien reír…la luz regresó de pronto hasta hacerse de día y con ella una puerta, al salir de ésta estaba en un campo de flores blancas, todo era brillante y luminoso, hasta que se encontró a una niña de unos 7 años que, sentada en la hierba rompía por la mitad y meticulosamente los pétalos de las flores…

-Quien eres?-le preguntó la niña sin mirarlo a los ojos

-Soy Gaara del Desierto, soy ninja de la arena…

-No deberías estar aquí, ninja de la arena-le respondió la niña-Es mejor que te vayas…

-No puedo irme, no sé como-le respondió Gaara

- Al menos ayúdame con esto, quieres?

El muchacho se sentó y observó lo que la niña hacía. Le preguntó la razón por la que lo hacía

-Porque si las destruyo ya no habrán flores para los muertos y entonces nadie se morirá por miedo…

-Por miedo a que?

-Por miedo a que nadie vaya a verlos y no los recuerden…por eso-le respondió la niña-No eres muy inteligente, no?

-Es solo que…-dijo Gaara-No se que hago aquí?

-Yo tampoco, tal vez vienes a ayudarme…

-Como te llamas, niña?

-Ya sabes como me llamo, lo que no sabes es que hago aquí…

La niña era ella, o al menos una parte de ella que se comunicaba en sus sueños, era verdaderamente muy raro la forma en que los sueños te entregan señales de lo que debes o quieres hacer. Por el momento solo sabía que su cabeza le estaba diciendo que quería ayudarla, sacarla de ese campo floreado de muertos. Y debía ir por ella. Y su inconsciente volvía a hablar.

No era la mejor idea pero ya había buscado en todas partes. Y si el acantilado era la ultima de sus opciones es porque confiaba en ella y no podía concebir que lo hubiera hecho, que hubiera saltado, que hubiera caído…

Pero era Yumi, y su vida se había desenmarañado por completo y al parecer no le gustó el resultado de ésta. Que sus amigos hayan estado enamorados de ella, que sus padres hayan sido espías durante la antigua guerra, que Kakashi le haya pedido matarlo, que tenga un jutsu casi demoníaco dentro. Que quede sola de nuevo…que él se vaya…

Sonrió al recordar lo que le dijo. Ya era tarde, le había preparado un te para que se calmara luego que el jounnin se marchara. Ella aún estaba en el sillón, con la espada entre sus manos, sollozando en silencio. Sin querer acarició sus cabellos, susurrándole que ahora las cosas mejorarían, de a poco lo harían.

-Como van a mejorar? Estaré sola, y la soledad es la herida mas grave de mi vida-le dijo ella-porque siempre me dejan sola…

-Yo no te dejaré sola, me quedaré contigo…

-Te irás en una semana, no prometas algo que no puedas cumplir, Gaara

-Es por eso que no me has dicho nada, verdad?-le respondió él-Me quieres sacar de esto, lo entiendo…

-No, no entiendes-le dijo la muchacha soltando la espada por unos segundos para sacudirse el cabello que le tapaba el rostro-No me gustaría sentir que pierdo a alguien pero lo haré…lograste que me preocupara…

Gaara la miró, no con una sonrisa en los labios sino en los ojos, en sus ojos esmeralda que parecían reflejar el mismo mar al que tanto teme pero que lo invade al mirarla a ella…

-Me gustaría…que no te fueras pero tú no perteneces aquí, es tan fácil como eso…-siguió diciendo Yumi-Te voy a extrañar y me voy a odiar por eso, voy a odiar al destino y a la vida, pero no te voy a odiar a ti…

Pero aunque a él le gustó el hecho que Yumi lo fuera a extrañar, sabía que el dolor que ahora ella llevaría sería cientos de veces mas pesado sin alguien que la apoye. Tal vez ella pueda ayudarse por si misma, pero antes de eso deberán sostenerla, o no volverá a gatear en busca del sol…

No recordaba lo que pasó el resto de la noche, lo que al parecer era producto del tratamiento medico de Tsunade. Aún así sentía que esa noche fue larga, como si hubiera llevado a cuestas una carga muy pesada. Si era verdad, esa carga era Yumi, y no quería pensar en el hecho que no lo haya soportado…

Solo fueron cinco minutos, o al menos a él le pareció eso el tiempo en que se había quedado dormido, a juzgar por su poca experiencia en lo relativo a eso, era probable que ese lapsus fue mas largo y le permitió a Yumi, no solo escabullirse de su dormitorio sino además llevarse la espada de Kakashi con ella…

-Habrá decidido matarlo?-se preguntó, negando el hecho en su cabeza con la misma intensidad en que fue sugerida. No era posible, ella misma lo dijo, no necesitaba la sangre de Kakashi para sanar, debería hacerlo sola…

"Hacerlo sola. Sanar por su cuenta. ¿Qué significará sanar para ella?"

Solo esperaba que no fuera lanzarse a la muerte por el acantilado. Todo menos eso…

Había muy poca gente despierta y circulando a las 7 de la mañana en Konoha. Era entrada de invierno y los días se acortaban drásticamente. La gente que pululaba a esa hora no era ninjas, salvo algunos grupos que salían a misiones a esa hora, nadie la vio. Ni siquiera los muchachos o los del hospital. Tsunade pensaba, como muchos, que si desapareció luego de una noticia como esa era probable que intente algo, algo malo para lo cual ya era demasiado tarde.

-La buscaré de todas formas, si no te importa…

-No, pero no hagas más de lo que ella está dispuesta a hacer por ella misma…

-A veces alguien tiene que salvarte, aunque no quieras ser salvado, aunque ni siquiera sepas que debes ser rescatado…

Y claro, claro que sabía sobre ello. Y era la razón por la que siempre decía que Konoha cambió su destino. La razón por que le debía tanto a esa aldea…

Era bastante grande la distancia entre la aldea y el acantilado, y ahora entendía el peligro que significaba ella en ese entonces, cuando llegó malherida con los cuerpos de sus compañeros. Claro, ninguna kunoichi había demostrado tanto poder ese día, y era lógico suponer cualquier cosa…

Pero para su sorpresa el primer trayecto que le tocó pasar por ahí fue con ella, la llevaba cargada, y de cierta forma desde ese día en que pasó cerca y la vio, desde ese momento, para bien o para mal, su destino también cambio. La había estado cargando desde entonces, sin saber si ahora que debe soltarla podrá caminar por su propia cuenta. Pero algo era seguro, su destino, tal como el de ella, estaba atado a ese acantilado que para ella le llevó la vida, pero para él la hizo conocerla…

De momento, sin embargo, solo importaba que estuviera de una pieza, y respirando. Cualquier cosa contraria sería fatal, pero probable, mas probable a medida que los segundos avanzaban. Hacía años ya, luego de la huida de Sasuke, luego de la batalla con los súbditos de Orochimaru, luego de la visita a Konoha como aliado y no como enemigo, luego de eso empezó a entender a cabalidad y por primera vez lo que había pasado con él, lo que le habían hecho en el proceso de transformarlo en el ninja mas temible de su país. Juró que nunca mas lo usarían, que nunca mas lo harían sentir soledad y se refugio también en sus amigos…juró que nunca dejaría a nadie mas le hicieran lo que a él le hicieron. Pensaba en sus amigos y en su vida cada vez que la miraba a los ojos, cada vez que sentía que le constaba respirar, que le costaba sentirse viva…

Por fin, luego de casi una hora tratando de encontrarla llegó al acantilado. Era invierno y el sol recién asomaba su cabeza para empezar el día. Cuando la vio estaba amaneciendo también, tal ves eso era una buena señal…pero ella estaba parada peligrosamente cerca del abismo, y de saltar, sería una caída muy larga y dolorosa…

-Yumi…que haces aquí?

-Nada en especial, y tu?

-Vine a buscarte, no quiero que estés aquí sola…

-No te preocupes, Gaara. Ya he estado aquí antes, sola…

El muchacho empezó a acercarse a ella despacio. Su voz se escuchaba lejana, como proveniente de otra parte que no era este mundo. Era la misma voz sin emoción y sin vida con que la vio en el hospital…

-Piensas saltar?-le consultó mientras acercaba sus pasos y tomaba un puñado de arena desde el suelo

-Tal vez…aún no lo he decidido…

-Pensé que dejarías de asustarme, Yumi. Creo que tendré que quedarme otra semana contigo, solo para estar seguro…

-Podrías no volver a dormir un solo segundo durante toda tu vida cuidándome, pero si yo quisiera terminaría con esto frente a tus narices…

-Hablas de morir, verdad? De matarte como el día en que nos conocimos?

-Algo así…

Yumi levantó los brazos, mientras el sol despertaba y los pájaros empezaban a levantar las alas…al parecer ella quería hacer lo mismo…

-Te hubieras ahorrado muchos problemas de no haberme salvado ese día, no lo crees?-le preguntó al muchacho mientras Gaara seguía acercándosele…

-Tal vez, pero han valido la pena, y mucho…lo volvería a hacer, tenlo por seguro…

-Volverías a detener mi caída?

-Todas las veces que sea necesario, además…-dijo él-no creo que vuelvas a hacerlo de nuevo, ya no eres un pájaro herido, recuerdas? Ahora puedes volar cuando quieras sin pedirle permiso al viento o al abismo

Ella se dio vueltas, mirándolo de frente, mientras bajaba los brazos. Sus ojos y su rostro no eran los de ese día…

-No vine aquí para terminar con mi vida-le dijo ella-vine a sepultar a todos mis demonios, eso debe hacerse cuando otra vida te espera. No se como seré de ahora en adelante ni como será mi vida, pero ya no seré la kamikaze que conociste, Gaara… ¿Aún así estás dispuesto a quedarte a mi lado?

-Estuve en ese punto muchas veces-le respondió él señalando el borde del suelo con su índice-pero tampoco salté, y no porque no pudiera morir ya que hay muchas formas de morir. Empecé de nuevo también. Me voy a quedar a tu lado aunque deba alejarme…

Los árboles estaban el silencio. El sol, de alguna forma extraña se quedó detenido en el amanecer eterno que resultó ser esa mañana. Ella sonrió de pronto, iluminándolo todo…todo parecía demasiado suspendido y etéreo para ser verdad. Los pájaros callaron y hasta el cielo parecía pendiente de lo que decían. Tardó tanto en observar toda la magia a su alrededor que no notó que Yumi llevaba cinco crisantemos blancos en la mano…

-Dos por mis padres-dijo ella-Para que encuentren la paz que tan esquiva les resultó viviendo entre la sangre y la guerra. Para que sus almas perdonen y sean perdonadas. Y para que su verdugo se encuentre a si mismo y se perdone, como yo ya lo he hecho…

Silencio eterno en el bosque. Los árboles rezan oraciones comprensibles solo por ellos. Los pájaros cantan el réquiem final por todas las almas que buscan descanso…

-Dos por Aoshi y Souyi, por quienes fueron mis amigos y mis amores durante los años de tenue oscuridad. Por dos corazones que amé pero que nunca comprendí realmente. Por sus almas, para que encuentren otra vida más larga, menos dolorosa y con más amor que el que yo les ofrecí…

Los crisantemos blancos ondearon hacia el final del abismo donde murieron hace meses atrás. Yumi podía sentir el aroma a su sangre y eso la entristeció, pero también sintió en el viento sus risas infantiles aún, y supo que ellos estaban en un lugar mejor que en el que ella estuvo desde que partieron…

-La ultima es para mi-dijo lanzándola al mismo precipicio- Por la Yumi que murió ese día en este mismo acantilado, y por la que nació anoche gracias a ti…

Miró a Gaara y con paso firme se acercó a él y lo besó lentamente en los labios, acariciándolos solo un segundo, antes de apartarlos nuevamente de él…

-La Yumi que se fue seguirá rondando por aquí un tiempo-le contestó él mientras acariciaba sus cabellos oscuros-y debe ser así…ella te recordará el pasado porque no debes olvidarlo. Ella también te ayudara a seguir…

Tomó su mano mientras veían el abismo que se habría tentador bajo sus pies. Era difícil no sentirse tentado ante él como en un dulce llamado a la calma y a la sorda levedad de la nada. Ambos sabían de que se trataba, era como el llamado de una flauta embrujada que te animaba a dejarte ser, a olvidar todo…

-Crees que alguna vez deje de querer saltar?-le preguntó la chica a Gaara en una repentina violación al silencioso sonido del acantilado

-No lo sé, tal vez…

-Que hubieras hecho si…yo hubiera saltado?

El muchacho apretó levemente su mano, para que lo mirara mientras le sonreía. Se veía linda cuando ella respondía a una sonrisa…

-Si hubieras saltado yo también lo habría hecho, Yumi

-Habrías muerto conmigo?

-Claro que no, Yumi-le dijo-Yo te habría atrapado...

No podía haber otra forma en que la belleza y la locura se mostraran tan claramente como a través de una chica. Es la frase típica de cualquier poeta romántico o cualquier osado Baudelaire que garabatea en algún baño panfletos que rayan entre el elogio y el machismo. Si eres mujer y pasaste por los 16 sabrás lo difícil que es. Pues bueno, una cosa es pasarla mal Y otra es tomar cloro, eso también es cierto…

Mi punto es, la claridad mental es un estado tan puro que conseguirlo es, al menos para mí, como una especie de Santo Grial, tan solicitado que la idea de crear un personaje más perturbado que yo me pareció en su momento cruel. Luego irónico. Ahora, más necesario que las sesiones al psicólogo que siempre necesité.

Si Yumi existe en mi cabeza es por la simple y clara razón que existe en el resto de mi y de muchas otras personas. Muchos hemos perdido cosas de valor en nuestra vida, y nos lamentamos de ello. Muchos hemos preferido el camino fácil del olvido alucinógeno a la tortuosa tarea de reconstruir nuestra vida desde los cimientos cuando ha sido destruida. De ser así todos tenemos algo de ella y es tan real que hasta me confundo, sin saber si lo que pienso es de ella o mío…

Sanar es mas fácil cuando tienes una razón para ello, y te pueden herir de muchas formas pero sanar solo de una, aunque parezca cursi. Asimismo tienes muchas formas de perder a alguien sin que este esté realmente muerto. Cuando te abandonan o te traicionan, cuando la gente cambia es como si se murieran, como si desaparecieran para ti; cuando tú lo haces y te entregas a lo fácil a lo mejor también te vas muriendo de a poco. Yumi es, por lo mismo, una sobreviviente en un mundo falso, igual que todos nosotros. Una chica que lucha en una aldea, en una cuidad de mascaras, de guerras pedidas, de privilegios y mentiras. Si quieres ser parte de esa aldea te transformas en el soldado herido de una guerrilla que solo está destruyendo lo que eres. Si luchas contra ello eres paria, nadie…pero para ellos…

Para mí, como persona antes que como proyecto de escritora u Otaku, Yumi es mi personaje más verdadero porque es más complejo, como todos nosotros que llevamos un trozo de ella en nosotros. Me ayudó mas de lo que pensé que lo haría pero me deja a la vez la sensación extraña de haber pasado por estos capítulos sin ponerme a pensar si yo necesitaba sacarla con cada tecleo de mis dedos o si ella, como en el mito de Atenea, salió de mi cabeza por sus propias armas…

Perdonen si la historia hirió las púberes mentes que creen que los personajes de un anime para jóvenes deben ser malos o buenos sin matices o términos ambiguos. También perdonen si creyeron conocer demasiado de mí a través de ella por que no era la intención real, pero solo supongan que yo no existo. Perdonen además si quienes supieron de ella no puedan creer en lo que representa. No es mi culpa y tampoco la de ustedes…

Finalmente discúlpenme de corazón si el final no les hizo botar una lágrima de "happy ending" o darles la impresión que detrás de ellos había un atardecer iluminado, un arco iris o un corazón rosado. No creo que la vida tenga finales felices sino que tiene continuas segundas y terceras partes algunas más buenas que otras, pero que de todas maneras se tienen que ver…

Y no se que pasará con ellos, nadie puede saberlo. Tal vez alguien se atreva a hacer un fanfics de un fanfics rompiendo todas las leyes de la lógica, pero por ahora solo puedo decir que en mi cabeza ambos están vivos, luchando contra el mundo y demostrando que puedes levantarte todas las veces que sean necesarias desde este oscuro abismo que en ocasiones resulta ser la vida.

FIN