La misma historia de simepre. Todos los personajes pertenecen a J.K.Rowling.
Este fic ha sido escrito sin fines de lucro y por puro ocio mío. Aquí presento mi versión de lo que sería el sexto libro si yo fuese Rowling.. Bueno los dejo para que lean!
-Capitulo uno-
El recuerdo de los caídos
Hacía años que no había un verano tan frío en toda Inglaterra, los meteorólogos estaban desconcertados ante aquella anomalía del clima, los periódicos estaban llenos de notas científicas acerca del calentamiento global y sus consecuencias.
Harry Potter un chico delgado, con el pelo negro y anteojos, tras los cuales brillaban sus ojos verdes, se la había pasado recostado sobre su cama, con las cortinas cerradas, aguardando solamente recibir noticias de sus amigos o su ejemplar diario de "El profeta", un diario del mundo mágico al que Harry en secreto pertenecía. Cada noche el recuerdo de la partida de su padrino Sirius lo atormentaba, mezclándose con la profecía y los pocos recuerdos que tenía de la muerte de sus padres, casi 15 años atrás, en el primer enfrentamiento que tuviera con Lord Voldemort, evento que le brindaría su fama y que marcaría su destino.
Se escucho el aletear de una lechuza y luego algunos golpes del pico de esta contra los cristales de la ventana, Harry exhaló un suspiro y se incorporo lentamente, se acerco caminando con sorna hacia la ventana mientras hurgaba en su bolsillo en busca de una moneda para pagarle a la lechuza, hecho esto Harry comenzó a hojear el periódico y una creciente expresión de angustia se apodero de su rostro, tragó saliva con dificultad y continuo leyendo una noticia que rezaba:
AUMENTA EL PODER DEL INNOMBRABLE
El Ministerio de magia ha sido burlado nuevamente por el Innombrable, en esta ocasión su selecto grupo de seguidores consiguió escapar de Azkaban, en un violento motín que se vio facilitado por el hecho de que muchos de los guardias eran espías infiltrados por el innombrable.
Cornelius Fudge, ministro de la magia, nos ha dado su explicación brindándonos una breve declaración:
Los recientes hechos ocurridos son lamentables y en el Ministerio estamos trabajando activamente para que no se perpetren otros hechos como este, no obstante en esta ocasión Lord..., bueno, ustedes saben de quien hablo, ha logrado violar nuestra estrecha vigilancia, mas confiamos en que no volverá a ocurrir."
Harry tuvo la sensación de que en algún lugar muy lejano Lord Voldemort soltaba una cruel carcajada y sintió como un nudo se formaba en su estomago. Tras un largo letargo se percató de que en el exterior llovía, en su fuero interno pensó que aquella lluvia era el llanto del cielo por los caídos en el motín, hojeó un poco más el periódico y lo lanzó molesto a un rincón, el corazón le latía con furia y en su mente ardía el deseo de salir y hacer algo, no soportaba la sensación de impotencia que lo embargaba, buscó un pergamino y comenzó a escribir desesperadamente una carta dirigida a Remus Lupin preguntándole cuando podría al menos salir de Privet Drive y si era posible ir a "La Madriguera", hogar de Ron y la familia Weasley; cuando terminó de escribir dobló la carta y la guardó en un sobre, tras sellar este se dirigió a la jaula de Hedwig su lechuza, cuando se disponía a abrir la puertecilla de esta se detuvo en seco recapacitando sobre lo que hacía¿Cómo había podido ser tan tonto, si enviaba una lechuza le estaría dejando clarísimo a Voldemort el sitio de su escondite y además delataría a Remus y los demás¿En qué diablos estaba pensando?. Consternado Harry dió media vuelta y con la carta aún entre sus manos se sentó en el borde de su cama, dejó la carta a un lado y se cubrió el rostro con las manos.
-...Maldición...-murmuró con frustración, mordiéndose los labios con rabia-¿Por qué no puedo hacer nada¿Por qué?...-sintió que de algún modo el nudo en su estomago se aflojaba un poco, pero la sensación de impotencia persistía, dió un suspiro.- Supongo que tendré que resignarme..a...-cerró los ojos de pronto sintiendo un horrible dolor en su cicatriz, estos dolores se habían vuelto cada vez más frecuentes y fuertes desde el regreso de Voldemort, pero este era particularmente poderoso, sentía como si su cicatriz lo quemara, tras una larga agonía se desmayó y comenzó a soñar (o a ver) una horrible escena: Voldemort rodeado de sus secuaces, reía a carcajadas mientras de sus labios goteaba sangre, a sus pies yacían varios cuerpos ensangrentados, los delgados labios de Voldemort rojos por la sangre que los bañaba murmuraron algunas palabras que Harry no alcanzó a comprender y de pronto en un destello verde Voldemort y sus seguidores desaparecieron dejando a los cuerpos tirados ahí, entre ellos algo comenzó a moverse, una mano llena de cortes y bañada en sangre se asomo de entre los cuerpos, a esta la siguió otra mano y tras un esfuerzo de ambas manos por apartar a un pesado cadáver se asomó la cabeza, también ensangrentada, de una chica que a duras penas logró arrastrarse fuera del montón de cadáveres y se pasó la mano por el rostro tratando de apartar un poco de la sangre que lo cubría, tras un gran esfuerzo la chica logró llegar a una de las murallas y se incorporó a medias apoyándose en ella, una vez erguida observó el macabro espectáculo que había a sus espaldas y exhalando un suspiro se desmayó. Harry se incorporó de golpe bañado en sudor y sintió como una lagrima bajaba por su mejilla, cerró los ojos un momento y volvió a ver a la chica tendida en el piso y bañada en sangre, cientos de preguntas inundaron de pronto su mente¿Quién era esa chica¿Qué había ocurrido¿Había sido solo un sueño ó era real? Harry desesperado buscó respuestas a todas esas preguntas, mas no las halló, de pronto la horrible voz de su tía Petunia lo sacó de sus pensamientos.
-¡Baja a comer ahora!-gritó su tía con su exasperante voz chillona, Harry se limpió el rostro y se guardó sus preguntas para después, se levantó con sorna y caminó lentamente hacia la puerta de su habitación tratando de controlar su rostro para no reflejar su angustia.
-¡Apresúrate¡Si no bajas rápido no comerás hoy!-apremió su tía desde abajo, Harry no tenía ninguna intención de hacerle caso, de hecho no le interesaba comer, esa noche no tenía hambre, pero si no bajaba sus tíos sospecharían y lo asediarían con preguntas que no deseaba responder, así que caminó lentamente y para cuando finalmente llegó a la cocina sus tíos ya habían comenzado a comer; junto a tío Vernon estaba el periódico doblado, Harry por costumbre le hechó una mirada y sus ojos tropezaron con su mayor temor: Ya van cinco personas desaparecidas en lo que va de esta semana, la policía no consigue explicar estas desapariciones y no hay indicios de el lugar donde se encuentran los cuerpos... Harry ahogó un grito al leer aquello, todos sus temores se confirmaban, Voldemort comenzaba a hacer su regreso evidente.
-¿Qué te ocurre?-dijo tía Petunia al ver la expresión de Harry.
-Ehh...Na-nada...-murmuró Harry entrecortadamente.
-¿Nos estás ocultando algo?..Porque ya sabes que..-dijo tío Vernon acercando su grueso y rojo rostro al de Harry.
-No, nada...-dijo Harry con fastidio fijando su mirada en su plato de comida, un escuálido estofado de res, las sobras de la comida como siempre, Dudley por su parte comía como un cerdo, con los años el chico había aumentado aún más su masa corporal volviéndose una verdadera mole, corpulencia de la que además había sacado partido entrando en un club de boxeo, convirtiéndose en campeón rápidamente.
-¡Mamá, Quiero más comida!..-chilló Dudley de un modo muy semejante al de un cerdo.
Harry jugaba con su comida en silencio, mirando al plato sin verlo realmente, no podía apartar de su mente la imagen de la chica tendida en el piso, necesitaba avisarle a Remus, o al menos a Ojoloco Moody, tenía que avisarles o...O aquella chica moriría sin remedio, al igual que todos aquellos que estaban con ella. No, no podía permitir aquello tenía que salvarla, alguien tenía que salvarla, y el era el único que sabía que ella estaba ahí, así que tenía que ayudarla, tenía que, pero...¿Cómo? De pronto la idea llegó clara a la mente de Harry¡Usaría los polvos flu¿Cómo no lo había pensado antes? De pronto recordó que las redes de chimeneas podían ser vigiladas y que utilizar los polvos flu era exponerse de sobre manera, pero... Pero eso no importaba debía ayudar a la chica, debía hacerlo, no importaba que riesgos corriera, al fin y al cabo tarde o temprano se enfrentaría a Voldemort de todas formas. En el momento de tomar aquella decisión el nudo que tenía Harry en su estomago se disperso por completo y sintió una completa paz envolverlo, una débil sonrisa se dibujó en su pálido rostro, más pálido aún por la falta de exposición a la luz. Tío Vernon y tía Petunia notaron con horror la sonrisa del chico y tragando saliva tío Vernon preguntó con furia:
-¿A qué se debe esa repentina sonrisa¿Qué estas tramando?-al decir esto pequeños trozos de estofado salieron despedidos de la boca de tío Vernon, quedando algunos suspendidos en su bigote y otros sobre su camisa.
-Nada.-dijo Harry decidido, mientras aun se preguntaba en su interior cómo no se le había ocurrido antes lo de los polvos flu y aún más importante, si aún tendría en su baúl.
-¡Más te vale¡Porque si llego a descubrirte en algo indebido ya veras!-dijo tío Vernon y pareció crecer amenazadoramente.
-¿Y qué vas a hacerme?.-preguntó Harry con una sonrisa sarcástica.
-¡Oh ya verás!-dijo tío Vernon poniéndose de pie dispuesto a golpear a Harry, este instintivamente sacó su varita del pantalón y la apuntó contra el cuello de su tío, este retrocedió dando un chillido mudo, mientras Dudley se abrazaba a tía Petunia que estaba pálida de ira.
-Basta-dijo tía Petunia con voz gélida-Baja esa cosa ahora y sube a tu cuarto-Harry se quedó mirándola sorprendido, luego bajó su varita dió media vuelta y se dirigió a su cuarto, mientras a su espalda escuchaba las múltiples maldiciones de tío Vernon.
Una vez en su cuarto Harry comenzó a sacar las cosas de su baúl buscando desesperadamente polvos flu y con alegría descubrió que aún le quedaban suficientes, los dejó a un lado con mucho cuidado y luego se dedicó a empacar todas sus cosas, estaba decidido esa noche partiría, una vez que terminó se recostó en su cama esperando con ansias el momento en que los Dursley fueran a dormir, estos se tardaron mucho en hacerlo, pues comenzaron a ver un programa de televisión, pero cuando este se terminó, se fueron a dormir, Harry esperó, controlando su ansiedad, a que no se escuchara ningún ruido en la casa y con sigilo abrió su puerta, esperó un momento observando alerta a su alrededor, al ver que nada ocurría tomó la jaula de Hedwig y su baúl, y con mucho cuidado los sacó de su habitación, luego cerró la puerta de esta y se dispuso a bajar, decidió que sería mejor bajar a Hedwig primero y luego a su baúl y así lo hizo, se tardó bastante en esto, pues hacía todo movimiento muy lentamente y con mucho cuidado para no hacer ruido, finalmente estuvo en la cocina frente a la chimenea, junto a su baúl y Hedwig, respiró profundamente tratando de no tragar hollín, se concentró y arrojando los polvos flu al piso gritó con fuerza:
-¡Numero doce de Grimmauld Place!
Bueno he aquí el primer capítulo, espero que os haya gustado...No se muy bien cómo quedó..Diganme que les pareció.. Dejen Reviews muchos reviews! .. Nos vemos! Adiós!
Atte. Baku
