-Capitulo cinco-

Agata y su sangre

En un rincón de una oscura habitación, en la cual el aroma dulzón de la sangre lo abracaba todo, fue el preciso lugar en el que una chica de piel muy pálida, de ojos verdes y ondulado cabello castaño, despertó bañada en sangre con multiples heridas en su cuerpo. Al ver el caos reinante a su alrrededor, la chica no pudo evitar el comenzar a llorar, frente a ella yacían muertos sus padres, sus hermanos, sus abuelos y sus tíos, todos aquellos seres a los que amaba habían sido arrebatados de su vida de un golpe, por un ser inhumano que ni siquiera merecía morir. El odio comenzó a crecer en violentas oleadas en el interior de la chica, que poco a poco fue dejando de llorar. Tras muchos esfuerzos logró ponerse de pie y, sollozando aún, comenzó a caminar hacia la puerta de la habitación. Tras arduos esfuerzos logró alcanzar la puerta y salir de la habitación, trató de no mirar hacia atrás al cerrar la puerta y caminó en silencio por un oscuro pasillo, hacia la que antes había sido la habitación de sus padres, entró en esta y comenzó a buscar en una libreta de direcciones, tenía que encontrar a algún pariente vivo con el cual vivir, o al menos un lugar en donde quedarse. Mientras buscaba a momentos pasaba por su mente la idea de pedir ayuda directametne, pero luego comprendía que mientras el señor oscuro pensase que ella estaba muerta, no corría ningún peligro, por lo que decidió esperar y buscar un lugar donde quedarse... Pero antes había algo muy importante que tenía que hacer: Entenrrar a su familia. No podía dejar que se quedasen ahí tirados descomponiendose. Tragó saliva y salió de la habitación de sus padres, caminó otra vez por el pasillo, pero esta vez iba con rumbo al cobertizo de su pequeño jardín.

Tras haber buscado un rato dió con varias palas, a las que encantó para que cavasen solas, ya que en su estado no podría hacerlo, luego trajo levitando a cada uno de sus parientes y los fue dejando dentro del pozo que las palas ensanchaban cada vez más. Cuando hubo terminado de colocar los cuerpos de su familia, reencantó las palas para que los cubriesen con la tierra que habían sacado, mientras tanto se dedicó a hechizar varias piedras en las cuales puso los nombres de cada uno de sus familiares, con el día de su muerte, además de un pequeño epitafio. Una vez que colocó las piedras en sus lugares guardó las palas en el cobertizo y se dirigió de nuevo a la habitación de sus padres, de esta sacó la libreta de direcciones, un par de álbumes de fotos, todo el dinero que encontró, las llaves de la casa y las identificaciones de su familia. Repitió el mismo proceso en las habitaciones de sus hermanos, sacando de cada una lo más importante, hasta que finalmente llegó a su habitación, en la cual se dispuso a empacar todas sus cosas. Seleccionó la ropa que le sería más útil en su largo camino a la casa de su pariente más cercano, una tía que vivía en Escocia, y la guardó en una gran mochila, no obstante, aunque fuesen pocas cosas las que llevaba la mochila resultaba demasiado llamativa por su gran tamaño. Tras pensar un rato, sacó uno de sus libros de encantamientos y comenzó a buscar en el.

-..Capere.. Clavis..Comiti...Clausus!.. ¡Clausus Inanis¡Este es!..-La chica sonrió y leyó la función del hechizo..- Permite generar un espacio infinito dentro de un objeto muy pequeño...Perfecto es lo que necesito..- La chica se puso de pie y sacó todo lo que tenía dentro de su bolso, y luego de asegurarse de que no había nada en su interior, movió su varita dibujando el signo infinito en el aire, mientras murmuraba "Clausus Inanis Generatio".

Una vez que hubo acabado comenzó a empacar todo lo que necesitaba en su bolso, no obstante, por más cosas que metía este parecía permanecer vacío, mas al mirar en su interior todas las cosas empacadas eran visibles. Ya habiendo guardado todo lo que necesitaba, incluyendo sus libros de hechizos y otras cosas, la chica tomó su bolso, el cual apesar de todo lo que llevaba no pesaba nada, y caminó por última vez en el que fuese su hogar, mientras se dirigía hacia la puerta, una vez que hubo salido se aseguró de cerrar bien y poner todas las llaves, no permitiría que alguien osase profanar aún más su casa y el lecho de su familia, por lo que puso una serie de encantamientos "antiapariciones", mientras con cierto sarcasmo pensaba en cuantas de las reglas había violado.. Una vez que terminó su labor se dispuso a irse, y una solitaria lágrima corrió por su mejilla, solo eso, y luego la chica dió media vuelta y se alejó sin mirar atrás, mientras caminaba no cesaba de repetirse: "Recuerda Agata, debes llegar a Escocia, y nadie debe verte.." Mientras caminaba en busca de su última esperanza, rogando en silencio porque su tía estuviese bien..


Y aquí les tengo el quinto capítulo! Con un desafío al lector adivinen quién es la tía de Agata.. Pronto sacaré el sexto! Dejen Reviews muchos reviews! Nos vmeos! Adiós!

Atte. Baku