¡¡Hola!! Me vais a matar ya que el capitulo es muy cortito, pero como recompensa os prometo subir el siguiente pronto ¿de acuerdo?

Kiss.

Mirug. Me alegro de que te enganches a mi fic, espero no decepcionarte... No sé, me pareció divertido meter en el follón a Dumbledore, lo que pasa es que en este fic está más viejo y cansado después de tanto tiempo de revueltas. Y el mafioso ricachón eslavo es Severus no Dumbledore, Severus es el que pone la pasta, Dumbledore es el que... bueno no adelanto mejor que lo vallas descubriendo, jejeje. Gracias por leer y dejar tu comentario. Kiss.

Taeko. A mí también me encantó esa frase cuando vi la peli, que capullo el rubio. Jajaja... Gracias por leer y dejarme tu Review. Kiss.


Capitulo VI – ¿No piensas jugar?

Los Ángeles, California.

Dumbledore estaba sentado en un banco tranquilamente dando de comer a las palomas como cualquier anciano de más de 3000 años, realmente se encontraba cansado, y por fían había conseguido la tranquilidad que tanto había deseado tras el regreso de la paz en el mundo mágico.

Sintió una presencia cerca, un aura mágico conocido y en seguida supo quien era el hombre que se había sentado detrás de él. No le hizo falta ver el cabello platinado del joven, ni sus ojos grises, ni sus delicadas facciones, era Draco Malfoy. El y Potter fueron sus alumnos más adelantados y con mayor poder, y porque no decirlo, fueron sus preferidos, en cierto modo echaba de menos las chiquilladas de los jóvenes.

- Te he visto. En el quiosco mientras compraba el Profeta. Te he visto incluso antes de que te despertaras.

- ¿Cómo estas Albus? – dijo mosqueado el rubio, si algo odiaba del viejo era que le echara en cara sus errores.

- Como nunca – dijo mientras desenvolvía un caramelo de limón

- ¿Y ese caramelo?

- El sanador dice que me faltan vitaminas.

- ¿Y por qué no las tomas? – cansado de que el viejo se despreocupara por su salud, a veces era como un niño pequeño.

- ¿Has venido a hacerme un chequeo?

- Vamos a dar una vuelta.

El rubio y el anciano anduvieron durante un rato en silencio, por entre las calles de la ciudad, Draco odiaba la situación, no recordaba como había conseguido que Harry le convenciese para hablar con el viejo.

- Me lo vas a contar o te digo ya que no y acabamos – dijo Dumbledore sabiendo que el rubio quería algo.

- Dumbledore eres el mejor ¿Qué quieres?

- Nada, ahora vivo en un dúplex, tengo moqueta y un pez de colores. Salgo con una dama encantadora que era propietaria de una tienda de túnicas en el Caldero Chorreante. He cambiado.

- ... – Draco asintió con la cabeza – Los tipos como nosotros no cambian. O sigues en activo o te haces un chapucero.

- Deja de liarme.

- Claro... – le dio la razón como a los niños pequeños.

- Al menos podrías tratarme como a un adulto – protesto Dumbledore – dime, que habéis liado – Draco le susurró al oído lo planeado.

Luego se alejo y dejó al viejo parado en mitad de la calle en estado de shock, Albus suspiró y un brillo juguetón apareció en su mirada. Las travesuras volvían, pero él ya era demasiado mayor para esto.

Al llegar al hotel donde se alojaban Draco y Harry, El moreno supo que algo no andaba bien, el rubio estaba mosqueado. Siempre terminaba así cuando tenía que tratar con Dumbledore y esta vez no era una excepción. Esa noche en un bar cercano, Draco cabreado estaba desparramado sobre la mesa, mientras Harry estaba sentado correctamente.

- Con Dumbledore somos diez – dijo Harry, haciendo que el rubio le mirase de mala leche – Con diez bastará ¿no?

- ...

- ¿Crees que falta uno?

- ...

- Crees que falta uno – esta vez afirmó Harry.

- ...

- De acuerdo, uno más – cedió Harry.

A la mañana siguiente, a Harry le tocó coger el tren, el rubio se había vengado, ahora a el le tocaba encontrar a Ron, Ron y él se habían distanciado hace mucho tiempo por lo que Ron consideró una muestra de alevosía por parte del moreno, cuando este y su hermana se liaron. El tiempo había pasado y sabía que el pelirrojo ya no pensaría igual, pero realmente no le apetecía verlo.

Chicago, Illinois.

Así que ahí estaba en el metro viendo de lejos a Ron, el pelirrojo iba con una gorra de béisbol, un bolígrafo y una especie de libro de pasatiempos, el pelirrojo quería pasar desapercibido ante los ojos de los muggles. En uno de los movimientos de tren el pelirrojo metió la mano en la chaqueta de uno de los muggles y le quitó la cartera sin que este se enterara. Harry desde donde estaba pudo apreciarlo todo, lo cual le hizo gracia. Cuando el pelirrojo salio del tren también lo hizo Harry sin que este se diera cuenta y le cambió la cartera del muggle del bolsillo por un trozo de pergamino sin que el pelirrojo se enterase.

"Buena tijerada"

Harry Potter

Ron fue al bar de Illinois que solía frecuentar con Harry hace tiempo, allí en una mesa alejada de las miradas de los curiosos estaba el moreno. Ron se acercó con mala cara.

- Hola Ron, ¿de quién es esto? – dijo mostrándole la cartera.

- ¿Qué quieres?

- A tu madre esto le mosquearía.

- ¿Qué quieres Harry?

- ¿Juegas o no juegas? Decídelo.

- ... - Ron se sentó - ¿Qué es eso? – preguntó viendo unos papeles que Harry le enseñaba por encime de la mesa.

- Un billete de avión para un trabajo.

- ¿Por qué volver a confiar en ti?

- Tu madre tiene mucha fé en ti.

- Los padres son así.

- Tu verás Ron, si no quieres buscaremos a otro mientras tu sigues metiéndole mano a los ejecutivos. La cuenta por favor... – dijo a la camarera. Ron le quitó el billete de avión de Harry sin que este se diera cuenta.

- Es la mejor levantada que te he visto hacer – dijo este al darse cuenta.

- ¿Las Vegas?

- El patio del recreo de América.


Continuará...

Gracias por leer. Recordar dejad un Review... Kiss.

o0O0o Selene o0O0o