UN GRAN SECRETO III
'Secretos de dos no son de Dios
secretos de tres, secreto no es'
Notas antes que nada: Al igual que las dos partes anteriores, este es un remake de mi propio fic (versiones nuevas). Espero que las disfruten. Rio 2004.
Capítulo 1: La ocasión hace al ladrón.
¿Cómo era posible?. Apenas había cerrado los ojos y la escuchaba el molesto escándalo del despertador.
'Despierta Holgazán, despierta'
Cada vez las noches eran mas cortas y el trabajo no contribuía mucho con eso. El horario lo tenía completamente agobiado, y lo último que quería hacer era salir de su plácido, pero corto, sueño.
Adormilado y molesto, dio un par de vueltas en la cama sin decidir que hacer, intentando convencerse de que seguía dormido.
'Bip bip, Despierta Holgazán, bip, bip'
Ni siquiera la almohada de plumas de ganso lograba mitigar el ruido que le taladraba los oídos.
'Despierta Holgazán, desp...' ¡crash!
El pequeño reloj regalado por Sakura voló hacia el otro lado de la habitación, dejando de sonar en el momento de chocar contra la pared. Un suspiro entre aliviado-entre molesto salió de sus labios. Sabía que el aparatito seguía vivo. Tomoyo había previsto 'accidentes' como ese, reforzando la cubierta del reloj.
Por fin el silencio reinaba de nuevo. El apacible calor que entraba por las ventanas lo acunaba una vez más... Sonriendo, acomodó su cabeza en las almohadas nuevamente... pero ya era tarde. Estaba despierto. Sin abrir los ojos, tanteó el otro lado de la cama, sintiéndolo vacío y tibio.
-"Vaya si despierta temprano"
Lentamente sus perlas avellanas comenzaron a abrirse, pero la luz del sol no le permitía ver con claridad. Entre sombras y figuras mal delineadas, imaginó su cálido y acogedor dormitorio y su hermosa y enooooooooorme mansión.
-Supongo que es hora de levantarme también.
Ya sentado sobre la cama, se restregó los ojos y estiró lo brazos con toda la pereza del mundo. Entonces dejó que sus iris contemplaran a Sakura en el umbral de la puerta con la bandeja del desayuno pero...
-Oh-oh....
Pero recordó que la noche anterior había salido a celebrar que en 7 meses más sería padre... Y al parece lo había pasado mejor de lo que él mismo había creído.
-Eriol...
Efectivamente, la mansión Hiragizawa le daba los buenos días, con su decoración inglesa y sus almohadas de plumas de ganso... idénticas a las de su casa.
-Por fin despertaste
-¡Me copiaste las almohadas!
-Me gustaron cuando las probé en tu casa –respondió pícaro –
-.... ¿Cómo llegué aquí Eriol?
-Semi-desnudo...
-A tu casa, no a tu cama.
-En mis brazos como un apasionado amante de Verona ...
-Eriol...
-Bueno, salimos, nos tomamos unas cervezas y de pronto, sin saber yo como, estábamos aquí.
El inglés miraba sonriendo a Li. Su cabello caía por el peso del agua y su cuerpo solo estaba cubierto por una pequeña toalla color crema que había juego con sus piernas tostadas.
-¿Cómo te sientes futuro padre?
-Con la cabeza partida en dos...
-¿Solo la cabeza? –Syaoran rió por lo bajo –
-Ya me acostumbré a ti.
Tranquilamente Eriol va hacia el armario y escoge una tenida. Con ella en las manos, vuelve a la cama y se sienta junto a Li.
-¿Cómo lo pasamos? –preguntó este al darse cuenta que no recordaba casi nada de la noche anterior –
-Estabas tan ebrio que no me dejaste hacerte nada. –dijo molesto el inglés –
-Entonces, la pregunta es ¿cómo lo pasé Eriol? –susurró en su oído –
-Pues... bastante bien –dijo mirándolo de reojo, mientras una marca oscura se formaba en su cuello, para fascinación del chino –aunque yo también lo pasé muy bien. Podrías beber más seguido.
-Sabes que a Sakura no le gusta –contestó sintiendo de pronto, el estómago más revuelto. Eriol aprovechó el instante para inclinarse sobre Syaoran y robarle un beso, mientras los tumbaba nuevamente en la cama. –
-Así que serás padre... –comentó con voz triste, sintiendo la deliciosa fisonomía que estaba bajo él –
-Ya sería hora que Tomoyo nos diera una noticia como esa... ¿no quieres tener hijos Eriol?
-¿Hijos?, pero... ¿qué pasaría con esto eh? –preguntó mirándolo de frente, jugando con sus mechones gráciles.-
-Esto algún día tenía que acabar. Lo sabíamos...
-Supongo...
-Vístete Ya Eriol, me tientas.
Y mientras Hiragizawa se vestía, Li tomaba una ducha. El sonido del agua era lo único que sonaba en toda la casa, y daba un aire de tranquilidad a la enorme mansión.
Pantalones oscuros, camisa y chaqueta. Con pasos lentos Eriol recogió el reloj ( que era de los mismos que Syaoran tenía) y suspiró triste.
.-Yo... no quiero que acabe...
Mientras Li, dejaba que el agua recorriera su cuerpo en un intento de detener las potentes ganas de vomitar que lo invadían a cada momento. Una arcada le indicó que ni siquiera una noche de buen sexo podía hacer milagros.
Ya con es estómago más tranquilo y vacío, continuó con su baño, y su mente se evocó a otro punto importante de la presente jornada: la excusa hacia Sakura por no haber llegado.
"Hola amor, ¿sabes?, no llegué anoche porque fui a beber con Eriol y quedé tan ebrio que no me di cuenta y casi lo violé. Pero al final fue lo que llaman 'una relación de mutuo acuerdo'. Hace varios años que tenemos de esas... ¡pero no creas que no te quiero Sakura!. ¡Claro que no!, te amo mucho. Pero Eriol me excita mucho, tu entiendes.... Pero ahora que viene el heredero o heredera Li, eso se acabó, lo prometo Amor, no más sexo con Eriol."
No más Eriol... Pronto acabarían dos años de apasionada aventura con su 'padrino de bodas'.
--Con un padrino así quien quiere estar casado....
Pero nada era eterno. Y eso lo intimidaba. Dentro de la 'normalidad' de su doble vida de hechicero-empresario-líder-padre de familia-figura pública-amigo de político-esposo de la mujer más linda de Japón siempre había encontrado espacio para su relación extramarital, sintiendo consuelo y libertad en sus andanzas con Hiragizawa. La costumbre es poderosa...
--Pero... ¿nunca más?, no puede ser... –se dijo sonriendo mientras jabonaba su cuerpo –Al menos... una vez cada cierto tiempo...
El trayecto hacia la Mansión Li, luego del desayuno, fue silencioso y un tanto triste. Sus pensamientos los llevaban a sentimientos poco razonables y convenientes...
--Bien, creo que ya llegamos.
Syaoran levantó la vista y sonrió. Claro. Esa era su gran mansión. Mansión en realidad. Con mayúscula. Solo la de Eriol podía comparársele...
Li bajó del lujoso Lotus negro y ofreció a Hiragizawa entrar, pero este, educadamente, se negó.
--¿En serio no quieres?, a Sakura le gustaría.
--No puedo amigo. No tuviste mejor idea que avisarnos un domingo...
--¿Me lo reclamarás hasta el bautizo? –dijo sonriendo de una forma que le iluminaba la cara
--Tal vez... Mejor ve y dile a Tomoyo que debemos irnos.
--Como quieras ingrato.
--No digas eso. Nos vemos.
--Nos vemos.
El dueño de casa entró y saludó radiante a su bella esposa. Tomoyo sonrió y se despidió. Syaoran pudo ver como el Lotus se alejaba entre los jardines de su casa desde los ventanales del segundo piso, en donde se ubicaba la sala de estar.
--¿Cómo estuvo la noche? –preguntó Sakura, abrazándolo por la espalda
--¡Estupenda! –respondió encarando a Kinomoto, pero sin dejar que ella viera la extraña pena que comenzaba a llenarlo. Dos años de engaños le habían enseñado a mentir bastante bien. –Lo pasamos estupendo... ¿Y tú?
--También lo pasé muy bien. ¿Sabes?, vendrá mi Papá a vernos hoy.
--Excelente, tendremos visitas –dijo caminando y comenzando a sacarse la camisa que se había puesto hace menos de una hora, simulando cansancio -¿Y el Peluche?
--En el Jardín, como siempre relajándose.
--¿Está todavía en estado de shock? -ella asintió riéndose –Jaja, ¿y todavía quiere cortarme el cuello?
--Syaoran...
--Es verdad amor...
--La única verdad que sé... –dijo Sakura acercándose a su marido y rodeándolo con sus brazos –es que no puedo creer que por fin tendremos un hijo...
--Si... por fin –dijo con un suspiro mientras sus labios se unían en un tierno beso, que pronto comenzó a perder timidez y comenzó a encenderse en pasión. La lengua de Li buscó el interior de la boca de su pareja, y al jugar con la de ella, una imagen le golpeó la mente... un recuerdo de la noche anterior. Bruscamente se separa de Sakura, quien lo mira expectante.
--¿Qué pasa cariño?
--Eh... Nada, solo... recordé algo importante... Permiso.
--Claro.
Rápidamente fue a refugiarse a su dormitorio, dejándose caer tras la puerta. Estaba tan confundido como acelerado y no lograba entender porque se sentía de esa forma.
--Tiene que ser la emoción... si, eso debe ser...
Pero en su corazón, el sabía que no era eso... Y sin querer, pronunció la respuesta...
--Eriol...
***
BIP BIP BIP BIP BIP... DESPIERTA HOLGAZÁN.... BIP BIP BIP BIP BIP...
Syaoran despertó bruscamente. Vaya sueño que había tenido. Se desperezó rápidamente y miró hacia los lados. Estaba en su casa, Sakura dormía a su lado. Eran las 06:00am. Hora de trabajar. Se dio una ducha fría para despertar bien y luego salió disparado a su oficina. En el auto se dio el tiempo de pensar el lo que había soñado...
--Que sueño más extraño... ¿Sentir algo por Eriol?, solo somos amantes... ni siquiera eso, solo amigos con confianza. Además, dejar de amar a Sakura, si ella es mi vida... iba a ser la madre de mi hijo, y yo el muy ingrato... No, no no.
La queja de un conductor tras él lo sacó de sus pensamientos. Debía llegar rápido a su trabajo o su Junta lo molestaría otra vez.
Afortunadamente el día pasó velozmente y pronto su sueño dejó de tener importancia en sus pensamientos.
Lo que Li no sabía era la noticia que lo esperaba en casa.
--¡¿Qué?!
--¡Oh vamos amor!, ¡no puedes enojarte!
--Pero... ¿dos semanas?
--No es mucho si lo comparamos con tus salidas amor...
--¡Mis...! –exclamó ofendido –Esos son negocios Sakura. Ne-go-cios.
--¿Y mi viaje acaso no...?
--No.
--No seas pesado Syaoran –dijo con cierto tono de amenaza –Además, es mi trabajo.
--Pues no le veo la necesidad a que trabajes.
--Te gustó mi trabajo mientras eran obras de caridad y paseos. Ahora que soy famosa no te gusta.
--¡No es eso! –gritó intentando borrar la obvia insinuación de "Eres un tonto celoso y machista" –Solo no me gusta que tantos hombres te vean...
--Entonces tenía razón. –"Syaoran... eres un tonto celoso y machista"
Li guardó silencio para no seguir perdiendo en esa guerra verbal de "dime y te diré".
--Bien bien. Lo admito, soy celoso –bandera blanca de rendición total –Prometo portarme bien y no llamarte cada 15 minutos.
--Lo sé. Aunque no lo prometieras, ya dejé un vigilante sobre ti
--Un...
--Eriol estará contigo estas dos semanas. –una inevitable sonrisa apareció en los labios de Syaoran
--¿En serio?
--¿Te agrada la idea? –preguntó ella inocentemente –
--¡Por supuesto!.... –pero de pronto cayó en cuenta de su propia efusividad – Tú sabes, con mi mejor amigo y padrino de bodas...
--Me alegra que te haga feliz estar con Eriol... Así no te la pasas en tu oficina con esa odiosa secretaria
--Claro, así no paso todo el día con.... -¿?- ¿Mi odiosa secretaria?... ¿Estás celosa de Midori?
--¿Celosa yo?, ¿cómo crees? –reclamó –pero bueno, debo irme. Tomoyo me espera en el aeropuerto...
--Un momento, ¿te vas ahora mismo?
--Si –dijo ella dándole un rápido beso –¿No te molesta verdad?
--N...No, pero...
--¡Nos vemos Amor!
--¡Sakura!
El sonido de los neumáticos del Austin de Sakura se alejó poco a poco, sin que Syaoran atinara a hacer algo...
--¡Al menos espérame!
Y el Diablo Rojo nuevamente fue la salvación.
***
--Algún día vas a matarte en ese auto –reclamó Eriol
--¿En el Diablo?, por favor, ¡tiene unos frenos excelentes!
--Tendrá unos frenos excelentes, pero un pésimo conductor.
--Tú no eres más cuidadoso en tu Lotus que yo en mi Diablo.
--No compares Syaoran, no lo hagas.
Li rió al tiempo que divisaba ambos autos estacionados. El hermoso y delicado Lotus Negro contra el Diablo Rojo, de líneas aerodinámicas y modernas.
--Sígueme Syaoran –gritó Eriol antes que este subiera
--¿Dónde?
--Un café, ¿qué te parece?, así celebramos nuestros días de libertad.
--Excelente, ¿y dónde me llevarás?
--A tu casa, ¿qué tal?
--¬¬.
Ambos vehículos salen rápidamente hacia la Mansión Li. Las miradas no se hacen esperar, ¿y cómo no?, dos de los autos más caros y lujosos de Japón rondaban en las calles tranquilas de Tomoeda como si fueran el más común de los vehículos.
--¿Qué pasa Syaoran? –preguntó Eriol poniendo las tazas sobre la mesa, al ver que ya llevaba 10 minutos apoyado en el marco de la ventana, mirando su enorme jardín –Estás muy callado...
--Recordaba algo...
--Algo que no parece agradarte...
--Es algo que de cierta forma me asusta... y de cierta forma me atrae.
--¿Asustar y atraer?, no sé porqué me suena a algo relacionado conmigo –dijo riendo, en son de broma
--Era un sueño –dijo sonriendo –Sakura y yo íbamos a ser padres... –los platos de té que iban en las manos de Hiragizawa de inmediato resbalaron, pero el ágil hechicero logró tomarlos- Tú y yo terminábamos con nuestra aventura... –a espaldas de Li, Eriol sentía la pena llenar su corazón. ¿Terminar con él?, ¿acabar con eso? –Recuerdo que me decías, "Vamos, solo tenemos unos meses para acostumbrarnos..."
--Vaya sueño –repuso el otro, molesto -¿Y eso te tiene preocupado?
--No... –en cuanto escuchó la respuesta, Hiraguzawa se arrepintió de haber preguntado. –Yo... pasábamos una última noche... era genial, y después volvía a casa... Yo... yo trataba de besarla pero... –escondió la cara entre las manos, intentando ordenar sus pensamientos –Yo... no sabía si seguía amando a Sakura...
--¿Qué?
--Yo... había alguien más en mi corazón, lo supe cuando la besé... Estaba confundido, no lograba entender el sentimiento y el sueño terminó de golpe, sin dejarme averiguar más...
--¿Alguien....? –un nudo se formó en su garganta. No había necesidad de preguntar quien era ese alguien
--No quiero hacerle daño a Sakura, y sé que lo nuestro no es serio, que no hay sentimientos de por medio... Pero tengo miedo.
--Es razonable que tengas miedo luego de un sueño así. Si hubieras soñado que Sakura moría en un avión no la hubieras dejado ir a este viaje. Es una reacción normal en el ser humano.
Syaoran volteó y enfrentó la mirada oscura de Eriol.
--Me alegra que siempre digas algo bueno en el momento preciso.
--Eso es porque soy bueno Syaoran, es un hecho.
Con una sonrisa en los labios, un beso los encontró de casualidad.
--Viles y descorazonados amantes... –susurró Hiragizawa en el cuello de Li –Eso somos...
--Cierto...
--Canallas... viles canallas...
--Más canalla sería si me acostara con Tomoyo.
--Ahí serías un muerto, no un canalla.
--Jaja, entonces no debo contarte cuando lo haga.
--¡Syaoran!
Un juego de forcejeos y caricias casuales y sensuales que comenzó en la pared y terminó en el sillón.
--¿sabías que soy tu vigilante? –preguntó Eriol.
--Si, lo sabía. Mi esposa no confía en mí
--Y con justa razón.
--¡Ja!, no me vengas con eso marido modelo.
--Ehy, soy un excelente marido.
--Tienes una pésima memoria...
--¿No sabes acaso que los caballeros no tenemos memoria?
--Los recuerdos son un lujo de los buenos...
Juntos, y riendo, observaron en lento subir de la Luna llena, su eterna confidente.
--¿Crees que le cuente a Yue?
--No lo creo... Además, ella es demasiado pudorosa como para contarle todo lo que hacemos...
Un quejido cortó el aire y comenzó el juego...
Continuará...
Notas: Bien, primer capítulo de la saga remozada. Al igual que la primera parte, dedicada a JYue que me dio la idea de hacerla. También a todos los que pacientemente la esperan. Espero que les guste, tanto a los que la conocen como a las que leen por primera vez.
Nos vemos.
***ediciones_ryochan@hotmail.com***
