Capítulo 8: Por Celos...
La última vez que vimos a nuestro querido y corrupto amigo Li se quejaba de lo mal que se veía en uno de los baños de un concurrido centro comercial. Mientras, Eriol y Yamazaki conversaban cobre la partida de este último al final del día... pero, ¿qué hizo Shaoran durante toda la tarde?...
Por fin la gente se había dispersado. Podía salir y comprar con calma. Con aplomo salió del baño y comenzó a "vitrinear" como dicen por ahí. No pasó mucho rato antes que sus manos estuvieran llenas de bolsas y regalos de los más diversos tamaños. Como disponía de todo el día, Li bajó a su Diablo y guardó los paquetes dispuesto a seguir de compras.
- Es una práctica realmente relajante...
Un segundo viaje comenzó a copar el portamaletas del deportivo. Pero aún así, subió por tercera vez. Paseó por las tiendas sin comprar nada, solo probándose ropa y perfumes y mirando regalos que en otras ocasiones compraría para los suyos. Luego de unos 10 minutos, se aburrió y volvió a comprar. Ya el auto no daba abasto, así que los encargados del mall le ofrecieron ir a dejar sus adquisiciones a la puerta de su casa. Con dicho arreglo, ya no había excusa para no vaciar el centro comercial. Vestidos para Sakura, trajes para Eriol, adornos y perfumes para Tomoyo. Exclusivos pasteles para Kero y una pomposa cama con almohadas de pluma de ganso para Yue. Incluso compró equipos de sonido y ropa para Touya. Para Fujitaka libros, para Nakuru espejos y cosas para maquillarse además de ropa. Más libros, pero para Spinel.
- Mmm ¿qué más?
Pensó que pronto iría a China. Ropa de bebé para el niño de Mei Ling y ropa para su prima. Libros y trajes para el marido de ésta. Para su madre un exclusivo vestido italiano y para sus hermanas las más diversas "chucherías" o adornitos pequeños de esos que siempre hay en una casa. Para Wei un buen libro.
Ya iban a ser las 21:00, de hecho eran las 20:35. ¿Qué más hacer?
- Es cierto, se me olvidaba lo más importante...
Se encaminó hacia una perfumería que había en el cuarto piso. No era muy grande pero Shaoran y su familia solían rondarla a menudo por sus buenos productos. Estaba un poco llena por sus grandes ofertas.
- Ojalá que haya llegado.
Li entra y busca con la mirada. De pronto, sus ojos marrones chocan con el par de ojos celestes de una linda vendedora...
- Hola Rumi, tanto tiempo -saludó cortés-
- ¡Joven Li! -contesta la chica sonrojada- Bu...buenas tardes...
Una vez más, las miradas se clavan una a la otra. Shaoran sonríe al estilo Eriol y Rumi siente que se derrite.
- Dime... ¿te llegaron?
- Solo... algunos joven. Los tengo guardados.
- ¿Y los otros?
- Llegarán en la noche, antes que cerremos. -la muchacha no levanta la vista para no toparse con los ojos de Shaoran- pero mañana se los tendré a primera hora.
- ¿Mañana?... mmm, me hubiera gustado tenerlos hoy...
- ¡Cuanto lo siento!
- No te preocupes... Pero dime... -una mirada misteriosa se forma en su cara- ¿no podrías... tú sabes... ir a dejarlos a mi casa?... ¿esta noche?
- ¿E...esta...noche?
- Claro, es que mi esposa está de viaje.... y quiero darle un buen regalo por que vuelve pronto.... Y como estoy solo... creí que sería buena idea...
Rumi hace esfuerzos sobrehumanos para mantener la compostura ante la actitud seductora de Shaoran.
- De acuerdo joven. -respondió luego de titubear- Se lo llevaré a su casa... esta noche...
- Nos vemos entonces...
Shaoran estaba a punto de salir cuando escucha la voz de Rumi...
- ¿QUÉ? pero.... yo... estoy ocupada ahora...
Li volvió sobre sus pasos rápidamente.
- ¿Qué pasó Rumi? te oí gritar...
- Joven Li que pena... pero, no podré ir a dejarle los perfumes... acaban de avisarme de un compromiso que no tenía previsto...
- Que lástima... mañana no puedo venir. ¿podrías ir mañana?
- ¡Claro! nos vemos.
- Adiós....
Shaoran sale de la perfumería, mientras Rumi, visiblemente decepcionada, lo despide con la mano.
***
Las puertas de la casa estabas cerradas como de costumbre. Li abrió perezosamente y se dirigió a la cocina mientras algunos hombres entraban sus cuantiosas compras en la sala de la casa. A los minutos se fueron, dejando la casa en un completo silencio. Shaoran tomaba un café cerca de una ventana. El sonido del intercomunicador que conectaba la casa con el enorme portón principal rompió la calma del lugar.
- ¿Si?
- Joven, lo busca una chica de nombre Rumi. ¿La dejo pasar?
- ¿Rumi? ....claro, déjala pasar.
***
- Me parece raro que no me conteste.
- Vamos Eriol, Shaoran no está el día entero esperando que lo llames.
- Pues debería Supi, debería.
- ¿Y por qué tendría que hacerlo?
La pregunta dejó sin habla a Hiragizawa. Estaba bastante molesto puesto que había llamado durante todo el día a Li y este no había contestado ni una sola llamada.
- ¿Qué podría estar haciendo?
- No me has respondido Eriol... ¿Por qué Shaoran tendría que estar esperando tus llamadas?
- No preguntes bobadas -respondió este evasivo- Pienso eso, por que jamás tiene un panorama ni planes para salir. Por eso...
Sin estar del todo convencido, el pequeño guardián sale de la sala. Nakuru se queda mirando, puesto que estuvo escuchando en silencio toda la conversación.
- ¿Es cierto que él jamás sale?
- Si Nakuru, es cierto.
- Y ahora salió.
- Si.
- Y por eso estás molesto.
- Si.
- Tal vez tiene una amante y por eso no está.
- Tal vez -contesta sin darse cuenta-...¿una qué?
Eriol mira un poco incrédulo a su guardiana. Pero el comentario no está del todo fuera de lugar. Si Shaoran ya tenía un amante... ¿qué lo detenía a tener otra... u otro amor prohibido?.
- Voy a casa de Shaoran.
El Lotus negro salió disparado desde la lujosa mansión Hiragizawa-Daidouji.
- ¿Por qué habría de dudar de Shaoran? -se repetía mientras apretaba el acelerador y la aguja pasaba de 0 a 100km en segundos- Me prometió ser "fiel".... no me engañaría... ¿verdad?... por que si lo hiciera lo mato...
Eriol pasó sin detenerse ni en luces rojas ni esquinas ni nada por el estilo. Solo pensaba en llegar a casa de Li y convencerse (¿?) de que él no tendría a nadie más.
El portero le dio la pasada sin anunciarlo, como de costumbre. Pero justo antes de entrar, un pequeño y oscuro taxi venía saliendo de la casa, en él, iba una linda muchacha. Eriol frunció el ceño y aceleró a fondo para llegar lo antes posible a la puerta. Una vez ahí, subió rápidamente y notó que la puerta que daba a la sala estaba abierta.
- Salió con prisa.
Al entrar notó un penetrante aroma a perfume de mujer. El olor cubría toda la casa. Algo molesto e impaciente, Eriol se dirigió al dormitorio de Li y abrió la puerta con cierta violencia. Ahí estaba él, vistiéndose y mirándolo con cara sorprendida.
- ¿Eriol?
Si la sala estaba impregnada a perfume, el olor en la pieza era insoportable.
- Veo que cambiaste de perfume. -dijo frío-
- ¿De qué hablas?
Furioso de celos, Eriol apretó los puños mientras imaginaba a la desconocida chica con Shaoran en una tina de perfume...
- Y todavía me lo preguntas... tu casa está pasada a Paloma Picasso.
- Ah, eso... lo que pasa es que estoy bañado en Paloma Picasso. -dijo mientras terminaba de ponerse una camiseta.- ¿por qué?
Eriol intentaba mantener toda la calma de la que disponía, pero como dice por ahí... un hombre celoso, razona poco.
- ¡Espero que todo este perfume, no sea de la chica que salió hace poco en el taxi!
- Oh, no, no era de ella. Eran de Sakura.
Fue la gota que rebasó el vaso. Su sonrisa desapareció y su cara mostraba señas de evidente... furia.
- Vaya... si tenías una mujer debiste decírmelo.
Volvió sobre sus pasos dispuesto a salir de la casa. Pero Shaoran lo alcanza y lo detiene sujetándolo del brazo.
- ¿Adónde vas?
- A mi casa... -increpó soltándose bruscamente-
- Pero Eriol... ¿no estarás pensando que... ella y yo...?
- Pues me das bastantes pistas.
- Tonto celoso...
Shaoran estrechó la cintura de Hiragizawa y lo acercó a él para besarlo, pero éste apartó la cara.
- No tengo nada con ella.
- No parece.
- ¿Lo dices por el olor?... eran unos perfumes que compré.
- Pues que rápido los usaste.
- No sigas pensando que me acosté con ella... -reclamó con voz dura pero baja- No lo hice. Lo que pasó es que al guardarlos en una repisa... se me cayeron algunos encima.
- Que mentira mas patética.
- Huele mi pelo, está impregnado.
Eriol aprovecha de empujar a Li y soltarse de su abrazo.
- No me convences.
- ¡Vaya celoso!... ¿no creerás que estaba haciendo el amor con ella en una tina llena de Paloma Picasso o si?
Sonrojado, Eriol se dio la vuelta.
- ¡Claro que no!
- Se llama Rumi... -dijo mientras lo abrazaba de nuevo- es de la perfumería del centro. Le pedí que me viniera a dejar unos encargos que le hice. Se supone que hoy no vendría, pero se hizo el tiempo y llegó con lo que le pedí.
- Servicio a domicilio, esa modalidad no la conocía en las vendedoras jóvenes y bonitas.
Lentamente, Shaoran paseó sus labios por el cuello de Eriol.
- Admito que me tenté... es muy hermosa... pero te prometí que no jugaría con fuego...
Algo avergonzado, Eriol se voltea. La verdad es que se puso tremendamente celoso, pero la verdad es que no tenía derecho alguno para exigirle a Li fidelidad. Además... le creía, aunque hubiera sido mentira... le creía...
- ¿Convencido?
- No. -mintió-
- ¿Te molesta que este bañado en colonia de mujer?
- Bastante.
- Entonces hagamos un trato -anuncia Li dejando a Eriol- tú, me vas a esperar en mi pieza, o donde te moleste menos el olor, podría ser en el cuarto de arriba, el de invitados.
- ¿Y qué harás tú?
- Yo me bañaré... y luego iré a conversar contigo
- ¿Y qué te hace pensar que te esperaré?
Ante la amenaza Shaoran ríe largamente...
- Solo lo sé...
Y con aire triunfador, se fue a su ducha. Eriol, hirviendo en rabia, se fue al dormitorio de invitados.
- ¿Y yo que diablos hago aquí? debería irme a mi casa a lanzarle alguna maldición a aquella chica o a este infiel desgraciado de Shaoran que solo juega conmigo.
A los minutos de pensamiento, un ruido lo distrae.
- ¿Tardé mucho? -pregunta Li con una toalla en su pelo y otra en su cintura. La respuesta de Eriol es un simple gesto despectivo- ¿Aún molesto?
- ¿No pensarás que te creeré la historia de esa chica y los perfumes verdad? no soy tan tonto Shaoran, sé que tuviste algo con ella. Mejor cuéntame un cuento de ovnis.
- ¡Oh vamos Eriol!....... Deja ya de preocuparte por ella y comienza a preocuparte por ti.
Con paso tranquilo, el hechicero chino se aproxima a su homólogo inglés y lo tiende con cuidado sobre la cama, colocándose sobre él. Suavemente, Li se acercó para besar a su pareja, pero Eriol desvió la mirada y la cara.
- ¿De veras te molesta tanto?... por que si es así, puedo invitarla a salir uno de estos días...
- ¡¡No juegues conmigo!!
Más que furioso, Eriol se quitó de encima a Shaoran y se dirigió hacia la puerta. Más que impaciente, Li lo siguió, lo volteó del hombro y le dio un fuerte golpe en la cara
- Me cansé de ser amable. -sentenció-
Jalando a su amante del brazo, se lo echó al hombro y lo llevó hasta la cama en donde lo lanzó violentamente. Eriol intentó levantarse, pero Shaoran se colocó sobre él y su peso impidió los movimientos de Hiragizawa.
- Por las buenas o por las malas te demostraré que no me acosté con ella.
Sin que el hechicero inglés lo pudiera impedir, Li se acercó a él y lo besó con fuerza. Obligó a su pareja a aceptarlo y una vez que se unieron, el cuerpo de Eriol reaccionó solo. Ambas lenguas se encontraron y la de Shaoran se retiró para dejar que la de Hiragizawa lo explorara. Luego de algunos minutos, el gesto comenzó a suavizarse y Li se levantó, sentándose en las rodillas de su amante y soltando sus manos. Eriol se sorprendió al levantar la vista y encontrarse con una mirada llena de pena.
- Siempre me has dicho que mi boca sabe a manzanas Eriol -dijo Shaoran un poco avergonzado y con voz casi quebrada- ¿Qué sentiste?.... ¿Siguen siendo manzanas?
Ansioso, Li esperó en silencio la respuesta. Más Hiragizawa estaba en blanco y no decía nada, mas su mente estaba llena de preguntas. ¿Qué significaba esa mirada rota por la desilusión?, ¿por qué la tristeza en la voz?
- Eriol... -insistió Shaoran- ¿qué sientes?... dímelo....
El silencio continuó. Resignado, el interrogante se levanto y caminó hacia una cómoda cercana, en donde habían algunas de sus prendas y comenzó a vestirse. Eriol se sentó en la cama y lo miró largamente, sintiendo el calor que sentía cada vez que observaba la desnuda perfección de Shaoran.
- Manzanas -dijo en voz alta. Li se volteó a mirarlo algo sorprendido.- las más grandes y rojas manzanas que alguna vez haya probado.
Luego del instante de sorpresa e incredulidad, Sahoran sonrió y se acercó a Eriol. Juntos se tendieron en la cama y comenzaron a desvestirse.
***
A esa misma hora, en Osaka, Sakura tomaba un trago en su habitación de hotel. Una extraña sensación la ahogaba y no podía explicarla. Pensaba en el embarazo de Tomoyo. Pensaba, mirando la luna menguante que se elevaba esa noche, que seguramente su marido estaría revolcándose con su padrino de bodas bajo su propio techo. Empinó su vaso hasta vaciar el contenido y luego se sentó pesadamente, maldiciendo entre dientes sus dudas.
- ¿Qué te ocurre Sakura? -preguntó Tomoyo desde el umbral de la puerta de la sala.-
- ¿Pero qué haces despierta? -preguntó molesta- Tienes que cuidarte....
- Pareciera que tú debes cuidarte más que yo amiga. Me preocupas. Ya te has tomado 4 vasos de whisky.
Sakura suspiró largamente.
- Estoy confundida Tomoyo. No sé que quiero. Me molesta lo de los muchachos, pero también me molesta tu embarazo.
- Mi querida Sakura. nuestro tiempo ya pasó. Fuimos felices juntas, nos tuvimos, nos disfrutamos... pero ya es hora de acabar.
- ¿Y los sentimientos dónde quedan?
- En una situación como esta... en el olvido. Aprenderemos a amarlos de nuevo, ya lo verás.
- ¿Y ellos?
- Deberán hacer lo mismo. Con un hijo en camino, Eriol no volverá a acercarse a Shaoran... si es que no hay sentimientos entre ellos.
- ¡¿Y si los hay?!
- ¿T emes que nos abandonen?
- Ay Tomoyo.... no sé nada. No quiero perderte, pero no quiero perder a Shaoran..... he luchado tanto por el, he pasado tantas penas por él....
- Entonces no quieres perderlo por que perderías todo el esfuerzo que hiciste. Eso no es amor Sakura.
- No es solo por eso.... me siento bien con él. Me siento segura.... sé que eso tampoco es amor, pero sé que mi amor hacia él está en alguna parte de mi corazón. Opacado por lo que ahora estoy viviendo.
- Entonces regresemos. Corroboremos si ellos realmente se aman o no y luego vemos que haremos nosotras. Si se quieren, nos separamos. Si no... empecemos de nuevo.
- De acuerdo... pero dame una última noche contigo.
- No Sakura, lo nuestro ya acabó... ahora hay que acabar con lo de ellos.
- O acabar con ellos.
Ambas ríen largamente. Luego, de la mano, se van a dormir.
CONTINUARA.
notas: mas vale tarde que nunca ¿o no?. les pido mis más sinceras disculpas a todos por las tardanzas, pero aún tengo mis problemas técnicos en la espalda. Espero que les esté gustando la serie, que (parece) está próxima a su fin (cosa que me alegraría mucho).
Como ven, grandes confusiones acosan a nuestros amigos, aunque ellas pareciera que ya están decididas... pero ¿y ellos? definitivamente no creen que su hora de acabar haya llegado y eso será un gran problema. ¿Continuarán casados Eriol y Tomoyo y Sakura con Shaoran? ¿se dejarán mutuamente para formar parejas con sus amantes? ¿o continuaran con sus vidas para dar paso a una nueva generación de hechiceros (que podrían ser iguales a ellos)? eso, ni ustedes ni yo lo sabemos, pero ya vendrá el final. JA NA!
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