Era una noche tibia, la temperatura luego del tórrido día continuaba alta, y en una habitación un chico y una chica se miraban mutuamente sudados

lo ves, sigues siendo tan hombre como siempre- Akane tenia apoyada la cabeza sobre el pecho de Ranma, quien recuperaba el aire luego de un par de horas de fuerte trajín

-esta bien, necesitaba saberlo, nada mas-

-te dije que eras todo un hombre, tu maldición no tiene nada que ver con ello-

-gracias por demostrármelo, de verdad eres la primera persona, después de mi padre y mi madre que se interesa por mí- un silencio acompaño las respiraciones agitadas que se tranquilizaban lentamente, Ranma miro a la chica acostada junto a el, no solo era una experta en cosas del sexo, parecía, mentalmente, una mujer mucho mayor de lo que en realidad era, supuso que para sobrevivir en su profesión, esa dureza mental le era imprescindible, había que tener una mezcla de disciplina espartana, corazón duro y cierta actitud a los avatares de la vida para soportar una prueba mucho mas dura de lo que muchos suponía, así y todo, era una persona tan normal como cualquiera que conociera, tal vez mucho mas normal que otros, parecía no importarle lo inmenso de su fortuna, ni el supuesto poder de su familia, ni la de su prometida, cumpliendo su parte del trato, la profesional estaba allí para complacerlo hasta su mínimo deseo, pero el ser humano parecía dispuesto a demostrar, que pase lo que pase, o pase lo que te pase, eres tu, y eso no lo cambia nadie, en verdad, si la hubiera conocido en un bar, o en un restaurante..., se pregunto que pensarían sus padres si se la presentara como una amante...

Akane tubo que aceptar que Ranma era el mejor amante que habia tenido, y eso, en su larga lista de ellos, era un dudoso honor que no podía negar, jugando con los bellos del pecho de el, se pregunto cuantos de esos autoproclamados sex-man se habia esforzados para que ella estuviera tan complacida como ellos de este tipo de encuentros, solo Shampoo lo habia echo, pero ella ya no estaba allí, y Akane tampoco quería saber mas de ella, o al menos eso quería creer, pero Ranma, era un buen hombre, diablos, era un buen millonario, jamás habia conocido eso, los que habían intimado con ella la trataron siempre como un juguete, algo que se podía pagar si se lastimaba o rompía, exceptuando Shampoo... , hubiera sacudido ese Pensamiento de su cabeza si eso no los hubiera despertado de la somnolienta que les empezaba a invadir, dejo sus dedos tranquilos y trato de conciliar definitivamente el sueño, preguntándose que hubiera pasado de haberse conocido de otra manera, Akane sabia que no podía darse la esperanza de conquistarlo, tarde o temprano, se sabría que ella una prostituta, una cara, pero prostituta al fin, y los castillos de naipes no suelen durar mucho armados.

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-ya voy, ya voy, quien diablos molesta- la puerta se abrió y la mujer se quedo mirando fijamente a la otra- TU?-

-así es Nabiki, tanto tiempo-

-no el suficiente, que haces aquí?- Nabiki se quedo mirando fijamente a Shampoo, la Tendo del medio no tenia la fuerza ni la destreza de su hermana menor, pero tenia su temperamento, y no era nada agradable de conocer, años de ser una profesional terminaron de templarla, Shampoo sonrió como sin tan solo viera a una vieja amiga después de mucho tiempo

-Hola Nabiki, tan solo pasaba por aquí y pensé en saludarlas-

-y como diablos supiste donde vivíamos?-

-Akane me lo dijo cierta vez, no es algo secreto para mí-

-y tampoco debería serlo el que no eres bienvenida-

-mmmm, siempre me gustaron las chicas con carácter, tu hermana debe haberte contado-

-quieta minina, no soy Akane, no tengo problema en hundir mi plebeyo pie en tu millonario trasero-

-ahora sé por que eres la reina del látigo, estarías dispuesta a iniciar un escándalo, aquí, frente a tus vecinos?-

-no tendría problemas, tu egocéntrico ego necesita una buena paliza, y yo compre todos los boletos para dártela-

-así habla una chica de Madame, aun pareces una chica de esquina-

-te hablo como mereces, lo que le hiciste a mi hermana no tiene perdón-

-ella no se quejo, al contrario, me pedía mas... -

-no sé que diablos le hiciste a su mente, pero te aseguro algo, una vez que entro en razón, no quiso saber nada más contigo-

-creo que eso debería decírmelo ella, donde esta?-

-no te lo diría ni que me tortures- el rostro de Shampoo se ensombreció, en una fracción de segundos tomo a Nabiki del cuello y una mano y la estrujo contra el marco de la puerta, acerco su rostro al oído de Nabiki, y luego al cuello de esta, lo toco con su lengua, luego le susurro

-sabes, puta, soy buena en eso, ahora me dirás donde esta, o te lo sacare golpe a golpe, me encanta ver el rostro contraído por el dolor en las chicas lindas, tal vez te guste como tu hermana- Nabiki no podía luchar contra la fuerza de la chica, la tenia dominada por completo, de repente ambas escucharon una voz suave que les hablaba

-suelta a mi hermana- Shampoo no necesito voltear para saber quien era, sonrió maliciosamente, mientras giraba la cabeza y la apoyaba en el hombro de Nabiki para luego mirar a Kasumi

vaya, la mayor al rescate, sabes Kasumi, no me molestaría una fiesta de a tres, ustedes dos y yo, seria una fantasía anhelada, y ustedes son expertas en cumplir fantasías-

-mas vale que te vayas hice un llamado- Kasumi sostenía un celular en su mano, Shampoo sonrió

crees que la policía me asusta?-

-no, pero llame a la revista Vanity Japan, supongo que esos fisgones les encantara fotografiar a la heredera del emporio de los fideos más grande del país acosando a dos prostitutas por que no quieren atenderla- Shampoo soltó rápidamente a Nabiki, conocía suficiente a las Tendo para saber que Kasumi no mentía, sonrió encantadoramente

una jugada digna de Nabiki, bien, la encontrare, para el mundo son tres hermanas, pero las revistas del corazón y las agencias de detectives saben su verdadero trabajo, será difícil para una de las prostitutas mas cara de Japón mantenerse oculta, tú lo sabes-

-atrévete a acosar a mi hermana, y el mundo también sabrá que a ti te encanta el sadomasoquismo- Kasumi y Shampoo se miraron duramente, la millonaria se retiro, justo a tiempo para evitar a los paparazi, Nabiki sentía un fuerte dolor en la muñeca, y tenia marcado el cuello donde le tomo Shampoo

-crees que la pueda encontrar?- Kasumi se sentía preocupada, al tiempo que aplicaba una compresa en el cuello de Nabiki, esta contesto pensativa

con otro no me preocuparía, pero Akane aun, en cierta manera anhela a Shampoo, en su muy retorcida manera ella la complacía tanto como Akane a ella-

-entonces?-

-avísale a Madame, habrá problemas, Shampoo tiene razón, Akane no podrá mantenerse mucho tiempo oculta-

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-vez, hazle eso y ella se volverá loca-

-oh, no pensé que tan solo eso te hiciera sentir tan bien... dios- Akane estaba nuevamente con Ranma, en versión femenina, enseñándole secretos femeninos, para Akane, la mejor manera de que Ranma los aprendiera, era haciéndolo, o en este caso, haciéndola sentir

-con esto la volverás loca, por muy malvada o taimada que sea, ya lo veras-

-puedo... probarlo contigo... -

-esperaba que me lo preguntes- Ranma empezó a besar a Akane, y cuando empezaba a recostarla...

-QUE DIABLOS ES ESTO?- Ranma y Akane miraron asustados a una hermosa mujer de pelo negro, con una hermosa figura, piel blanca como el mármol y ojos verdes, las dos chicas en la cama trataron de cubrirse rápidamente, mientras la pelirroja solo pudo decir cuatro palabras

-Kodi, que haces aquí?-

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-no te preocupes Nabiki tratare de avisarle, pero no te preocupes, esta en un lugar que pocos paparaziz irían a encontrar, tengan cuidado, llaméenme si hay problemas, si es necesario, enviare a un policía a cuidarlas- Madame miro pensativa un cuadro frente a ella, un grupo de mujeres de la época romana parecía divertirse en una fuente, meneo la cabeza pensando que ahora era obvio que Shampoo estaba mas obsesionada con Akane que esta con Shampoo

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me conoces?- Kodashi miraba a la pelirroja que avergonzada trataba de taparse con la misma sabana que intentaba hacerlo Akane

-yo?... yo... no, no te conozco-

-que hacen en la casa de mi prometido... y en su cama-

-Él... ella... nosotros... -

-nosotros?-

-noso... nosotras... yo te lo puedo explicar, si veras... - Akane miraba a Ranma, pensó que lo mejor que podía hacer era callarse y dejar que él, o ella por ahora arreglara las cosas, pero Kodashi, se cruzo de brazos

no me digas nada, me voy a Venecia por un tiempo y ya hace festicholas a mi espalda, HOMBRES-

-oye, yo no... - la mano de Akane cayo a Ranma

ya lo vez, son incorregibles, solo déjame decirte que nosotras no sabíamos que tenia... novia, esposa?-

-soy su prometida, o lo era al menos, pero ya vera, cuando lo encuentre, sabrá cuantos pares son dos botas, RAAANNNMMAAA- de la nada salió una cinta de gimnasia, y echa una verdadera furia, se puso a recorrer la casa, Ranma miro a Akane

-que te propones?-

-quieres descubrirte, déjala que no te encuentre, luego veremos que hacemos-

-yo sé que hará, puré de Ranma-