Bien mi nuevo fic, como ya me clasifiqué es HORO x LEN no hay cambios, tal
vez al principio parezca más angst que romance pero ES romance, no
desesperen.
"Si no me quieres déjame ir"
Cap 1 "Me voy"
By:Jul-Tao
ADVERTENCIA-Lemon (Len: En el primer capi?! N/A: Si, me gusta el lemon y no me gusta que sea al último, además esto no contendrá nada más que Horo x Len) no van a poder pasarse el lemon pues es parte importante de esto, no es sólo para que gocen un rato. Pero si = quieren saltarse pues no lean el flash black. También aviso que habrá lemones en casi todos los capítulos, así que si te gusta el lemon con amor o sólo por placer, o ni eso este es tu lugar.
-Como ya lo oyeron: Estos capítulos, a comparación de mis otros fics serán largos.
Es una mañana de verano, más precisamente es 1° de Julio. No tengo idea de que horas son, pero se que es de madrugada, pues aún no se ve el sol, se oyen los cantos de los pájaros y un color violaceo traspasa las cortinas cerradas de mi habitación.
-"¿Qué hice mal? ¿qué paso? ¿por qué terminó...así?"- Son las preguntas que ahora enbargan mi cabeza, pero ya tengo sus respuestas, pero no quiero aceptarlas. Fue acaso ese uno de mis ya tantos errores, ¿fue enamorarme de él mi gran error? no quisiera creerlo, pero anoche él mismo me aclaró mi duda. Lo que hice mal : Enamorarme de él. Que paso : Aún lo ignoro (por parte de ambos) Por que terminó así : Tal vez por que nos equivocamos, o más certeramente YO me equivoqué con lo que creía que sentía, y no supe darme cuenta de muchas cosas, como que era de esperarse que esto no fuera un cuento de hadas. Claro, ¿qué en este mundo es ahora un cuento de hadas? sabía de antemano que tendría que superar varios obstáculos: La inmunda sociedad, mi familia, mis amigos y a mi mismo. Pero jamás creí que el problema sería interno, no debieron enseñarme a no ser frío, a confiar tanto en los demás, cada vez que confiamos más y más, en los amigos, en la gente y hasta en nosotros mismos nos enfrascamos en un circo donde si no andas o no sigues la corriente eres pisado por los elefantes, y mientras más confianza más te pisotean y desilucionan. Triste, pero es la realidad, si no te muestras fuerte abusan de tí. Tal vez se preguntarán, "¿por qué no confiar en ti mismo?" no es exactamente en tí, sino en tus acciones. Cuantas veces no habré escuchado en las noticias, o leido en periódicos y revistas, sobre las violaciones, los asesinatos, los engaños, mujeres embarazadas sin quererlo. A lo que quiero llegar es que muchos seguimos nuestros institntos, esos nos traicionan, pueden hacernos llegar a hacer lo que no queremos o sabemos que nos perjudicará, o decir algo que puede lastimar a alguien o bien puede ser tu Judas. Por ejemplo, ayer leí en el periódico "Nuevo día" una columna que hablaba de una mujer que fue asesinada por su propia madre, sin mal no recuerdo decía con estas mismas palabras.
"Los celos matan"
Era su título y así decía la columna:
"Era un tranquilo barrio en las afueras de Lima-Perú. Donde una mujer, identificada como Sara Torres, atacó a su propia hija de 17 años de edad dejándola sin vida. Los vecinos y familiares quedaron consternados e indigandos por el omicidio, según la propia madre todo sucedió a altas horas de la noche, cuando llegaba a su casa. Allí encontró a su hija con su marido, el padre de la niña. Tanto por los celos como por la humillación de ser engañada por su propia sangre, la mujer tomó un cuchillo de la cocina fue a la habitación y dio rienda suelta a sus actos. Hoy fue el entierro de la aún niña aunque el marido de la señora, Manuel Torres está en terapia intensiva en el hospital de Cusco, y su madre está siendo juzgada, más dice que todo fue en defensa propia."
Luego de ello se daban los detalles del juicio y el velorio, creo que también sobre la salud del hombre. Mas no leí nada de lo siguiente con la atención para memorizarlo. Este es un claro ejemplo, la mujer mató por su instinto de celos, el padre y la chica (que por cierto es menor que yo con 3 años) estuvieron juntos por su instinto, para mí es algo más que suficiente, sin contar los muchos casos que hay como ese. Otra de las preguntas que se estarán preguntando "¿cómo sabe algo de Perú si está al otro extremo del mundo?" bien tanto Horo como yo dejamos Japón y China respectivamente, para conocer el mundo y de paso terminar nuestros estudios. Claro que antes de venir a América tuvimos que mejorar el inglés y aprender el español, la verdad nos costó mucho trabajo, pero ya nos acostumbramos. Horo había terminado desde pequeño la profeción de ecólogo, pero quería estudiar biología. Yo debía estudiar economía, aunque era licenciado en derecho pero no me bastaba. Ambos conseguimos becas para terminar esos estudios en Cuba, así que fuimos para allá.
Basta decir que tuvimos problemas al entrar, ya que el terrorismo está atacando cada vez más fuerte, y las reviciones de papeles y equipaje son cada vez más estrictos, sin decir que nos obligaron a hacernos exámenes médicos ¡para ver si no teníamos neumonía atípica! esto se salía de control pero no era mi problema. Rentamos un departamento, no muy grande, me recuerda a Franfort o a Berlín (pero después no tenía nada parecido), pues la mayor parte de la gente vive haciendo tratos con esto de los departamentos, ya que la mayoría vive sólo en estos. No me acostumbraba, el calor y los bicharrajos esos. Teníamos que cuidarnos de todo, lavar todo después de comer, tapar o botar el agua, tanto limpia como sucia, sino el dengue nos mataría, dormir con mosquiteros, las arañas, etc. Seguro que eso era diferente en la Habana, pero nosotrso estábamos en una ciudad pequeña. También eso del comunismo me pareció algo extraño, yo era un millonario pero tenía que vivir como TODOS, aunque los babalaos (no se si son sacerdotes o santeros) tenían ciertos privilegios. Estuvimos allí poco tiempo, unos meses quizas, pero suficiente para terminar parte de los estudios y además aprender a bailar salsa, merengue y bachata, las noches de fiesta eran al estilo de Cuba. Horo había conseguido trabajo en el río Platano, en Honduras gracias a su fama y a la recomendación de ciertos amigos y compañeros.
-"¿¡QUEEEEEE?!"-Fue mi primera expresión, definitívamente no iría a ese lugar, pero cuando me dí cuenta estaba abordando un avión hacia Honduras, me había convencido de seguir las clases por correo. Pero no debí ir, si en la, como veía ahora, "hermosa Cuba" ya me moría por los bichos, reptiles, el calor, etc, aquí era mucho peor, y me dijeron que en República Dominicana era peor, ¡Dios! no me imaginaba nada peor que eso. Nuestra casa era ahora una "choza" no se si por trabajo, porque era lo normal o el tonto de Horo se dejó engañar, estábamos lo más lejos de la sociedad posible, lo que más me aterraba eran las enfermedades, los animales peligrosos, los asesinos y ladrones, que por cierto eran muchos que atacaban especialmente a extranjeros, y lo peor era la brujería y magia negra que en gran cantidad había. Para colmo el confiansudo de Horo quizo hacerse amigos, pero no sabíamos quienes eran, no podía confiar así nada más, quetal si le robaban, lo embrujaban ¡o lo mataban!, era un inconsiente. Luego las cosas fueron empeorando, nustras peleas se hicieron serias y frecuentes, llegaba tarde y yo ni salía de la casa por miedo. Pero mis primeras sospechas era que lo habían embrujado, ya que mis compañeros o los compañeros de trabajo de Horo me contaban sobre que estos que practicaban magia negra se fijaban en especial en extranjeros que los podían sacar de la miseria. Tantos casos y cada uno tan malo que estaba empezando a temer por todo.
Con todo lo contado, mis nervios estaban de punta y los enojos me empezaron a dar imsomnio, además de dolores de cabeza, estómago y uno punzante en el hígado. Conseguí por fin que Horo renunciara a su trabajo, pues su contrato era tan solo de 3 meses, ya que todavía estaba en "observación" y nos fuimos de esa isla tan pronto cumplió los 3 meses.
Nos mudamos a Norteamérica, entre la frontera de E.E.U.U con México. Otro departamento, pero era más grande y más cómodo, y con irme de allí yo agradecía lo que fuera. Por fin sociedad, tecnología y todo lo que quería (incluyendo un clima a mi agrado). Pero ahora venía la parte difícil, conseguir empleo.
Buscando de allí para allá, de allá para acá. Hasta que cuando nos dábamos por vencidos un amigo de mi familia, al escuchar que Len Tao necesitaba trabajo me contrató como econimista, aunque me faltaban unos meses para tener ese título. Horo también consiguió trabajo en algo parecido a los Greenpeace, con lo que me encantaba fastidiarlo. Todo estaba bien, ya habíamos tenido un empleo fijo, una vivienda, nos alcanzaba para pagar el teléfono, la luz, etc. no teníamos que preocuparnos por dejar la comida una noche o por la brujería, sólo las calles eran peligrosas, llenas de pandillas, ladrones, etc. pero eramos fuertes y eramos chamanes. Aunque tuve que omitir lo último pues dejando a Bason y a Koloro al cuidado de nuestras hermanas no teníamos ya espíritus acompañantes, pero qué mas daba, estábamos felices. Nos suscribimos al periódico antes mencionado, así me entero de lo que pasa, también por el cable tenemos canales de China y Japón, así que sabemos que es lo que pasa en nuestros paises y no nos olvidamos nustros idiomas. Horo-horo y yo ya éramos pareja estable, y no teníamos por qué ocultarlo, ya que por este lado del globo terráqueo hay tantas parejas así que no es cosa del otro mundo.
Pero así este cuento de "final feliz" duró poco, muy poco. Horo fue arrastrado por el círculo vicioso de las personas, ahora fumaba y tomaba, llegaba tarde del trabajo, y una parte de su alegría y sobretodo inocencia se había perdido. Era increible como las personas pueden arrastrarte, empieza de uno, luego 2, 3 hasta ser un grupo y se sigue extendiendo, como te pueden cambiar, como te atraen y te pudren por dentro. Bien pues lo cambiaron, incluso sus sentimientos hacia mi, o es que jamás los tuvo y los supo disimular.
Es por eso que ahora estoy aquí, sentado al lado de la ventana cerrada, llorando como jamás creí hacerlo y semidesnudo. Todo mi corazón fue destrozado la noche anterior...
Flash black
Eran las 11:00 de la noche, y un joven de 20 años, cabello azul suelto y traje negro entraba a un departamento de un edificio un poco lejos del centro, era el piso 7. Sacaba las llaves de su bolsillo y abría cuidadosamente la puerta café que daba una hermosa sala, un gran sillón color verde, junto a otros dos pequeños del mismo color, una alfombra negra con adornos rojos que se extendía por toda la habitación, un televisor de pantalla plana de 50 pulgadas, un DVD y un gran escaparate con adornos chinos y japoneses. El joven se quitó los zapatos y los dejó cerca de la puerta, se acercó a una mesa arrinconada al lado derecho de la pared para ver un teléfono negro que allí había junto una lámpara dorada, revisó la contestadora y al comprovar que no había ningún mensaje se quitó el saco negro sofocado.
Otro joven de la misma edad se encontraba en su recámara viendo la televisión, el noticiero de univisión, daban un reportaje sobre los bomberos y un fuego que se había desatado unas calles al norte de donde estaba. Traía puesta su pijama y comía un helado, pues el verano se sentía incluso en las noches. Sintió unos pasos, de seguro era Horo-horo que ya llegaba.
En la sala Horo-horo se dirigió a una gran ventana que daba del piso hasta el techo en el lado izquierdo al sillón, adornado con largas cortinas color vino y apoyó su codo en ella, veía con desaire la ciudad toda llena de luces, de personas y autos que pasaban ocupados con sus asuntos, luego se dirigió a una puerta y entró a un baño, abrió la llave y tomó agua con sus manos apra luego llevarla a la cara y el cabello, que bien se sentía refrescarse, además que se podía sentir en él un olor a cigarrillo y a alcohol del que estaba consiente no le gustaría a Len y quería por lo menos quitárselo un poco.
-Veo que ya llegaste- Comentó el chico chino sin voltear a ver a su receptor, que se encontraba apoyado en la puerta abierta.
-Que pijama tan raro- Exclamó al ver a su novio sólo con unos pantalos azul cielo casi transparentes y con unas medias blancas, sentado en forma de mariposa sobre el borde una cama blanca a medio destender, absorto en las noticias que pasaban por el televisor que tenía en frente la cama y comiendo de un bote de helado de crema y vainilla, mientras las luces de la ciudad que entraban por una ventana idéntica a la de la sala se reflejaban en su blanca cara.
-Oye, me invitas-Dijo acercándose al chico y sentándose atrás de él. Len tomó la cucharilla y con helado la llevó a la boca de Horo, que la comió para luego abrazar a Len por detrás y empezar a saborear su cuello.
-¡Horo!-Lo apartó y se dio la vuelta para verlo.
-¿Qué?-Dijo algo enojado por haberlo apartado de ese cuerpo que lo hacía suspirar y desear poseerlo innumerables veces.
-Hueles a alcohol-
-Si, es que fui a tomar unas copas, sólo unas te lo juro-Hizo una cruz en el pecho donde está su corazón.
-De acuerdo-Se volvió a dar la vuelta para seguir viendo las noticias. Horo lo volvió a abrazar y siguió donde se había quedado.
-Horo-Dijo después de unos segundos, llevando el bote del helado ya vacío en una mesa que se encontraba cerca de allí.
-¿Mmmm?-Dijo mordisqueando su oreja.
-Ya llevamos 5 años como pareja ¿no crees que es hora de dar el siguiente paso?-Horo se soprendió ante tal pregunta, y se hizo al desentendido.
-Ya sabes, ya se puede hacer entre nosotros. Casarnos-
-¿Casarnos?-Preguntó más sarcástico y divertido que desentendido. Len oyó claramente ese tono y tomó el control remoto, apagó la televisión y se volteó preocupado y enojado a su novio.
-¿Qué tiene de malo?-Preguntó a Horo enfadado, este lo soltó, y atinó a pararse de la cama caminando por la alfombra blanca del cuarto mientras llevaba hacia atrás su cabello (un ademán muy común en él desde que ya no traía cinta). No había respuesta, el silencio del suspenso crecía, mientras por la ventana la gran ciudad se daba a conocer, las sirenas de autos y ambulancias, las personas y las luces de autos, anuncios y edificios que iluminaban afuera de la ventana.
-Tu sabes, Len no podemos...-Rompió finalmente Horo, notándose que no estaba o no podía conjugar sus palabras para decirlo de una manera "sutil"
-¿¡No por qué?!-Len también se había parado y miraba a Horo desafiante- ¡¡¡No me quieres, sólo me utilzas, o es que tienes miedo!!!
-¡Len por favor no me hagas perder la paciencia, sólo NO¡-
-¿¡¡¡Por qué?!!! ¡¡anda DÍMELO!!!-
-¡¡¡¡¡¡¿¿¿Y QUE DIABLOS QUIERES QUE TE DIGA!!!!? QUE ANDO CON OTRAS, QUE SÓLO TE UTILIZABA ¿ES ESO LO QUE QUIERES QUE TE DIGA LEN TAO, ES ESO?-
-ERES UN INFELIZ, ¡¡¡¡UN...!!!-Le dio un cachetada, que hizo que su labio sangrara y su cara se diera vuelta por la fuerza. Len se quedó sorprendido por sus propias acciones, también Horo por un segundo y volvió a mirar a Len y con su mano tocó su propio labio y miró que había sangre en él.
-¿Por qué? DILO!!!-Gritó Len enfurecido exigiendo una respuesta- PARA ESO ME TRAGISTE, SÓLO PARA ESO, ES QUE ACASO...-Pero no alcanzó a terminar, pues Horo le dio un revés.
-¡¡¡ESTOY HARTO DE TÍ Y DE TUS ESTUPIDESES!!!-Él ya no tenía el control, parte del alcohol le estaban haciendo efecto- ¡¡¡ME TIENES HASTA AQUÍ!!!- Trazó una línea imaginaria a la altura de su cabeza.
-Escúchame bien Len Tao-Lo había aprisionado contra la pared al lado izquierdo de la gran ventana y le susurraba al oido, con rabia y con enojo, mientras el chino mostraba desconcierto y miedo-Tu eres mío, y eso no podrás cambiar-Lo besó a la fuerza pues el Tao trataba de safarse, pero nada conseguía, dio vuelta su cabeza con terror mientras Horo mordía y lamía su cuello y oreja.
-¡Yo no le pertenezco a nadie! ¡¡¡SUELTAME!!!-Gritó recibiendo una cachetada de Horo haciendo más fácil la tarea de tirarlo a la cama.
-Si, me perteneces y te lo demostraré- Se echó encima de Len besándolo a la fuerza, sintiendo las manos de Len tratando de safarse de él. Horo se quitó el cinturón con el cual amarró las manos de Len en el pedestal de la cama. La mueca de dolor por la atadura de Len hacía ver lo fuertemente que estaba atada esta, ya que sentía como sus muñecas se fracturaban.
Horo siguió, no le importaba que lo hiciera sufrir, él era SUYO y de nadie más.
Len no creía lo que pasaba, no quería, y eso lo cambiaba todo. Le asqueaba sentir la áspera lengua de Horo en su pecho mientras le quitaba las medias y exploraba con mucha necesidad e impaciencia su cuerpo.
Horo se quitó la camisa dejando su pecho desnudo. Besaba, lamía, mordisqueaba y mordía todo lo que el tiempo y sus institntos se lo permitían. Luego se quitó el pantalón tirándolo donde sea, no importaba quería apoderarse una vez más del delgado cuerpo de Len.
Sintió como se había quitado el pantalón, ya que traía los ojos cerrados- No, por favor, basta, no lo hagas...-súplicas vanas para Horo, primero fuertes ahora sólo murmullos y cada vez que decía una, una cachetada o algún golpe era lo que recibía de Horo. El chino sentía la entrepierna de su compañero ya dura con la cercanía, pero rogaba porque no le hiciera el amor.
Las manos de Horo pasaban de su cuello a su pecho, a su vientre y delineaban sus piernas, y subían levantando su pijama. Sus labios insistentemente posados en su hombro, y luego en su cuello y quijada, para morder los labios de su presa y dejar rastro en su pecho. Sus manos llegaban a la cadera luego de subir el pijama entraban en los pantalones, masturbando delineando estrujando, pero con la única diferencia que esta vez los bajó tirándolos fuera, dejando desnudo a Len. Sus labios ya no sólo llegaron al vientre sino más abajo, a su cadera, luego a su entrepierna, probando y lamiendo, mordisqueando, de la punta a la base subiendo y bajando, mientras se oían los gemidos de dolor de Len que con cada toque un "Horo" salía de sus labios.
Después de probar su sabor, bajó la lengua por las piernas hasta las rodillas y subía de nuevo para llegar al pecho y besar, y de nuevo a la boca para delinear sus labios con la lengua, para someter a la de Len y por más que lo impidiese invadir su boca llegando a poseerla.
El Tao dejó derramar lágrimas que se creaban en sus ojos dorados y bajaban por su mejilla y a veces por su cuerpo, llegando a ser indiferentes para Horo.
Y se quitó los boxers que llevaba dejando libre su erección, tomó los muslos de Len y los acomó, para luego abrirlos.
-Tranquilo-Susurró cínico en su oido.
Lo penetró, sin prepararlo, sin importarle, sólo lo hizo. Len gimió fuertemente arqueando su espalda.
Embestidas rápidas y certeras comenzaron, más fuerte cada segundo, con más deseo y más ansiedad. Para Len con más dolor.
Sus manos bajando y subiendo por su cuerpo, penetrando y jadeando. Más y más fuerte, no saciaba aún su apetito depredador.
Gemía, lloraba y jadeaba, mientras trataba inútilmente de safarse de la cama, movía su cabeza de un lado a otro, mordía su labio inferior, pero nada calmaba ese dolor. Siempre había llegado a sentir placer, más ahora ni un poco se encontraba presente.
Más, más, hasta que explotó dentro de su amante, culminando con un gemido suyo y un grito de dolor de parte de Len, mientras ya sangraban sus muñecas de tanto forcejarlas. No podía creerlo, pero Horo lo había violado.
Fin de flah black
Bien así es, Horo me violó. Y yo lo quería, pero que demonios, aún lo quiero, pero se que el no a mí, sólo me quería por...mi cuerpo. Y si esto va a seguir así, es hora de tomar una decisión, ahora mismo.
En otro lugar...
Eran ya las 6:55 de la mañana y un joven de cabello azul y ojos negros que se asimilaban a los de un lobo del ártico estaba sentado en una fuente donde chorreaba agua y la brisa movía sus cabellos al compás de una música silenciosa, la fuente era de un parque, uno lleno, pero a estas horas vacío donde el único presente era Horo con una camisa blanca y pantalones negros fumando su 5° cigarrillo. Su mente le mostraba imágenes que no recordaba con claridad. Ancoche bebió demasiado y lo único que sabía era que despertó desnudo al lado de Len que estaba en el mismo estado y con un fuerte dolor de cabeza. Pero salió de su departamento luego de vestirse, pues algo le decía que había hecho algo muy malo anoche, y por ser muy temprano supo que casi nadie debería estar en el parque y salió a pensar. Y lo peor fue recordar lo que había sucedido, se acostó con Len a la fuerza, o más bien obligó a Len a tener sexo con él. Tenía que volver, sabía que estaría despierto y ¿qué le iba a decir? -perdón por haberte violado- eso era estúpido. Tenía que enfriarse la cabeza, como si pudiese con el calor, bien sería mejor que volviera si algo había que decir y disculpar, tendría que brotar de su cabeza en ese momento, después de todo era Len la persona a quien más amaba en el mundo. Apagó el cigarrillo y salió de ahí corriendo a su departamento.
Subió las escaleras sin saludar a nadie y abrió la puerta con llave que daba al número 134, al entrar buscó a Len por su nombre y entró a su habitación, pero no alló ni a Len ni a parte de sus cosas.
-¿Len? ¡¡¡¡Len!!!!-buscó por todo el lugar, las cosas de Len no estaban, y quetal si mientras no estaba entraron ladrones y se lo llevaron, pero eso era ilógico ya que las únicas cosas que no estaban eran las de Len, pero las de él simpre fueron las más finas y costosas. Pero todo indicaba que se había ido, pero tenía que estar seguro. Empezó a buscar una nota o algo, vaciaba cajones, escaparates, todo.
-Pero que estúpido-Podía preguntar a la recebcionista, pero ya no era necesario. Cuando estaba saliendo vio en una mesa el teléfono negro, que tenía un mensaje en la contestadora. Fue a ella y apretó un botón.
-"Horo-horo si sólo me quieres para la cama, me largo de aquí "- Len dejó un mensaje era su voz, si se había ido-"hasta nunca"-y lo había perdido para siempre. Sólo llevó hacia atrás su cabello y prendió otro cigarro, no importaba donde, él lo encontraría así tuviese que recorrer el mundo entero.
OK que les pareció, se que no fue TAN largo, pero más que otros si, reviews please!!!! es que me encanta esta historia, siempre quice escribir algo así. Como verán yo NO me invento ciertas cosas. Como los paises, sus costumbres y culturas, también a lo largo de esta serie se verán las diferentes formas de pensar de las personas de diferentes temas. Aquí SI saben que se quieren eso es seguro, también hubo lemon, me da esto del lemon? creo que soy pésima y son autosuficientes y no tienen que tener conflicto con sus amigos, Pilika o la familia de Len, aunque también aparecerán los otros chamanes y otras parejas. Sayonara reviews!!!
"Si no me quieres déjame ir"
Cap 1 "Me voy"
By:Jul-Tao
ADVERTENCIA-Lemon (Len: En el primer capi?! N/A: Si, me gusta el lemon y no me gusta que sea al último, además esto no contendrá nada más que Horo x Len) no van a poder pasarse el lemon pues es parte importante de esto, no es sólo para que gocen un rato. Pero si = quieren saltarse pues no lean el flash black. También aviso que habrá lemones en casi todos los capítulos, así que si te gusta el lemon con amor o sólo por placer, o ni eso este es tu lugar.
-Como ya lo oyeron: Estos capítulos, a comparación de mis otros fics serán largos.
Es una mañana de verano, más precisamente es 1° de Julio. No tengo idea de que horas son, pero se que es de madrugada, pues aún no se ve el sol, se oyen los cantos de los pájaros y un color violaceo traspasa las cortinas cerradas de mi habitación.
-"¿Qué hice mal? ¿qué paso? ¿por qué terminó...así?"- Son las preguntas que ahora enbargan mi cabeza, pero ya tengo sus respuestas, pero no quiero aceptarlas. Fue acaso ese uno de mis ya tantos errores, ¿fue enamorarme de él mi gran error? no quisiera creerlo, pero anoche él mismo me aclaró mi duda. Lo que hice mal : Enamorarme de él. Que paso : Aún lo ignoro (por parte de ambos) Por que terminó así : Tal vez por que nos equivocamos, o más certeramente YO me equivoqué con lo que creía que sentía, y no supe darme cuenta de muchas cosas, como que era de esperarse que esto no fuera un cuento de hadas. Claro, ¿qué en este mundo es ahora un cuento de hadas? sabía de antemano que tendría que superar varios obstáculos: La inmunda sociedad, mi familia, mis amigos y a mi mismo. Pero jamás creí que el problema sería interno, no debieron enseñarme a no ser frío, a confiar tanto en los demás, cada vez que confiamos más y más, en los amigos, en la gente y hasta en nosotros mismos nos enfrascamos en un circo donde si no andas o no sigues la corriente eres pisado por los elefantes, y mientras más confianza más te pisotean y desilucionan. Triste, pero es la realidad, si no te muestras fuerte abusan de tí. Tal vez se preguntarán, "¿por qué no confiar en ti mismo?" no es exactamente en tí, sino en tus acciones. Cuantas veces no habré escuchado en las noticias, o leido en periódicos y revistas, sobre las violaciones, los asesinatos, los engaños, mujeres embarazadas sin quererlo. A lo que quiero llegar es que muchos seguimos nuestros institntos, esos nos traicionan, pueden hacernos llegar a hacer lo que no queremos o sabemos que nos perjudicará, o decir algo que puede lastimar a alguien o bien puede ser tu Judas. Por ejemplo, ayer leí en el periódico "Nuevo día" una columna que hablaba de una mujer que fue asesinada por su propia madre, sin mal no recuerdo decía con estas mismas palabras.
"Los celos matan"
Era su título y así decía la columna:
"Era un tranquilo barrio en las afueras de Lima-Perú. Donde una mujer, identificada como Sara Torres, atacó a su propia hija de 17 años de edad dejándola sin vida. Los vecinos y familiares quedaron consternados e indigandos por el omicidio, según la propia madre todo sucedió a altas horas de la noche, cuando llegaba a su casa. Allí encontró a su hija con su marido, el padre de la niña. Tanto por los celos como por la humillación de ser engañada por su propia sangre, la mujer tomó un cuchillo de la cocina fue a la habitación y dio rienda suelta a sus actos. Hoy fue el entierro de la aún niña aunque el marido de la señora, Manuel Torres está en terapia intensiva en el hospital de Cusco, y su madre está siendo juzgada, más dice que todo fue en defensa propia."
Luego de ello se daban los detalles del juicio y el velorio, creo que también sobre la salud del hombre. Mas no leí nada de lo siguiente con la atención para memorizarlo. Este es un claro ejemplo, la mujer mató por su instinto de celos, el padre y la chica (que por cierto es menor que yo con 3 años) estuvieron juntos por su instinto, para mí es algo más que suficiente, sin contar los muchos casos que hay como ese. Otra de las preguntas que se estarán preguntando "¿cómo sabe algo de Perú si está al otro extremo del mundo?" bien tanto Horo como yo dejamos Japón y China respectivamente, para conocer el mundo y de paso terminar nuestros estudios. Claro que antes de venir a América tuvimos que mejorar el inglés y aprender el español, la verdad nos costó mucho trabajo, pero ya nos acostumbramos. Horo había terminado desde pequeño la profeción de ecólogo, pero quería estudiar biología. Yo debía estudiar economía, aunque era licenciado en derecho pero no me bastaba. Ambos conseguimos becas para terminar esos estudios en Cuba, así que fuimos para allá.
Basta decir que tuvimos problemas al entrar, ya que el terrorismo está atacando cada vez más fuerte, y las reviciones de papeles y equipaje son cada vez más estrictos, sin decir que nos obligaron a hacernos exámenes médicos ¡para ver si no teníamos neumonía atípica! esto se salía de control pero no era mi problema. Rentamos un departamento, no muy grande, me recuerda a Franfort o a Berlín (pero después no tenía nada parecido), pues la mayor parte de la gente vive haciendo tratos con esto de los departamentos, ya que la mayoría vive sólo en estos. No me acostumbraba, el calor y los bicharrajos esos. Teníamos que cuidarnos de todo, lavar todo después de comer, tapar o botar el agua, tanto limpia como sucia, sino el dengue nos mataría, dormir con mosquiteros, las arañas, etc. Seguro que eso era diferente en la Habana, pero nosotrso estábamos en una ciudad pequeña. También eso del comunismo me pareció algo extraño, yo era un millonario pero tenía que vivir como TODOS, aunque los babalaos (no se si son sacerdotes o santeros) tenían ciertos privilegios. Estuvimos allí poco tiempo, unos meses quizas, pero suficiente para terminar parte de los estudios y además aprender a bailar salsa, merengue y bachata, las noches de fiesta eran al estilo de Cuba. Horo había conseguido trabajo en el río Platano, en Honduras gracias a su fama y a la recomendación de ciertos amigos y compañeros.
-"¿¡QUEEEEEE?!"-Fue mi primera expresión, definitívamente no iría a ese lugar, pero cuando me dí cuenta estaba abordando un avión hacia Honduras, me había convencido de seguir las clases por correo. Pero no debí ir, si en la, como veía ahora, "hermosa Cuba" ya me moría por los bichos, reptiles, el calor, etc, aquí era mucho peor, y me dijeron que en República Dominicana era peor, ¡Dios! no me imaginaba nada peor que eso. Nuestra casa era ahora una "choza" no se si por trabajo, porque era lo normal o el tonto de Horo se dejó engañar, estábamos lo más lejos de la sociedad posible, lo que más me aterraba eran las enfermedades, los animales peligrosos, los asesinos y ladrones, que por cierto eran muchos que atacaban especialmente a extranjeros, y lo peor era la brujería y magia negra que en gran cantidad había. Para colmo el confiansudo de Horo quizo hacerse amigos, pero no sabíamos quienes eran, no podía confiar así nada más, quetal si le robaban, lo embrujaban ¡o lo mataban!, era un inconsiente. Luego las cosas fueron empeorando, nustras peleas se hicieron serias y frecuentes, llegaba tarde y yo ni salía de la casa por miedo. Pero mis primeras sospechas era que lo habían embrujado, ya que mis compañeros o los compañeros de trabajo de Horo me contaban sobre que estos que practicaban magia negra se fijaban en especial en extranjeros que los podían sacar de la miseria. Tantos casos y cada uno tan malo que estaba empezando a temer por todo.
Con todo lo contado, mis nervios estaban de punta y los enojos me empezaron a dar imsomnio, además de dolores de cabeza, estómago y uno punzante en el hígado. Conseguí por fin que Horo renunciara a su trabajo, pues su contrato era tan solo de 3 meses, ya que todavía estaba en "observación" y nos fuimos de esa isla tan pronto cumplió los 3 meses.
Nos mudamos a Norteamérica, entre la frontera de E.E.U.U con México. Otro departamento, pero era más grande y más cómodo, y con irme de allí yo agradecía lo que fuera. Por fin sociedad, tecnología y todo lo que quería (incluyendo un clima a mi agrado). Pero ahora venía la parte difícil, conseguir empleo.
Buscando de allí para allá, de allá para acá. Hasta que cuando nos dábamos por vencidos un amigo de mi familia, al escuchar que Len Tao necesitaba trabajo me contrató como econimista, aunque me faltaban unos meses para tener ese título. Horo también consiguió trabajo en algo parecido a los Greenpeace, con lo que me encantaba fastidiarlo. Todo estaba bien, ya habíamos tenido un empleo fijo, una vivienda, nos alcanzaba para pagar el teléfono, la luz, etc. no teníamos que preocuparnos por dejar la comida una noche o por la brujería, sólo las calles eran peligrosas, llenas de pandillas, ladrones, etc. pero eramos fuertes y eramos chamanes. Aunque tuve que omitir lo último pues dejando a Bason y a Koloro al cuidado de nuestras hermanas no teníamos ya espíritus acompañantes, pero qué mas daba, estábamos felices. Nos suscribimos al periódico antes mencionado, así me entero de lo que pasa, también por el cable tenemos canales de China y Japón, así que sabemos que es lo que pasa en nuestros paises y no nos olvidamos nustros idiomas. Horo-horo y yo ya éramos pareja estable, y no teníamos por qué ocultarlo, ya que por este lado del globo terráqueo hay tantas parejas así que no es cosa del otro mundo.
Pero así este cuento de "final feliz" duró poco, muy poco. Horo fue arrastrado por el círculo vicioso de las personas, ahora fumaba y tomaba, llegaba tarde del trabajo, y una parte de su alegría y sobretodo inocencia se había perdido. Era increible como las personas pueden arrastrarte, empieza de uno, luego 2, 3 hasta ser un grupo y se sigue extendiendo, como te pueden cambiar, como te atraen y te pudren por dentro. Bien pues lo cambiaron, incluso sus sentimientos hacia mi, o es que jamás los tuvo y los supo disimular.
Es por eso que ahora estoy aquí, sentado al lado de la ventana cerrada, llorando como jamás creí hacerlo y semidesnudo. Todo mi corazón fue destrozado la noche anterior...
Flash black
Eran las 11:00 de la noche, y un joven de 20 años, cabello azul suelto y traje negro entraba a un departamento de un edificio un poco lejos del centro, era el piso 7. Sacaba las llaves de su bolsillo y abría cuidadosamente la puerta café que daba una hermosa sala, un gran sillón color verde, junto a otros dos pequeños del mismo color, una alfombra negra con adornos rojos que se extendía por toda la habitación, un televisor de pantalla plana de 50 pulgadas, un DVD y un gran escaparate con adornos chinos y japoneses. El joven se quitó los zapatos y los dejó cerca de la puerta, se acercó a una mesa arrinconada al lado derecho de la pared para ver un teléfono negro que allí había junto una lámpara dorada, revisó la contestadora y al comprovar que no había ningún mensaje se quitó el saco negro sofocado.
Otro joven de la misma edad se encontraba en su recámara viendo la televisión, el noticiero de univisión, daban un reportaje sobre los bomberos y un fuego que se había desatado unas calles al norte de donde estaba. Traía puesta su pijama y comía un helado, pues el verano se sentía incluso en las noches. Sintió unos pasos, de seguro era Horo-horo que ya llegaba.
En la sala Horo-horo se dirigió a una gran ventana que daba del piso hasta el techo en el lado izquierdo al sillón, adornado con largas cortinas color vino y apoyó su codo en ella, veía con desaire la ciudad toda llena de luces, de personas y autos que pasaban ocupados con sus asuntos, luego se dirigió a una puerta y entró a un baño, abrió la llave y tomó agua con sus manos apra luego llevarla a la cara y el cabello, que bien se sentía refrescarse, además que se podía sentir en él un olor a cigarrillo y a alcohol del que estaba consiente no le gustaría a Len y quería por lo menos quitárselo un poco.
-Veo que ya llegaste- Comentó el chico chino sin voltear a ver a su receptor, que se encontraba apoyado en la puerta abierta.
-Que pijama tan raro- Exclamó al ver a su novio sólo con unos pantalos azul cielo casi transparentes y con unas medias blancas, sentado en forma de mariposa sobre el borde una cama blanca a medio destender, absorto en las noticias que pasaban por el televisor que tenía en frente la cama y comiendo de un bote de helado de crema y vainilla, mientras las luces de la ciudad que entraban por una ventana idéntica a la de la sala se reflejaban en su blanca cara.
-Oye, me invitas-Dijo acercándose al chico y sentándose atrás de él. Len tomó la cucharilla y con helado la llevó a la boca de Horo, que la comió para luego abrazar a Len por detrás y empezar a saborear su cuello.
-¡Horo!-Lo apartó y se dio la vuelta para verlo.
-¿Qué?-Dijo algo enojado por haberlo apartado de ese cuerpo que lo hacía suspirar y desear poseerlo innumerables veces.
-Hueles a alcohol-
-Si, es que fui a tomar unas copas, sólo unas te lo juro-Hizo una cruz en el pecho donde está su corazón.
-De acuerdo-Se volvió a dar la vuelta para seguir viendo las noticias. Horo lo volvió a abrazar y siguió donde se había quedado.
-Horo-Dijo después de unos segundos, llevando el bote del helado ya vacío en una mesa que se encontraba cerca de allí.
-¿Mmmm?-Dijo mordisqueando su oreja.
-Ya llevamos 5 años como pareja ¿no crees que es hora de dar el siguiente paso?-Horo se soprendió ante tal pregunta, y se hizo al desentendido.
-Ya sabes, ya se puede hacer entre nosotros. Casarnos-
-¿Casarnos?-Preguntó más sarcástico y divertido que desentendido. Len oyó claramente ese tono y tomó el control remoto, apagó la televisión y se volteó preocupado y enojado a su novio.
-¿Qué tiene de malo?-Preguntó a Horo enfadado, este lo soltó, y atinó a pararse de la cama caminando por la alfombra blanca del cuarto mientras llevaba hacia atrás su cabello (un ademán muy común en él desde que ya no traía cinta). No había respuesta, el silencio del suspenso crecía, mientras por la ventana la gran ciudad se daba a conocer, las sirenas de autos y ambulancias, las personas y las luces de autos, anuncios y edificios que iluminaban afuera de la ventana.
-Tu sabes, Len no podemos...-Rompió finalmente Horo, notándose que no estaba o no podía conjugar sus palabras para decirlo de una manera "sutil"
-¿¡No por qué?!-Len también se había parado y miraba a Horo desafiante- ¡¡¡No me quieres, sólo me utilzas, o es que tienes miedo!!!
-¡Len por favor no me hagas perder la paciencia, sólo NO¡-
-¿¡¡¡Por qué?!!! ¡¡anda DÍMELO!!!-
-¡¡¡¡¡¡¿¿¿Y QUE DIABLOS QUIERES QUE TE DIGA!!!!? QUE ANDO CON OTRAS, QUE SÓLO TE UTILIZABA ¿ES ESO LO QUE QUIERES QUE TE DIGA LEN TAO, ES ESO?-
-ERES UN INFELIZ, ¡¡¡¡UN...!!!-Le dio un cachetada, que hizo que su labio sangrara y su cara se diera vuelta por la fuerza. Len se quedó sorprendido por sus propias acciones, también Horo por un segundo y volvió a mirar a Len y con su mano tocó su propio labio y miró que había sangre en él.
-¿Por qué? DILO!!!-Gritó Len enfurecido exigiendo una respuesta- PARA ESO ME TRAGISTE, SÓLO PARA ESO, ES QUE ACASO...-Pero no alcanzó a terminar, pues Horo le dio un revés.
-¡¡¡ESTOY HARTO DE TÍ Y DE TUS ESTUPIDESES!!!-Él ya no tenía el control, parte del alcohol le estaban haciendo efecto- ¡¡¡ME TIENES HASTA AQUÍ!!!- Trazó una línea imaginaria a la altura de su cabeza.
-Escúchame bien Len Tao-Lo había aprisionado contra la pared al lado izquierdo de la gran ventana y le susurraba al oido, con rabia y con enojo, mientras el chino mostraba desconcierto y miedo-Tu eres mío, y eso no podrás cambiar-Lo besó a la fuerza pues el Tao trataba de safarse, pero nada conseguía, dio vuelta su cabeza con terror mientras Horo mordía y lamía su cuello y oreja.
-¡Yo no le pertenezco a nadie! ¡¡¡SUELTAME!!!-Gritó recibiendo una cachetada de Horo haciendo más fácil la tarea de tirarlo a la cama.
-Si, me perteneces y te lo demostraré- Se echó encima de Len besándolo a la fuerza, sintiendo las manos de Len tratando de safarse de él. Horo se quitó el cinturón con el cual amarró las manos de Len en el pedestal de la cama. La mueca de dolor por la atadura de Len hacía ver lo fuertemente que estaba atada esta, ya que sentía como sus muñecas se fracturaban.
Horo siguió, no le importaba que lo hiciera sufrir, él era SUYO y de nadie más.
Len no creía lo que pasaba, no quería, y eso lo cambiaba todo. Le asqueaba sentir la áspera lengua de Horo en su pecho mientras le quitaba las medias y exploraba con mucha necesidad e impaciencia su cuerpo.
Horo se quitó la camisa dejando su pecho desnudo. Besaba, lamía, mordisqueaba y mordía todo lo que el tiempo y sus institntos se lo permitían. Luego se quitó el pantalón tirándolo donde sea, no importaba quería apoderarse una vez más del delgado cuerpo de Len.
Sintió como se había quitado el pantalón, ya que traía los ojos cerrados- No, por favor, basta, no lo hagas...-súplicas vanas para Horo, primero fuertes ahora sólo murmullos y cada vez que decía una, una cachetada o algún golpe era lo que recibía de Horo. El chino sentía la entrepierna de su compañero ya dura con la cercanía, pero rogaba porque no le hiciera el amor.
Las manos de Horo pasaban de su cuello a su pecho, a su vientre y delineaban sus piernas, y subían levantando su pijama. Sus labios insistentemente posados en su hombro, y luego en su cuello y quijada, para morder los labios de su presa y dejar rastro en su pecho. Sus manos llegaban a la cadera luego de subir el pijama entraban en los pantalones, masturbando delineando estrujando, pero con la única diferencia que esta vez los bajó tirándolos fuera, dejando desnudo a Len. Sus labios ya no sólo llegaron al vientre sino más abajo, a su cadera, luego a su entrepierna, probando y lamiendo, mordisqueando, de la punta a la base subiendo y bajando, mientras se oían los gemidos de dolor de Len que con cada toque un "Horo" salía de sus labios.
Después de probar su sabor, bajó la lengua por las piernas hasta las rodillas y subía de nuevo para llegar al pecho y besar, y de nuevo a la boca para delinear sus labios con la lengua, para someter a la de Len y por más que lo impidiese invadir su boca llegando a poseerla.
El Tao dejó derramar lágrimas que se creaban en sus ojos dorados y bajaban por su mejilla y a veces por su cuerpo, llegando a ser indiferentes para Horo.
Y se quitó los boxers que llevaba dejando libre su erección, tomó los muslos de Len y los acomó, para luego abrirlos.
-Tranquilo-Susurró cínico en su oido.
Lo penetró, sin prepararlo, sin importarle, sólo lo hizo. Len gimió fuertemente arqueando su espalda.
Embestidas rápidas y certeras comenzaron, más fuerte cada segundo, con más deseo y más ansiedad. Para Len con más dolor.
Sus manos bajando y subiendo por su cuerpo, penetrando y jadeando. Más y más fuerte, no saciaba aún su apetito depredador.
Gemía, lloraba y jadeaba, mientras trataba inútilmente de safarse de la cama, movía su cabeza de un lado a otro, mordía su labio inferior, pero nada calmaba ese dolor. Siempre había llegado a sentir placer, más ahora ni un poco se encontraba presente.
Más, más, hasta que explotó dentro de su amante, culminando con un gemido suyo y un grito de dolor de parte de Len, mientras ya sangraban sus muñecas de tanto forcejarlas. No podía creerlo, pero Horo lo había violado.
Fin de flah black
Bien así es, Horo me violó. Y yo lo quería, pero que demonios, aún lo quiero, pero se que el no a mí, sólo me quería por...mi cuerpo. Y si esto va a seguir así, es hora de tomar una decisión, ahora mismo.
En otro lugar...
Eran ya las 6:55 de la mañana y un joven de cabello azul y ojos negros que se asimilaban a los de un lobo del ártico estaba sentado en una fuente donde chorreaba agua y la brisa movía sus cabellos al compás de una música silenciosa, la fuente era de un parque, uno lleno, pero a estas horas vacío donde el único presente era Horo con una camisa blanca y pantalones negros fumando su 5° cigarrillo. Su mente le mostraba imágenes que no recordaba con claridad. Ancoche bebió demasiado y lo único que sabía era que despertó desnudo al lado de Len que estaba en el mismo estado y con un fuerte dolor de cabeza. Pero salió de su departamento luego de vestirse, pues algo le decía que había hecho algo muy malo anoche, y por ser muy temprano supo que casi nadie debería estar en el parque y salió a pensar. Y lo peor fue recordar lo que había sucedido, se acostó con Len a la fuerza, o más bien obligó a Len a tener sexo con él. Tenía que volver, sabía que estaría despierto y ¿qué le iba a decir? -perdón por haberte violado- eso era estúpido. Tenía que enfriarse la cabeza, como si pudiese con el calor, bien sería mejor que volviera si algo había que decir y disculpar, tendría que brotar de su cabeza en ese momento, después de todo era Len la persona a quien más amaba en el mundo. Apagó el cigarrillo y salió de ahí corriendo a su departamento.
Subió las escaleras sin saludar a nadie y abrió la puerta con llave que daba al número 134, al entrar buscó a Len por su nombre y entró a su habitación, pero no alló ni a Len ni a parte de sus cosas.
-¿Len? ¡¡¡¡Len!!!!-buscó por todo el lugar, las cosas de Len no estaban, y quetal si mientras no estaba entraron ladrones y se lo llevaron, pero eso era ilógico ya que las únicas cosas que no estaban eran las de Len, pero las de él simpre fueron las más finas y costosas. Pero todo indicaba que se había ido, pero tenía que estar seguro. Empezó a buscar una nota o algo, vaciaba cajones, escaparates, todo.
-Pero que estúpido-Podía preguntar a la recebcionista, pero ya no era necesario. Cuando estaba saliendo vio en una mesa el teléfono negro, que tenía un mensaje en la contestadora. Fue a ella y apretó un botón.
-"Horo-horo si sólo me quieres para la cama, me largo de aquí "- Len dejó un mensaje era su voz, si se había ido-"hasta nunca"-y lo había perdido para siempre. Sólo llevó hacia atrás su cabello y prendió otro cigarro, no importaba donde, él lo encontraría así tuviese que recorrer el mundo entero.
OK que les pareció, se que no fue TAN largo, pero más que otros si, reviews please!!!! es que me encanta esta historia, siempre quice escribir algo así. Como verán yo NO me invento ciertas cosas. Como los paises, sus costumbres y culturas, también a lo largo de esta serie se verán las diferentes formas de pensar de las personas de diferentes temas. Aquí SI saben que se quieren eso es seguro, también hubo lemon, me da esto del lemon? creo que soy pésima y son autosuficientes y no tienen que tener conflicto con sus amigos, Pilika o la familia de Len, aunque también aparecerán los otros chamanes y otras parejas. Sayonara reviews!!!
