Capitulo 17 – Regresa A Mí
-Aquí hay algo… -dijo Lily dejando el pergamino sobre la mesa.
-Bellatrix… -susurro Angelica.
Remus frunció ligeramente el ceño y se rasco la barbilla.
-Eso, Sirius y yo ya lo sospechábamos…
Lily alzo las cejas.
-¿A sí? ¿Y por qué no lo habías dicho?
-Bueno… Es que también era una suposición, había varias cosas que indicaban que ella y su larga lista de amiguitos habían sido los culpables, pero no eran pruebas reales…
-¿Qué eran esas cosas?
Angelica esbozó una sonrisa.
-Sirius tiene la mala costumbre de culpar siempre a Bella cuando algo malo pasa.
-¿Bella? –repitió Lily con incredulidad.
Angelica hizo una mueca.
-¿Qué más da? Bella, Bellatrix… Al fin y al cabo es lo mismo…
Remus leía con atención lo que había escrito Lily.
-Lils… ¿Qué querías decir con "todo aquello que una vez estuvo ahí, no se borrará"?
Lily enarcó una ceja.
-Esta bastante claro… Que los recuerdos de Aya que una vez estuvieron en su cabeza, no se borraran –dijo la pelirroja volviendo a leer lo que tenía frente a ella.
-Por lo que de alguna forma Aya debió de almacenarnos en alguna parte… No serán todos estos pergaminos sus recuerdos, ¿no? –dijo Angelica con temor.
Remus negó.
-Es imposible, no sería racional… Todos los recuerdos de una persona no se pueden escribir simplemente en unos cuantos pergaminos. De lo que si estoy seguro es de que si que nos intento decir la forma de devolvérselos.
Angelica suspiro.
-Esto es más complicado que los problema de Harrisons –profesor de Aritmancia-, a este paso Sirius le enseñara a controlar su poder y se devolverá ella sola sus recuerdos y nosotros habremos echo el primo a lo bestia, además seguro que la solución estaba aquí, delante de nosotros, todo el tiempo.
-También podemos convencer a Sirius de que hable con su prima –sugirió Lily.
Remus y Angelica soltaron una carcajada.
-¿Sirius? ¿Sirius Black? ¿Con Bellatrix? ¿Me estas tomando el pelo? –dijo Angelica.
-No creo que perdamos nada por intentarlo. Además esta el hecho de que es por el bien de Aya –dijo Lily con una media sonrisa.
Remus sonrió también.
-Entonces decidido, convenceremos a Sirius de que hable con Bellatrix, por el bien de Aya –dijo Angelica.
o.O.o
-¿Por qué siempre que vengo estás tu aquí? –dijo Ben exasperado.
Sirius se encogió de hombros.
-Porque es el mejor amigo del mundo y se preocupa por mi –respondió Aya por Sirius ojeando una revista sin interés.
Ben la miro incrédulo y miro a Sirius que sonreía de oreja a oreja. Se había ganado el cariño de Aya a la fuerza, aunque ella lo hubiese olvidado todo, incluso leer… Recordaba trozos de sus tiempos como mejores amigos, y lo recordaba con situaciones tontas, con gestos… Sirius se quedo mirando a la morena durante unos segundos.
Aya noto la mirada fija de Sirius sobre ella y apartó la mirada de la revista.
-¿Querías algo, Ben? –dijo Aya apartando la mirada de Sirius con una sonrisa.
Ben miraba a Aya con suspicacia.
-Aya… Sabes que eres mi novia, ¿no?
Aya lo miro sorprendida.
-Ben… ¿A qué viene eso?
-¿Cómo que a que viene eso? –dijo Ben levantándose enfadado.
-Pues que no ve porque le dices eso justamente ahora –contesto Sirius con tranquilidad.
Ben lo fulmino con la mirada.
-TÚ no te metas. Y no lo defiendas, Aya. Por primera vez, desde que perdiste la memoria vamos a hablar. Por lo que, Black, sobras.
-¿Sobro? –dijo Sirius con ironía.
-¡Sí! Lárgate.
Aya frunció el entrecejo.
-Hasta que no… -comenzo Sirius.
-Sirius, vete.
Sirius miro sorprendido a Aya.
-¿Qué?
-Ya me has oido, vete. Vuelve dentro de un rato. Yo también creo que necesitamos una conversación.
Ben miro triunfante a Sirius, mientras que el moreno salía a regañadientes de la enfermería.
-No se que es lo que te traes entre manos con Black, pero no me gusta nada.
-Mira, Rowan –dijo Aya secamente-, lo que me traiga entre manos con Sirius no es de tu incumbencia. Es la única persona, a parte de mis amigas y Remus, que de verdad se ha preocupado por mí, se está entregando al máximo. Cosa que no creo que tú hagas, es más cuanto menos tengas que hacer, mejor.
-Te ha comido el coco.
-¡No! Esto lo estoy pensando yo solita, con lo que he estado viendo durante estas tres, casi cuatro semanas.
-Seguro. El se comporta así, porque lo único que quiere es que me dejes y corras de nuevo a sus brazos. Entonces empezaras a salir con él, y después cuando se canse de ti, cuando se canse de su capricho de turno, entonces, te dejará, y tú te quedarás sola y con el corazón roto.
Aya cerro los ojos y los puños con fuerza. Odiaba que los recuerdos viniesen y fuesen de aquella manera tan dolorosa, le dolía la cabeza, le daban como agudos pinchazos en las sienes, y ahí estaba el recuerdo, ella y Sirius estaban discutiendo, él le decía una y otra vez que dejase a Ben, pero más que celos parecía una verdadera preocupación, y después le dijo que él no pensaba recoger los trozos de su corazón roto. Oyo la voz de Ben a lo lejos.
-¡Aya! –dijo el chico preocupado.
Aya abrió los ojos y frunciendo el ceño.
-No me interrumpas cuando me vuelva un recuerdo.
-¿Qué recuerdo era?
-Eso no te importa –dijo Aya con enfado.
-No sería nada relacionado con Black, ¿no?
-¿Y eso que más da?
-Pues…
-Mira, Ben, creo que antes era una insensata, no quería ver que… Que clase de persona eras, estaba de enamorada de ti. Estaba ciega y no quería ver lo que todo el mundo me decía –dijo Aya.
-Pero, osito…
-Ben… Aunque no sea lo que más me guste, es de ti del que más recuerdos tengo por el momento, he estado analizándolos y me he dado cuenta de que me has hecho mucho daño, mucho, Ben… Eso de volver conmigo porque nuestros padres nos obligaban y bueno… Tú te comportaste como si nunca hubiese pasado nada… Como si no me hubieras sido infiel delante de mis narices.
-Porque había que empezar desde el principio… Había que hacer borrón y cuenta nueva.
-Eres un caprichoso y un niño de mamá, Benjamin. Haces todo sin pensar en las consecuencias –dijo una voz femenina tras él.
Ben se levanto de un brinco al escuchar aquella voz.
-Señora Stern…
-Mi marido se encapricho contigo. Yo en ningún momento estuve de acuerdo con aquel noviazgo, fuiste cruel con mi hija, con mi hija y con todas las chicas con las que has salido –dijo Anna ceñuda sentándose junto a Aya.
-Exacto, Benny. ¿Alguna vez pensaste en mí cuando te enamoraste de Aya? Bueno, enamorarte, encapricharte –dijo Lily junto a Anna Stern.
-Claro que sí, Lils… Antes de salir contigo eras mi mejor amiga.
Lily esbozo una sonrisa irónica.
-¿De verdad? No hablamos en todo el verano y cuando te vi con Aya en el callejón Diagon, pretendiste que todo fuese como había sido antes de que empezáramos a salir. Y no, Ben, eso no podía ser. Desde el momento en que empezamos a salir nos cargamos nuestra amistad –dijo Lily cruzándose de brazos-. Iba siendo hora de que tuviésemos esta conversación.
La única idea que se le pasaba a Ben por la cabeza era el como salir de allí, estaba muy incómodo y no quería enfrentarse a aquello.
Aya sonrió a Lily y esta le devolvió la sonrisa.
-¿Qué pasa? ¿Reunión de mujeres? –dijo Peter Stern divertido.
Las tres se miraron entre sí y esbozaron una sonrisa.
-Algo así, cariño –dijo Anna.
Peter reparó en Ben y frunció el ceño.
-No estaríais sometiendo a mi muchacho a un interrogatorio de 3º grado, ¿no? –dijo cogiendo a Ben por los hombros.
Aya y Anna suspiraron y Lily se ruborizo.
o.O.o
Angelica miraba con desesperación los papeles frente a ella.
-¡No entiendo nada! –murmuro entre dientes la rubia.
Remus la miró esbozando una sonrisa muy tierna.
-Si pierdes la paciencia antes de empezar, Ang –dijo el licántropo.
Angelica lo miró ruborizada.
-Lo sé, pero es que… No tiene sentido –dijo apoyando la cabeza en sus manos y leyendo de nuevo el pergamino.
Remus negó con la cabeza sonriente.
-Claro que sí. Solo tienes que esforzarte un poquitín.
Angelica bajo uno de sus brazos y miro a Remus. Remus sintió un nudo en el estomago, hacía tanto tiempo que veía esa mirada dedicada a él, casi sin darse cuenta había apartado un mechón de la cara de Angelica y lo había dejado detrás de su oreja.
Angelica sonreía como una tonta, aquellos ojos casi amarillos que tanto le gustaban, la miraban a ella, SOLO a ella, la estaban hipnotizando, pero, ¡maldita sea, Angie! Habéis venido aquí para ayudar a Aya, no para haceros ojitos… Pero que más daba, solo iban a ser unos segundos más…
-Hola, cielo –dijo una voz muy empalagosa y bastante conocida por ambos.
-Roro, ¿qué haces aquí? –le pregunto Remus cansado.
Roxy lo miró sorprendida.
-Creo que la biblioteca es un sitio público, cielo –dijo sentándose sobre las rodillas del apuesto merodeador.
Angelica parecía querer asesinar a Roxy con la mirada, Remus intentaba que Roxy se bajase de sus piernas, pero la morena estaba aparentemente muy cómoda sobre ellas.
-Lo es, Roxy, pero para ligar te vas a un burdel.
Roxy ignoro el comentario de Angelica y la miro con una sonrisa.
-Pequeña Combs, ándate con cuidado, ¿vale? No me provoques o puedes terminar mal –dijo acariciando la mejilla de Angelica.
Angelica se aparto con brusquedad e hizo una mueca.
-Ro… -comenzó Remus.
-¿Sabéis algo de nuestro querido Jamsie? –le interrumpió intentando parecer casual.
Ambos se pusieron en alerta y miraron interrogantes a Roxy.
-No, pero seguro que tú sí –dijo Angelica.
Roxy abrió las piernas de Remus y se sentó en el espacio que quedaba entre ellas sonriente.
-No lo sé… Hace bastante que no lo veo… Quizá, si… Puede que sea el último cuerpo que enterramos, era bastante mono.
Angelica frunció el ceño.
-Roxy, levántate, por favor –dijo Remus quitándose a la chica de encima-. Y no vuelvas a bromear con eso.
Roxy se acerco a los labios de Remus seductoramente.
-Tranquilo, pequeño lobito –ronroneó Roxy-. No volveré a bromear con Jamsie.
Cogió a Remus de la nuca y lo besó. Remus se aparto de ella bruscamente.
-No lo hagas.
-Adiós, cielo –dijo Roxy sonriente echando a andar-. Adiós, Combs.
Angelica parecía a punto de estallar.
-¡Será zorra! –murmuro entre dientes.
-Angie…
-¡Déjame en paz! –exclamó Angelica poniéndose en pie y saliendo de la biblioteca con enfado.
Lily miro a Angelica salir muy enfadada, entro con rapidez en la biblioteca y buscó a Remus con la mirada.
-¿Qué ha pasado? -Remus estaba muy concentrado en lo que leía-. ¡Remus!
El chico tampoco parecía estar de muy buen humor.
-¿Qué?
-¿Qué ha pasado con Angie?
-Ha sido culpa de Roxy… -murmuro.
-¿Roxy? –repitió Lily.
-Sí… Ha venido como siempre ha interrumpir, ha preguntado por James, luego ha bromeado un rato con la muerte de Prongs, y después me ha besado.
-¿Ha preguntado por James? –dijo Lily mirando a Remus.
-Sí –contesto Remus secamente.
-Ella tiene que saber algo –dijo Lily echando a andar.
-Hola, Lils –dijo una voz a su lado.
Lily lo miró.
-Hola, Sev… No tengo tiempo.
-¿A quién buscas? –dijo Severus jugando con una pelota distraídamente.
-¿Cómo sabes que busco a alguien?
-Es muy fácil met… -Severus se quedo en silencio y frunció el ceño-. Es muy fácil adivinar lo que la gente busca.
Lily lo miro con suspicacia.
-A Roxy.
La pelota se le cayó al suelo.
-¿White? –pregunto recogiéndola.
-¿Conoces a alguna otra?
-No creo que sea buena idea hablar con ella, o quedarse a solas y…
-Sé cuidarme sola, Severus.
-No con Roxy cerca –dijo Severus ceñudo.
-¿Y eso por qué?
-Es peligrosa.
-¿Roro peligrosa? Puede que sea algo arpía y cruel, pero no…
-Te acompaño.
-¿Me acompañas? –repitió Lily sin dar crédito.
-Sí… -murmuro el chico.
-¿Me buscabas, sangre sucia? –dijo Roxy tras ella.
Lily dio media vuelta y la miro.
-No me llames así.
Roxy bostezó.
-¿Qué querías?
-¿Qué sabes de James?
La postura de Roxy cambió y apareció una bonita sonrisa en su cara.
-Oh… Ya veo, vamos a volver a hablar de Potter…
Severus miraba a Roxy con desconfianza, aunque fuera de los suyos, no se fiaba de esa chica en absoluto, era impredecible.
-Si, Roro, volvemos a hablar de él.
Pero Roxy centro su atención en otra persona.
-¿Qué haces con ella, Snape?
Snape la fulminó con la mirada.
-Creo que eso no es de tu incumbencia, White.
Roxy esbozo una sonrisa.
-Puede que de la mía no, pero sé que a una persona le interesara mucho saber que hacias tu con una sangre sucia –dijo con malicia.
-Siempre igual… -dijo el chico evidentemente molesto.
-Y espero que tengas una buena excusa para Él, porque no creo que se crea cualquier tontería... Lo sabes a la perfección.
Severus hizo una mueca y Roxy echo a andar. Lily miraba confusa al chico.
-Roxy…
-En cuanto a ti, Evans –dijo la morena con dulzura-. Pronto tendrás tu respuesta.
Lily miro a Roxy sin entender.
-¿Qué…? –comenzó Lily mirando hacia su derecha, pero Severus no estaba.
Una chica paso por su lado con mucha rapidez y evidentemente enfadada. Angelica cogió a Roxy de los cuellos de la camisa y pego contra la pared.
-No lo vuelvas a hacer –dijo Angelica, sus ojos estaban llenos de furia y celos.
-¡Angie! –dijo Lily tras ella-. Suéltala.
Angelica no parecía tener la menor intención de hacerlo, Roxy la miraba sonriente.
-¿Sabes que esos sentimientos son los que te hacen débil, Angie-gie? –dijo Roxy.
Angelica la soltó asustada. Solo había una persona que la llamaba Angie-gie, y era Ally. Lily también había reparado en eso y miraba a Roxy interrogante.
-¿Cómo… Cómo…?
Roxy se alisó la capa y la camisa con tranquilidad.
-Cuida bien de las personas que quieres, Ang. Te lo digo de corazón.
-Como si tú tuvieses de eso –dijo Angelica.
Roxy sonrió.
-Lo tuve una vez... Pero para ser fuerte y seguir viviendo hay que deshacerse de él –dijo Roxy dando media vuelta.
Lily miro con curiosidad a Roxy, quizá se había hecho una idea errónea de ella…
o.O.o
-Vamos, Sirius, no te estoy pidiendo que te cases con ella –dijo Lily dejando su cuchara en la mesa.
Sirius la miro con el entrecejo fruncido.
-Atrévete a pedírmelo –la reto Sirius.
-Sirius, es por el bien de Aya.
-No creo que Bellatrix este dispuesta a ayudar a Aya.
-Solo queremos saber si fue ella… Quizá diciendo su nombre, quizá… Nos lleve a alguna parte –dijo Lily intentando convencer a Sirius.
Sirius alzó las cejas.
-Nada de lo que dice esa Black puede ser de ayuda…
-Por favor.
Sirius pareció pensárselo.
-Bien, pero tu estarás delante –accedió el moreno.
-¿Yo? ¿Por qué?
-Para que veas que tengo razón.
-Es más posible que te mande a la mierda conmigo delante.
-Lo hará de todas formas. Vamos –dijo cogiendo a Lily de la mano y levantándose.
-No creo que sea buena idea, Sirius…
-Claro que sí. Que se atreva a tocarte, tendré la mejor oportunidad para quitármela de encima.
Lily miro con una sonrisa a Sirius.
-A principio de curso tenía una idea muy equivocada sobre ti.
-A principio de curso tenias una idea muy equivocada sobre todos, aunque yo también la tenía sobre ti, pero puedo decirte que estoy orgulloso de que Prongs haya encontrado una chica como tú.
Lily sonrió.
-Gracias –dijo la pelirroja ruborizada-. ¿A dónde vamos? –preguntó después de unos cinco minutos andando.
-¿A dónde pretendes ir a buscar a mi prima?
-Pues…
-A los pasillos que llevan a la sala común de Slytherin –contesto Sirius por ella-. ¡Bella, querida! –exclamó Sirius con alegría fingida.
Una chica de largo, liso y sedoso pelo negro, ojos azules grisáceos fríos e inquietantes se giro y miró a su primo con sorpresa.
-¿Qué haces aquí, repudiado?
Sirius esbozo una sonrisa.
-Pues la verdad es que tenía ganas de saber como estaba mi prima favorita, ¿sabes? Y dije, ¿por qué no voy a hacerle una visi…?
-¿Qué hace ella contigo? –dijo Bellatrix asqueada.
Lily alzo las cejas sonriente
-Bueno por lo menos ella no dice eso… Creo que incluso me va a caer bien –dijo Lily.
Bellatrix alzo una ceja y miro con indiferencia a Lily.
-Ella me acompaña, Bella. Además no creo que sea de tu incumbencia.
-Tienes razón, no lo es… Y me voy antes de que me vean demasiado tiempo contigo –dijo Bellatrix echándose hacia atrás el pelo y dando media vuelta.
Sirius la detuvo:
-No te muevas.
Bellatrix se giro con una sonrisa maliciosa.
-¿Desde cuando me das ordenes, primito? –dijo Bellatrix divertida.
-Lo de Aya… Fuiste tú, ¿verdad? –dijo Sirius.
Los ojos de Bellatrix brillaron de felicidad.
-No sé a que te refieres.
-Vamos, Bella, nos conocemos muy bien… A mí no me engañas con un no lo sé.
-Si quieres atribuirme a mí ese excelente trabajo, allá tú.
-¿Excelente trabajo? –repitió Lily.
Sirius negó con la cabeza y Bellatrix la miro con interés.
-Sí, sangre sucia, excelente. ¿Quieres probarlo?
Lily frunció el entrecejo, busco su varita, pero la mano de Sirius la detuvo.
-Sabía que fuiste tú… Desde el principio.
Bellatrix sonrió.
-Entonces eres más listo de lo que creía, Black... –dijo la morena.
-Pero mira quien está aquí… -dijo una voz tras ellos.
Sirius puso los ojos en blanco, un chico bastante parecido a Sirius pero unos 5 años más joven los miraba sonriente.
-Si, mira quien está aquí, hermanito… ¿Qué tal todo?
-Divinamente bien, ¿verdad, Bella? –dijo el chico acercándose a Bellatrix que lo miro esbozando una sonrisa cómplice.
Lily apretó con fuerza la mano de Sirius, no le gustaba nada como se iban poniendo las cosas, estaban dos Gryffindors contra varios Slytherins que les unían a Bellatrix y a Regulus. Sirius se puso delante de ella con disimulo.
-Le iba a contar ahora mismo a tu querido hermanito la apasionante historia de Stern vs nosotros… -dijo Bellatrix apoyada en uno de los hombros de Regulus.
-Oh. Una historia terriblemente conmovedora –dijo Regulus limpiándose una lágrima fingida-. Soy yo, Aya, Sirius, Siri-Poo…
-Cierra la boca –le interrumpió Sirius-. Si no quieres que te la cierre yo.
Lily miro de reojo hacia derecha e izquierda, por unos segundos creyó ver su salvación, pero no podía pedirle a Severus que los sacase de aquí y que él quedase airoso.
-¿En serio? ¿Me vas a pegar? –dijo Regulus divertido.
-No creo que, Sirius se atreva a pegarte, Regulus… -dijo una chica rubia tras ellos-. Es demasiado bueno, demasiado Gryffindor.
Sirius esbozo una sonrisa, no se iba dejar intimidar por una panda de estúpidas serpientes.
-Creo, Narcisa –dijo Sirius-, que los Gryffindors nos caracterizamos por nuestra valentía, así que si quieres atribuir el título de "Cobarde" a alguien, mejor que sea a alguien de tu casa.
Lily esbozo una sonrisa y Snape se fijo en los dos Gryffindors que estaban acorralados.
-¿Qué pasa ahí? –dijo Severus en tono autoritario.
-Solo nos divertimos un rato, Sev –dijo Narcisa.
-Dejadlos en paz, si no queréis meteros en problemas… -dijo una voz que arrastraba las palabras.
-¡Lucius! –dijo la rubia saltando sobre el chico. (N/A: Lo sé, lo sé… Pero me apetecía que el rubio entrase en la historia, no hay más xD)
-Ya sabéis la preferencia que tiene Dumbledore por los Gryffindors, dejadlos y no os metáis en más problemas.
Se miraron entre ellos.
-Ha dicho que los dejéis en paz –dijo Severus-. Y ahora lo digo yo. No quiero más líos como el del otro día.
-Que aburrido eres, Sev –dijo Bellatrix cogiendo a Severus de la corbata y tirando de él hacia su sala común-. Adiós, primito. Un placer hablar contigo.
-No puedo decir lo mismo, Bella –dijo Sirius.
Bellatrix rió.
-Adiós, Black –dijo Regulus echando a andar.
Lily miró a Sirius.
-No digas nada –dijo Sirius antes de que la pelirroja pudiese decir nada.
-Solo iba a decir que tiene la familia más rara del mundo.
-No, no es rara.
-¿Entonces?
-Esa no es mi familia, eso para empezar. Y tan solo son una panda de locos enamorados de las artes oscuras, de si mismos y de Vold…
-Yo que tu no diría su nombre aquí, Black… Por tu propio bien –dijo Lucius Malfoy tras él.
-Gracias por ayudarnos, gran Lucius.
-Solo lo he hecho para no enfadar más al Señor Tenebroso, tuvo suficiente con lo del otro día, así que no te creas que te estoy haciendo un favor, Black –dijo Lucius.
-Tranquilo, ni se me ha pasado por la cabeza.
Lucius echo a andar.
-Por cierto, Black, dile a tu amiguita sangre sucia –Lily frunció el entrecejo-, que se ande con más cuidado.
-¿A qué te refieres? –dijo Lily.
-Tu ya sabes a que me refiero –dijo esbozando una sonrisa.
Sirius miro a Lily.
-Ten cuidado, ¿vale? Nunca me ha caído bien, Malfoy, pero… Si te advierte es por algo… Alguien quiere hacer algo contra ti, y además en contra de la voluntad de su señor…
-Vale… Tranquilo.
-Así me gusta, buena chica.
Lily le saco la lengua.
o.O.o
Sirius estaba sentado en una silla junto a la cama de Aya pensativo, Angelica y Lily sentadas una a cada lado de la chica y Remus paseaba de un lado para otro.
-¿De verdad que no te suenan de nada los nombres que te acabamos de dar? –dijo Remus.
Aya lo miró.
-Ya te he dicho que sí, pero no los asocio con nada…
Y se volvió a hacer el mismo silencio incómodo de antes.
-Pues yo estaba pensando en cortarme el pelo –dijo Lily sorprendiendo a todos.
-¿Qué? –dijo Angelica-. Pero si tu pelo es así, precioso.
-Pues yo quiero cortármelo.
Sirius alzo las cejas y Remus miro incrédulo a la pelirroja.
-Quieres demasiado ese pelo como para cortarlo.
-¿Qué no me atrevo?
-No, Lils, no… Nadie dice que no te atrevas –dijo Aya intentando tranquilizarla y hacerla cambiar de idea-. Pero te queda mucho mejor así.
Lily se cruzo de brazos.
-Me da igual lo que digáis –dijo la pelirroja levantándose y echando a correr hacia al baño.
-¡No! –dijo Angelica levantándose tras ella.
Lily cerró la puerta del baño con la respiración entrecortada.
-¡Sí! –dijo Lily divertida.
Era impresionante como se tomaba las cosas… ¿De verdad pensaban que estaba tan loca como para cortarse su preciosa melena pelirroja? ¡Ni loca! Pero si que tomaría cartas en el asunto.
o.O.o
Angelica llevaba 30 minutos esperando a que Lily saliese de una maldita vez del baño, la rubia ya se imaginaba el pelo pelirrojo de Lily tirado por el suelo. La puerta se abrió y dejo ver a una bonita chica con media melena sonriente.
-¿Qué tal? –dijo Lily dando una vuelta sobre sí misma.
Remus alzo una ceja y esbozo una sonrisa.
-Te queda genial, Lily –dijo Remus.
Lily sonrió, sabía que Remus se daría cuenta en seguida.
-¡Tu pelo! –dijo Angelica acercándose a Lily-. Tu precioso pelo… Que te llegaba a la cintura… ¿Dónde esta? Mírate, pareces Lily Evans con 15 años.
-¿Y qué tenía de malo Lily Evans con 15 años? –dijo la pelirroja fingiendo haberse molestado.
-Nada, nada… Solo que tener el pelo más largo te hacía parecer más adulta –dijo Angelica.
-Eso está mejor.
Sirius se quedo mirando el pelo de Lily.
-Muy graciosa, anda quítate ese hechizo –dijo Sirius bostezando-. No te queda nada bien el pelo así.
-Pues a James le gustaba –dijo Lily moviendo su varita y dejando ver de nuevo su larga melena roja.
De nuevo todo se quedo en silencio, bueno menos Angelica que no se creía que su amiga la podía haber engañado de aquella forma tan vil.
-Muy bonito, Lils… No es en absoluto gracioso –dijo Angelica cruzandose de brazos-. ¿Y qué os pasa a vosotros? ¿Toca minuto de silencio?
Sirius miro con el entrecejo ligeramente fruncido a Angelica.
-Que poca sensibilidad tienes, Ang.
-¿Yo? ¿Qué pasa? ¿Qué he hecho mal?
Lily esbozo una sonrisa.
-Nada, tonta. Bueno… Yo me voy –dijo Lily-. Tengo una cosa pendiente que hacer… -añadio quedándose pensativa.
Sirius y Remus la miraron.
-¿Y se puede saber que es esa cosa? –dijo Sirius.
Lily los miro con enfado.
-Tranquilos, no voy a tener una cita secreta con Sev.
-¿Cómo que Sev? –dijo Angelica.
Lily suspiró.
-¿Una cita secreta? –dijo Sirius alterado-. ¡Serás…!
Aya miro a Lily compadeciéndose de ella y Remus miraba a la pelirroja con cierta preocupación.
-¿Lily? –dijo Remus despertando a la chica del medio trance en el que estaba.
-¿Eh? Se me hace tarde… Tengo que irme –dijo Lily esbozando una sonrisa.
Remus la miro confundido y salió tras ella hacía la habitación de chicos.
-¡Ree, espera! Voy contigo –dijo Angelica corriendo detrás del chico.
-Me preocupa Lily… -dijo Aya.
-¿Por?
-¿No la has visto? Se ha quedado en un trance y… Yo creo que tiene que ver con lo tenia que hacer…
-Puede –dijo Sirius sentándose junto a la morena sonriente-. ¿Qué tal tú?
-Bien –dijo Aya sonriente-. Mi madre le ha dicho a Rowan que si se vuelve a acercar a mi que esta muerto y mi padre que si no lo hace también esta muerto –añadió la chica divertida.
Sirius alzo las cejas.
-Lo compadezco.
-Que va. Se lo tiene merecido.
Sirius negó con la cabeza.
-¿Sabes? Tú estabas muy enamorada de Ben –dijo Sirius en contra de su voluntad.
-¿En serio? No sé porque… No…
-Aya, no quiero que ahora odies a Ben por mi culpa, quiero que sigas con tu vida normal y corriente, no quiero cambiarla.
-Mi vida ya esta cambiada, Sirius… -dijo Aya con tristeza-. O lo estará hasta que lo recuerde todo. ¿Te puedes creer que ni si quiera me acuerdo de mi primer día en Hogwarts? Ni recuerdo como conocí a Ben, ni a Lily, ni a Angelica… Ni a ti. Y necesito saberlo, necesito tener esos recuerdos en mí. Es como vivir la vida de otra persona –una lágrima rebelde se escapo de sus ojos, Aya la limpió con rapidez, pero a esta la siguieron muchas más.
Sirius abrazo a la chica y la pego contra él con fuerza.
-Todo se arreglará…
-Eso quiero pensar –murmuro Aya agarrándose al jersey de Sirius, el cual desprendía un agradable olor a jabón y a colonia (Que suerte tiene esta chica…¬¬)-. Pero no sé ni como, ni cuando… Y necesito que ocurra ya, porque algo me dice que lo que estoy empezando a sentir no esta bien…
-¿Qué empiezas a sentir?
Aya alzo la cabeza y miro a Sirius a los ojos.
-Me estoy enamorando de ti… -dijo casi sin voz-. Y sé que…
Sirius la miro sorprendido.
-¿Qué...?
-Sé que es muy repentino, pero...
-No digas nada… No quieras saber nada… -le susurro mientras se acercaba lentamente a ella.
Aya lo miraba sorprendida, sabía lo que iba a hacer, pero no quería moverse. Aunque supiese a la perfección que aquello estaba mal, que él era su mejor amigo, que no podía estropear esa amistad… Pero los ojos de Sirius la hipnotizaban y la dejaban atontada, Sirius se había perdido en los ojos casi violetas de la chica, pero como si de un imán se tratase sus bocas se iban acercando hasta que se rozaron y ambos se estremecieron. Sirius se desperto entonces y la beso con pasión, rodeo su cuello con sus manos y disfruto de aquello que tanto había deseado. Aya había subido sus brazos hasta los hombros del chico, Sirius se separo un poco y…
-¡Aya! –dijo Sirius al ver a la chica temblar de arriba abajo. Tenía los ojos en blanco y el cuerpo rígido-. ¡¡Popy! –grito Sirius con desesperación. La enfermera entro asustada y miro con terror a la chica-. No me hagas esto, ahora no…
Aya paro de temblar, se movió un poco de derecha a izquierda, como si estuviese soñado, entonces se incorporó con brusquedad y abrió los ojos de par en par.
-No podrán conmigo… –susurró esbozando una sonrisa.
o.O.o
Lily miro los jardines, todavía conservaban un poco de nieve, y eso que eran principios de marzo, generalmente a esas alturas ya solo tenían mucho frío y lluvia como para inundar todo Nueva York. Se ajusto con la mano libre el abrigo que llevaba sobre el uniforme, bajo las escaleras con rapidez y miro el cielo, era de un gris plomo y amenazaba con llover. Recorrió todos los jardines medio corriendo, medio andando, hasta que llego al campo de Quidditch. Anduvo hasta que llego al centro del campo, allí se desplomo en suelo, se dejo caer sobre sus rodillas y dejo la gran caja de cartón a un lado.
Las primeras gotas de lluvia mojaron su larga melena rojiza, pero Lily lo ignoro por completo. Se dedico a sacar una por una las cosas que contenía la caja, mientras la lluvia la empapaba por completo.
-Bien… Bueno… -empezó la pelirroja-. Llevaba desde San Valentín dándole vueltas, y... Por fin veo que era lo que tenía que hacer, lo que tenía que hacer si de verdad quiero olvidarme de una vez de ti. No va a ser fácil, porque son demasiadas las cosas que me recuerdan a ti…
-Pero voy ha intentarlo. Porque… ¿Sabes? Quiero ser feliz, y mientras tú sigas incrustado en mi cabeza no será posible. He escogido dos cosas, dos cosas con las que me voy a quedar, porque son demasiado importantes para mí. Una es Remus y Sirius, si ya sé que a ellos no los puedo quemar, por eso descarte la idea en seguida… Y la segunda es tu carta con nuestra foto de Halloween dentro. ¿Por qué la carta? Para asegurarme a mí misma de que me dejaste por eso... Asegurarme de que no perdí a la persona que más he querido porque me dio la gana y para asegurarme de que no pude luchar por ti…
-Lo he intentado, James, pero… Ya son dos meses, sé que por ti podría esperar incluso dos años, pero sabiendo que estas bien, y que no estas muerto. No puedo cerrar las puertas por alguien que quizá nunca vuelva, por alguien al que quizá espere durante años y al final… Al final se muera y yo haya echado a perder los mejores años de mi vida…
Las lágrimas de la pelirroja se confundían con la lluvia, saco su varita y apunto a las cosas.
-Te quiero, James Potter, pero por alguna parte hay que empezar a olvidar… -susurro apretando contra su corazón la carta-. ¡F…!
De alguna forma dejo de llover, Lily miro a su alrededor, pero ahí seguía lloviendo, entonces reparó en la sombra que estaba detrás de ella.
-Yo que tú no haría eso… -dijo una voz tras ella.
o.O.o
Y así se nos acaba esta apasionante aventura llena de misterios, amor y aventura… xDDDDDDDD Digamos que solo tiene amor y ya, y lo de apasionante aventura lo dejamos por mediocre historia romanticona. Hola de nuevo, mis queridísimas niñas! ¿Qué tal todo? Espero que muy bien n.n Y como no tengo tiempo de enrollarme mucho ya que tengo que irme corriendito, corriendito, pues comento por encima el fic.
Aya y su "vuelvo a recordar, milagro, milagrón". Ese final has sido de película total, no sé de donde me salió, sip, creo que lo vi en una película, y su frase de "No podrán conmigo", que graciosa xDD Después Lily y la sombra misteriosa, os pongo los posibles personajes: Angie, James, Remus, Severus o Sirius. Yo habría uno que descartaría sin lugar a dudas, pero bueno… xD Vosotras me diréis!
Muchísimas gracias a: Ely (alias Eñy en ocasiones ;D), JameslovestoLily (dos caps para que vuelva, eh? Ya veremos… xD), Virgi (que nos tiene nuevo nick la niña! Me gusta más este n.n), Arabella Figg Black (Lily huye de Snape? 0.o ¿Tu crees? Ne… no huye de él), Alejandra13 (me encantaría tener tiempo para contestar tu extenso rr, pero no tengo T.T Respecto a lo de Aya, hmm… puede que lleves razón, ¡quién sabe! n.-) y AldaParKinson (hmmm, no sabremos si fue James o no el que le habló hasta el próximo cap!). Bsks 1000 a todas! Os quiero mucho n.n
Os dejo el adelanto y el titulo del próximo capitulo: "Will You Still Love Me Tomorrow?", el titulo viene de una canción de la BSO de Bridget Jones 2.
-¡Maldita arpía, hija de su madre! -dijo Aya levantándose y yendo hacia la puerta.
-Pues... Que si fuese tan fácil cazarme todas, te habrías dado cuenta de que te quiero, de que no quería que te separases de mí y te fueses con ese imbécil de Robbin.
-No lo dudes ni por un segundo... Oh, Roxy. Tengo una pregunta... ¿Estabas tu cuando le borraron la memoria a Aya?
-Ni me lo menciones –masculló Roxy mirándolo de mal humor.
