Disclaimer: Pues eso, que yo soy JK Rowling, ¿no me veis? Ps… Soy una de las mujeres más ricas del mundo y hago lo que quiero con mis personajes, hasta se los regalo a esa niña de pelo rizado (Ari salta y salta para que le de los papeles en los que esta escrito que me regala a Lily, James, Sirius y Remus) xDDD TT Ya me gustaría.

Capítulo 18 - Will You Still Love Me Tomorrow?

De alguna forma dejo de llover, Lily miro a su alrededor, pero ahí seguía lloviendo, entonces reparó en la sombra que estaba detrás de ella.

-Yo que tú no haría eso… -dijo una voz tras ella.

Lily se estremeció al escuchar esa voz, se giro lentamente mientras se ponía en pie, como temiendo lo que iba a encontrar allí. Lo miro directamente a los ojos y se dio cuenta de que nada había cambiado.

-Esto es otro sueño... -susurro cerrando los ojos con lentitud.

El joven esbozo una sonrisa, se acercó tímidamente a la pelirroja y la abrazo con mucha fuerza, pegándola contra su ser, sintiéndola, como no la había sentido en tanto tiempo. La echaba tanto de menos.

-No es ningún sueño -le susurro James en el oído. (N/A: ¡Oh, Dios mío! T..T Como lo he echado de menos)

Lily abrió los ojos y lo miró de nuevo con los ojos llenos de lágrimas.

-Estas bien... -murmuro abrazándolo con fuerza-. Estas bien...

-Te he echado tanto de menos... -dijo James apartando un poco a la pelirroja para mirarla directamente a esos ojos verdes que tanto lo embobaban-. Creí que no volvería a ver est...

Lily había pasado sus brazos tras el cuello de James y lo había pegando contra ella, besándolo con deseo. Sus labios estaban pidiendo a gritos que los juntara con los de él, sus bocas se juntaron a la perfección y sus lenguas se buscaron. Lily se aparto del chico con el ceño fruncido.

-¡Una maldita carta, Potter! -dijo Lily colocando los brazos en sus caderas-. Está bien que no tuvieses tiempo para despedirte, pero yo creo que habrías tardado lo mismo despidiéndote de mi que escribiendo esa carta.

James esbozo una sonrisa, echaba de menos el pelo rojo oscuro de Lily, sus ojos verdes, su boca, sus labios, su cuerpo, sus enfados, sus gritos. ¡Todo! James llevo su mano a un mechón de pelo de Lily, jugo con él y la atrajo hacia él.

-No habría podido, Lily... No habría podido -murmuro abrazándola con fuerza.

Lily sonrió como una tonta.

-No he sabido nada de ti...

-No habría podido dar media vuelta, sabiendo que a ti se te estaba rompiendo el corazón, viéndote llorar, abrazándome y pidiéndome que no me fuera...

Lily alzo la mirada y lo miro.

-¿Cómo...?

-Porque aunque lleve dos meses fuera, sé como te comportas en cada ocasión. Y todavía recuerdo el espectáculo que montaste en 5º con Amos.

-Amos... ¿Qué tal está?

James sonrió.

-Bien... Pero, ¿por qué no se lo preguntas tu cuando venga la semana que viene?

-¿Va a venir? -James asintió-. Oh, eso es genial... -dijo Lily colgándose del cuello de James.

-¿Eres feliz?

-Contigo aquí, soy la persona más feliz del planeta... Te quiero...

James sintió como se le ponía la piel de gallina.

-Y yo... Mucho, Lily. Mucho... -dijo besándola con dulzura.

-¿Te has enterado de lo de Aya? -susurro Lily apartándose del chico.

-¿Qué pasa con Aya? -pregunto James preocupado.

-No tiene memoria... Ella...

-¿Ha sido atacada? -dijo James adivinando lo que Lily le iba a decir-. ¿Y a ti? ¿Te ha pasado algo? ¿Alguna anomalía?

Lily lo miro divertida.

-No me trates como a un testigo de un atentado...

James sonrió.

-Pero, entonces... ¿Nada?

-Pues... Bellatrix Black y Regulus, reconocieron haberlo hecho...

-¿Y lo sabe Dumbledore?

-No...

-Tengo que ir a verlo...

-Pero...

-No, tranquila -dijo James rodeando los hombros de Lily con su brazo-. Tengo que avisarle de que he vuelto.

-¿Te importa que te acompañe?

-¿Qué clase de pregunta es esa? No me vas a separar de ti, ni aunque utilices toda la magia del mundo.

-¿Incluso para dormir y ducharme?

-Ahí más que nunca -dijo el chico esbozando una sonrisa maliciosa.

-¡Serás...!

-¡Eh! Aquí la mal pensada eres tú.

-¿Yo? -dijo la pelirroja divertida-. ¿Cómo no voy a pensar cosas raras con esa sonrisa?

-No me digas que no la adoras... -dijo James pegando su frente contra la de Lily.

-No empieces... ¡Las cosas! -dijo Lily cuando comenzaban a subir las escaleras.

Accio! -dijo James por ella, cogió la caja al vuelo y la coloco al lado contrario del que iba Lily agarrada.

-¿Look nuevo? -dijo Lily mirando al chico con interés. Digamos que James se había dejado un poco más largo el pelo, y estaba más cachas que antes. Llevaba una gabardina de cuero y unos vaqueros.

-Que va... -dijo James ruborizándose.

-Te queda genial -dijo metiendo su mano en el bolsillo posterior del pantalón del chico.

James volvió a besarla y empujo con fuerza las puertas del vestíbulo de aquel enorme castillo. Los pocos alumnos que merodeaban el vestíbulo se quedaron de piedra al ver a la pareja besándose en el umbral.

-¡¿JAMSIE! -grito una chica al fondo del pasillo-. ¡Oh, Dios mío! -y se desmayó. (Ooh! Exagerada! xDD)

James y Lily se separaron y miraron a la gente.

-Hola -dijo James con felicidad.

-Acabas de recuperarte de una enfermedad prácticamente incurable, la cual te ha tenido encerrado en una torre... -susurro Lily divertida.

-¿Lo dices en serio? -pregunto James.

-No, de broma. Claro que sí. Ni Sirius, ni Dumbledore, ni Remus tienen lo que se dice mucha imaginación.

Las puertas del comedor se abrieron con brusquedad y una gran cantidad de gente salió por ellas.

-¡¡Potter! -grito un chico abrazando amistosamente a James.

-¡Brody! ¿Muchos partidos perdidos?

-¡No te creas tan imprescindible! -le dijo el chico burlonamente-. Además, solo hemos jugado uno...

-Bueno, es que ya sabes... Las fiebres y todo eso me dejan muy mal y casi nunca oia nada...

El chico se echo a reír.

-Tenerte aquí de nuevo es fantástico -dijo dándole una palmada en la espalda.

-Gracias.

-¿Mi chico 10? ¿Mi parejita 10? ¡¡Wow! -dijo Arianne abrazando a ambos.

-Ari... -comenzó Lily.

-¡Mírate! Estas sonriendo, mi nena -dijo Arianne abrazándola-. Y te brillan los ojos... Habías perdido ese brillo, Lil...

Lily esbozo una sonrisa.

-¿Lo había perdido? -dijo James.

-Ah... Veo que no te ha contado sus diferentes fases –comentó Arianne mirando a Lily con reproche.

-¿Fases? -repitió James confundido.

Lily carraspeó.

-Sí... Bueno... Vamos a la enfermería -dijo Lily cogiendo a James de la mano y arrastrándolo entre la gente que le daba abrazos y elogios.

Lily abrió la puerta de la enfermería como pudo y empujo a James hacia el interior.

-Prongs... -murmuro Sirius.

o.O.o

Aya paro de temblar, se movió un poco de derecha a izquierda, como si estuviese soñado, entonces se incorporó con brusquedad y abrió los ojos de par en par.

-No podrán conmigo… –susurró esbozando una sonrisa.

-¡Aya! -dijeron Popy y Sirius al unísono.

-Lo sabía, lo sabía... ¡Oh, Sirius! Gracias -dijo Aya abrazándolo-. Creí que esos tontos que tenemos por amigos nunca encontrarían la forma de devolverme mi memoria y que tendría que comenzar desde 0...

Sirius alzo las cejas y Popy dio un grito de felicidad y se derrumbo en una silla cercana.

-Niña... ¿Lo recuerdas todo?

-Con pelos y señales, Popy. Ahora solo tengo que esperar a que los recuerdos de estos últimos dos meses se pongan en orden... -dijo Aya intentando no llorar.

Sirius se había agarrado a los pies de la camilla.

-¿Cómo nos conocimos?

Aya esbozo una sonrisa.

-Nuestro primer encuentro oficial fue gracias a tu favor, claro que... Menudos favores, Sirius. Un beso y además ni si quiera sabias quien era...

Sirius rio sin ganas con los ojos llenos de lágrimas.

-Aya...

-¿Te he dado ya las gracias por todo lo que has hecho? -dijo la morena limpiándose las lágrimas-. Te quiero, Sirius... Te quiero mucho -añadió abrazando con fuerza al chico.

Sirius la pego contra él con fuerza.

-Y yo, pequeña...

-Bella... -susurro Aya apartándose de Sirius y buscando sus ojos.

-¿Lo recuerdas?

-¡Maldita arpía, hija de su madre! -dijo Aya levantándose y yendo hacia la puerta.

-¡Aya! -grito Popy aterrorizada-. Tengo que avisar a Dumbledore, y a tus padres... -Popy se puso en pie y corrió hacia su despacho.

Sirius cogió a Aya, mientras que la chica le daba patadas.

-¡Déjame matarla! Casi pierdo mi vida por su culpa...

-Ahora no es el momento de la venganza, Ayuchi... -le susurro Sirius al oído.

"Pam". "Pam". Anna y Peter Stern se habían aparecido justo frente a ellos.

-¡MAMÁ! -grito Aya corriendo hacia su madre y abrazándola-. Mamá...

-Aya... -susurro Anna abrazando a su hija.

-Mamá... Lo recuerdo todo, sé quien eres tú, sé... Lo sé todo... -dijo llorando sobre su hombro.

-Hija... -dijo Peter tras ambas.

-Papi... -dijo la morena soltando a su madre y colgándose del cuello de su padre, que la cogió en brazos.

-Mi niña...

Albus Dumbledore entro en ese momento en la enfermería.

-¿Aya?

-Profesor. Lo conseguí, si que puedo hacerlo... Puedo almacenar mis recuerdos, para que ningún hechizo pudiera borrarlos.

-Claro que sí, pequeña. No dude en ningún instante de que fueses capaz de ello, el problema era saber como volver a activarlos. ¿Cómo lo conseguiste?

Aya miro a Sirius que se había ruborizado.

-Creo que eso se lo diré en privado, profesor -dijo Aya guiñándole un ojo.

Los padres de Aya, Albus y Aya entraron al despacho de Popy. Aya se giro y miro a Sirius.

-¿Pasas?

-Prefiero esperar.

Aya sonrió.

-Como quieras... Y, Sirius... Gracias de nuevo.

-De nada.

Aya dio media vuelta y cerro la puerta tras ella. Justo en el momento en el que la puerta de la enfermería se abría con brusquedad y un chico de pelo negro y muy desordenado acompañado por una chica pelirroja entraban en el lugar.

-Prongs... -murmuro Sirius.

-Padfoot -dijo James caminando hacia su amigo.

Sirius se abalanzo sobre él y lo achuchó (abrazar) con fuerza.

-Hermano...

-Ha sido muy duro.

-No creas que no quise ir allí más de una vez, aunque... Con Aya así, no era lo mejor.

-Gracias.

-Siempre estaremos aquí, para lo que necesites...

Lily miraba la escena emocionada.

-Creo que todavía faltan dos personitas... ¿No? -dijo la pelirroja con timidez.

Sirius miro a Lily con una sonrisa.

-Ha recobrado la memoria... -dijo el moreno.

-¿Qué?

-Aya... Recuerda todo.

-¿Donde esta? -chillo la pelirroja echando a correr hacia la camilla.

-En el despacho de Popy, con sus padres y Dumbledore.

-¿Qué es tanto alboroto? -dijo Dumbledore asomandose a la puerta.

-¿Qué tal, Albus? -lo saludo James.

-James... -el director parecía haberse quitado un peso de encima, parecía que volvía a respirar-. Ven aquí, muchacho -Albus avanzo hacia él y lo abrazo.

-Acabo de volver... Pero había alguien a quien debía de ver primero...

Lily parecía una estrella de navidad.

-¡Aya! -grito Lily.

La morena salio con rapidez y se tiro sobre su amiga.

-¡Lils! ¡Mi pelirroja preferida!

-Aya... -dijo Lily abrazándola.

-No era tan difícil, Lil -la regaño Aya.

-¿Qué?

-Devolverme la memoria.

-¿Qué había que hacer? –preguntó Lily.

Aya esbozo una sonrisa y se acercó al oído de Lily.

-Cualquier muestra de amor habría sido suficiente... -murmuro Aya.

Lily la miro extrañada.

-Creo que no te sigo.

-Dale las gracias a Sirius por hacer el trabajo sucio –comentó Aya.

-No entiendo nada...

-Un beso ha sido mucho más que suficiente.

-¿Te ha besado? –inquirió Lily. Aya asintió-. Pero, Aya... ¿Has pensado en lo que eso conllevara?

-¿Qué quieres decir?

-Quiero decir que si has pensado en los sentimientos de Sirius, y en que tu estas con Ben.

-Yo... -comenzó Aya cayendo en la cuenta de eso.

Angelica abrió las puertas de la enfermería con una patada.

-Vale, ahora uno por uno... -susurro Angelica intentando recobrar el aliento.

Tanto Aya como James se habían tirado sobre la rubia y ahora la abrazaban.

-¡Angie!

-¡AM!

Angelica se aparto con dificultad de ambos y los miro incapaz de creerse de que estuviesen los dos bien, los dos allí con ellos...

-¿Prongs? -dijo un chico tras él.

James soltó a Angelica y miro a Remus con una sonrisa.

-¿Ha sido Sirius bueno? -dijo James.

Remus sonrió y abrazo a su amigo con mucha fuerza.

-¿Muy duro?

-Sin vosotros y sin mi Lily, sí... Muy duro, Moony...

Remus se aparto y lo miro a los ojos.

-Dime que no te vas...

James se llevo una mano al pelo y se lo desordenó.

-Ya se verá, Moony, todo depende de lo que me diga Amos la semana que viene.

Remus lo obligó a mirarlo.

-No, Prongs, no quiero volver a ver a Lily como la he visto. No quiero que vuelva a intentar escapar del amor que siente por ti siendo una persona que a penas conocíamos... Ahora tenemos que estar juntos, ¿entiendes? Ni la puedes dejar sola, ni nos puedes dejar solos.

-Bueno... Eso díselo a Amos, parece muy contento con lo que he hecho... Ahora tengo que buscar a cierta persona en la que ambos tienen mucho interés.

-¿Quién?

-Vamos, ¿no es obvio? -dijo James sonriendo.

Remus negó con la cabeza.

-Dime.

-Dile a Lily que vuelvo en seguida.

-Díselo tú.

James puso los ojos en blanco y se acerco a Lily.

-Tengo que hacer un asunto pendiente, cielo... Ahora vuelvo -dijo besándola con suavidad en el cuello.

Lily lo miro directamente a los ojos.

-Prométeme que no desaparecerás y que estarás aquí antes de una hora.

James sonrió.

-Claro que sí, y antes también...

-Bien... Entonces, hasta pronto...

-Te quiero...

James salió de la enfermería bajo la atenta mirada de todos los presentes.

-Parece mentira que estemos todos juntos otra vez -dijo Aya esbozando una sonrisa.

Remus miro hacia la ventana y Sirius se quedo pensativo.

-Necesitamos estar juntos, Aya... La unión es lo que nos hará fuertes -dijo Remus mirándola a los ojos.

-¿A qué te refieres?

-Se refiere a que a partir de ahora vendrán tiempos muy difíciles y que si no estamos juntos, nos vencerán con facilidad -contesto Sirius sin mirarla.

Lily seguía mirando la puerta por la que acababa de desaparecer James y Angelica miraba con preocupación a Remus.

-Creo que debemos hablar, Sirius... -dijo Aya.

Sirius alzo la mirada y la clavo en sus ojos casi violetas.

-No me vas a decir nada nuevo -dijo Sirius sonriendo-. Por lo menos nada que no me imaginase desde que has recobrado la memoria.

Aya frunció el ceño.

-¿A qué te refieres?

-A que todo volverá a ser como antes y estos dos últimos meses serán destinados al olvido. Tú seguirás con Ben, tú y yo como antes, porque Aya, ya te lo dije aquel día... No voy a recoger los trozos de tu corazón roto.

-Yo no he dicho eso, no sabes lo que pasa por mi cabeza.

-Puede que no supiese lo que pasaba en la cabeza de la Aya sin memoria, pero tú puedo asegurar que sé perfectamente que eso era lo que estabas pensando en decirme. Créeme, Aya, 5 casi 6 meses dan para mucho... Y te conozco a la perfección.

-Pero han pasado muchas cosas, Siri...

-Aya -dijo Anna Stern tras Sirius-. No lo hagas.

-¿Qué? -dijo su hija sin entender.

-Creo que Sirius ha tenido suficiente por hoy, por hoy y por mucho. Y si él te conoce tan bien, yo te conozco mejor.

Sirius le sonrió y salio de la enfermería.

-¿En serio? -dijo Aya con ironía.

Anna la cogió del brazo y la metió en el despacho de Popy.

-¿No crees que ya has jugado bastante con los sentimientos de Sirius?

Aya aparto la mirada.

-Yo no he...

-¡Has esperado a que te besase para decirle que habías recobrado la memoria!

-¿Qué? -dijo girándose violentamente y mirando a su madre.

-Puede que engañes bien, incluso a Popy, pero soy tu madre y conozco esos poderes mejor que nadie. ¿Cuando fue?

Aya se sentó en una silla y apoyo los pies en la de en frente.

-No le mentí. Tan solo no le conté toda la verdad... Todos los recuerdos han venido a mí con ese beso, mamá.

-Pero...

-Sí, ya los tenía casi todos, no te voy a mentir... Pero eran confusos, todavía no controlo mi poder a la perfección. Estaban borrosos y carecían de sentido, ese beso... Los ha aclarado y ha terminado de recordármelos...

-Ya...

-No siempre tienes razón, ¿sabes?

-Has jugado con él.

Aya miro sus pies descalzos.

-Solo quería...

-¿Solo querías saber cuanto te quería sin llegar a usar tus poderes? Aya, cielo...

-No es fácil. ¡Él es mi mejor amigo! Y yo...

-Tú quieres a Ben...

-Sí, pero... Cuando le dije a Sirius que me estaba enamorando de él. ¡No le mentí! Lo quiero, lo quiero muchísimo.

-Pero, ¿lo amas? -dijo Anna mirando a su hija con curiosidad.

-Pues...

-Mantén las distancias, no intentes arreglar nada hasta que tú no te aclares -dijo dándole un golpe cariñoso en el corazón y levantándose-. Tus amigas te están esperando.

-¿Popy me va a dejar ir? -dijo Aya sorprendida.

-Yo te veo perfecta. Soy tu madre y te dejo ir. Anda, ve ya.

o.O.o

-Ree... -comenzó Angelica tras él con timidez.

Remus se giro y la miro.

-Dime.

-¿Qué te preocupa? -pregunto Angelica desviándose del tema del que realmente quería hablar con él.

-Nada importante...

-Es James, ¿verdad? Desde que lo has abrazado te has quedado preocupado... -dijo Angelica colocándose a su altura.

-Sí... -contesto el licántropo.

-¿Tienes miedo de que se vuelva a ir?

Remus giro la cabeza y la miro con una sonrisa.

-A veces las cazas todas al vuelo, ¿eh?

Angelica sonrió con felicidad.

-Cuando se refieren a ti, es fácil

Remus alzo las cejas sorprendido.

-Cualquiera lo diría.

-¿A qué te refieres con eso?

-Pues... Que si fuese tan fácil cazarme todas, te habrías dado cuenta de que te quiero, de que no quería que te separases de mí y te fueses con ese imbécil de Robbin.

Angelica se quedo sorprendida.

-Yo... no...

Remus sonrió.

-Querías hablar de eso, ¿verdad?

-¿Por qué no me paraste los pies?

-A veces eres tan cabezota... Que cualquiera se atreve a llevarte la contraria.

-Ojalá me la hubieses llevado, nos habríamos ahorrado muchos problemas.

-Lo sé. Pero siempre que intentaba decírtelo, tu me salías con alguna excusa rara o... Te me declarabas -dijo sonriendo-, me dejabas tan sorprendido que no era capaz de decir nada...

Angelica jugaba con sus dedos, era la primera vez que se ponía nerviosa hablando de esas cosas con un chico. Además era su mejor amigo, él... No podía ponerse así.

-Tu... Has dicho te quiero, en presente... ¿Todavía...?

-¿... Te quiero? -terminó Remus sin apartar la vista del pasillo al que se dirigían. Angelica asintió-. Claro que sí, Ang... ¿Creías que por verte a ti con otro imbécil me iba a desenamorar? ¿O por qué Roxy aparezca de vez en cuando en mi vida podría quitarte de mi cabeza?

-Remus...

-No es tan fácil dejar de querer a una persona... Tanto James como yo sabemos eso a la perfección... -dijo Remus sin mirarla.

Angelica saltó al cuello de Remus y se quedo mirando esos ojos amarillos.

-Dime que me quieres... -susurro acercando su cabeza a la de él.

-Te quiero... ¿Todavía lo dudas? -murmuro Remus cuando sus narices se dieron la una con la otra.

Angelica sonrió.

-Te quiero, Remus Lupin... Te quiero mucho -le dijo antes de besarlo con dulzura.

Remus llevó sus manos hasta la cintura de la rubia y la rodeo. Angelica sintió el frío de la pared de piedra pegado a su espalda, se separo de Remus lo justo y necesario para mirarlo a los ojos y sonrió.

-¿Te he dicho ya que tienes unos labios preciosos? -dijo Remus mirándole los labios.

-¿Tu crees?

Angelica se mordió el labio inferior provocativamente.

-No hagas eso, niña mala...

-¿Mala yo? -dijo Angelica con inocencia.

-¿Quién si no? -pregunto Remus acercándose de nuevo a ella para besarla.

-Mírate... -dijo una voz femenina cerca de ellos. Remus y Angelica se separaron al reconocer aquella voz.

-Ey... Que tampoco estoy tan mal -contesto una voz masculina.

-¿Quién ha dicho que estés mal? -pregunto ella.

-¿Vamos a jugar, Roro? -dijo él.

Roxy rió.

-Te lo voy a poner difícil, Jamsie Poo.

-¿Difícil? Acepto el reto.

Roxy sonrió complacida.

-Entonces, puede que Hogwarts sea incluso divertido...

James sonrió divertido.

-No lo dudes ni por un segundo... Oh, Roxy. Tengo una pregunta... ¿Estabas tu cuando le borraron la memoria a Aya?

Roxy frunció el ceño.

-Ni lo menciones.

-¿Cómo se lo tomo?

-¡Esos niñatos hacen lo que les da la gana! Y aún así, él sigue teniendo preferencia por ellos.

-¿En serio? Pero, si tu eres mejor mortifaga que ellos.

-¿De verdad lo crees? -dijo Roxy sonriendo-. Me halagas, Potty.

James rió y dio media vuelta.

-No vemos, Ro.

-Adiós, cielo.

James se chocó con Remus y Angelica que lo miraban con el ceño fruncido.

-Er... Moony tienes carmín... -dijo James señalando los labios de Remus.

-¿Qué te traes entre manos con Roxy?

James sonrió.

-¿Celoso, Monny? Nuestra queridísima Roro habla con otros chicos que no sean Remus.

Remus se cruzo de brazos y no dijo nada.

-A Remus no le hace falta Roxy, James... Así que no digas bobadas y dinos que hacías con ella... -dijo Angelica colgándose del brazo de Remus.

-¿Estáis juntos y no me lo habíais dicho? -dijo James señalándolos.

Remus reaccionó y Angelica se puso erguida.

-Pues... -Angelica miro a Remus interrogante.

-No lo hemos hablado todavía... Acabamos de... -comenzó Remus mirando a Angelica en busca de ayuda.

Angelica alzo las cejas.

-Sí... ¿Estamos juntos? -pregunto Angelica.

Remus sonrió.

-Olvida la pregunta, es una afirmación -dijo Remus rodeando la cintura de la rubia y atrayéndola hacia él.

Angelica esbozo una sonrisa de oreja a oreja y se fijo en que James ya no estaba.

-¿Y James?

-Tenía que haberlo sospechado... -murmuró Remus al ver al moreno desaparecido.

-Se lo voy a decir a Lil, quizá ella le saque algo.

Remus negó con la cabeza.

-Eso solo traerá problemas... Mejor nos quedamos en silencio, ¿entendido?

-Sí... Pero espero que no lo hagas por ocultar a tu amigo...

-Lily también es mi amiga, nunca haría nada que la perjudicara.

Angelica lo miraba embobada.

-Pero que guapo eres -dijo rodeando el cuello del licántropo y besándolo.

o.O.o

-Lily –susurró Aya junto a ella.

-Oh, hola, Aya –dijo Lily despertando de su propio sueño.

-Demasiadas emociones para un día, ¿no? –preguntó Aya saliendo junto a ella de la enfermería.

-Sí… -asintió Lily con una sonrisa-. Pero todas buenas, ¿no crees?

Aya sonrió débilmente.

-Si olvidamos el hecho de que Sirius sigue enfadado conmigo –dijo Aya con tristeza.

Lily la miró con el ceño ligeramente fruncido.

-Tú solita te lo has buscado.

-Oh, gracias, Lil –masculló Aya mirando con cara de malas pulgas a la pelirroja.

-¡Es la verdad! –exclamó Lily indignada-. Estas jugando con Sirius y eso no está bien. ¡Tienes que dejarlo ir o dejar a Ben! Pero no puedes estar en los dos bandos.

-Es muy fácil decirlo, Lily. Pero nada sencillo hacerlo.

-Pues bien mal tratabas a Ben cuando no tenías memoria –lo último lo dijo lleno de ironía y después añadió con malicia-, o eso decías.

Aya se giró bruscamente hacia la pelirroja.

-¿Qué?

-¡Vamos! ¿Te crees que no me leí todos los pergaminos de arriba abajo? ¿Te crees que no busque en la biblioteca? Nunca perdiste la memoria por completo –dijo Lily señalándola con el dedo índice.

-¿Estas loca? ¡Claro que sí! ¿Qué necesidad tenía de preocupar a todo el mundo?

Lily entrecerró los ojos.

-Eso mismo me pregunto yo –susurró Lily acercándose a ella.

-Lily… -dijo Aya nerviosa-. Tú y yo no nos controlamos cuando discutimos, ambas lo sabemos… Mejor dejémoslo.

-No… No quiero, Ayuchi –se negó Lily con una sonrisa-. Vamos… Haz un poco de magia conmigo, enséñame lo que no quieres que sepa.

-Lily, en serio… Mira, te lo diré, pero sepárate si no quieres terminar mal –dijo Aya colocando sus manos tras su cuerpo. Con los demás podía cerrar su mente, pero Lily… Ella era caso aparte.

-¿Terminar yo mal? –repitió Lily riéndose-. La única que puede terminar mal eres tú, Aya. Y lo sabes. ¿Por qué lo hiciste?

-¡No lo recordaba todo a la perfección! No siempre tenéis razón, ¿sabes? –exclamó Aya perdiendo los nervios-. Tú, mi madre… ¡Llegasteis a la misma conclusión precipitadamente! Ninguna de las dos se molesto en preguntarme si era cierto o no –había un brillo peligroso en la mirada casi violeta de la chica.

Lily sonrió triunfal, la había llevado hasta donde quería.

-Así que… El beso de Sirius te devolvió a la realidad, ¿no? Vaya, debemos nombrar a Sirius hombre del año, o mejor dicho chico. Todavía no le concedamos ese titulo –comentó Lily con una sonrisa juguetona en sus labios.

-Lily… -la advirtió la morena.

-Sirius. Ahí era adonde yo quería llegar… Supongamos que es verdad todo lo que dices. Que en estos dos meses en los que no recordabas nada te has "enamorado" –Lily hizo un gesto para dar a entender que iba entre comillas- de Sirius, que como no recordabas nada y Ben no te caía bien, decidiste mandarlo a la mierda y centrarte en nuestro queridísimo animago.

Aya volvió a mirarla con los ojos exageradamente abiertos.

-¿Cómo te has enterado?

-Tú me lo enseñaste… Esos recuerdos que supuestamente volvían a ti por arte de magia, también pasaban por delante de mis narices. ¿Tengo que recordarte la "conexioncita especial"?

-¿Has estado dentro de mi cabeza todo este tiempo?

Lily asintió.

-Tú me dejaste la puerta abierta, yo solo entre sin preguntar si había alguien. Por eso estoy segurísima que recordabas todo.

-Oh, entonces si estabas dentro de mi cabeza –Aya se llevó una mano a la cabeza furiosa-, ¡también debiste de darte cuenta de que no había nada en orden, de que todo estaba borroso!

-Claro que sí –dijo Lily haciendo un gesto de impaciencia-. Pero tú sabías perfectamente como conseguir que dejaran de verse borrosos, ¿o me equivoco?

Aya rehuyó de la mirada de Lily.

-No, no te equivocas.

-Y has aguantado todo este tiempo –Aya la miró con el ceño fruncido-. Estas dos últimas semanas –se corrigió-, solo para ver hasta donde podías llegar con Sirius, y hasta donde sería capaz de llegar él.

-¿Qué más da? ¡No he sacado nada nuevo! –se quejó la morena.

-¿En serio? –inquirió Lily alzando una ceja.

Aya miró hacia otro lado con el entrecejo arrugado.

-No permitiré que juegues con Sirius –le advirtió Lily borrando su sonrisa-. Así que decídete pronto. Porque al fin y al cabo es tu decisión la que lo puede cambiar todo. Él te quiere, como nunca te quiso o te querrá Ben. Eso, tenlo por seguro –Lily dio media vuelta y se chocó con alguien que en ese momento le rodeaba la cintura-. ¡James! –Lily lo abrazó feliz.

James miraba a Aya con ligera preocupación.

-Creo que no has sido de gran ayuda, Lils. Solo has conseguido liarla más –le susurró el moreno al oído.

-Alguien tenía que espabilarla –le contestó Lily llevándose a su novio de allí-. Adiós, Aya. Y piensa en lo que te he dicho.

Aya los miró irse y después se abrazó a si misma. Maldición, maldición. Como si no fuese suficiente con su madre de conciencia, ahora tenía a Lily metida en su cabeza día y noche. Tenía que encontrar la solución para cerrar, aunque solo fuese por momentos, su mente a Lily. Y después de ellas dos estaba el que lo empeoraba todo, el que solo le daba quebraderos de cabeza, Sirius.

Aya suspiró y echó a andar hacia la sala común de Ravenclaw. Tenía que hablar con Ben. Pero primero consultaría algún libro de la sala común, sabía que ahí encontraría lo que buscaba.

o.O.o

Sirius casi había echado a correr nada más salir de la enfermería, se había tropezado con un par de Hufflepuffs que lo miraron sonrientes e intentaron coquetear con él, pero Sirius no estaba de humor para ese tipo de cosas. Si hubiese sido otro momento… No, la verdad es que ya no hacía ese tipo de cosas, después de los golpes de Aya por sus continuas citas en Navidad, había escarmentado.

Sirius sonrió, pero en seguida borró la sonrisa. Otra vez pensando en ella, había salido corriendo por su culpa, porque no podía creerse que aquellos dos maravillosos meses no fueran a significar nada, que la chica a la que quería, porque Aya se había ganado su corazón a pulso. Con aquel desparpajo y dulzura que desprendía la chica cada vez que hablaba o hacía algo… Sirius negó con la cabeza, no, no y no. Olvídate por completo, Sirius.

Se volvió a chocar con otra persona, Sirius bajó la mirada y miró sorprendido a la chica que le pedía disculpas y seguía su camino cabizbaja.

-¡Nadia! –gritó Sirius. Nadia se paró en seco y se giró entrecerrando sus ojos casi negros.

-¿Querías algo, Black? –se echó hacia atrás su largo pelo castaño oscuro y miró con curiosidad al chico.

-Tú eras amiga de Aya, ¿verdad? –preguntó Sirius indeciso.

Nadia se cruzó de brazos con una sonrisa bailando en sus perfectos labios.

-Así que lo que dicen es cierto. Tu interés por Aya va más allá de la amistad, ¿me equivoco?

-¿Tengo que contestar a esa pregunta?

Nadia rió y se acercó a Sirius.

-No. Se te nota a kilómetros. En cuanto a lo de Aya, es la chica más sencilla del mundo, aunque tira a pensarse demasiado este tipo de cosas. Sobre todo si este tipo de cosas incluye a Ben –al decir el nombre de este último su cara se ensombreció ligeramente.

-Un consejo muy útil –ironizó Sirius.

-¿Quieres un consejo útil? No la presiones, dale espacio, dale tiempo, aunque no demasiado. Si ves que no reacciona, dale un ultimátum –Nadia chasqueó los dedos delante de Sirius-, pero eso como última medida. ¿Entendido?

Sirius asintió.

-Bien, ¿quieres algo más o me puedo ir? –preguntó Nadia.

-¡Nad! Por fin te encuentro –exclamó Roxy a su lado, después dirigió su mirada hacia Sirius y sonrió burlonamente-. ¿Qué haces con Black? ¿Hablar de lo divertido que es ser repudiado? –inquirió divertida.

-Que graciosa eres, Roxy –dijo Sirius con sarcasmo.

-Ya ves, todo se pega cuando pasas mucho tiempo con otros Black –comentó Roxy como quien no quiere la cosa.

-Si quieres alardear de ser mortifaga –Nadia frunció el ceño-, te has equivocado de persona, creo que tengo a mi mejor amigo al que le haría mucha ilusión que le hablases de eso.

-¿Te refieres a Remus? –preguntó Roxy fingiendo a la perfección emoción.

-Sabes que me refiero a James.

Los ojos de Roxy brillaron de felicidad.

-Oh, Jamsie, Jamsie. Nos hemos hecho muy amigos, un chico genial. Y como no, ya me ha ido a saludar para avisarme de que estaba por aquí.

A Sirius no le gustó nada lo que dijo la morena. Roxy agitó su melena negra con una sonrisa y dio media vuelta.

-Si tienes curiosidad por saber que me traigo entre manos con Jamsie, pregúntaselo a él mismo. No estaría bien que me vieran hablando con un repudiado, y encima Black. Pensarían mal de mí. Vamos, Nad.

Nadia se giró hacia Sirius y le sonrió.

-No le hagas mucho caso, últimamente desvaría un poco.

-¡Te he escuchado! –exclamó Roxy medio enfadada, medio divertida.

Sirius se despidió de Nadia y echó a andar ya se lo preguntaría a James. Y tanto que lo haría.

o.O.o

James y Lily iban tan acaramelados el siguiente día a desayunar que no se dieron cuenta de que todo el comedor los miraba y que frente a ellos había otra parejita en la misma situación que ellos. A Aya no se le había visto el pelo desde el día anterior por la noche y Sirius tenía unas ojeras profundísimas y bostezaba continuamente.

Angelica iba colgada feliz del brazo de Remus. Parecía mentira que por fin estuviesen juntos, que fueran pareja. Parecía mentira que todos estuvieran bien… Bueno, Sirius no tenía muy buena cara y a Aya no la había visto. Tendría que hacer algo para solucionar eso, no quería que hubiese energía negativa en su grupo. Remus la miró con una sonrisa, estaba tan guapa cuando se quedaba pensativa.

-¿Vas a comerte esta tostada o puedo comérmela yo? –preguntó Remus señalando la tostada que tenía Angelica en la mano.

-¡Eh! Que yo necesito alimentarme bien, lobito –exclamó Angelica despertando de su ensoñación y sonriéndole.

-Oh, claro, claro. ¿Y yo qué? ¿Eh?

Lily se volvió hacia ellos sorprendida.

-Esperad… Vosotros dos estáis juntos, ¿no? –dijo Lily abriendo mucho sus ojos verdes.

Angelica y Remus rieron y la ignoraron deliberadamente.

-Tienes el resto de bollos –contestó Angelica a Remus con una sonrisa dulce a la que Remus no pudo resistirse y la besó.

Lily parpadeó y después sonrió. Se giró hacia James con su calendario y siguió con lo suyo:

-Yo creo que deberíamos empezar a programarnos, James –comentó Lily mirando un calendario y señalando en color rojo los días de los exámenes-. Además coincide con que es luna llena a mitad de semana de exámenes y vais a estar agotados.

James la miró alzando las cejas, Lily vio que el chico no decía nada y por eso alzó la cabeza con una sonrisa.

-¿Qué creías? ¿Qué no lo sabía? ¡Por favor, James! Que comparto pensamientos con Aya.

-¿Qué pasa con Aya? –preguntó Sirius despertándose de su "siesta" sobre su plato.

-Nada, pequeñín –dijo Lily con voz de madre peinándole el pelo-. Tú sigue durmiendo.

Aya entró en ese momento hablando con Roxy y Nadia, se despidió de ambas y corrió hacia la mesa de Gryffindor. James y su "alerta máxima" se lanzaron sobre Aya y la bombardearon a preguntas.

-¿Qué hacías con Roxy? ¿Has notado algún comportamiento extraño en ella? ¿Has…?

-Oh, James, no molestes a la pobre chica –le cortó Lily-. ¿Estás bien?

-¡Sí! –dijo Aya molesta-. No es una asesina ni…

James soltó un bufido de incredulidad. Si ella supiera…

-¿Qué significa ese "¡Bf!"? –inquirió Aya haciendo esfuerzos por recordar, la noche que le borraron la memoria no recordaba ninguna voz parecida a la de Roxy.

-Oh, nada, nada –dijo James. Lily lo miró recelosa, pero en seguida se olvido de eso al notar los labios húmedos del chico sobre sus labios.

-No creas que con eso me olvido, Jamsie –dijo Lily con una sonrisa tonta.

-No lo esperaba, mi querida Evans. Eres demasiado terca, para eso.

Lily rió y después miró a Sirius.

-A ver, pequñín, ¿vas a comer algo o estas haciendo dieta? ¿Ehm? –dijo Lily mirando a Sirius con preocupación.

James reía por lo bajo, ver a Lily haciendo de madre con Sirius era lo último que se imaginaría en el mundo, parecía que en su ausencia esos dos habían creado una gran amistad.

-No tengo hambre, Lils –murmuró Sirius siguiéndole el juego de madre-hijo.

-Ah-ah. Pues entonces tendré que darte yo de comer –dijo Lily cogiendo un bollo y partiéndolo en trozos-. A ver, este trozo por Lily –añadió la pelirroja acercando el trozo a la boca de Sirius.

Sirius negó con la cabeza divertido y Lily frunció el ceño.

-A ver, trae eso –dijo Aya cogiendo el trozo de bollo-. Este por Aya, y abre bien la boca –le exigió Aya sentándose junto a él y poniendo una mano sobre el hombro del chico.

Sirius la miró nervioso, todos estaban pendientes de su reacción, abrió la boca sintiéndose como un imbécil y Aya sonrió complacida.

-¿No tenéis nada mejor que hacer? –preguntó Aya mirando a las dos parejas que los miraban atentamente.

-Bueno… -dijo Angelica mirando a Remus con una sonrisita-. Sí.

Remus asintió y salieron ambos del comedor.

-¿Y vosotros? –insistió Aya mirando molesta a James y Lily.

-¿Nosotros? ¿Tenemos algo que hacer? –preguntó Lily mirándose primero las uñas y después a James.

-No sé, tú. Pero yo sí –dijo James levantándose cuando vio que Roxy abandonaba el comedor.

La cara de Lily se desencajó.

-¿Dices? –pero James ya se había ido corriendo. Lily frunció el ceño-. Pues me iré a buscar a Sev.

Y como si eso hubiese despertado a Sirius de su sueñecito y hubiese activado el programa "Seguridad Las 24 Horas Del Día", Sirius se pusó en pie rapidísimo y se colocó tras Lily.

Aya miró a ambos irse incrédula. ¿La había dejado con la palabra en la boca? ¿Sirius se había largado para "proteger" a Lily de Snape? ¡Pero si para eso ya estaba James aquí! ¿Estarían Lily y Sirius liados? Aya abrió los ojos muchísimo, pues entonces así todo tomaba mucho sentido.

o.O.o

Angelica había arrastrado a Remus hasta un aula vacía. Menos mal que era sábado y no tenían que ir a clase. Lo pegó con fuerza contra una pared y comenzó a besarlo apasionadamente.

-Ang… -intentó decir Remus.

-¿Hmm…? –murmuró Angelica sin dejar de besar a Remus por el cuello, mientras perdía sus manos por dentro de la camiseta del chico.

Remus tuvo un ataque de risa que hizo parar a Angelica.

-¿Qué pasa? –preguntó Angelica extrañada.

-Me has hecho cosquillas –dijo Remus con una sonrisa-. Ven. Tenemos que hablar de algo –añadió llevándola hasta una mesa y obligándola a sentarse. Remus se sentó en la silla de en frente y la miró con una sonrisa extraña-. ¿Recuerdas el San Valentín del año pasado?

Angelica lo miró intrigada.

-Pues… -Angelica hizo esfuerzos por recordarse-. No… -y luego empezó a reírse-. Sí, espera, acabamos los dos borrachos –Angelica soltó una carcajada-, tú decías que eras capaz de beber el doble de chupitos que yo, pero creo que te gane –comentó Angelica pensativa-. Yo estaba borracha perdida, pero recuerdo que te caíste profundamente dormido sobre mi cama. Ya de después no me acuerdo nada, creo que me acosté a tu lado o sobre ti o algo así.

Remus asintió.

-Sobre mí –le confirmó-. Yo estaba borracho, pero no tan borracho como para no acordarme de lo que pasó.

-¿Pasó algo? –le preguntó Angelica emocionada.

Remus frunció el ceño ligeramente y asintió.

-Nos acostamos juntos.

-Ya, pero de eso yo ya me acuerdo –asintió Angelica haciendo un gesto de pues vaya tontería.

-No, no… Creo que no lo has entendido –dijo Remus negando con la cabeza-. Hicimos el amor.

Fue como si le echaran un Petrificus Totalus.

-¿Qué tú y yo…? ¿Qué no perdí mi virginidad con Sirius? –preguntó Angelica incrédula.

Remus hizo una mueca, se esperaba otra reacción u otra pregunta que esa última.

-Pero, cielo, no pongas esa cara –dijo Angelica con una sonrisa-. ¡Eso es genial! Porque… ¡Por qué podré asegurarle a Lily de que no me equivoqué! De que elegí al correcto para eso –exclamó Angelica cayendo sobre las rodillas del licántropo y abrazándolo.

Remus sonrió.

-Lily ya lo sabe –le susurró al oído.

Angelica hizo un gesto de decepción pero en seguida volvió a aparecer una sonrisa traviesa en su cara.

-Esto… y Remus… ¿Tú crees…? ¿Tú crees que importará que lo hagamos de nuevo? –inquirió Angelica con inocencia.

Remus rió y la besó.

-No, creo que a nadie le importe –dijo Remus levantando la camiseta de Angelica unos palmos, Angelica sonrió y le quitó la camiseta a Remus.

-Espero esta vez no hacerte cosquillas.

-No importará.

o.O.o

Lily le tapó los ojos al chico que tenía frente a él y sonrió.

-¿Quién soy? –preguntó Lily divertida.

-Er… Deja que piense… ¿Bellatrix? –preguntó Severus.

Lily lo soltó indignada.

-¡Oye!

Severus sonrió.

-Ya sabía que eras tú, Lils –dijo Severus echando a andar.

Lily lo alcanzó.

-¿A dónde vas?

-De paseo –ironizó Severus mirándola con soslayo.

-Ah, pues si vas para Slytherin yo como que mejor me quedo por aquí.

Severus sonrió.

-¿Nos vemos más tarde en la biblioteca? –preguntó el chico tocando un mechón del pelo de Lily, pero una mano le dio un golpe e hizo que lo soltará inmediatamente.

-Se mira, pero no se toca, Snivellus –lo advirtió Sirius.

Severus miró molesto a Sirius.

-Sirius, ¿podrías darnos un poquito de intimidad? Además, ahora que está James deberías dejarlo, ya le tengo a él para que me proteja.

-¿Qué Potter ya está aquí, vivo? –inquirió Severus sorprendido.

La pregunta del moreno se ganó dos miradas asesinas.

-¿Cómo que vivo? ¿Qué esperabas que llegase muerto? –exclamó Lily molesta.

-Eso es –la apoyó Sirius.

-No, no… Es solo que no sabía que Potter había vuelto.

-Ya… -dijo Lily mirándolo con los ojos entrecerrados, pero algo un poco más lejos de ellos, llamó su atención-. Si me disculpáis he visto algo muy poco interesante –echó a andar y después se giró-. No le hagas nada, Sirius.

Lily siguió andando hacia un pasillo que estaba frente ella, giró a la derecha y allí los vio. Roxy estaba peligrosamente cerca de James y el moreno tan solo sonreía. Lily echó a andar hecha una furia y cuando llegó a la altura de ambos, cogió posesiva a James del brazo.

-Hola, Roxy. James –saludó Lily con un brillo peligroso en su mirada y un tono que no daba buena espina.

o.O.o

Y hasta aquí el antepenúltimo capitulo de esta historiecita. 0.0 ¡Sip! Antepenúltimo capitulo, lo sé, parece que esto tiene para rato, pero no es así… No, no (Ari niega con la cabecita). Y como ya nos vamos a acabar, y todavía tengo que contar muchaaaas cosas pues os digo que los dos próximos capítulos serán algo larguitos, o por lo menos el último, yo creo que sí ò.o

A vers, comentando la super historia:

1. ¡Nos volvió Jamsie Poo! Obviamente debía volver rapidito si solo me quedan 2 caps. xD Aunque ninguna (o casi ninguna) de vosotras esperaba (o quería) que James fuese la "sombra misteriosa". Aix, pobrecito mío T.T … Y otro asunto algo rarito, es… ¿Qué se trae entre manos con Roxy? Jua, jua… ¿Y cómo se lo tomará Lily todo? ;D Ya sabéis que no va en mi naturaleza permitir que todo vaya bien muchos capítulos xDDD

2. Ayuchi. Como ya os fui diciendo mediante paranoias yo al final de los caps, la señorita en cuestión tenía memoria, y tanto que la tenía. La niña se iba quedar sin memoria, si hombre, y yo soy JK Rowling. Y ahora como si engañar a todo el mundo no fuese suficiente, ¡se cree que Lily y Sirius están juntos! Es que cada vez tiene más chispa xDD

3. Angie y Remusín. Sí, sí… ¡Por fin los junte! Parece mentira que haya juntado antes a Lily y James que al resto de las parejas, siempre es al revés… xDDDD Yo, que estoy medio loca, y me gusta hacerlo todo al revés… Y si creías que en este fic iba a ver algo más que "quitarse la camiseta", vais arregladas… xDD Para eso os buscáis alguno en el que ponga "LEMON", y obviamente en este no aparece por ninguna parte (Ari mira con paranoia hacia todos los sitios del fic). Pues lo dicho xD

Y una vez explicadas mis paranoias del día, cambiamos el tema a, ¿qué pasará en el penúltimo cap? Que se llamará "Pequeñas, Poderosas Y Muy Peligrosas"

-Veremos la conversación de Roxy y James, y por lo tanto la llegada estelar de Lily.

-Aya seguirá con su paranoia de Lily/Sirius, y con eso se llevará una bonita recompensa.

-Remus y Angie seguirán igual de acaramelados. (O más)

-Lily y Aya montarán una buena y veremos sus poderes en acción. (Pero no la una contra la otra, no, no… Van a aliarse para llevarse a todo el que sea por delante xD)

Y eso, ahora mis más sinceros agradecimientos, porque chicas, sois fantásticas T.T Gracias por vuestros rr, porque son los que me ayudan a escribir más locuras… xDD Y ya que no puedo contestaros (snif, snif…), os nombro y os doy las gracias de nuevo xD: Ely, Pao Tsu, Alejandra 13, LilylovesJames, JameslovestoLily, HADA, Arabella Figg Black, Virgi y Keikleen (Espera… ¡Estás viva! xD). Y ahora muchísimos besos a todas! Nos vemos en una semana! n,n