Capitulo 19 – Pequeñas, Poderosas y Muy Peligrosas
James había estado siguiendo a Roxy desde que salió del comedor, pero al doblar aquella esquina se le había perdido. Se detuvo en seco y se rascó la cabeza contrariado, estaba seguro de que Roxy había cogido ese camino.
De repente sintió unas manos femeninas recorriendo toda su espalda con suavidad, al principio pensó que era Lily, pero luego se dio cuenta de que Lily nunca había hecho algo parecido, la única persona que le hacía aquella caricia era Roxy.
-Roxy… -murmuró James.
-¿Me buscabas? –le susurró Roxy provocativamente al oído.
James negó con la cabeza y sin borrar su sonrisa, dio media vuelta y empujó a Roxy contra la pared, dejándola encerrada entre sus brazos.
Roxy rió y miró juguetonamente al chico.
-Vamos… Bésame, sé que lo estás deseando… -murmuró Roxy acercando más sus labios a los de James.
James sonrió.
-¿Lo crees o lo afirmas?
Roxy rodeó con sus brazos el cuello de James y pegó su cuerpo al del chico.
-Lo afirmo, y a cada momento estoy más convencida de ello.
James no hizo ningún movimiento para quitarse de encima a Roxy, tan solo pronunció su sonrisa.
-Pues creo que es justo lo contrario… -James se acercó a la morena todo lo que pudo sin rozar si quiera sus labios.
-Miau… -dijo Roxy divertida al ver a James tan cerca-. Con algo tengo que conformarme, ¿sabes? Ya que obviamente no puedo tener a Remus, me conformo contigo –y justo cuando lo iba a besar, James se apartó.
Roxy bufó.
-A mí no me enredarás con tus juegos de felina sexy, Roro. Te hará falta mucho más que eso –dijo James con una sonrisa demoledora.
-Claro, Jamsie. Me lo apuntaré todo, para recordarlo. ¿Tendré entonces que hacerle algo a Lily la pequeña sangre sucia? –preguntó Roxy con un tono de niña inocente.
James se volvió hacia ella con el ceño fruncido.
-Te tengo dicho que no le tocarás ni un solo pelo, ¿no?
Roxy esbozó una sonrisa ladeada.
-Claro, cielo. A Lily no se toca. Entonces… ¿Qué te parece Black o a su noviecita? O también tengo una opción horriblemente tentadora. ¡Angie Combs! No sabes que ganas le tengo a esa pequeña zorrita –murmuró Roxy.
-Ro…
-Lo sé, lo sé –Roxy hizo una mueca-. ¿Qué te ha pedido Amos esta vez? ¿Quiere saber el paradero exacto? Dile que esta soñando si cree que puedes conseguir sacarme ese tipo de información… Puedes ser irresistiblemente encantador, guapísimo y me tientas mucho –James sonrió al oír tantos halagos por parte de su archienemiga-, pero… Solo una idiota como la novia de Roockwood podría ser tan tonta como para decirte ese tipo de cosas –James la miró con curiosidad, ¿la novia de Roockwood? Luego lo averiguaría-. Obviamente, a ella no se le dicen cosas tan importantes…
James negó con la cabeza, se esperaba algo así.
-Pero si que te voy a decir algo muy interesante –dijo Roxy acercándose a él y cogiéndolo de la corbata-. Que tengan vigilados de cerca a los "peces gordos" de Gringotts, sin ir más lejos el padre de Combs. Hay mucho interés en ellos, ¿por qué? No te lo puedo decir. Y deberías estar agradecido te he dado mucha información –susurró Roxy divertida-. Ahora dame mi recompensa.
-Recompensa que nunca llegará –dijo James apartándola un poco pero sin borrar su sonrisa-. ¿Y cómo puedo estar seguro de que no me estás tendiendo una trampa?
Roxy rió.
-Estoy segura de que cuando le menciones a los peces gordos a Amos, no pensará que es una trampa, sabe que han sido los objetivos fijos de mi Señor por mucho tiempo –se encogió de hombros-. Pero ahora tiene especial interés.
-¿Y qué ganas tu con esto?
-¿Por…? –en aquel momento la cara de Roxy cambió por completo y sonrió dulcemente al chico-. Eh, Potty… ¿No sabías que yo venía con sorpresita incluida? Voy a disfrutar con este espectáculo –Roxy se inclinó hacia el oído del chico y le susurró-. Creo que no me equivoco al pensar que Lilita no lo sabe… -Roxy sonrió y se apartó un poco de James.
James sintió en aquel momento unas pequeñas manos femeninas rodeándole el brazo y después una voz que le cortó la respiración al ver el tono con el que iba acompañada.
-Hola Roxy. James –saludó Lily con un brillo peligroso en su mirada y un tono que no daba buena espina.
-Hola, Lils… -murmuró James sonriendo a la pelirroja.
Lily frunció el ceño y soltó al chico.
-¿Qué tal todo, Roxy?
Roxy sonrió ampliamente.
-Oh, genial, Lils –imitó Roxy con sorna. Lily le dirigió una de sus peores miradas, pero Roxy simplemente la ignoro-. Hablaba con tu novio, hasta que has llegado tú.
-Sí, claro, Roxy. Porque como tú has dicho, es MI novio –dijo Lily con una sonrisa falsa.
Roxy sonrió con malicia.
-Yo que tú lo cuidaría mejor –le susurró Roxy-. No se está portando nada bien. Se está metiendo donde no le llaman, ¿verdad, cielo? –preguntó Roxy mirando a James.
James tan solo sonrió y negó con la cabeza.
-Creo que… -empezó Lily visiblemente enfadada.
-No crees nada –le cortó Roxy, y después borró su sonrisa-. Por cierto, deberías andarte con cuidado, Evans…
Lily entrecerró los ojos.
-¿A qué te refieres?
Roxy la miró.
-Ya que el mensaje de Malfoy no te quedo claro, habrá que ser más explicita. No te acerques a Snape, ¿me has entendido?
Lily palideció.
-¿Y eso por qué? –preguntó Lily intentando sonar segura de sí misma.
-¿A ti hay que explicártelo todo? ¿No sabes beberte una cerveza sin mirar las instrucciones? –inquirió Roxy exasperada con la pelirroja.
-A ver, a ver… -las detuvo James desconcertado-. ¿Cómo que Snape?
Las dos chicas lo miraron con un brillo peligroso en la mirada.
-Severus –Lily recalcó el nombre del chico-, es mi amigo, y jamás, ¿me has oído? ¡Jamás! Me haría nada –aseguró Lily ignorando a James de mala manera.
Roxy rompió a reír.
-¿Y no tiene curiosidad por saber porque justo quiso hacerse amigo tuyo cuando James estaba fuera? ¿Por qué no antes? ¿Por qué un Slytherin como él querría hacerse amiga de una sangre sucia? ¡Vamos, Evans! Serás sangre sucia, pero no eres tonta –exclamó Roxy.
Lily no dijo nada tan solo le mantenía la mirada a Roxy.
-¿Y ahora mi interés es…? ¿Por qué te preocupas por mí? ¿No es eso lo vosotros queréis? ¿Quitar a todos los "sangre sucia"?
Roxy sonrió.
-No es tu momento, pelirroja. Y que Snape quiera quitarte de en medio traba los planes de mi Señor… Y eso jamás ocurrirá, haremos lo que sea con tal de que eso no ocurra.
-¿Y por qué Snape querría…? –Lily no quería creerse lo que la morena le decía, pero…
-¿Por qué? Porque así cree que ganará más aprecio por parte de nuestro Señor… -dijo Roxy con un tono burlón-. Iluso… Además de que así tiene el plan perfecto para vengarse de James. Tan solo ten cuidado, ¿vale? –Roxy sabía que en aquel momento si tocaba a la pelirroja un curioso fuego azul saldría de la mano de Lily, y dicho y hecho, le dio una palmadita cariñosa en el hombro-. Y ten cuidado con tus poderes, no queremos que se descontrolen.
-Mira, White… -la mano de Lily estaba envuelta en un fuego azul y se podría asegurar que de sus ojos salían chispas.
-Lily… -murmuró James sorprendido.
Lily sonrió al captar un pequeño destello de miedo en la mirada de Roxy.
-¿Y ahora quien es la "poderosa"? –ironizó Lily acercándose a Roxy.
-¡Lily, no! –una voz suave y muy femenina la detuvo.
o.O.o
Aya se había recogido su larga melena rizada en una coleta. Era su peinado de ataque. Sacó una pequeña libretita de notas, una pluma y su varita. Persiguió sigilosamente a Sirius. Hasta que se encontró con Lily y Snape, ahí tuvo que detenerse y esconderse tras una armadura, Lily se había ido y como no le había dejado hacerle nada a Snape, Sirius dio media vuelta y se dio de bruces con Aya que salía de su escondite en aquel preciso momento.
-Hola, Sirius –le saludó Aya con su habitual sonrisa.
Sirius la miró durante unos segundos y después continuó con su camino. Aya frunció el ceño, pues menuda manera de contarle que por fin había hecho lo que el tanto esperaba.
-¡Te he dicho hola! Lo menos que puedes hacer es contestar, Black –chilló Aya tras él.
Sirius bufó.
-¿Ahora me vas a hablar de educación, Stern?
Aya se sintió incómoda al escuchar su apellido salir de la boca de Sirius.
-Tengo algo que contarte.
-¿A sí? –dijo Sirius divertido.
Aya frunció el ceño y se cruzó de brazos.
-Pues sí, imbécil.
-¿Y qué es eso tan interesante? –inquirió Sirius apoyándose en la pared.
Aya se mordió el labio inferior, estaba segura de que Sirius sabía a la perfección que con esa postura se convertía en la persona más irresistible del mundo. La morena carraspeó sonoramente y colocó sus manos en sus caderas.
-Que por fin lo he hecho. Tenías razón, ¿vale? –Aya no continuó porque algo llamó la atención detrás de Sirius.
-¿Razón con que? –preguntó Sirius confundido.
-Oye, Sirius… Tú no tendrás algo con Lily, ¿verdad? –inquirió volviendo sus ojos casi violetas al moreno.
Sirius primero se quedo sorprendido, le parecía no haber escuchado bien, pero después vio que lo que decía Aya iba en serio y no pudo más que echarse a reír.
-¡Por Dios, Aya! –exclamó Sirius con una sonrisa.
-Esa no es una respuesta decente, Black –murmuró Aya frunciendo el ceño.
-Claro que no, ¿te ha afectado todo este tiempo en la enfermería?
Pero Aya ya no le escuchaba, tenía que entrar en acción ahora.
-¡Lily, no! –chilló tras ella.
Lily se detuvo al escuchar la voz de Aya, y fue como si eso le devolviese a la realidad. La pelirroja sacudió la cabeza y sus manos dejaron de estar envueltas en fuego azul.
-¿Qué…? –preguntó Lily mirando a su alrededor, James y Roxy la miraban con temor, Aya andaba hacia ella y Sirius la miraba con una sonrisa.
-¿Estás loca? –masculló Aya cuando llego junto a ella.
-¡No! Ella me ha provocado –dijo Lily soltándose de la morena y echando a andar.
-¡Lily! –la llamó James tras ella.
Lily se dio la vuelta bruscamente y lo apuntó con el dedo del que salía unas llamitas azules.
-No… Te acerques a mí, ¿ha quedado claro? No lo hagas si no quieres verme realmente cabreada, ¿entendido? –lo empujó con el dedo y siguió andando.
James tragó saliva, los ojos de Lily se habían vuelto de un azul verdoso que daba miedo, además de que cuando lo había tocado lo había quemado. Aya sonrió y dio una palmadita.
-¿Os he comentado que me encanta esta chica? Me voy antes de que se cargue a Snape –y Aya se fue dando botes más feliz que una perdiz.
Sirius que sonreía de oreja a oreja le dio una palmada a James en el hombro.
-La has cagado, Jamsie… -le murmuró divertido-. Me va a encantar ver como sales de este embrollo.
Roxy también sonreía.
-Sí, por una vez Black y yo estamos de acuerdo. Va a ser divertido –la morena dio media vuelta y cogió el camino que Aya y Lily habían tomado segundos antes.
-Oh, ¡pero que simpáticos! –exclamó James que ahora miraba enfadado a Sirius.
-¡Ey! Que yo no soy el que medio se esta enrollando con White.
-¡Qué sabrás!
-Conozco a Lily, solo puede haber sido eso lo que la ha cabreado tanto.
-¿Por qué no me dijiste lo de Snape? –gruñó James-. ¡Sabes…!
-Antes de que empieces a gritarme –lo interrumpió Sirius-. No creí conveniente de que te enterases de lo de Snape tan pronto, además si cuidarás más o menos bien de tu novia te habrías dado cuenta hace bastante –le reprochó Sirius-. Pero desde que has vuelto solo vives para White.
-Es por cuestiones de trabajo –masculló James.
-¡Oh! Pues menudos encargos que te da Amos, yo también quiero de esos.
James solo soltó un bufido y echó a andar a zancadas lejos de allí.
-Escapar no te va a servir por mucho tiempo, ¿te enteras? –le gritó Sirius.
o.O.o
Angelica cogió la camisa de Remus, que fue la primera que encontró, y se la puso. Se acercó lentamente a la ventana y se sentó contra la pared. Tenía un mal presentimiento, algo malo pasaba allí afuera y ella estaba allí disfrutando con el Dios del sexo. Ojalá no fuese nada muy malo, pero tenía la sensación de que así era.
Remus la vio allí sentada, muy concentrada en algo, los rayos de sol que se filtraban por las ventanas le daban justo sobre el pelo, arrancándole unos destellos dorados que le daban un aire angelical.
-Angie… -murmuró Remus llamando su atención.
Angelica alzó la cabeza lentamente y sonrió al licántropo.
-Hola, cielo…
-No me había dado cuenta de lo bien que te quedaba mi ropa.
Angelica rió ligeramente, anduvo hasta la cama y se subió sobre Remus.
-Yo estoy segura de que la mía no te sentaría nada bien.
Remus asintió riendo.
-Pero definitivamente te prefiero sin nada de ropa –dijo Remus destapando los blancos hombros de la rubia y besándolos dulcemente.
Angelica sonrió cerrando los ojos.
-Pero para eso ya tendremos tiempo… -se cortó a si mismo Remus-. ¿Qué ocurre?
Angelica hizo una mueca y se recostó sobre el pecho del joven.
-¿No tienes la sensación de que algo malo esta ocurriendo fuera?
-Sí…
-¿Y qué hacemos aquí? –preguntó Angelica alzando la cabeza y encontrándose con esos ojos dorados que tanto le gustaban.
-Disfrutar el uno del otro –contestó simplemente Remus.
-Yo creo que deberíamos ir a ver si todo esta bien.
-¿Y cabrear más a Lily o a Ja…?
James entraba en ese momento hecho una fiera, dio un portazo y entró en el baño donde empezó a darse cabezazos contra la pared. Angelica y Remus se miraron, la rubia se apartó y Remus se levantó cogiendo sus pantalones al vuelo, se lo puso y entró en el baño.
-¿James…? –preguntó Remus deteniendo al moreno.
-Soy imbécil… Tenía qua haberle contado a Lily lo de Roxy –murmuro James sentándose en el vater y enterrando su cabeza entre sus manos.
Remus hizo una mueca.
-¿Qué te traes entre manos con ella, James? –masculló Remus frunciendo el ceño.
-¡Solo son cuestiones de trabajo! Ella es… ¡Es mortifaga! Y Amos solo me dejo volver para que le sacase información –dijo James.
-No te irás cuando venga Amos, ¿verdad, James? –dijo Angelica tras ellos, apoyada en el marco de la puerta.
-No lo sé… -contestó James que al principio se había asustado al escuchar la voz de la rubia.
-Lily no… No creo que lo soportaría, no creo que cuando volvieses te recibiese tan bien como la última vez.
-Lo sé… -asintió James y un ruido seco alarmó a todos.
o.O.o
Y hablando de Lily…
La pelirroja andaba echa una fiera hacia la biblioteca cuando sintió unas manos cogiéndola del brazo y deteniéndola con fuerza.
-Piensa bien lo que quieres hacer –la advirtió la suave voz de Aya.
Lily se soltó de Aya y la miró.
-He dejado de pensar desde que he visto a Roxy con James. ¡Maldita sea, Aya! ¿No hay más mujeres en el mundo para que se tenga que fijar justamente en ESA?
-No creo que James este realmente con Roxy.
-¿A no? ¿Y entonces que hacen? ¿Jugar al snap explosivo? –gruñó Lily.
-Tú no has venido a la biblioteca precisamente por eso, ¿verdad? –inquirió Aya intentando ganar tiempo, tenía que averiguar bien lo de Roxy y James, y después ya podría defenderlo.
La cara de Lily cambió por completo.
-Ya verá ese Snape cuando lo pille…
Aya sonrió.
-¿Ha dejado de ser Sev? –preguntó Aya haciendo enfadar todavía más a Lily.
Lily la fulmino con la mirada y se quedó pensativa. Después cogió la mano de Aya, sintió una pequeña descarga pero no le importó, la apretó más fuerte y seleccionó los recuerdos que quería que Aya leyese.
Aya sorprendida, ya que no se lo esperaba, empezó a leerlos todos con rapidez. Soltó a Lily antes de que la pelirroja se debilitara demasiado, pero cual fue su sorpresa al ver a Lily en perfecto estado.
-¿Te ayudo, Lils? –se ofreció Aya.
Lily sonrió, sabía que Aya se pondría de su lado.
-Claro –aceptó gustosa Lily.
-Ahora vamos a buscar a ese imbécil, porque no sabe con quienes se ha metido –dijo Aya echando a andar hacia la biblioteca seguida de cerca una Lily sonriente.
Aya y Lily entraron en la biblioteca, pero la primera no sabía por donde empezar a buscar, así que fue Lily la que cogió el control. Echó a andar a zancadas hacia una de las mesas más apartadas de la biblioteca, detrás de ellas había varias estanterías, recorrieron las estanterías y detrás de ellas había una pequeña mesa en una esquina en la que un chico de pelo negro y grasiento escribía muy concentrado en su libro de pociones.
-¡Snape! –lo llamó Lily cruzándose de brazos.
Snape alzó inmediatamente la cabeza y cerró su libro bruscamente al reconocer la voz.
-¿Lily…?
Los ojos de Lily soltaron un brillo peligroso y Aya sonrió apoyándose en una de las estanterías que los rodeaban.
-Evans desde ahora, Snape –susurró Lily mirándose las manos, y en especial las uñas que empezaban a cambiar a un color azulado.
-¿Quieres un consejo, Snape? –le preguntó Aya divertida-. No la enfades.
Snape buscó su varita, aquello no le daba buena espina y se puso en pie.
-¿Qué ocurre, Evans…?
-Eso mismo te quería preguntar yo a ti… Porque me he enterado de algo muy interesante –murmuró Lily acercándose peligrosamente a Snape.
-¿Y eso es…?
-¡Tú! –chilló Lily empujándolo con el dedo envuelto en llamas azules, no le importó chillar sabía que desde allí nadie la escucharía-. ¿Cómo puedes ser tan despreciable de intentar ganarte el aprecio de tu "señor" con mi vida?
Snape palideció, si es que podía estar más blanco.
-¿Cómo…?
-¡Oh! Tengo mis fuentes, Snape... ¡Así que no lo niegas! Así que es verdad… –exclamó Lily-. ¡Maldito bastando! –Lily ya tenía las manos envueltas en llamas azules-. ¿No has entendido lo que te ha dicho antes Aya? No me enfades porque puedo ser peligrosa.
Aya se sentó sobre la mesa.
-¿Sabes que el fuego es muy peligroso, no, Snape? Porque parece que eres un poco tontito –dijo Aya encogiéndose de hombros.
Lily sonrió y alzó su mano derecha admirando la bola de fuego azul se había formado.
-¿Quieres probarlo?
Snape se puso en pie y sacó su varita.
-No te acerques a mí sangre sucia. ¡Desmaius! –exclamó Snape apuntando a la pelirroja.
Lily sin saber muy como creo una barrera protectora de un curioso color azul, se volvió a Snape y lo miró muy enfadada.
-¿Cómo te atreves, Snape? ¿Nos ves que estas en desventaja? –se deshizo de la barrera y le dio una patada a Snape en el pecho, haciendo que el chico cayera de espaldas. Lily apoyó su pie derecho en el cuello del Slytherin-. De esta no te libras. Aya. (N/A: Lo siento, he visto demasiado 'The Dukes of Hazzard' xD)
Aya sonrió.
-Encantada –la chica se arrodillo junto a Snape y puso sus manos, una en cada lado de su cabeza. "Busca, busca, busca…" se decía a si misma Aya, hasta que encontró algo de su utilidad, sonrió para sus adentros y soltó a Snape-. Vaya… Nos vamos a Slytherin, Lily –ordenó Aya levantándose.
-Pero primero haré algo que tengo muchas ganas de hacer… -murmuró Lily mirando con desprecio a Snape.
Snape había perdido el conocimiento cuando Aya entró en su cabeza y después cuando lo llevaron a la enfermería también presentaba múltiples quemaduras a lo largo de su cuerpo. Pomfrey se quedó aterrorizada cuando vio al joven. Y la verdad, le sería muy difícil saber quien había sido el responsable…
o.O.o
-Vamos… -dijo Aya subiendo las escaleras hacia los cuartos de los chicos, se giró al ver que Lily no subía-. ¿Ocurre algo?
Lily miraba admirada las venas de sus muñecas y sus uñas.
-¡Fíjate! –exclamó Lily enseñándole sus muñecas y después sus uñas.
Aya se acercó y miró sorprendida las venas de Lily, que se veían claramente y de un azul eléctrico. Sus uñas estaban como pintadas de ese mismo color, pero más transparente.
-Oh, Dios mío… -murmuró Aya.
-Tengo que librarme de todo, o si no mi cuerpo entero se volverá de un curioso fuego azul –susurró Lily divertida.
-¿De verdad? –preguntó Aya mirando a Lily a los ojos, que tenían en ese momento reflejos del mismo tono azul-. ¿Cómo…?
-Me ocurrió cuando era pequeña, quemé todo el jardín… -comentó Lily como si fuese algo normal-. Menos mal que no había nadie por ahí.
Lily reparó en un mechón de pelo de Aya.
-Oh-oh.
-¿Qué pasa?
-Tu pelo –dijo Lily señalando el mechón-. Está de color violeta.
-¿Todo?
-No, solo este mechón.
-Ah… Entonces es porque se ha ido el tinte… -suspiró Aya-. Lo tengo desde que me "borraron" la memoria, cuando me lo vi, tuve que hacer un conjuro de tinte para que no se viese.
-Vaya…
-Ahora, vamos. Tenemos que encontrar esa dichosa capa –Aya entró al cuarto de lo chicos sin ni siquiera llamar a la puerta, se dirigió hacia el baúl de James y lo abrió de una patada-. ¿Dónde estás…?
Lily miro hacia el cuarto de baño donde James, Remus y Angelica miraban asustados hacia ellas, sonrió y saludó a los presentes. Lily al principio se sorprendió al ver a Angelica en la habitación, pero cuando reparó en la camisa que llevaba la chica y que dejaba ver sus largas piernas, no pudo evitar sonreír.
-Er… Potter, ¿por qué no nos facilitas el trabajo y nos das tu capa? –dijo Lily mirándose las uñas y moviendo la mano para que cambiasen a un tono más violeta.
-¿Dónde has conseguido ese color? –preguntó Angelica extrañada, le parecía haberlo visto en alguna parte y ese sitio no era precisamente sus uñas.
James no se había movido ni un centímetro, por lo que Lily soltó un suspiro y tuvo que obligarlo a cooperar.
-¿No me has entendido? –se acercó a James y con una fuerza poco usual en ella lo cogió de la camisa y lo arrastró hasta el baúl donde lo obligó a arrodillarse-. Búscala –se volvió hacia Angelica y sonrió-. Oh… ¿No crees que es precioso?
Angelica clavó su mirada en las venas de Lily y después la miró a los ojos. Lily tan solo sonrió triunfal, mientras James le entregaba la capa a Aya que la cogió con rapidez y se puso en pie.
-Nos vamos. Adiós, chicos –se despidió Lily dando una patada a la puerta y saliendo de la habitación seguida de Aya.
James, Remus y Angelica miraron asustados a las dos chicas.
-¿Desde cuando eres Potter? –preguntó Angelica.
-Desde que me ha visto con Roxy.
-Oh… ¿Y qué les pasa? –preguntó Remus como si solo estuviesen un pelín molestas con Los Merodeadores.
-Les pasa que Lily se ha enterado de que Snape quiere matarla, y entonces la pelirroja se va a encargar de que pase justo lo contrario –dijo Sirius entrando en la habitación con una sonrisa-. Y Aya como no le conviene acumular demasiado poder ha accedido a ayudarla encantada. ¿Habéis visto que bien le queda ese mechón violeta? Va a conjunto con sus ojos –comentó con una sonrisa.
-¿Van a cometer un asesinato y tu estás tan tranquilo? –chilló Angelica escandalizada.
-Oh, no. En absoluto, vengo de la enfermería porque estaba hablando con Popy sobre Aya, y han entrado un par de Slytherins con Snape en brazos, porque estaba inconsciente y lleno de quemaduras. Estás chicas son únicas, ¿eh?
-¿Y para qué querían mi capa? –murmuró James de mal humor.
-Para que Snape no tenga ni la mínima posibilidad de poderle hacer nada a Lily. Creo que las esperaré cerca de Slytherin para darles la enhorabuena –y salió tan feliz como Aya de la habitación.
-Definitivamente, están todos locos –dijo Angelica parpadeando.
-Sirius tiene razón, estás chicas son únicas… Por cierto, si todo lo que Sirius dice es verdad, el próximo intento de asesinato será el tuyo, James –dijo Remus con una sonrisa-. Y a mí no me gustaría ver a Lily envuelta en llamas azules.
o.O.o
Lily y Aya salieron de la sala común de Slytherin dejando atrás a varios inconscientes, ya fuese por quemaduras o por ataques a la memoria. Las venas de Lily tenían un color menos azulado pero seguían notándose excesivamente y las uñas parecía que se iban a quedar así.
Aya llevaba en la mano un pequeño bote de color escarlata y se miraba con preocupación el mechón morado.
-En serio, Lily, no sé que hacer con esto, porque el tinte se va en seguida, y sobre todo si me meto en la cabeza de alguien.
-¿Qué haremos con la poción? –pregunto Lily mirando el botecito.
Aya miró la botellita con una sonrisa extraña.
-Pues yo estaba pensando en…
Alguien le quitó la botella de la mano y Aya se volvió hacia ese alguien en posición de ataque.
-Tranquilas, chicas –dijo Sirius rodeando los hombros de ambas jóvenes con sus brazos-. Tú no pienses en nada, que nos conocemos, Aya. Lo mejor es destruirla, y asegurarnos de lo que es.
-Eso te lo puedo decir yo sin mirarlo en un libro –dijo Lily frunciendo el ceño.
-Genial, pero lo que me interesa es… ¿Cuánto tiempo lleva elaborarla?
-Unos tres meses o cuatro –contestó Lily.
-Bien, entonces no le dará tiempo a hacer otra, bien… -dijo Sirius-. Ahora solo tenemos que deshacernos de ella, y yo sé donde –Sirius echó a andar hacia el baño de prefectos bajo la atenta mirada de las dos chicas-. ¿Sabéis que sois mis heroínas?
Aya y Lily se echaron a reír.
-Y tú el nuestro, Sirius –dijeron ambas al unísono.
-Bueno, pero eso era obvio.
El trío entro en el baño y Sirius fue directo hacia una baldosa suelta, la quito, permitiendo ver un hueco lo suficientemente ancho como para que entrase una persona, y se dejó caer por el interior de ella.
-¡Sirius! –chilló Aya la ver desaparecer al chico.
Sirius las miró desde el fondo del agujero.
-¡Bajad!
-¿Y cómo piensas subirnos? –exclamó Lily, pero Aya ya se había dejado caer-. ¡Aya!
Aya sonrió al ver que Sirius la había cogido en brazos.
-¡Me niego a bajar! –gritó Lily desde arriba.
-Como quieras –dijo Sirius soltando a Aya que se había ruborizado ligeramente-. Vamos tú y yo –y dio dos pasos y se detuvo frente a una gran tubería, tiró la botellita al suelo y la piso, rompiéndola en mil pedazos.
-¿Y para eso hemos bajado? –preguntó Aya indignada.
Sirius se echó a reír.
-Pues sí.
-Oh, Dios mío.
-Bueno en realidad… Sabía que Lily no bajaría, así que quise aprovechar la oportunidad para hablar contigo. No, Aya, no tengo nada con Lily, ni lo tendré nunca.
Aya lo miró y se cruzó de brazos.
-Supongo que a estas alturas ya te habrás enterado de que lo he dejado con Ben, ¿no? –murmuró Aya mirando a Sirius con la cabeza ladeada.
Sirius abrió tanto la boca que un tren podía haber pasado perfectamente por ahí.
-¿Qué…? –consiguió decir Sirius.
Aya sonrió al ver la reacción del chico.
-Pues eso… Que me di cuenta de que solo te quería a ti, y de que por Ben hacia mucho tiempo que había dejado de sentir algo… -dijo Aya acercándose a Sirius y cogiéndolo de la corbata-. Espero que ahora no seas tú el que rompa mi corazón en mil pedazos –susurró Aya acercándose más a Sirius, rozó sus labios con los del moreno y después lo besó profundamente-. Ahora te daré tiempo para que pienses en tu elección.
Aya se dirigió hasta el hueco, dijo un hechizo y salió volando por el hueco.
-Ya está –dijo Aya sonriendo a Lily.
La pelirroja observó los ojos de su amiga y sonrió complacida.
-Bien por ti. Ahora vamos.
Las dos chicas salían de los baños cuando Sirius subió a la superficie.
-¡Aya! –la llamó el chico-. Ya he elegido.
-¿Y bien…? –preguntó Aya acercándose a él.
-No sé para que dices tantas tonterías –murmuro Sirius atrayéndola hacia él y besándola-. Por cierto… -susurro al oído de la morena, provocando un escalofrío en esta-. Ese mechón violeta te queda genial…
Aya sonrió y besó de nuevo a Sirius.
-Te quiero.
o.O.o
Lily entró en la sala común y se topó con James, que la miró con una de sus sonrisas de conquistador, lo cual solo enfureció más a la pelirroja.
-Potter… ¿No te he dicho que el fuego solo se me va de las manos cuando me provocan?
James la miró a los ojos.
-Er… Pues…
-Te lo dije –y pasó por un lado de James, pero el moreno la cogió del brazo obligándola a girarse.
-Me da igual –murmuró James.
Lily se soltó de James y le dio un puñetazo en la nariz.
-Y no me vuelvas a tocar –siseó Lily amenazadoramente y siguió su camino, mientras James se llevaba las manos a la nariz que había comenzado a sangrar sin control.
o.O.o
Snif, snif… Últimamente no me salen tan largos como quisiera los caps xDD Pero bueno, lo importante es que si que incluyo todo lo que quiero, y la verdad es que estoy contenta con el resultado de este penúltimo cap. Claro que mientras escribía mis paranoias escuchaba la BSO de Kill Bill xDD
Por cierto… xDD Muy importante… No sé si os habréis dado cuenta de a que día estamos y bueno… No sé si sabréis que cumplo 15 añitos el 27 de este mes, así que… ¡Espero felicitaciones, aunque sean adelantadas! xD
A ver, recapitulemos, he juntado a Aya y a Sirius, ¡yúju! Casi no me lo creo, pero si por fin me he decidido. Y la verdad es que Aya es mi personaje preferido, es tan… ¡Tan ella! xDD Y luego no me lo puedo creer faltando un cap para el final voy y separo a James y Lily 0.0 xDD Y además por culpa de mi pequeña Roxy, ¡otro personaje que me encanta! xDD Es tan… No sé, tan mala pero a la vez tan buena… xDD Y Lily que cuando se enfada es peligrosa x.x Si os preguntáis de donde saque la paranoia del poder de Lily me inspire en Hellboy, no sé si habéis leído alguna vez un comic o habéis visto la peli… En fin, en ese comic la chica tiene el mismo poder que Lily, el maravilloso fuego azul xDD Y James, ay, pobre de mi James lo he convertido en un idiota XD Y Remus y Angie, siguen con sus ganas de decirnos a todos, ¿queréis algo dulce? ¡No hace falta que os compréis azúcar, nos tenéis a nosotros!
Y ahora os comento que irá en el próximo y último capitulo que se llamará "Fortaleza de Humo":
-Lily "escapará" de James mediante los exámenes y sus poderes (por si no lo habéis deducido del titulo).
-James discutirá con Lily, e incluso terminarán pegándose, pero quien sabe quizá no terminan precisamente en la cama de la enfermería… 0.0 xDD
-Y llegaran los EXTASIS, para que todos se mueran estudiando xDD Y algunas cosillas más…
Y ahora muchísimas gracias a todas las que me dejasteis rr! n.n Espero que leáis mi nueva mini-producción "Baila Conmigo", también un L/J, para no romper la tradición xDDD Bsks 1000! (Se me hace rarísimo eso de no subir a la vez Nothing New T.T xDD) Hasta la semanita que viene! n.n
