Chico Bestia salió de mi habitación y caminó por el pasillo; deacuerdo era demaciado extraño todo eso, de hecho olvidé preguntarle del sobre, pero eso lo vería más tarde; lo que me preocupaba ahora era que él estaba actuando muy raro; no, no podía dejarme vencer por mi mente, todo debía ser una alucinación, una mentira de mi mente; y todo por un tonto deseo de querer que mi sentimiento no interfiriera en mi vida; yo estaría dispuesta de verdad a dejar esto de lado con el hacho de que todo regresara a la normalidad en mi vida, pero había un problema... no lo podía olvidar, era muy dificil, realmente quería pero no podría, el siempre estaría alli en mi mente, presente sin que yo lo llamara, y aparecería cada ves que no quisiera verlo, y cada ves que me estuviera muriendo... no tenía salida alguna. Aunque por otra parte, porque todo tenía que ser malo... porque no podía pensar en una oportunidad más, porque no simplemente lo intentaba, no debí hacer eso, fue muy tonto; al menos duró un rato, y eso importa, lo que es peor es que me siento mal porque en lugar de mejorar las cosas las estoy empeorando...

Rae: Chico Bestia.
BB: que... ahora que... no me lleve nada de alli lo juro.
Rae: no es eso... es solo que quería disculparme porque te trate muy mal en mi habitación, y no te mereces eso, bueno en realidad me quería disculpar por siempre tratarte así, yo... lo siento BB: te estas disculpando conmigo por.
Rae: mira no hagas más dificil esto de lo que ya es.
BB: esta bien de acuerdo, de acuerdo ya entendí, no hay problema Rae: podemos empezar de nuevo?
BB: pues esta bien por mi... pero de verdad la hija de la obscuridad quiere empezar otra vez.
Rae: si no quiziera no estuviera pidiendote disculpas.
BB: buen punto, bien podemos comenzar otra vez.
Rae: antes como estoy segura de que nos llevaremos bien de verdad.
BB: respeto mi querida Raven, respeto.
Rae: algo como reirme de tus chistes y escucharme cuando hablo de alg importante y no tocar mis cosas.
BB: si, algo así... te prometo que no tomaré tus cosas de nuevo... ya aprendí, con el espejo bastó.
Rae: jajaja... si creo que si.
BB: buen comienzo.
Rae: gracias.
BB: ahora me ire a dormir... así que ahhh buenas noches.
Rae: buenas noches...

Sin más, cuando me dí cuenta me estaba dando un beso en la mejilla; me miró y me sonrió; estaba actuando un tanto raro, pero aun así eso había sido un punto a mi favor, cuando me dí cuenta había esferas de energía negra rodeando me como si fuera un átomo; y al momento explotaron; pero no tenían nada dentro, excepto una, que tenía unas gotas de sangre; de donde, de quien? eso no lo sabía, pero era sangre... ago tendría que ver mi padre... no lo creo, lo ví morir, lo vi irse para siempre; yo lo maté... pero y si mi madre estaba en peligro?... Corrí a mi habitación y cuando abrí la puerta me dí cuenta de quien era la sangre...

Rae: pero como pasó esto?...

Al ver mi pierna derecha noté que tenía una cortada muy grande, de como unos 10 cm de largo, pero muy fina, casi no se notaba, si no hubiese sido por la sangre que salía de ella; me giré para ver si no había sangre en el piso, y efectivamente había sangre en el piso; seguí el rastro de esta hasta la mitad del pasillo donde desaparecía y alli había algo que jamás creía que siguiera existiendo, no había más que 2 en el universo y solo una persona poseía uno de ellos, alguien que conocía bien...

Rae: padre...

Tomé el pendulo de Azar, mi abuela al parecer tenía un mensaje para mi, pero había otra persona que poseía uno de esos pendulos; mi padre, mi abuela decía que era para tenerlo bajo control y que en su intento por conquistar mundos pudieran detenerlo, mi madre Arella, pudo detenerlo con algo más fuerte que un hechizo, pero mi abuela aun lo vigilaba con aquel pendulo. En mi habitación bajé el libro donde estaría el hechizo para entrar de nuevo a Azarath, vería a mi madre alli, ella tendría respuestas, posiblemente, mi abuela había muerto hacía tiempo y ella sabía mucho sobre la profesía anted de que mi padre llegará a luchar contra mi.