Wenas ya vuelvo a estar aquí con un nuevo capi de mi historia.
Este capítulo va dedicado a un escritor de esta página web krls al que estimo molt (le quiero mucho) y también se lo dedico a mi mejor amigo Pedro jejeje.
Gracias a Goldfinger-Potter y a Nely Black por los reviews a y también a krls.
Espero sus reviews que me animan mucho a seguir. A lo mejor el próximo capítulo tarda más pero es que en las dos semanas siguientes tengo seis o siete exámenes y tendré que estudiar.
A leer.
Capítulo 7. Halloween y un poder muy esperadoAquel día el joven Potter se había despertado muy pronto.
Hoy es sábado- pensó el chico. Creo que me voy a quedar un poco más estirado en la cama.
Después de esos pensamientos Harry recordó todo lo que le había sucedido en esa última semana.
Lo primero que le vino a la cabeza cuando empezó a repasar la semana anterior fue el tierno beso que tuvo con Ginny antes de la interrupción de Tío Moony.
Seguidamente le vino a la mente la selección de los nuevos jugadores del equipo de quidditch.
-----------FLASH BACK----------
Era jueves por la tarde y Potter y los hermanos Weasley se dirigían al campo de quidditch para la selección de los nuevos integrantes.
Cuando llegaron al campo vieron a Parvati Patil, Seamus Finnigan, Dean Thomas y a los hermanos Creevey y algunos alumnos que apenas conocían de vista.
-Buenas tardes chicos- dijo Harry.
-Hola capitán- chillaron todos a coro cosa que hizo que el chico se ruborizara un poco.
-Bueno creo que lo mejor es que empecemos rápidamente con las pruebas- sentenció el capitán. Lo primero que quiero que hagáis es que decidáis para que posición queréis hacer la prueba-explicó Potter.
Los chicos le hicieron caso y al cabo de apenas dos minutos ya estaban todos colocados. Sólo habían dos grupos: golpeadores y cazadores.
Después de esto Ron fue quien habló.
-Muy bien, hoy entre mi hermana, el capitán y yo escogeremos a dos cazadores/as y a dos golpeadores/as-razonó el joven Weasley. Como ya sabéis mi hermana es cazadora, Harry es el buscador y el capitán y yo soy el guardián.
- De acuerdo ahora os voy a explicar las pruebas que cada uno debe realizar y al final haremos un partido de prueba con los que finalmente se integrarán al equipo para ver la compenetración que tenemos. ¿Estáis de acuerdo, chicos? –cuestionó el niño-que-vivió.
-Sí-respondieron todos muy seguros de ellos.
-Bien, la primera prueba la harán los que quieran el puesto de cazadores- dijo Harry. Inmediatamente Parvati Patil, Seamus Finnigan, Dean Thomas y la mayoría de los chicos menores se acercaron más al capitán para oírlo mejor. La prueba consistirá en tirar cinco penaltis y después será que intentéis hacer el mayor número de puntos cuando suelte las bludgers. ¿Entendido?- preguntó el ojiverde.
-Sí- contestaron los posibles cazadores.
Después de esto Ron se elevó hasta los postes para defenderlos. Mientras tanto los chicos que tenían que hacer la prueba se subieron a sus escobas y se pusieron en fila para poder lanzar los penaltis.
El joven Weasley paró todos los penaltis que lanzaron los chicos menores pero en cambio tubo más problemas con Parvati, Seamus y Dean.
Cuando acabaron con los penaltis soltaron las bludgers y en esa prueba se demostró que los chicos de segundo año y tercero no tenían nada que hacer y que Parvati temía a las bludgers como si de Lord Voldemort se tratara.
Los chicos que habían participado en la prueba bajaron a tierra firme y con ellos Ron.
-Lo han hecho muy bien. Ahora por favor esperen aquí mientras tomamos una decisión-dijo Harry aunque el ya tenía muy claro cuales serían los cazadores.
Ginny, Ron y Harry se dirigieron a los vestidores de quidditch para decidir cuales serían los nuevos cazadores del equipo de Gryffindor.
-Bueno chicos yo creo que deberían ser Seamus y Dean-dijo Potter.
-Yo también lo creo porque Parvati tiene un miedo terrible a las bludgers- opinó Ron.
-Lo mismo digo y los de segundo año no tienen puntería, tiran a ciegas-explicó Ginny.
-Pues entonces ya está todo decidido salgamos a comunicarles a los nuevos componentes que ya tienen una ocupación extra-sentenció el ojiverde.
Los tres fueron de nuevo al centro del campo de quidditch.
-La decisión ya está tomada. Todos lo habéis hecho muy bien, pero los nuevos componentes del equipo son Seamus Finnigan y Dean Thomas-dijo Harry y repasando con sus manos el cuerpo de Seamus y Dean y finalmente dando una palmada, las túnicas del colegio de los dos chicos se transformaron en el equipo de quidditch y con su nombre ya grabado. Esto causó mucha intriga porque el joven chico ni siquiera había pronunciado palabra.
-Bien ahora les toca a los golpeadores- dijo Ron para romper el tenso silencio que se había formado después del milagro.
-De acuerdo, yo voy hacer unos muñecos que después de que las bludgers los toquen se esfuman y la finalidad es que todos queden intactos. Haré cinco como si fueran los cazadores, buscador y guardián de un equipo de quidditch-explicó Harry y esta vez tomando su varita hizo aparecer los muñecos. Seguidamente dio un silbazo y soltó a las bludgers.
Después de quince minutos en los cuales Ginny, Harry, Ron y los nuevos cazadores pudieron ver el juego que se desarrollaba en el aire decidieron que los nuevos goleadores del equipo serían los hermano Creevey así que Harry de nuevo hizo sonar el silbato.
-Muy bien los componentes serán los hermanos Creevey-sentenció el joven Potter y como había hecho antes con un movimiento de sus manos transformó las túnicas en el equipo de quidditch.
Después hicieron el pequeño partido y todos volvieron juntos a la sala común.
-----------FIN DEL FLASH BACK-------------
Harry de repente notó que estaba en el cuarto que compartía con su tutor, la verdad es que ni siquiera se había dado cuenta de que estaba allí.
Se giró y vio que Remus no se encontraba en la habitación, pero al cabo de pocos minutos su tutor entró a la habitación.
-Buenos días pequeñajo- saludó Lupin sonriente.
-Buenos días Tío Moony – respondió un chico de dieciséis años con el pelo revuelto y de color azabache que tenía los ojos como dos esmeraldas.
-Venga chico vete a vestir y a desayunar que hoy es Halloween y después tendrás que ir a Hogsmeade para poder comprarte algo bonito-dijo Remus con picardía.
-No te pases Lobito además he descubierto un nuevo poder-explicó el chico.
-Cual es Harry-preguntó el licántropo angustiado.
-Tú tranquilo Remus. Observa- el joven Potter hizo un movimiento con su mano haciendo la forma de lo que quería en el aire y con una palmada apareció un ramo de flores.
Cuando su profesor vio esto se quedó totalmente pasmado.
-Esto es increíble. Intenta hacer un armario-propuso Lupin.
Y al cabo de un minuto en mitad de la habitación habían un armario que Harry hizo desaparecer con un chasquido de dedos.
-Esto lo tengo que hablar con el director e investigar este magnífico poder-contestó Remus. Y ahora vete ya a duchar.
-Ya voy- dijo el chico mientras veía como su tutor se iba de sus estancias.
Al cabo de media hora Harry ya estaba preparado para ir a desayunar al Gran Comedor.
El chico se acercó sigilosamente al sitio donde se encontraba su amada pelirroja y con un movimiento de su mano y dejándolo atónito sin tener que hacer la palmada, hizo que en su mano apareciera un gran ramo de rosas.
-Hola Ginny –dijo Harry y le tendió el ramo de flores.
-Hola Harry y muchas gracias- respondió la joven poniéndose tan roja como su pelo.
-Te espero esta noche a las ocho en la sala común para bajar juntos al baile-propuso el chico.
-De acuerdo Harry-respondió Ginny y le dio un beso en la mejilla.
Harry se sentó unos asientos más adelante y simplemente comió unos pocos cereales.
Cuando iba hacia la sala de los menesteres para practicar su nuevo poder se encontró con la persona a la que más odiaba.
-Que cara cortada buscando al perro muerto-dijo un chico de ojos plateados.
-Lárgate de aquí asqueroso mortífago-le espetó Potter sabiendo que el insulto que había dicho Malfoy iba dirigido a su padrino.
-Oh perdón Potter que el perro se cayó por un velo, ya no lo recordaba-siguió diciendo Malfoy.
De repente todas las luces del pasillo explotaron y sólo se veía a Harry Potter el cual era elevado unos pocos centímetros del suelo por su aura mágica.
Todos los integrantes del colegio notaron una gran fuerza mágica pero ninguno sabía que Harry era la fuente de esa energía.
-Nunca nombres a mi padrino de ese modo-chilló el joven Potter. Cru!! –pero Harry no pudo acabar porque una chica se le tiró encima y lo abrazó tiernamente. Harry reconoció que se trataba de la pequeña Weasley y ese abrazo hizo que su ira cesara y que la maldición imperdonable no fuera lanzada hacia Malfoy cuando Ginny se separó de él Harry se acercó a Draco.
-Vete de aquí y no pronuncies a Sírius Black en mi presencia-dijo el ojiverde.
Después de esto se fue con la persona a la que más quería a la sala de los menesteres.
Una vez estuvieron allí se sentaron en uno de los sofás.
-Muchas gracias Gin si no fuera por ti ahora estaría en Azkaban.-dijo Harry.
Entonces la joven Weasley se puso a llorar desconsoladamente. El ojiverde simplemente se acercó a ella y le dijo:
-Tranquila ya pasó te prometo que no me descontrolaré más.
-De acuerdo ahora Harry me tengo que ir- contestó Ginny cuando ya estuvo más tranquila y, sin más preámbulos se fue de la sala.
Harry se quedó practicando en la sala hasta la hora de comer.
Salió de la sala de los menesteres y se fue al Gran Comedor.
-Hola Ron, esta tarde vamos juntos a Hogsmeade a comprar los trajes verdad?¿-preguntó el niño –que-vivió.
-Si Harry- le contestó el pelirrojo.
En cuanto acabaron de comer Harry y Ron cogieron un carruaje hacia Hogsmeade e igual que ellos Hermione y Ginny hacían lo mismo. Habían decidido ir por separados para que la sorpresa al verse con los nuevos trajes para el baile de máscaras fuera mayor.
Harry y Ron fueron directamente a la sucursal que había en el pueblo de Madame Malkin, que teniendo constancia del evento que tendría lugar esa noche en el castillo había confeccionado trajes de la época medieval con máscaras de plata fina y cosas por el estilo.
Harry rápidamente empezó aprobarse ropa mientras Ron le daba su opinión, pero Harry no se decidía por ninguno. El chico quería estar muy guapo porque esa noche estaba dispuesto a dar el gran paso con su amada pelirroja. Después de haberse probado unos treinta disfraces por fin logró encontrar el que más le gustaba. Junto con el vestido se compro una máscara de plata fina que sólo cubría la parte de los ojos.
Seguidamente Ron empezó con sus compras. El pelirrojo por una vez podría comprarse algo de primera mano gracias a sus hermanos Fred y George que con la tienda de bromas ganaban mucho dinero. Ron fue mucho más rápido que Harry el quería impresionar a Hermione pero como el chico no estaba acostumbrado a comprar después de probarse dos o tres trajes se decidió por el primero que se había probado.
Mientras tanto en otra parte de Hogsmeade las amadas de Ron y Harry entraban en una joyería para comprar algo de bisutería. Ginny que como Ron llevaba dinero de los gemelos se compró unos bonitos pendientes colganderos, un hermoso brazalete y un colgante todo ello a juego. Sin embargo Hermione sólo compró unos pendientes más bien discretitos y un colgante con forma de H, su inicial.
Harry y Ron ya habían salido de la tienda y se dirigían hacia Honeydukes para comprar un buen cargamento de golosinas. Los dos chicos gastaron en esa tienda bastante dinero pero como bien decía Ron para poder estudiar se ha de tener el estómago lleno para no tener que distraerse.
Mientras tanto Hermione y Ginny ya estaban en a tienda de ropa y las dos compraron rápido sus vestidos ya que los habían pedido vía catálogo y simplemente les tenían que arreglar el bajo. En cuanto salieron de esa tienda se dirigieron a Hogwarts porque ellas dos tenían mucho que hacer.
En cambio, sus principitos habían decidido pararse en las Tres Escobas. Cuando Harry y Ron pidieron las bebidas el niño-que-vivió intentó escaparse.
-Ron ahora vuelvo voy al servicio-dijo el ojiverde.
-Está bien te espero aquí-contestó el inocente Weasley.
Harry salió como una flecha en dirección al lavabo pero cuando estaba fuera del alcance de la visión de su amigo salió por la puerta trasera hasta la joyería del pueblo.
-Buenas tardes señor que desea-le preguntó el joyero.
-Me gustaría comprar un anillo de diamantes en el cual estuviera grabadas las iniciales H & G-respondió el joven Potter.
Entonces el joyero sacó todos los anillos de diamantes que tenía y Harry sin dudar i un momento cogió el más caro para asombro del dependiente.
-Está seguro de que quiere este señor-cuestionó el hombre.
-Sí, por favor grábemelo y cóbreselo de la cámara 711 de Gringotts.
El joyero desapareció por una puerta trasera y al cabo de tres minutos trajo el bonito anillo en una caja de terciopelo negro.
Harry después de guardarse el anillo a buen recaudo salió disparado hacia las Tres Escobas.
-Ya era hora amigo. Pensaba que se te había comido el váter- dijo Ron sonriente.
-Lo siento-contestó Harry.
Y empezaron a tomarse sus bebidas.
Harry miró su reloj y se maldijo por dentro porque desde la prueba de los tres magos su reloj no funcionaba. Le preguntó la hora a Ron y él tampoco tenía. Por tanto cuando llegó Madame Rosmerta para darles la cuenta, los chicos le preguntaron que hora era y después de dejar en la mesa el dinero salieron disparados rumbo al castillo. A los chicos se les había hecho demasiado tarde y sino se daban prisa no estaría arreglados a tiempo para recibir a su princesitas al pie de la escalera como días atrás les habían prometido.
El primero en llegar a la ducha fue Harry. Se dio un baño rápido y como sabía que no podría aplastar su pelo lo dejó tal y como le había quedado. Salió del baño mientras que su mejor amigo entraba como alma que se lleva el diablo. Después de cinco minutos salió Ron del baño con el pelo todo bien colocado con un poco de gomina que le prestó Harry aunque Ron no estaba muy seguro de si esa pasta muggle sería buena para su querido pelo rojizo.
Harry ya estaba vestido y simplemente esperaba a que su amigo se acabara de vestir para ir los dos a buscar a sus parejas.
-por cierto Harry aún no me has dicho quienes tu pareja para el baile- le preguntó Ron mientras cogía su más cara.
-Tranquilo Ron dentro de un minuto la verás- le contestó Harry de manera nervioso. Vamos abajo ya deben estar apunto de bajar.
Sin más preámbulos los dos amigos bajaron a la sala común .
Al cabo de cinco minutos Hermione Granger bajaba por las escaleras con un hermoso vestido al estilo de la edad media y el pelo liso. Ron al verla se quedó perplejo y Hermione también quedó conmocionada cuando vio a su querido Ronnie con un traje estilo también a la edad media y como ella una bonita más cara de plata fina que cubría el contorno de sus ojos.
-Harry donde has quedado con tu pareja-preguntó Hermione.
-Aquí mismo Mione-contestó Harry mientras veía atónito como una bonita chica pelirroja con un vestido parecido al de Hermione pero de color ocre bajaba por las escaleras. Harry rápidamente se acercó a ella y le extendió su brazo para irse los dos juntos.
Hermione y Ron cuando vieron de quien se trataba se quedaron atónitos de que la pareja de Harry Potter fuera nada más ni nada menos que la hermana menor de su mejor amigo, Ginny Weasley.
Cuando la pareja acabó de bajar los dos peldaños que le quedaban se dieron un beso en la mejilla.
-Pe...pero Harry si esa es mi hermana-dijo Ron aún en estado de shock.
-Lo sé Ron y espero que no te importe-contestó el niño-que-vivió.
-Tranquilo-dijo su mejor amigo.
Acto seguido las dos parejas se encaminaron hacia el Gran Salón.
El Gran Salón estaba decorado de manera espectacular. Habían calabazas gigantes criadas por Hagrid y las cuatro mesas que normalmente había para las comidas no estaban y en su lugar habían mesas de dos.
Harry y Ginny se sentaron en una de esas mesas y Ron y Hermione hicieron lo mismo. Al cabo de unos segundos la música comenzó a sonar haciendo que las primeras parejas fueran directas a la pista de baile.
-Amor quieres bailar-preguntó Ginny.
-La verdad es que yo Ginny no se bailar-contestó Harry.
-Tranquilo cariño tú sólo déjate llevar-le dijo Ginny.
El chico estaba esperando esa reacción porque quería bailar con Ginny para poder darle el anillo que le había comprado. Así que de seguida se pusieron los dos a bailar muy arrimaditos el uno del otro.
Mientras en otro lado del comedor una china llamada Cho Chang estaba llena de furia por lo que sus ojos estaban viendo. Como podía ser que esa Weasley me haya arrebatado al niño-que-vivió a mi pensaba la chica.
Harry y Ginny estaban bailando cuando observaron a Hermione y Ron besándose apasionadamente al ritmo de la música. Harry pensó que era el momento de actuar.
-Ginny quieres salir conmigo-preguntó Harry sacando el anillo y poniéndoselo a la chica.
-Sí Harry – después de decir esto los dos se besaron tierna y apasionadamente mientras todo el Gran Salón les miraba.
Dumbledore empezó a aplaudir y con él todos los demás excepto claro los Slytherin.
Finalmente la nueva y feliz pareja tuvieron que romper el beso porque se habían quedado sin aire.
-Te quiero-le susurró la chica al ojiverde.
-Y yo a ti mi amor-le dijo el niño-que-vivió.
En una de las mesas para dos personas Hermione y Ron veían felices a la nueva pareja.
-Me alegro de que mi hermana este saliendo con Harry –dijo Ron a su novia.
-Yo también creo que están hechos el uno para el otro-dijo Mione risueña.
Teniéndose que callar por el cálido beso que su novio le daba.
Harry y Ginny bailaban tranquilamente sin saber que les esperaba pasar un mal rato.
Cho Chang se acercaba a ellos a pasado rápido y de manera muy decidida.
Cuando estuvo al lado de Harry le estiró del brazo separándolo de su amada.
-Pero que hacer Chang- le dijo el joven Potter muy irritado.
-Vamos a bailar-dijo la china entono autoritario.
-No voy a bailar contigo yo estoy muy bien con mi pareja busca tu a la tuya-le espetó Harry con tono decidido.
-Como has podido caer tan bajo para enamorarte de una pobretona Weasley-le contestó Cho.
-Retira eso porque esta pobretona Weasley como tú la llamas es mucho mejor que tú cien mil veces-le respondió Harry. Ya hora si nos disculpas mi novia y yo vamos a otro sitio donde no hayan chinas celosas-y con estas palabras Harry dio por acabada la charla. Cogió a su novia de la mano y los dos se fueron a la habitación de los menesteres.
Cuando entraron encontraron una sala con dos sofás y una bonita alfombra. Harry besó apasionadamente a Ginny y viceversa hasta que el sueño les venció y los dos se quedaron dormidos abrazándose el uno al otro y soñando con la noche tan magnífica que habían tenido.
