RESPUESTA A LOS REVIEWS:
Kimita-Potter: gracias, tranquila que suelo actualizar cada domingo.
NeLy BlAcK: muchas gracias por tus ánimos y espero que este capítulo también sea de tu agrado.
Sanarita31: gracias y como siempre actualizo cada semana para no haceros pasar mucha angustia.
Goldfinger-Potter: Tranqui Marc que reconozco tu nick. Gràcies pels teus reviews.
Ahora simplemente decir que este capítulo se lo dedicó al chico del cual estoy enamorada y también a una compañera de clase que se llama Monica.
Ahora simplemente deciros que espero que os guste y espero muchos reviews de esos que tanto me gustan.
Capítulo 11. La unión de las casasAquel día cuatro personas estaban durmiendo plácidamente en su nueva habitación.
El sol empezó a entrar en la estancia y el famoso Harry Potter despertó con ideas claras para ese día.
-Chicos-gritó Harry. Arriba!
-Cinco minutitos más amor-le contestó Ginny.
-Ni hablar princesita-le respondió Harry y le dio un leve beso en los labios que basto para que Ron se despertara de golpe y Ginny también .
-Pero Harry cuidado con lo que le vas a hacer a mi hermanita pequeña-le gritó Ron.
-Pero Ron no es la primera vez que Harry me besa en tu presencia además a ti nadie te dice nada cuando te besas con Hermione-reprendió Ginny.
Hermione ante la mención de su nombre creyó que era momento de intervenir.
-Ronnie tu hermana tiene razón-le dijo dulcemente la chica-además Harry y Ginny ya son mayorcitos y Harry nunca haría daño a tu hermana. Verdad Harry?¿-preguntó la castaña.
-Mione, moriría por ella-contestó decididamente Harry.
-Muy bien, ya basta-cortó Ginny. Ahora me gustaría saber porque mi ojiverde preferido nos ha despertado de esta manera.
-Primero porque hoy ahí clase-intentó contestar el chico.
-Pero aún faltan dos horas-le contestó Ron de malas maneras.
-La verdad es que he decidido ir a hablar con Dumbledore para que nos deje reanudar el ED-explicó Harry tranquilamente.
-Eso es genial Harry, pero tú no tendrás tiempo-le dijo Hermione.
-Tranquila Mione eso nuestro querido director lo solucionará-le contestó Harry.
Ahora será mejor que los vistamos y podamos ir antes de empezar las clases al despacho del profesor Dumbledore.
Harry cogió el espejo que Remus Lupin le había dado y dijo su nombre.
Al instante siguiente apareció en la superficie del espejo Remus con cara adormilada.
-Ha pasado algo pequeñajo?¿-preguntó le licántropo.
-No Tío Moony sólo quería decirte que dentro de media hora los chicos y yo iremos a ver al director y nos gustaría que tú estuvieras-explicó el joven Potter.
-De acuerdo allí estaré-contestó el lobito.
Y se cortó la comunicación.
-Nos tenemos que dar prisa-gritó Harry. Dentro de media hora hemos de estar en el despacho de nuestro querido director.
-De acuerdo-gritaron los otros tres al unísono.
A la media hora ya estaban los cuatro amigos con sus respectivas túnicas de Hogwarts y las mochilas esperando a su profesor de DCAO en la gárgola que daba paso al despacho de Albus.
-Perdón por el retraso-gritó Remus Lupin cuando llegó jadeando.
-Bien ahora que ya estamos todos será mejor que entremos-dijo Potter.
-Caramelos de limón-dijo Ron.
La gárgola de seguida les dejo paso y los cinco presentes con gran agilidad y práctica subieron en uno de los peldaños.
Finalmente, encontraron la tan conocida puerta de roble que daba paso a las estancias del director de Hogwarts.
Sin ni siquiera pensárselo Ginny picó a la puerta y nadie contestó. La chica volvió a insistir.
-Adelante-dijo la voz de Dumbledore con un deje de cansancio.
Los cinco pasaron y se fueron sentando delante de Dumbledore. Sólo habían tres sillas así que Harry hizo aparecer un sofá para él y su novia.
-Muy bien, ustedes dirán el porque de tan madrugadora visita-les preguntó Albus Dumbledore aún con semblante adormecido.
-Albus he decidido que sería muy recomendable que se restaurara el ED, pero de manera legal-expuso Harry.
-Pero Harry ahora Remus y Sarah hacen muy buenas clases y tus compañeros tienen buen nivel-dijo Dumbledore.
-Lo sabemos pero creemos que si alguien quiere prepararse mejor por si en algún momento dado tiene que luchar sería bueno subir un poco el nivel-dijo esta vez Hermione.
-Quizá tenga razón señorita Granger-contestó Dumbledore.
-Albus yo creo que es muy buena idea-le dijo Lupin. Harry los días que tengas reunión me los dices y cambiamos la hora del entrenamiento.
-Moony yo había pensado que mientras Sarah hace la clase de sexto curso de Gryffindor tú me podrías hacer esos días en esa hora el entrenamiento y a la tarde librarme de él para poder dedicarme al ED. ¿Qué te parece? –preguntó el joven Potter.
-Me parece estupendo si Albus esta de acuerdo por mi vale-dijo el hombre-lobo feliz deber a su pupilo tan contento y dispuesto a ganar a toda costa.
-Por mi está bien, pero como os organizaréis y donde llevaréis a cabo las clases-preguntó Dumbledore de manera estratégica.
Ron, Hermione y Ginny pensaron que no tenían ni idea de lo que hacer, pero ninguno de ellos pudo decir nada porque Harry se les adelantó.
-Albus esto es sencillo. Podrán entrar alumnos de cualquier edad y de cualquier casa, incluyendo Slytherin-apuntó Harry viendo las caras de asombro de su público. Nosotros cuatro haremos una prueba a todos los que estén dispuestos a entrar. A la hora de las clases, Ginny se ocupará de los de primer y segundo curso. Ron de los de tercero y cuarto, Hermione de los de quinto y los ayudará con sus TIMOS y yo me encargaré de los de sexto y séptimo año ya que yo estoy en nivel de auror-expuso el joven Potter con calma y serenidad. Las clases las haremos en nuestras habitaciones-finalizó Harry.
-Veo que has pensado en todo-contestó el director de Hogwarts.
-La verdad es que sí-contestó Harry. Simplemente me gustaría que usted anuncie la noticia a la hora del desayuno y diga que para entrar sólo tendrán que enviarme una lechuza y yo me pondré en contacto con ellos.-explicó Harry. A, por cierto a Ginny, Ron y Hermione les entrenaré yo mismo por la noche para que tengan un buen nivel para la orden.
-Venga chicos es hora de que vayamos a desayunar-les dijo Lupin.
-Hasta ahora-dijeron los cuatro chicos de cómo se había llevado a cabo la conversación. Tres de las personas pensaron que Dumbledore es había dejado convencer muy rápido, pero lo que ninguno de ellos sabía es que el mismo Albus Dumbledore temía el poder oculto de Harry Potter.
Finalmente, después de todo el camino en silencio llegaron al Gran Comedor.
Los cuatro chicos se sentaron juntos esperaron que Dumbledore hiciera su aparición y les explicara a los alumnos sobre la nueva asociación.
No obstante este no apareció, sino que delante de ellos aparecieron unos papeles en los que se encontraba toda la información que Harry había dicho a Dumbledore y además había unas rayas donde si ponías tu nombre y lo enviabas a Harry Potter pasarías una prueba para entrar en el ED.
Los cuatro chicos se quedaron perplejos ante la buena idea de su viejo director y decidieron que era momento de retirarse a su próxima clase.
Tres de ellos tenían pociones así que aligeraron el paso para no llegar tarde, la joven Weasley tenía Historia de la Magia así que decidió que se pondría hacer una lista de hechizos que podría enseñar a los niños de primero y segundo curso.
Cuando llegó la hora de la comida Harry estaba contento. Snape no les había quitado ni un punto y eso era muy raro en una clase de pociones, pero verdaderamente no tenía ninguna razón para quitarles puntos porque los tres aunque pareciera mentira habían hecho la poción a la perfección y en un tiempo record.
Cuando se sentaron a comer de repente se oyó un gran ruido y una bandada de lechuzas se dirigió en dirección a Harry.
-Harry creo que tu propuesta ha sido aceptada con crecer amor-le susurró Ginny.
-Ciertamente mi princesita-le respondió el niño-que-vivió antes de darle un intenso beso en los labios y explorarse mutuamente.
-Ejem, ejem-hizo Ron, los dos tortolitos tuvieron que separarse muy a su pesar ante la atenta mirada de todo el comedor.
-Venga vayamos abriendo las cartas-propuso Hermione intentando romper el silencio incómodo que se había formado.
Empezaron abrir las cartas y se encontraron con alumnos de todos los cursos y de las casas Gryffindor, Hufflepuff y Ravenclaw, pero ninguna de Slytherin tal y como ellos se esperaban.
En ese momento una lechuza negra recorrió todo el Gran Comedor en dirección a Harry Potter.
Harry en cuanto vio la lechuza la reconoció pero no dijo nada y esperó a que esta se posara justo delante suyo.
Harry decidió abrir personalmente la carta y leyó en voz suficientemente alta para que Ginny, Hermione y Ron la oyeran.
"Hola señor Potter:
supongo que no querrá que me incorpore en su asociación pero a mi me agradaría mucho que usted que ha luchado tantas veces con el Señor Oscuro me enseñará a defenderme de él y a poder pelear contra su séquito de mortífagos. En esta misma carta le incluyó el cuestionario rellenado.
Atentamente,
Draco Malfoy".
Cuando el niño-que-vivió acabó de leer la carta ninguno de los cuatro se podían creer lo que habían leído, pues esto superaba todas sus expectativas.
-Bien a Malfoy le haremos una prueba especial. Vayamos a la habitación para prepararlo-propuso Harry.
Ninguno de los demás se hicieron de rogar y se levantaron dejando al comedor atónito y se dirigieron hacia su propia habitación. Una vez estuvieron en el salón acomodados Harry les explicó el plan.
-Pero Harry utilizar veritasérum es ilegal-le reprendió Hermione.
-Mione lo sé pero lo que o voy a permitir es unirse a Malfoy sin estar cien por cien seguro de que no nos hará nada y de que no sea un espía de Voldemort.-explicó Harry.
-Herm Harry tiene razón-le contestó Ron a la chica dándole un corto beso en los labios ante la mirada pícara de la otra pareja.
-Oh, de acuerdo-dijo Hermione.
-Aún así lo haremos con todos los demás también cualquiera que nos parezca sospechoso o infiel como Marieta le modificaré la memoria y listo-explicó Harry.
-Muy bien amor pero ahora tenemos que decidir el día para todo este tinglado-le contestó Ginevra.
-Hermanita esta claro que tu amorcito ha pensado en hoy porque hoy por la tarde nosotros tenemos DCAO con Sarah y él tendrá con Remus y, por tanto tendrá todo el rato después de la cena libre-le contestó Ron.
-Increíble ton pero por una vez has pensado y has dado en el clavo-bromeó Harry risueño.
-Que gracioso Potter- le contestó su amigo.
-Vamos chicos vamos a responder a todas las cartas que sólo nos queda media hora-les dijo Hermione siempre cortando posibles peleas.
Harry en ese momento pensó que se parecían increíblemente a los Merodeadores y creyó que a lo mejor pronto lo podrían ser sólo le hacían falta unos pequeños avances.
Después de este pensamiento se puso a trabajar como sus grandes amigos y en menos de un cuarto de hora ya lo tenían todo dispuesto.
Harry pensó "hoy por la noche Voldemort empieza tu derrota".
Después de este pensamiento llamó a Remus por el espejo de doble cara.
-Tío Moony he pensado que podríamos hacer la clases en mis habitaciones-explicó Harry.
-De acuerdo enano-le contestó Remus. Ahora voy.
-Espera Lunático, la contraseña es Blanquino-dijo Harry y la comunicación acabó.
Al cabo de cinco minutos Remus entraba en las sala y simplemente se quedaba sin palabras.
Después de una intensa lucha en la que claramente venció Harry, Lupin se dispuso a marcharse, no obstante Harry le había dañado una pierna y no podía caminar bien y el joven Potter no tardó ni dos segundos en darse cuenta.
-Moony, ven aquí-le dijo Harry y le ayudó a tumbarse en el sofá más cercano que había.
-Estoy bien pequeñajo-le dijo pero Harry ya le estaba examinando la herida.
-Pues yo diría que no tienes un buen esguince Tío Moony-le contestó Harry.
Seguidamente y dejando perplejo a su profesor Harry Potter extendió sus manos sobre la herida de su tutor y cerró los ojos concentrando su magia en las palmas de sus manos. Poco a poco Remus Lupin fue notando como el dolor remetía y al cabo de pocos segundos ya se encontraba totalmente bien.
-Ya está Moony-le dijo Harry contento de haberlo hecho bien.
-De nada pequeñajo, pero me has de explicar de donde has sacado tú todo este poder-le dijo Remus contento del chico que tenía delante suyo.
-Verdaderamente no tengo ni idea, supongo que es el famoso poder con el que derrotaré a Voldemort-le contestó Harry.
-Bueno es hora de que vayamos al Gran Comedor o nos tendremos que comer los platos vacíos- dijo Remus haciendo broma.
Y tutor y estudiante arrancaron en carcajadas sorprendiéndose de la familiaridad y el cariño que se habían cogido en tan sólo unas pocas semanas.
Cuando Harry llego al comedor sus tres compañeros ya lo esperaban.
-Tio donde has estado-le dijo Ron.
-Estaba con Remus entrenando y sin querer le hice daño y le tuve que curar la pierna-contestó Harry.
-Que le curaste?¿-gritó de repente Hermione.
-Sí eso hice Hermione, pero no calque se entere todo el colegio de que puedo curar extendiendo mis manos sobre las heridas-explicó Harry.
-cariño-dijo Ginny con voz melosa-cada día me sorprendes más con tu inmenso poder.
Los chicos siguieron comiendo y pensando lo que les esperaría esa noche.
Cuando el reloj dio las seis y media los chicos decidieron simplemente con unas cuantas miradas que era hora de ir a preparar la estancia donde harían la prueba para los miembros nuevos del ED.
Cuando los chicos llegaron simplemente hicieron aparecer unas cincuenta sillas para todos los que tendrían que pasar la prueba. Además Harry hizo aparecer cuatro bonitos sillones uno para cada uno de ellos y, en el medio de todas las sillas que formaban un círculo cerrado hicieron aparecer una mesa y una silla.
En la mesa había un pergamino y una pluma encantada además de un vaso de veritasérum del que todos tomarían solamente tres gotas.
A las siete Harry, Ginny, Ron y Hermione bajaron justo delante del cuadro donde ya había mucha gente esperando.
Ellos los dejaron pasar y les indicaron el camino. El último en llegar fue Malfoy.
La prueba iba pasando sin percances y todos los que la habían hecho hasta el momento la habían pasado sólo quedaba una persona pr pasar la temida prueba.
