Se que me merezco un Crucio pero por favor perdonadme y no me matéis.
Ahora contesto reviews:
Sanarita31: pues la verdad es que no tenía ni idea de que los antiguos Merodeadores tuvieran un símbolo.
Marc: Mägo de Oz es la caña y muchas gracias por tu dibujo. (moltíssimes gracies es nota que lo teu es la informàtica)
Barby-Black: gracias y decirte que la remodelación de tu historia esta genial
DeI-HiOgA: gracias por decidirte a escribirme un review que eso da mucho ánimo. Ya me leí tu historia y te deje un review
Krls: Gracias por todos tus reviews y como bien dices he visto mucho EmbrujadasNeLy-BlAcK: Tranquila que ya le caerá alguna parejita a Draco que amanse a la fuera.
Saralpp: tranquila que las comodidades pronto se acabarán y la muerte de los Dursley fue porque ya me parecían muy pesados . gracias por el review.
Este capítulo se lo dedico a krls por haber sido uno de los pocos que me ha ayudado en los momentos difíciles y me ha tratado bien y con palabras amables.
T´estimu krls i moltíssimes gracies per estar al meu costat.
Capítulo 13. La contestación & la lunaUn chico de dieciséis años se dirigía con seguridad a su segunda habitación, es decir, a la habitación del profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
En cuanto llegó se posó mirando al cuadro y dijo la contraseña que abría la puerta de la sala.
Harry por fin pudo entrar en la habitación de su tutor.
-Tío Moony, ¿estás ahí? –preguntó Harry inseguro.
-Sí pequeñajo, en un momento salgo-le contestó el licántropo que estaba en el baño.
Al cabo de unos segundos la puerta del lavabo se abrió dejando paso a Remus Lupin con el pelo mojado y sus ojos brillantes posados en los ojos verdes de Harry.
-Dime Harry-cuestionó Remus.
-Es que... bueno... te acuerdas de que Malfoy vino a hacer la prueba para entrar en el ED-empezó Harry con inseguridad.
-Claro que me acuerdo como no, nos dejó a todos pasmados-contestó Lupin.
-Pues más pasmado me dejó a mi con su confesión-dijo Harry.
-Seguro que no será para tanto-le contestó el lobo.
-Muy bien Moony, tú mismo lo podrás ver-le respondió Harry sacando un papel grabador de su bolsillo con la fecha del 3 de Noviembre.
-Genial idea esto de grabar las confesiones, pequeñajo-exclamó Remus contento de tener a un "hijo" tan astuto.
Harry sin dudarlo puso en funcionamiento la grabadora para que Remus Lupin pudiera ver lo sucedido en la confesión de Malfoy.
Cuando el video acabó Remus estaba totalmente boquiabierto por las cosas que se podían descubrir después de esa confesión.
-Tío Moony, después de haber visto la grabación crees que debo admitirlo en el ED o no?¿-preguntó Harry que estaba totalmente perdido.
-Pequeñajo, creo que sí lo debes admitir. Pon una barrera protectora entre Hermione y él y ya está-explicó Moony. Piensa que su madre ha fallecido asesinada por su propio padre y eso a Draco le debe estar doliendo mucho y con un poco de suerte se nos unirá a nosotros.
-De acuerdo, pero de todas formas tendré que hablarlo con Mione que es en realidad la afectada directa de la decisión que tome-contestó Harry.
-Muy bien pequeñajo-.le contestó Remus. El licántropo parecía bastante alterado y distraído y fue en ese momento cuando Harry se dio cuenta de lo que pasaba esa noche.
-Tío Moony, hoy es luna llena verdad?¿-preguntó Harry con una sonrisa pícara.
-Sí ¿por?-cuestionó Remus con cierto tembleque en la voz. Esa sonrisa la conocía demasiado bien de James y su hijo no tenía mucha más sensatez que el propio padre.
-Nada simplemente que he pensado que Blanquino y Moony podrían pasar juntos la noche-explicó Harry.
-¿Blanquino?-preguntó Remus confuso porque ese nombre no le sonaba de nada.
Harry Potter como respuesta simplemente se convirtió en el hermoso tigre albino de su forma animaga y se acercó al que consideraba como su "tercer padre" y le lamió la mano. Después de este gesto de cariño Blanquino volvió a ser Harry Potter.
Remus en esos momentos lo entendió todo. Harry pensaba acompañarlo en su transformación y eso él no lo podía permitir.
-Ni hablar-contestó Remus con voz agradecida por la preocupación del chico.
-Y tanto que iré quieras o no, un tigre puede perfectamente con un hombre-lobo y más si este se ha tomándola poción matalobos-respondió Harry con voz firme y segura.
Bueno Moony me tengo que ir. Nos vemos- finalizó Harry y ni siquiera esperó a recibir respuesta para marcharse de la habitación del antiguo merodeador.
Después de este encuentro Harry fue rápidamente a buscar a Ginny para explicarle la charla que había mantenido con su tutor.
-Muy bien cariño, espero que esta noche te lo pases bien y que me enseñes a convertirme en animaga para acompañarte-le pidió cierta pelirroja.
-Tranquila princesita que pronto todos seréis animagos ilegales como yo-le contestó Harry.
-A si? Que estás tramando-le preguntó con el ceño fruncido.
-Bueno, nada mi amor-le contestó el ojiverde de manera cariñosa.
-Señor Potter cuénteme ahora mismito que tiene planeado-le exigió la pelirroja imitando el tono de la profesora McGonagall.
-Cariño, verás he pensado que ya que somos Merodeadores por el conjuro-empezó Harry mostrándole el símbolo del hombro-pues tendremos que hacer algunas bromillas a cierto profesor y a ciertos alumnos-dijo el joven Potter con cara de niño bueno.
-Eso es genial amor, pensaba que siempre seríamos los niños de Hogwarts-dijo Ginny totalmente entusiasmada con la idea de ser uno de los integrantes de los nuevos Merodeadores.
De repente se acercó más al chico.
-No olvides que te quiero-le susurró y después se marchó dejando al chico con una sonrisa tonta en la boca.
Después de esto Harry Potter decidió que lo mejor que podía hacer era ir a cenar pronto para irse preparando y que al otro día por la mañana mandaría una lechuza a Malfoy para que asistiera a la primera reunión del ED.
Así que sin ningún pensamiento en la cabeza se dirigió hacia el Gran Comedor el cual estaba casi vacío.
Comió rápidamente pero de forma abundante para no cansarse mucho y salió disparado en dirección a la Torre Gryffindor.
-Hola Harry-le saludó Hermione.
-Buenas Mione-contestó Harry.
-Nos ha comentado Ginny que esta noche tienes faena-le dijo Ron.
-Bueno veremos que puede hacer Blanquino, hijo de Prongs-les contestó Harry.
-Hey, yo también quiero tener un nombre en clave-protestó el joven Weasley.
-Tranquilo Ron cuando te hayas transformado en animago y sepamos lo que eres te buscaremos un sobrenombre para que los profesores no puedan saber quienes son los nuevos Merodeadores.
-Espera Harry, me estás diciendo que por llevar este símbolo nos hemos convertido en Merodeadores y que vamos a gastar bromas y a saltarnos las reglas-preguntó Hermione incrédula.
-Eso mismo Señorita Granger-le contestó Harry con una sonrisa pícara.
-No me lo puedo creer-contestó Ron.
-Bueno chicos os dejo-se despidió Harry rápidamente.
Y se fue directo en dirección al Sauce Boxeador.
Allí ya no había nadie por lo que supuso que su Tío Moony ya se encontraba dentro y seguramente transformado por la enorme luna llena que se hallaba en el cielo.
Inmovilizó el árbol tocándole el nudo y acto seguido se transformó en un tigre albino y entró con cautela en el túnel que le llevarías hasta la habitación de la Casa de los Gritos.
Siguió el túnel a toda prisa, estaba impaciente por llegar aunque después de haber visto en tercero a su tío transformado sentía un poco de miedo.
Por fin llegó y vio al licántropo estirado en la cama totalmente tranquilo así que Blanquino ya sin ningún miedo se acercó a él y le lamió la cara.
En cuanto el hombre-lobo vió de quien se trataba le devolvió el lametazo.
Después de esto Harry-tigre incitó al lobo a jugar con él y los dos acabaron por el suelo en una pelea totalmente amigable.
Cuando se hizo de día los dos se dirigieron hacia Hogwarts a desayunar.
Harry después de todas las charlas que tuvo con un mogollón de gente que conocía el caso de Malfoy decidió dejarlo entrar.
Se fue hacia el Gran Comedor a desayunar porque después de estar toda la noche en vela tenía mucho apetito. Acababa de ir a su habitación y se había encontrado con su novia durmiendo y sus dos mejores amigos ya no estaban y, había despertado a su novia y después había ido a la lechucería. Mientras Potter recordaba esto vió entrar a Hedwig y dirigirse hacia la mesa Slytherin, la nota llegaba.
Draco Malfoy vió como una lechuza blanca se le acercaba a toda prisa y cuando se paró delante de él no dudó ni un segundo en desatarle la nota de la pata.
De seguida abrió y leyó el pergamino que decía:
"Señor Malfoy me complace anunciarle que ha sido aceptado en el club de entrenamiento y duelo llamado Ejército de Dumbledore.
Por tanto, tendrá que cumplir con las obligaciones que la Señorita Granger, el Señor Potter, la Señorita Weasley y el Señor Weasley le indiquen y deberá asistir a todas las reuniones sin ningún tipo de excepción.
La primera reunión de este club contra Voldemort se hará esta misma noche en la sala de los entrenadores alas ocho de la tarde.
Esperamos verle allí o será expulsado de dicho club.
Si tiene alguna pregunta no dude en consultárnosla.
Atentamente,
Hermione Granger, Harry Potter , Ginevra Weasley y Ronald Weasley."
Draco al ver la carta se alegró mucho eso quería decir dos cosas que podría entrenarse y estar cerca de la sangre sucia, pero en eso se equivocaba de lleno.
Los Merodeadores estaban en su sala esperando que fuera la hora para que Harry fuera a buscar a los integrantes del grupo y empezar con la primera clase.
Acordaron entre todos que Harry como ya había sido el "profesor" del grupo el año pasado daría las instrucciones iniciales de los grupos y actividades y que una vez se supieran los grupos cada "profesor" haría lo que creyera mejor para el día en concreto.
-Nerviosos?¿-preguntó Potter.
-Yo mucho y aterrorizada-dijo Hermione mientras recibía un caluroso abrazo de su novio.
-Tranquila amor Harry lo tendrá a raya-le susurró Ron haciendo que su novia se clamara visiblemente.
-Muy bien chicos, vayan ya a la sala porque la hora se acerca-ordenó Harry, pero de forma pasiva.
-Sí Señor-dijeron los tres haciendo el saludo militar haciendo broma.
Todos rieron y Harry sin hacer ningún comentario más se dirigió hacia la puerta de la sala.
Cuando salió todos los integrantes del Ejército de Dumbledore ya estaban allí presente así que Harry antes de dejarlos entrar dijo una pequeña advertencia.
-Señores y Señoritas, esta torre además de ser el sitio donde nos entrenaremos son las habitaciones de los Weasley, la Señorita Granger y también la mía así y que ustedes nunca llegarán a saber la contraseña que abre este cuadro sino que yo o alguno de mis compañeros bajará a buscarlos para mantener nuestra intimidad-explicó Harry amablemente. Ahora por favor acompáñenme por favor. A ya se me olvidaba como verán al entrar hay dos escaleras de caracol, ustedes siempre subirán por la de la derecha, porque sino tendrás ciertos percances y cuando suban por esas escaleras sólo entrarán a la sala de entrenamiento la otra puerta está protegida con unos cuantos hechizos de magia oscura que no creo que ustedes puedan romper-acabó Harry.
Después de esta pequeña advertencia guió a todos los integrantes por la escalera de la derecha y por fin entraron en la sala de entrenamientos del ED.
Cuando entraron en la sala Harry Potter les ordenó que se sentaran en las sillas mientras él se dirigía donde estaban sentados sus compañeros.
Los entrenadores estaban sentados en sillones cada uno del color de los ojos del dueño de dicho sillón. Por tanto, la colocación era empezando por la izquierda Ginny con un sillón azul, Harry con un sillón verde, Hermione con un sillón marrón y Ron con un sillón azul.
-Hola integrantes del ED-empezó Ginny.
-Hoy vamos a hacer la división de grupos-continuó Ron.
-Según el curso al que ustedes van-siguió Hermione.
-Antes de empezar- dijo Ginny.
-Deben saber que aquí trataremos-siguió Ron.
-Pociones, transformaciones, defensa, protección, duelo, magia oscura, magia blanca y curación en todos sus niveles-aclaró Hermione.
-Muy bien por tanto empecemos-dijo Harry Potter de manera autoritaria.
Hermione pensó que estaba claro que Harry tenía un don para liderar grupos aun que él no lo aceptara.
-Los de primer y segundo año por favor sigan a la Señorita Weasley al fondo de la sala donde empezarán explicando los hechizos básicos, los de primero aprenderán ahora los hechizos de segundo, pero no se asusten porque la Señorita les ayudará en todo-dijo Harry mirando a Ginny y regalándole una bella sonrisa.
Los chicos de primero y segundo no dudaron ni un momento en seguir a una chica esbelta y pelirroja.
-Muy bien ahora los de tercer y cuarto año seguirán al Señor Weasley a las máquinas de entrenamiento muggle-dijo Harry esto armó mucho revuelo pero de seguida el dio una explicación.
-Señores y Señoritas se que cuando la Señorita Granger dijo las materias ninguna decía preparación física, es simplemente porque esto es duelo, es decir, para hacer un duelo se necesita músculos y mucha agilidad, por eso antes de hacer duelos entrenaremos el físico. Por cierto Ron acuérdate de aplicarles el hechizo.-dijo Harry.
-Chicos y chicas, ahora les aplicaré un hechizo con el que su cuerpo pesará cien quilos más. Ahora os costará un poco moveros, pero una vez os acostumbréis tendréis mucha agilidad-explicó Ron.
-Molum pes!-dijo Ron decidido y todos los chicos sintieron que el cuerpo se les caía encima.
Después de seto todos siguieron a Ron pero muy despacio y con muy poca maña.
Cuando llegaron a las máquinas cada uno se puso a trabajar en una máquina y hasta el mismo Ron se puso en una para dar ejemplo.
-De acuerdo, los de quinto año tendrán como profesora a la Señorita Hermione Granger. Ella les ayudará también si tienen alguna duda con sus TIMOS, porque nos interesa qie saquen muy buenas notas. Por favor ahora síganla a los calderos, hoy empezarán con Pociones-finalizó Potter.
Todos los de quinto siguieron a Hermione sin rechistar a la zona de los calderos y cuando Harry vió que todos estaban en sus sitios extendió su mano y diciendo en voz baja un hechizo unas paredes de color rojo se levantaron alrededor de la zona de los calderos. Eran unas paredes que desde dentro de la zona de los calderos no se veían pero si desde fuera, en otras palabras, no eran más que una ilusión.
-Por último los de sexto y séptimo cursos de Hogwarts como se pueden suponer estarán conmigo. Hoy nosotros nos prepararemos sólo físicamente. Les aplicaré el mismo hechizo que se les ha aplicado a los de tercero e iremos a correr y después nos entrenaremos con las máquinas que cuando volvamos ya estarán libres-explicó Harry.
Cuando ya se disponía a hacer el hechizo cierto rubio habló.
-No pienso perder el tiempo corriendo y haciendo idioteces con aparatos muggles-dijo Malfoy.
-Señor Malfoy en la carta que se le envió se le incluyeron las normas, además ustedes serán los que podrán ayudar más con los mortífagos y por tanto son los que más agilidad han de tener. Por favor, Señor Malfoy lánceme un hechizo aturdidor.-pidió Harry.
Draco Malfoy con gusto lo hizo y se quedó impresionado cuando Harry en el último momento con un movimiento suave lo esquivó. Después de esto Harry se quitó el hechizo que él llevaba de cien quilos de más.
-Por favor, ahora que me he quitado el hechizo vuélvamelo a tirar-volvió a pedir el joven Potter.
Se lo volvió a tirar y esta vez ni siquiera lo vió. Harry se esperó hasta que casi notó el rayo y entonces dio un salto hacia atrás tan rápido que sólo lo pudieron ver sus mejores amigos.
-Ven, por esto quiero que entrenen el físico-después de dar esta pequeña demostración se volvió a poner el hechizo y dirigió a los integrantes de su grupo al estadio de quidditch donde estuvieron dando vueltas durante una hora y después volvieron a la sala para trabajar con las máquinas muggles.
El grupo de Ron trabajó una hora con las máquinas muggles y, después se distribuyeron por parejas para hacer duelos y así Ron pudo ver más o menos los hechizos que sabían y de que manera los utilizaban.
Hermione estuvo con su grupo una hora haciendo pociones y después decidió hacer un poco de curación. En curación los chicos apenas tuvieron avances no podían ni repara un dedo, pero para ser la primera clase no estaba del todo mal.
Por último, el grupo de Ginny estuvo las dos horas aprendiendo todos los hechizo básicos que se daban en primero, segundo y tercero y después Ginny les repartió una lista donde aparecían todos para que practicaran.
Al cabo de dos horas, es decir a las diez de la noche todos se reunieron en las sillas y tomaron asiento.
-Muy bien, chicos y chicas todos lo habéis hecho fenomenal-dijo Harry. Ahora os voy a entregar un pin que os identifica como miembros del ED y, por tanto os da derecho a estar en estos momentos fuera de la cama-finalizó Potter.
-Tengan-dijo Ginny haciendo levitar todos los pins.
-También sirven para avisar del día que hay reunión, cuando brillen quiere decir que quedaremos aquí a la misma hora que hoy-explicó Hermione.
-Adiós y buenas noches-dijeron los cuatro entrenadores a coro.
Después de eso los cuatro se dirigieron a su habitación Ginny y Harry se acostaron con ropa y todo en su cama y lo mismo hicieron Ron y Hermione y a los dos minutos los Merodeadores dormían como angelitos con sus respectivas parejas.
