Capítulo 19. Viaje accidentado hacia la nueva casa

Las navidades estaban muy próximas y Harry y sus amigos estaban impacientes por irse de vacaciones juntos, pero Harry no sabía si sus padres habían comprado alguna casa o si irían a vivir a la casa de soltera de su madre adoptiva. Después de pensar durante un rato se despidió de su novia y de sus amigos y se fue a hablar con Remus sobre las vacaciones navideñas que pasarían.

Cuando llegó picó a la puerta para no encontrar ninguna escena no apta como la última vez así que esperó hasta que oyó "Adelante" .

El chico entró encontrándose con su padre que por lo que parecía acababa de salir de la ducha. Se saludaron y Harry Potter decidió que era momento de abordar el tema.

-Papá, mamá y tú ya os habéis comprado la casa donde viviremos después de la boda?-cuestionó Harry esperando muy nervioso la respuesta.

-La verdad Harry es que no hemos mirado nada aún porque con todo lo de la guerra contra Voldemort y las clases de defensa no hemos tenido mucho tiempo para ver casa y, además Nymph y yo no somos especialmente adinerados y eso dificulta mucho la búsqueda-le contestó el licántropo al hijo de su mejor amigo.

-Pero entonces papá donde pasaremos la navidad-preguntó Harry ansioso.

-Supongo que en la Madriguera aunque creó que a Molly y Arthur no les irá muy bien-le respondió Remus con cara de preocupación.

-Papá yo tengo herencia de Gryffindor?-asaltó de repente el joven Potter.

-Sí, como su heredero has heredado el castillo de Gryffindor y…-empezó Remus Lupin.

Pero el pobre no pudo terminar porque fue bruscamente interrumpido por su "hijo".

-Ya está, mamá, tú yo tendremos como residencia el castillo de Gryffindor. Además creo que los Weasley y los Granger podrán venir porque para decir que es un castillo debe ser muy grande y por ser de Gryffindor supongo que tendrá todo tipo de protecciones-se explicó rápido y atropelladamente el joven de pelo azabache alborotado.

-Pero Harry esa es tu casa no la mía-le dijo Remus que se sentía un poco molesto porque su hijo le tenía que sacar las castañas del fuego.

-Papá quiero estar allí con la única familia que recuerdo hasta ahora-le contestó Harry. Cuántas habitaciones tiene-le preguntó el chico.

-El castillo es muy parecido al de Hogwarts. Tiene cuatro torres y en cada torre hay una habitación con baño, sala de entrenamientos y una pequeña biblioteca, es decir muy parecidas a vuestra torre. Después tiene un salón tan grande como el Gran Comedor, una sala enorme que hace las funciones de la sala de los Menesteres, aunque normalmente todos los que han vivido allí la han utilizado como sala de entrenamiento porque hace aparecer suelo acolchado y cosas muy eficaces. Además de esto hay unas veinticinco habitaciones de invitados más o menos todas ellas con dos camas y un pequeño baño, finalmente está la habitación de Godric Gryffindor, es decir, la tuya. Es una habitación tan grande como la casa entera de los Dursley. Tiene en el centro una gran cama con dosel, enfrente está la chimenea, al lado derecho hay un baño con una piscina parecida a la del baño de los prefectos y en el lado izquierdo un gran armario. Hay unas escaleras que llevan al piso superior, donde está la biblioteca privada de Gryffindor, una enorme sala de entrenamiento físico y mágico y, un escritorio para poder trabajar, a y una cosa que a James le encantaba, un campo de quidditch. El campo está dentro de la casa. Hay una sala muy grande y con tan alta como las torres. La sala tiene el mismo hechizo que el Gran Comedor así que se ve el cielo de fuera y todo está con césped para que parezca más real, y además posees de tres elfos domésticos-finalizó Remus con la descripción de lo que parecía un hermoso castillo.

-Pues todo solucionado, los señores Weasley pueden venir e instalarse en una de las torres, vosotros papá en otra, los Granger en otra y en la última Ron y Hermione. Ginny y yo dormiremos en la habitación de Godric Gryffindor u los demás hermanos de Ginny en las habitaciones de invitados y si vienen con pareja se unen las dos camas en una de matrimonio y ya está-dijo Harry. Hoy mismo les voy a enviar una carta a todos-acabó contentísimo Harry.

- La verdad pequeñajo es que piensas en todo- le dijo Remus.

-Por cierto donde queda la casa porque no tengo ni idea-preguntó Harry.

-Está justo a las afueras de Londres es un castillo que a la vista de los muggles parece que este derruido y aparece un cartel de no entrar por peligro de desprendimiento. De todas formas si hay alguno que quiere entrar hay un hechizo que le hace recordar algo que ha de hacer-le contestó Remus.

-Entonces me voy rápidamente a enviar esas cartas-le dijo Harry.

-De acuerdo pequeñajo. Esta tarde vendrá tu madre. Pásate por aquí que tenemos cosas que hablar de la boda-le contestó Remus.

-Vale papá-le dio un beso y se fue.

Después de salir del despacho de su padre se apareció directamente en su cuarto. Allí cogió pergamino y pluma y redactó:

" Hola Señores Weasley y Granger :

Les invitó a todos incluidos todos sus hijos a pasar navidad y fin de año en el castillo de Godric Gryffindor situado a las afueras de Londres.

Tendríamos que estar todos con las maletas en el andén nueve y tres cuartos a las siete de la tarde para aparecernos después directamente en el castillo de Gryffindor.

Señora Weasley para que este tranquila en este castillo hay las mismas medidas de seguridad, hechizos anti-muggles y además sólo puede entrar la gente que el heredero de Gryffindor deje y no puede entrar nadie Slytherin, ni Voldemort a no ser que yo le deje.

Espero que me contesten y no se preocupen por el espacio ni por la comida.

Dentro de poco verán a lo que me refiero.

Les esperamos Ginny, Ron, Hermione y yo en el andén nueve y tres cuartos a las siete de la tarde el día dieciocho de diciembre.

Harry James Potter Evans

Heredero de Godric Gryffindor"

Envió la carta y se dirigió a hablar con los Merodeadores de la primera broma que harían.

Cuando llegó a la sala vió a sus dos amigos y a su novia mirando celosilla así que corrió y la tiró al suelo de un abrazo fundiéndose en un beso apasionado mientras Ron y Hermione miraban la escena divertidos.

Después de unos minutos de jugueteo Harry se levantó, ayudó a levantara su novia y se sentaron los dos en el sofá de enfrente de Ron y Mione.

-Chicos ya sé que broma haremos. Necesitaremos hacer pociones para todos los Slytherins y para los profesores-dijo Harry.

-Y que broma será amor-le preguntó Ginny ansiosa por saber que había preparado su novio.

-Eso cuéntanos Blanquecino-le dijo Hermione que aunque era prefecta estaba deseosa de hacer algo malo. Las influencias de los otros tres no eran buenas sobre ella.

-No es muy original, pero sería gracioso. La idea es poner a los chicos una poción afeminadora y a las chicas una poción masculinizadora. Con los profesores haríamos lo mismo. La poción lo que haría sería a los chicos hacerles crecer el pelo y los pechos, y maquillarlos, y a las chicas cortarles el pelo, quitarles el maquillaje y los pechos además de proporcionarles musculatura , pero sus aparatos reproductores no se dañarían porque no cambiarían-les explicó el hijo de los antiguos Merodeadores.

-Esta idea es genial-dijo Ron.

-Pero como haremos que se beban la poción-preguntó Hermione.

-Como les daremos el antídoto-cuestionó Ginny.

-Respondiendo a Galopadora. Muy fácil, mañana a las seis de la mañana me apareceré en las cocinas con una capa para poderme poner la capucha y que no me reconozcan. Hablaré con Dobby le diré quien soy y lo que tiene que hacer por mí. Él no lo durará y a cambio le daré una camiseta y unos pantalones de su tamaño. Ahora voy a por tu pregunta amor. La poción no tiene antídoto. No te asustes-añadió al ver la cara de su novia. Al cabo de un día el efecto de la poción desaparece sola. Sólo se puede evitar su efecto si antes de tomártela te haces un hechizo Atransphormus-acabó Harry.

-Perfecto, pero como haremos una poción que se tarda dos meses en apenas unas horas-le peguntó su novia.

Entonces el sin decir nada hizo aparecer una mesa muy larga entre los dos sofás.

Puso encima un botellita azul y otra rosa y, después de un gesto de su mano las dos pociones se transformaron en casi un centenar.

-Bien chicos me tengo que ir que tengo una charla pendiente con mis padres sobre la boda-contestó Harry.

-De acuerdo- dijeron los tres.

Harry se agachó y besó a su novia con delicadeza susurrándole algo que a la chica le causó un pequeño sonrojo y una sonrisa pícara y muy juguetona.

Después se apareció directamente delante de sus padres que como siempre lo abrazaron y le dieron un beso en la mejilla.

-Bien pequeñajo, Remsie ya me ha dicho lo del castillo de Gryffindor y me parece genial. Además hemos pensado que si no te importa como la casa tiene un enorme jardín rodeado de un hermoso bosque y de un lago precioso, podríamos realizar allí la boda ya que la va a oficiar el profesor Dumbledore-dijo Tonks.

-Me parece perfecto mamá, yo puedo ayudaros con el mobiliario porque gracias a mi poder podríamos hacerlo mucho más fácil-les dijo Harry.

-Tienes razón Harry, la boda es el 15 de Abril que es un sábado. Podrías venir el sábado de antes con tus amigos y tu novia para probaros los trajes y ayudarnos con la decoración-dijo Remus.

-Y quiénes serán los padrinos y madrinas-preguntó Harry con mucha curiosidad.

-A ello queríamos llegar-le dijo Tonks. Hijo, hemos decidido que los padrinos seréis Ron y tú y, las madrinas Hermione y Ginny-explicó Tonks.

-Que te parece pequeñajo-le cuestionó Remus al ver que no decía nada.

-Genial- gritó dando un abrazo gigantesco a sus padres.

-Y quien será el afortunado de llevar a la novia más guapa al altar-preguntó el joven pensando si conocería al padre de Tonks o sería algún invitado el que la llevara al altar, incluso se le pasó por la cabeza que a lo mejor era él el afortunado y la verdad es que no iba desencaminado.

-Verás Harry, ni mi padre ni el de tu madre viven, por tanto, hemos decidido que lo mejor es que nuestro hijo adoptivo lleve a su propia madre al altar al ritmo de la marcha nupcial-informó Remus.

-Pero…sería…-intentó decir Harry, pero de la emoción no salían palabras inteligibles de su boca.

Al cabo de unos minutos pudo hablar.

-Muchísimas gracias, papás-dijo mientras iba y se daban un gran abrazo los tres consolidando su amor, porque aunque Harry no fuera hijo biológico de Remus y Tonks, los tres se querían como si así fuera.

-Bueno, hijo ve ya con tus amigos e infórmales. Nos veremos mañana por la mañana en el desayuno porque me quedaré a dormir con tu padre-le dijo su madre.

-Un momento-pidió Harry. Levantó sus manos y mientras hacia un extraño movimiento dijo alto y claro el hechizo que les salvaría de la primera broma de los Merodeadores Atransphormus!

-Harry, para que nos has hecho un hechizo anti-transformaciones, ahora no me podré transformar hasta mañana al mediodía-le reprochó su madre.

-Te aseguro mamá que mañana por la mañana me lo agradecerás-le respondió Harry enigmáticamente y a Remus no le dio tiempo de decir nada porque Harry ya se había aparecido donde estaban los Merodeadores.

-Hola chicos tengo noticias que daros de la boda de mis queridos padres-les dijo Harry empezando el discurso.

-Que bien los Merodeadores serán los padrinos de la boda de un antiguo merodeador-dijo Ginny muy contenta.

-Tienes razón Gin-opinaron Ron y Hermione.

-Bueno será mejor que me vaya a dormir que mañana a las seis de…-estaba diciendo Harry.

Cuando Dobby apareció ante é.

-Hola Harry Potter-dijo el elfo.

-Hola Dobby, ¿qué haces aquí?-le preguntó el joven mago.

-Pues es que he notado como usted me necesitaba y he decidido venir para saber que puedo hacer por usted Señor Harry Potter-le explicó el elfo doméstico muy contento de poder servir al niño-que-vivió.

-La verdad es que necesitamos que pongas estas pociones rosas que hay aquí en los platos de comida de los chicos Slytherin y de los profesores en el desayuno de mañana, y las pociones azules en el desayuno de las chicas Slytherins y las profesoras. Podrás hacerlo?-le preguntó Harry.

-Claro Harry Potter, precisamente yo me encargo de casi toda la zona que me ha pedido estaré encantado ahora mismo las pondré porque los desayunos de mañana ya están hechos-dijo Dobby.

-Muchísimas gracias-le agradeció amablemente Harry sabiendo que de no ser por ese elfo se tendría que jugar demasiado el pellejo para poder hacer esa pequeña broma merodeadora.

-Adiós Harry Potter-se despidió el elfo.

Dio un chasquido y los potes de pociones y él desaparecieron.

-Bueno a dormir para mañana que el Gran Comedor abre a las siete y nunca se sabe cuando llegarán los primeros Slytherins-les dijo Harry.

Y todos se fueron a dormir.

Al día siguiente Harry Potter fue el primero en despertarse y después de ducharse, ponerse unos pantalones negros ajustados y un jersey Weasley de dos años atrás, fue a despertar a los demás.

Cuando todos estuvieron listos pidieron a Harry que les apareciera cerca del Gran Comedor para no tener que caminar y Harry así lo hizo porque él tenía mucho sueño y no tenía ningunas ganas de caminar.

Llegaron y aún no había nadie así que esperaron y cerca de las nueve el Gran Comedor se llenó de gente, incluido los Slytherins.

En cuanto probaron bocado los profesores y los Slytherins se transformaron provocando las risas de todos los demás alumnos Tonks, Remus y Dumbledore el cual estaba muy afeminado.

Después de esto en el cielo apareció el símbolo de los Merodeadores y se oyó de fondo un rugido de tigre, uno de león, un aleteo de águila y un relincho de un caballo.

En medio del símbolo apareció escrito con letras que hacían ondas Merodeadores, Nueva Generación.

De repente se hizo un silencio muy incómodo y cuando se giró vio a su profesor de pociones, Severus Snape, maquillado y con el cabello un poco más largo que se dirigía a él con la varita en alto.

-Potter!-gritó el profesor. Te mataré por esto-seguía gritando mientras se acercaba a la mesa Gryffindor.

Gin, Ron y Mione intentaban parecer serios, pero por dentro se estaban desternillando de la risa.

Cuando el profesor de pociones estaba casi llegando Harry hizo un movimiento de su mano y el profesor cayó al suelo petrificado.

-Profesor Snape, le aconsejo que se tranquilice-dijo Harry.

Porque yo no he hecho nada y no puede agredir a un profesor –siguió Harry.

Además sin pruebas no podría haber ningún castigo para nadie-le recordó Harry. Verdad profesor Dumbledore-le preguntó Harry.

-Sí, eso es muy cierto Señor Potter-le respondió el director con una amplia sonrisa en la boca.

-Harry por favor devuelve al profesor Snape a su estado normal-le pidió Dumbledore. Al ver la cara de Harry añadió:

-tranquilo que no te va a hacer nada y además no creo que lo permitas-le dijo Dumbledore.

-Eso es cierto profesor Dumbledore-le respondió Harry.

Después de decir esto último deshechizo al profesor el cual se fue despotricando contra él y los Merodeadores.

De eso ya había pasado una semana y ahora estaban en el expresso de Hogwarts dirigiéndose a la nueva casa de Harry.

Estaban los cuatro Merodeadores en un compartimento.

-Ahora vengo chicos voy al baño-dijo Hermione.

-Ok-dijeron los otros tres.

Después de oír esto la chica se fue hacia al baño, pero antes de llegar oyó que una voz que arrastraba las palabras la llamaba.

-Granger-dijo el chico.

-Déj…-pero no pudo decir nada más.

Porque el chico la había silenciado con un hechizo silenciador y la había atado con unas cuerdas y ya la tenía dentro de su compartimento.

Y después de esto el chico empezó a intentar quitarle la ropa, pero antes de que ni siquiera le pudiera quitar los zapatos…

CONTINUARÁ

Siento la tardanza pero con los exámenes no he podido escribir nada y este capítulo lo escrito en dos horas así que no se si estará muy bien.

No puedo responder a sus reviews porque me esperan pero muchísimas gracias a todos y os prometo que en el próximo capítulo responderé todos los reviews aunque tenga que estar un día entero.

Besos

SAKUMINO