Draco no sabía por cuanto tiempo había estado abranzandola, pero parecía que ella se había quedado dormida. Y no pensaba dejarla allí. Aunque una parte de su cerebro le decía dejala allí bastante has hecho ya por ella, su corazón le decía que debía llevársela con él ya que no lo había pasado demasiado bien.

Así que sin pensarlo más la levantó entre sus brazos mientras ella se agarraba inconscientemente a su cuello y se la llevó a su apartamento, al fin y al cabo había dos habitaciones, aunque en el fondo él hubiera preferido que solo habría una.

Malfoy acomodó a Hermione en la cama y la arropó mientras miraba como dormía apaciblemente. Decidió quedarse a su lado por si acaso se despertaba y no sabía donde estaba.

Tenía pensado sentarse en uno de los sillones de los que disponía la habitación pero algo le dijo que se mantuviera a su lado así que se sentó en la cama con cuidado para no hacer ruido y despertarla.

Tenía hasta gracia... el día anterior aborrecía a Granger y ahora la miraba dormir sin importarle lo mas mínimo... que diría su padre si viera a una sangre sucia durmiendo en su cama... pero en esos momento todo le daba igual, se hubiera quedado observandola durante una eternidad, asombrado de si mismo alargó su mano y comenzó a acariciarle el cabello, después se acercó con sumo cuidado para oir su respiración y algo le hizo sentir ganas de besarla y tomarla entre sus brazos en aquel mismo momento, pronto se alejó y comenzó a caminar por la habitación. Qué le estaba pasando? Granger era lo que mas aborrecía en este mundo, lo peor de Hogwarts y además sangre sucia y hace unos segundos lo que había sentido eran... ganas de besarla? Por favor.. para un Malfoy no existía el amor verdadero, solo debería casarse con quien sus padres consideraran necesitario y productivo para la familia Malfoy... pero que se le hubiera pasado por la cabeza besar a Granger, eso no lo podía permitir... al día siguiente la echaría de su apartamente y esperaría no volver a verla en todo el verano.

Hermione se despertó al notar como unos rayos de luz iluminaban el lugar donde se encontraba, no sabía exactamente donde estaba pero lo que estaba claro era que no estaba en el mugroso hotel en el que se había alojado al llegar a Nueva York.

Lo único que recordaba era haber tenido un día de perros y haber terminado abrazada a Draco Malfoy... que había sido aquello? Ella estaba demasiado débil para pensar en quien abrazaba y hubiera abrazado cualquier cosa en aquellos momentos, lo que no sabía era por qué él la había tratado tan sumamente bien? Por un momento había pensado que era alguien que se parecía a Malfoy pero que NO podía haber sido él. Tenía que averiguar que había pasado esa noche.

Se levantó de la cama, todavía tenia puesta la ropa de ayer y vió que unos vaqueros y un jersey la esperaban en uno de los sofás de la habitación, se los puso sin dudarlo ya que cualquier cosa iba a ser mejor que la ropa sucia que llevaba encima.

Abrió la puerta lentamente y asomó la cabeza poco a poco para intentar averiguar donde estaba, una voz interrumpió su investigación.

Veo que has despertado Granger- dijo Draco sin bajar la vista de El Profeta.

Eh... Drac- digo Malfoy... que hago aquí?-

Draco la miró friamente sin que Hermione pudiera descifrar lo que iba a decir, Malfoy podía ser muchas cosas pero predecible, nunca. - Te traigo a mi apartamento para que no te coman las ratas de Nueva York y así me lo agradeces? Será mejor que te vayas cuanto antes, no quiero sangre sucias en mi casa.-

Hermione estaba desconcertada, la noche anterior la abraza, la trae a su casa y la arropa y ahora le insulta y le dice que se vaya?- Malfoy veo que eres tú.-

Quien pensabas que era sino sangre sucia? Una réplica?-

No, sólo que al ver como me acurrubacabas en tus brazos ayer pensé que el idiota de Malfoy, famoso por intentar arruinarme la vida los últimos seis años quizás tenía algo de bueno al fin y al cabo, pero gracias por abrirme los ojos para que me haya dado cuenta de que sigues siendo el mismo arrogante y frío de siempre y que ni siquiera tienes corazón, lo de ayer, no sé por qué lo hiciste pero no voy a quedarme a averiguarlo.

A Malfoy le latía el corazón rapidamente, era como si cada palabra que había salido de la boca de Hermione se le hubiera clavado en el corazón, cosa que nunca antes le había pasado con todos los insultos que había recibido de la chica.

Hermione vio como el rubio cerraba los ojos y se controlaba, era como si lo que le estaba diciendo le estuviera haciendo daño.. tendría Malfoy sentimientos? Quizás se había pasado un poco, Malfoy le había salvado la vida la noche anterior y ella estaba allí insultandole como si nada.

Hermione observó como Malfoy se daba la vuelta y se dirigía a otro lado de la casa, Hermione le cogió de la mano y le detuvo.

Al notar el contacto algo en los ojos de Draco cambió, era como si ya no tuviera a la misma persona fría, se quedaron mirando lo que puso nerviosa a la gryffindor, así que optó por soltarle lo que trajo de vuelta la mirada fría característica de los Malfoy.

Draco- Malfoy se paró al oir a la chica pronunciar su nombre, cosa que nunca antes había hecho.

Malfoy se quedó mirandola en silencio, en su mirada había un sentimiento de anhelo... pero anhelo de que? Se preguntaba Hermione.

G-gracias... por lo de anoche. Por salvarme la vida- dijo Hermione mientras le miraba intentando descifrar que es lo que dirían aquellos ojos grises.

Draco la agarró de los hombros fuertemente y se quedaron frente a frente, mirandose a los ojos. Draco miraba a la muchacha como si fuera la primera vez que la veía verdaderamente en todos los añós que hacía que la conocía.

Al slytherin le hubiera gustado decirle que nunca se hubiera perdonado dejarla allí y no salvarla, que algo había despertado en él y que estaba confuso porque no sabía lo que era. Lentamente la soltó y se dio la vuelta sin poder reunir el valor para decirle todo aquello.

Hermione miró sorprendida como se alejaba Malfoy... aunque fuera mentira en esos momentos hubiera sentido ganas de abrazarle, la mirada que reflejaba Malfoy era como la de un niño que necesitaba cariño, que estaba solo... pero probablemente Malfoy la habría rechazado y lo último que necesitaba eran mas burlas por su parte.

Hermione se dio la vuelta y comenzó a abrir la puerta de salida cuando un brazo cerró la puerta sin que a ella le diera tiempo a reaccionar estaba arrinconada entre los brazos de Malfoy.

No hace falta que te vayas si no quieres- susurró Malfoy.

Pero... mis maletas estarán a punto de llegar a mi hotel y... necesito estar allí para recogerlas-

Malfoy no respondió simplemente volvió a girarse sin decir una palabra.

Aunque... si quieres puedes venir a recogerme y podríamos ir a contemplar la ciudad por la noche- Hermione no sabía a qué había venido esa estupidez.. vamos... un Malfoy y una sangre sucia paseando por Nueva York como si fueran amigos?-

En donde te alojas?- preguntó Draco agachando la cabeza.

Hermione le dio el papel con la dirección y le hizo una seña de que estaría ahí cuando él fuera a recogerla, le dedicó una pequeña sonrisa y se marchó.

Malfoy no sabía siquiera por que había aceptado, no había podido resistirse a la invitación, al fin y al cabo él no tenía otra cosa que hacer así que no estaría mal un poco de diversión... aunque dudaba que Hermione Granger fuera sinónimo de diversión.

En otra ocasión Hermione se hubiera preparado para la cita pero no disponía de sus maletas para cambiarse de ropa ni para peinarse... por suerte encontró la manera de estar presentable gracias a la señora Da-ana, que a pesar de poseer el peor hotel de Nueva York no parecía ser tan mala persona y le prestó unas cuantas cosas para maquillarse a lo muggle, cosa que ella ya sabía a pesar de que no utilizaba demasiado la técnica, al terminar estaba bastante mas guapa que la última vez que se había mirado al espejo.

Malfoy se dirigió a la dirección que Granger le había dado, mas que un hotel de cinco estrellas presentía que se dirigía al peor de los hoteles de Nueva York, pero como habría ido Granger a parar alli?

Cuando se aproximaba a algo que tenía pinta de hotel la vio salir por la puerta hablando con una anciana muy animadamente, estaba preciosa, nunca la había mirado con esos ojos pero había que decir que Granger no estaba nada mal.

Allí está- pensó Hermione. Allí estaba Draco, incluso estaba nerviosa, no sabía por qué pero algo cada vez que le veía saltaba dentro de ella, pero no podía explicar exactamente que era lo que estaba naciendo en su interior.

Draco...- segunda vez que le llamaba por su nombre.

Hola... Hermione- tardó un poco pero por fin consiguió llamarla Hermione en vez de Granger o sangre sucia como acostumbraba.

Señora Da-ana, le presento a Draco. Draco esta es la señora Da-ana, dueña del hotel- dijo Hermione.

Mucho gusto- dijo Draco.

Oh! Que muchacho mas agradable, es tu novio querida?- preguntó la señora Da-ana volviendose hacia Hermione, que se había puesto colorada por la suposición de Da-ana.

Eh... esto... no, es solo... un... compañero- respondió Hermione nerviosa, cosa de la que se dio cuenta Draco quien la miraba divertido, Hermione tambien sonrió, era de las pocas veces que Draco sonreía y no era a causa de humillarla publicamente o de reirse de ella.

Vamos?-preguntó Draco.

Hermione asintió, se despidió y comenzó a caminar al lado de Draco.

Entonces... que te trae por Nueva York- preguntó Hermione intentando romper el hielo.

Nada en especial, mis padres necesitaban la mansion Malfoy durante el verano y... aquí estoy- contestó Draco.

Siguieron caminando hablando de cosas triviales cuando Draco se paró fuera de un restaurante muy elegante.

Es aquí donde vamos?- preguntó Hermione sin disimular su sorpresa.

Si, no te gusta?-

Si... no es eso, me encanta, solo que nunca pensé en Draco Malfoy invitandome a mi a un restaurante como este...-

Malfoy sonrió un poco y la abrió la puerta para que entrara.

Se pasaron la noche hablando y recordando momentos de Hogwards, hablando de los estudios, de el último año en el colegio...

Draco... puedo hacerte una pregunta?-

Adelante- dijo Draco mirandola intensamente, como hacía siempre.

Por qué...- a Hermione le costaba mucho preguntar aquello- por qué siempre me has hecho la vida imposible en el colegio... disfrutabas haciendome sufrir y cuando me viste anoche en el callejón me salvaste la vida... y lo mas importante, por qué me abrazaste?

Draco no sabía que decir, normalmente siempre tenía una respuesta para todo, pero esta vez no... le daba miedo lo que estaba empezando a sentir por la gryffindor y no quería decirselo así que optó por la opción mas fácil, huir. Se levantó de la mesa, dejó el dinero de la cuenta sobre ella y se fue alejando hacia la salida, Hermione salió corriendo en su búsqueda, quisiera o no Malfoy iba a contestar a su pregunta.

Hermione alcanzó a Malfoy y le cogió de la mano.

Draco... contesta a mi pregunta-

O qué?-

Draco se dio la vuelta y la acorraló contra la pared, estaba tan cerca que podía sentir su fresco aliento en su cara. Hermione no podia mirarle a los ojos, así que intentaba mirar hacia otro lado.

Vas a contestar a mi pregunta o tanto te cuesta?- dijo Hermione muy seria.

Draco comenzó a observar sus ojos como si quisiera traspasarlos y entrar en ella y lo peor era que lo estaba consiguiendo, la estaba derritiendo con su mirada, tanto que sentía que en su interior se habían avivado las llamas y ardía como nunca.

Draco no sabía que hacer, intentaba mirarla y explicar la razón por la cual se sentía así... solo había una forma de averiguarlo.

Hermione vio petrificada como los labios de Malfoy se acercaban suavemente a los de ella, él empezó a besarla con desenfreno... y lo mas sorprendente fue que ella no hizo nada para evitarlo, al principio se quedó quieta, no sabía que se proponía Malfoy pero a los segundos él notó como Hermione le besaba como si necesitara esos besos mas que nada en este mundo en aquel momento.

Tenías que ser tú...Granger- susurró Draco mientras la besaba.

Después de varios segundos la mente de Draco reaccionó... ¿pero qué estoy haciendo? Se preguntó a si mismo, enseguida se apartó de Hermione, que seguía sin moverse, por lo que acababan de hacer.

Hermione iba a abrir la boca para decir algo, aunque fuera un suspiro pero algo se lo impidió, cuando dejó de pensar en lo que iba a decir se dio cuenta de que Malfoy ya había desaparecido.

Mierda... me besa y se va corriendo? - pensó Hermione- Genial...

Draco había sido muy rápido, aprovechó que Granger no le estaba mirando para irse, irse corriendo... un Malfoy huyendo, que diría su padre si le viera, y lo peor, que diría si le viera besando a una sangre sucia como Granger, qué le había pasado? No había podido resistirlo y tampoco se sentia como si hubiera hecho algo malo, al contrario, se sentía como nunca... pero entonces... por que había salido corriendo?

Hermione comenzó a andar después de asegurarse de que las piernas no le fallaban, se dirigió a su hotel e intentó sentarse en la cama sin que ésta cediera y terminara por derrumbarse, como todo lo que había a su alrededor.

No entendía por qué Malfoy la había salvado, no entendía por qué la había llevado a su casa, ni por qué la había besado pero lo que menos entendía era por qué ella no había hecho nada para detenerle, sino que le había correspondido.

Necesitaba una respuesta a esas preguntas y el mismo Malfoy se las iba a tener que dar, quisiera o no. Así que sin pensarlo dos veces volvío a salir del hotel, recordaba perfectamente en qué calle se encontraba el apartamento de Malfoy y no quedaba muy lejos andando así que iba a ir ahí y Malfoy le iba a tener que dar una explicación. Con o sin varita, con Hermione Granger no jugaba ni dios.

Draco se encontraba sentado en el sofá, sumergido en sus pensamientos e intentando pensar en otra cosa que no fuera el beso pero no podía, quería irse a dormir pero no quería soñar, así que si tenía que soñar, que fuera despierto. - Soy gilipoyas...-pensó Malfoy- no tenía que haberla besado pero... por qué también me besó ella?- Estos y algun que otro pensamiento más rondaba por la mente de Draco cuando se oyó el timbre de la puerta. - Típico de los muggle- pensó.

Abrió la puerta sin mirar quien era porque en realidad no le importaba mucho hasta que cuando abrió la puerta: ZAS!

Asi sonó el tortazo que Granger le acababa de pegar nada más abrir la puerta, y para colmo ahora ella le miraba como si se lo hubiera pegado él a ella. - Hay que joderse- pensó Malfoy.

Qué quieres sangre sucia? Y rápido que no tengo toda la noche para escuchar tus tonterías- dijo Malfoy mientras los ojos miel de Hermione se encendían de ira.

QUE QUÉ QUIERO?- Hermione trató de tranquilizarse un poco pero no lo consiguió- ME SALVAS LA VIDA, ME LLEVAS A UN RESTAURANTE... A MI! A LA SANGRE SUCIA, ME BESAS Y AHORA ME DICES QUE NO TIENES TIEMPO PARA MI?- gritaba Hermione mientras Malfoy le miraba incrédulo, si hay algo que no se esperaba era una reacción así, Draco abrió la boca para decir algo pero Hermione siguió con el discurso- PUES SABES LO QUE TE DIGO?-Hermione le miró con los ojos llenos de furia.

Sorpréndeme- dijo Malfoy

Y tanto que le sorprendió, primero se le quedó un momento mirando a los ojos y comenzó a reducir el espacio que les separaba, Malfoy se esperaba que le pegara como una loca o algo así, pero no, para su sorpresa Hermione le cogió del cuello y comenzó a besarle mientras éste se empotraba contra la pared, permaneció quieto poco menos de dos segundos cuando reaccionó, la agarró de la cintura y siguió besandola.

Malfoy ya no tenía esos aburdos pensamientos sobre Granger, su padre y toda esa estupidez de la sangre, ahora que la tenía a ella entre sus brazos ya no importaba otra cosa.

Hermione estaba sumida en el slytherin de los ojos grises cuando de repente algo iluminó su mente... - Y si está haciendo esto para dejarme en ridículo delante de todo Hogwards justamente en el último año? Será cabrón... a mi no me la juega.- De repente Hermione se separó y le dijo:

Te la debía.- dicho esto le lanzó una mirada fulminante, de las que sabía poner ella, y se marchó por donde había venido dejando a Malfoy a medias, aunque sabía que sino fuera por su fuerza de voluntad se lo hubiera comido enterito.

Malfoy se movió un poco después de que Granger se fuera, cerró la puerta y dijo: - Creo que me voy a la ducha... :P

Hermione estaba harta de Nueva York, nunca pensó que se iba a cansar tan pronto de la gran ciudad, pero ya no aguantaba más, entre lo de las maletas, el hotel y Malfoy se estaba volviendo loca, y para colmo ya no había sido solo Malfoy el que la había besado, sino que ella había ido a su casa, le había besado y se había ido tan tranquila, en otras circunstancias jamás hubiera hecho eso, no es que fuera muy lanzada la verdad... y ahora se moría de la vergüenza, esperaba no tener que ver a Malfoy en un tiempo, aunque sabía que tarde o temprano se iban a tener que ver las caras, y por mucho que le pesara, era algo que estaba deseando una parte de ella.

Lo que estaba claro es que no pensaba volver a aparecer por casa de Malfoy como lo había hecho ese día, eso nunca.

Malfoy estaba sentado en el sofá del enorme salón del apartamento, pero qué le pasaba? Su camino ya estaba marcado, las prácticas como mortífago comenzarían pronto, sabía que su padre le había enviado allí porque necesitaba la mansión Malfoy libre, probablemente para hacer algo relacionado con Voldermort, hasta ese momento nunca se había cuestionado si lo que hacían sus padres estaba bien o mal, simplemente seguía órdenes, intentaba ser el mejor en todo, mantenerse frio a cualquier emoción o sentimiento, y siempre lo había conseguido, sus padres le habían educado así, y así debía mantenerse, aún así, en esos momentos no podía controlar sus emociones, no podía controlar lo que sentía cada vez que veía a Hermione Granger, antes siempre había sido repulsión, asco. Aunque había que decir que la chica no estaba nada mal, pero eso ya lo había pensado antes sin dejar a parte que no la soportaba, y para ayudar más a su relación con ella, era una sangre sucia, lo que su familia, y él mismo debía odiar, aborrecer, pero entonces... por qué ya no sentía nada de eso por ella? No quería decir la palabra, no quería pensar en amor, aquello no era amor, no podía soportar la idea de estar enamorándose de Granger, pero aunque así fuera ese sentimiento no le iba a dominar, su mente estaba por encima de su corazón, y eso lo iba a demostrar.

Malfoy se sumió en un profundo sueño, estaba cansado y no había dormido apenas nada desde que había llegado a la ciudad. Intentaba mantener su mente en blanco, no soñar, solo dormir, pero su imagen estaba gravada en su mente y le era imposible librarse de ella, tenía que verla, no sabía que quería decirle exactamente pero tenía que verla, su mente le decía que no, que se quedara ahí, que era una sangre sucia y no merecía tanta atención por su parte pero su corazón le decía que que hacía allí sentado mientras ella estaba en ese asqueroso hotel.

Como si algo hubiera despertado en él pegó un salto y se puso en camino.

Hermione estaba sentada en una esquina de la habitación, la cama había terminado por ceder y la verdad que no le apetecía demasiado dormir con todas las cosas que rondaban por su cabeza, no podía conciliar el sueño.

Qué le pasaba con Malfoy? Qué le pasaba a Malfoy con ella? Quería verle, tenía que decirle algo, preguntarle por qué, el por qué de muchas cosas necesitaba saberlas.

Y de repente como si hubiera hecho magia y sus pensamientos se hubieran hecho realidad cuando levantó la vista se encontró a un Draco confuso, extraño, con una mirada que jamás hubiera imaginado venir de él.

Q-qué haces aquí?- preguntó Hermione casi sin levantar la voz y mirando al suelo de madera.

La expresión de Malfoy delataba un: Ni siquiera yo lo sé.

Sin decir nada Malfoy se acercó a Hermione y se sentó un poco alejado de ella, también en la madera, con cuidado como si no quisiera hacer ruido. Malfoy no sabía que estaba haciendo, en cuanto la había visto se había quedado en blanco.

Hermione intentaba no mirarle, mirar hacia otro lado, pero cuando miraba de reojo ahí estaban esos ojos grises observándola, acechando, como muchas otras veces en Hogwarts, pero ésta vez parecía que su intención no era insultarla.

Todos aquellos años, con la palabra sangre sucia metida en su cabeza, al principio le había hecho daño, y eso tenía que reconocerlo, pero con el paso del tiempo se había acostumbrado tanto a sus insultos que todos se los guardaba en una pequeña parte de su interior donde ya no le dolían lo más mínimo, pero allí, con su peor enemigo casi a su lado, recordando todos los momentos que le había hecho llorar, todo el sufrimiento que le causó en sus primeros años, una lágrima intentó caer de sus ojos, ella no quería, pero la lágrima fue cayendo por su rostro a medida que sus recuerdos la seguían persiguiendo.

Malfoy se dio cuenta de ello, - Está llorando?- pensó Malfoy. Lo que menos hubiera querido en ese momento es hacer llorar a Hermione, nunca quiso en realidad, pero su fama en Hogwarts estaba en juego, nunca se había parado a pensar si todos los insultos y las bromas a costa de la gryffindo le habían dolido, él siempre pensó que en realidad le daba igual, pero parecía ser que en el fondo todavía le quedaba mucho por descubrir.

Lo mejor será que me vaya- se dijo Malfoy mientras iba levantandose no muy decidido todavía, le hubiera gustado pedirle perdón, al fin y al cabo la culpa era suya.

Antes de que se hubiera levantado Hermione se había ido acercando y le agarró del brazo suavemente mientras le miraba a los ojos. Malfoy captó lo que quería, así que volvió a sentarse, de pronto sintió a Hermione apoyándose en su pecho, Hermione no sabía que hacía, no sabía que haría Malfoy ante eso, pero solo se acurrucó y cerró los ojos. Malfoy la abrazó contra él, se alegraba de haber ido a buscarla.