Capítulo 24. Lo que ocurrió después

Todo era oscuridad cuando por fin logró abrir los ojos con gran esfuerzo. Las paredes del sitio donde se encontraban eran blancas. Harry Potter de seguida supo que estaba en la enfermería del colegio de Magia y Hechicería Hogwarts. Entonces miró a su alrededor porque después de la batalla tendrían que haber traído a sus amigos allí. Pero una vez repasó todas las cortinas y vio que sus amigos y su novia no estaban se empezó a preocupar pensando que a lo mejor la maldición asesina si que les había dado y ahora estaban muertos.

-Mademe Pomfrey-preguntó Harry.

al ver que nadie le respondía y temiéndose lo peor de sus amigos decidió utilizar el lazo que mantenían. Así que sin muchos problemas tocó el símbolo de los merodeadores para que se reunieran todos juntos, pero después de esperar cerca de cinco minutos se dio cuenta de que nadie había ido a la llamada del tatuaje y eso sólo podía significar dos cosas.

O bien estaban atrapados en algún lugar muy bien protegido o bien sus amigos habían muerto a manos de Bellatrix Lestrange.

En un acto reflejo miró su reloj y se dio cuenta que era la hora de la comida y que por tanto en el Gran Comedor estarían todos los profesores incluido Albus Dumbledore.

Sin ni siquiera cambiarse Harry James Potter Evans salió de la enfermería.

Todo su cuerpo tenía rasguños de la batalla y andaba un poco cojo a causa de una torcedura de tobillo que había sufrido durante la batalla.

Cuando llegó al Gran Comedor entró y causo muchos murmullos.

-Mirad es Harry Potter y va con pijama y todo rasguñado. Qué le habrá pasado-decía Colin Creevey a su hermano.

-No sé, pero sus amigos tampoco aparecen des del día del ataque al pueblo muggle-le dijo su hermano Dennis Creevey.

Harry siguió en dirección a la mesa de profesores y se plantó justo delante de Dumbledore y entonces el silencio se hizo presente en el Gran Comedor.

Todos los alumnos estaban expectantes por saber que pasaría porque parecía que Harry estaba a punto de desafiar al mismísimo director del colegio.

-Qué les ha pasado?-preguntó Harry en un tono normal.

Después de unos segundos nadie le había preguntado y Dumbledore ya había intentado entrar en su mente pero Harry lo había repelido como podía.

-He dicho que qué les ha pasado-dijo Harry gritando mientras un aura dorada lo envolvía elevándole apenas diez centímetros del suelo. De su cuerpo salían ráfagas de aire que hacían volar apuntes de los estudiantes.

Remus Lupin y Nymphadora Tonks en cuanto vieron como el poder de su hijo salía de control decidieron que era hora de intervenir.

Remus fue el primero en acercársele y abrazarlo. Después se apartó un poco del chico y Tonks hizo lo correspondiente.

-Mamá, papá donde están?-preguntó un poco más calmado el ojiverde.

-Tranquilo hijo-le dijo su madre mientras le acariciaba la mejilla mientras todo el Gran Comedor miraba la escena en un silencio sepulcral que sólo interrumpía el aire que seguía despidiendo el cuerpo de Harry.

-Donde están-preguntó otra vez el niño-que-vivió.

-Has de descansar pequeñajo. Ahora te vamos a acompañar a mi habitación y allí descansarás-le explicó su padre lo más calmado que pudo sabiendo que el chico se nega´ria en redondo.

-He dicho que donde están?-chilló esta vez Harry haciendo que todo objeto de vidrio o porcelana estallara.

-Ya basta Harry-le ordenó su padre.

-No, quiero saber que les ha pasado-dijo el chico.

-No es el momento-le dijo su madre.

-Pues yo creo que sí que lo es-le respondió el chico desafiante.

-No-dijo secamente Remus. No me obligues a hacer nada que te pudiera dañar-le advirtió el licántropo.

-Que viejo loco piensas mirar por mucho rato más la escena o me vas a decir de una maldita vez donde están mis dos mejores amigos y mi novia-le exigió Harry Potter con sarcasmo.

-Por Merlín Harry un poco de respeto a tu director-le dijo Tonks.

-Nuestro querido director perdió todo mi respeto el día que me envió a clases de oclumancia con Snivellus e hizo que se hiciera más posible la muerte de mi padrino Sírius Black-dijo Harry con todas sus fuerzas.

Todos los alumnos que estaban en el Gran Comedor empezaron a murmullar sobre las palabras que había dicho el joven Potter.

-Lo siento Harry-dijo Remus mientras tenía su varita justo en la espalda del chico.

-No me vas a desmayar papá-dijo mientras el aura de un protego lo hacia resplandecer.

-Lo haré si no te calmas y empiezas a respetar a la gente-le advirtió Remus.

-Papá dime que les ha pasado-dijo Harry siendo lo más amable posible.

-No puedo-dijo Remus.

Mientras Remus decía estas palabras.

Tonks se había posicionado detrás de Harry esperando la señal de su prometido.

-Pero lo tengo que saber si están muertos es por mi culpa-dijo Harry perdiendo el control y haciendo que su protego desapareciera.

-Lo siento-dijo Remus.

En ese momento Nymphadora Tonks hizo un movimiento de varita y Harry fue cogido por Remus para que no chocara al suelo a causa del Desmaius que Tonks le había lanzado.

-Gracias Nymph-dijo mientras Remus cogía a Harry con cuidado para no hacerle daño en sus heridas.

Ahora en el Gran Comedor la gente hablaba muy alto comentando la escena que les había dejado profundamente impactados por todas las revelaciones que habían habido en ese intento de conversación civilizada entre el profesor de DCAO, la aurora y el niño-que-vivió.

Albus Dumbledore decidió que ya era hora de intervenir.

-Alumnos vayan a sus salas comunes. Allí podrán acabar su comida y tienen la tarde libre-ordenó el director con su voz serena.

Los alumnos ni siquiera se movieron de su sitio asimilando todo lo que había pasado en esa comida tan extraña.

-He dicho que a las salas comunes. YA!-gritó esta vez Albus Dumbledore perdiendo la paciencia que lo caracterizaba.

Esto hizo que a los alumnos se les erizara el pelo de la nuca y que desalojaran rápidamente el Gran Comedor.

Cuando en el comedor sólo quedaron los profesores y la familia de Harry Dumbledore volvió a hablar.

-Todos a mi despacho-dijo con la voz tensa el director del colegio de Magia y Hechicería de Hogwarts.

Todos los profesores salieron decididos detrás de Albus Dumbledore mientras que Remus y Tonks se quedaron en el Gran Comedor unos momentos más.

-Nymph será mejor que reanimemos a Harry y que pueda hablar con Dumbledore-dijo Remus.

-Si tienes razón-le contestó Tonks.

-Enervate-dijo Remus.

-Papás-dijo Harry.

-Sí, hijo vamos levántate que Dumbledore nos espera en su despacho para explicarte todo lo que concierne a lo que les pasó a tus amigos-le dijo Tonks.

-Gracias mamá-le dijo Harry.

-Por qué-preguntó su madre.

-Por el desmaius sino posiblemente hubiera hechizado a la mitad del Gran Comedor-le respondió Harry.

-Venga vamos-dijo Remus mientras cogía Tonks de la mano y del hombro a Harry.

La verdad es que sino fuera porque no sabía el paradero de sus amigos estaría muy contento, porque en ese preciso momento parecían una familia de lo más normal aún que ellos eran todo lo contrario.

Él era el niño-que-vivió, la que llamaba su madre en verdad era una Metamórfaga que era la prometida del licántropo mejor amigo de su padre al cual llamaba papá.

Mientras tenía estos pensamientos en la cabeza se dio cuenta de que ya habían llegado a la gárgola y antes de que nadie dijera ninguna contraseña la gárgola sola se apartó.

-Poderes Gryffindor-dijo Harry simplemente mientras subían por las escaleras que les dejarían justo en la puerta de roble del despacho del director del colegio.

Harry Potter fue quien se acercó a la puerta y la abrió.

Cuando el Gryffindor entró se hizo un silencio incómodo que Albus Dumbledore rompió.

-Buenas tardes-dijo el director.

-Buenas tardes-dijeron los recién llegados.

-Por favor tomar asiento-dijo Dumbledore indicando los tres asientos delanteros justo enfrente del director.

Los tres se sentaron rápidamente.

En cuanto Harry Potter se sentó enfrente de Albus Dumbledore este le clavó los ojos volviendo a intentar en su mente.

-Por Merlín viejo deje de intentar entrar en mi mente o va a quedar inconsciente-dijo Harry sacando su lado Slytherin.

-Más respeto Potter que en su mente podría entrar hasta un niño de tres años-se burló el profesor de pociones.

-Ten cuidado Snape que a lo mejor entró yo en la tuya y vuelvo a ver ese bonito recuerdo donde mi padre James te hacia levitar cabeza abajo delante de todo el colegio-dijo Harry en tono hiriente.

-Cállate Potter. Eres igual de arrogante que tu padre y tu asqueroso perro pulgoso-le contestó Severus sabiendo que eso era lo que más le podía doler al chico de pelo azabache y ojos verdes que se encontraba enfrente suyo de pie.

La tensión en el despacho había aumentado y todos estaban mirando expectantes la reacción que podía tener Harry Potter después de este último comentario que había dado en el punto clave.

-Cállate de una buena vez Snivellus-gritó Harry. Sejahozi-dijo Harry en pársel.

Todos los presentes que se encontraban se quedaron petrificados cuando vieron que la lengua del profesor de pociones Severus Snape desaparecía a poco a poco hasta que no quedó ni rastro de ella y, por tanto el profesor y espía de la orden del fénix se quedaba sin palabras.

-Harry deshechiza al profesor Snape-le ordenó Dumbledore.

-Lo deshechizaré cuando yo me vaya del despacho, pero sino puede ir con Voldemort que gustoso le recompondrá su lengua bífida-le contestó mordaz Harry.

Mientras decía esto por detrás se le acercaba el profesor de pociones que aunque no pudiese hablar aún podía pegar al estilo muggle y lanzar hechizos.

Pero Harry desde que había empezado el comentario lo había notado.

-Saerazijara-dijo el joven Potter.

Después de decir este hechizo el profesor de Pociones cayó al suelo.

-Que le has hecho Harry-preguntó su padre asustado.

-Tranquilo papá no le pasa nada sólo dormirá hasta mañana por la noche-dijo Harry. Lo malo del hechizo es que no tiene cura simplemente se le ha de dejar pasar el efecto-explicó Harry.

-Profesora Sprout lleve al profesor Snape a su cuarto y ahora Harry pongámonos serios y hablemos de tus amigos-le contestó el anciano director.

-Donde están y qué les ha pasado-preguntó Harry.

-A tus amigos les dio la maldición asesina que Bellatrix y los otros mortífagos lanzaron-dijo Dumbledore.

-No!-gritó Harry empezando a llorar como un niño pequeño.

-Tranquilo Harry, no murieron-dijo el director haciendo que Harry levantara la vista.

-Cómo que no murieron?-preguntó el niño-que-vivió extrañado.

-Cuando tú desataste el poder oculto que tienes dentro ellos lo absorbieron haciéndolos revivir-dijo Dumbledore.

-Quiero verlos-exigió Harry.

-Espera Harry que aún te han de decir la pega de esto-le susurró su madre.

-Como ha dicho tu madre esto tiene una pega que probablemente sea incurable-advirtió Dumbledore.

-Cuál?-preguntó Harry.

-Tus amigos recuperaron su fuerza vital como muggles, pero no su poder mágico como magos-le dijo Albus Dumbledore.

-Harry ahora son squibs y a pesar de las pociones que les están administrando en San Mungo no recuperan su poder mágico-le explicó Remus.

-Voy a ir a San Mungo yo soy el único que les puede ayudar-dijo Harry levantándose.

-Tú no vas a ir a ninguna parte-le advirtió Dumbledore.

-Iré con o sin tu permiso-dijo Harry.

-Antes tendrás que contener a todos los profesores-le dijo Dumbledore antes de que todos los profesores excepto su padre sacaran las varitas.

-Ustedes me han obligado y aunque no me gusta usar el pársel, viendo que es necesario lo haré-dijo Harry.

-Sijasa-una vez dicho esto Harry quedó dentro de un globo verde.

McGonagall le tiró un expelliarmus que fue a tocar al globo y rebotó en su dirección.

-Lo siento profesora-le pidió disculpas el chico.

-Sijareza sifare-recitó Harry recordando perfectamente el hechizo.

Después de decir estas palabras fue lanzando chispas verdes con su mano a cada presente que había en la sala excepto a sus padres.

Cuando acabó de hacer esto pasó sus manos en el aire haciendo una forma geométrica.

-Saja-gritó finalmente Harry y de esta forma Harry hizo aparecer una celda de serpientes que si las tocabas te hacían caer desmayado inmediatamente.

-Lo siento profesores en un cuarto de hora se romperá el hechizo-les explicó Harry.

-Harry vamos-le dijo su padre.

Harry, Remus y Tonks salieron del despacho para que no les escucharan.

-Papás voy a ir a San Mungo ya que he leído que mi poder mágico curativo cura la energía vital y el poder mágico de cada persona-explicó Harry. Junto con unas pociones especiales que yo mismo he creado a partir de unos libros que he encontrado los chicos volverán a tener su poder normal en un par de semanas, tres a lo largo-finalizó Harry.

-Habitación 515-le dijo simplemente su padre.

-Planta cuarta-le siguió diciendo su madre.

-Buena suerte-oyó que le decían mientras el ya se estaba apareciendo en San Mungo.

Una vez estuvo allí se aplicó un hechizo de Magia Antigua que lo haría parecer invisible durante unos diez minutos tiempo suficiente para encontrar la habitación y sellarla.

Subió por las escaleras hasta la cuarta planta y caminó hasta que encontró la habitación.

Cuando entró vio tres camas y a tres personas muy conocidas hablando entre ellas muy tristes.

-Ya no podré volver ayudar a mi Harry-decía Ginny mientras sollozaba.

-Tranquila hermanita seguro que al final nos devolverán nuestro poder mágico-le dijo Ron.

-Pero si no nos lo devuelven seguro que Harry me repudiará y me dejará por otra que no sea una tonta muggle-dijo Ginny llorando a moco tendido.

Harry Potter se dirigió hasta la cama de su novia y la abrazó mientras el hechizo de invisibilidad se acababa dejándose ver.

-No vuelvas a decir eso jamás-dijo acercándose a su boca y besándola dulcemente.

-Harry-dijo emocionada y abrazándolo con toda sus fuerzas.

Cuando por fin lo soltó su novia. Harry se dirigió a sus dos mejores amigos y les abrazó.

Después de este bonito reencuentro Harry cerró con pársel la puerta de la habitación para que nadie pudiera entrar.

-Chicos he venido para sacaros de aquí y poder devolveros vuestro poder mágico en Hogwarts así que nos vamos de aquí-explicó Harry. Debéis agarrar con fuerza alguna parte de mi cuerpo.

Dicho y hecho ellos se cogieron a él como pudieron y al instante siguiente estaban en la sala de los Merodeadores donde Remus y Tonks les esperaban.

Harry tomó a Ginny en brazos ya que ninguno de los tres tenía fuerza aún para caminar.

Después Remus tomó a Ron en brazos y Tonks a Hermione.

-Papás ya os podéis marchar-dijo Harry.

-Como quieras hijo-le dijo su madre y así sus padres se fueron.

Una vez estuvieron solos Harry hablo:

-Chicos lo que voy a hacer es utilizar mi poder curativo para hacer que vuestro poder mágico se recupere, pero además de utilizar mi poder tendréis que estar cerca de dos semanas inyectándoos una poción para que vuestro poder mágico sea el mismo que antes o incluso mayor-explicó Harry.

-Harry no pienso dejar que me claves una aguja-dijo Ron.

-Ron si no lo haces te quedarás como un muggle-le advirtió Ron.

-OH, de acuerdo lo haré-dijo Ron resignado.

Harry se acercó a Ginny y puso sus manos por todo su cuerpo haciendo que el poder entrará en ella y después de eso hizo aparecer un suero especial gota a gota como en los hospitales muggles para que la poción no dejara de entrar en su cuerpo en ningún momento.

-Gin esto te dolerá un poco-le advirtió Harry mientras le clavaba la aguja en la muñeca haciendo que la poción fuera entrando en el cuerpo de Ginny gota a gota.

Después de esto Ginny se quedó dormida.

Repitió la misma operación con sus dos mejores amigos y después de estiró al lado de Ginny mientras esta dormía y el suero con la poción que le haría recuperar el poder mágico caía gota a gota y entraba a su cuerpo.

Después de ver esto cayó totalmente dormido.

Pero poco pudo dormir porque al cabo e media hora tres cuartos máximo sintió como alguien lo zarandeaba mientras le llamaba.

-Harry, hijo mío-le llamaba Remus.

-Dime papá-le contestó el chico medio dormido por el cansancio de las apariciones y de la pérdida de energía que había sufrido a causa de darles un poco de poder mágico a cada uno de sus amigos.

-Dumbledore te quiere ver en su despacho ya para que le expliques donde están los chicos-le explicó su padre.

-Vale ya voy-le respondió el chico.

Fue al baño y se lavó la cara y revisó los cuentagotas de sus amigos para verificar que la poción les fuera cayendo regularmente.

-Harry esta poción que hará?-preguntó el licántropo con curiosidad.

-Papá si no te importa te enteras cuando se lo explique a todos porque me es muy cansado explicar lo mismo dos veces y de una forma tan seguida-le explicó su hijo.

-Claro pequeñajo. Vamos-le dijo su padre.

Sin perder más tiempo Remus Lupin y Harry Potter salieron de la torre de los Merodeadores en dirección al despacho de Dumbledore por segunda vez en ese mismo día.

Cuando llegaron como había pasado antes la gárgola se retiró sola dejando pasar a los dos hombres.

Harry abrió la puerta sin tocar y vio que en el salón se volvían a encontrar todos los profesores excepto Severus Snape, pero también se dio cuenta de que se encontraban los señores Weasley y los señores Granger.

Las dos familias se acercaron a Harry para abrazarlo y también para pedirles una explicación.

Después de los abrazos y los saludos Harry tomó asiento frente a Dumbledore.

-Señor Potter nos podría decir donde se encuentras los señores Weasley y la señorita Granger-preguntó el anciano intentando poner un tono sereno y amable que quería infundir confianza al muchacho que tenía frente a él.

-Claro Dumbly.-dijo Harry volviendo a sacar su lado bífido. Cuando les deje aquí prisioneros me dirigí a San Mungo con mis poderes de Godric Gryffindor después de esto me aparecí aquí con mis amigos. Los tumbé en sus camas y les di parte de mi poder mágico el cual se reestablecerá de seguida si a usted le interesa. Y finalmente les puse unos cuentagotas inyectados en las venas principales con una poción que hace que el poder mágico aumente. La poción es una invención mía que yo mismo he probado-explicó Harry.

-Por que te los llevaste de San Mungo-preguntó el anciano.

-Simple. Si hubieran seguido allí se hubieran convertido en Squibs-finalizo Harry.

-Cuanto tiempo tardarán en recuperarse-cuestionó el director.

-Una semana o dos pero gracias a eso tendrán el mismo poder mágico o incluso más-finalizó. Señores Weasley, señores Granger estén tranquilos cuando se repongan les informaré -dijo Harry.

-Dumbledore la semana que viene Madame Pomfrey les podrá hacer un chequeo para comprobar que mi poción funciona bien y de esta manera la podrá utilizar después de las batallas de la orden-explicó Harry.

-Señores Granger y señores Weasley me gustaría que dejaran la Madriguera y fueran a vivir al Castillo de Gryffindor porque allí estarán totalmente seguros y los elfos domésticos cuidarán de la casa y prepararán la comida-pidió Harry.

-Está bien cariño si tú nos lo pides así será. Nos instalaremos en el mismo sitio que está Navidad-confirmó la señora Weasley.

-De acuerdo-aceptó Harry.

-Papá vamos a nuestra torre que tengo que hablar contigo-rogó Harry.

-Vamos pequeñajo-le contestó el licántropo desordenando el ya desordenado pelo del heredero de Gryffindor.

-Adiós-dijeron los dos mientras salían por la puerta del despacho de Albus Dumbledore, director de Hogwarts.

Cuando llegaron a la torre de los Merodeadores, Harry fue a su cuarto seguido de Remus, es decir su padre adoptivo.

-Qué principios sigue esta poción?-preguntó el licántropo muy interesado en la poción de su hijo.

-Sigue los principios de la poción revitalizadora, pero se le han de cambiar unos ingredientes para que no devuelva la fuerza vital de la persona y revitalice su poder mágico-explicó Harry. En una semana y media seguramente tendrán el doble poder del que tenían-dijo Harry.

-Pero entonces ahora ya tienen su poder mágico anterior?-preguntó Remus Lupin.

-La verdad papá es que mañana por la mañana tendrán su poder mágico intacto, pero he dicho que estarán una semana y media o incluso dos porque sino tienen más poder mágico no les podré enseñar magia sin varita para que se puedan defender mejor y puedan evitar que el ministerio reconozca sus hechizos por su varita-explicó Harry.

-Pero papá yo te he pedido que vinieras porque todo esto tiene un problema-dijo el ojiverde.

-Qué problema tiene?-preguntó el profesor de DCAO.

-El problema es que nunca se sabe si las personas que reciben poder mágico de más lo asimilan o no-dijo Harry.

-Y que pasa si no lo asimilan-le preguntó su padre.

-Su cuerpo se destruiría por la sobre carga de energía-explicó Harry. Por eso necesito que alguien este aquí en todo momento vigilando sus constantes vitales y su aceptación al poder mágico a través de esas pantallas que tienen cada uno al lado de su cama-explicó Harry.

-Bueno yo hablaré con Dumbledore y le diré que me tengo que ir del castillo para preparar unas cosas de la boda urgentes y me trasladaré aquí durante esa semana y media para que tú puedas hacer tus clases. Sarah podrá hacer las clases de DCAO sola-dijo Remus.

-Muchas gracias papá-le agradeció el joven Potter.

-De nada Harry. Ahora será mejor que tú vayas a dormir con tu novia y yo vaya a decirle a Dumbledore. Después volveré a dormir. Tendré una cama?-preguntó el licántropo.

-Claro que sí papá y tráete a mamá aquí. Os pondré la cama en la sala de entrenamiento-explicó Harry.

-De acuerdo pequeñajo. A la cama-ordenó el licántropo risueño.

-Buenas noches-le contestó Harry mientras se acercaba a su padre adoptivo y le daba un beso en la mejilla.

-Buenas noches Blanquecino-dijo Remus mientras salía por la puerta hacia el despacho de Albus Dumbledore otra vez.

Mientras eso pasaba Harry Potter cogía una manta y llamaba a Dobby.

-Señor Harry Potter que sorpresa ser llamado por usted-dijo Dobby.

-Dobby por favor me podría traer un termo con café-preguntó Harry.

-Claro que sí señor Harry Potter- le contestó el elfo doméstico.

-Y llámame Harry, es una orden-le ordenó Harry al elfo.

-Sí Harry-dijo el elfo doméstico mientras se desaparecía con un suave pop.

Al cabo de u minuto Dobby llegó con un gran termo de café y unos pastelitos que dejó en la mesita de noche de Harry.

Harry Potter cogió un libro de Artes Oscuras y empezó a practicar hechizos mientras leía el libro y de esta manera estuvo toda la noche vigilando el sueño de sus mejores amigos y de su novia.

A las siete de la mañana Remus Lupin entró a la habitación y se encontró a su hijo sentado en la silla bebiendo café mientras leía un libro y con unas ojeras que llegaban al suelo.

-Buenos días-dijo el licántropo en modo de saludo.

-Buenos días papá-le contestó Harry reprimiendo un bostezo.

-Qué no has dormido en toda la noche-le preguntó su padre.

-No. Como ya te dije han de estar vigilados continuamente y como tú los vigilas de día yo los vigilaré de noche-explicó Harry.

-Pero hijo te vas a dormir en la clase de Binns ahora-le dijo su padre.

-Tranquilo he tomado tanta cafeína que sería imposible que me durmiera-dijo Harry.

-Aunque no te duermas en clase todo el mundo hablará sobre ti porque tiene muy mala cara. Estás pálido y tienes ojeras. Qué te pasa?-preguntó el licántropo.

-No es nada papá. La verdad es que aún no estoy recuperado del poder que liberé y ayer tuve que dar parte de mi poder para que ellos pudieran seguir siendo magos y ahora hasta que no recupere mi poder estaré pálido y siempre cansado-dijo Harry.

-Y por que no tomas un poco de la poción que utilizas con los chicos-preguntó el licántropo.

-Porque la poción lleva dos gotas de mi sangre y cuando yo la tomo se contrarresta el efecto-explicó Harry.

-Hoy no irás a clase te quedarás durmiendo como tus amigos con una poción para dormir sin soñar-dijo Remus Lupin con decisión.

-Pero que le diré a Dumbledore?-preguntó el chico.

-Tranquilo tu madre le enviará una lechuza diciéndole que se ha quedado esta noche contigo y te has desmayado y que ahora estás descansando-le contestó el licántropo mientras se acercaba a la estantería donde Harry guardaba las pociones.

Cuando encontró la poción del sueño se la hizo beber a Harry y lo acomodó al lado de su novia para que durmiera.

Después de esto se dirigió hasta la cama que Harry les había hecho para despertar a Tonks y decirle lo que tenía que decir en la carta.

"Querido Albus:

Esta noche me he quedado a dormir con mi hijo y cuando estaba vigilando a sus amigos para que no sucediera ningún percance se ha desmayado a causa del cansancio y la perdida de poder mágico.

Por tanto, Harry no asistirá hoy a clases porque yo le he dejado durmiendo con una poción para dormir sin soñar.

Espero que no le moleste este hecho.

Que pase un buen día.

Nymphadora Tonks"

Cuando Albus leyó la nota se extrañó de que Harry se hubiera desmayado, peor después recordó que cuando Harry había ido al Gran Comedor se acababa de despertar del coma y que por tanto era normal que no estuviera recuperado del todo.

Así que ese día fue muy tranquilo.

Remus estuvo todo el día vigilando a los Merodeadores mientras ellos dormían plácidamente.

Al cabo de una semana y media tal como había predicho Harry sus amigos y su novia estaban totalmente recuperados y los cuatro volvían a asistir a sus clases de siempre.

Pero hoy Harry estaba nervioso pues conocería a Billius Bloom, su nuevo profesor particular.

Por fin llegó la hora de que su profesor llegara y puntualmente Harry le esperó en la puerta de su cuadro.

Cuando pasaban cinco minutos de la hora prevista vio como un rayo de luz roja se acercaba hacia él y con un movimiento rápido hizo una voltereta hacia atrás y paró el rayo con su espada.

-Buena parada Harry Potter pero hubiera sido mejor que utilizarás un escudo protector. No crees?-preguntó un hombre de unos cuarenta años de edad con el pelo y los ojos castaños.

-Si no sé si el hechizo se puede parar con un simple Protego utilizó la espada porque sé que esta espada hace rebotar cualquier hechizo excepto la maldición asesina-contestó Harry.

-También es cierto-dijo el hombre mientras se acercaba a Harry y le tendía la mano. Billius Bloom-se presentó el hombre.

-Harry Potter-dijo Harry estrechando la mano de su nuevo profesor.

Después de esto Harry dijo la contraseña y fueron directamente a la parte de entrenamiento.

-Harry hoy no vamos a practicar nada. Hoy sólo quiero hablarte del poder que soltaste en la última batalla que ha habido de la orden del fénix-dijo Billius.

-Pues la verdad no sé de que sirvió ese poder porque nadie me lo ha dicho-dijo el chico ojiverde.

-Ese poder que tienes que todo el mundo denomina el poder oculto de la amistad es muy poderoso y tú lo demostraste el otro día. Cuando todo tu poder empezó a emerger de tu cuerpo todos los mortífagos empezaron a caer desmayados y la gente de la orden y los muggles recuperaron buena parte de su fuerza vital tal y como les pasó a tus amigos-explicó el profesor.

-Nunca pensé que el poder que tenía fuera tan grande-dijo Harry.

-Pues sí que es grande y es con este poder con el que podrás vencer a Voldemort. Porque si desmayaste a casi cien mortífagos tú solo y curaste a casi ciento cincuenta personas debes poder matar a una sola persona. El problema está en que tienes que hacer que el poder no se descontrole y emerja a placer sino que ha de emerger en un rayo dirigido a una persona en concreto-dijo Billius.

-De acuerdo-respondió Harry.

-Ahora ves a descansar y mañana probaremos de hacerlo y empezaremos a practicar magia Oscura-le dijo su profesor mientras travesaba el cuarto.

Después de esto Harry se fue a encontrar con sus amigos y intentó hacer aparecer un rayo de ese poder pero no hubo forma y al cabo de muchos intentos Ginny y él decidieron ir a dormir para estar preparados para la salida que había para ir a Hogsmeade al siguiente día.

El día a Hogsmeade fue todo un éxito y después de esto Febrero dio paso a Marzo y Marzo dio paso al primer fin de semana de Abril en el cual los Merodeadores iban a ir al castillo de Godric Gryffindor para dejar preparada la boda de Nymphadora Tonks y Remus John Lupin.

NOTAS DE LA AUTORA:

Perdón por la tardanza pero como muchos se imaginarán estuve de vacaciones y alejada de mi PC, pero eso no hizo que dejara de escribir en una libreta y de esa manera hice este capítulo que es mas largo de lo que yo normalmente escribo.

Dedicar este capítulo a Pedro y Marc ya que ellos siempre me están apoyando con este fic.

Siento decir que a este fic le quedan pocos capítulos de vida. Este es el capítulo 24 y esta historia tendrá si todo sale según lo planeado 29 capítulos.

Si ustedes quieren haré la continuación que tengo pensada y sino intentaré crear otra historia totalmente nueva.

Muchos Besos

SaKuMiNo