Hola a todos!!!!!!!!!
Tenía este chap listo para publicar hoy y celebrar así que salía a vacaciones… no he podido salir a vacaciones (¡me corrieron la fecha de examen final hasta el 7!) pero sí voy a publicarlo para no hacerlos esperar más.
Muchas gracias por sus reviews, me animaron mucho en el final de semestre. Los contesto al final.
La canción de este capítulo se llama ¿Qué me pasa? y si no me equivoco la canta Micky Taveras, es un poco vieja… que voy a hacerle, la música vieja es de lo mejor, me encantan la mayoría y son muy apropiadas para las historias. Los personajes son de JK Rowling, no hago esto con fines de lucro.
Ahora los dejo con el chap
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¿Qué me pasa?
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Sirius y Arya tenían menos de una semana de ser novios y todo el colegio seguía pendiente de ellos, aunque preferían ignorar todas las atenciones. Al bajar al Gran Comedor se sentaron entre los merodeadores y las amigas de Arya, Lily y Jessica, quienes habían tenido que acceder a sentarse cerca de ellos, para gran disgusto de la segunda e incomodidad de la primera.
Lily había evitado todo lo posible el hablar con James desde que se habían despedido tras su vuelta de Hosgmeade. Todavía no tenía una decisión. Después de todo lo que el chico había dicho no era tan sencillo decir que "no" de nuevo, sobretodo porque no sabía si quería decirle eso. No hablar con James también era difícil, pues realmente Marian y Remus juntos estaban produciendo una gran cantidad de ideas que se traducían en cantidades industriales de trabajo para todos.
-Creo que mejor vamos subiendo a la clase de transfiguración –dijo Jessica levantándose- ¿vienes Lily?
-Claro –Lily recogió sus cosas y se levantó.
-Subo con ustedes chicas –dijo Arya- tengo que hablar con la profesora McGonogall de mi ensayo sobre transformación humana.
Le dio un beso a Sirius y luego siguió a sus amigas.
Los chicos siempre subían a última hora.
-¿No te ha dicho nada aún Prongs? –preguntó Sirius a su amigo cuando las chicas desaparecieron.
-No –contestó este de mal humor- ni media palabra. Me está evitando.
-¿No crees que fue una proposición muy drástica? –preguntó Remus- digo, es como un ultimátum ¿no?
-Tal vez –contestó James- pero es que creo que era la única manera de hacer que realmente se pensara mi propuesta.
-Pues yo opino… -empezó a decir Peter, pero nadie lo escuchó, porque en ese momento Marian se acercó a la mesa.
-Hola- saludó secamente, luego se volvió hacia Sirius directamente- Tengo que hablar contigo.
-¿Conmigo? –Sirius miró a Marian sorprendido- ¿de qué?
-Llégate a la oficina de la ACLS cuando puedas, ¿quieres? – continuó ella con tono serio.
-De acuerdo –dijo Sirius aún algo extrañado- creo que Arya tiene club de astronomía hoy en la noche. Mientras la espero en la Torre puedo llegar.
-Bien.
Marian se alejó. Sirius miró a James interrogativamente, pero este se encogió de hombros. Dirigió su mirada a Remus. Este suspiró:
-Creo que quiere hablar contigo sobre lo que sepas de los reclutamientos de Voldemort.
-Genial –dijo Sirius con una expresión que quería decir todo lo contrario- me pregunto cómo se enteró de que yo sabía del tema…
-Moony se lo dijo probablemente –comentó Peter. El aludido lo fulminó con la mirada.
-Ya lo suponía Wormtail –dijo Sirius- ¿verdad Moony?
-Lo siento –dijo Remus- pero empezó a interrogarme a mi y pensé que tú podías ayudar más con el tema.
-Sí, pero otra cosa es que me guste hacerlo…
De cualquier manera tras acompañar a Arya a la Torre de Astronomía Sirius se dirigió a la oficina de la ACLS. Antes de entrar observó su cartel con orgullo. Realmente le había quedado muy bien.
-Ah, ya estás aquí –exclamó Marian sin mucho entusiasmo.
-Yo también estoy feliz de verte –respondió Sirius sentándose.
-Mira, hoy no te llamé para pelear –dijo Marian muy seria, sentándose frente a él, sobre el escritorio- hay unas cosas que quisiera saber y según me dijo Remus tú podrías ayudarme.
-Sí, algo me dijo… No es un tema del que me guste hablar mucho. ¿Qué necesitas saber?
-Me preocupa la cantidad de seguidores de la limpieza de la sangre que hay en el colegio. ¿Crees que muchos de ellos puedan ser seguidores de Voldemort ahora?
-Sí –contestó Sirius con pesar- es muy probable.
-Pero…¿cuántos pueden ser?
-La verdad no los sé, pero no son pocos –Sirius había adquirido un aire muy serio, Marian nunca lo había visto hablar de esa manera- por lo que veo quieres mucha información. Voy a confiarte algunas cosas, pero debes ser muy cuidadosa con la información. ¿Lo prometes?
La chica asintió firmemente. Sirius se inclinó un poco hacia delante y empezó a hablar en voz baja.
-Las vacaciones pasadas hubo una especia de campaña de reclutamiento de seguidores de Lord Voldemort entre las mayores familias de sangre limpias con tendencias a las Artes Oscuras. De dieciséis años en adelante fueron convocados.
-¿Tienes nombres?
-¡Diablos Marian! –exclamó Sirius levantándose y cerrando la puerta- ¿para qué quieres los nombres? No puedes tratar de atacarlos directamente, denunciarlos o algo así. Sería muy peligroso para ti. La ACLS es una idea genial, pero debes ser conciente de con qué estás peleando.
-Por eso mismo quiero saber –contestó sin inmutarse. Sostuvieron la mirada un momento. Finalmente Sirius negó y empezó a hablar.
-Tienes que tener cuidado con esto. No sé a ciencia cierta a quienes llamaron aparte de los Black. Las familias más involucradas con el movimiento son los Malfoy, los Snape, Crabbe, Goyle, Nott, Avery, Lestrange… prácticamente los dos niveles superiores de Slytherin pueden estar involucrados ya con Voldemort.
Marian no contestó nada.
-No puedes generalizar. Sé que a todos ellos los han "invitado" a entrar y si se han negado los han amenazado, pero de vez en cuando existimos los que nos negamos rotundamente y escapamos. No sabría decirte si alguno de ellos lo ha hecho.
-¿Entonces no sabes de nadie más que se negara a entrar al movimiento?
-Sí, mi prima Andrómeda, pero no la conoces, estudia en Francia. También dejó la casa de mis tíos y se fue a vivir con mi tío Alphard. No es pariente directo de ella, pero lo conoce desde hace mucho tiempo.
-¿Y tú donde estás viviendo?
-¿Realmente te importa? –preguntó Sirius mirándola sorprendido- Donde James, si quieres visitarnos en vacaciones solamente avisa que vas a llegar…
-Claro que no –contestó ella bruscamente- ¿es todo lo que sabes?
-Sí –dijo Sirius sonriendo un poco- me fui antes de enterarme de nada más. ¿Qué piensas hacer con esa información?
-Tener cuidado con ellos de momento –dijo Marian- aunque no creo que realmente hagan nada contra la ACLS…
-Ya que te estás comportando civilizadamente –dijo Sirius volviendo a su tono serio- voy a decirte un mensaje que tío Alphard me pidió que te diera.
-¿Alphard Carter me envió un mensaje?
-A ti y a toda la asociación. –asintió Sirius- Está muy emocionado con la iniciativa, pero me pidió que tuviéramos mucho cuidado. Esto no es un juego y nos estamos metiendo en un terreno muy peligroso. Él no duda que ya empezaron a entrenar a los nuevos seguidores y si Hogwarts se mete de lleno en contra de la limpieza de la sangre ellos responderán. Tú en especial debes tener cuidado.
-Sé cuidarme sola Black. Sé con que me enfrento –replicó Marian de mala manera.
-¿Lo sabes de verdad? –preguntó Sirius acercándose un poco a ella- ¿eres hija de muggles Marian?
-No –contestó la chica- mi abuela lo era.
-¿Mataron a tu abuela por ser de sangre muggle?
-No.
-¿Te han insultado alguna vez por ser de sangre mezclada?
-No, mis padres son magos, así que no suelen pensar que yo no sea sangre limpia…
-¿Alguna vez has visto un asesinato?
-No
-¿Una tortura?
-No, Black, esto no viene al caso, yo sólo…
-¿Alguna vez has visto un cruciatus? –la interrumpió Sirius- ¿Alguna vez has sentido un cruciatus?
-¡No! ¿Pero a dónde quieres llegar con este interrogatorio?
-No sabes a lo que te enfrentas –contestó Sirius- no tienes la menor idea… Tú crees que peleas contra una doctrina injusta que debe desaparecer. Es mucho más que eso Marian. Mucho más.
-¡No me hables como si no supiera lo que estoy haciendo!
-No digo que no sepas lo que haces, pero te falta tener una visión completa. No eres consciente de lo que pueden llegar a hacer los seguidores de Voldemort. No tienes la menor idea.
-Pero vamos Black… ¿Acaso tú has sentido un cruciatus o qué?
Sirius no contestó. En ese momento la puerta se abrió.
-Con permiso… ¡Hola Marian! ¿Llego en mal momento? Siri, no hay club hoy, la noche está nublada.
Arya acababa de entrar a la oficina y notó el ambiente tenso.
-Si quieren vuelvo más tarde…
-No preciosa, está bien –dijo Sirius acercándose a ella y abrazándola- creo que ya contesté las dudas de Marian y no quiere ningún otro consejo. –Luego se volvió a Marian de nuevo- Si necesitas algo más me avisas. Y ten cuidado… no me gustaría que lo probaras en carne propia.
Sirius y Arya salieron de la oficina en silencio. Sirius la tomó de la mano fuertemente pero no dijo nada. Cuando habían bajado ya gran parte de camino Arya decidió hablar.
-¿Qué te pasa?
-No es nada Arya…
-Sí que te pasa algo. –dijo Arya deteniéndose- Puedes hablar de ello conmigo.
-Hay cosas de las que es mejor no hablar –dijo Sirius acercándose a la ventana junto a la que habían quedado y apoyando los codos en el marco de esta, viendo hacia fuera. Estaba abierta y la fría brisa de la noche se sentía muy bien.
-Marian y tú estaban hablando sobre la maldición cruciatus cuando llegué –dijo Arya lentamente, no muy segura de decir lo que iba a decir- lo que ella te preguntó… ¿es verdad?
Arya se había recostado de la misma manera que Sirius en el espacio que quedaba de la ventana. Al mirar a Sirius pudo ver que estaba temblando ligeramente, sus ojos estaban cristalinos. No dijo nada.
-Entiendo –dijo Arya lentamente incorporándose- si necesitas estar solo nos vemos luego…
Empezó a alejarse de él, pero su voz la detuvo. Sonaba algo temblorosa.
-Cruciatus número uno: once años, vacaciones de Navidad. Un Black no puede ser un Gryffindor.
Arya se quedó de piedra. ¿Un cruciatus a los once años? ¿Él…
-Cruciatus número dos –continuó Sirius mirando al vacío por la ventana- doce años, vacaciones de verano. Un Black no puede ser amigo de un Potter.
-Sirius… - Arya se acercó lentamente a él.
-Cruciatus número tres: trece años. Un Black no debe mantener contacto con Alphard Carter. Cruciatus número cuatro: Un Black no puede salir con una "sangre sucia".
La voz de Sirius estaba prácticamente quebrada. Arya podía ver como su espalda temblaba contenidamente. No lo resistió más y lo abrazó desde atrás. Sirius tomó una de sus manos y siguió numerando.
-Cruciatus número cinco: Un Black no puede pelear con los miembros de otras familias seguidores de la doctrina de la limpieza de la sangre. Cruciatus número seis: Un Black no puede decir en una reunión familiar que la limpieza de la sangre es una tontería. Cruciatus número siete: un Black no puede decir que Lord Voldemort es un psicópata maniático… -se interrumpió de repente. Se volvió para verla a ella, y Arya pudo notar sus ojos llenos de lágrimas, parecía estar saliendo de algún tipo de trance- luego de eso perdí la cuenta…
-¡Oh Sirius! –Arya lo abrazó estrechamente, y Sirius correspondió el abrazo con fuerza. Se quedaron así unos largos minutos.
-Lo siento –dijo Sirius recuperándose- no debí ponerme así…
-Sirius, no tienes porqué disculparte –dijo Arya suavemente- estoy aquí para oírte y ayudarte. ¿Cómo vas a cargar con eso tú solo?
-Gracias preciosa… -Sirius la miró con una sonrisa muy dulce y le dio un beso en la punta de la nariz. Arya rió un poco- mejor vámonos de aquí. Hay varios lugares del castillo que me quedan por mostrarte…
La pareja se alejó lentamente, tomados de la mano. Sin embargo, alguien más había escuchado su conversación.
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Ay amor, mirándote a los ojos sé, que eres diferente y sé
que te pareces mucho a lo que yo sueño.
Ay amor, lo que te digo es verdad, yo no hablo por hablar,
te pareces mucho a lo que yo sueño
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-¿Moony? ¡Pero que demonios les pasa a todos hoy! –se quejó Peter- ¡Remus Lupin, ponme atención por favor!
Remus se sobresaltó. No había escuchado que Peter lo llamaba. Estaban en la Sala Común de Gryffindor, era muy tarde ya.
-Disculpa Wormtail, tengo un poco de sueño –dijo Remus a modo de disculpa- ¿qué me decías?
-Te decía que James está muy extraño –explicó Peter- pero tú no andas muy diferente…
-¿Extraño? Por lo de Lily, querrás decir.
-Pues sí, ¿por qué más? Me pregunto si algún día yo estaré así de enamorado de una chica. –dijo Peter con una mezcla de admiración y repulsión – Yo quiero a Susana, pero… es que James está un poco obsesionado con ella, ¿no crees?
-Serás muy afortunado si alguna vez quieres a alguien como James quiere a Lily –dijo Remus con convicción- todos lo seríamos.
-Por Merlín, creí que tú aún no estabas contagiado –dijo Peter alejándose un poco de Remus- James con su pena de amor por Evans. Sirius como idiotizado con Arya, ¡y ahora tú sales con eso! ¿Extrañas a Monique?
-No Wormtail –dijo Remus sonriendo- no es por ella. Tal vez tienes razón y me he contagiado un poco del romanticismo de nuestro amigos.
-Los buenos días se han terminado –dijo Peter negando lentamente- ahora Sirius vive para Arya y cuando Evans le diga que sí a James no volveremos a verlo a él tampoco. Creo que voy a tener que tomar las cosas con Susana más en serio… tú deberías buscarte a una chica también.
Remus sonrió con tristeza.
-No Peter, paso de eso. No voy a salir con nadie más, a menos que sea alguien en quien pueda confiar todo, hasta mi condición. Una chica tan especial que cualquiera pudiese notarlo a lo lejos.
-Espero que no me estés describiendo a tu chica de tus sueños –dijo Peter- creí que habíamos dicho una vez que la chica ideal no existía.
-No, no existe –admitió con desaliento Remus- pero hay algunas que pueden parecerse mucho…
Peter lo miró muy extraño.
-Creo que mejor te dejo solo a ti también. Me voy a ir a dormir. Debí haber ido a buscar a Susana temprano para pasar la velada juntos. Al menos esos ataques melancólicos-románticos son normales en ella.
Peter se fue y Remus suspiró. A inicios de ese año él habría pensado lo mismo que Peter, pero ahora…
-Anda, ve a acostarte de una vez –la voz de Arya llegó claramente a sus oídos. La chica venía entrando con su novio a la sala común.
-Pero Arya, linda, estoy bien…
-Sé que estás bien, pero tienes que descansar… son las dos de la mañana, yo también tengo que ir a dormir… nos va a hacer bien.
-¿Te vienes conmigo arriba?
-No- contestó ella rotundamente- de verdad Sirius, me quedaré más tranquila si te vas a dormir de una vez.
-No voy a dormir. James va a estar ahí y va a empezar a hablar de Lily.
-Pues tú le dices que estás muy cansado y que me prometiste dormir.
-¡Pero si no te lo he prometido!
-Pues vas a prometérmelo ahora.
-Bueno, está bien… -dijo Sirius a regañadientes- me voy a dormir… te prometo que me voy a dormir…
-Así me gusta- sonrió Arya visiblemente complacida.
-…pero no sin mi beso de buenas noches.
Sirius la abrazó y la besó en un inicio con ternura pero luego fueron profundizando el beso. Finalmente él se empeñó en acompañarla a las escaleras de las chicas y luego subió al cuarto de los chicos.
Arya sin embargo no subió directamente a su cuarto sino que se devolvió a la sala común.
-¡Remus! Te vi desde que entré, pero convencer a Sirius de irse a dormir no es nada fácil.
-Hola Arya. ¿Cómo van las cosas?
-¡Genial! No sé, esta es la mejor semana de mi vida ¿sabes? –dijo con una encantadora sonrisa. Justo como le gustaba a Remus que sonriera.
-Me alegro por ti –dijo Remus mirándola atentamente. Él se había enterado de que ella y Sirius eran novios el mismo día en que empezaron su noviazgo, primero por los rumores del club, y ya luego Sirius y Arya se los dijeron a todos sus amigos mientras cenaban en el Gran Comedor.
-A veces no me das esa sensación –dijo Arya clavando en él su profunda pero tierna mirada- ¿qué pasa?
-Nada Arya –dijo Remus con sobresalto -¿qué habría de pasarme?
-No lo sé, estás muy extraño. A veces dudo que estés feliz de verdad.
-Estoy feliz por ti, porque sé que esto es lo que deseas desde hace mucho tiempo. Y estoy feliz por Sirius porque no ha podido elegir una chica mejor que tú. Lo digo en serio.
Arya sonrió de nuevo.
-¡Gracias! Pero aún creo que algo te preocupa.
-Tal vez –dijo Remus- no sé, pero tú no debes preocuparte por eso.
-¡Claro que sí! Eres uno de mis mejores amigos, ¿cómo quieres que no me preocupe?
Remus sonrió y se levantó del sofá donde estaba.
-Tienes una manera de ser muy especial, ¿ya te lo he dicho?
-Varias veces.
-Créelo. Sé lo que te digo. Creo que deberíamos seguir el sabio consejo que le diste a tu novio e ir a dormir, es muy tarde…
-Sí –dijo Arya levantándose a su vez- es probable. Que descanses Remus.
-Igual Arya. Que sueñes con hadas.
Arya le dio un suave abrazo antes de dirigirse a su habitación.
Remus se tapó la cara con las manos antes de subir. Arya era su amiga. Sólo su amiga. Pero no podía dejar de pensar en ella…
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Tu sonrisa que me aloca, tu mirada encantadora,
y tu forma de ser
me pone a pensar mucho más en ti...
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Lily abrió los ojos muy temprano. Lo primero en venirle a la cabeza fue lo mismo que todos los días anteriores: James.
¿Debía decirle que sí? No lograba decidirse. Es que… ¡era Potter! ¡el idiota, el insoportable, el presumido de Potter! Pero a la vez era el James que ella había conocido esas semanas, el James con quien parecía poder llevarse también…
Estaba hecha un lío. Tenía mucha curiosidad de cómo sería ir al baile con él, pero a la vez su orgullo y todas las veces que le dijo que nunca abría nada entre ellos volvía a ella constantemente.
-Lily… ¿estás bien? –le preguntó Arya, sacándola de sus pensamientos
-¿Ah? Sí, estoy bien, ¿por qué?
-Porque estás despierta –contestó Jessica- siempre te levantas de última y tras un gran esfuerzo de nuestra parte.
-No es cierto… estaba pensando.
-¿En lo de James? –preguntó Arya con un tono casual que en realidad encerraba cierta ansiedad.
-Sí –contestó Lily- no sé que pensar.
-Deberías decirle que no de una vez –dijo Jessica antes de entrar al baño- de por sí tu orgullo nunca te dejará decirle que sí.
Jessica cerró la puerta del baño tras ella. Lily miró a Arya quien parecía querer asesinar a Jessica con la mirada.
-¿Tú que crees? –le preguntó Lily dubitativamente.
-Creo que si te gusta James no debes dejar que tu orgullo evite que lo aceptes.
¿Le gustaba James? Lily comprobó con horror que ya no le daba tanto miedo como antes que eso pudiera ser verdad. Compartía mucho tiempo con él, porque no faltaba trabajo en la asociación. Los detalles del baile, continuar promocionando, ayudar a comprar cosas para la decoración, elegir los menús… a pesar de que las funciones estaban muy repartidas todos terminaron trabajando en todas las cosas.
-Lily, faltan solo dos semanas para el baile… ¿no vas a decirle nada? –Arya había pensado mucho si preguntarle o no a la pelirroja, pero su novio estaba tan dolido de ver a James tan alicaído ante la falta de respuesta de Lily que había decidido preguntar.
-¿Qué voy a decirle?
-Sí… no… nos vemos allá… mejor no te me acerques… ¿no crees que merece saberlo?
-No lo creo –dijo Jessica acercándose a ellas- de por sí está seguro de que vas a decirle que sí.
-¿Perdona? –Lily la miró con un brillo de indignación en la mirada.
-Sí, el otro día oí a Pettigrew hablar con Lupin en términos que no dejaban lugar a duda de que estaban seguros de que dirías que sí.
La mirada de Lily se tornó muy dura.
-Tienes razón Arya. Mejor le contesto de una vez que no.
Lily se alejó de las chicas, buscando a James con toda decisión. Finalmente lo encontró solo en una bodega que Dumbledore les había dejado para las cosas del baile.
-¡Lily! ¿Cómo estás? –la saludó con una sonrisa muy sincera- me preguntaba si vendrías a ayudarme con el inventario.
-No vine a ayudarte –contestó ella cortante.
-Oh, entiendo –dijo James perdiendo la sonrisa de golpe -¿entonces?
-Venía a decirte que no pienso ir contigo a…
Lily se detuvo de repente al ver la expresión de James. Se notaba que trataba de disimular sin mucho éxito una expresión entre anhelante y desesperada.
-¿No piensas ir conmigo a… -repitió él ante el silencio de la chica.
-…a traer cosas a Hosgmeade por tus pasillos extraños. Voy a buscar a Dumbledore para que nos de permiso de ir en los carruajes.
James suspiró suavemente y sonrió.
-Ah, con que era eso. Bien, ¿quieres que vaya contigo?
-No, no hay problema –dijo Lily- tienes mucho que hacer aquí.
-Sirius va a venir a ayudarme.
-Bueno, no voy a permitir que le dejes todo el trabajo.
-No le digas nada a Dumbledore de los pasillos, por favor.
-De acuerdo. Nos vemos James.
-Nos vemos Lily.
La chica se alejó rápidamente, sólo cuando estuvo dos pisos más abajo se detuvo, se arrecostó a una pared y suspiró. No había podido hacerlo. Realmente no entendía que pasaba con ella.
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Y qué me pasa que últimamente pienso mucho en ti, y
qué me pasa
que a mis amigos yo les hablo de ti, que mis oídos
buscan tus palabras, y en las mañanas cuando tengo
frío, me acuerdo de ti...
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-Y ahí vienen Black y compañía. –dijo Marian con desesperación- ¿a qué demonios vienen a la biblioteca? Saben que vienen a distraer a todo el mundo…
-Pues a la biblioteca suele venirse a buscar a un libro –contestó calmadamente su amiga Elisa.
Marian no respondió. Los merodeadores entraron en grupo a la biblioteca y tras saludar a las chicas de casi todas las mesas fueron a uno de los estantes. Cuando tuvieron el libro llenaron la boleta y salieron de la biblioteca. Sirius le guiñó un ojo a Elisa y a Marian antes de salir al sorprenderlas observándoles.
-¿Pero a ese qué le pasa? –exclamó Marian- ¿No tiene novia? ¿Por qué tiene que andar guiñándole el ojo a todo el mundo?
-Es su forma de saludar –respondió Elisa sin levantar la mirada a su amiga.
-Por algo es tan insoportable –masculló Marian.
Siguieron estudiando un gran rato. Los pergaminos con su redacción de Historia de la Magia se llenaban muy lentamente.
-Ahí vienen de nuevo –dijo Marian dejando de escribir.
-¿Cómo lo sabes? –preguntó Elisa- ¿distingues sus voces de lejos?
-Claro que no –Marian volvió molesta a su trabajo. Sirius y Arya entraron a la biblioteca.
-¡Augustus Burghölzli! –decía Arya- Sirius, por favor, ese ya lo estudiamos. Es a Francis Burghölzli el que necesitamos. Anda, pregúntale a Madame Prince por el libro.
-Oh no… -murmuró Marian.
-Lo están utilizando las chicas Ravenclaw de aquella esquina.
-Ah, muy bien, gracias Madame Prince –respondió Arya. La pareja se acercó a las dos chicas.
-¡Hola Marian, hola Elisa! –saludó Arya. Sirius les sonrió- ¿están utilizando el libro de Francis?
-No –contestó Elisa- creo que ya sacamos lo que podíamos de él.
-¿Podríamos tomarlo prestado? –preguntó Sirius educadamente.
-Pues para eso son los libros de la biblioteca, ¿no? –contestó Marian con brusquedad- ya te dijimos que no lo estamos ocupando. Llévatelo.
-Gracias Marian –dijo Arya ignorando su brusquedad –si lo necesitan pueden buscarnos cerca del lago. A Sirius y James les gusta trabajar al aire libre. Nos vemos.
Sirius y Arya salieron tomados de la mano de la biblioteca. Elisa miró de reojo a Marian, pero esta no comentó nada, estaba redactando la siguiente parte del trabajo.
Cuando salieron de la biblioteca y cruzaron por el recibidor para ir a la sala común de Ravenclaw Marian lanzó una mirada fugaz al exterior.
-¿No crees que fui algo brusca con Arya y con Black ahora? –preguntó Marian pensativamente.
-Un poco.
-Lo supuse, pero… –dijo Marian- ¿quién tiene a Black haciendo preguntas estúpidas?
-Siendo cortés, querrás decir –dijo Elisa cortante. Marian la miró detenidamente. Su amiga era muy calmada y no solía adquirir ese tono. –Además, Foley no tenía la culpa.
-"A Sirius y a James les gusta trabajar al aire libre" –dijo con una vocecilla suave, imitando a Arya- Black es un maldito manipulador. Arya es muy simpática, pero Black…
-¡¡¿Quieres de una vez por todas dejar de hablar de Black?!! – Elisa se había detenido frente al cuadro que daba a la entrada de su sala común- ¡me tienes harta! Todo el día es "Black es un idiota", "Black es un imbécil", "Ahí están Black y compañía", "hay que hacer otro trabajo pesado para el baile, Black estará encantado de hacerlo", "el mundo sería mejor si Black no existiera"… ¡Por Merlín Marian! ¿No puedes pensar en otra cosa? ¿Quieres competir con su club de fans a ver quien habla más de él en un mes? ¡No lo aguanto más!
Elisa había estallado como solía hacer pocas veces. Marian la observó notablemente ofendida.
-¡Claro que yo no pienso todo el día en Black! No sé de donde sacaste esa ridícula idea.
-De ti Marian –dijo Elisa- medítalo un poco y verás como gran parte de tus pensamientos si no están dedicados a la ACLS o a las clases están dedicados a él.
-Claro que no. Ahora vuelvo, acabo de recordar que tengo que enviar una lechuza.
Marian se devolvió y tomó rumbo a la lechucería. No tenía ninguna carta que mandar, pero quería estar sola. No era cierto, Elisa no podía tener razón, claro que no… ella no pensaba en Black todo el tiempo, claro que no, no era su culpa que Black apareciera a cada rato en todos los rincones del colegio donde ella estaba. Ella no pensaba mucho en Black… ¡Elisa era demasiado ocurrente! Por favor, si Black formara parte constante de sus pensamientos tendría que estar demente… Black no se merecía si quiera que…
Los pensamientos de Marian no variaron mucho en todo el trayecto ida y vuelta a la lechucería. Cuando entró a la sala común no vio a Elisa. Subió a su habitación, ahí estaba su amiga.
-¿Qué tal el paseo a la lechucería? –preguntó Elisa animadamente- ¿pensaste en algo diferente a Sirius Black?
Marian lanzó un gruñido molesto y cerró las cortinas de su cama.
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Y qué me pasa que últimamente pienso mucho en ti, y
qué me pasa
que a mis amigos yo les hablo de ti, que de pensar
en ti yo me sonrío, y en las mañanas cuando tengo
frío, me acuerdo de ti...
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-¡No puedo creer que el baile sea mañana! –exclamó Arya a primera hora de la mañana- y unos días más y salimos a vacaciones de navidad.
-Yo tampoco puedo creerlo –admitió Jessica- este año se ha pasado demasiado rápido.
Lily las oyó hablando pero no abrió los ojos. Quería disfrutar un rato más el calor de las sábanas. Esos días eran muy fríos.
La idea del baile hizo que se le encogiera el estómago de repente. James. Aún no le había dicho nada. Sonrió al recordar la mirada expectante de James cada vez que ella se le había acercado a hablarle ese mes. El día que habían ido a Hosgmeade a traer las cosas lo habían pasado muy bien, y en todo ese tiempo él no había hecho una sola referencia a si irían juntos al baile o no.
Se imaginó como se vería al día siguiente, con una túnica de gala gris perla que había comprado cuando habían ido a Hosgmeade por segunda vez. Se vería muy bien, y estaría ahí, esperándola a ella…
¡Un momento! Lily abrió los ojos asustada. Estaba sonriendo como estúpida de pensar en James esperándola para ir al baile con ella.
¿Por qué no? Sí, iría al baile con él. Lo había decidido de repente. Le daría una oportunidad, tal vez, sólo tal vez, serviría para algo.
Podía escuchar las voces de Arya y Marian todavía, se encontraban ambas en el baño maquillándose.
-¿Siempre vas a ir con Diggory?
-Sí –respondió Jessica- creo que mañana me va a pedir que sea su novia formalmente.
-Pues felicidades – la verdad a Arya no le caía nada bien Amos, lo que se podía notar en el poco entusiasmo de su voz.
-Pues a mi tampoco me agrada tu novio –dijo Jessica en tono disgustado.
-No es como tú crees… -dijo la suave voz de Arya sin alterarse.
-Ahórrate la defensa –dijo Jessica en tono horrorizado- me basta con saber que Lily no va a salir con Potter.
-¿Cómo lo sabes? Todavía podría decirle que sí hoy, incluso mañana.
-Vamos Arya, ¿realmente crees que va a decirle que sí a un día del baile? Me parece que ya Potter debe haber captado el gran "NO" que Lily simplemente se ha ahorrado decirle.
-A él no le importaría que le dijera que sí en la entrada del baile.
-Sí, pero no me imagino a Lily diciéndoselo, como si estuviera ya desesperada porque no tiene pareja. Así sonaría al menos.
Lily abrió mucho los ojos.
Más tarde, cuando bajaron a desayunar los merodeadores les habían guardado campo junto a ellos. Arya se sentó junto a Sirius y le dio un beso. Jessica se sentó al lado de Lily, quien quedó a la par de Remus, James estaba al lado de Sirius, frente a ellas.
-Hace un momento vino Nowak –dijo Sirius casualmente- quiere que estemos hoy a las ocho aquí para decorar el salón. Mañana se servirán las comidas en las salas comunes, ella quiere que todo esté listo desde hoy y Dumbledore dijo que estaba bien.
-La banda espera que esté todo listo cuando lleguen mañana a medio día para alistar sus cosas –comentó Peter, quien tal como los merodeadores habían previsto accedió a contactar a la banda para ayudarlos – seguro haré una prueba de sonido en la noche.
-¿Qué grupo es el que va a venir? –preguntó Lily con curiosidad, Peter llevaba semanas sabiéndolo pero no le había dicho a nadie más que a Marian y los merodeadores.
-Es una sorpresa –dijo Peter con aire misterioso. Lily bajó la mirada decepcionada, realmente quería saber. Sintió una suave patada debajo de la mesa, levantó la cara y se encontró con la mirada de James, quien articuló sin emitir ningún sonido:
-The Merlin Rock's Peregrines.
Lily se llevó las manos a la boca para ocultar su sorpresa. Era su grupo mágico favorito.
-Si Marian nos quiere aquí desde temprano deberíamos aprovechar los ratos libres para hacer los trabajos –comentó Jessica ajena a lo que sucedía.
-Cierto –asintió Remus- podríamos aprovechar esta primera hora antes de clases.
-Vamos Moony –dijo Sirius- ¿quién va a pensar en deberes a un día del baile?
-Pues si quieres llegar a sétimo sería buena idea, ¿no lo crees? –preguntó Jessica levantándose- ¿vienes Arya?
La chica negó con una sonrisa traviesa. Sirius y ella tenían otros planes para esa hora. Jessica rodó los ojos.
-Yo sí voy contigo –dijo Remus levantándose- ¿vienes Peter?
Preguntarle a James o a Sirius era tiempo perdido.
-Sí –Peter empezó a recoger sus cosas.
-¿Y tú, Lily? –preguntó Jessica esperanzada.
-Eh… sí, ya voy, dame un momento –dijo la pelirroja apurando su jugo de calabaza.
-Te espero en el recibidor.
Jessica salió detrás de Remus y Peter, quienes sabían que la chica no apreciaba mucho su compañía.
-Nosotros también nos vamos –dijo Sirius levantándose junto a Arya- nos vemos en la clase de pociones.
Lily se quedó sola con James. Era el momento, ahora o nunca.
-¿Te gusta el grupo musical? –preguntó James muy seguro de su respuesta.
-¡Son mis favoritos! No puedo creer que estarán aquí mañana. Será el mejor baile de la historia.
-Sí, podría serlo –dijo James bajando la mirada, pretendiendo acomodar las cosas en su mochila.
-James.
-Dime –dijo el chico levantando la vista.
-Sobre lo del…
-¡LILY! ¿VIENES O NO?
-Parece que tu amiga Jessica está algo alterada –dijo James molesto- si quieres ahora hablamos.
-Claro –Lily le sonrió y se dirigió a la entrada. Había estado muy cerca. Hablaría con él después de pociones.
James salió de último del Gran Salón. ¿Había estado Lily apunto de decirle que sí? Mientras pensaba en esto su mirada se topó nuevamente con el cartel de Sirius. Le encantaría poder bailar con Lily como lo hacía esa pareja… pero cada vez parecía más claro que sería imposible.
Prestó atención un rato más al dibujo que tanto lo había intrigado desde que lo había visto.
-Potter.
James se volvió para encontrarse con Marian.
-¿Sí, Nowak?
-Dicen que no tienes pareja para el baile.
James abrió mucho los ojos. Marian se rió algo cruelmente.
-No seas idiota, no voy a pedirte que vayas conmigo. Merlín me libre de ser tan estúpida de salir con uno de ustedes. Lo que quería decirte es que necesito que alguien mañana se encargue de recibir las entradas, y si no tienes pareja tal vez no te moleste perderte el inicio de la actividad.
-Todavía no se si tengo pareja o no –contestó James dubitativamente- en la noche te aviso, sino puedes pedírselo a Remus, está libre también.
-Se lo diré –dijo Marian asintiendo- así entre dos será más rápido.
-Y será una entrada muy agradable para todas las chicas de Hogwarts –dijo James con una sonrisa- si Sirius se uniera te apuesto a que las chicas entrarían y saldrían de nuevo varias veces.
Marian optó por ignorar el comentario, aunque el disgusto se dibujo en su rostro.
-Además, pasado mañana después del baile hay que quitar los carteles de promoción –continuó Marian- como tu y Lily los pegaron…
-No te preocupes –dijo James- me encargaré. Supongo que Sirius querrá conservar algunos de ellos. Como este por ejemplo.
La mirada de Marian se posó en el dibujo.
-Sí… tal vez podríamos dejar algunos en la oficina…
-¿Te gusta este cartel? –preguntó James con muchísima curiosidad, lo que extrañó a Marian.
-Es aceptable para un dibujante aficionado –contestó cortante.
-El parecido del chico al autor es fabuloso, ¿no? –insistió James. Marian no respondió, por lo que James dijo en voz aún más baja- … y el de la chica también aunque no lo parezca. Nos vemos a las ocho Marian.
La clase de pociones transcurrió como siempre. James aburrido como una ostra se entretenía mirando a Lily que trabajaba en poción concienzudamente, aunque un poco más distraída que de costumbre. Sirius y Arya mandándose besos en el aire cuando el profesor Vector no los veía. Remus en apuros con las pociones (era la única materia que no se le daba bien) y Peter tratando de ignorar las bromas de los Slytherin, con quienes compartían la clase. Y tampoco podía faltar… la riña con Snape.
-¡Pedazo de bola grasosa!
-¡Engreído imbécil…!
-¡YA ES SUFICIENTE! –gritó el profesor que acababa de entrar a la clase de nuevo. Diez puntos menos para Gryffindor y para Slytherin. Se quedarán después de la lección limpiando la clase. Se quedan sin hora de almuerzo.
"Genial" –pensó Lily con fastidio, tampoco podría hablar con él ahora.
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me acuerdo de ti, me acuerdo de ti, me
acuerdo de ti...
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No era nada fácil trabajar bajo las instrucciones de Marian.
-¡Black, qué demonios crees que haces! ¡Por Merlín que eres el ser más inútil que conozco! ¡Arya, ayúdalo con esa guirnalda! ¡Elisa, de qué demonios te ríes! ¡Mira lo que estás haciendo por no poner atención!
-Me alegra que el baile sea mañana- susurró James a Lily, con quien estaba decorando las mesas- Marian podría matarnos de tardar más.
Lily sonrió, pero James notó que algo le pasaba. Estaba un poco nerviosa. ¡Cómo no estarlo si sólo podía pensar en cómo decirle que quería ir al baile con él!
-¡James! –la voz de Peter los hizo volver a ver- Estoy haciendo la prueba de sonido. ¿Qué tal se oye esto desde allá?
Una música empezó a sonar. James reconoció una de las melodías favoritas de Lily y sonrió a su amigo.
-Pues creo que se oye bien… -contestó James acercándose a la pelirroja- pero lo mejor sería bailar un poco para ver que tal… ¿me concede este baile, señorita?
Lily sonrió y extendió un brazo hacia él. Empezaron a bailar y Lily comprobó que el chico era un excelente bailarín, además de que se coordinaban perfectamente. No dijeron nada a lo largo de toda la melodía, no era necesario. Sus miradas estaban fijas el uno en el otro.
Cuando la melodía terminó se siguieron mirando. James dijo en voz alta, pero sin apartar la mirada de ella.
-¡Perfecto Peter! –luego le susurró a ella- gracias por el baile, Lily.
-James… sobre mañana… quería decirte que…
-Potter, ¿ya sabes si podrás ayudarme con las entradas mañana? –preguntó Marian de repente desde el otro lado del salón, acababa de recordarlo. No notó la mirada asesina que Sirius, a poca distancia suya, le dirigió -¿o vas a ir con Evans?
-Pues… -James miró a Lily dudoso y le preguntó en un susurro - ¿qué decías Lily?
La pelirroja había vuelto a ver a Marian, quien la miraba algo burlona. Así la miraría todo el colegio al día siguiente, la indiferente Lily Evans que había caído finalmente bajo los encantos de James Potter, como todas las otras chicas tontas del colegio.
-Nada James, olvídalo.
Lily salió del Salón rápidamente. James la miró salir desolado.
-No Marian, no tengo ninguna cita. Te ayudaré.
James siguió acomodando las mesas en silencio. Casi todos miraron a Marian con una expresión de reproche, excepto Jessica que le sonrió satisfecha.
-Espero que estés feliz –le susurró Sirius con rencor al pasar a su lado para dirigirse hacia donde estaba James y ayudarlo a acomodar las mesas.
Marian los miró detenidamente. La verdad, no sabía si en algún momento estaría realmente feliz. Sacudió la cabeza como para alejar los pensamientos que amenazaban con abatirla y miró alrededor del salón mordiéndose un labio.
-¡Elisa, así no quiero que pongas las…!
El ambiente del salón volvió a la normalidad, aunque un horrible desasosiego quedó en el aire aún cuando terminaron de decorar.
Al día siguiente sería el gran baile.
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¿Qué les ha parecido? Espero con muchas ansias sus comentarios!!!!!!
El próximo capitulo no se cuando estará, pero espero que pronto. Se llamará probablemente "Celos"
Ahora contesto sus reviews:
Ana: ¡Hola! Ya estoy de vuelta con tu historia favorita, viste que no duré tanto. Ahora espero que las musas me iluminen para escribir celos porque no sé como voy a hacerlo… pero ya estoy de vacaciones, bueno, casi.
Mary93: ¿Te lo leíste todo de un solo? ¡Gracias! Me alegro que te guste, espero que te haya gustado la continuación.
Whiteta Potter Evans: ¡Hola! No te preocupes, mi hermana deja olvidarme de esta historia. Me alegra que te gustara el cap, y ya viste que esta vez no tarde tanto. Lamento la espera anterior, pero la U no me deja respirar.
Carol Lovegood: ¡Me alegra que te haya gustado tanto la historia! Las historias que me dices no se cuando voy a seguirlas, pero ya que hay peticiones les dedicaré un tiempito ahora en vacaciones. ¡Es que solo a mi se me ocurre tener tantas historias y no poder actualizar en ninguna!
Julieta Black Potter: ¡Hola! De nada, la verdad ya tenía ganas de actualizar. Sí… ser Arya sería genial!!!!! Marian… jeje… bueno, lee este chap. Pobre James, cierto, a veces me da lastima todo lo que sufre… Lily es muuuuuy difícil. Gracias.
Rai Potter: Espero que no te parezca que he tardado mucho… comparado con lo que he tardado antes fue rápido. Sí, James es un amor!!!
Anahill76: Me alegra que te gustara tanto!!!!!!!!!!! Espero no haberte hecho esperar mucho.
Ely-Barchu: ¡Hola! Me alegro que te parezca que valió la pena. Hum… ya veremos. Pues con la divinura que es James más le vale a Lily ir despertando!!!!
Zari: ¡Hola! Me alegra que te gustara, y espero que este también lo disfrutes!
Luna-Jane-Lupin: Me alegra que te guste, sí pobre, sobretodo después de hoy.
Zarzu: ¡Hola! Gracias, me alegra que te parezca bien escrito. Así que no quieres a Marian… tengo que admitir que Arya es mil veces mejor. Bueno, ya segui, espero que los disfrutes.
Andrea: ¡Hola! Gracias por pasar a dejar el reviews de todos modos. El ultimátum tiene que cumplirse, verems que pasa en el baile!!!!!
Fabisa: Me alegra que te haya gustado, espero que este también!!!!!!!!!
Angie Crowe: ¡Me alegra que te guste tanto la historia! Esta vez no te hice esperar tanto…
Bueno, nos vemos pronto.
Besos desde Costa Rica
Sara Fénix Black
