Hola!!!!!!

Sé que iba a publicar fin de semana, pero bueno, me atrasé un día, lo siento, ya saben, la agitación de tiempo navideño…

Espero que le guste el capítulo, está bastante largo. Los personajes que reconocen de los libros de Harry Potter no me pertenecen. La canción en que se basa el capítulo se llama Tú no sospechas y la canta Jordi en su disco Jordi. Fue compuesta por A. Jaen, W. Paz y R. Vergara. Antes del 24, probablemente el 23, publicaré el capítulo de Navidad, que en lo personal me encanta!!!!!

Los dejo con el capítulo.

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Tú no sospechas

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-¡REMUS!

El licántropo levantó la vista para ver a Arya saliendo de la oficina de la ACLS y dirigirse a toda velocidad hacia él. La recibió en un estrecho abrazo. Pudo ver a Marian salir tras ella de la oficina. ¿Habrían estado hablando?

-¡Remus! ¡Qué bien que volviste! ¿Cómo siguió tu madre?

-¿Mi madre? Muy bien –contestó Remus- asumo que los chicos te contaron.

-Sí, me alegra que esté mejor, pero sobretodo que estés de vuelta. Te he echado mucho de menos.

-Yo también te extrañé –dijo Remus tímidamente. Era cierto, había pensado mucho en ella durante el día, mientras trataba de recuperarse del dolor de las transformaciones.

-Perdona por no hablar contigo después del baile… no quería hablar con nadie.

-No te preocupes, lo entiendo perfectamente.

-Pero después quería hablar contigo y ya te habías ido.

-Sí, lo lamento, tuve que irme de emergencia al día siguiente.

-Pero sabes que… -preguntó Arya con cautela.

-¿Qué tú y Sirius terminaron? Sí. – La chica pareció aliviada de no tener que contarlo. Remus preguntó inmediatamente- ¿Cómo estás?

-Bien.

-Arya…

-De acuerdo, he estado mejor y esto no estaba entre mis planes, pero… digamos que estoy bien.

-¿Qué te parece si hablamos ahora más tarde, después de la reunión?

-Perfecto.

Se acercaron a la oficina, donde Marian saludó a Remus. Poco después llegaron los demás y empezó la reunión.

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Para ti tan solo soy
el amigo que echas en falta
cuando las cosas en tu vida
ya no van como esperabas.

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-¿Y cómo ha ido todo Padfoot?

Remus y Sirius estaban solos en la habitación de los merodeadores. James estaba con Lily, explicándole Aritmancia como habían acordado, y Peter con Susana.

-Bien, mucho trabajo, mucho que estudiar, pero…

-Sirius –le reprendió Remus, el moreno bajó la cabeza.

-De acuerdo. Supongo que te refieres a lo de Arya. No ha sido nada fácil, ni bonito, ni agradable. Pero ya nos vamos acostumbrando a trabajar juntos, sigue siendo igual de fácil hablar con ella de cualquier tema… pero cuesta no poder abrazarla, ni darle un beso, ni decirle lo preciosa que está…

Sirius suspiró y se acostó en su cama.

-Soy un idiota, ¿verdad Remus?

-Generalmente. Arya es una mujer maravillosa, así que entiendo todo lo que estás diciendo. Además, tal vez yo te insistí demasiado sobre ella…

-Eso sí que no Moony, nada de culparse por esto. Es culpa mía únicamente. –dijo Sirius incorporándose un poco.

-¿Y que hay de Marian? ¿Has hablado con ella? – preguntó Remus prefiriendo cambiar de tema.

-¿Para qué? –respondió encogiéndose de hombros- No tiene sentido tratar de acercarse a ella a menos que quiera salir herido de gravedad. Y me refiero a una visita al San Mungo.

-Hasta que no resuelvas las cosas con Marian vas a estar atorado en eso. Estás dejando ir a la chica más maravillosa del colegio por ella, ¿y ni siquiera piensas intentarlo?

-¡Lo haría! –Sirius se incorporó del todo exaltado- Hoy traté de hablar con ella dos veces. No sabes lo difícil que es, no soporto quedarme ahí como estúpido oyéndola insultarme. Me odia, y te aseguro que es mucho peor de lo que odiaba Evans a James. Marian jamás me aceptaría. ¿Crees que ella no sabe que me gusta? La besé una vez y todo lo que hizo fue burlarse de mí.

-¿Entonces cuál es tu brillante plan?

-No lo sé –dijo Sirius dejándose caer otra vez en la cama desanimado- no tengo la menor idea de que hacer con ella…

-Esta actitud no es propia de ti ¿sabes? Nunca te había visto ceder ante un reto. Quedé de hablar con Arya ahora, ya debe estarme esperando. Después seguiremos con esto.

-Moony –lo llamó Sirius cuando ya iba a salir.

-¿Sí?

-De algún modo tú quieres a Arya ¿verdad?

-¿Por qué lo dices? –preguntó Remus deteniéndose de golpe.

-Tú podrías hacerla más feliz que yo. Ella merece alguien como tú. – dijo Sirius en tono soñador.

-¿Un licántropo? –preguntó Remus con ironía en voz muy baja.

-Un hombre capaz de amarla.

Remus negó lentamente antes de salir de la habitación. Él que creía que Sirius no se daba cuenta de nada.

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Ese hombre complaciente
siempre con risa en la cara
que con una sola frase
te devuelve la esperanza.

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-Lily, ¿has visto a Arya? -preguntó Remus cuando bajó a la sala común.

-Sí –dijo la pelirroja separando la vista de lo que James le estaba explicando en ese momento- está en el cuarto de las chicas. Sube.

-Lily… no podemos subir al cuarto de las chicas.

-Espérame un momento James –dijo Lily levantándose y dirigiéndose a Remus- sí pueden si los acompaña una chica.

Lily lo dejó frente a la puerta de su cuarto y se devolvió. Remus miró nerviosamente a la puerta y luego llamó.

-¡Remus! ¿Me demoré mucho? –preguntó Arya abriendo la puerta- entra, tranquilo, Jessica anda con Amos.

Remus entró al cuarto de las chicas con timidez. Era una habitación muy parecida a la de ellos, pero de un tono más cálido. No era mucha la diferencia, bien visto estaba más limpia y un poco más ordenada… o quizá era solo un tipo de desorden distinto.

-Siéntate –dijo Arya mientras que entraba por una puerta que Remus supuso era el baño- estaba probándome ropa para la visita a Hosgmeade. Tal vez puedes ayudarme a decidirme.

Remus miró a su alrededor. ¿Dónde pretendía Arya que se sentara? ¿En la cama con ositos rosados, la que estaba cubierta de libros, la que estaba cubierta de ropa o en la que había un letrero de STOP?

Arya salió del baño con un conjunto de blusa de manga larga blanca y una falda corta gris.

-¿Qué te parece? –dijo dando una vuelta sobre sí misma. Remus abrió mucho los ojos y no pudo contener una exclamación de admiración. Arya tenía unas piernas muy bien torneadas y esa falda le quedaba particularmente bien- ¿Remus? ¿Remus, te sientes bien?

-Este… sí, claro –dijo Remus reponiéndose - ¡te queda genial! Te ves muy bien. Pero estamos entrando al invierno…

-Ya lo sé –dijo Arya- por eso la blusa es de manga larga.

Le guiñó un ojo al tiempo que iba a la cama llena de ropa a dejar la que traía en la mano.

-¿Por qué no te sientas?

-Me da un poco de vergüenza sentarme en la cama de cualquier chica…

Arya rodó los ojos, corrió la ropa sobre su cama y tomándolo de la mano lo sentó en ella.

-¿Listo? Ya no estás en la cama de cualquiera, estás en la mía.

Remus bajó la mirada para que la chica no notara que se ruborizaba. Arya no sospechaba lo que eso podía significar en lo que estaba pensando en ese momento. Sacudió la cabeza levemente, lo último que necesitaba Arya en ese momento era un pretendiente…

-Ahora sí –dijo la chica sentándose ella también- ya podemos hablar.

-Así es. ¿Cómo está todo Arya?

-Pues… no lo sé la verdad. Es extraño. Creí que sería más incómodo, pero todavía puedo hablar con Sirius y trabajar con él bien. Sin embargo duele ¿sabes? Tener que tratarlo sólo como un amigo, y aunque aún no se ha dado el caso sé que cuando necesite mi apoyo se lo daré, pero es difícil. Duele. ¿Me entiendes?

-Mejor de lo que crees –dijo Remus asintiendo- ¿quedaron como amigos entonces?

-Sí –dijo Arya recostándose en la cama y apoyando su cabeza en el hombro del chico- pero no es tan fácil… todo esto de Marian…

-¿Sirius te ha hablado sobre lo de Marian? –preguntó Remus sobresaltado.

-No –dijo Arya sonriendo, se dejó deslizar y se recostó sobre las piernas de Remus, para poder verlo a la cara. El chico empezó a jugar con su cabello- pero lo veo. Sé que en cierta forma está sufriendo por eso. Ella es tan… no sé como decirlo, tan cruel con él. Me dan ganas de matarla por la forma en que lo trata. Pero tampoco sé como ayudarlo. No me sentiría bien ayudándolo a ligársela a ella. No sé, tal vez son celos…

-Es normal Arya –dijo Remus mientras continuaba jugando con el cabello castaño de la chica- tú lo querías mucho.

-Lo amo Remus. –dijo la chica con un suspiro- Pero no puedo hacer nada el respecto. Él no me ama. Y no va a hacerlo.

-Pero…

-No es necesario que me convenzas de nada –dijo Arya sonriendo- ya lo he aceptado. Sé que mantendré la esperanza en algún lugar de que él vuelva a mí, pero sé que es casi imposible.

-Pero tienes que superarlo –dijo Remus- en algún momento encontrarás a alguien que te valore y te ame como tú lo amaste a él.

-Supongo que sí –dijo Arya sonriendo- pero no será Sirius. Nunca lo olvidaré.

-Sé que no –dijo Remus con un suspiro- estoy seguro de ello. Pero tienes que seguir adelante y sé que hay alguien para ti en algún lugar. Tal vez no es Sirius… tal vez ya lo conoces, o tal vez aparezca dentro de un tiempo. Sólo… no dejes que tu corazón se cierre sólo por esto.

Arya se quedó mirándolo fijamente. Remus se detuvo en el juego con su cabello y contuvo la respiración.

-Eres muy bueno en esto Remus –dijo la chica sonriéndole- gracias.

-Siempre que me necesites estaré para ti.

Arya lo abrazó estrechamente y le dio un beso en la mejilla.

-¡Eres el mejor amigo del mundo! Voy a cambiarme, ya vengo.

Cuando Arya entró al cuarto de baño Remus se pasó el reverso de la mano por la frente. Aquello no era fácil. No sabía cómo iba a hacer para contenerse más tiempo. Cada parte de él quería abrazarla y decirle lo que sentía por ella. Pero no era el momento. Ella necesitaba un amigo, y eso era lo que él sería.

De repente recordó algo. Una vez había oído algo parecido…

"Sirius está cambiando, algo sucedió con Marian, no sé que fue, pero Sirius necesita ahora una amiga, y si es lo que quiere de mi, eso es lo que va a tener."

Remus sintió un escalofrío. La misma Arya se lo había dicho. Y en ese entonces él había dicho que no era justo para ella, que no tenía sentido…

"Hasta que no te enamores de alguien que sabes que no va a corresponderte no podrás entender lo que te estoy diciendo."

Arya salió del baño y se acercó a él de nuevo sonriente. Remus la miró fijamente.

Ahora la entendía.

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Para ti no tengo sexo
ni sentimientos ni mas nada
y si toco a tu puerta
hablando llega la mañana.
Y me llevas a tu cuarto,
y me sientas en tu cama
no adivinas mis deseos
cuando miro yo a tu falda.

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Remus y Arya habían hablado hasta entrada la madrugada ese día, y se detuvieron cuando Lily entró a las tres de la mañana dispuesta a acostarse y preguntando dónde podría estar Jessica.

Cuando volvió al cuarto de los merodeadores sólo James estaba despierto todavía.

-¿Qué tal Moony? ¿Cómo está la chica?

-Bien –dijo Remus- dentro de lo que cabe. ¿Cómo lo ha llevado Padfoot?

-Bastante bien –dijo James- aunque lo de Marian…

-Sí, ya me dijo algo al respecto. No parece muy animado a hacer nada.

-Con esa chica lo mejor es estar lo más lejos de ella posible –dijo James.

-Mira quién habla… el chico a quien el amor de su vida lo mandó a la enfermería.

James sonrió.

-La verdad no sé que va a decidir. Tal vez sea mejor que de momento se quede así y se piense las cosas. Ya sabes que cada vez que hace algo precipitado…

-Cierto –dijo Remus terminando de alistar su cama para dormir- cambiando de tema, ¿ya planearon algo para la salida a Hosgmeade?

-No –dijo James- Sirius y yo nos hemos limitado a rechazar las invitaciones que nos han hecho. ¿Tienes algún plan?

-Estaba pensando… ya que al parecer la amistad está de moda podemos hacer una salida de amigos: Padfoot, Lily, Arya, tú y yo.

James sonrió.

-Por mí está bien. Podemos hablar con madame Rosmerta y que nos alquile barato uno de los saloncitos del piso superior y hacer una comida todos juntos, sin parejas.

-¡Perfecto! –exclamó Remus- aunque también hay que comprar los regalos de Navidad.

-Podemos dividirnos primero para hacer eso –dijo James, quien parecía entusiasmado con la idea- mañana le decimos a Padfoot. Buenas noches Moony, es bueno tenerte de vuelta.

Remus se acostó con una sonrisa. Lo había conseguido. Indirectamente, pero pasaría la visita al pueblo con Arya.

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Un amigo que no puede
aguantar más estas ganas
de sentirte y abrazarte
y enredarte en su alma

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El ambiente de Navidad se sentía en el pueblo de Hosgmeade. Todos los locales estaban decorados con lucecitas de colores, regalos, Santa Closes y adornos de Navidad. Las promociones estaban geniales, hacia un viento frío típico de Diciembre, pero aún no empezaba a nevar, al menos no mucho.

Los chicos habían hablado con Madame Rosmerta y tenían todo listo para la "Comida de Solteros sin Compromiso Sólo Amigos". Al llegar al pueblo se habían separado para ir a comprar los regalos.

James había ido primero que nada a Lavodnas & Adevop para pedirle al señor Lavodnas un libro que supiera que Lily quería y no hubiera conseguido y un libro de Defensa contra las Artes Oscuras para Remus. Salió del local apenas, pues momentos después entró Lily, que venía de la tienda de artículos para Quidditch, donde había comprado minutos antes el regalo para el merodeador.

Sirius había ido directo a la joyería de Monsieur Galván, donde compró unas preciosas argollas de oro para Arya. Las había apartado dos semanas antes. También había mandado a grabar un anillo, pero ahora ya no podía dárselo… Después había ido a Zonko, tenía que comprar el regalo de James y de Peter. Un set completo de bromas originales del señor Fillibuster para Peter y para su mejor amigo el Manual Profesional del Bromista Adolescente Edición Revisada de Zonko, que incluía unos cuantos trucos que los mismos merodeadores habían propuesto al dueño de la tienda. Supuso que James pasaría por el lugar minutos después. No se equivocaba. Mientras tanto él iría a la librería a comprar el regalo de Remus.

Al llegar a la librería se encontró con Lily.

-Hola Lily, ¿comprando regalos?

-Algo así –dijo la pelirroja no muy feliz de verlo. Como le había dicho a James estaba muy enfadada con él por lo de Arya.

-¿Artículos de Quidditch? –preguntó mientras miraba la bolsa que llevaba la chica- ¿Ya le compraste el regalo a Jamsie?

-No creo que realmente te interese, Sirius.

-Perdona –dijo Sirius captando el tono de disgusto de Lily- mejor te dejo, tengo que buscar un libro para Remus…

-De acuerdo –dijo Lily volviendo a revisar los estantes.

-Si quieres puedo guardarte esa bolsa después –dijo Sirius mientras se alejaba- así si James me ve con ella, puede creer que soy yo quien le dará algo de ahí y puedes sorprenderlo.

Lily lo miró entrar a buscar entre los estantes. La verdad es que era un chico agradable, sólo conocía a una persona que lo odiaba: Marian. Jessica no lo soportaba, pero no llegaba al punto de odiarlo.

¿Por qué iba a odiarlo ella si Arya todavía lo trataba como uno de sus mejores amigos?

-¡Hey Sirius! –lo llamó la pelirroja al verlo devolver todos los libros que ojeaba al estante- ¿Qué te parece éste para Remus?

Sirius la miró sorprendido del tono cordial que le dedicó la chica y tomó el libro que le tendía.

-¿Boggarts, kappas y otras criaturas mágicas? –preguntó Sirius- sé que le interesan estos bichos, creo que ya tiene varios libros de esto… no importa, igual creo que le gustará. ¡Gracias Lil! Ahora sólo queda buscarle uno de entretenimiento.

Aunque algo tensos en el inicio pasaron un muy buen rato escogiendo libros, y al salir del local Sirius comentó mientras subían por la calle rumbo a las Tres Escobas:

-Me alegra que ya no estés enojada conmigo. De verdad lamento todo lo que pasó.

-No cantes victoria –dijo Lily retomando un tono severo- estás en… en periodo de prueba.

-Oh vamos Lily… -dijo Sirius en tono de broma- si ahora eres taaaaaan amiga de James, no creo que yo te desagrade. Recuerda que ahora eres la gran amiga de mi mejor amigo.

-¿Noto algo de ironía en tu voz?

-¿Ironía de qué? –preguntó Sirius fingiendo sobresalto.

-James y yo somos amigos –dijo Lily con tono molesto.

-Créeme que lo sé –dijo Sirius con un suspiro de resignación- nunca había visto a un "amigo" que viera a su amiga con ojos más enamorados que como James te mira a ti. Vamos Lily, eres una ingenua si crees que James "mágicamente" te olvidó después del baile. Es tu amigo porque eso es lo que lo dejas ser.

Lily no dijo nada. Sirius la miró atentamente.

-Vamos Lily, hagamos una tregua, ¿sí? De momento tú eres muy amiga de mi mejor amigo y yo a pesar de todo lo que pasó, voy a seguir siendo amigo de Arya. No digo que sólo por eso debamos agradarnos y llevarnos bien, lo que creo que es posible después de pasar algún tiempo contigo, pero al menos deberíamos tolerarnos.

Lily lo pensó un momento y luego le tendió la mano. Sirius la estrechó para cerrar el trato. Luego, sin decir media palabra intercambiaron bolsas como él había propuesto y camuflaron las de Zonko. Fueron los primeros en llegar al local. Momentos después llegaba James, quien miró las bolsas con atención, pero Sirius y Lily estaban inmersos en una conversación sobre la pésima profesora que era Anzola.

-¡Imagínate que un día dijo que yo sería el Black más famoso de mi familia! ¡Y eso que tengo suerte si consigo mantener el apellido!

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Un amigo que se muere
porque sepas lo que pasa
y tú sigues tan tranquila
y tú que no sabes nada

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Remus por su parte había ido a Honeydukes, a Zonko y a la tienda de Artículos para Quidditch y ahora se dirigía a Tiroslargos moda a buscar un suéter para su madre.

En la tienda estaba también Arya. La chica estaba comprando los regalos de Jessica y Lily. Al ver entrar a Remus lo llamó.

-¡Hey Remus! ¿Ya hiciste las compras?

-En eso estoy, vine a comprar un suéter para mi madre.

-Hay algunos muy bonitos aquí –comentó Arya- te puedo ayudar a buscar uno. ¿Qué te parece este pañuelo? Me gusta para Jessica.

Remus le sonrió y se quedó viéndola elegir entre las mil opciones que ofrecía la tienda para los regalos.

-Este lugar es perfecto, siempre consigo aquí los regalos perfectos. Aunque para Lily suele ser mejor ir a la librería, pero ya todo el mundo le regala libros. Creo que ya podemos buscar el suéter para tu madre, ¿no has visto ninguno que te llame la atención? – Arya se volvió hacia Remus, pero este la miraba con expresión ausente- ¿Remus? ¿Me estás escuchando? ¡Remus!

-¿Ah? – El chico la miró sobresaltado, había estado tan ensimismado viéndola que no había puesto atención a sus palabras.

-¿Estás bien? Últimamente andas un poco distraído.

"Claro que estoy bien, lo que pasa es que me gustas muchísimo y no puedo dejar de pensar en ti. Ahora que no tienes novio y Sirius me dio prácticamente la bendición para salir contigo no puedo dejar de soñar en decirte lo que siento, abrazarte, hacerte parte de mí… pero eso no funcionaría porque tú estás enamorada de mi mejor amigo y yo soy un licántropo. Pero aparte de eso estoy muy bien, por supuesto." – Remus alejó de si esos pensamientos para responder:

-Estoy bien, tranquila. Sólo un poco cansado. Todavía no me recupero de la semana en casa…

-¡Oh, pobre! – Arya se acercó y le dio un beso en la mejilla, Remus cerró los ojos al sentir la caricia- eso te pasa por ser tan buen hijo. Busquemos el regalo para tu madre y vamos al salón, te he estado agotando innecesariamente.

La chica se dirigió hacia la sección de suéteres. El merodeador la siguió despacio. Ella no se daba cuenta…

Cuando salieron de la tienda –con el suéter perfecto tras haber visto todos los suéteres de la tienda- se dirigieron al salón de Madame Rosmerta hablando animadamente.

¡Cómo disfrutaba el tiempo con ella! Claro, tenía que vigilarse para no decir nada que lo descubriera, y sobretodo para ponerle atención y no perderse en sus pensamientos mientras la observaba.

-Vaya, parece que hemos llegados de últimos –dijo Arya cuando entraron al salón. James, Sirius y Lily estaban comentando el último partido de Quidditch entre Ravenclaw y Slytherin.

-Malfoy es un pésimo buscador –estaba diciendo James- ni con dos brazos y tres ojos más podría atrapar la Snitch. Chang se la ganó, por favor, ese tipo es pésimo también y pudo con Malfoy en un momento.

-Creí que no te gustaba el Quidditch, Lily –dijo Remus trayendo una silla para sentarse junto a ellos tras cederle a Arya la silla que estaba más cerca.

-Pues le he ido hallando el gusto –dijo Lily- no me apasiona como a estos dos, pero puedo disfrutarlo.

-Recuerda que tienes que ir con nosotros a uno de los partidos del campeonato nacional cuando salgamos a vacaciones –le dijo James.

-De acuerdo –dijo Lily- podemos ir todos.

-¡Por supuesto! –dijo Sirius con entusiasmo- si vamos en la época que venga tío Alphard tal vez podamos ir a los vestidores y conocer algunos jugadores.

-¿Tan famoso es tu tío? –preguntó Lily extrañada.

-Una mezcla entre famoso y rico. –contestó Sirius- Digamos que le va bastante bien.

-¿Cuándo va a venir? –preguntó Remus. Él lo había conocido las vacaciones anteriores.

-No lo sé… pero probablemente me ayude a elegir apartamento para las vacaciones. ¡GENIAL, YA ESTÁ LA COMIDA!

Madame Rosmerta sonrió al oír la exclamación de Sirius y los gritos de júbilo de James y Remus. Esos niños eran su adoración. Bueno… ya no eran tan niños, pero ella los había conocido desde que tenían 13 años…

La comida transcurrió con tranquilidad. En verdad era un ambiente muy agradable el de los cinco juntos sin ninguna presión… bueno, exceptuado cuando Arya ponía una mano sobre la de Remus para llamar su atención sobre algo o simplemente lo rozaba por casualidad. Era increíble como podía ponerlo nervioso esa chica ¡y ella ni se daba cuenta!

Pero los otros merodeadores sí.

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Tú no sospechas que cuando me besas
se queda temblando mi cara.
Tú no sospechas que cuando me rozas
sin darte ni cuenta me robas la calma.
Tú no sospechas que cuando hablamos
no acierto escuchar tus palabras
porque no sabes que
cuando yo miro tu boca inocente
quisiera besarla quisiera tenerla
por siempre en la mía
Tú no sospechas que en esta forma
yo te quiero

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La comida en Hosgmeade había sido un éxito, y se habían prometido repetirlo en alguna ocasión. Resultaba que podían pasarla muy bien todos juntos. Lily no podía creer que realmente se estaba llevando bien con tres merodeadores, después de todo hacía unos cuantos meses que los odiaba más que a nadie.

Tras ese fin de semana pasó la semana de exámenes. Estaba segura que le había ido muy bien en Aritmancia, probablemente por la cantidad de clases semanales que le había dado James.

Sirius y James no se preocupaban por sus exámenes. Nunca lo hacían. Peter se preocupaba lo suficiente por ellos, y ellos sólo se preocupaban por los resultados de Peter. Arya no estaba segura de haber salido muy bien, Remus tampoco. No era fácil concentrarse en esos días, ¡menos reuniéndose a estudiar con ella!

Finalmente llegó el día anterior a la salida a vacaciones. Como siempre las habitaciones eran un revuelo mientras se hacían las maletas. Y eso que solo se empacaban unas cuantas cosas, después de todo eran solo unas semanas.

-¿No has visto a Remus? –le preguntó Arya a Sirius bajando las gradas del dormitorio de chicas con unos libros en la mano- tengo que devolverle estos libros que me había prestado…

-Creo que está haciendo la ronda de prefecto –dijo Sirius volviéndola a ver- cuando lo vea se lo digo.

-Gracias –dijo Arya sonriente- ¿tienes planes para las vacaciones?

-Quedarme con James y planear las bromas de la siguiente parte del curso nada más. ¿Y tú?

-Quedarme en casa a disfrutar de mi hermanita pequeña, ya sabes, nació el verano pasado. Y por supuesto contestar la correspondencia…

-¿Te puedo escribir en vacaciones? – preguntó Sirius dudoso.

-Por favor Sirius… eso no se pregunta –le dijo Arya sonriendo- cuando quieras.

-Tienes que venir a visitarnos –dijo James acercándose- no quiero ver solamente a Sirius en todas las vacaciones… que aburrido.

-Yo también te quiero Prongsy –dijo Sirius fulminándolo con la mirada. James le sonrió al tiempo que se acercaba a Lily al otro lado del salón.

-¡Hey Padfoot!

-Y hablando del rey de Roma… - Sirius se volvió a ver a Remus, quien lo llamaba entrando a la sala común- McGonogall me mandó a buscarte.

-¿Qué pasó? ¿Nos descubrieron por la broma a Snivellus? –preguntó Sirius despreocupadamente.

-No –dijo Remus mirándolo de manera reprobatoria al recordar al Slytherin con una barba color lila que llegaba al suelo- llegó una lechuza para ti pero está herida. No deja que le quiten la carta… Te esperan en el despacho de McGonogall. Peter está ahí.

Sirius miró preocupado a su amigo antes de salir.

-Ah, por cierto –le dijo antes de salir- Arya quiere devolverte unas cosas.

Remus miró a la castaña que estaba al fondo del salón. Se dirigió a ella sonriente.

-¿Lista para salir a vacaciones?

-Al fin. Realmente las necesito.

-No eres la única.

-Quería devolverte estos… -dijo tendiéndole los libros- estaban muy interesantes, en especial el de los hombres lobos… no sabía que podían sufrir tanto. No es justo. ¿No lo crees? Deberían poder llevar una vida normal…

-No, no es justo… -dijo Remus.

-Ah, quería invitarte a mi casa, ahora en vacaciones. Me gustaría que fueras aunque fuera un día, así puedes conocer a mi hermanita.

-Por supuesto –dijo Remus- si quieres escríbeme para que acordemos la fecha.

-Claro que te voy a escribir. Ya estás como Sirius y sus preguntas –dijo Arya riendo- ¿qué fue eso de la lechuza?

-No lo sé –dijo Remus con rostro sombrío- espero que no fuera nada grave.

-Bueno, me voy a dormir. Nos vemos mañana en el tren.

-Que descanses Arya – Remus la miró subir las gradas y suspiró. Por dicha llegaban las vacaciones. Debía olvidarse de ella en ese tiempo… si era posible.

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Un amigo que no puede
aguantar mas estas ganas
de sentirte y abrazarte
y enredarte en su alma

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-¡Hey Moony! ¿Qué pasó con Sirius? –le preguntó James al verlo que iba a subir a las habitaciones de los chicos tras despedirse de Arya.

-Algo le pasó a una lechuza que traía una carta para él –respondió Remus- ahora cuando venga nos dará los detalles.

El licántropo subió. En la sala común quedaban pocas personas, aparte de James y Lily.

-Me alegra que nos estemos llevando tan bien –dijo James sonriente, recostado en uno de los sillones.

-También a mí –dijo Lily sinceramente. James la miró fijamente. ¡Cómo había cambiado Lily con él en esos días! Desde que eran sólo amigos se habían hecho casi inseparables. Le gustaba, era aún mejor que cuando pasaban tiempo juntos trabajando para la ACLS, porque en el tiempo de ocio lo pasaban bien también sin que él la persiguiera. Al parecer confiaba en él, y le gustaba estar a su lado.

-Te voy a invitar a ir a mi casa en vacaciones. La verdad es que Sirius y yo la pasamos muy bien juntos, pero nos encanta tener visitas.

-De acuerdo. No creo que mis papás me hagan problemas. Están tan seguros de que puedo protegerme con la magia… la pobre Petunia es la que la pasa mal con los permisos. Tal vez por eso no me quiere… Además, no me gustaría pasar todas las vacaciones sin verte… a ti o alguno de ellos, quiero decir.

James sonrió al verla sonrojarse. Sí, la pasaban muy bien juntos. Lo que no estaba seguro era de cuanto tiempo iba a durar eso como solo amistad.

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Un amigo que se muere
porque sepas lo que pasa
y tú sigues tan tranquila
y tú que no sabes nada

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"Sirius:

¿Cómo va todo? Lamento no haberte escrito mucho, pero estaba con mucho trabajo. Aquí en Francia las protestas están al rojo vivo. Beauxbattons está siguiendo el ejemplo de Hogwarts y ha abierto una asociación en contra de la limpieza de la sangre también. Nos vas a creerlo, la dirigen tu prima y una chica llamada Sara Blackburn. Parece que los Blackburn también tienen ovejas negras como tú y como yo.

Sin embargo, te escribo específicamente para darte una buena noticia. Me he quitado un poco de trabajo de encima y voy a poder ir a Inglaterra para la Navidad. ¿Qué te parece? Además, Andrómeda va a poder acompañarme. ¡Espero que te alegre la noticia!

Me gustaría escribir más, pero ya te lo contaré todo cuando nos veamos. Este medio ya no tan seguro para mí como antes, de no tener a Parxy debería utilizar lechuzas de correo certificado, que no permiten a nadie que no sea la persona a la que está dirigida la carta tomarla, claro, Parxy tampoco lo permite. Están vigilando nuestro correo y nuestras vidas en general.

Pero no quiero alarmarte. Yo estoy bien. Pasará mucho tiempo antes que puedan hacerle algo a Alphard Carter .

Espero verte pronto, con cariño,

Alphard Carter III"

Sirius no pudo evitar sonreír. ¡Iba a poder pasar la Navidad con su tío! Y es que aunque lo quería mucho casi nunca podía verlo, y ni que decir de su prima Andrómeda. Sin embargo estaba preocupado por lo sucedido con la lechuza.

-¿Qué pudo haberle sucedido profesora? –preguntó con seriedad.

-No lo sabemos Black, pero dudo que venga así desde Francia. Pettigrew anda buscando al profesor Kettleburn para que la revise. El profesor Dumbledore se comunicará con tu tío personalmente.

Momentos después el profesor y especialista en Cuidado de las Criaturas Mágicas entró al despacho, seguido de Peter. Revisó atentamente a la lechuza color gris perla con una mancha blanca en el pecho. Negó lentamente y finalmente alzó la vista.

-Esta lechuza fue herida por alguien cerca del castillo… me atrevería a decir que después de entrar a los dominios de Hogwarts.

Hasta la cara de la profesora McGonogall fue de absoluta estupefacción.

-Tenemos que hablar con Dumbledore. Black, te tendré informado de cualquier cosa que averigüemos. ¿Sabes si alguien podía saber que esta lechuza venía para ti o la había enviado tu tío?

-Mi prima y mi hermano –contestó de inmediato Sirius- ellos conocen a Parxy, no es una lechuza corriente.

-De acuerdo. Creo que tú y el señor Pettigrew pueden volver a la Torre. Tienen que alistarse para mañana. Buenas noches.

Los chicos salieron de la oficina llenos de dudas, ¿por qué alguien había atacado la lechuza?

De repente al doblar en uno de los pasillos se toparon con Marian, Elisa y otras chicas de Ravenclaw.

Sirius tomó a Marian del brazo.

-Tenemos que hablar.

-¿Qué te pasa? –dijo ella enojada y soltándose- no tenemos nada de que hablar.

-No estoy para juegos, Nowak.

-Seguro que yo sí estoy para oír tus estupideces, ¿qué quieres? ¿desearme felices vacaciones?

Sirius no respondió, pero la tomó con fuerza del hombro y la metió en el aula a la par. Las chicas que la acompañaban se rieron tontamente.

-¡¿Qué quieres?! –le gritó Marian- ¡nunca vuelvas a hacerme esto! ¡menos delante de mis amigas!

-Esto es grave Nowak, no tiene nada que ver con ninguna tontería tuya o mía –dijo Sirius en voz baja, de manera que nadie al otro lado de la puerta pudiera oírlos- Tío Alphard me escribió.

-No me interesa tu…

-Alguien atacó la lechuza. Alguien dentro del castillo. – la detuvo Sirius. Marian se calló inmediatamente y lo miró con interés. Acababa de adoptar el mismo aire del día que hablaron seriamente en la oficina sobre el reclutamiento de magos oscuros.

-¿Cómo lo sabes?

-El profesor Kettleburn la revisó. Está seguro de eso. Alguien trató de leer la carta. Alphard me dijo que están vigilando su correo…

-Pero… ¿cómo iban a saber que era para ti o que venía de él? –preguntó con expresión concentrada, aparentemente sin notar lo cerca que estaba Sirius de ella mientras hablaba, para no tener que levantar la voz- ¿quién pudo hacerlo?

-Mi hermano conoce muy bien la lechuza. Cuando llega a casa sólo yo puedo tocarla… Además, Narcisa la conoce porque es la que usa Andrómeda para comunicarse eventualmente con su madre también. No sé si sabían que venía para mi, pero sabía que era de Tío Alphard. Una carta de Alphard Carter siempre trae algo importante.

-¿Los profesores están enterados ya?

-Sí, ellos me avisaron, de hecho.

-Vamos para vacaciones, dudo que avancen mucho en las investigaciones si todos se van.

-¿Te quedas en el colegio? –preguntó Sirius con interés.

-No, pero supongo que tu hermano y tu prima tampoco. – Marian estaba muy ensimismada en sus pensamientos. Sirius sonrió con ironía.

-Claro que no, no van a perderse la gran fiesta de los Black. –dijo Sirius con asco.

-Bueno, si eso era todo me voy –dijo Marian dirigiéndose a la puerta.

-Alphard me dijo algo que tal vez te interese: abrieron una ACLS en Beauxbattons, siguiendo el ejemplo de Hogwarts.

-Me alegra oírlo –dijo Marian con orgullo en la voz.

-Lo mejor es que la dirigen una Black y una Blackburn… dos descendientes de las familias sangre limpia de más prestigio de Europa. Y que dicho sea de paso, que supuestamente no se llevan entre sí.

-Creo que te dije que tu vida familiar no me interesaba Black –dijo Marian recuperando su tono normal- me avisas si sabes algo más de lo de la lechuza.

-Claro. Y Nowak… - la chica se detuvo antes de salir y se volvió a verlo. Sirius sonrió de medio lado y la miró fijamente- Felices vacaciones.

Marian trató de replicar, pero extrañamente no se le ocurrió nada en ese momento, sólo salió y dio un portazo. Sirius sonrió. Tal vez Remus tenía razón y debía tomar el reto.

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Tú no sospechas que cuando me besas
se queda temblando mi cara.
Tú no sospechas que cuando me rozas
sin darte ni cuenta me robas la calma.
Tú no sospechas que cuando hablamos
no acierto escuchar tus palabras
porque no sabes que
cuando yo miro tu boca inocente
quisiera besarla quisiera tenerla
por siempre en la mía

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-Te cuidas – le dijo James al bajarle la maleta del último vagón.

-Y ya sabes, me escribes – le dijo Lily al tiempo que asentía. Le dio un beso en la mejilla y luego se dirigió a sus padres que ya la esperaban impaciente. James la vio desaparecer y luego levantó los dos pulgares en señal de triunfo a Sirius.

-Te dije que de alguna manera James sabía lo que hacía –le dijo Sirius a Arya, quien estaba a su lado bajando las cosas.

-Realmente ha hecho buenos progresos –dijo Arya asintiendo admirada- pero solo son amigos, y tú mi niño listo pusiste a Lily sobre aviso en Hosgmeade, me lo contó.

-No la puse sobre aviso –debatió Sirius- ella ya tenía que saberlo, sólo necesitaba oírlo.

-¿Y desde cuando sabes tanto?

-Oh, de ti se aprende mucho –dijo Sirius abrazándola y dándole un beso en la mejilla- nos vemos. Quiero que conozcas al Tío Alphard, y James tiene razón, espero que vengas a vernos en vacaciones.

Arya sólo asintió, de repente se le había hecho un nudo en la garganta. Sirius recogió sus cosas y se acercó a James. Los señores Potter, los abuelos de James venían llegando en ese momento. A lo lejos vio a Marian que bajaba de unos vagones más adelante. Por un momento le pareció que lo había estado viendo, pero eran solo ideas suyas. Problemente. La madre de Peter también llegó por él. Finalmente quedaron sólo Remus y Arya.

-Bueno… -dijo Remus sin saber muy bien como empezar- nadie viene por mi, tengo que tomar un taxi a la salida.

-Oh –dijo Arya- ¿entonces ya te vas?

-No, puedo esperar contigo a que te recojan.

-Gracias.

-Te voy a extrañar mucho –dijo en voz muy baja, pero ella lo escuchó. Levantó la vista a él y le sonrió.

-Yo también voy a extrañarte, pero son sólo unos días y vas a venir a mi casa, ¿recuerdas?

Remus contuvo un gruñido de impaciencia. Arya no se enteraba de nada… quizá era mejor así.

-¡Ese es mi padre! –dijo Arya sonriendo al ver aparecer a un señor alto de cabello oscuro por la barrera- nos vemos Remus.

-Nos vemos Arya- Remus la abrazó con torpeza, y una de las horquillas que la chica llevaba en el cabello se enredó con los de él. Cuando lograron soltarse estaban muy cerca. La mirada de Remus se detuvo en los labios de la chica un momento. Quería besarla, si tan sólo se inclinara un poco más…

-¿Arya? ¿Estás lista para irte? –se oyó una voz cordial que cambio a un tono severo para preguntar- ¿Quién es tu amigo?

-¡Papá! – la chica se deshizo del abrazo de Remus y lanzó los brazos alrededor del cuello de su padre- este es Remus Lupin, mi mejor amigo. Remus, él es mi padre.

-Mucho gusto señor Foley –dijo Remus cortésmente. El señor Foley lo miró con suspicacia y recogió el baúl de Arya.

-Termina de despedirte preciosa, mamá nos espera para cenar.

El señor Foley se alejó un poco mirando a Remus con desconfianza.

-Perdona por lo de ahora –dijo Remus rápidamente mirando a su padre un poco intimidado.

-No importa, tranquilo. Papá es muy celoso, pero no estábamos haciendo nada, así que no importa. Bueno, nos vemos.

La chica le dio un beso en la mejilla y luego se fue hacia su padre, con quien desapareció a través de la barrera tras volverse un momento y decirle adiós con la mano a Remus.

El chico suspiró. Ella no tenía la menor sospecha de cómo la quería. Estar enamorado de la chica que está enamorada de tu mejor amigo y además ser un licántropo no era nada fácil.

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Tú no sospechas que
que en esta forma yo
te quiero

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¿Qué les pareció? Espero con ansias sus comentarios. El siguiente chap se llama Ven a mi casa esta Navidad.

Gracias por sus reviews, los cuales contesto a continuación rápidamente.

Andreina: ¡Hola! Me alegra que hayas entrado y te haya gustado. Sí, soy mala con James, pero es que se ve muy lindo de esa forma a mi parecer. Sirius, Arya, Marian y Remus me fascinan, ya veremos como quedan las parejas. No parece que te caiga mal Marian, eso es bueno, creo. Gracias por el review.

Uriko: La canción siempre me ha gustado, si ves Hércules la puedes oír. Sí que son cabezotas, si no lo fueran no habría historia… No te preocupes, Marian ni siquiera me termina de convencer completamente a mí.

Angie Crowe: Me allegro que te haya gustado, este no se te puede hacer corto, es de los más largos que he escrito últimamente. Ya viste las dudas de Remus sobre lo que pasa, tal vez en el próximo capítulo veas más sobre ellos. Nos vemos.

Algida: Me alegra que la historia te llegue tanto y te gusten mis personajes, me gustó mucho hablar contigo en el MSN, espero que coincidamos de nuevo.

Sami: ¡Hola! Espero que coincidamos en el MSN de nuevo, no me gusta hacer llorar a la gente, pero esta historia suele tener muchas emociones involucradas. Aunque yo no le tendría tanta lástima a Arya ;-). Sirius sufre, por supuesto, pero… ya veremos que pasa. Marian puede haberlo aceptado para sí, pero ante los demás…

Whiteta Potter Evans: Vamos, James no sufre más de lo necesario, pero es que nadie lo tiene eligiendo a una chica tan cabezota como Lily, aunque ninguna es peor que Marian. Te lo aseguro.

Anto: Perdonada por haber dejado review al fin. Me alegro que te gustara la pareja, a mi me gusta mucho también, pero el corazón parece tener otros planes… ¿te pareces a Marian? Pero sí se pasa con Sirius, aunque según ella tiene sus razones… ¿Con quien quieres que quede Sirius? Me gustaría que quede conmigo, pero bueno… ya en serio, para saberlo, tienes que seguir leyendo. Sí, Arya se pasó un poco en este chap, pero es que a como es Lily va a costar que lo reconozca.

Sora-15: Me alegro que te guste, me encanta escribir con canciones, tengo varias de una sola canción, depende de cómo se maneje el tiempo… Sí, es esa canción y también me parecía para esta pareja, pero sobre todo me encantó para mi Marian. Espero seguir oyendo de ti por aquí.

Fabisa: Tienes razón, así somos, y lo de que todos son iguales… a veces no anda tan perdido. Me alegro que te gustara el capítulo y la canción, ¿verdad que es muy linda? A mi siempre me ha gustado.

Karipotter: Hola! ¿Quieres a Arya con Sirius? Bueno, queda mucha historia, veremos que pasa. Me alegra que te gustara la canción.

Sara Riddle: Me encanta tu nick. Tengo cierta debilidad por el nombre Sara… No pasó mucho en este chap entre LJ, pero me gusta que te agrade la amistad de Sirius y Arya, la verdad me encanta como se llevan esos dos juntos de cualquiera de las dos formas. ¿LJ solo amigos? No creo que Harry nazca de una simple amistad ;-)

Julieta Black Potter: Sí!!!!!! Falta sufrimiento aún, aunque no tanto… tal vez. Aún así espero que te gustara. Sí, la pelirroja y Marian se parecen un poco, al menos en esto de admitir sus sentimientos, aunque son razones distintos, miedos distintos. Yo habría hecho lo mismo que tú. ¡Si Sirius es de lo más divino que hay! ¿Qué digo? ¡Lo más divino! (Vamos, ataque de Siriuscitis…) La verdad no sé que es la pareja del fénix… ¿segura que lo leíste en mis reviews?

Carol Lovegood: ¿Se te oprimía el pecho de dolor, de sufrimiento o de que? ¿Por qué con los insultos? Sé que es una historia con muchas emociones encontradas e intensas… me alegra que te haya gustado tanto!

Y saludos a Amsp14 y Andrea, que aunque no dejaron review me ayudaron mucho con el capítulo anterior y con este también.

Esto es todo por hoy, nos vemos el jueves.

Sara Fénix Black