Hola a todos!

Aquí está... más de un año después, el final de "Esa chica es mía" está realmente en la red. Quiero darle las gracias a todos quienes la han leído, esta historia es muy especial para mí, porque aunque no es tan larga como SFP&SFB, también estoy muy involucrada con los personajes (en especial Marian Nowak y Arya Foley) y me ha encantado manejar tantas emociones.

Pero hoy no es el día de la despedida, aún queda el epílogo que espero poder subir pronto, de ser posible el próximo fin de semana.

Antes de dejarlos con el capítulo, quiero dedicarle a mi hermana Ana María este capítulo final con muchísimo cariño porque es quien más me ha apoyado (e insistido) con esta historia, y sobretodo¡por su cumpleaños¡Cumpleaños feliz, te deseo a ti, feliz cumpleaños Ana, feliz cumpleaños a ti: ) : ) : ) (¿A que la fecha para publicar el final quedó a penas? ; ) )

Bueno, nada más recordar que los personajes pertenecen a JK Rowling (¡excepto Marian, Arya, Elisa y Jessica, orgullosamente mías!). La canción de este capítulo es "If I let you go" del grupo Westlife, compuesta por Jorgen Eiofoson, Per Magnusson y David Kreuger.

Ahora¡a disfrutar el final!

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If I let you go

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Sirius llamó tres veces a la puerta de la oficina de la ACLS, pero no obtuvo ninguna respuesta. ¿Se habría equivocado Elisa y Marian no estaba ahí? Giró la manilla de la puerta y comprobó extrañado que estaba abierta.

Entró lentamente a la oficina y lo que vio lo hizo sonreír levemente. Marian estaba profundamente dormida en el sofá donde tantas veces se había quedado él en el último mes.

Se arrodilló frente a ella concentrándose en mirarla, tan bella, tan pacífica así dormida… Aunque sus ojos estaban ligeramente hinchados y Sirius juraría que horas antes había llorado.

La chica abrió un poco los ojos y para sorpresa de Sirius sonrió. Era una sonrisa linda y dulce, como nunca había visto en ella.

-Hola – dijo el muchacho tímidamente.

Marian parpadeó varias veces y luego llevó las manos a sus ojos. Los presionó ligeramente y luego los abrió del todo. En ese momento se despertó en realidad.

-¡Black! – se incorporó de golpe sorprendida - ¿qué estas haciendo aquí!

-Vaya… Yo también estoy feliz de verte – dijo Sirius frunciendo ligeramente el ceño. La chica a penas empezaba a ubicarse, se había despertado muy repentinamente.

-¿Estás bien? – preguntó precipitadamente.

-Sí, James y yo estamos bien – contestó el chico con cautela. La vio presionarse la frente con una mano.

-¿Los aurores los encontraron?

-No, escapamos – contestó brevemente el chico.

-¿Qué hora es? – preguntó mirando molesta la ventana por la que se filtraba el sol.

-No sé la hora a ciencia cierta, pero a lo que pude ver ya están sirviendo el desayuno en el comedor.

-¿Pasé la noche aquí? Se suponía que debía volver a la oficina del director… – dijo para sí. Luego se volvió hacia él - ¿Y qué estás haciendo aquí? Tienen que hablar con Morwood, los aurores han estado trabajando en buscarlos y…

Sirius se rió. El estado alterado en que la chica se había despertado era simplemente gracioso. La tomó de los hombros.

-Hey… cálmate. Dumbledore se encargará de eso.

Marian pareció darse cuenta de su comportamiento en ese momento y se deshizo de los brazos de Sirius para levantarse del sofá tratando de estabilizarse de nuevo.

-Entonces… Me alegra que estés bien. Digo, que Potter y tú estén bien.

-Gracias – dijo Sirius – nos alegra estar de vuelta.

-¿Qué es ese ruido que se oye ahí abajo? – Marian se acercó a la ventana y miró hacia los jardines de Hogwarts con curiosidad.

-Nada… la mayoría de la gente fue más entusiasta que tú en tenernos de vuelta y lo están celebrando.

Marian se volvió con la mirada que ponía siempre ante las presunciones de los merodeadores.

-¿Y por qué no estás ahí celebrando con tus admiradoras?

-Porque después de todo esto me di cuenta que tenía que hablar contigo.

Marian se sintió nerviosa de repente, pero trató de disimularlo de inmediato.

-¿De verdad¿Sobre qué? Espero que no vengas a culparme de lo sucedido.

-No… No es nada de eso – dijo Sirius restándole importancia al último comentario de la chica – es sobre nosotros.

Marian sintió todos sus músculos tensarse.

-No existe un "nosotros", Black – contestó bruscamente.

-Eso es lo que quiero cambiar – dijo Sirius simplemente. Se había propuesto no dejar que la chica lo intimidara. Creía conocerla ya lo suficiente.

-¡Mira Black, el secuestro no cambia nada! – exclamó la chica con desesperación. No sabía porqué decía eso después de todo lo que había pensado el día anterior pero simplemente no encontraba el valor dentro de ella para demostrarle sus verdaderos sentimientos.

-Cambiar, cambiar, no cambia nada. Pero sí me hizo pensar en lo que ha pasado hasta hoy. – el tono de Sirius era serio y sincero. No pudo replicar, se limitó a escucharlo mordiéndose nerviosamente el labio – No estoy seguro desde cuando te clavaste en mi cabeza, creo que desde ese día que dijiste que no sabías quien era Sirius Black, pero el hecho es que lo hiciste, te convertiste en una obsesión para mí. Después de ese beso que nos dimos en la oficina de Pate fue imposible sacarte de mi mente. Lo intenté, hice todo lo posible y me engañé un tiempo diciendo que lo había conseguido, pero luego me di cuenta de que no era así, y que a pesar del paso de los días no podía sacarte de mi mente. Te dije ese día de la fiesta de Navidad que me gustabas. No sé porqué lo dije, sabía que en realidad era muy poco probable que eso cambiara algo en ti. Pero después de todo lo que ha pasado, lo de Alphard y en especial este secuestro, me di cuenta que ese día te mentí al decirte que me gustabas.

Marian sintió que las fuerzas la dejaban¿y si a él ya no le importaba? Sus mejillas perdieron color de repente, pero como estaba contra la luz Sirius no lo notó. Continuó hablando.

-Te mentí, porque aunque parezca estúpido e irracional después de todo lo que ha pasado y las innumerables ocasiones en que me has demostrado que no me tienes ningún aprecio… Te amo.

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Day after day, time pass away (día tras día, el tiempo pasa)
And I just can't get you off my mind (y yo
no te puedo sacar de mi mente)
Nobody knows; I hide it inside (nadie lo sabe; lo escondo dentro)
I keep on searching, but I can't find (Sigo buscando, pero no puedo encontrar)
The courage to show, to letting you know (el valor para demostrar, para dejarte saber)
I've never felt so much love before (que yo nunca sentí tanto amor antes)

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¿Cómo lo hacía? Por un momento todo lo que Marian sintió fue envidia. ¿Cómo hacía para abrir su corazón y decirle lo que sentía¿No tenía miedo de que se riera de sus sentimientos, que se burlara de sus palabras? Nada temía ella más que alguien viera dentro de su alma y se burlara de lo poco que tenía… Y él podía llegar tan abiertamente ante ella, ella que se había reído de él en incontables ocasiones y exponerse a una nueva burla mucho mayor.

Y la amaba… ¿podía ella dudarlo todavía? Si le había aguantado tanto… Más de lo que nadie en su sano juicio haría. Había lastimado su orgullo, pisoteado sus sentimientos… Y él estaba ahí, declarándole su amor. ¿Creía acaso que ella le correspondía?

Porque así era, aunque no se atrevería a decírselo.

-No sé porqué me odias Marian –continuó el chico al ver que ella no parecía dispuesta a responder nada – Tal vez se me ocurran algunas opciones, pero el caso es que creo que temes que quiera herirte o jugar contigo, pero todo lo que quiero es que me dejes quererte. Decidí esperar, hacerte ver la persona que soy en realidad pero nada de eso parece funcionar y hoy llegué a la conclusión de que tenía que hablar contigo porque… tengo que saber si sientes algo por mí.

Marian lo miró fijamente sin saber que decir. Por primera vez en la vida se sintió completamente incapaz de pronunciar palabra. Sólo tenía que juntar el valor, tragarse su orgullo…

Pero la salida más fácil era otra.

-Termina este teatro Black. No le hace bien a nadie.

Sirius sonrió tristemente.

-No es un teatro. Lo sabes, pero asumo que esa es tu respuesta. – se dirigió hacia la puerta, pero antes de salir se volvió hacia ella –nunca volveré a preguntártelo.

Salió cerrando la puerta tras sí.

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And, once again, I'm thinking about (y, una vez más, estoy pensando en ello)
Taking the easy way out (tomando la salida más fácil)

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James abrazó a Lily viendo como Sirius y sus amigos se iban en dirección al castillo dejándolos solos. Sonrió y cerró los ojos disfrutando el abrazo de la pelirroja. Tal vez valía la pena haber pasado por el secuestro para vivir eso.

-Tranquila Lily… Estoy bien… Estamos bien…

La chica lo estrechó un poco más y luego se separó de él con los ojos ligeramente enrojecidos. James pudo notar las ojeras que revelaban que no había pegado ojo en toda la noche. Sin embargo, se veía preciosa.

-Estaba segura de que volverías.

-¿De verdad? – James sonrió intrigado - ¿tanta fe tenías en mí? Debiste decírmelo antes…

-Hay muchas cosas que debí decirte antes – dijo la pelirroja en tono serio. James borró su sonrisa y la miró profundamente. - ¿Qué te parece si nos alejamos de la entrada del castillo? Podemos ir cerca del lago a hablar.

El chico asintió y se encaminaron en esa dirección. Cuando llegaron a un precioso sauce que estaba muy cerca del lago James se detuvo y se recostó en el tronco viendo a Lily. Esta caminó un poco más bajo la sombra del árbol y luego se volvió a verlo. Quedaban escondidos de la vista del colegio desde ahí.

-¿Por qué creías tan firmemente que regresaríamos? – preguntó James evaluándola de hito en hito.

-Sólo lo sabía – dijo la chica encogiéndose de hombros – tenías que volver porque tengo que decirte lo que siento por ti.

No pudo leer ninguna emoción en el rostro del merodeador. Sabía que no sería tan fácil, ella lo había lastimado mucho.

-Lily, no creo estar de ánimo para una conversación de esas en las que tengo que ser comprensivo y aceptar que aunque sientes algo por mí no quieres lidiar con ello. – dijo el chico en tono cansado – He tenido un día muy largo.

-James, sólo escúchame por favor – pidió la pelirroja.

-Eso hago – dijo el chico – tengo mucho interés en lo que tengas que decir. A menos que sea para lo que acabo de mencionar.

Lily asintió.

-Tal vez creas que es todo esto que pasó del secuestro lo que me ha decidido a hablar, pero no es cierto. Iba a buscarte en la manifestación para decírtelo cuando supe que habías desaparecido. Aún así, sirvió para terminar de aclarar mis ideas.

-Me alegra que haya sido útil para algo… - dijo en tono de broma el chico.

-James.

-Está bien, está bien – dijo el chico sonriendo ante la línea que empezaba a formarse en la frente de Lily, seña característica del inicio de un enfado – continúa.

-Cuando empezaste a pedirme que saliera contigo no podía tomarlo en serio. Si lo piensas bien verás que mi posición era lógica. Tú eras el chico popular que tenía a muchas chicas siempre a su disposición. Y yo no era de ese tipo de chicas. Éramos de dos mundos totalmente aparte, y tú con tu fama y la de tus amigos… ¿Cómo iba a pensar yo algo distinto a que querías jugar conmigo?

Lily notó que el chico iba a decir algo, por lo que le hizo una seña de silencio y continuó.

-Después empecé a conocerte. Eras tan diferente a la imagen que tenía de ti que no podía creerlo. Luego vino ese baile… Debí haber ido contigo, pero fui muy cobarde en ese momento. No quería ver la cara de la gente cuando viera que había caído en tus redes después de todo lo sucedido. Sin embargo, para ese momento ya sentía algo por ti. Trataba de negarlo, de esconderlo, no podía dejar de preguntarme porqué ese sentimiento no desaparecía. Pero nunca desapareció.

-Entonces, ese beso en Navidad… - empezó a decir James.

-No fue fruto del momento – negó Lily desmintiendo sus propias palabras – Lamento haberte mentido al respecto. Estaba asustada, muy asustada de lo que sentía. No lograba ponerme en claro, y tú estabas ahí pidiéndome algo que no estaba segura de poder darte. No era justo para ti que te tuviera en este vaivén de amistad o algo más. Lo mejor que hiciste fue decidir que no podías ser más mi amigo. Creo que eso fue lo que me hizo reaccionar.

James dejó de poner su peso en el árbol y se incorporó.

-¿Qué quieres decir?

-¿Aún no has captado qué es lo que te estoy diciendo? – dijo Lily –Te estoy diciendo que me di cuenta que debía aceptar mis sentimientos por ti y tragarme mi orgullo porque sino nunca sabría cómo sería mi vida teniéndote a mi lado.

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But, if I let you go (pero si te dejo ir)
I will never know (nunca sabré)
What my life would be (como sería mi vida)
Holding you close to me (manteniéndote cerca mío)
Will I ever see (alguna vez te veré)
You smiling back at me? (sonriéndome?)
How will I know (cómo lo sabré)
If I let you go?
(si te dejo ir?)

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James no daba crédito a sus oídos. Avanzó un paso del árbol hacia ella, pero se detuvo cuando la chica continuó hablando.

-No he conocido nunca a nadie como tú James. Tus grandes presunciones no tenían efecto en mí, y siguen sin tenerlo, pero hubo detalles que calaron hondo en mis sentimientos. Poco a poco, casi sin darme cuenta, me enamoré de ti.

-¡Espera! – James se acercó a ella con los ojos brillantes de emoción – di eso de nuevo.

-Me enamoré de ti – dijo Lily suavemente, sonriendo ante la sorpresa y la satisfacción en la cara de James.

Visiblemente emocionado, puso una mano en la cintura de la chica y la otra en su hombro.

-Te amo Lily Evans. Ya tienes que saberlo.

La chica asintió levemente.

-Sí, lo sé.

James la atrajo hacia sí y la besó. Fue un beso tierno en un inicio, pero poco a poco fueron profundizándolo. Cuando se separaron se miraron profundamente a los ojos. James sonrió de manera traviesa, la tomó de la mano y jaló de ella.

-Vamos.

-¿Dónde? – preguntó la chica intrigada mirando hacia el castillo inquieta – ¡James¿Qué estás planeando? Tenemos clases dentro de unos momentos, por si no lo recuerdas.

-Llevo años esperando este momento – dijo James- no creas que pienso celebrarlo yendo a clases de pociones.

-¿Y qué planeas hacer? – preguntó Lily sin entender.

-Salir del castillo. No quiero que nada desvíe tu atención de mí – le guiñó un ojo y miró a su alrededor, no había nadie - ¿no te apetece una visita a Hosgmeade? Total, que nunca hemos ido al pueblo juntos…

Lily sonrió y asintió. James la atrajo hacia sí y la besó de nuevo antes de emprender el camino al pueblo juntos por primera vez.

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Night after night, I hear myself say (noche tras noche, me oigo a mi mismo decir)
"Why can't this feeling just fade away?"
(¿por qué no puedo desvanecer este sentimiento?)
There's no one like you; you speak to my heart (no hay nadie como tú; tú hablas directo a mi corazón)
It's such a shame we're worlds apart (es tan lamentable que nosotros seamos de mundos apartes)

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Cuando salieron del tumulto Arya guió a Remus hacia las escaleras. Quería hablar con él en la Torre de Astronomía. Tal vez él no se le había declarado ahí, pero ahí le había abierto su alma para decirle su secreto. Este era el turno de ella de mostrarle sus sentimientos.

No hablaron en todo el camino de ascenso. Remus la miraba con un nudo en la garganta, terriblemente nervioso. ¿Qué pasaría ahora? Sólo estaba seguro de que la relación que tenían hasta entonces desaparecería para siempre de la forma que la habían conocido.

Cuando llegaron a lo alto de la torre se miraron algo incómodos.

-Me alegra que estén bien – dijo Arya para no entrar de lleno al tema. Remus asintió.

-A mí también. No habría resistido si les hubiera pasado algo.

-Lo sé.

Guardaron silencio de nuevo. Remus se regañó mentalmente por tímido¿qué lo costaba preguntarle…? Pero Arya se le adelantó.

-Lamento haber tardado tanto en responderte, tu declaración me tomó por sorpresa y me hizo pensar mucho… Tenía que poner en orden mis ideas.

-No te preocupes – dijo Remus – lo importante es que lo hayas hecho. ¿Lo hiciste?

-¿Poner en orden mis ideas? Sí, aunque fueron más difíciles de ordenar los sentimientos, de hecho.

-Sí… Sé lo que es eso – dijo Remus. La miró tan intensamente que la chica se ruborizó un poco y bajó la mirada. Tomó aire, él esperaba una respuesta. Y ella iba a dársela en ese momento.

-Es extraño – empezó a decir la chica – cuando crees estar tan segura de tus sentimientos y de repente algo te hace darte cuenta de que tu corazón te dejó atrás hace rato.

Remus la miró expectante, los latidos de su corazón se aceleraron un poco.

-Todo este tiempo, todo lo que pasó con Sirius, las vacaciones, mi hermana… No sé como fui tan ciega Remus. –Arya clavó su mirada en él y empezó a acercarse lentamente. Remus no se atrevió a moverse, con costos se atrevía a respirar. - Estuviste ahí siempre, ayudándome, apoyándome, dándome fuerzas a cada momento. Te convertiste en alguien imprescindible para mí y yo simplemente no me daba cuenta de cómo te hacías un espacio en mi corazón. Yo sólo veía un amigo, cuando eres mucho, mucho más…

Para ese momento Arya estaba muy cerca de él. Lentamente llevó su mano a la mejilla del chico y la acarició con suavidad. Remus la tomó entre las suyas y la volteó para darle un suave beso en la palma de la mano. Arya sintió que la emoción la embargaba, pero continuó hablando.

-Te necesito a mi lado Remus, no sé que haría sin ti.

-Siempre estaré aquí para ti Arya – dijo Remus encontrando su voz al fin – siempre.

Igual que la noche anterior se inclinó lentamente hacia ella, pero esta vez ella no se retiró. Fue un beso dulce y tierno. Cuando se separaron se miraron sonrientes.

-Te quiero Remus – dijo Arya suavemente – te quiero exactamente como eres, sé que tu condición te preocupaba y creo conocerte lo suficiente para saber que todavía te preocupa en el fondo, pero tienes que saber que a mí no me importa.

Remus asintió. Luego la miró de manera pensativa.

-¿Qué pasa? – le preguntó ella extrañada.

-Si te hubiera dicho lo que sentía por ti antes… ¿habrías respondido lo mismo?

Arya frunció levemente el ceño.

-Hum… tal vez no. He estado muy confundida, de cierta manera supiste decirlo en el momento preciso, justo cuando podía caer la venda de mis ojos y dejarme ver mis verdaderos sentimientos. Me conoces Remus, a veces creo que me entiendes mejor que yo misma. –sonrió un poco y añadió en tono de broma - ¿Tienes alguna especie de sexto sentido?

Remus rió un poco y acomodó un mechón de pelo detrás de la oreja de la chica.

-No cariño… Sólo estoy enamorado de ti.

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I'm too shy to ask, I'm too proud to lose (soy muy tímido para preguntar, demasiado orgulloso para perder)
But, sooner or later, I got to choose (pero tarde o temprano, tengo que elegir)
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Marian sintió sus ojos humedecerse. ¡Cobarde, cobarde y estúpida! Eso era lo que era. ¿Cómo podía dejar irse la felicidad así? Era muy orgullosa para perder, tenía mucho miedo de arriesgar, por eso no dejaba ver sus sentimientos, pero bien pensado… ¿Qué iba a perder si él la amaba? Tenía que decidir que hacer con sus sentimientos, pero si lo dejaba irse ahora ya habría decidido. Ya no habría otra posibilidad.

Antes de que se diera cuenta dejó la razón de lado. Se dirigió corriendo a la puerta y salió al pasillo.

-¡Sirius!

El chico se volvió extrañado. Ella se acercó a él.

-Mira Marian, no quiero oír alguno de tus…

Antes de que Sirius pudiese especificar lo que no quería oír Marian lo tomó de la corbata del uniforme y lo atrajo hacia ella. Lo besó profundamente, pero este era un beso distinto a los anteriores entre ellos dos. No era un beso cargado de pasión o de furia. Era un beso cargado de sentimientos, no menos intensos, pero sí más dulces. Cuando se separó de él le sonrió levemente.

-¿Responde eso a tu pregunta?

Sirius sonrió un poco también, pero contestó con cautela.

-Parcialmente… Preferiría una respuesta clara, para evitar mal entendidos.

Marian se mordió el labio impaciente y le dijo en tono de reproche.

-Realmente quieres hacerme decirlo ¿verdad?

-¿Te parece mucho pedir? – preguntó Sirius en el mismo tono.

-Puede ser el fin de mi reputación… -dijo en tono algo juguetón. Sirius sonrió más pronunciadamente.

-Puede quedar entre nosotros.

Marian sonrió. Una vez que se había decidido no iba a echarse atrás. Rodeó el cuello del merodeador con sus brazos y le dijo en un tono sumamente acariciador.

-Escúchalo bien, porque no pienso decirlo de nuevo así: Me gustas Sirius Black. Me gusta cada una de tus fastidiosas cualidades y de tus muchos defectos.

Sirius rodeó la cintura de la chica y la atrajo más hacia él.

-En ese caso, son todos tuyos.

Marian rió suavemente.

-Oh Sirius… Siempre han sido míos.

-¿De verdad? – Sirius arqueó una ceja – Estuviste cerca de perderlos entonces…

-Sí, lo sé –admitió la chica mirándolo directo a los ojos – pero me di cuenta de que no podía dejarte ir.

-¿Por qué no?

Marian sonrió y se acercó a su oído lentamente.

-Porque te quiero.

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And, once again, I'm thinking about (y una vez más, estoy pensando en ello)
Taking the easy way out (tomando la salida más fácil)

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La mañana había transcurrido en una gran algarabía. Pocas clases se habían llevado acabo y Dumbledore había declarado que ese día habría un almuerzo especial para celebrar la vuelta de los secuestrados ilesos.

Peter Pettigrew por su parte había pasado un día muy aburrido, pues no tenía la menor idea de donde estaban sus amigos. A la hora del almuerzo estaba en el Gran Comedor sólo con Susana.

-¡Hey, Peter¿No sabes dónde están tus amigos? – el chico se volvió para ver quien le hablaba. Se trataba de Jessica.

-La última vez que vi a James estaba con tu amiga. Remus y Sirius ni idea. – contestó de mala gana. La chica no le simpatizaba.

-Sé que Lily se quedó con ese. ¿Qué se habrán hecho¿Y crees que Arya esté con Remus?

-Cálmate – dijo Peter ante el tono alterado de la Gryffindor –no hay de qué preocuparse si están con un merodeador.

-Que estén con un merodeador es lo preocupante – murmuró Jessica.

Peter volvió a la conversación con su novia hasta que la voz de Jessica llamó nuevamente su atención.

-¡Arya¿Dónde has estado? – Peter apartó la vista de su novia cuando escuchó la exclamación de Jessica. Arya venía de la mano con Remus. Ambos irradiaban felicidad.

-¡Hey Moony¿No sabes que se hicieron los chicos? – preguntó Peter en tono impaciente.

-Ni idea Wormtail… -contestó Remus.

Jessica miró interrogativa a Arya, quien asintió feliz. Jessica sonrió.

-Bueno, me alegro por ti amiga. Es el mejor de los 4 si hay que elegir uno…

Remus y Arya sonrieron y se abrazaron tras darse un corto beso. La chica preguntó a medias a Jessica a medias a Peter.

-¿Y el resto¿No han vuelto?

-No –contestó Jessica – como si se los hubiera tragado la tierra…

-¡Bien! – los ojos de Arya brillaron aún con más fuerza de ser posible- supongo que Sirius y James tuvieron suerte…

-Podemos preguntárselos en persona, al menos a Sirius – dijo Remus en tono calmado – aquí viene.

Arya levantó la vista y vio a un tranquilo Sirius Black que caminaba en medio de las mesas saludando a quienes lo felicitaban por el escape de sus secuestradores hasta que logró llegar junto a sus amigos. Se notaba por el pelo empapado y la ropa impecable que acababa de tomar una ducha.

-Hola gente… - saludó tranquilamente – ¿Qué hay de nuevo?

-Nada, lo único de lo que se habla es de su regreso – contestó Peter.

Remus y Arya no dijeron nada, lo miraban expectantes, pero Sirius se limitó a tomar una manzana de la mesa principal y darle un mordisco, como si no notara las miradas de sus amigos. Arya no lo resistió mucho rato:

-¿No nos vas a contar?

-¿Qué cosa? – preguntó con indiferencia, pero Remus notó un brillo malicioso en su mirada, un brillo que quería decir que se moría por decir algo. Sonrió.

-Déjalo, ya nos dirá… - dijo Remus tratando de aparentar la misma indiferencia de su amigo. Hablaría más rápido si no le hacían caso. Pero Arya no era de la misma opinión. Insistió:

-¿Encontraste a Marian¿Hablaste con ella?

-¿Marian? Sí, estaba en la torre como dijo Elisa.– Sirius le dedicó una sonrisa aparentemente ingenua, disfrutando la impaciencia de Arya.

-¡Sirius! – el nombre en tono de reproche no tardó en aparecer en los labios de la chica.

Remus se rió. Conocía a su amigo.

-Ya déjalo cariño…

-¿Cariño! – Sirius casi se atraganta con la manzana y los miró atentamente, deteniendo su mirada en sus manos entrelazadas - ¡Por Merlín¡Una noche que nos ausentamos y ustedes dos se emparejan! Habría dejado que nos secuestraran antes de saber que este iba a ser el resultado. ¿Están saliendo, verdad!

Remus asintió orgullosamente. Sirius dejó la manzana olvidada en la mesa y se precipitó a abrazarlos a los dos estrechamente.

-¡Felicidades! Ustedes son el uno para el otro, créanme, los conozco bien a los dos…

Ante el alboroto de Sirius las personas a su alrededor se dieron cuenta de lo sucedido y pronto corrió el rumor por las 4 mesas de las casas: Remus Lupin, el merodeador más tímido, estaba saliendo con Arya Foley, la ex de Sirius Black.

Arya rió ante las expresiones de afecto de Sirius, pero pronto volvió a su interrogatorio.

-Sí, sí, muy bien Sirius, dale la noticia a todo el colegio, pero¿qué nos dices de ti?

-¿De mí? Pues…

Antes de que Sirius dijera nada más Elisa se acercó a la mesa de Gryffindor.

-¡Hey Sirius¿Dónde está tu novia? El señor Morwood acaba de llegar y le pidió a Dumbledore hablar con ella.

La expresión de Sirius se tornó pensativa.

-Después de que te vimos cuando bajamos de la torre la dejé en la sala común de su casa, ella también quería tomarse una ducha y no quiso ir conmigo… Supongo que vendrá para acá pronto.

-Ok, iré a ver si la encuentro. – dijo Elisa, luego le guiñó un ojo y le dio otro suave puñetazo en el hombro – Felicidades de nuevo, pero cuidadito con ella Sirius… No vayas a comprobarle sus ideas de lo terrible que eres.

Cuando Elisa se fue Sirius miró a sus amigos que lo taladraban con la mirada. Algunas chicas a su alrededor que habían escuchado las palabras de Elisa también lo miraban expectantes. ¿Novia? Peter fue el primero en expresar ese pensamiento.

-¿Novia? –preguntó lentamente- ¿Desde cuando tienes novia de nuevo Padfoot?

Sirius sonrió.

-Desde hace unas horas de hecho…

-¿Eres novio de Marian? – preguntó Arya casi sin creerlo, remarcando la palabra novio.

-Pues sí… - contestó Sirius con una sonrisa satisfecha del efecto de la noticia, levanto ambas manos en expresión de "qué se le va a hacer"- la chica quiere las cosas en serio.

Arya lanzó una exclamación de alegría y se lanzó en los brazos de su ex abrazándolo.

-¡Lo sabía¡Lo sabía! Tenía que reaccionar¡esa chica tenía que reaccionar¡Felicidades!

Al mismo tiempo que el estallido de alegría de Arya se dio un estallido de cuchicheos y la segunda noticia corrió por las 4 mesas dejando caras con expresión desconsolada en las chicas del club de fans del merodeador¡Sirius Black tenía novia, y eso no era todo, su novia no era otra que ¡Marian Nowak!

Remus también sonrió cuando Arya dejó a Sirius y abrazó a su amigo. Le dijo al oído de manera que nadie más lo oyera.

-Felicidades, sufriste lo tuyo para lograrlo… Te dije que debías tomar el reto.

Sirius sonrió y le dijo de igual manera:

-Y veo que tú también seguiste mi consejo… Cuídala Moony.

-Lo haré.

Se separaron sonrientes. Sirius miró a su alrededor con el ceño fruncido.

-¿Y Prongs dónde está? Se enojará cuando sepa que es el último en enterarse…

-Dudo que se enoje… Yo sé algo que tú no. - susurró una voz a espaldas de Sirius. Se volvió sonriente al reconocer la voz de Marian y recibió un corto beso en los labios. Ante este gesto de la Ravenclaw más susurros llenaron el Gran Comedor, muchos de ellos decepcionados… El rumor era verdad…

-¿De verdad¿Qué sabes tú de mi mejor amigo? – le preguntó Sirius en tono de reto pero con una sonrisa.

-Que aparecerá en unos minutos en esa puerta y borrará todos los susurros sobre nosotros que están recorriendo el Gran Comedor en este momento.

Sirius la miró intrigado.

-¿A qué te refieres?

-Míralo por ti mismo.

Marian sonrió y se volvió hacia la puerta, al igual que su novio y sus amigos. En ese momento James apareció en la entrada del comedor de la mano con Lily Evans. Ambos se detuvieron sorprendidos. Como habían pasado la mañana en Hosgmeade no tenían idea del almuerzo especial, así que no esperaban a todo el colegio a esa hora reunido.

Los murmullos se acallaron y todos miraron en silencio a la pareja. Nadie creía lo que sus ojos veían. James miró a Lily, quien estaba sonrojada y visiblemente nerviosa.

-¿Te preocupa lo que la gente diga? – le preguntó en un susurro ansioso. La chica clavó sus ojos verde esmeralda en los suyos y sonrió negando lentamente.

-Ya no más James. Ni por ellos, ni por nada en el mundo te dejaré ir.

El merodeador sonrió y Lily se acercó a él para besarlo apasionadamente.

El Gran Comedor estalló en aplausos, a pesar de algunos sollozos decepcionados de las chicas del club. Todos conocían esa historia, todos la habían sufrido a su manera.

-¡AL FIN! – exclamó Sirius expresando fielmente el pensamiento de todos al tiempo que elevaba los brazos al aire en expresión de triunfo. Luego abrazó a su novia por sorpresa y la besó profundamente. Remus y Arya sonrieron y se abrazaron emocionados viendo a la pelirroja besando apasionadamente al merodeador frente a todo el colegio. Hasta Jessica sonrió complacida.

Todos sabían que James y Lily eran el uno para el otro.

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But, if I let you go (pero si te dejo ir)
I will never know (nunca sabré)
What my life would be (como sería mi vida)
Holding you close to me(manteniéndote cerca mío)
Will I ever see (alguna vez te veré)
You smiling back at me? (sonriéndome)
How will I know (cómo lo sabré)
If I let you go?
(si te dejo ir?)

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F I N

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Y… ¡Se terminó¿Qué les ha parecido? Hoy más que nunca estoy ansiosa de conocer su opinión sobre la forma en que terminé con cada pareja. Me lo pensé mucho como hacerlo y estoy orgullosa del resultado, pero quiero conocer su opinión al respecto de la escena de James y Lily, la de Remus y Arya y las de Sirius y Marian, así como la del final.

Muchas gracias por sus reviews en el capítulo anterior. Las contestaciones aparecerán en mi biografía en unos días, que ahora que ya entré a la U me está costando más tiempo, pero pronto estarán ahí.

Eso es todo por hoy. Nos vemos dentro de una semana si Dios quiere en el epílogo.

Saludos desde Costa Rica

Sara Fénix Black