Este capitulo es un poco corto, pero espero se sorprendan aunque sea un poquito al leerlo, pronto actualizare con mas capítulos.

CAPITULO 14

"Heridas"

La noche ya había caído, el cuarto estaba completamente oscuro, Willy seguía dormido y Gabrielle aunque había tratado de no quedarse dormida, el sueño también la venció, se recostó sobre el escritorio y se quedo dormida.

Ella despertó de pronto, por un momento no sabia donde estaba, prendió una lámpara que se encontraba sobre el escritorio y aunque era una luz débil por lo menos era lo suficiente para alumbrarla a ella y a Willy, que seguía dormido, ella no pudo evitar volver a ver sus manos, y una pregunta asalto su mente.

-"porque Willy, como pudiste hacerlo" – ella estaba de verdad consternada por lo que había visto cuando retiro lo guantes, de repente Willy se empezó a quejar y mover en su cama, Gabrielle volteo a ver un pequeño reloj que estaba sobre el escritorio, las manecillas marcaban ya casi la medianoche.

-Willy? Ya te sientes mejor? – le pregunto ella acercándose a el, se sentó a la orilla de la cama para poder hablar mejor con el.

-me duele la cabeza – dijo el quejándose del dolor.

-si quieres puedo pedirle a un oompa loompa que te traiga una burbuja cura todo.

-eso estaría grandioso – le dijo el – desafortunadamente solo se pueden fabricar una o 2 a la semana, me temo que ya hemos llegado al limite, no se pueden hacer mas.

-entonces una aspirina, seguro que eso te ayuda, talvez no sea tan rápido como una burbuja pero... bueno llamare a un oompa loompa para que te la traiga –ella chasqueo 3 veces los dedos tal como Willy lo hacia, un oompa loompa apareció de inmediato – tráele a Willy unas aspirinas y un vaso de agua, por favor – el oompa loompa hizo una reverencia y salió de la habitación.

Al poco tiempo el oompa loompa apareció con lo que Gabby le había indicado, se las entrego a ella y el pequeño salió de la habitación.

-toma, con esto te sentirás un poco mejor – ella le ofreció las aspirinas y el vaso con agua, Willy se sentó en su cama, tomo las aspirinas, las puso en su boca, tomo agua y se las paso.

-vaya por lo menos son mas fáciles de tomar que la burbuja cura todo.

Willy aun no se había percatado que sus guantes habían sido removidos y Gabrielle aun no le decía nada respecto a lo que vio, pero era algo que tarde o temprano iba a decirle.

El se recargo en la cabecera de su cama y una vez mas cerro los ojos, aunque esta vez no estaba dormido.

-Willy... – hablo ella para comprobar que no estuviera dormido.

-dime – dijo el sin abrir lo ojos.

-tengo que decirte algo, por favor no te vayas a enojar – le dijo ella muy suavemente.

-que es lo que pasa – ahora Willy ya había abierto los ojos y la miraba fijamente.

-escucha, hace rato cuando te traje hasta aquí... – ella tomo una de sus manos y de inmediato Willy sintió la piel de ella, no había ningún guante de por medio y esto a Willy lo tomo por sorpresa.

-me quitaste los guantes... – el dijo bajando la cabeza y mirando sus propias manos.

-si, yo se que no debí hacerlo...

-Claro que no debiste hacerlo! Te dije que no quería hablar sobre eso! – Willy alzo un poco la voz interrumpiendo a Gabrielle

-comprendo que estés molesto pero, yo sentía que ocultabas algo... y no pude evitar ver que era.

-Y aprovechaste la oportunidad cuando estaba inconsciente, verdad! Aun cuando yo te dije que no quería hablar de eso! – Willy estaba gritando cada vez mas fuerte – porque lo hiciste! Porque! – el parecía estar fuera de si.

-porque me preocupas! Maldita sea por eso! – ella también grito – y cuando vi estas marcas – ella tomo las manos de el, las volteo y las cicatrices de unas heridas en sus muñecas alumbradas por la tenue luz de lámpara del escritorio quedaron al descubierto – vi que tenia razón, que algo me ocultabas!

Willy retiro violentamente las manos de las de ella y su vista la clavo en otro lado de la habitación que estaba casi en penumbras.

-yo no quería que te enteraras – esta vez el hablo mas calmado

-y como planeabas ocultarlo? Teniendo siempre ese guantes? No crees que es algo tonto?

-y que mas querías que hiciera! – otra vez el hablo fuerte.

-decirme la verdad! Nada mas que eso!

-tenia miedo... – el puso sus manos sobre su cara.

-miedo de que, de que te dijera que eres un cobarde por no decirme, o que eres aun mas cobarde al haber intentado quitarte la vida cortándote las venas!

-tu no sabes, por lo que he pasado – le dijo el con lagrimas en los ojos.

-todos tenemos problemas, y si, a veces quisiéramos librarnos de todo... pero esa no es la forma – le dijo ella señalando sus manos.

-es que no entiendes! – le dijo – no sabes lo que es estar solo, desde niño cuando mi maldito padre me abandono, me la pase vagando de orfanato en orfanato porque ningún miembro de la familia me quiso llevar! Nadie quería un carga de mas, a los 16 cuando me corrieron del ultimo orfanato, tuve que sobrevivir por mi cuenta! Empecé a realizar mi sueño, cuando empecé a hacer dulces, y a la gente le encantaron, sentí que había encontrado un objetivo en la vida y rápidamente a los pocos años pude abrir mi propia tienda, y ya no me sentía tan solo – dijo el mas calmado – Un día, abrí mi fabrica, tenia mucho que hacer, y la soledad ya no la sentía, yo pensé que por fin iba a ser feliz, pero un día... – la rabia en su voz volvía a aparecer – los malditos avariciosos empresarios que también hacían dulces, enviaron espías a robar mis recetas que daban éxito a mi fabrica, eso me enojo tanto que despedí a cada uno de mis trabajadores – otra vez se había calmado y su voz se empezó a quebrar – y en el momento que cerré la puerta principal y apague todos los sistemas de la fabrica, me di cuenta que estaba solo, y que siempre lo iba a estar... – las lagrimas corrían por sus mejillas, esta vez Gabby no se detuvo y lo abrazo para tratar de reconfortarlo. Ella no dijo nada tan solo consolaba en silencio la pena de el.

-esa misma noche – continuo diciendo el, mientras se limpiaba las lagrimas – me corte por primera vez, fue un corte superficial, no paso a mayores, y sentir dolor, de pronto me hizo sentir vivo, entonces cada vez que me sentía mal, me cortaba... – dijo el mirando sus ya cicatrizadas heridas – un día me fui de viaje por todo el mundo y fue cuando encontré a los oompas loompas, gracias a ellos pude hacer volver hacer trabajar la fabrica, durante las mañanas era el hombre mas feliz del mundo pero cuando caía la noche, la soledad me estaba esperando.

-pero esta marca es muy reciente, Willy... – le dijo ella muy preocupada.

-una noche, estaba completamente oscuro no había nieve cayendo la luna brillaba en el cielo, una noche verdaderamente hermosa, no había absolutamente ningún ruido, tome una decisión, agarre mi navaja de afeitar y corte lo mas profundo que pude aguantar, la sangre empezó a brotar y yo pensaba que ahora si iba a dejar de sufrir, después de todo era una hermosa noche para morir.

-que ocurrió? Porque te detuviste? – le pregunto ella – que fue lo que te salvo?

-Esa noche, Dios había mandado un ángel... – Willy sonrió un poco y Gabby no sabia exactamente porque hacia eso – alguien había entrado a la fabrica a hurtadillas, y por muy decidido a morir que estaba, no podía permitir que nadie se robara mis recetas secretas, así es que me vende las muñecas y empecé a seguir a esa persona desde mi sistema de seguridad.

Gabrielle al oír esas palabras se quedo sin habla.

-eras tu... – dijo el con una sonrisa – cuando supe que estabas aquí para matarme y no para robarte mis recetas secretas decidí jeje... ya sabes

-si divertirte conmigo, mientras yo hacia el ridículo...

-yo pensé que eras una persona horrible, por hacer el trabajo sucio de alguien mas... pero cuando te conocí mejor, me di cuenta y concluí que el destino te había enviado aquí para salvarme.

Gabrielle no daba crédito a lo que sus oídos escuchaban

-teniéndote aquí conmigo, todos estos días... ya no me siento solo y todo gracias a ti – Gabrielle sentía como sus ojos se empezaban a llenar de lagrimas, ella se acerco a Willy y lo abrazo lo mas fuerte que pudo.

-eres el hombre mas raro que jamás haya conocido – ella le decía al oído de el.

-Pues tu tampoco eres la persona mas normal que haya conocido – le respondió abrazándola también.

-Por favor Willy, prométeme que jamás vas a volver a hacer una tontería como esa

-te lo prometo – fue todo lo que dijo.

-será mejor que duermas y descanses, mañana tienes que deshacerte de ese gusano gigante de gomita y explicarme que fue lo que paso.

-tienes razón – su voz sonaba cansada, el sueño lo estaba invadiendo de nuevo.

-te dejare descansar – se separo de el y le dio un beso en la frente. Ella se paro de la cama y se dirigió a la puerta.

-no, espera no te vayas, quédate conmigo – le pidió el sentado en la cama.

Gabrielle dudo un poco ante la propuesta de Willy, pero el había abierto viejas heridas, todo por contestarle a ella sus preguntas, ella regreso sobre sus pasos en el camino apago la lámpara que se encontraba en el escritorio, la habitación quedo a oscuras, con dificultad llego hasta la cama. Willy se quito los zapatos y acomodo las cobijas para que ambos se pudieran acostar, cuando ella se sentó sobre la cama, se quito los zapatos también, se metió debajo de la cobijas junto con el. Ella pudo oler el aroma de Willy en toda la cama, se volteo sobre su lado izquierdo donde se encontraba Willy, subió su mano y acaricio su terso cabello.

-Buenas noches – le dijo ella, recorrió su mano a su mejilla, se acerco a el y deposito un suave beso en sus labios.

-gracias por estar conmigo – le dijo Willy ya con los ojos cerrados.

Al poco tiempo ambos quedaron profundamente dormidos, Willy por esa noche descansaba como no lo había hecho en mucho tiempo, la serenidad de la noche envolvía a ambos, había sido un día extraño y difícil, la mañana ya llegaría y ya habría tiempo de enfrentar futuros problemas, mientras tanto un dulce sueño los confortaba.