Capitulo II
"Las cavernas Centelleantes"
al fin habían salido del bosque de Fangorn. Legolas miraba hacia atrás, con ojos nostálgicos, mientras que Gimli miraba al frente, ya se podía avistar el Abismo de Helm.
bueno, esta será la ultima visita. ¿qué haréis después de esto, maese elfo? ¿volveréis a vuestro bosque? – pregunto Gimli.
... no lo sé. Y prefiero no saberlo hasta el final. Por el momento, dediquémonos a visitar las cavernas. – contesto Legolas.
Llegaron al portón del Abismo, ya estaba arreglado, pero sin embargo se notaban algunas marcas de la guerra.
Se adentraron un poco en el patio de piedra, y enseguida dos guardias se plantaron delante de ellos.
quienes sois? – dijo uno de ellos.
Mi nombre es Legolas, hijo de Thranduil. El es Gimli, hijo de Gloin.
En ese instante fueron interrumpidos.
mis queridos amigos! – era un voz familiar, alguien que les había echado una mano en ese mismo lugar, en la guerra del Anillo.
Mi señor Éomer! – saludo el guardia.
Éomer... – afirmo Legolas.
Cuanto tiempo, ¿qué os trae por estos lugares? – pregunto el ahora rey
Bueno, simplemente estábamos saldando deudas – dijo Gimli. Éomer no pareció comprenderle.
Veníamos a visitar las Cavernas Centelleantes. Venimos del bosque de Fangorn. – explico Legolas.
Oh, ahora comprendo, yo mismo os acompañare a las Cavernas si así lo deseáis.
Será un placer – acepto el elfo.
Bajaron las escaleras hacia las cavernas, podían ver a gente trabajado, arreglando los estropicios de la batalla de Helm que aun estaban presentes. Mientras lo hacían podían ver el dolor en sus rostros. Seguramente la mayoría de ellos habría luchado en esa batalla, y habría perdido a algún ser querido, o a algún amigo. Legolas podía verlo en sus ojos.
Avisto a un joven, no tendría mas de quince años, pero allí estaba, con una herida en el rostro que aun no había cicatrizado del todo, y unas vendas por sus brazos; el muchacho portaba un madero para reparar una puerta.
Todo estaba en silencio. Nadie hablaba, el silencio era tan sepulcral que llegaba a ser turbador, y hacer sentirte incomodo, e incuso Gimli y Legolas entristecieron sus rostros. La pena era contagiosa.
ha sido así desde que acabo la batalla? – pregunto Legolas.
Si... pero acabas acostumbrándote. – respondió Éomer – aun tienen esperanza amigo, Aragorn les trajo esperanza, les enseño que no debían rendirse, y les enseño que incluso ellos, campesinos y menguados, podían vencer. Hacen todo esto para salir adelante...
Es un gran valor – puntuó Gimli.
Si... ah, ya hemos llegado. Las Cavernas Centelleantes – dijo Éomer orgulloso.
Elfo y enano miraron hacia arriba todo lo que sus cuellos les permitían, aquello era impresionante. Lo recorría un suave helor fresco producido por las estalactitas de color plata y azulados brillantes.
Comenzaron a andar, conversando y a la vez admirando el gran y majestuoso lugar.
FIN DEL CAPITULO DOS
Mornië McDouglasBueno, este cap me quedo algo corto, pero es que estuve un tiempo sin teclado y tenia prisa en actualizar P jeje, aun así espero que os guste, y recordad, los reviews son la base de la vida de todo escritor