Bueno, esta 2da parte es para quienes odien a la Chocha tanto como yo, y NO quieran que ella se quede con Harry...
Esta parte no es tan poética como la anterior, y prefiero mil veces la 1era, pero debido que casi todos los lectores (incluso yo misma) preferimos que Ginny se quede con Harry, pues vamos a darle un final relativamente feliz
El único problema es... que las cosas no mejoran aquí...
No podía hacer mejorar las cosas de una vez, sería muy irreal. Así que haré la continuación en dos partes.
Mil disculpas por haberme tardado eternidades... mi disco duro está agonizando lentamente --u (pero la buena voluntad hace milagros, jejejeje)
Disclaimer: Los personajes no son míos, por supuesto (creen que seguiría estudiando en el Polimodal y viviendo con mis padres si así fuera --u?)
Gracias a Marianne Jordan y Akasha Mayfair por animarme a seguir escribiendo (y betear esto, como espero u)
Dedicado a Leily (te quiero mucho, mi sly snake o)
Capítulo 2 "Elecciones"Ginny corría por los pasillos, lanzando maldiciones a todo lo que se interpusiera en su camino.
Fulminó con la mirada a un grupo de Hufflepuffs, mientras entraba por una puerta hacia el corredor del ala oeste, zona Ravenclaw.
Sus ojos chocolate se estrecharon hasta formar una fina línea.
Lo último que Hermione le había contado, terminó con su paciencia.
Los últimos meses habían sido una prueba constante, y tuvo que esforzarse al máximo para mantener su máscara de fría indiferencia y no estallar en sollozos desesperados.
Hermione fue un gran apoyo para eso. Ginny no sabía a ciencia cierta cómo se había dado cuenta, pero supuso que simplemente la otra chica había atado cabos con más lógica que el resto de sus compañeros, y llegado a la irrefutable conclusión.
Gracias a ella, Ginny se enteró de la peor de todas las atrocidades de la nueva novia de Harry. Y algo en su interior estalló.
¡Chang!- gritó Ginny fuera de sí, blandiendo la varita y acercándose a grandes zancadas a un grupo de Ravenclaw de séptimo.
Una chica muy bonita, de largo cabello negro y rasgos orientales; se encontraba cotilleando con una chica de abundante cabello rizado y pasamontañas azul, y un bello chico de ojos miel y abundante cabello rubio.
Ah... Weasley... –murmuró Cho, mirando a Ginny con una sonrisa falsa- ¿Qué quieres, niñita?
Ginny enrojeció de ira: "Niñita?"
Cállate antes que te eche una maldición- siseó la pelirroja, mientras chispas rojas brotaban de la punta de su varita.
La sonrisa de Cho se ensanchó con malignidad al comprender el porqué de la ira de la pequeña de los Weasley.
Ya comprendo... - repuso Cho con lentitud (1) – Tu amiguito no te escogió, ¿verdad?. Me eligió a mí. Tendrás que buscarte otro príncipe azul, porque él es mío, sólo mío. Y nunca será tuyo, niña-
Las palabras de la venenosa Ravenclaw golpearon fuertemente a Ginny. Ella sabía que sólo lo decía para lastimarla, pero algo en su interior le decía que Chang estaba en lo cierto. Que había perdido a Harry.
Abrió los ojos, sin recordar que los había cerrado, y al ver a Cho, Marietta y Davies riéndose de ella, sintió hervir su sangre.
¡Perra!- chilló Ginny, y antes que nadie se lo impidiera, le asestó un puñetazo en la nariz. Cho, sangrando abundantemente, la tomó del cabello y comenzó la pelea.
Maleficios, golpes de puño, contramaleficios, patadas, mordidas, encantamientos y codazos se mezclaban en una verdadera batalla entre la Gryffindor y la Ravenclaw.
El resto de los alumnos hicieron un corrillo a su alrededor, y los mas inescrupulosos hacían apuestas, mientras Roger Davies iba por McGonagall y Flitwick.
Harry apareció en el corredor con Ron y Hermione, y al ver el cuadro, comprendió de inmediato lo que sucedía, e intentó separarlas.
Ginny, sangrando en el labio y con una extraña erupción en el brazo izquierdo, esquivó una patada de la oriental, y le lanzó un maleficio de mocomurciélago. Chang, con el tabique roto y la mitad de la cara quemada por un incendio, recibió el impacto, y comenzó a pelear contra los mocos de un metro de largo, cuando de repente éstos desaparecieron.
Snape avanzó entre le muchedumbre, que se abría para dejarle paso hasta el "ring".
Un silencio sepulcral se había apoderado del comedor, sólo se oía el fru-fru de la capa de Snape al rozar contra su túnica (babas de la autora xD)
El profesor llegó hasta las chicas, y les dedicó su temida sonrisa siniestra, señal inequívoca de que serían fuertemente castigadas.
Bueno...-susurró Severus con voz suave- Serán cuarenta puntos menos para Gryffindor, y cuarenta menos para Ravenclaw... Potter, ¿qué hace aquí? ¿estaba peleando también?
Sólo intentaba separarlas, señor- respondió Harry rápidamente, antes que Snape le quitara mas puntos a Gryffindor.
¡Qué enternecedor!- dijo Snape con sorna- San Potter trayendo la paz a Hogwarts. Diez puntos menos para Gryffindor por querer hacerse cargo de asuntos que no son de su incumbencia.
Harry decidió que era mejor guardarse la réplica. Si Snape le seguía quitando puntos a Gryffindor, Slytherin podría ganar la copa.
En ese momento, McGonagall y Flitwick entraron en el corredor. Ordenaron a la callada multitud volver a sus salas comunes y se llevaron a las contrincantes a la enfermería. Snape iba a seguirlos para asegurarse de que las castigaran duramente, cuando algo llamó su atención: unos pergaminos enrollados y atados con una cinta roja, tirados en el piso.
"Como sea un ensayo de pociones, le pondré una T ahora mismo"pensó con malicia al levantarlos. Comenzó a leerlos, y una sonrisa torcida se formó en su rostro.
Hermione reconoció los pergaminos que Snape estaba leyendo, y palideció de golpe.
¡Profesor! ¡Eso es privado!- gritó, saliendo de la fila de los alumnos que esperaban para Encantamientos, y dirigiéndose hacia el profesor, que ya abandonaba el corredor hacia el Gran Salón.
Snape miró a Hermione con superioridad.
Señorita Granger, esto no es suyo, y no tiene ningún derecho a reclamarme nada por leerlo. Así que le sugiero que cierre el pico, vuelva a la fila y no me inoportune; a menos que quiera pasarse todas las tardes castigada hasta que egrese- siseó Snape.
Hermione palideció aún más, y luego enrojeció vivamente. Ron pasó un brazo alrededor de sus hombros, en gesto protector, mientras fulminaba con la mirada a Snape. Harry, en cambio, no despegaba la vista de los pergaminos desenrrollados. Había reconocido la letra de Ginny.
Profesor, eso le pertenece a Ginny Weasley- replicó.
¿Es de mi hermana? Démelo- exigió Ron
No está en condiciones de exigirme nada, Weasley- gruñó Snape peligrosamente- Pero se lo daré. Creo que al señor Potter le incumbe esto- agitó los pergaminos delante de los ojos de un enfurecido Ron y una aterrada Hermione, antes de dárselos a Harry.
Con una mirada curiosa, Harry los tomó y comenzó a leer, palideciendo a cada momento, mientras Snape lo miraba con vengativo placer.
El ojiverde no podía creer que aquellas palabras fueran de Ginny. A sus ojos, la pelirroja era como su hermana pequeña, y le asombraba descubrir aquellos sentimientos tan ocultos... Cada extraña actitud de Ginny tomaba ahora significado para él... los llantos, aquellos días en los que estaba triste sin causa, cuando no comía porque simplemente "no tenía hambre".
Comenzó a sentirse confundido. Snape simplemente se inclinó hacia él y le murmuró al oído:
Que tenga un buen día, señor Potter-
Luego, se marchó por el corredor sonriendo malévolamente; mientras Hermione lo miraba con furia contenida, y Ron iba de uno al otro buscando explicaciones.
Hermione, exasperada, lo jaló de un brazo y entre susurros le explicó lo que sucedía, mientras Harry miraba al vacío, absorto en sus pensamientos.
Ginny se encontraba en la enfermería. Le dolía cada músculo y hueso del cuerpo, pero estaba decididamente mejor que Chang, que tenía la mitad de la cara cubierta con un emplasto naranja, la nariz escayolada y vendas en donde la pelirroja le había arrancado el cabello.
Por un lado, se sentía satisfecha de haberle demostrado quien mandaba, además que Cho continuaba inconsciente; pero por otro lado, se sentía miserable: su secreto había sido el precio que pagar. Su secreto, guardado celosamente durante cinco años, se había revelado frente a todo el colegio, sólo por una tonta escenilla de celos.
Madam Pomfrey entró en la enfermería con unos frascos de poción. puso la mayoría en la mesita de Cho, y luego se dirigió hacia Ginny con una botellita de cuello ancho. Se lo vertió encima del sarpullido del brazo, y luego lo vendó.
En uno o dos días podrás irte. No es una maldición muy potente... en cambio ella- miró hacia la cama de Cho con semblante serio.
Digamos que peleo mejor- dijo Ginny sarcásticamente, ganándose una mirada severa de la enfermera.
Venía a avisarte que tienes visitas- añadió Madam Pomfrey, dirigiéndose a su despacho.
Por favor, si es McGonagall, échela- suplicó Ginny. La Jefa de Gryffindor le había gritado hasta quedarse afónica durante su última visita, escandalizando hasta a Madam Pomfrey.
No es la profesora McGonagall- replicó la enfermera, abriendo la puerta con la varita antes de desaparecer dentro de su despacho.
¿En qué estabas pensando?- le preguntó Hermione, entrando en la enfermería y acercándose a la cama de Ginny.
¿En Harry?- aventuró la pelirroja, consciente que Hermione estaba molesta.
Harry se dio cuenta. Fuiste muy ovbia, Gin-
Pero ella se lo merecía. Es una perra- gruñó Ginny, mirando de soslayo a la destrozada Ravenclaw.
Pero te rebajaste a su nivel... y además, eso no quita que esté mal- replicó Hermione poniendo los brazos en jarra.
Iba a seguir con su perorata, pero se detuvo de inmediato al ver la cara entre horrorizada y sonrojada de Ginny... lo que solo podía significar una cosa.
Volteó, y se encontró cara a cara con Harry, que la miraba impasible.
¿Mione, podrías ir a la Sala Común, por favor?- preguntó Harry, sin quitarle la vista a la muy colorada pelirroja.
Hermione dudó, Ginny parecía necesitar toda su ayuda en ese momento...
Ahora- gruñó Harry secamente.
La castaña asintió y salió de la enfermería. Su amigo no le hablaba así a menos que la situación fuera seria. Suspiró y se dirigió a la torre, rogando que sus amigos se reconciliaran, y que todo saliera bien para la pelirroja.
¿Por qué haces esto, Ginny?- preguntó Harry, sentándose a su lado.
Porque nos quiere separar- dijo Ginny, mirando con rabia mal contenida a la inconsciente Cho.
Ella sólo tiene celos tontos-respondió Harry negando con la cabeza- Le dije que no me gusta verla tonteando con Roger Davies, y ella me dijo que no le gusta verme contigo...
Roger Davies está enamorado de ella- lo cortó Ginny.
Y tú, ¿no estás enamorada de mí?- contraatacó Harry, fijando en ella sus ojos esmeralda.
Ginny iba a contestar "No", pero algo en aquellos ojos la hipnotizó. Ese verde profundo que la derretía, le enloquecía cada segundo de su existencia...
Sintió esperanza, además de la angustia... y contestó:
Si...- susurró- Me gustabas de niña, pero ahora estoy enamorada de ti... Te amo, Harry.
Lo sabía -repuso él- Sólo quería oírlo de ti.
Ginny se quedó de una pieza. Se esperaba algo mas como "Ginny, comprende, a mi me gusta Cho" o (en lo profundo de su alma) un "Yo también te amo"
Harry, al notar su incomprensión, sacó del bolsillo de su túnica el fajo de pergaminos.
Ginny palideció de golpe.
¿Estuviste hurgando entre mis cosas?- preguntó acusadoramente, mientras lo miraba algo turbada por lo que decían los reveladores pergaminos.
¡Yo no fui! –Harry se puso a la defensiva- El profesor Snape...
¡¿El profesor Snape!- gritó Ginny, horrorizada.
...los encontró en el campo de batalla- terminó Harry sarcásticamente.
La pelirroja lo miró con aprensión. El ojiverde parecía verdaderamente molesto.
Ginny... debes comprender. Yo no la voy a dejar, aunque me lances un cruciatus. Puedes hacer lo que quieras, pero yo consideraba que como mi amiga me apoyarías siempre... veo que me equivoqué...
Ginny abrió los ojos con incredulidad: ¿Acaso ella no lo había apoyado? ¿no había sido una amiga, una consejera? ¿un apoyo en todo momento? ¿se había olvidado él de todas aquellas noches en las que ella se quedaba con él en la sala común, secándole las lágrimas, reconfortándolo?
Harry, creo que estás equivocado. Yo no mezclé lo que siento con nuestra amistad. Te quiero como un hermano, y espero que eso no cambie... aunque por otra parte, te amo tanto que siento que mi corazón sangra si estoy lejos de ti.
No quieres que esté con Cho, por eso la atacaste. No te mientas a ti misma.
¡No es eso, Harry! ¡Por favor, compréndeme!. Ella quiere separarnos como amigos. Sé que tu amistad es todo lo que voy a obtener de ti, y no es poco, créeme. Pero no voy a permitir que esa perra me prive de eso.
No-le-digas-perra –siseó Harry, furioso- No la conoces. Es una chica muy buena, tierna y dulce. Podrían haber sido amigas...
La pelirroja rió sarcásticamente.
Claro... una chica linda, buena y dulce que quiere ser mi amiga... sólo tu puedes creerte eso, el típico gryffindor ingenuo... Te está usando, y tu te dejas...- comenzó a decir en un tono ponzoñoso, similar al de Snape al criticar un trabajo gryffindor en clase.
Harry... cariño...-jadeó una voz algo cascada, pero que aún conservaba su tono afectado de falsedad y superficialidad que le era tan característico.
Cho se había incorporado en la cama, y miraba con cara estúpida todo lo que ocurría.
Harry se levantó con rapidez, y se sentó sobre la cama de Cho, abrazándola.
Ginny puso los ojos en blanco. "La que faltaba" pensó, tomando su varita de la mesa de noche.
Harry percibió el movimiento, y gruñó.
No le vas a hacer daño. No más del que ya le has hecho.
No tenía pensado hacerlo. No vale la pena la expulsión por ella. Es perfectamente capaz de matarse sola, seguro que es tan idiota que puede confundir un ingrediente y morir quemada de una explosión ácida...
Harry dio un golpe en la mesilla de noche. Estaba completamente furioso.
Yo la amo, Ginny. Estoy enamorado de ella, y ella lo está de mí. Y nunca podrás gustarme, por mas cosas que hagas. No tienes oportunidad contra una mujer como ella...- siseó, con el mismo tono ponzoñoso, rezumando veneno por cada una de aquellas palabras, desgarrando el ya lastimado corazón de la pelirroja.
¿Ves, Harry? ¡Yo sólo quiero ser su amiga! Ella es la que no para de agredirme...
No quiero oírte, zorra- le espetó Ginny. No podía sentir ira, dolor, sufrimiento... sólo podía sentir odio en ese momento, un odio profundo e irrevocable por la Ravenclaw. Decidió irse de la enfermería, antes de echarle un maleficio a la Changa.
Movió su varita y con un encantamiento se vistió con el uniforme limpio que los elfos le habían llevado. Salió de la enfermería con aire indiferente, aunque en lo profundo le lastimó ver como su hermano por elección le traicionaba de la peor forma...
"...Dolor. Sólo dolor puedo sentir ahora.
Tantas esperanzas rotas.
Los castillos que construí en el aire cayeron sobre mi cabeza con estrépito.,
Te di mi corazón, mi alma y mi amor; y los rompiste en mil pedazos.
Intento convencerme de que si hubiera tenido el valor de decirte toda la verdad de una vez, todo hubiera sido diferente, pero es mentira. Los sentimientos no cambian, ni siquiera con los deseos mas profundos del corazón.
No te importó siquiera nuestra amistad. O quizás sólo para mí fue amistad.
Me necesitabas mientras convencía a la Ravenclaw para que estuviera contigo de nuevo.
Luego, no tuviste ningún reparo en desecharme como algo usado, inútil; sólo bastó una orden de tu "amada, buena e inocente novia".
¿Sabes Harry? El amor no es descartable.
No puedo eliminar lo que siento por ti, porque por mas que me duela, me lastime y me odie por ello, te amo.
Pero lucharé con las fuerzas que me quedan para extirparte de mi corazón. No permitiré que me sigas lastimando, ni seré tu esclava o tu juguete nunca más.
Para mí, estás muerto a partir de ahora. Quédate con la china Ravenclaw...
Cuando ella te deje, sentirás lo mismo que siento ahora. Y tal vez, madures y te des cuenta de lo que perdiste."
Ginny enrolló el pergamino y lo ató con una cinta púrpura, levantándose de la suave tierra que había debajo de su árbol favorito. El pecho le dolía al respirar, y sentía que en cualquier momento se convertiría en una sucesión de sollozos histéricos.
Pero algo la alivió: Esperanza.
Tal vez, su chico ideal estuviera ahí fuera, esperándola. Alguien que no la usara ni le rompiera el corazón en mil pedazos.
Entre los ríos de plata que surcaban sus mejillas, una pequeña sonrisa se dibujó.
Entre los matorrales, alguien sonrió también. Solo esperaría el momento justo.
Quería sanar sus heridas...
Grax por la paciencia, y prometo no hacer esperar tanto para la continuación .
Reviews:
la-sifri: A mi también me da asco imaginarme Chochitas de ojos verdes lloronas y Harricitos chinos de poco seso... así que... sé que no te va a gustar esta parte... pero es necesaria, quiero plasmar la estupidez del género masculino, jejejeje. Harry leyó la carta, pero supo al instante de quien era... tomé tu idea a medias, jejejeje. Muchos besos, y no me mates al menos hasta haber leído el capi 3, donde se arregla todo. Besitos!
Kroli: Esa es la idea! Bonito y triste... mas triste que bonito en mi opinión... pero no es mi opinión la que importa, sino la de ustedes, los lectores n.n
Con lo de constructivas, me refiero a que si no te gusta, me digas por qué, para arreglar lo malo y mejorar mi forma de escribir n.n
No me va mucho lo de asesinar personajes... excepto la Chocha Changa, claro...
Me alegro que te haya gustado, y que te guste también el capi 2.
April:Hola mi sister! n.n. Ya sabía que estarías por aquí xD. Aquí está el 2do capi, espero que puedas leerlo. Gracias por pasarte, no se que haría sin el apoyo de mis sisters u.u
Kiiandy Black; Yo tampoco quiero que se quede con Cho, pero por exigencias del guión, Harry se comporta como un idiota antes de recapacitar (comprobando la creencia popular de que los hombres carecen de cerebro xD)
Lo del pelapapas... no se como incluírlo sin perder la línea dramática... ya se me ocurrirá algo (sonrisa maquiavélica)
Besitos!
Danybel: n.n grax por pasarte! Intento que sea bueno, aunque no le llega ni a los talones al tuyo u.u (este es aburrido comparando... no hay gente muerta despellejada ni nada de eso... u.u) besitos!
Akasha: Sí, todos los revis coinciden con lo mismo (estoy pensando en hacérselo leer al primario "Mira esto! Nueve personas coinciden en lo mismo. Eres un idiota" xDD.
Grax por betear, sister! y por venir a mi rescate! Eres un sol n.n
Marin Black: Gracias por decirme tantas cosas bonitas n.n. Menos mal que no puedes verme, quedé roja como un tomate xD. Si, ya lo sé u.u... ¿de donde crees que salió esta historia?. Los hombres son todos imbéciles o algo ¬¬.
Grax por pasarte, Marin! Muchos besitos! (y te veo en el msn, si no te desaparecés de nuevo xD)
lesly-radcliffe: grax por pasarte y dejar revi. Ojalá nadie tuviera que pasar por lo que pasa Ginny... pero los hombres son estúpidos por naturaleza...
Besitos!
Ali: Dios! No! Pensé que había dejado claro que no me gustaban los Harry/Cho !. Pero todo debe empeorar antes de empezar a mejorar...
Es un honor que una escritora tan buena como tú me felicite, de nuevo estoy ruborizada, jejejeje. Aún me asombro de que Akasha me dijo que no tenía ningún error el fict O.o. Tal vez sí estoy mejorando n.n
Estoy escribiendo un Harry/Sev (sabes que es mi pareja favorita) cuando lo suba, estás invitada a leerlo (no será tan bueno como los tuyos... pero intentare dar lo mejor de mí)
Muchos besitos, gracias por tomarte la molestia de pasarte por aquí!
A los que leyeron sin dejar revi: Bueno, gracias por leer. Me siento feliz con pensar que he hecho deprimir a varias personas, jejejejeje. Pero que les alegrará leer el 3er capi cuando lo suba... sólo eso (es una tontería, pero tenía que decirlo :P)
Un poco de paciencia más, cuando lo termine, subiré el final! Gracias por estar!
Carly McKinnon
