Capítulo 2
Harry miró sin comprender porqué se había ido tan rápido, pero volvió a ver a Ginny.
- "Vamos Ginny, no eres la misma de antes, cuéntame que te pasa!", dijo Harry sentándose con Ginny.
- "No me pasa nada! En serio Harry!", respondió Ginny sonriendo.
- "Aunque sonrías, tus ojos están tristes Ginny, no me engañas!", dijo Harry viéndola fijamente. Ginny sintió escalofríos. Nunca hubiera creído que Harry se estuviera dando cuenta de lo que le pasaba. Es más, ni siquiera se hubiera imaginado que Harry conociera sus ojos.
- "Ay Harry, estás viendo cosas… mejor me voy a dormir", dijo Ginny levantándose.
- "Vas a dejara que te hipnoticen mañana Ginny?", preguntó Harry mientras veía que Ginny se alejaba.
- "Supongo que si, tengo curiosidad", dijo Ginny volteando a ver a Harry. Luego siguió caminando hasta entrar a su habitación.
Harry se quedó pensativo. Sin duda algo le pasaba a Ginny, sus ojos no lo engañaban. Sin embargo, se cansó de pensar en las causas probables y se fue a dormir. Ron y Hermione no llegaban aún. Esos dos, mejor que Ron le confesara de una vez a Hermione lo que sentía. Cualquiera se hubiera dado cuenta de que el sentimiento era mutuo. La siguiente mañana sería un día perfecto, cumplía un mes con Cho y en la noche esperaba escuchar que Cho y él habían compartido lo mismo en otra vida.
A la mañana siguiente, Harry se despertó temprano y bajó las escaleras hacia el comedor. Llevaba en sus manos una caja adornada con joyas mágicas que contenía el regalo que le iba a dar a Cho. Sin embargo, justo antes de entrar al comedor, escuchó unos susurros detrás de una estatua.
- "Te amo, yo también te amo, pero no puedo estar contigo ahorita. Solo dame unos días más. Solo espera a que corte con Harry. Comprende que no puedo hoy, cumplimos un mes y el pobre iluso…" No pudiendo resistir más la tentación, Harry se asomó detrás de la estatua, solo para descubrir a Cho y a Dean Thomas abrazados. Ambos lo miraron aterrorizados.
- "El pobre iluso que?", dijo Harry, pero no se le ocurrió otra cosa que decir. Era una situación muy incómoda.
- "Harry, yo…", dijo Cho intentando explicar algo. Harry no escuchaba. Se dio la vuelta y caminó cabizbajo y triste hacia la sala común. Subió las escaleras sin darse cuenta y antes de llegar dos lágrimas silenciosas resbalaron por sus mejillas. "Cómo había podido hacerle esto? El que tanto la quería, que hacía todo por ella, que hubiera dado su vida por ella?". No podía explicárselo, estaba más allá de su entendimiento. Al entrar por el retrato, se encontró a Ginny que iba saliendo.
- "Hola Harry, como estas?", preguntó Ginny.
- "Hola Ginny, muy bien, y tu?", respondió Harry rogando por que Ginny no se diera cuenta de sus ojos llorosos.
- "Estás bien Harry? Pasó algo malo?", preguntó Ginny preocupada. Harry, al ver que no tenía otra salida, pues de todas formas se iban a enterar luego de que había terminado con Cho, le contó todo.
"Ay Harry, lo siento tanto, en verdad", dijo Ginny sintiendo realmente lástima por Harry. Se veía tan triste y desconsolado. En ese momento se dio cuenta de que prefería ver a Harry contento aunque fuera con otra a verlo triste y cabizbajo. "Vamos Harry, anímate, hay muchas otras chicas que se mueren por estar contigo!", dijo Ginny para animarlo, aunque sintiera celos al decirlo.
Harry sonrió tristemente a Ginny. No sabía porqué, pero con su sola presencia, Ginny siempre hacía que Harry se sintiera bien.
- "Ven Harry, tienes que desayunar algo, parece que te vas a desmayar!", dijo Ginny jalando a Harry.
El comedor todavía estaba vacío, era temprano aún y la mayoría se levantaría tarde. Cho y Dean no se veían por ningún lado, sin duda estarían juntos riéndose de Harry en algún sitio mas privado.
- "Y tu Ginny? Que hacías tan temprano levantada?", preguntó Harry tratando de no pensar en Cho.
- "No podía dormir", contestó simplemente.
Después de un rato vieron bajar a Ron y Hermione. Se sorprendieron al verlos sentados, porque suponían que Harry iba a estar todo el día con Cho.
