CAPITULO 18

El ambiente que se respiraba en la habitación estaba lleno de tensión. Todos los hombres daban vueltas por la habitación, chocando unos con otros, soltando de vez en cuando alguna exclamación de impotencia o golpeando lo que fuera que tenían más cerca. Las mujeres, mientras tanto, estaban sentadas en los sillones, mirando hacia todos lados, como buscando algún punto en el que poder clavar la mirada para encontrar alguna solución para aquello que estaba ocurriendo.

-cuanto tiempo ha pasado ya? –volvió a preguntar Ron mientras esquivaba a su hermano Charley

-lo has preguntado hace 15 minutos, suma –contestó Harry con la vista fija en el suelo y sin dejar de caminar.

La puerta se abrió de repente y por ella entró un hombre vestido de negro, desde arriba hasta abajo, tenía la cara cubierta por la ancha capucha de la túnica y por un momento todos los que estaban en la habitación se pusieron en guardia, pero al ver el efecto que estaba causando se bajó la capucha.

-Bill! ¿Tienes noticias? –la voz de Arthur sonó ronca, casi no le salían las palabras

El chico negó con la cabeza y entró en la habitación

Hermione, todavía con el vestido de novia puesto, se levantó y se dirigió hacia la ventana. La ciudad estaba oscura y sin movimiento, desde lo ocurrido hacía apenas unas horas todo el mundo había vuelto a sus casas, esperando a que los llamaran en caso de que necesitaran ayuda. Hermione solo se encontró con una ciudad fantasma. Se dirigió hacia la puerta y salió por ella.

-a donde vas? –preguntó la voz de Arthur

Hermione no respondió y salió en silencio. Salió del castillo, el aire frío la golpeó en la cara y en el cuerpo. Caminó hasta llegar a los jardines, en los que se encontró con Draco, caminando sin parar en círculos. Hacía a penas unos minutos que se había ido de la habitación, lo cual no era de extrañar, porque Arthur no dejaba de echarle las culpas de todo lo ocurrido.

-Draco –le llamó antes de llegar a donde estaba para no sorprenderle, estaba tan absorto en sus pensamientos que no se enteraba ni del frío que hacía

-Hermione! ¿Hay noticias? –preguntó con la esperanza brillando en sus ojos.

-no, Bill no averiguó nada.

Bill había salido hacía unas horas y había estado recorriendo la ciudad, en busca de información, tal vez en alguna taberna habían visto u oído algo… con él se había ido parte de la guardia; Draco había querido ir también, pero Arthur lo había impedido, y aunque al joven poco le importaba lo que el dijera, tuvo que darle la razón a Hermione cuando esta dijo que lo mejor sería que esperara. Nadie en la ciudad hablaría con un Malfoy y lo único que conseguiría sería aumentar el desconcierto y el pánico entre la gente.

-volveré a casa, hablaré con mi padre.

-pero ¿y si todavía esta cerca?

-y si no? Hermione ¿Qué otra cosa puedo hacer? Si quisieran algo a cambio de ellos ya habrían avisado hace tiempo.

-pero…

-te tendré avisada, y espero que tu hagas lo mismo.

-por supuesto

Ambos se despidieron con un simple movimiento de cabeza. Draco se dirigió con paso rápido a las cuadras, allí podría coger un caballo y tal vez podría llegar a su casa antes de que amaneciera.

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La habían llevado a una habitación grande y espaciosa. Parecía un gran salón de baile. Cinco grandes ventanas con vidrieras de colores adornaban cada una de las grandes paredes, durante el día a través de esos cristales debía entrar una gran luz convertida en rayos de colores, pero en ese momento la luz de la oscuridad solo daba un aspecto mas sombrío al penetrar en la habitación. En el centro de la habitación había un gran suelo despejado de cualquier tipo de decoración. Justo en frente de Ginny había un piano y al otro lado, la puerta por la que había entrado. La habitación no contaba con más decoración que esos pocos detalles.

-te gusta? –Wood apareció a su lado, ella ni siquiera se había percatado de su presencia.

-donde está Jack?

-está durmiendo, ¿De verdad quieres que lo despierte?

-si

esta bien, tu eres su madre –se dirigió hacia uno de los sirvientes que esperaba de pie en la puerta, esperando cualquier orden. Wood hizo una seña. El hombre asintió y salió de la habitación con paso apresurado.

Ginny respiró aliviada, pensando que pronto tendría a su bebé nuevamente con ella. Ya había perdido la cuenta de todo el tiempo que llevaba ahí encerrada, le parecieron años, aunque tal vez solo habían pasado horas. Wood caminó alrededor de ella, mirándola sin pestañear y con el reflejo del deseo en sus ojos negros como la oscuridad que entraba a través de las cristaleras.

El llanto de un bebé que se hacía cada vez más sonoro les sacó a ambos de su ensimismamiento. Al sentir la presencia de su hijo GInny se giró y salió corriendo rumbo al hombre, que le entregó al niño que se hacía en lloros por hambre, cansancio y miedo. Lo acunó contra su pecho y le besó en la frente. Necesitaba comer.

-sabes, el día de tu boda con Potter me quedé sorprendido por la aparición de Malfoy, todo un escándalo –Wood se dirigió hacia uno de los grandes ventanales y miró a través de ellos-. Aunque supongo que en el fondo debo darle las gracias a Malfoy… había renunciado a ti creyendo que después de que te casaras con Potter ya no tenía ninguna esperanza, pero la cancelación fue como una segunda oportunidad –la miró para ver su reacción. Ella lo miraba fijamente, apretando a un Jack más calmado contra ella- te dejaré sola para que le des de comer, si prefieres otra habitación donde estés más cómoda solo tienes que avisar.

La pelirroja soltó un suspiro de alivio al verse sola, pero antes de que la puerta se cerrara y Wood desapareciera por ella, dijo algo que hizo vibrar su cuerpo:

-bienvenida a casa

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Blaise caminaba alterado por la habitación, el plan no estaba saliendo tal y como él pensaba. Él creía que la Weasley era solo una moneda de cambio, algo para atraer a Draco. Sabía que Wood había estado muy interesado en ella, pero creía que era algo físico, tal vez disfrutar de ella un poco y luego centrarse, pero es que resultaba que Wood se había enamorado y la verdadera razón por la que la tenía ahí era para quedarse con ella. Todas las ideas que se habían estado formando en su cabeza, todos los planes, el dinero, el poder, la gloria… todo se había estrellado contra el suelo al ver la mirada que Wood le dirigía a la pelirroja y al mocoso. Y lo peor de todo era que no podía enfrentarse a él, no solo estaban en su castillo, sino que Wood era muy poderoso, y él demasiado cobarde como para revelarse.

-como puedes estar ahí tan tranquila? –gritó Blaise acercándose a Pansy, necesitaba liberar toda la frustración antes de que Wood llegara.

-que pasa?

-como que qué pasa? ¿Es que no te das cuenta?

-darme cuenta de que?

Antes de que Blaise pudiera contestar la puerta se abrió y por ella entró Wood, con una sonrisa de oreja a oreja.

-que hacéis aquí? –Preguntó cambiando la expresión de su cara- es igual –con un ademán se dirigió hacia una de las estanterías que cubrían las paredes y busco entre los libros un título específico.

-cuando avisarás a Draco? –preguntó Pansy

-a Draco? –Wood dejó de buscar el libro y se giró hacia su interlocutora

-claro, era el trato. Tú conseguías a Virginia y luego atraíamos a Draco, atacábamos su reino y para mi Draco –Pansy dijo todo esto como si estuviera hablando con un niño pequeño al que había que explicárselo todo con calma.

-ya… bueno, los planes han cambiado, Virginia se queda conmigo así que ya podéis iros

-que? Ese no era el trato –gritó Pansy, pidiendo apoyo a Blaise con la mirada, que prefirió quedarse a una distancia prudente.

-los planes cambian

-Blaise! Di algo!

Ambas miradas estaban puestas ahora en Blaise, esperando que dijera algo, pero el chico parecía reacio a hablar. Él quería lo que Draco tenía y la única posibilidad de conseguirlo era con la desaparición de este. Ya tenía todos los apoyos que necesitaba en el consejo, pero mientras él fuera rey nadie se atrevía a revelarse. Pero ¿Qué podía hacer? Si Wood estaba decidido… claro que él podía… una idea afloró en su mente.

-no piensas hacer nada? –preguntó Pansy

-cállate –grito Blaise, preocupado de que estropeara su plan.

Agarró a la chica del brazo y la sacó de la habitación, hizo caso omiso de los gritos y gemidos de dolor de Pansy y la dirigió hacia cualquier lugar en el que no pudiera escucharles

-a que demonios estas jugando, Blaise? ¿Vas a dejar que esto quede así?

-claro que no, imbecil! Callate!

Se metieron en una habitación pequeña. En el castillo de Wood siempre había alguien con el oído puesto, Wood tenía muchos enemigos. Pansy se sobaba las muñecas rojas.

-he tenido una idea, pero tienes que estar callada. Dentro de unos días ve a ver a Draco y dile que sabes donde esta Virginia, así quedarás bien delante de él, ya que tanto te gusta

-y cuando él me pregunte que cómo lo se?

-pues yo que se! Le dices que te llegaron noticias de tu tía, que vive aquí y ella te contó que Wood tenía con él a una mujer que se llamaba Virginia. ¡Imaginación, Pansy! ¡Imaginación!

-vale, vale, ¿y tu?

-yo me quedaré aquí, para que Wood no sospeche y avisaré a los del consejo para que se vayan preparando.

-pero a Draco no le hagáis daño! -recordó Pansy amenazándolo con un dedo

-se hará lo que se pueda.

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Ya habían pasado tres días desde la desaparición de Ginny y Jack. El ambiente que se respiraba en el castillo de los Malfoy era muy tenso, desde que Draco había llegado y les había explicado a todos lo ocurrido toda la ciudad estaba en pie, buscando sin cesar por todas partes a la princesa, aunque la mayoría sabían que no la encontrarían. Draco había mandado a todos sus soldados a investigar por todo el reino y por lo que Hermione le había contado Arthur había hecho lo mismo, al igual que todos los reyes aliados de cada uno de los reyes, pero no había noticias y Draco estaba cada vez más nervioso. Su padre y su madre habían ido con él al castillo y le ayudaban en todo lo que necesitaba.

-señor –llamaron a la puerta y uno de los sirvientes entro en la habitación-. La señorita Pansy está aquí y quiere hablar urgentemente con usted

-ahora no tengo tiempo

-dice que tiene información sobre la princesa

En vez de darle permiso para que la dejara pasar salió de la habitación corriendo. Se encontró con la chica en el recibidor.

-Pansy

-Draco!

-que sabes?

-yo estoy muy bien, gracias por preguntar

-Pansy por Merlin!

-he averiguado donde está Virginia

-de verdad? ¿Dónde? ¿Esta bien? ¿y Jack? ¿Cómo lo has averiguado?

-lo supe por casualidad –comentó ella mientras se miraba las uñas, reacia a confesarle a Draco el lugar en el que se encontraban.

-donde están?

-en el palacio del rey Wood, al parecer se encaprichó con tu… con Virginia

-Wood? –preguntó no muy seguro de haber entendido bien. Pansy asintió. La mirada de Draco se ensombreció

Salió corriendo sin saber a donde iba. El reino de Wood quedaba al lado del de los Weasleys, o al menos mucho más cerca de lo que le quedaba a él. Fue hacia su habitación y escribió con letra rápida una lechuza para Hermione, contándole todo lo que había averiguado y avisándola de que salía para ahí ahora mismo, y que le esperaran.

Recogió sus cosas y salió con rapidez de su casa, en el último momento su madre y su padre se unieron a él y los tres se dirigieron con rapidez hacia el castillo de los Wesleys. En un primer momento Draco tuvo miedo de que su madre les retrasara, pero nada más que subió al cabello fue ella la que les dejo atrás a ambos.

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Wood la había llevado a esa habitación hacía ya tres días, no había salido de ella desde entonces. Jack dormía en una cuna, al lado de la cama. Oliver solía ir a su habitación un par de veces al día, a una hora fija. Hora que estaba a punto de llegar según marcaba el reloj que estaba encima de la mesa.

Llamaron a la puerta.

-buenos días, Virginia –saludó Wood mientras entraba en la habitación- ¿Cómo te encuentras hoy?

Ella no se molesto en contestar, se quedó de pie en la habitación mientras Wood se acercaba a ella. En primer momento no se dio cuenta de lo que pretendía porque nunca había intentado nada, pero cuando comenzó a acariciarle el pelo se quedó rígida. La mano de Wood bajó del pelo de Ginny hasta su mejilla, acariciándola con dulzura, su mano siguió bajando hasta llegar a su escote. Se apartó con rapidez y se giró, mirando por la ventana.

-no me puedes rechazar toda la vida… -volvió a acercarse a ella, trató de contenerse durante cuatro días, pero cada vez que la veía sentía que no podía aguantar más.

La agarró por la cintura y la hizo voltearse para que lo mirara a la cara, antes de que pudiera resistirse la besó en los labios, aprovechando la sorpresa de ella para introducir su lengua y jugar con la de la Ginny. Las manos de Wood comenzaron a buscar frenéticamente los cierres del vestido de la pelirroja, mientras ella comenzaba a gritar y a patalear, buscando una salida. Oliver metió las manos por debajo del vestido de la pelirroja, acariciando sus piernas mientas la empujaba hacia la cama y se tumbaba sobre ella. Ginny gritó de dolor, asco, miedo, angustia. Una mano de Oliver le acariciaba las piernas mientras la otra le desabrochaba el vestido, al mismo tiempo su boca acariciaba y mordía el cuello de Ginny.

-por favor… -rogó ella mientras sus mejillas se llenaban de lagrimas que no cesaban de correr y sus manos y piernas luchaban contra los fuertes brazos del hombre que estaba sobre ella.

Jack comenzó a llorar a lágrima viva y la angustia de Ginny creció. Llamaron a la puerta.

-fuera –gritó Wood, con la voz ronca por el deseo

-disculpe señor –dijo una voz titubeante tras la puerta-. Pero es que Bill y Charley Weasley están aquí y quieren hablar con usted.

Al escuchar el nombre de sus hermanos se levantó de un salto y trató de correr hacia la puerta, pero Wood la agarró del pelo, la besó con pasión en los labios mientras le acariciaba el pecho y la echó sobre la cama.

-volveré ahora –dijo antes de salir de la habitación echo una furia por la interrupción.

En el salón se reunió con los dos Weasleys, que tenían una mirada triste y perdida.

-bienvenidos! Que agradable sorpresa! –dijo Wood mientras se acercaba a ambos jóvenes

-hola Wood, necesitamos ayuda

-ha ocurrido algo?

-alguien se ha llevado a Ginny y a Jack

-Jack? ¿el hijo de Virginia y Malfoy? ¡que horror! ¿Y cuando ocurrió eso?

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Podría disculparme por la tardanza con mil palabras, pero es que por muchas que diga se que no tngo disculpa. Tuve unos problemillas, y entre eso y los examenes me fui imposible escribir. Lo siento muchisimo, de veras. Tratare de subir los dmas capitulos, q ya faltan pocos, lo mas pronto posible. Muchisimas gracias a: amsp14 (siento mucho el retraso q llevo en tu fic, me pondré a la hora en cuanto termine de escribir un par de capitulos, prometido), Niv Riddle, ivita black, saiko katsuka, Mblack, Andy-Wm. Muchisimas gracias a todas