CAPITULO 22
Ginny abrió los ojos lentamente. Sentía la lluvia caer sobre ella y podía ver cómo a su alrededor todo estaba oscuro. Un terror la invadió al verse sola. Buscó con la mirada a Wood, pero recordó que ya no lo volvería a ver. Aterrada se levantó de donde estaba y trató de caminar, pero sus piernas parecían no responder. Se agarró a los árboles para mantenerse en pie y miró a su alrededor. No vio nada conocido, se había alejado demasiado del territorio que conocía. Se abrazó a sí misma mientras se resbalaba en el tronco del árbol. Sentada sobre el frío suelo enterró la cabeza entre sus brazos y cerró los ojos. Estaba sola.
Draco ya llevaba tres semanas en su casa. Todo el mundo lo trataba con respeto y cada uno de los criados le contaba historias sobre su pasado. Su padre le había presentado a todos los miembros del consejo, que habían vuelto a jurar fidelidad ante él como habían hecho hacía años. El tiempo que tenía libre, que era casi todo el día ya que sus padres se encargaban de todo lo que concernía al reino, al menos hasta que él se recuperara físicamente, se lo pasaba jugando con su hijo. Jack. Ese niño era todo un misterio para Draco. Desde que había llegado al castillo y se había acostado en su cama sintió algo raro en su interior, percibió algo en el aire de la habitación que le llamó la atención. Y los ojos de Jack… cada vez que miraba al pequeño era como si estuviera viendo a otra persona, pero no sabía a quien. Supuso que era a la madre del niño. Él continuaba preguntándole a su familia sobre ella, pero no solía obtener muchas respuestas. Un día incluso llegó a pedir un retrato de ella, pero nadie sabía donde podrían encontrar uno. La otra persona con la que pasaba la mayor parte del día era con Pansy Parkinson, esa mujer era tan dulce con el pequeño y con él que le transmitía mucha confianza, a pesar de sentir algo extraño cuando estaba con ella.
-a ver, estupido mocoso ¿quieres abrir la boca de una maldita vez para que te pueda dar de comer? –pregunto en un susurro Pansy mientras ponía la cuchara frente a la boca de Jack, que se resistía a comer si era ella quien lo alimentaba-. Eres tan imbecil como tu madre.
Pansy desistió en dar de comer al niño y dejó que pasara hambre, ya comería cuando quisiera y si no quería mejor y así se deshacía de él, aunque debía de reconocer que JAck había sido una gran baza para ganarse todavía más la confianza de Draco.
-¡Draco! –Exclamó al verle entrar en la habitación- que bien que estés aquí. El niño acaba de terminar de comer
-hola Jack –saludó el chico mientras cogía a su hijo en brazos-. Cada día estás más grande
El bebé sonrió en los brazos de su padre y miró con rencor a la mujer que tenía ante él.
-¿Qué te parece si dejamos a Jack con tu madre y nos vamos a dar un paseo a caballo? –propuso Pansy
-buena idea. Además tengo algunas cosas que preguntarte.
No tardaron en salir del castillo. Narcisa se quedó con gusto con el pequeño y le aconsejó a su hijo que no volviera muy tarde, ya que no se avecinaba buen tiempo. Pansy y Draco salieron del castillo y, a caballo, recorrieron el reino hasta llegar casi a los límites de la zona sur, que era el más cercano al castillo. Durante todo el día hablaron sobre cosas triviales: el tiempo, la situación del castillo, la salud de los ciudadanos… pero en el camino de vuelta Draco se atrevió a preguntar todo aquello que tanto añoraba saber.
-¿nos conocemos desde hace mucho, Pansy?
-si. Desde que éramos pequeños.
-¿conocías a mi esposa?
-si –contestó con cierto titubeo. Odiaba cuando Draco hablaba sobre Virginia. Ella estaba muerta. Ya todos la habían dado por desaparecida y sabían que no la volverían a ver, así que ¿por que seguir removiendo el pasado?
-¿Cómo era ella?
-bueno… un poco caprichosa. Fue un matrimonio de conveniencia, para sellar la paz con un país vecino.
-todos los criados me han dicho que era una mujer excelente.
-la verdad es que no la conocía demasiado en profundidad. Las opiniones sobre ella eran muy diferentes.
-no se que creer. Todos me ocultan cosas.
-Draco tu mujer ha muerto. Ahora tienes que velar por el bien de tu hijo, necesita una madre. Y tu necesitas una esposa. Alguien que conozca el reino y lo ame tanto como tu.
Llegaron al castillo al anochecer. Comenzaba a llover y apuraron un poco el paso para que no los pillara la tormenta. Dejaron los caballos en el establo, donde unos criados se ocuparon de ellos y luego fueron al castillo.
-oye Pansy –llamó Draco antes de dirigirse a la habitación donde estaba su hijo.
-dime Draco.
-¿tu alguna vez has sido pelirroja?
-no… -contestó ella sorprendida por la pregunta-. ¿Por qué lo preguntas?
-por nada –entró en la habitación con la confusión pintada en el rostro.
Ginny despertó sobresaltada. Había tenido un extraño sueño y cuando abrió los ojos descubrió que estos estaban llenos de lágrimas. Se irguió y descubrió que estaba en una gran habitación a la que no le faltaba ningún detalle. Miró hacia todos lados, buscando a alguien que pudiera explicarle donde estaba. Trató de levantarse, pero su cuerpo comenzó a temblar mientras tosía sin parar. Volvió a tumbarse. Pasaron unas horas hasta que la puerta se volvió a abrir. Una mujer de avanzada edad entró en la habitación con una bandeja en la mano.
-¡estas despierta! –Exclamó sorprendida mientras miraba a la joven y dejaba la bandeja en la mesilla- no tienes nada que te temer. Te encontramos en el bosque y te trajimos antes de que el frío te matara. Debes tener hambre ¿quieres comer algo? –Ginny no respondió, solo la miró-. No te vamos a hacer daño –insistió la mujer-. ¿Cómo te llamas?
La mujer hablaba y hablaba, tratando de tranquilizar a Ginny, que no abría la boca ni para bostezar. Entendía lo que la mujer le decía, pero las palabras no eran capaces de salir de su boca. Los habitantes de la casa decidieron esperar un tiempo, a que se tranquilizara y comprendiera que no le iban a hacer daño. Pero los días pasaban y Ginny no daba muestras de tener intención de hablar. Su recuperación fue bastante rápida, unos días más tarde ya se pudo levantar de la cama y en cuanto esto ocurrió la criada que había estado a su cargo apareció en la habitación con una amplia sonrisa y un precioso vestido en sus manos.
-me alegro que ya estés bien. El señor quiere conocerte y me ha pedido que te ponga esto. Ha estado viniendo a verte, pero siempre te encontraba dormida.
Ayudó a Ginny a vestirse y luego la guió por los pasillos de la gran mansión hasta la planta baja. Era la primera vez que Ginny salía de la habitación y como un niño pequeño miraba todo a su alrededor, impresionada por la belleza de cada cuadro o la exquisitez de cada mueble.
-señor –dijo la mujer haciendo una reverencia- aquí le traigo a la joven.
-ah! –Ginny escuchó la voz de un hombre desde el interior del gran salón. Entró en él y se encontró a un anciano sentado en una pequeña silla con un libro en las manos. El hombre se levantó con algo de esfuerzo y caminó hacia ella. A pesar de su avanzada edad y su pelo canoso, su cuerpo revelaba la fortaleza de un joven y sus ojos la experiencia de la vida-. Me alegro mucho de conocerte al fin.
Ginny no contestó, solo lo miró con esa mirada vacía que tenía. El hombre miro a su criada, pidiendo una explicación.
-creemos que es muda, señor. No ha dicho nada desde que llegó.
-muda ¿eh?. No pasa nada. Ve y tráele algo caliente, esta empezando a refrescar y según tengo entendido no puede recaer.
La criada salió de la habitación y Ginny se sentó donde el anciano le indicó.
-bueno, pelirroja. Según me han contado estabas perdida en el bosque. ¿Entiendes lo que te digo? –preguntó mirándola. Ginny no hizo ademán alguno de asentimiento o negación, solo escuchó en silencio-. Bueno… supongo que tendré que ponerte nombre, no te voy a llamar siempre "chica". ¿Sabes? Yo tenía una hija. Se parecía mucho a ti… -su tono cambio completamente y su mirada perdió el brillo que tenía hacía unos instantes-. Murió hace algunos años. Se llamaba Xarath… así te llamaré a ti, ¿te gusta el nombre? Tomare tu silencio como un sí.
El tiempo fue pasando en las vidas separadas de ambos. Los días se convirtieron en semanas y estas en meses. Draco veía día tras día cómo su hijo crecía, y a medida que esto ocurría pequeños lapsus de recuerdos sacudían su mente, pero nada le indicaba qué producía ese vacío en su interior. Poco a poco iba tomando el poder del reino y ya conocía las calles de este a la perfección. Sus padres ya le dejaban solo por periodos cada vez más largos y a menudo los Weasleys acudían a visitar a Jack, sobre todo Hermione. No tardó mucho en anunciarse el compromiso de Draco y Pansy, que no sorprendió a nadie, aunque si entristeció a todos. La chica había tratado de que eso ocurriera durante todo el tiempo que pasaba con Draco y el niño; no hizo caso a las amenazas de Hermione de que se alejara de Draco y acabó consiguiendo, o estaba a punto de conseguir, lo que tanto ansiaba. La boda se celebraría en un mes y ya todo estaba preparado para el gran evento. Draco no se mostraba tan animado como Pansy, pero ella tenía razón cuando decía que necesitaba a alguien a su lado. Para tratar de compensar el vacío que su vida le causaba a menudo, Draco salía a cabalgar solo por el reino, en busca de respuestas que sabía que no encontraría. Lo único que le consolaba era su hijo.
Para Ginny las cosas fueron un poco más difíciles. Sus recuerdos y su mente continuaban encerrados en su interior y su comportamiento era como el de una niña pequeña que estaba aprendiendo a vivir y a conocer el mundo que la rodeaba. Todo el mundo en la mansión en la que se encontraba la trataba con cariño porque en efecto se parecía mucho a la hija del duque, que era el hombre con el que vivía. Poco a poco iba mejorando su estado, un médico iba a visitarla cada dos días y aunque no hablaba ya comprendía lo que se le decía. A veces tenía pesadillas y cada vez que eso ocurría se levantaba gritando y llorando, con fuertes ataques que nadie sabía por qué se producían. El mismo doctor aseguraba que no podría hacer nada para hacer que volviera a ser la chica que algún día había sido, solo ella podría lograrlo. El duque la trataba con todo el amor con el que había tratado a su propia hija, para él Xarath, que era como la llamaba, había sido una segunda oportunidad enviada por el cielo. Su hija había muerto de una terrible enfermedad y por ello era tan protector con Ginny, a la que vigilaba constantemente.
-Xarath! –La llamada del duque se escuchó en toda la casa y la chica bajó corriendo las escaleras para reunirse con él en el salón-. Tengo buenas noticias ¡nos vamos de viaje! ¿Qué te parece? –Ginny sonrió y asintió con la cabeza- me alegro mucho. El rey Malfoy nos ha invitado a su boda y he pensado que podríamos ir ya, tengo una casa ahí y… ¿te encuentras bien? –su expresión se volvió sombría al ver la palidez en el rostro de la chica, que había sentido una sacudida en su interior al escuchar el nombre. El rostro de Ginny aparentó normalidad para no preocupar el hombre, pero buscó en su interior el lugar en el que había escuchado antes ese nombre-. ¿Seguro que estas bien? –Ginny asintió con una sonrisa triste- bueno… tengo una casa ahí y he pensado que no te vendría nada mal cambiar un poco de aires.
En el castillo de los Malfoy el ambiente era muy tenso. Pansy se pasaba el día de un lado para otro buscando los detalles más caros y exquisitos para decorar el castillo, quería que todo saliera perfecto y se juró a sí misma que lo lograría.
-ese vestido no te queda nada mal –dijo una voz tras ella mientras se probaba su vestido de novia
-¡Blaise! Me has asustado.
-veo que todo te esta saliendo muy bien
-a diferencia de a ti, ¿Qué demonios haces aquí? Si te encuentran te matarán.
-si tu no dices nada, nadie sabrá que estoy aquí
-¿a que has venido?
-necesito dinero
-bien. Pues trabaja
-de eso nada Pansy. Tu serás la futura reina de este castillo, y hasta que yo consiga el reino, que lo conseguiré, necesito que me mantengas
-será mejor que te largues Blaise, desde que secuestraste a Virginia no eres bien recibido.
-eso ya lo se, pero o me das algo de dinero o le contaré a todo el mundo tu participación.
-¡no tengo dinero! –gritó Pansy asustada por el chantaje.
-pues dame joyas o algo que pueda vender.
Fue hacia su joyero y sacó lo primero que vio, sin prestar atención al valor de la joya. Le lanzó el anillo al hombre que tenía ante ella y volvió su atención al espejo, en el que se admiraba a sí misma con el vestido que llevaría puesto el día de su boda. Blaise salió con precaución de la habitación, con cuidado de que nadie le viera. No era difícil salir para él del castillo, conocía a la perfección cada uno de los pasadizos.
No tardó en llegar hasta las cuadras, desde ahí podría salir sin problemas hasta la ciudad, donde había guardado en una posada una habitación. La noticia de la huida de Wood fue un duro golpe para sus planes, y además con la instalación siguiente de los padres de Draco en el castillo perdió el apoyo de los miembros del consejo. Ahora tendría que volver a empezar desde el principio, con la diferencia de que no volverían a confiar en él. Estaba desesperado. Sintió un ruido tras él y se quedó en silencio. La noche había caído y llovía con fuerza, por lo que los guardias habían entrado en el castillo. Se giro hacia el pasadizo por el que acababa de salir y vio cómo Pansy salía de él, apuntándole con la varita.
-¿De verdad creías que iba a dejar que me chantajearas con tanta facilidad?
-¿pansy? –preguntó sorprendido, pero sin temor en su voz.
-ya no te necesito, Blaise. Fuiste un buen entretenimiento en su momento, pero ahora ya tengo todo lo que quiero y ni tu ni nadie me va a fastidiar los planes.
-pero Pansy… -titubeó al ver que la chica se preparaba para disparar.
Un rayo verde salió de la varita de la chica y dio sobre el pecho de Blaise, que cayó de espaldas al suelo con los ojos en blanco.
-ahora por tu culpa tendré que mandar hacer otro vestido! –balbuceó la chica mientras veía con horror cómo la parte de abajo estaba llena de barro y tierra- con lo que me gustaba este…
Ginny, el duque y la mayor parte de sus criados tardaron cuatro días en llegar a la casa que este tenía en el territorio de los Malfoy… los Malfoy, esas palabras todavía causaban en Ginny una extraña sensación. Los días antes de venir había tenido nuevas pesadillas, pero seguía sin poder interpretarlas y de vez en cuando sentía un dolor tan profundo en su interior que sentía ganas de gritar, a pesar de que ninguna palabra salía de su boca.
-¿te gusta el paisaje? –le preguntó cariñosamente el anciano
Ginny asintió mientras miraba el terreno desierto de casas o de algún ser humano, desde que vivía con el duque ya se había acostumbrado algo más a la gente, pero aún así continuaba desconfiando de todo aquel que no conocía. Llegaron a la casa al caer la noche del quinto día. No era una mansión como la otra, pero igualmente no le faltaba de nada.
-id a preparar la casa para Xarath y para mi. Preparad la cena, tengo hambre –ordenó el duque a los criados, que se apresuraron a obedecer las ordenes-. ¿te apetece que demos un paseo? –propuso mirando hacia Ginny. La muchacha asintió, pero su paseo quedó suspendido cuando la lluvia comenzó a caer con fuerza y los obligó a meterse en casa.
A pocos kilómetros de ahí, Draco ayudaba a Jack a dar los primeros pasos; el pequeño comenzaba a erguirse en lugar de gatear, aunque le seguía gustando mucho más que su padre lo cogiera en brazos.
-señor Malfoy –una criada apareció detrás de él- ha llegado la confirmación de la invitación del duque de Wolsfrod.
-¿le conozco? –preguntó Draco
-oh si señor, bueno creo que vos en persona no, pero vuestro padre es un gran amigo suyo.
-bien, pues ya le conoceré el día de la boda.
-el duque tiene una casa no muy lejos de aquí, en la carta dice que piensa pasar aquí unos días hasta que se celebre la boda.
-enviaré una carta a mi padre avisándolo, seguro que querrá ir a visitarlo. ¡ah! Hazme un favor, dile a Hettar que me prepare un caballo, me apetece ir a dar un paseo
-pero, alteza, esta lloviendo.
Draco asintió con pesadumbre y le hizo un ademán a la criada, que salió de la habitación. Draco se asomó a la ventana, la noche ya estaba a punto de caer y una fina lluvia comenzaba a mojar el exterior.
Al día siguiente Draco bajó hasta las cuadras, dispuesto a dar el paseo del que no había podido disfrutar el día anterior. Hettar, un muchacho alto de constitución fuerte y piel rapada, se ocupaba de alimentar a los caballos cuando Draco entró en las cuadras.
-buenos días, alteza –saludo el hombre con una reverencia.
-hola, Hettar –contestó Draco- voy a dar un paseo.
-os prepararé el caballo enseguida.
Unos minutos más tarde, Draco ya estaba sobre el caballo, saliendo a galope entre las concurridas calles de la ciudad. Cabalgó durante horas, disfrutando de la frescura del día. Se había alejado de la ciudad y solo se encontraban con algunas pequeñas casas de campesinos, separadas por algunos km. El cielo cada vez estaba más lleno de nubes y Draco comenzó a disminuir la velocidad del caballo.
-¿necesitas descansar, eh? –preguntó cariñosamente mientras acariciaba el cuello del caballo.
Bajó del caballo y guió al animal unos metros, mientras buscaba en silencio algún lugar donde pudiera descansar con el caballo, y a poder ser donde pudiera beber. No paso mucho tiempo hasta que encontró un pequeño riachuelo rodeado por un pequeño y frondoso bosque. Se sentó sobre la hierba y miró cómo el caballo se acercaba a beber.
De repente escuchó un sonido a su espalda, como una rama seca que se acababa de romper. Se levantó de un salto y acercó su mano a la empuñadura de su espada. Giró sobre sus talones y miró atentamente hacia los arbustos, pero el viento los movía y no podía ver nada a través de ellos. De repente el sonido de ramas rompiéndose se hizo más constante y los arbustos de su derecha comenzaron a moverse, el sonido se hacía cada vez más lejano, fuera quien fuera, se estaba alejando. Draco corrió, en busca de lo que fuera que hacía ese ruido. Apartó con la mano las ramas bajas de los arboles que se ponían en su camino y las copas de los árboles no dejaban filtrar la luz. Escuchó una respiración agitada delante de él, cada vez más cerca y cuando sintió que lo tenía suficientemente cerca, saltó sobre la figura oscura.
Draco levantó levemente la cabeza y miró lo que fuera que tenía debajo. Notó una respiración agitada y unos brazos que se movían sin parar, tratando de salir de su abrazo. Lo primero con lo que se encontró fue con unos ojos marrones, idénticos a los de Jack. un pelo color fuego que caía sobre la frágil figura de una muchacha de su edad, que tenía una expresión de terror mientras peleaba, tratando de escapar. Sus miradas se cruzaron y durante un momento ambos se quedaron en silencio.
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Terminóoooooooooooooooooooooooooooooooooooooo. Aquí os dejo el capitulo 22. espero que os haya gustado. Muchisisissiisisimas gracias por vuestros rr!
Amsp14: hola! Si xDD tienes razón, este fic me qdo como un culebron, pero es que me daba tanta pena terminarlo! Era mi primer fic y… de todas formas tngo q ir acabando con algunos xq tngo demasiados y no doy abasto. Pues si, draco cayó en las garras de pansy, pero no pasa nada! Todo se solucionara, no soy tan mala como para liar tanto als cosas. Muchas gracias por el rr! Hasta prontooo.
SaraMeliss: hola! Yo no t he dicho q fuera a casar a draco con pansy! Solo he dicho q estarian prometidos, una cosa no tiene q ver con la otra. A ver si hablamos pronto q ya hace mucho q no hablamos. Un beso! Gracias por el rr.
Luly Malfoy: hola! Me alegro q t guste mi historia y q la sigas dsd el principio. Claro q t agrego! Lo q pasa es q no me apareció el mail… pasa a veces q no me sale n los rr, ya me paso con otra gente. T djo yo mi mail: Agregame si quieres y así hablamos. Muchas graicas por el rr! Hasta pronto!
Minakuna Tachimoto: hola! Muchas gracias me alegro q t haay gustado tanto! Gracias por tu rr, hasta pronto!
Malfoy red-haired loved: hola! Tu como siempre tan fiel a mi fic, muchas gracias! Sip, ginny se ha liberado de wood, ya me estaba poniendo un poco d los nervios y lo saq d en medio. Bueno al final no fueron los malfoy los q encontraron a ginny… pero me parece q asi es mejor, ahora solo falta saber q pasara cuando se levanten xD. Muchas gracias por tu rr, hasta pronto!
Narcisamelvi: hola! Muchas graicas, me alegro q tu guste y sobre todo q la historia t parezca buena (la verdad es q ahora esta bastante de culebrón, hay q decir la verdad xD) muchas gracias por tu rr, hasta pronto!
D Potter-Black-Lupin: hola! D viaje! Q morro, y yo aqui repantingada en casa. No t sientas triste x el fic q sino yo me siento triste x ti y esto es un circulo vicioso q a ver como salimos de él. No t preocupes q ya lo pongo yo rapidamenete feliz y asi ya no pasa nada. A Ginny la encuentran, no t preocupes, d eso me encargo yo q soy mala pero no tnato. XD muchas graicas por el rr, hasta pronto!
Se acabó el capitulo! Espero q os haya gustado, hasta el próximoooooooo.
Lauranamalfoyrin.
