CAPITULO 23

Los pájaros habían salido volando con gran estruendo, agitando las copas de los árboles y las ramas sobre las que estaban posados, cuando escucharon el grito de la joven que yacía tumbada en el suelo, bajo el peso del cuerpo del joven Malfoy. Los ojos de la muchacha revelaban un enorme terror y su cuerpo temblaba descontroladamente ante el contacto del cuerpo del hombre. Movía los brazos con desesperación, golpeando el cuerpo del joven rubio y sus piernas no tardaron en unirse a la lucha. Draco se sentía enfrascado en una especie de trance, su mente luchaba consigo mismo en un repentino impulso por descubrir en su oscura memoria la razón por la que esa chica había causado este extraño sentimiento en él. Una risa femenina resonó en su mente y sintió alrededor de su cuerpo el cálido abrazo del cuerpo de una mujer, pero luego se dio de bruces contra un enorme muro que le impedía seguir recordando y un enorme vacío inundó su interior. Agitó su cabeza y volvió a la inesperada realidad, en la que se encontró el hermoso rostro de una mujer, aterrorizada mientras trataba de soltarse de su abrazo.

-lo siento mucho –balbuceó él mientras se levantaba y ayudaba a la mujer a imitarle- discúlpame, yo… -trató de explicarse, pero ella se apartó de él con un enrome manotazo.

Draco se separó de ella al darse cuenta de que estaba aterrorizada. La mujer se apoyó contra un árbol y enterró la cabeza entre sus brazos.

-lo siento mucho de verdad, creí que… no te haré daño –prometió él mientras daba un paso hacia ella.

La muchacha levantó la cabeza y le miró, vio cómo se acercaba a ella y soltó un gemido de terror antes de salir corriendo.

-¡no! ¡Espera! –gritó él mientras salía corriendo tras ella, sin pensar ni razonar.

Ella no tardó en perderse entre la oleada de árboles, arbustos, hojas y rocas con las que se cruzaba en su camino. Draco trató de seguirla, pero no estaba tan acostumbrado como ella a ese lugar. Su melena roja se perdió de su vista y Draco se quedó quieto, girando en círculos sobre sus propios pies y con la respiración agitada.

Los próximos días al extraño encuentro en él y la extraña mujer se los pasó ensimismado consigo mismo. Notaba la impaciencia de todo el mundo que se le acercaba, pensando que podía estar a punto de recaer nuevamente, pero lo que él sentía era muy diferente. Se despertaba con la imagen de esa mujer, pensaba en ella durante todo el día, se acostaba pensando en ella y finalmente soñaba con su mirada. Cuando más miraba a Jack, más la recordaba a ella, algo totalmente estúpido y que le hizo pensar que estaba a punto de volverse loco. Día tras día cogía su caballo y galopaba con rapidez hasta ese pequeño paraíso perdido en la nada. Pasaba horas en ese lugar, esperando a que ella apareciera, pero nada. Buscó el lugar que visitaba todos los días en un pequeño mapa que pidió a la criada. El pequeño bosque estaba muy apartado de la ciudad y solo había un par de casas a no demasiada distancia. Pensó que sería una criada de alguna de esas casas que había salido a dar un paseo o a buscar algo para sus dueños y que se había asustado al verle.

Pansy también notó el repentino cambio que había sufrido su prometido. Lo vigilaba en silencio hasta que se cansaba de ver cómo el chico se quedaba en silencio, apoyado con la cabeza en una mano y la mirada perdida. Estaba muy segura de sí misma y de su próxima boda con Draco, pero aún así decidió pasar el máximo tiempo con él. Tal vez, Merlín no lo quisiera, estaba empezando a recordar.

-hola cariño ¿qué tal te encuentras hoy? –preguntó Pansy mientras abrazaba a Draco por detrás.

-hola Pansy –contestó él sin mucho entusiasmo, volviendo a enterrarse en su marea de pensamientos.

-¿Qué tal estas? –preguntó ella nuevamente, algo molesta

-bien –dijo sin hacer mucho caso- ¿te importaría dejarme solo?

-pero es que es casi la hora de comer y…

-¿la hora de comer? –como impulsado por un resorte se levantó de su asiento y miró el reloj de arena que había sobre la mesilla de su mesa. Ya había pasado la hora en la que se había encontrado a la mujer por primera vez y con lo que tardaría el viaje aún llegaría más tarde todavía. No tenía esperanzas de encontrarla, pero no podía dejar de ir.

-¿Qué ocurre? –preguntó Pansy

-voy a dar un paseo, necesito despejarme. Dale un beso a Jack cuando despierte –salió de la habitación poniéndose una chaqueta y cerrando la puerta tras él.

Pansy golpeó la mesa con los puños y miró con odio el lugar por el que acababa de salir su prometido.

Ginny seguía sentada en el jardín de la casa del duque. Se abrazó a sus rodillas y cerró los ojos hasta que casi le dolieron. La imagen del hombre con el que se había encontrado el otro día volvió a su cabeza con la misma rapidez de un parpadeo. El estómago le dio un vuelco y su pecho comenzó a arder de dolor. Un par de lágrimas silenciosas descendieron por sus mejillas sin que ella se diera cuenta.

-Xarath –el sonido de su nombre llamó su atención y se levantó como impulsada por un resorte- ¿Qué haces aquí, preciosa? –una de las criadas del duque se acercó hasta ella y le entregó un pequeño velo que Ginny utilizaba para taparse los hombros cuando salía a cabalgar- ¿Por qué no vas a dar un paseo?

La muchacha se encogió de hombros y al final asintió. Durante un momento sintió miedo por si volvía a encontrarse con el hombre de la última vez, pero entonces esa sensación desapareció y la muchacha sintió un irrefrenable deseo por salir de esa casa.

-llevas muchos días aquí encerrada sin salir y el médico te ha recomendado que salieras y te entretuvieras. Sobre todo por aquí, que son terrenos desconocidos para ti –explicó la mujer mientras la acompañaba a las cuadras- debes volver a conocerlo todo –declaró por fin, acariciando la suave y fina mata de pelo larga que le llegaba a Ginny hasta por encima de la cintura- ¿quieres que le diga a Mars que te acompañe? –Ella negó con la cabeza y subió al caballo con sorprendente agilidad- pásalo bien y ten cuidado. Si no vuelves en menos de una hora mandaré a alguien a buscarte ¡no salgas del bosque que te enseñé la última vez! Ahí estarás segura y no podrás perderte. –Ginny asintió y salió al galope a través de los terrenos de la casa del duque hasta perderse entre el paisaje lleno de árboles y arbustos que bordeaban un estrecho camino de piedras y tierra.

Draco llegó al bosque, como todos los días, después de unos minutos de cabalgar sin parar. Llegó a su caballo hasta el claro, donde estaba el pequeño lago y allí lo dejó beber y descansar. Se apoyó en un árbol y se dejó deslizar hasta el suelo, mirando hacia todos lados con desesperación. Su obsesión por esa mujer estaba acabando con él y comenzaba a sentir que no podría soportar más si no la veía. Tal vez podría ir puerta por puerta de las pocas casas que había alrededor de ese bosque, en alguna de ellas debía vivir la mujer… ¡si, eso haría! Iría enseguida al castillo y… se levantó con rapidez y se dirigió hacia su caballo. Pero de repente se detuvo ¿de que demonios estaba hablando? ¿Iba a decirle a su prometida que quería poner el imperio patas arriba para encontrar a una mujer sobre la que se había tirado hacía unos días?

El chasquido de una rama llamó su atención y su primer impulso fue llevar la mano a la empuñadura de su espada. Sus padres no dejaban de advertirlo sobre los peligros a los que tenía que aprender a hacer frente nuevamente y se pasaba el día alerta con el mango de la espada bien cerca de su cintura. Al mirar hacia el lugar del que provenía el ruido, la vio. Llevaba un largo vestido verde que se confundía con las plantas que la rodeaban. Su pelo rojo caía sobre su rostro infantil e invadido de pequeñas pecas por la zona de la mejilla, sobre una piel blanca y de aspecto frágil. Había entrelazado las manos detrás de su cuerpo y se mordía el labio nerviosamente. Draco se quedó paralizado, temiendo que haciendo cualquier movimiento ella pudiera asustarse e irse como la última vez. Con lentitud apartó la mano de la empuñadura de la espada y dio un paso hacia ella mientras preparaba el otro por si fuera necesario correr, esta vez no se le iba a escapar. Ginny soltó una pequeña risa, mientras encogía ligeramente los hombros. Draco rió también y avanzó hacia ella, más confiado. La chica se quedó en el sitio, pero mirándolo con desconfianza y el bello de punta.

-hola –balbuceó Draco, sintiéndose un poco estúpido porque no se le ocurría otra cosa que decir.

Ginny se quedó en el sitio, más confiada al ver que el chico no tenía intención de hacerle daño, y sonrió mientras le miraba atentamente. Draco se sintió desnudo ante ella, la mirada penetrante con la que la muchacha le estaba mirando era como si abriera un pequeño agujero en medio de ese muro que le impedía recordar lo que había sido su vida.

-¿Cómo te llamas? –preguntó. Llegó hasta él el olor de la chica, una suave fragancia de jazmines. Ginny se mordió los labios, ya que entendía lo que le decía, pero no era capaz de hablar. Había hecho muchos avances en este tema, pero todavía no lo dominaba y aunque el médico era cada vez más optimista, ella seguía sin ser capaz de articular palabra. Volvió a encogerse de hombros en una actitud que hizo reír a Draco- no te voy a hacer daño –aseguró él malinterpretando el gesto de la chica.

Entonces Ginny abrió mucho lo ojos y salió corriendo. Draco se giró, desesperado para que no escapara. Pero ella solo había ido hacia el pequeño lago, en el que había introducido la mano. Draco hizo una mueca de extrañeza, sorprendido por el comportamiento de la chica. Pero no decepcionado, todo lo contrario. Caminó hasta donde estaba ella, salpicando agua al interior del lago, donde unos patos jugaban entre ellos bajo la atenta mirada de su madre. Draco se arrodilló al lado de ella y la observó atentamente. Ginny notó la mirada del chico puesta en ella y le miró con una ceja levantando y aparentando sentirse ofendida. Entonces sin previo aviso hundió su mano en el agua y salpicó a Draco con una ola enorme que le empapó de arriba abajo. El pelo y la ropa del chico se pegaron a su piel mientras una mirada de sorpresa se dibujaba en su cara. Ginny comenzó a reírse a carcajadas mientras rodaba sobre la mullida hierba y señalaba a Draco.

El se quedó quieto. Esa risa. La conocía. En algún lugar la había oído. Ginny le miró y avanzó de rodillas hasta donde estaba él, temiendo que se hubiera enfadado. Puso sus manos en las mejillas de él y le levantó la cabeza hasta que sus miradas se encontraron como el día que se habían conocido por segunda vez. Tratando de enmendar su error, Ginny cogió el largo chal que había traído para abrigarse y comenzó a secar el pelo mojado de Draco. El volvió a la realidad al sentir el contacto de las manos de la pelirroja y esperó a ver lo que hacía. Cuando comenzó a secarlo no pudo reprimir una risa.

-no es así como vas a conseguir que te perdone –declaró él en tono ofendido mientras hundía la mano en el agua.

Ginny vio lo que hacía con sorpresa y cuando el agua cayó sobre su cuerpo comenzó a reír mientras se levantaba para correr hasta el lago y contrarrestar el ataque. Los ataques con el agua duraron hasta que ambos cayeron en el lago con un trepitoso estruendo, asustando a todos los animales de un kilómetro a la redonda. Salieron del agua entre risas y gemidos de dolor, ya que calcularon mal la profundidad del agua y ambos chocaron contra el fondo en una sonora culada.

Ginny miró hacia el cielo y se dio cuenta de que ya tenía que haber vuelto hacía un buen rato. Salió disparada hasta el interior del bosque, pero la mano de Draco la agarró de la muñeca, impidiéndole avanzar.

-¿Cuándo te volveré a ver? –preguntó suplicante.

Ella se encogió de hombros mientras su respiración se agitaba por el contacto con el chico.

-al menos dime tu nombre

En un último impulso Ginny dio un pequeño salto y depositó un suave beso en la mejilla de Draco, que cerró los ojos ante el contacto y sintió cómo el brazo que sostenía entre sus manos se escurría. Escuchó el sonido de las pisadas de la muchacha al correr, que hacían un ligero "chof" al golpear contra la hierba. Cuando Draco no la pudo seguir con la mirada se subió a su caballo y cabalgó hasta el castillo. Durante un momento pensó en volver y seguir a la chica, para ver dónde vivía, pero ya llegaba demasiado tarde y no quería preocupar a nadie, o sino no le dejarían salir más, al menos no sin vigilancia.

Cuando llegó al castillo todos los criados y demás habitantes le encontraron extrañamente feliz.

-¡alteza! ¿Qué os ha ocurrido? –preguntó uno de los sirvientes mientras se ocupaba del caballo

Draco se miró las mojadas ropas y soltó una sonrisa al recordar la mañana que había pasado.

-un pequeño incidente, nada importante.

Tras cambiarse de ropa y esquivar las preguntas de Pansy se dirigió a la habitación de su hijo, con el que pasó el resto del día. Pero su prometida, que no desistía en su empeño de saber lo que había hecho Draco, le siguió y continuó preguntándole, de forma algo disimulada.

-¿y por que zona fuiste? He oído que hubo algunos altercados en la ciudad, espero que no te haya pasado nada desagradable.

-no tienes que preocuparte, de verdad, Pansy, estoy bien. Solo salí y me encontré con unos viejos amigos, me hizo muy bien hablar con ellos –mintió el chico tratando de frenar la curiosidad y la preocupación de la mujer, pero lo que consiguió fue justo lo contrario

-¿y de qué hablaste con ellos? –balbuceó en voz baja, aterrorizada por lo que le pudieran haber contado.

-nada, sobre mi infancia

-¿no te dijeron nada sobre Vir… -no terminó la pregunta y se maldijo a sí misma por lo que acababa de decir.

-¿sobre qué? –preguntó él con curiosidad sintiendo un extraño sentimiento.

-nada, tonterías mías.

Salió de la habitación cerrando con un ligero portazo. Pero Draco no le hizo caso y continuó en su empeño en hacer hablar a su hijo, que negaba graciosamente con la cabeza cada vez que le decía que dijera algo.

Esa noche Draco se acostó eufórico, deseoso de que llegara la mañana siguiente para poder salir otra vez y encontrarse con ella. Pensó que un día de estos podía llevar a Jack con él. Pero Pansy… de repente la idea de la boda le pareció la peor decisión que había tomado en su vida, cuando aceptó el compromiso lo hizo por la insistencia de Pansy en la necesidad de que su hijo necesitaba una madre y Draco, algo desesperado en no ser capaz de educar a su hijo él solo, aceptó. Pero habría aceptado a cualquier otra mujer que no fuera ella. No sentía nada hacia Pansy, pero le había dado confianza desde el primer momento en que la vio. Prefirió no pensar en Pansy y concentrar toda su mente en la infantil pelirroja a la que acababa de conocer y a la que ya le quería regalar el mundo.

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Ursula: hola! Me alegro mucho d q t guste la historia. Yaa! xD draco y ginny son una linda pareja, la mejor para mi, pero me parece q no hay muchas posibilidades d q acaben juntos, una pena… pero para eso tenemos fanfiction, para fantasear sobre todas las locuras que se le olvidan a rowling xDD. Muchas gracias x tu rr, espero q t haya gustado el capitulo. Hasta pronto!

Tomoyosita: hola! xDD no creo q sea el mejor fic q has leido xq entonces no creo q hayas leido demasiados xd, pero muchas gracias. Como ves x primera vez en mi vida no tarde demasiado en actualizar, aunque supongo q para toda la gente q sigue el fic tarde años, pero bueno… muchas gracias por tu rr, hasta pronto!

Minakuna Tachimoto: hola! xDD me alegro q t haya gustado, espero q este chap tambien y ¡ahora no tarde tanto! X primera vez en mi vida! xDD no soy tan mala escritora como parece. Muchas gracias por tu rr, hasta pronot!

Malfoys red-haired lover: hola! Tarde o temprano tenian q acabar encontrandose, ahora solo falta saber como sigue la cosa entre ellos xq pansy es una maldita pesada q me pone d los nervios hasta a mi. ¿cortarte las venas con una galleta d animalito? xDD no creo q eso sea muy eficaz, pero tu prueba si funciona, a ver si hay suerte xDDD si actualice pronto! o eso espero. Muchas gracias x tu rr, hasta pronto!

Karen: hola! ¡bienvenida! Me alegro q t guste el fic y lo sigas. Es muy difícil q un fic d draco y ginny no sea interesante si estan ellos x protagonistas xD son geniales… bueno draco es mas genial muchas gracias x tu rr, hasta pronto!

Fiosol: hola! Si, tienen q volver a enamorarse. La q se va a morir de la rabia va a ser pansy xDDD ya le roban al novio dos veces en un mismo fic, eso tiene q ser un enorme trauma para ella. si me diera pena lloraria, pero a lo maximo q llego se a reirme, la odiooooooo. Muchas gracias x tu rr, espeor q este capitulo no t haya djado tan intrigada. Hasta pronto!

Se acabo el capitulo! El proximo no creo q tarde en llegar q estoy con la vena inspiratoria muy activa y en pleno funcionamiento xD. muchas graicas por vuestros rr y hasta el proximo capitulo.

Lausana malfoyrin