Leyó nuevamente la frase, tratando de encontrarle sentido finalmente. Tapó con la mano el bostezo que escapó de su boca, para luego apoyar la mejilla sobre ella. Tomó el lápiz que tenía enredado entre sus largos cabellos, en desarreglado recogido, provocando que estos cayesen en cascada por su espalda. Frustrada, subrayó una y otra vez, la frase que tanto se resistía a su comprensión.

Nunca sería capaz de entender aquello. Soltó el lápiz derrotada, deslizándose éste entre sus dedos, cayendo en la mesa comenzó a rodar y rodar, hasta caer al suelo. El golpe seco del lápiz contra el suelo rompió sus divagaciones. Un nuevo bostezo surgió de sus labios. Otra humeante taza de café le haría bien.

El rumor del viento entre las hojas de los árboles, era lo único que daba vida a la quietud del bosque. Podía oler la humedad en el aire, amanecería con lluvia. Se acomodó en la rama del frondoso roble, buscando en el firmamento las pocas estrellas que aún se revelaban contra el astro rey. Un pequeño pajarillo se posó en la rama contigua a la que él ocupaba.

Ambos parecieron observarse mutuamente durante varios minutos, hasta que él decidió dar el primer paso. Se inclinó hacia el animal, acercándose lentamente. La trenza de negros cabellos que descansaba sobre su hombro, se deslizó repentinamente hacia su espalda. El pajarillo huyó asustado ante el brusco movimiento. Estático, con la mano aún estirada, observó el rápido vuelo del ave. La trenza se balanceó pesadamente en su espalda.

-Ran-chan!! ¿dónde estás? Es hora de desayunar!-

Tomó un largo sorbo de café, manteniendo las manos alrededor de la taza. De pie, junto a la mesa, mantuvo la vista fija en el libro, sin poder leer nuevamente la frase, cuestionándose su significado aún. Se giró dando la espalda al dichoso libro, fruto de sus quebraderos de cabeza.

Se apoyó enfadada contra la mesa, tomando un rápido sorbo del amargo líquido. Un rebelde mechón de su flequillo se deslizó, por delante de su ojo izquierdo, descansando sobre su pequeña nariz. Ladeó ligeramente la boca y sopló levemente, apartando el molesto mechón. Entonces lo vio claro. ¿Cómo había sido tan tonta? La respuesta era sencilla. Con sonrisa satisfecha se sentó nuevamente en la mesa, tomando el lápiz para resolver finalmente aquel problema de álgebra.

-¿aún levantada? ¿no crees que deberías dormir un poco? Te hará bien dormir antes del examen-

-lo siento Kasumi, tienes razón. En cuanto termine este problema subiré a mi cuarto a dormir un poco-

-está bien Akane, pero no tardes mucho. Pronto amanecerá-pero la chica ya no le escuchaba, estaba inmersa en sus estudios.

Suspiró resignada, su pequeña hermanita era todo un caso. Lo mejor que podía hacer era comenzar a preparar el desayuno.

-Ran-chan deja de esconderte-gritó una jovencita de largos cabellos castaños.

-U-chan estoy aquí arriba-

-no entiendo como pasaste la noche ahí arriba, un día te quedarás dormido y te caerás-

-no te preocupes, mi sentido del equilibrio, aún dormido, es mucho mejor que el tuyo- respondió sacando la lengua en burla.

-si no te gusta mi equilibrio, supongo que tampoco te gusta como cocino; asi que me comeré yo sola el desayuno que he preparado-

-espera!!-el chico descendió hábilmente del árbol en un pocos saltos, aterrizando frente a la chica-vamos no te enfades U-chan, sólo era una broma-

-una broma de mal gusto-respondió aún enfadada

-vamos, no te enfades, por favor. Sabes que hace días que sufro insomnio y eso me tiene muy irritable-añadió una seductora sonrisa para asegurarse el perdón- por favor-

-te perdono, pero sólo por esta vez. Vamos a desayunar-

-si! Me muero de hambre-los dos comenzaron el camino de vuelta

-¿has vuelto a pasar la noche en vela?-él sólo asintió, cruzando despreocupadamente los brazos tras la cabeza-deberías ir a ver a un doctor, eso no es sano Ran-chan-

-no te preocupes, pronto se me pasará-

-¿y si no se pasa? Sigo diciendo que deberías visitar al doctor-

-deja de preocuparte tanto, pareces una neurótica, es más una mujer-

-es que soy una mujer idiota!!-

-¿en serio? A veces eres tan bruta que se me olvida-hábilmente esquivó un golpe de la chica-y además eres muy lenta-

-¿lenta? Ahora verás lo lenta que soy-amenazó corriendo tras él. Una carrera llena de bromas y risas entre ambos dio comienzo.

Puso a hervir un cazo con agua. Mientras ésta se tomaba su tiempo, comenzaría a fregar los cacharros. Tras lavar un par de platos, descubrió la cafetera en el fondo del fregadero. Esa niña lo había vuelto a hacer. Se reconfortó pensando que al menos hoy era el último día de exámenes, al fin acabaría toda la locura.

-Akane, no me digas que has vuelto a tomarte un litro de café ¿No ves que no conseguirás dormir nada después?- no obtuvo respuesta. Seguramente estaba tan concentrada estudiando, que no la habría oído.

Al dirigir la vista hacia ella, se encontró con la chica durmiendo profundamente sobre la mesa, con una mano sobre el libro de álgebra y la otra sujetando fuertemente un lápiz. Kasumi no pudo hacer más que sonreír ante la escena. Cerró el grifo y se secó las manos en el delantal, para luego cargar a su hermana a la espalda.

-Cuidado soldados las integrales atacan el fuerte por el este! Reforzad la muralla norte, las ecuaciones diferenciales atacan con fuerza!- una pequeña carcajada escapó de los labios de Kasumi, ante las pesadillas de su hermana menor

-¿ha vuelto a quedarse estudiando hasta tarde?-

-si Nabiki, ayúdame a meterla en la cama por favor-

-claro hermana, menos mal que todo acabará hoy-

-las integrales! Las integrales! Penetran en las defensas, defended la fortaleza!-

-déjame adivinar: hoy hay examen de álgebra-comentó intentando reprimir una carcajada

-rápido, una calculadora!, me enfrentaré a esas malvadas criaturas!- ambas hermanas no pudieron contenerse más, rompiendo a reir

-shhh! Nabiki jijijiji no está bien jijijiji reirse así-

-lo siento jajajaja lo siento jajajaja mejor metamosla en la cama- ambas se sonrieron cómplices y orgullosas del esfuerzo de la menor de las hermanas.

A veces el destino juega rudo, otra es tierno y compasivo; pero siempre consigue lo que quiere aliándose con la risa y la amargura, contratando al dolor y la alegría, conjurando a la soledad y la ironía . Así pues, aunque las cosas pueden empezar en modo distinto......¿pueden tener el mismo final?

Contra corriente

-yo abro-anunció acercandose a la puerta principal- buenos días Ryoga-kun-

-buenos días, Kasumi-san-respondió el chico con una respetuosa reverencia

-pasa por favor. Akane aún está terminando de prepararse-

-gracias Kasumi. Buenos días señor Tendo, permítame ayudarle con eso-dijo acercándose servicialmente al hombre para ayudarle a cargar con una enorme maleta- ¿están preparando un viaje?-

-gracias hijo, eres un buen chico. Esta maleta pesa mucho-

-agh! Pues si, pesa un poco-

-es la maleta de las chicas, las mujeres siempre piensan que no llevan suficiente ropa jajajaja-

-¿dónde la pongo?-

-junto a la puerta principal por favor-

-¿y cuando se van?-preguntó el chico masajeándose ligeramente la zona lumbar

-¿Akane no te lo ha dicho? Esta chiquilla, que cabeza tiene dios mío!-

-está muy nerviosa con los exámenes, ya sabe como se pone con esas cosas y más siendo los exámenes de acceso a la universidad-

-tienes razón Ryoga, esa chiquilla es puro nervio - sonrió el hombre mientras palmeaba la espalda del joven- el caso es que nos vamos dentro de 2 horas a coger un avión, tengo unos asuntos que atender en New York. Uno de los dojos más importantes de allí quiere que nos fusionemos, están muy interesados en nuestro estilo de combate. Y he de ir allí a negociar el contrato, así que aprovecho para que Nabiki y Kasumi conozcan América. Nabiki está muy ilusionada por conocer la Gran Manzana, ya la conoces. Es una lastima que Akane no pueda venir por los exámenes; así que, por favor, cuida de ella. Confío en ti muchacho-

-no se preocupe señor Tendo, yo me encargaré de que Akane esté bien durante su ausencia-

-sabía que podía contar contigo-contestó estrechando firmemente la mano del chico

-Kasumi! Kasumi! ¿has visto mi calculadora?!-bajó gritando las escalares, interrumpiendo su conversación y sin tan siquiera percatarse de su presencia

-no la he visto, lo siento ¿la has buscado bien?-

-claro que si, no la encuentro por ningún lado-

-entonces pídele la suya a Nabiki, de seguro ella tendrá una-

-precisamente es la calculadora de Nabiki la que he perdido. ¿Qué voy a hacer? ¿Cómo voy a presentarme a un examen de álgebra sin una calculadora? Estoy perdida Kasumi- una risa burlona interrumpió sus lamentos-¿y tú de qué te ríes Ryoga? Idiota!-se giró furiosa

-asi que idiota, eh? Pues éste idiota se ríe porque ya había imaginado que te sucedería esto y por eso había traído una calculadora extra-dijo mostrándosela, aunque lejos de las manos de la chica- pero tu no querrás la calculadora de un idiota, verdad? Podría pegarte la idiotez-

Con un rápido movimiento intentó arrebatarle la calculadora al chico, pero éste se adelanto a ella- ¿no esperarías ser más rápida que yo, verdad? Nunca serás tan buena como yo en las artes marciales-dijo haciendo una burlesca mueca-además, eso es jugar sucio-

-no, esto es jugar sucio-dijo la chica dando un tierno beso en los labios a su novio. El chico respondió el gesto gratamente. Y cuando ella rompió el beso, no pudo más que sonrojarse violentamente al ver la escena que habían regalado a Kasumi "menos mal que el señor Tendo subió al piso superior a por otra maleta" pensó sudando frío

-muchas gracias por la calculadora Ryoga-dijo la chica mostrándola triunfante entre sus manos

-tramposa-

-como si pudieses quejarte-

-fue un golpe bajo-

-no ví que te resistieses al beso-el chico se quedó sin palabras de réplica-pero-comentó al oído del chico- cuando terminemos el examen de esta mañana, resistirte no te servirá de mucho-sonrió maliciosa, al ver como la sangre volvía a las mejillas de su novio.

-creo que ya sois mayorcitos para esas escenas-comentó Nabiki desde las escaleras. Ahora fue el turno de sonrojarse de Akane-y más cuando comienza a hacerse tarde para iros-

-es cierto, tenemos que irnos ya o llegaremos tarde al examen-

-pórtate bien mientras estamos fuera, sólo serán cinco días-

-lo haré Kasumi. Haced muchas fotos para mi, vale?-dijo abrazando a su hermana mayor

-mucha suerte para el examen hermanita-

-gracias Nabiki. Pásatelo muy bien en New York y no extorsiones a demasiados americanos-

-no prometo nada-contestó guiñando un ojo

-¿dónde está papá? Quiero decirle adiós a él también-

-será mejor que te vayas ya o llegareis tarde. Además ya sabes como se pone papá con las despedidas, llorando como una magdalena; ahórrate ese trago ya que puedes-

-tienes razón Nabiki, despedios de él por mi, por favor. Vamonos Ryoga-dijo tomando la mano del chico y arrastrándolo con ella.

-no os preocupéis por nada, yo cuidaré de vuestra hermana, sólo disfrutad del viaje-

-gracias Ryoga. Adiós-

Los dos chicos salieron corriendo de la casa, camino del último examen que les abriría las puertas de su futuro.

-buenos días padre-

-buenos días Ukyo, buenos días Ranma-

-buenos días señor-respondió amablemente el chico de la trenza- ¿dónde está mi padre? Nunca llega tarde a una comida y menos al desayuno-

-vendrá ahora mismo; pero antes de desayunar los dos queríamos hablar con vosotros-

-¿he hecho algo malo padre?-

-no hija mía, no habéis hecho nada malo ninguno de los dos. Es algo de lo que hace tiempo esperábamos ilusionados hablaros, sólo esperábamos el momento oportuno para ello-

-y ese momento ha llegado-habló Genma Saotome entrando en la habitación- hijo mío, hablaré sin rodeos. Tu difunta madre siempre deseo para ti un futuro lleno de felicidad, ya eres un hombre, fuerte y de noble espíritu; hoy completarás tu entrenamiento, convirtiéndote así en el digno heredero de la dinastía Saotome-

-hija mía, eres lo único que tengo en esta vida, además de la amistad de mi querido amigo Saotome; y por eso sólo deseo tu felicidad. Has dominado por completo todos los secretos del estilo de lucha de nuestra familia. Has crecido convirtiéndote en una hermosa jovencita de 18 años; estoy orgulloso de ti y por eso sólo quiero que tengas a tu lado un hombre que sea capaz de protegerte, un hombre de honor que ame el arte-

-los dos somos padres preocupados por el futuro de sus amados hijos, que hace tiempo hicieron una promesa con la mejor de las voluntades. Y por eso ambos hemos decidido que después de que Ranma complete con éxito su prueba, os convertiréis en marido y mujer-

-¿qué?!!-exclamaron al unísono ambos jóvenes

-Ukyo hija, sé que es repentino, pero os he visto juntos, reír y soñar. Hay una fuerte amistad que os une y sé que tú has comenzado a sentir esa amistad de la forma más extrema que hay- la chica se sonrojó al ver descubiertos sus sentimientos

-y tu, Ranma, también he visto como cuidas a Ukyo, como velas por su bienestar y como compartes con ella un lazo que jamás podrá ser roto. La amistad es la base de un buen matrimonio, no puedo saber si estás enamorado de ella o no, pero si puedo decir que si aún no lo estás algún día será así-

-¿aceptareis ese matrimonio?- Ukyo miró indecisa, de reojo, a Ranma

-yo me sentiré honrado de tener a una mujer como Ukyo por esposa-dijo con voz decidida, tomando la mano de la chica sentada a su lado- nunca podría imaginarme casado con otra mujer que no sea Ukyo Kounji-

-entonces demostrarás tu valía en una prueba, convirtiéndote en digno esposo de la mujer que será tu esposa-

-será un honor demostrar mi amor por ti-contestó mirando a la joven

-y para mi recibirlo en mi corazón-ambos se miraron amorosamente a los ojos.