EL DESTINO

BY: MEI YUKIMURA

Disclaimer: Los personajes de Card Captor Sakura ni su historia en sí me pertenecen, son propiedad de Clamp. Si en el fic aparece algún personaje que no os suene (Agafoh, Linda, Orin…) entonces si es mío.

- Ahora sí. Pasemos al fic y menos rodeos…

((CAPÍTULO 8: EL SECUESTRO))

Linda Rosales Milson, había decidido partir rumbo a su largo viaje, ir a un sitio que jamás nadie le encontrara. Esa mujer… estaba segura de quién era, y según ella dijo movería tierra y mar hasta encontrarla, y entonces, volver a aquella maldita organización de chiflados. Nunca acabó de entender cual era el verdadero propósito de ella y no entendía porque iban detrás de dos niñas como lo eran Sakura y Tomoyo, pero no se quedaría para averiguarlo. No lo hacía por cobardía ni miedo sino por su padre, él murió por lo que creía y ella no podía acabar así, primero tenía que cumplir su misión. La verdadera misión. Esa misión que su padre antes de entrar en la organización iba a cumplir, pero que no pudo hacer realidad.

Cogió sus pertenencias y depositó una carta sobre la mesa, al lado del jarrón que el día antes Tomoyo había decorado con esas hermosas flores color violeta. No pudo soportarlo así que cogió una de recuerdo (aunque después se marchitara), sería la prueba de su amistad y de que algún día estuvo allí, así nunca olvidaría. Salió sin hacer el mínimo ruido de la casa y cogió un autobús. Por desgracia… ya no las volvería a ver. "Sakura, Tomoyo…" murmuró.

Doña 1ª cogió el cuerpo sin vida entre sus manos y lo arrastró hasta el gran jardín que había fuera la organización. "Ese imbécil… -suspiró- sabía que era un bueno para nada, pero esto es demasiado, es un idiota integral, y ahora yo tengo que desaparecerlo como sea… no quiero que nadie sospeche de mi… No tuve que dejarlo con vida desde un principio. Por su culpa y su incompetencia yo tuve que presentarme ante ellos para que no lo atraparan, porque de ser así… Agafoh hubiera dicho todo a la primera de cambios, no se puede confiar en él… y ahora, que yo esté al mando ya no es un secreto… y eso no me conviene" pensaba mientras cababa un hueco en la tierra para tirar el cuerpo de Agafoh en él. "Creo que a Doña 4ª le gustará la idea…" oh… puede que…"

Sakura y Tomoyo despertaron por fin. A Tomoyo le extrañó que Linda no estuviera por allí pero tampoco le dio mucha importancia así que se fue a asearse.

A sakura si le picó la curiosidad ya que pensó que Linda no saldría sola de la casa después del ataque que sufrieron el día anterior. "a no ser que…" pensó Sakura. Su cabeza empezó a calcular y se le vino la idea de que Linda se sintiera culpable y intentara huir. Corrió a la puerta para ver si la alcanzaba. Si tenía suerte la encontraría, pero suerte era lo que les fallaba últimamente… Corrió durante tiempo e incluso se atrevió a salir hasta la carretera, pero ahí ya no había nadie…

Decepcionada volvió a su cabaña, con la esperanza de que su presentimiento no fuera real. Cuando llegó y entró dentro vio la cara de espanto de Tomoyo que lloraba mientras sostenía algo entre manos. Entonces supo que no era un simple presentimiento…

-Sakura… -murmuró entre llantos- Linda… Linda…

-Se ha ido, verdad? Dime!

-Sí! Sí! Se ha ido y… ha dejado esto. Esperé a que tu llegaras para que juntas la abriéramos –decía mientras le mostraba la carta que minutos antes había encontrado-

Sakura abrió el sobre y sacó de el un papel. La carta decía lo siguiente:

"Hola Sakura. Hola Tomoyo.

Perdonadme por haberme marchado así, de repente, pero decidí irme lejos, donde Doña Primera no me encuentre. Si me quedo con vosotras os daré mas problemas del que ya tenéis y además estaréis en peligro, y yo no quiero eso. Tengo una misión que cumplir. Le prometí a mi padre que así sería. No se si lo lograré, pero daré mi vida en ello, solo espero que no sea demasiado tarde.

Sabéis que sois mis amigas, verdad? Nunca os olvidaré y allá a donde vaya velaré por vosotras (N.Mei: parece una carta de defunción… XD). Espero todo os vaya bien, y que logréis encontrar la tranquilidad y felicidad que os merecéis, tal vez yo también lo haga…

No puedo deciros a donde voy porque ni yo misma lo sé.

Agafoh Milson… Si lo volvéis a ver ¿podríais darle el medallón que hay en el sobre junto a esta carta? Era de mi madre, supongo que le gustará tenerlo, al fin y al cabo era su hermana…

Saludos por siempre,

Linda.R.M."

Sakura se secó las pocas lágrimas que había derramado. Tomoyo sacó el medallón que efectivamente habían en el sobre. Era grande, en forma de cruz, color dorado, al centro tenía una perla roja y alrededor unos extraños símbolos. Sakura lo miró sorprendida.

-vaya… que hermoso…

-si, en verdad lo és…

-piensas dárselo?... digo, a Agafoh…

-ese fue su último deseo…

-hablas como si estuviera muerta…

-en parte si porque ha abandonado el mundo donde vivía, la organización… y ha empezado una vida mejor…

-que será esa misión de la que hablaba?

-no lo se…

Pero Agafoh Milson nunca llegaría a ver ese medallón. Estaba 2m bajo tierra y ya nunca más podría volver al mundo de los vivos. Fue un final voluntario, él mismo lo eligió, pero lo seguro es que… de saber que el medallón volvería a sus manos nunca hubiera decidido ese fin… ese medallón significaba su…

Doña primera daba ordenes a cada miembro de la organización. Cada uno corría a cumplir lo ordenado. Junto a ella se quedó Dña 4ª.

-quería algo, Dña 1ª?

-tengo un trabajo para ti, que si cumples sin errores te garantizará tu subida…

-en serio? Y don tercero?

-desgraciadamente ha desaparecido… -miente con la peor cara de sufrimiento que pudo poner. Era un gran mentirosa-

-que es lo que tengo que hacer?

-quiero que encuentres a Yukito Tsukishiro –dijo mientras le extendía una foto suya- vive en Tomoeda, tengo entendido que su hermana está muy interesada en encontrarle… será la oportunidad perfecta.

-y quién es su…?

-no hagas preguntas innecesarias y limitate a cumplir ordenes…

-como mande… -hizo un saludo en señal de respeto y se amrchó a toda prisa a encontrar a ese tal Tsukishiro…

N/A: tengo entendido que Yukito vive con sus abuelos y supongo que sus padres murieron, si es así nadie me garantiza que su padre no pudiera ser el mismo que Linda y que su madre le pusiera su apellido… al fin y al cabo esto es un fic y supongo que puedo inventarme "ciertas" cosas… Y si no es así he cambiado su vida por completo… aunque creo que logrará perdonarme… jeje XD

Estaban Touya y Yukito jugando al ajedrez mientras su abuela preparaba el te. Yukito era quién iba ganando, Touya lo miraba con cara amenazadora, no le gustaba perder, Yukito lo miraba divertido…

Una muchacha de larga cabellera roja, alta y delgada, con sus ojos tapados por unas gafas de sol, y vestida con ropa deportiva, algo no muy normal en ella; hizo aparición. En su mano derecha aguantaba lo que parecían ser las llaves del auto, mientras que la otra la tenía escondida entre los bolsillos de su jersey, donde supuestamente aguardaba la pistola, aunque no tuviera intención de usarla.

Yukito miró a la mujer como esperando una explicación y Touya miraba extrañado, pensaba que Yukito no tenía mas familia que sus abuelos. Y si eso era así… ¿quién demonios era aquella chica? La chica no aguardó ni un momento y antes de que Yukito pudiera articular palabra se lo llevó a rastras hasta la limosine que esperaba afuera. Lo metió en el coche y justo cuando iba a entrar ella decidió que sería mejor llevarse al otro chico también para que no hubieran testigos ni nada que pudiera perjudicar. Regresó a la casa y cogió a Touya del brazo para disponerse a marcharse, pero este opuso resistencia y le hizo una llave que hizo inmovilizar a la chica, pero entonces ella lo cogió y lo alzó haciendo que cayese y se hiriera la espalda. (N/A: No se si os acordáis de que cuando la carta "pelea" atacó a los expertos de lucha de Tomoeda, salió la noticia en el periódico y como Touya había empezado a hacer karate su padre le dijo que tuviera cuidado aunque este solo había empezado… Pero la carta fue a por Meiling ¿os acordáis?. Pues eso fue al principio de la serie, supongo que en el tiempo que pasó desde eso ya habrá avanzado en algo… ¿o no?).

De ahí Doña Tercera lo cogió y lo ató de pies y manos para ir directos a la organización, antes de que pudiera reaccionar.

La abuela de Yukito salió de la cocina al escuchar extraños ruidos, con el te ya acabado de preparar en las manos. Dio un vistazo por toda la casa pero allí… ya no había nadie.

Al cabo de 2 días Linda llegó a su destino, era una pequeña casa, humilde. Estaba segura de que lo que buscaba estaba ahí dentro…

Antes de que pudiera llamar al timbre la puerta se abrió dejando ver en su interior a una señora mayor, de unos 60 o más años, seguramente fuera su abuela. La señora se le quedó viendo, pero no le dejó hablar porque de inmediato ella la cortó.

-Eres amiga de Yukito? Vienes a dar noticias? –pregunta entre exaltada y ansiosa por la respuesta-

-Noticias? Sobre que? –pregunta confundida. Todavía no había dicho nada y la mujer ya había supuesto. De repente, la mujer cambió su expresión por una entristecida-

-Así que no sabes nada…. –se le queda mirando a los ojos un buen rato, la coge del mentón y la inspecciona toda mientras ella hacía cara de cordito degollado sin entender nada. De pronto la vieja hizo una mueca como si se hubiera acordado de algo desagradable- tu… Te pareces a… entra! –dijo estirándola del brazo y entrándola a casa apurada-

-sakura! –la llamó Tomoyo desde afuera con las maletas ya preparadas en mano- Date prisa!

-sí! Ya está! –gritaba Sakura ya saliendo con el resto de bolsas (mientras habían estado en aquella cabaña, que había sido bastante tiempo, habían comprado algo de ropa, ya que no podían estar siempre con la misma, se supone que la tienen que lavar… oo Aunque no mucha porque el presupuesto no da para más… (Linda les había prestado algo de dinero, así entre las tres algo pudieron hacer…) también llevaban algo de comida y otros…)- Vamos…- dijo cerrando la cabaña y empezando a andar unos pasos hasta llegar a Tomoyo- bueno… supongo que es lo mejor…- dijo nostálgica mirando la pequeña casa . todos aquellos recuerdos de esos días le vinieron a la mente-

-Tenemos que irnos ya… -dijo Tomoyo caminando hacia donde se encontraba la carretera por donde días antes se había ido Linda. Hizo un gesto en la mano como dando a entender que se diera prisa. Luego recordó el medallón- esto… -dijo sacando el tema y señalado el objeto ya dicho- al final no pudimos dárselo… me sabe mal pero tampoco sé como lo hubiéramos hecho sin que antes nos matará… -dijo soltando una risa-

-eso es cierto… Aunque supongo que si lo que Linda dijo era cierto al ver el medallón no nos haría nada…

Cogieron el autobús y se dirigieron a algún lugar incógnito que el destino les deparara.

-No entiendo que… -intentaba decir linda confusa.

-La organización! Entró y se los llevó! Estoy segura porque cuando preparaba el té vi como una muchacha entraba aquí, no le di mucha importancia, pensé que sería alguna amiga ya que iba vestida normal, pero cuando regresé vi que ya no… -decía la mujer a toda prisa. Respiró hondo para poder seguir, había hablando demasiado y tan de golpe- vi que ya no… -esta vez fue Linda la que interrumpió.-

-sigo sin entender… ¿Qué me está contando? –dijo una ya desesperada Linda-

-usted es la hija de German Rosales, aquel hombre…-dijo quisiendo no recordarlo-

-y tu como… sabes?

-venías a buscar a tu hermano, no?

-y como sabe usted que yo no estoy compinchada con aquella muchacha?

-ya hace días que se ha ido, porque tendrían que volver ahora?

-pues…

-además de eso he oído que te fuiste…

-ha oído, donde?

-nn –negó con la cabeza- eso no te lo diré. Yo ya te he dicho que aquí no está Yukito, ya no haces nada aquí… Además no voy a olvidar de quién eres hija…

-Lo siento. Yo no se que tanto pasó…

-no tienes porque saberlo…

-De todas formas yo iré a buscarlo… -la mujer se le quedó viendo extraño-

-en serio?

-sí! Como pretendes que me quede sin hacer nada? –dijo decidida-

-En ese caso… necesitarás provisiones –así fue como llenó un montón de bolsas de comida. ¿Cómo iba a comerse todo eso ella sola! Se notaba que es la abuela de Yukito… ¡Gran apetito! Al fin Linda protestó- es… demasiado. No necesito ni la mitad…

-estás en edad de crecimiento… Necesitas comer mucho! –parecía que iba a enojarse así que decidió mejor callar-

Tomoyo estaba caminando por la desierta calle. Se había acercado al centro para comprar algo de comida. Se habían acomodado en una casita a las afueras de la ciudad, pero con una pequeña excepción: esta vez fue la propia dueña quién les invitó y no tuvieron que colarse…

Tomoyo sonrió. No entendía porque aquella mujer había sido tan amable, y el hecho de que perteneciera a la organización era casi nula, a parte de que ya se habían interesado en investigar sobre ello…

Era una mujer joven, su pelo era negro como el carbón, atado siempre en una coleta alta, sus ojos de un tono azulado. Era alta de apariencia agradable y muy simpática. Se llamaba Orin y no sabía porque le resultaba tremendamente familiar. Le recordaba a… ¡Pero era mejor no pensar en ello! Él se fue ya hace tiempo sin ninguna explicación aparente y ahora no tenía tiempo ni ánimos para pensar en ello. Tan solos si volviera… tan solo… Se regañó a si misma por pensar en esas cosas en un momento tan crítico y se apresuró a volver donde Sakura la esperaba.

Sakura por su parte tendía la colada mientras Orin metía mas aún en la lavadora. Se habían organizado para mantenerlo todo correcto y encargarse cada una de una labor diferente. Sakura tatareaba una canción mientras Orin, quién la oía desde el fregadero, la seguía para si misma. Era una canción que cantaba de chiquita y que se llamaba –dreaming-

Justo cuando Sakura terminó fue cuando Tomoyo regresó con la compra así que Orin se preparó para hacer la comida, y que estuviera lista cuanto antes ya que se habían retrasado bastante con el oraje que hacía.

Sakura miró el cielo temiéndose lo peor. Tomoyo la miró curiosa y le dio varios golpecitos en la espalda comprensiva. Ella también sabía que algo se acercaba…

Después de comer salieron a tomar el sol que sorprendidamente resplandecía. Estuvieron varias horas hasta que el cielo se empezó a oscurecer y las nubes tapaban completamente el sol. Las tres se miraron a la vez, puesto que el día solo acababa de comenzar y ya se estaban haciendo ilusiones y haciendo planes.

De repente empezaron a atacar vendavales, la nieve caía, el viento no cesaba y las gotas de lluvia amenazaban. Todo a la vez y todo en un instante. Ahora si que eso era extraño… igual que aquella vez en la cabaña de la playa. El tiempo estaba descontrolado y aquello parecía el fin del mundo.

Instintivamente las tres empezaron a correr para esconderse detrás, donde no las alcanzara. Pero antes de que pudieran llegar un viento fuerte se empezó a formar al frente de las tres y comenzó a dar forma, convirtiéndose en la famosa jefa de la organización, doña Primera, cuya identidad les era totalmente desconocida.

La chica sonrió mirándolas desafiante y con eso hizo que, el viento, la nieve, el agua, y el fuego a la vez se interpusieran entre ellas y atacaran a las tres chicas, quién todavía estaban atónicas con esa llegada tan… inesperada y sospechosa.

Sin duda alguna todo eso lo había planeado Doña Primera, pero… ¿Cómo?. ¿Cómo podría haber formado ella tan solo todo ese caos¡era imposible! A no ser que…

…¡tuviera las cartas de Clow! Lo que explicaría porque Sakura dijo el día que la ayudó a escapar de la organización que no podía usar las cartas de Clow. ¡Simplemente porque ella nunca las tuvo! Doña Primera se las quitó, y Sakura por alguna razón no quería que ella lo supiera. ¡y ahora lo entendía todo! …O por lo menos una pequeña parte…

Corrieron todo lo que sus piernas las dejaron, cuando llegaron a un callejón sin salida. ¡estaban perdidas!. Sonriente apareció Doña Primera todavía con la tela cubriéndola a pesar del fuerte viento. Orin se interpuso, intentando proteger a Sakura y Tomoyo de aquella mujer.

Picaramente las miró tramándose lo peor y confiada de que estaban en sus manos alzó un cuchillo, que aguardaba entre sus ropas, en alto dispuesta a matarlas en ese instante y en ese lugar a las tres. Instantáneamente las chicas cerraron sus ojos esperando el final, Orin permanecía en el mismo lugar petrificada.

Entonces a su espalda se presentó otro ser de la igual forma, con una luz cegante a su alrededor y paró bruscamente la mano de Doña Primera. La mujer la miró desafiante, pero cuando lo hizo ya nadie había. Doña primera buscó a su alrededor con la mirada buscando a ese alguien que había osado detenerla. Al no encontrar a nadie se volvió a girar hacia las tres muchachas: Sakura, Tomoyo y Orin. Pero ahí… ya no había nadie.

-perfecto… "¡lo que me faltaba!"

Tomoyo, Sakura y Orin permanecían con los ojos cerrados, esperando a que Doña Primera les rematara. Pasaron segundos y segundos y viendo que nadie atacaba Tomoyo entreabrió asustada un ojito. Entonces vio a su salvadora sonriéndole.

…Allí frente a ella estaba Nadesiko. La madre de Sakura hizo un gesto con la mano y habló.

Nadesiko: podéis abrir los ojos Orin, Sakura…

Tomoyo se preguntó de que conocía Nadesiko a Orin. Luego miró a Sakura quién estaba pálida al ver asi de repente a su madre, frente a ella.

Sakura: ma… madre?

Nadesiko (sonriendo): sí. Soy yo, hija.

Sakura abrió los ojos como platos y se pellizco varias veces para comprobar que aquello no era un sueño. Acto seguido abrazó a su madre. Cuando se soltaron del abrazo Nadesiko habló.

Nadesiko: tomoyo… tengo que hablar contigo de algo muy importante…

Tomoyo: importante?

Orin: yo me quedaré con Sakura… -Nadesiko asintió. Entonces Sakura se pudo fijar mas bien en donde estaba. Aquello no era el callejón… parecía como el… ¿cielo? Y todo a su alrededor parecía de algodón. ¿Qué acaso se había muerto?- Tranquila. Estamos vivas. –Sakura la miró ¿tanto se le notaba? U.u – tu madre nos trajo a este lugar. No te desesperes, ahora tiene que hablar algo con tu amiga pero…

Sakura: si, gracias. –sakura no le dejó terminar-

Tomoyo: que es eso de lo que me tenías que hablar? Y de que conoces a Orin? Y porque nos ayudas? Como es que…

Nadesiko: alguien me manda… al igual que Orin

Tomoyo: quién? Quién?

Nadesiko: eso no te lo puedo decir pero… ese alguien te quiere mucho y me ha convocado para protegerte… y eso es lo que he hecho. Pero… primero tengo que contarte algo muy importante… Y cuando lo haga… ya no haré nada aquí. Ya podré volver del lugar donde produzco…

Tomoyo: me estás asustando…

Nadesiko: lo que tienes que hacer, Tomoyo, para terminar con todo esto de una buena vez es… -Tomoyo la miró aún mas asustada que antes. ¿Qué acaso lo que le tenía que decir tenía que ver con la organización?- …acabando con la carta recuerdo.

Tomoyo¿la carta… recuerdo?

Nadesiko: así es.

Tomoyo: y quién es? Como es? Y porque yo?

Nadesiko: no hagas tantas preguntas porfavor… paso a paso. Quién es tendrás que averiguarlo por ti sola.

Tomoyo: Y como puedo acabar con ella? Como?

Nadesiko: la única forma para acabar con ella es… ¡matándola!

CONTINUARÁ….

N/A: La verdad no tengo ninguna excusa para no haber continuado el fic después de tanto tiempo... Solo diré que pensaba que los lectores habían perdido interés y encima perdí este capítulo y me sentía desanimada. No diré mas nada sino que tengo una buena razón para lo de la carta recuerdo y es clave en mi historia…

Nos vemos. Mañana o tal vez esta tarde actualizaré...

Mei