Capitulo Octavo
"Diles que yo no me uniría por nada del mundo a un grupo del cual sería un maldito esclavo y tendría que arrastrarme y besar los dobladillos de una serpiente …"su sonrisa se ensanchó "….pero diles también, que si quieren de mis servicios como si de un socio del mismo rango se tratase, estaría de acuerdo en serlo siempre y cuando tenga mis beneficios y mis ventajas. Me refiero a que si quiere de mis prestaciones, yo sería como otro 'Voldemort'. No estoy dispuesto a que alguien me mande. Y por supuesto, no tendré la marca. Sería ensuciar mi piel con algo repugnante. "dijo poniendo cara de asco "Diles tal y como he dicho todo esto ¿me has entendido? Y si es esto, todo lo que quieres, me marcho. Tengo cosas más importantes que hacer.
Y tranquilamente, sin dejar que Malfoy le contestara, salió. No se percató de un brillo semejante a tristeza pero que tapado con una mascara de indiferencia, se reflejaba en los ojos del chico rubio.
Las clases continuaron de igual forma durante esa semana. En pociones, cada vez que Harry se encontraba con los ojos de Snape, los de este último, se crispaban de furia silenciosa. El muchacho de pelo azabache, continuó estudiando y entrenando en saleze.
Al final de la semana, Malfoy pasó por su lado, y dejó caer en su bolsillo una nota.
"¡Eh Potter! ¡Mira por donde vas!" le dijo dándole un empujón con su hombro.
Harry cogió la nota y la leyó en 'saleze'.
Estimado señor Potter:
Me agrado que su contestación haya sido tan franca y liberal. Encuéntreseme en Las tres escobas este sábado a las doce de la noche. No tarde.
Lucius Malfoy
"Bonito atuendo, Sr. Potter"
Harry llevaba una túnica negra echa de algún material extraño pero que era bueno contra hechizos mal intencionados. La túnica la llevaba abierta y mostraba unos pantalones negros y algo holgado y una camiseta del mismo color algo ceñida al pecho. Llevaba un collar con el dibujo de una serpiente. Si la veías más de cerca, te dabas cuenta de que la boca llevaba dentro un tapón. Un antídoto, sin duda, o quizá un veneno… Alrededor de su cintura, llevaba un cinturón con una hebilla de plata en la que también llevaba el dibujo de una serpiente. Del cinturón, colgaba en el lado izquierdo, una cartuchera en la que llevaba la varita. Del lado derecho, una daga que a simple vista parecía muy afilada, colgaba. También llevaba unas botas de piel de dragón, de altas hasta casi las rodillas en las que se podía ver unas estrellas de punta muy afilada y un par de cuchillos de diferentes tamaños. Y por supuesto, Blackadder, que acompañaba al muchacho a todas partes.
Un alma poderosa tenía el muchacho, ciertamente.
"No es bonito, Sr. Malfoy. Sino útil y adecuado para esta noche "
"Por supuesto, Sr. Potter. ¿Quiere algo?" dijo ignorando la serpiente que miraba atentamente todos sus movimientos.
"No me gusta andarme con rodeos Malfoy. Dime que quiere. Y no, no quiero nada. Gracias.
El hombre rubio se rió.
"Ya veo que es cierto lo que dicen, ¿no?"
"No se lo que dicen, ni me preocupa. Mientras el profeta esté callado, no me importa nada ni nadie. ¿Y bien?" dijo impacientemente.
"De acuerdo, Sr. Potter. Veo que esta listo. Acompáñame ante nuestro amo."
"No es nuestro amo, Malfoy. Lo dejé bien claro antes de venir aquí. No soy un servidor."
"Como digas, Potter"
Y cogiendole de la mano, desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.
"2"
Y cogiendole de la mano, desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.
Aparecieron ante una puerta grande y robusta, la cual llevaba entallada refinadas serpientes de dos cabezas a lo largo del marco. Poco era lo que se podía ver, ya que la noche era oscura y poco iluminada. No había estrellas en el firmamento que alumbraran el camino .Una pequeña brisa de aire, recorrió la espina del muchacho moreno mandándole un escalofrió.
"Acompáñeme, Sr. Potter" Habló la voz monótona de Lucius Malfoy.
Atravesaron la firme puerta después de que el individuo rubio susurrara unos encantamientos. Cerrando la puerta y mirando a ambos lados, se veían un sombrío habitáculo, que sin iluminarlo, atravesaron silenciosamente hasta llegar a una portezuela de roble que cruzaron.
La cicatriz de Harry empezó a latir.
"¿Qué ocurre, Harry?" siseo la serpiente.
"Nada. Solo es la cicatriz. Cada vez que estoy cerca de Voldemort, late y duele."
"¿Pero no habías encontrado una cura?"
"Si, pero me tiene que doler durante varios minutos antes de que surta efecto."
"De acuerdo. Mira al otro humano. Te esta mirando curiosamente"
Harry fijó la mirada en Lucius, que ciertamente le estaba mirando indiscretamente. Se ve, que durante la pequeña charla que había mantenido con su serpiente, habían llegado a través de los tantos pasillos que había en esa mansión, al lugar esperado.
"¿Algún problema, Sr. Malfoy? "Dijo lo más cortésmente que podía.
"Ya hemos llegado" dijo volviéndose y entrando en un salón extraordinariamente enorme.
La cicatriz de Harry, latió fuertemente, pero al segundo desapareció el dolor atroz. Fijó la mirada en el salón poco iluminado, percibiendo de que un circulo de personas con túnicas negras, mortifagos, estaban uniendo las puntas del circulo con un altar donde se hallaba otra persona, o también se podía decir,
Voldemort. Que por cierto, ahora tenía una apariencia espectacular. Parecía más a Tom Riddle con unos cuantos años más que al aspecto que tuvo cuando renació.
Ante el ruido de la puerta, algunos de los mortifagos volvieron la cabeza hacía los intrusos. Lucius, sin que Harry se hubiese dado cuenta, se había puesto una mascara blanca, junto a las túnicas que llevaba anteriormente con la excepción de que se había puesto la capucha. Harry, que entraba orgullosamente, se había quitado el broche de plata que llevaba recogiendo su pelo, y ahora se caía ante su rostro sin dejar ver sus fracciones en lo más mínimo.
Lucius entró hasta entrar dentro del circulo y se arrodilló ante Voldemort y beso las túnicas.
"Levántate mi fiel mortifago"
El mortifago se levanto lentamente y fijo su mirada al suelo.
"Veo que me lo has traído"
"Por supuesto, mi señor"
"Serás recompensado"
"Gracias, amo. Será todo un honor"
Voldemort se levantó y miró a sus mortifagos.
"Como os he ido diciendo durante cierto tiempo, un hombre con poderes extraordinarios y con bastante sabiduría para utilizarlos, llegaría ante nosotros para ayudarnos en la fiel tarea que Salazar Slytherin nos dejó. El tiempo ha llegado, y nuestro hombre ha llegado. A su voluntad, por supuesto. Acercate muchacho"
Harry, que había estado escuchando el pequeño discurso con atención, se acercó lentamente, mirando al frente con sus ojos púrpuras con una expresión fría. Su andar era altanero e imperioso. Paso el círculo y busco los ojos de Voldemort, y sin quitarlos una vez encontrados, hablo con su voz helada.
"Voldemort"
Los mortifagos, se estremecieron ante el nombre.
"Harry Potter" dijo acercándose ante el muchacho, ignorando las boqueadas asustadas de los mortifagos "Un placer verte de nuevo"
"No puedo decir lo mismo" dijo burlonamente a lo que Riddle dio una especie de sonrisa. "Y bien, ¿que hago aquí? Nadie me ha respondió ante mis proposiciones por lo cual, me gustaría que lo hiciese antes de decir a los mortifagos que yo ayudaría ante la fiel tarea de Salazar Slytherin"
"Muy agudo, Sr. Potter. "Dijo volviéndose a ver a sus mortifagos "Como veis, Harry Potter se encuentra ante nosotros por su voluntad libre. Hace una semana, el hijo de mi fiel mortifago, hizo una pequeña proposición ante este muchacho, diciéndole si quería unirse a nuestro círculo. Cual fue mi sorpresa, que con estas palabras, Harry Potter nos dijo que no se uniría por nada del mundo a un grupo del cual el sería un maldito esclavo y tendría que arrastrarme y besar los dobladillos de una serpiente. Ese soy yo, Un cumplido grandioso, Potter. Pero también nos dijo, que si quieren de sus servicios como si de un socio del mismo rango se tratase, estaría de acuerdo en serlo siempre y cuando tuviese sus beneficios y ventajas. Me refiero a que si quiere de sus prestaciones, él sería como otro yo. El no estaba dispuesto a que alguien le mandase. Eso fue con pelo y señales lo que nos trasmitió el hijo de nuestro mortifago.
"Si, si. Basta de cháchara y dime si me vas a contestar. Tengo mejor cosas que hacer que estar perdiendo el tiempo recordando todo lo que he dicho o dejado de hacer "interrumpió Harry.
"Muy valiente Potter…"
"Eso dicen. Pero también soy…"dijo ensanchando una sonrisa afectada "… arrogante, ambicioso, insaciable, ávido, calculador, avaricioso, egoísta, inteligente, poderoso, soberbio, fuerte, vigoroso, y sobre todo, apuesto, galante e imponente. O sea, perfecto.
Menos mal, que los mortifagos llevaban mascaras, si no se verían unas caras completamente bobas ante…tal descripción.
"…Una buena valoración de tu persona, Potter. Lo tendré en cuenta."
Pero Harry no le estaba escuchando, hablaba con la serpiente la cual había estado escuchando toda su descripción y se estaba riendo de lo lindo.
"¿De que te ríes?"
"De ti, por supuesto. Un poco arrogante diría yo…" dijo sonriéndole.
"Claro, arrogante, ambicioso, insa…"
"Si, si, ya, ya."
"¿Acaso no aprecias mi estima, cabeza hueca?"
"Al contrario. Me asombra que hayas encontrado tantos adjetivos para calificarte a ti mismo. Incluso yo podía decirte más"
"Lo siento interrumpir vuestra conversación "dijo un siseo en el otro lado "pero no me gustan que me ignoren"
Harry volvió su cabeza hacía Voldemort y cabeceo.
"¿También puede hablar pársel?"Preguntó la serpiente.
"¿Es que no reconoces quien es?"
"No"
"Tom Riddle"
La serpiente cayó al suelo.
"¡Que!"
"Buena elección de serpiente, Potter. Pero si no te importa…"
"Por supuesto que no. Sube ahora mismo "dijo a Blackadder "¿Y bien? "Habló con su voz normal
"Es hora de que hablemos de tus proposiciones"
"Excelente"
"Mis mortifagos, mientras yo hablo con nuestro estimado hombre, podéis hablar y comer del banquete que aparecerá detrás vuestra"
Una mesa llena con un montón de manjares apareció detrás de ellos.
"¿Y yo no me invito?" dijo Harry mirando la mesa.
"Dejaran algo, no te preocupes"
Todos los mortifagos empezaron a comer aunque todavía miraban a Harry escépticos. Todos excepto uno, que miraba atentamente los movimientos de ambos hombres que salían por una portezuela detrás del altar.
"3"
Todos los mortifagos empezaron a comer aunque todavía miraban a Harry escépticos. Todos excepto uno, que miraba atentamente los movimientos de ambos hombres que salían por una portezuela detrás del altar.
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Harry y Voldemort habían estado hablando durante casi una hora, donde el Lord Oscuro se había quedado libido pero también se había enfado, pero no con Harry.
"Mis fieles mortifagos, mi circulo más honora hico… Es un honor presentaros a mi nuevo socio…Lord Harry Potter. De echo, un muchacho mucho más poderoso e inteligente que cualquiera de vosotros. Y mucho más hábil diría yo. Desde este mismo momento, todos vosotros tendréis que dirigiros a él como a mí.
Entonces, todos los mortifagos se acercaron hacía Harry, y arrodillándose ante él, besaron el dobladillo de su túnica acompañando con un "mi señor…". El último fue el hombre que se había quedado mirándoles anteriormente.
"Quédate aquí "dijo Harry al hombre encapuchado, que, después de besarle las túnicas, se levantaba con la cabeza gacha para marcharse de nuevo a su lugar. Harry, se acercó a Voldemort y le habló en parsel.
"Mi nuevo socio, acaba de hacer un elección bastante buena eligiendo ha nuestro experimentado mortífago como…digamos…su prostítuta. Acércate aquí "dijo al hombre encapuchado. Postrándose ante él, besando su túnica y diciendo '¿si amo?', se levantó. Voldemort, cogió su barbilla y miró a sus ojos varios segundos. "Muy buena elección, muy buena" susurró "Bien, mi mortifago, desde ahora en adelante, vas ha hacer todo lo que nuestro nuevo socio te pida, sin hacer preguntas. ¿De acuerdo?
"Si amo"
"Puedes marcharte a tu lugar"
Los mortífagos le veían, aunque aliviados de que Voldemort no eligiera uno para él, pero envidiosos de tener a semejante cuerpo para él.
"Lo siento por haceros llamar únicamente para presentaros a nuestro nuevo miembro. Miento, no lo siento "dijo con un sonrisa afectada "Os llamaré en un tiempo corto para discutir nuevos planes y ver que tal fueron los ya planeados. Ya podéis marcharos. Tú. Quédate y acompaña a tu amo a la escuela. Y acuérdate que ahora tienes que obedecerle a él y hacer todo lo que quiera"
"Si amo"
Los mortifagos salieron del salón. Harry se acercó a Voldemort con una sonrisa sádica en su rostro.
"Ha sido todo un placer hacer negocios contigo, Voldemort"
El hombre más viejo se acercó a Harry y le susurró al oído.
"Llámame Tom en privado, y se otras maneras de placer que podría enseñarte en nuestra próxima reunión"
Harry se movió para estar enfrente del apuesto hombre que tenía ante el y con una sonrisa afecta acercó sus labios a los de Voldemort y dejándolos hasta que se rozaran levemente le susurró.
"Lo estoy deseando"
Se separó y fue hacía donde estaba el mortífago y se dio la vuelta.
"Voldemort" dijo en forma de despedida pero con una extraña sonrisa que se dibujaba en su rostro.
"Potter"
Y ambos hombres, salieron del salón sin media palabra.
Cuando se aparecieron en Hosdmade, el mortifago quitándose la mascara y bajándose la capucha, al fin habló.
"¡¿Pero que crees que estas haciendo, Potter?!" dijo volviéndose enfurecido hacia el muchacho
"Amo, llámame amo o señor, Snape" dijo sonriéndole afectadamente
"¡Pero quien te cre…!"
"Bien, pues soy Lord Harry Potter, y desde ahora soy tu amo y señor. Y más te vale hacer lo que yo te diga, no vaya a ser que diga a Voldemort que eres un espía. Tienes suerte. Si no hubiera estado hoy yo allí, hubieras muerto. Vamos, no vaya a ser que Dumbledore se preocupe por ti"
Y saliendo andando tranquilamente dejando a un Snape atontado. El profesor se acercó hasta estar a su lado.
"Potter…"
"Amo"
"¿Qué?"
"Que me llames Amo"
Snape puso cara de asco pero sin embargo le llamo como le había dicho.
"Amo, respecto a lo que dijo el otro amo…eso de que yo sea tu…tu…"no podía decir la palabra
"prostituta"
"Si, eso. ¿Es verdad?"
"Voldemort no miente "simplemente dijo
"Pero…pero…yo…."
"¿Tartamudeando Snape? Que extraño"
Ya habían llegado a las puertas de Howarts y entraron en el castillo. Snape estaba libido. No solo acaba de ver a Potter haciéndose un Lord Oscuro, que por cierto, se lo diría enseguida a Albus, si no que también tenía que ser su…su prostituta, cosa, que aunque el muchacho estuviese de muerte… "¡¿qué?! ¿De donde vino eso?" pensó Snape asustado hacía ese pensamiento.
"¿Supongo que ahora irás a ver a Dumbledore? Cuida lo que dices y se cauto. No querrías hacer que se desvelará que eres un espía, ¿no? De mi puedes decir lo que quieras, no me importa. Pero…"El Lord acorraló a Snape contra una pared y junto su cuerpo con el del profesor cogiendo sus muñecas y levantándolas hasta dejarlas por encima de su cabeza y pegadas a la pared. Acercó sus labios hacía el oído del profesor y le susurró " …ten cuidado. Volví sospecha de varias personas de ser traidores, y está más seguro de que seas tú que de que sea Malfoy"
Snape llevaba pensamientos contradictorios en su cabeza. Tenía un cuerpo pegado contra el suyo que lo estaba poniendo duro y unos dientes que estaban dejando una marca en su cuello, que al estar echa, una lengua lamió mansamente la señal. El profesor estaba haciendo acopio de todas sus fuerzas para no dar un gemido.
"¿Pero por que has ido a ver a…."
"Tut, tut, tut. ¿Qué te dijo tu amo? Nada de preguntas. Además, no estás preparado para saber la respuesta a esa pregunta." Esto último lo dijo con voz distante pero muy fríamente dándole un escalofrió a Snape que sin darse cuenta tenía unos labios rojizos muy cerca de los suyos. "¿Has entendido lo que te he dicho?
"Si Po…Ha…Amo" dijo mirando fijamente a los labios que estaban rozando los suyos.
"mmm…"
Harry, sacando su lengua lamió lentamente los labios de su desde ahora nuevo amante. Las rodillas del maestro se habían vuelto flácidas, y si no fuera por las manos que sujetaban sus muñecas contra la pared se hubiera caído al suelo.
"Po..Potter...Ahora estamos en la escuela…no puedes…"
"Shhhhh, no digas nada. Puedo y quiero, profesor." Y dándose la vuelta se marchó a su torre.
Snape se calló al suelo de golpe y miró a cualquier lugar con una mirada asustada. Nunca, en todos sus años, le habían obligado hacer eso, bueno, en la primera guerra si, pero hacía tiempo que no. Había oído que algunos mortifagos habían sido llamados por otros de un rango más alto, con órdenes de Voldemort para hacer lo que le había mandado hacer ahora.
Con una expresión aterrorizada por lo que había pasado esa noche con el que creía que era el muchacho-dorado, le encontró Dumbledore.
"¿Severus?" dijo preocupado. Al ver su expresión, le cogió con una fuerza sorprendente y le llevó a su oficina para atenderle allí y ver lo que había ocurrido.
"4"
Le había contado a Dumbledore lo ocurrido. El director no se podía creer lo de Harry. Le era imposible. El profesor le había dicho también, que últimamente Harry se había visto muy raro, y que recordara lo que había dicho a sus amigos sobre que Harry Potter había muerto ese verano. En ese momento no le habían tomado inportancia, pero ahora, las piezas encajaban. Su humor frio, su comportamiento, sus estudios y ahora eso. Con todo, se llegaba a la conclusion a la que había llegado Snape al principio de curso: Algo había pasado en verano para que el corazon del chico se rompiese en mil pedazos de frio cristal.
Albus llamó al muchacho al día siguiente para hablar con él.
"No lo negaré director pero tampoco voy a dejar de serlo"
"Pero Harry, entra en razón…"
"No tengo que entrar en razón profesor. Tu eres igual, o se podría decir peor que Voldemort. Solo te estoy advirtiendo que te apartes de mi o podrías sufrir"
"Harry, esto te puede llegar a la expulsión"
"Puedes expulsarme si quieres. Sea cual sea tu escusa para expulsarme, te aseguro que antes de que acabe el mes, habré vuelto y con un humor peor. Además que tu reputación se verá en muy mala posición"
"¿Sabes que te puedo expulsar por decir simplemente que te fuiste a Hosdmade, Harry? Eso no te puede librar sobre todo con la vuelta de Voldemort, el ministerio tenía muy claro la hora de queda y los viajes a Hosdmade bajo pena de expulsion "dijo Dumbledore intentando sacar todas sus tarjetas para que el muchacho volviese con él.
"Hazlo"
Albus le miró seriamente pero con un rastro de melancolia que se endureció en seguida.
"Profesora Mc. Gonagal"
La profesora paso por el hogar a la oficina.
"¿Me quería para algo, director?"
El director se volvió hacía Harry.
"Sr. Harry Potter…"
"Lord Harry Potter" le dijo sonriendole afectadamente.
"…queda expulsado permanentemente de Howarts escuela de magia y hechizeria con los cargos de pasar las normativas 2592 y 2593 impuestas por el ministerio de magia para la protección de estudiantes. Debe recoger sus pertenencias antes de mañana a las 10, fecha en la cual el Ministró se presentará. Mañana será confiscada su varita y guardada por el ministerio. Buenas noches.
Y con una sonrisa sádica salió del despacho del director.
Esa misma noche, después de recoger sus cosas, Harry se dirigió a los aposentos del profesor Snape. Llamo al retrato que escondia detrás la habitación y el profesor abrió la puerta. Estaba descamisado, con solo unos pantalones cortos de dormir. Surcó una ceja al ver al muchacho con una sonrisa satisfecha.
"¿querias algo Potter? "dijo con su voz fria habitual.
"Amo, llamame amo "dijo sonriendole afectadamente
Las cejas del profesor se enarcaron más.
"¿Me dejas entrar?
Snape gruñó en vez de contestar y dejo que pasara. Harry se sentó en un sillón enfrente del hogar mientras el maestro iba a por algo de beber. Le pasó un copa de coñac y se quedo apoyandose contra la pared.
"¿Supongo que ya te habrás enterado de mi expulsión?
"Si…amo
"¿Y que piensas de ella?
"¿Qué quieres que piense, amo?
"Nada "dijo acabandose el vaso y dejandole en el suelo. Se acercó a él y le quitó el vaso de coñac. Se apoyo contra cu cuerpo y le susurró en el oido "Me gusta que tengas tus propias opiniones, Severus. "Apoyó sus manos sobre el pechó de Snape y lo acarició de arriba abajo. La respiración de Snape por esos movimientos inesperados se entrecortó poco a poco. "Dime, profesor. ¿Le gusta esto? "le susurró al oido mordiendo levemente su cuello mientras sus manos seguían recorriendo su pecho desnudo y parandose en los pezones del hombre. Un pequeño gimoteo salió de los labios de este "Contestame "reclamó Harry suavemente, sin parar de recorrer su pecho con sus manos.
Snape no queria contestar. Le estaba acariando el chico maravilla y se estaba dejando. Se suponia que debía dejarle, pero aún así su orgullo le hubiera impedido. Pero ahora no podía creerse que le permitiese eso.
"Poott…amo…no haga eso…por favor..."
"¿Por qué? " le exigió bajando su rostro hasta el pecho del hombre y dandole besos plumosos en él.
"…yo…yo …" tartamudeo ante las sensaciones que el muchacho 'ya no un muchacho –se reprendió' le estaba dando. Por poco que le tocase, su cuerpo temblaba. Los blancos dientes del moreno, daban pequeños mordiscos a su piel palida pero bien constituida. Llegó a los pezones y los mordisqueó tirando levemente de ellos hasta hacer al profesor gemir.
"¿Por qué? ¿Es miedo lo que tienes? ¿O es que no estas preparado para hacer esto con un estudiante que por cierto, ahora es tu amo? ¿O simplemente no quieres? "susurro mientras su lengua seguia recorriendo su estomago hasta llegar a la tira elástica del pantalón.
"…no…" susurró Snape
"¿No que?"
"…no sigas…"volvió a susurrar Snape.
"¿Por qué? Soy tu amo. Puedo hacer lo que quiera contigo sin pensar en lo que tu quieras. Dame una razón para no seguir" dijo irguiendose y susurrandoselo al oido.
Snape no dijo nada. Era ridiculo ver a su profesor de pociones, apunto de llorar y bastante disgustado. Eso es lo que vió Harry, y aunque su corazón seguía siendo frio, no podía hacer eso a una persona a la que tenía sentimientos diferentes al odio.
"Acompañame" habló.
El profesor siguió a Harry con un debil 'si amo', hasta el sillón donde estaba el hogar y le hizó sentarse en su regazó. Al principio, el hombre dudo, pero viendo la cara confiada de su amo, hizo lo que le ordenaba. Se dejo apoyar contra el muchacho, escondiendo su rostro en el cuello de Harry.
"Tienes que saber, Severus, que aunque ahora sea tu amo, no significa que no me preocupe por ti. Ya se que te sonará estraño, después de ver como mi corazón es frio y casi irrompible. Nunca te habrías imaginado que ahora estarías en el regazo del chico arrogante que había estado molestandote tantos años, ¿verdad? Tienes que saber también, que aunque ahora sea un Lord Oscuro, tienes que confiar en mi, ¿de acuerdo? Tienes que confiar en lo que yo hago. Y puedes fiarte de mi, hablar conmigo. Tu no te preocupes, yo no te juzgo por lo que eres. Si supieras todo lo que pienso sobre ti, Severus…"Esto último lo dijo suspirando. "Venga "le dijo levantandole de su regazo "vamos a la cama
Harry le llevó hasta la cama sin que su profesor dijera ni media palabra. Le ayudo a acostarse, le tapo, y le dio un beso en la frente.
"Que duermas bien. Te veré pronto"
Y Se marchó.
Os quiero a todos!! Sois un sol!! Gracias por apoyarme y decir que siguiese publicando. Ya toy aquí y ya quero reviews!! Por fis