CAPÍTULO 6

Los tres adolescentes no se habían movido de sus asientos. Y no planeaban hacerlo. Ya habían desayunado con Tonks, así que no tenían porqué dejar sus sitios.

La Profesora al parecer ya lo sabía por que se retiró sin decirles palabra alguna.

Habiendose marchado el Profesor Lupin a continuar su misión de espionaje con los hombres-lobo; El Profesor Moody a hacer algo para la Órden que hasta ahora ni Fred ni George habían logrado averiguar, mucho menos Harry; La Profesora McGonagall a desayunar y Hagrid estando en su cabaña; los tres quedaron sólos junto a Snape, el recién descubierto Vampiro, el recién descubierto.. no traidor.

Harry no quiso preguntar a McGonagall sobre las memorias. Ella debía decidir cuales eran aptas para que los demás las viera.

Aunque consideraba injusto que ella no le hubiese ofrecido ya el echar una ojeada a alguna. Aunque sea una.

Y eso le molestaba, porque significaba que aún lo sobreprotejían. Ya estaba por ser legalmente adulto. Y aún le escondían información. ¿Es que no valoraban sus acciones?.

Él era uno de los miembros más importantes en la lucha contra Voldemort, por Merlín!

Ya no era un niño..!

De repente salió de sus pensamientos al notar que Hermione había seguido hablando.

- "Si no fuera porque la Profesora McGonagall olvidó la existencia de la caja y nunca la revisó; nosotros no hubieramos pasado ni por la mitas de lo que pasamos estos últimos días."

- "Yo sólo espero que esto no sea una trampa como Ojoloco dijo. Si tengo que trabajar con el colmilludo y eso nos devuelve al Director... pues lo haré. Y cuanto ántes mejor."

- "Eso es Harry. Así es como debes pensar. Dumbledore confió en ti y en Snape."

- "Mione, se que esta misión con Snape debo llevarla en secreto exclusivo; pero, si llego a necesitar ayuda, puedo contar con ustedes dos? Verdad?"

- "Por supuesto, Verdad Ron, Ron?... Ron?"

Harry volteandose a su izquierda para ver a Ron, lo encuentra paralizado y pálido.

– "Ron?"

Harry y Hermione miraron a donde veía Ron.

A Snape.

- "Ahhh... Hola Profesor.." – Harry levantaba una mano mientras que con la otra sacudió a Ron para que reaccionara.

El Profesor tenía sus ojos de serpiente clavados en Ron, como si quisiera hipnotizarlo. Pero al ver que Harry le hablaba, los miró y luego a su amiga.

Inmediatamente comenzó a moverse tratando de sentarse en la cama, cuando Hermione salta de su silla y corre a su lado y comienza a arreglarle los almohadones en su espalda.

Snape como Harry quedaron congelados. Mientras que con Ron el efecto fue a la inversa.

- "Que haces Hermione?"

- "Está Herido, lo estoy ayudando,... qué...?"

- "Gracias señorita Granger. Pero aléjese de mi ahora mismo.!"

Ron no podía perder mas color, y sus ojos amenazaban con saltar de sus órbitas; cuando para énfasis de sus palabras, Snape sonrie con todos sus dientes perdiendo todo rasgo humano en su cara.

Hermione que ya había corrido toda la distancia de la cama hasta su silla, estaba ahora calculando cuanto le llevaría de la silla hasta la puerta. Pero ella no estaba segura que velocidad tendría Snape, aunque se encontraba herido.

Talvés por falta de sueño, o talvés por años de mal tratos a manos de este Profesor, Harry perdió un poco el control.

- "Porqué es así? Ella sólo lo está ayudando. ¿No puede ser un poco amable aunque sea un día al año.?"

- "Señor Potter; nunca cruzó por su dura cabeza el que yo tenga mejores razones que usted para lo que digo y el porqué?"

- "Bastardo desagradecido" – murmuraba Ron.

- "Señores, parece que me encuentro generoso y donaré parte de mi tiempo en explicaciones. No es que ustedes se las merescan, por supuesto." – Decía Snape mientras movía una mano languidamente por los aires hacia los tres.

- "Le agradesco a la señorita Granger por su... inesperada ayuda. Pero teniendo en cuenta que.., por ponerlo de una forma ..simple.. para ustedes, estoy muy hambriento, no es buena ídea que ella o algunos de ustedes se acerque demasiado a mi persona."

- "Professor, ..."

- "Si Potter."

- "Siendo usted un vampiro... ehh... a quienes se ha comido estos años que ha estado en Hogwarts.?"

Arqueando una ceja y con una expresión de asco, responde casi de inmediato en un tono bajo – "Nuevamente demostrando claramente que la valentía de Griffindor es estupidéz confundida. Pero, bueno, respondiendo a tu pregunta.. Sinceramente, ni a la mitad de los que yo quisiera."

- "Pero, como Dumbledore se lo permitía?"

- "Dumbledore, no quería saber. Mientras no fuera un alumno, o alguien del Staff, a él no le interesaba. Mientras fuera período de clases, yo era su responsabilidad, como todo lo que sucede en ese castillo. Pero fuera de esos meses, durante las vacaciones, él ya no cargaba con responzabilidad alguna sobre mi.

Y el se aseguraba que durante las clases yo me mantuviera de animales. Los cuales nunca me satisfacieron por completo, ni me alimentaban correctamente."

- "O sea que siempre está hambriento?"

- "Casi constantemente, señorita Granger."

- "Con razón tiene ese carácter." – Ron le susurró a Harry.

- "Señor Weasley, le advierto... que lo oí. Nuevamente.

Y si usted hubiera pasado sólo un período hambriento al punto de la histeria como yo lo e pasado, usted también actuaría diferente."

- "Pero después de tantos años, no se acostumbró?"

- "Uno nunca se acostumbra a tener hambre Ron." – Decía un Harry con la vista perdida.

- "Gran verdad señor Potter. Pero además debo agregar que en este momento estoy herido y he sangrado bastante. Ustedes entienden supongo..."

- "Hagrid ya regresa, fue a buscar algunas cosas a su cabaña. Pero ya regresa."

- "Señor Weasley, que es lo que usted me esta queriendo decir?

No será que me me está ofreciendo al guardabosque de Hogwarts?"

- "No, no.. el fue a buscar algunas cosas para su herida."

- "Mientras tanto usted podría hablarme sobre la misión para Dumbledore." – Harry sólo estaba interesado en obtener información de algún lado.

Con una expresión severa y sisseando que les hizo recordar a cierto rubio, le respondió

- "Potter,.. estoy famélico, no con ganas de charlar."

Olvidando Ron que se encontraba en una habitacion junto a su poco querido Profesor vampiro y sumándole hambriento, le pregunta una duda que seguro todos tenían.

- "Que ha pasado con Draco Malfoy?"

- "El señor Malfoy hijo está bajo mi custodia y brindando importantes servicios a mi persona. "

Harry y Hermione se mirarona los ojos – "Haciendo que exactamente?" – pregunto Harry.

- "El me a estado alimentando estos últimos días."

Luego de un momento todos reaccionaron – "QUÉ?"

- "Mató a Malfoy!." – suspiro Ron.

- "No Señor Weasley."

- "En serio Ron, nunca has leído nada de estudio, verdad?

Es de conocimiento general de cuarto año."

- "Y nuevamente señorita Granger, ilumínenos con su sabiduría."

Sin prestarle demasiada atención a Snape, Hermione continuó – "Como decía, es de conocimiento general, se da en tercero y nadie que llegue a cuarto puede no saberlo."-

Haciendo una pausa para mirar a Harry Ron que seguian con una expresión de no saber de que hablaba. Hermione cerro los ojos, suspiro y continúo.

- "En raras ocasiones llevan a la muerte a aquella persona (victima o donante) que ha sido mordida por un vampiro.

Ya que un adulto posee alrededor de cinco litros de sangre, variando por su altura, peso y sexo. Ningún vampiro posee un estómago tan dilatable como para albergar esa cantidad.

Ahora si la herida por donde el vampiro sustrajo la sangre del donante o víctima no es correctamente curada o cerrada, ésta puede llevar a la muerte por desangramiento. O si ocurriera una infección, por envenenamiento sanguíneo.

También si la victima es un bebe o un niño pequeño, solamente en esos casos, los drenarían llevándolos a la muerte.

O que una persona adulta fuera atacada por mas de un vampiro."

Terminando Hermione miró a Snape buscando aprobación a sus palabras, ya que había recordado en ese momento que Snape no era una clase común de vampiro, y talvés en algo variaba de raza a raza. Pero Snape la miró sin decir nada.

- "Entonces... (comenzó Harry).. porqué Malfoy lo permite, no entiendo. Usted lo obliga?"

- "Podemos decir que la experiencia tiene sus ventajas y consecuencias agradables para ambas partes.Y no, no lo obligo. El tiene una gran deuda conmigo."-
Y con una amplia sonriza agregó.

- "Y se la estoy cobrando a gotas.."

- "Pero Malfoy ya sabía lo que usted era?"

- "Vampiro, señor Weasley. ¿Tanto le cuesta pronunciar esa palabra?"-
Y moviendo la cabeza en resignación, miró a su hombro y con su mano derecha comenzó lentamente a remover el bendaje.

- "Draco lo supo por su padre, hace un par de años. Actualmente Él y Dumbledore eran los únicos que lo sabían en Hogwarts."

- "Pero cómo... ? "

Resignándose a que esta podía ser la única forma de olvidar su gruñiente estómago por un rato, Snape decidió concentrarse en sus memorias ante que concentrarse en su hambre.

- "Cómo ya sabrán asistí a Hogwarts cómo alumno en los mismos tiempos que Lucius Malfoy, padre de Draco.
Siendo alumno no tenía permitido el vagar de noche por los pasillos mucho menos por los jardínes o el bosque dónde aveces obtenía algún pequeño animal. Así que por esos tiempos, Lúcius me alimentaba."

- "Desde cuándo es usted vampiro, Señor." – Preguntó una respetuosa Hermione.

- "Desde que nací, Lo heredé de mi madre, pero sólo se desarrolla y manifiesta por el lado masculino de mi familia. Mi madre si hubiese querido hubiese podido desarrollar la habilidad, pero para los hombres no es una opción."

- "Y cuántos siglos tiene usted, Señor?" – Preguntó Ron bajo la severa mirada de Hermione que no podía creer que su amigo ya hubiese olvidado que hace unos meses atrás habían encontrado en un viejo periódico esa información sobre su edad.

- "Siglos? O señor Weasley, no se guíe por las historias muggle. Los vampiros de mi raza no somos eternos o inmortales. Yo soy tan mortal como usted; y tengo 41 años."

- "Profesor, cómo es que Malfoy padre, lo descubrió como vampiro? Y porqué decidió ayudarlo?."

- "Parece que piensan escribir mi biografía.

Pero no tengo otra opción.

Al contrario de lo que la gente piensa, yo poseo amigos. Nunca fui tan popular como tu padre, Potter, pero tuve un buen amigo, y ese fue y es Lucius."

- "Pero Malfoy es un Mortifago.!"

- "Y también yo!."

- "Y cómo él lo descubrió... y Dumbledore?"

- "Porqué estoy contando mi vida privada, me pregunto. Ahh, si,.. hambre.

Dumbledore no tenía ningún problema en aceptarme en su Colegio ya que ántes había aceptado a un semi-gigante y ese mismo año a un niño-lobo, aunque yo no lo sabía en ese momento."

- "El niño-lobo al que se refiere, es el Profesor Lupin, verdad?"

- "Si, Potter. Y hazme el favor de no interrumpir.
En donde quede... ha si... Ya estaba en el Colegio y Dumbledore estaba al tanto de mis antecedentes familiares. Los Prince venían desde hace siglos a estudiar en Hogwarts, así que no había problema alguno. SI los anteriores Directores no se negaban, mucho menos se iba a negar Dumbledore."

Al principio todo era diferente.

No tenía forma alguna de obtener mi alimento y temiendo perder el control y terminar con sangre de Griffindors y no exactamente en mis manos; decidí hablar con el Director.

Si, en aquellos tiempos Dumbledore ya era el Director del Colegio. Era la década de los setenta.

No me pudo ofrecer ayuda alguna, más que el consejo de que cazara algo de día. Pero al igual que ahora, no era fácil de escaparse hasta el bosque. Además teniendo sólo once años de edad, el Director no me lo permitía.

Unos días después, habiendo ya faltado a dos clases seguidas ese día, y nadie me había logrado encontrar, tampoco eran muchos a los que les interesaba para buscar, Dumbledore salió a mi búsqueda, encontrándome en una vieja sala de Estudios Muggles que estaba a mi parecer en desuso.

Yo había decidido ocultarme por miedo y seguridad de que sabía que no podía resistir más el hambre y perdería el control durante alguna clase y terminaría lastimando a alguien.

No es que me importara mucho ese alguien, pero no quería que me expulsaran tampoco.

Y el almorzarte un compañero de clases era suficiente para una expulsión.

No sé si esa regla aún se aplica en Hogwarts.

Llevaba semanas sin poder comer. Estaba mareado, débil y no del todo coherente.

Es verdad que aveces puedo digerir algun alimento de los que los humanos consumen, pero todos califican como golosinas.

Tu puedes comer muchas golosinas y no sentirías hambre, pero eso no te alimenta.

Así que, Dumbledore vino a mí, sin miedo y portando una solución.

El me recomendó que confiara mi secreto en alguien de mi extrema confianza. Un amigo.

Al no ser popular. No tenía mucho de donde elegir.

No consideraba a nadie como amigo. Siempre pensé que estaba mejor sólo.

Y así se lo expresé al Director.

No tenía a nadie a quien confiar mi secreto, y además la utilidad en revelarlo.

Dumbledore me aseguró esa tarde, qué yo tenía un amigo, aunque yo no lo supiera.

Y seguidamente me explico el funcionamiento del sistema por medio de 'donantes'.

Mi caso era un poco especial comparado con mis ancestros.

Nunca había vivido con otro como yo, ya que mi padre era humano, mi madre poseía el gen pero no lo había desarrollado y soy hijo único. No tenía un guía que pudiese haberme enseñado alternativas para mi mantenimiento.

Desde que nací mi madre me había alimentado. Mi madre también era hija única, por lo tanto tampoco tenía tíos a quién tomar de ejemplo. Y el gen mi madre lo había recibido de su padre, ya fallecido. No había habido otro como yo en la familia desde hacía casi cuarenta años.

Al llegar a el Colegio y verme forzado a buscar mi propio alimento, estaba completamente perdido. Y además no podía decírselo a nadie lo que durante toda mi niñez yo había creído que era algo normal.

Al llegar a Hogwarts descubrí que yo era lo que los demás llamaban un monstruo. Era uno mas de los que se estudiarían en Defensa Contra las Artes Oscuras si tuvieran alguna información sobre nosotros.

No era nada fácil realmente. Admito que estaba aterrado.

Al explicarme el Director como funcionaba el sistema de 'donante', fue un alivio porque no sabía, llegado el momento, como dar caza a un ser humano, pero estaba seguro que por instinto y desesperación aprendería rápido.

Pero al ser un donante el cuál me alimentara cada ciertos intervalos de tiempo, no tenía que preocuparme por mi 'ignoracia'. Claro, eso si no tenemos en cuenta que tampoco tenía idea de donde morder o alguna técnica. Y estando en primer año aún no habíamos dado nada sobre vampiros. Que aunque somos razas diferentes, por lo menos hubiese sido una base de donde empezar.

Era patético.

(Snape tomó un poco de aire en silencio, mientras revivía sus memorias. Y notó que su audiencia –la cuál había olvidado por completo- estaba hipnotizada por su relato. Y continuó.)

- Pero igual todo se solucionó. Dumbledore me llevó gentilmente hacia su oficina.

No sé que caminos llevamos, porqué nunca más volví a verlos. Ese castillo tiene demasiados pasajes desconocidos.

Y fue lo mejor ya que no encontramos a nadie hasta que llegamos a la oficina del Director.

Y ahí estaba Lucius. Sentado esperando.

Él había sido quién había informado al Director de mi desaparición. Y además de exponerle su preocupación sobre mi pérsona y mi conducta durante la última semana.

Al parecer había estado pasando por unos cambios de aspecto físico y psicológicos que ni yo había notado. Es que mi apariencia humana cambia un poco dependiendo de lo bien alimentado que esté y según algunos, mi carácter también.

- "Eso explica mucho... "

- "Mhh? Potter...?"

- "Nada, nada ,... continué porfavor..."

Snape estaba tan concentrado en sus memorias que no le dio importancia al murmullo de Harry.

- "Lucius había intentado llamar la atención sobre mi condición a él Jefe de la Casa de Slytherin, pero sin éxito. Y por eso al ver que yo no había aparecido en ninguna de las clases ese día, fue directamente a hablar con Dumbledore."

Y hasta que volví a Hogwarts a ocupar el cargo de Profesor de Pociones, Lucius me a ayudado.

Aunque cuando estaba con El Señor Oscuro yo no tenía el mismo problema que al estar en Hogwarts. Como entenderán.

Él normalmente me ofrece algunas de sus víctimas ántes de terminarlas. Muy generoso de su parte.

Si Potter, porqué me mira así.?

No olvide que de todas formas iban a morir. Y no es necesario desperdiciar.

Mmhh, ya en mi vida adulta, la situación ha cambiado bastante. Pero durante las vacaciones Lucius igual pasaba a visitarme, y aunque ya no necesito su ayuda, iguál nos veíamos.

Pero ahora hace ya más de un año que él está en Askaban.

Y aunque los gustos varían de humano a humano, supongo que se debe por los grupos sanguíneos y su alimentación. Me he acostumbrado a la sangre dulce de los Malfoy. (Levantando una mano y rozando las yemas de sus dedos) - Es como canela, pero dulce.

----------------------

Nunca habían escuchado a el Profesor Snape hablar tanto, y nunca de sí mismo.

Le habían dado su completa atención. Y Harry ya no sabía si ahora lo odiaba más o sólo era más asco.

Hacia veinte minutos que Hagrid se había unido a la audiencia, pero ninguno lo había notado. Ni siquiera Snape.