CAPÍTULO 7

- "Hagrid!
Hagrid!; detente un momento y escúchame.!"

Con un bufido Hagrid se detuvo. – "Aquí tengo las hierbas, esto le ayudará profesor, sólo déjeme..."-

- "Hagrid!
No sería más fácil que me consigas algo rojo, espeso y ..."

- "NO!"

- "Hagrid, sabes que es lo que necesito. Me curaría más rápido y ..."

- "No y no!

Porqué no hablamos de otra cosa, .. como el ¿cómo se hizo esta herida., profesor.?

Parece una mordida, pero no puedo asegurarlo.."-

- "Es una mordida."

- "Pero no es humana." – Aseguraba Hagrid.

- "Sí, es humana."

- "Vampiro mordido por humanos..." – comenta Ron entre risitas.

- "En realidad, fue un exhumano. Un zombie."

- "Un zombie lo atacó?" – Preguntó una asombrada Hermione.

- "Sólo un decerebrado como un zombie atacaría a un Aureliano."

- "Hay, ya basta Hagrid. Deja de lamerme las botas que no estoy buscando mascota."

Y Ron volviendo a reír – "Y todos creíamos que Hagrid iba a tener mascota nueva, pero parece que va a ser al revés."-

- "Ron!" – gruño Hagrid.

- "Ya me enteré que planeas hasta comprarme un collarcito, Hagrid. Más ya no pueden ofenderme.
Humanos. Y después se quejan por que uno los muerde."

- "No, no es así profesor. "–

Y Harry tratando de salvar a Hagrid de la situación, pregunta.
- "Un zombie, Porqué, cuándo?"

- "Simple, Harry. El Señor Oscuro a decidido ampliar su ejército.
Y al parecer alguien quiso hacerse el gracioso manipulando uno de ellos. Lo que terminó en un zombie enloquecido, mordiendo a todo en su paso durante plena reunión de los superiores. Tres de nosotros resultamos estar en su camino."

Hermione que se había llevado las manos a la boca al oír del ejercito, las retiró un poco y preguntó.
- "Cuándo sucedió eso?"

- "Unos momentos ántes de que terminara la reunión y yo me dirijera hacia aquí.
Al parecer les agregaron alguna clase de virus o veneno en su mordida, y de ahí esta pequeña infección.

Que si Hagrid me permite, no se extenderá por todo mi brazo."

Pero Hagrid muy serio, se limitó a un simple – "No.!"

- "GRRRR"

- "No me hagas Grrr...!"

Severus intentó no sonreír ante la inocencia de Hagrid.

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Harry y Hermione convencieron a Ron de volver a Grimmaud Place a descanzar. Y aunque Ron había dormido practicamente toda la noche, accedió.

Cerca del mediodía, el trio bajó hasta la cocina para encontrar a Ojoloco Moody almorzando junto a la señora Weasley, mientras esta opinaba sobre la noche anterior. Ya que a esa hora, Moody le había dado mas información de lo que Tonks tuvo permiso de dar.

Harry no quiso parar a almorzar por temor a que la señora Weasley intentara hacerle algún interrogatorio extra sobre la esa noche. Así que tomó un par de manzanas y se dirigió rápidamente hasta la estufa.

- "Harry, querido. A donde crees que vas?"

- "Lo siento señora Weasley, es algo urgente. Cuando regreses comeré, se lo aseguro."

Y sin mas palabras desaparecio entre verdes llamas.

Ron que esta vez no se iba a quedar atrás, copió los movimientos de Harry. Dos manzanas, polvos flu y un.. – "Adiós má! "–

Dejando a Hermione para que escapara como pudiera.

Al llegar descubrieron una casa muy diferente a la de la noche anterior.

Con las ventanas abiertas y la luz solar entrando a raudales, bañando todo a su alcance.

Dejando un agradable aroma a sol en las telas y una apariencia de bronceado a las maderas. Todo era dorado.

A diferencia de la noche anterior, el verano golpeaba con fuerza ese día.

- "Pensé que te quedabas a comer."

- "Si, claro, y perderme todo como ayer. Nones.

Ahora, Mione no debe estar muy contenta."

- "Ah, no te preocupes, ya encontrará una buena escusa y en unos minutos estará aca."

Ya iban por las escaleras hacia el cuarto de huéspedes, pero aún no se habían encontrado con nadie. Sabían que el profesor Lupin se iba a quedar esa noche junto con Hagrid a 'vigilar' de Snape. Pero aparentemente ya se habían ido todos.

Ya cerca de la puerta del dormitorio escuchan voces.

McGonagall y Snape estaban discutiendo.

- "No que los vampiros duermen de día."

- "Shh, cállate Ron..."

Y se quedaron quietitos junto a la puerta.

- "No quiero que vuelvas a hacerlo!"

- "Minerva, el no es un niño, es mas grande que tú. Y no le hice ningún daño."

- "Y encima te niegas a colaborar.!"

- "Lo que me pides lo tengo prohibido. Dumbledore tenía sus razones."

- "Albus siempre confió en mí."

- "Sí, no lo pongo en duda; pero esto es sólo entre Potter y yo."

- "Aún así..."

- "Aún así, nada Minerva.
Si el Director así lo quiso, no hay nada que puedas hacer.
Ahora si eres tan amable, tengo que hablar con Potter que está esperando..."

- "Está esperando?"

- "Señor Potter, señor Weasley, pasen por favor.
Minerva, con tu permiso."

- "Mierda!" (murmuró Ron ántes de entrar.)

- "Ron!"

- "Cómo lo supo?"

- "Yo hoy me bañé. Y tú?"

- "Ja-ja qué gracioso."

Ya entrando en la habitación Harry trató de escusarse por espiar, con su cabeza gacha y poniendo ojos de arrepentido. – "Ehh ... profesora, recién llegamos y no quisimos oir, pero..."

- "Si si Potter. Ya me conosco esa historia."

Snape estaba de pié a un lado de la cama. Aparentemente completamente recuperado.

- "Potter, toma asiento, tenemos asuntos que tratar y se nos agota el tiempo.

Señor Weasley, tome asiento usted también."

En eso Hermione entró casi corriendo a la habitación. Pidió permiso y sacando su varita hizo aparecer una silla para ella también.

Mientras se retiraba de la habitación, la profesora McGonagall comentaba.- "Sabía que vendría. Siempre los tres juntos."

- "Profesor, parece que ya se encuentra mejor."

Snape estaba pensativo, con sus brazos cruzados a sus espaldas, sin dar la menor indicación de haber visto a Hermione. – "Sí, así es."- contesto mirando el suelo.

- "Las hierbas que Hagrid trajo funcionaron?"- Preguntaba Hermione mientras se inclinaba disimuladamente en su silla tratando de ver mejor el rostro del profesor. Pero el negro y espeso cabello lo cubría.

Harry no sabía a dónde quería llegar ella, no podía ser sólo por educación. Algo planeaba. Y decidió estudiar mejor a Snape.

- "No, no fueron necesarias, señorita.
Ahora, yo planeaba hablar a solas con usted señor Potter. Creí haberle informado que esto debía ser privado. Tal como el Director lo quiso."

Hermione no le quitaba los ojos de encima, pero Harry no lograba visualizar bien el rostro del profesor. Estaba a contraluz y aunque la ventana estaba abierta, el sol no daba de ese lado de la casa a esa hora. Así que la poca luz de la ventana llegaba a la nuca del profesor.

- "Si lo sé. Pero siempre trabajé junto a mis amigos."- Y con un gesto de ambas manos señaló a cada uno.

"Además nos sería útil que seamos más. Es una tarea que aunque aún no la conosco, me doy cuenta de que es muy importante.

Tanto Ron como Hermione son discretos, saben guardar un secreto. Y son muy responsables en estas situaciones. Más de una vez han sido sus habilidades las que me han salvado la vida en estos seis últimos años."

- "Potter entiendo lo que ofrece. Pero debe tener en cuenta que usted ya posee un trabajo a realizar en secreto, que el señor Director le ha encomendado. Y esta nueva tarea, se encuentra directamente relacionada con la primera."

- "Sí pero esa tarea previa, que Dumbledore me encomendó, es muy complicada, como talvés usted ya lo sepa. Y por esa razón Dumbledore me permitió el que utilizara ayuda externa, como ser Ron y Hermione, para poder llevarla a cabo.

Él siempre supo que yo compartí todo con mis amigos. Y en esta ocasión, yo le pedí permiso para compartir la información con y sólo ellos y él estuvo de acuerdo."

- "Muy bien. Veo tu punto. Y si Dumbledore apoyó tus métodos. Para mi está bien.

Ya que vamos a trabajar los cuatro juntos, comencémos de una vez.

Pero quiero que me aseguren que lo que hablemos aquí, aquí queda."

Y con un moviemiento de cabeza el trío asintió.

- "Muy bien."

Varita en mano, Snape cierra la puerta del dormitorio que tan convenientemente la profesora McGonagall había dejado abierta; y seguidamente lanza un hechizo silenciador.

Dumbledore le había dejado su muerte y vida en sus manos y Snape no podía arriesgarse a que se filtrara información. Y en este momento sospechaba de todo y de todos.

- "Nos quedan tres noches y ésta tarde para llevarlo a cabo y tener éxito. El éxito no es una opción en ésta misión.

Por lo tanto quisiera que aclaremos todo hoy y mañana comenzaremos con los preparativos. Así que pueden preguntar sus dudas."

Mientras el Profesor seguía lanzando hechizos inpronunciados aquí y allá Harry vió que Ron comenzó a comer sus manzanas, mientras Hermione trataba de asesinarlo con la mirada.

Obviamente él estaba a cargo de las preguntas.

Cuando Snape guardó su varita, Harry ya había pensado en varias preguntas.

- "Qué es exactamente lo que Dumbledore espera que hagamos.? Cómo es que vamos a revivirlo?"

Llevándose una mano a la barbilla, Snape queda observando a Ron con una mirada similar a la de Hermione. Y con obvios deseos de empezar a quitar puntos, si pudiera.
- "Sé que el Director logró terminar tu educación sobre los Horcruxes. Y supongo que Granger y Weasley están al tanto de todo."

Hermione y Harry asintieron con la cabeza, mientras Ron le decía 'Sí' a su manzana.

- "Tomando esa ídea, Dumbledore consideró que El Señor Oscuro bajaría un poco la guardia si consideraba muerto a su más grande enemigo.

Además de que mi puesto como espía quedaría asegurado sin lugar a dudas.

Y el echo de su fallecimiento era irremediable ya fuera bajo mi mano o no.

Él estaba muriendo lentamente por culpa de su última misión, ¿lo recuerdas Potter, ...bien, y la última misión que llevó contigo, logró empeorar su salud drásticamente.

Realmente no creo que hubiese logrado sobrevivir aquella noche, aunque no se hubiese encontrado con Malfoy y conmigo."

Pero unos meses ántes previniendo todo eso, él siguió los pasos del Inombrable.

Decidió dividir su alma creando un Horcrux, así llegado el momento, podríamos retornarlo.

Harry no podía creer lo que oía, aquello no podía ser verdad. – "Pero señor. Para crear un Horcrux, es necesario cometer un homicidio. Eso me enseñó Dumbledore."-

Snape juntó sus manos en su regazo, bajó la vista y asintió con la cabeza.

- "Pero eso no es posible. Quiere decir que Dumbledore asesinó a alguien para poder crear una trampa para Voldemort.?"

- "Y para escapar de las maldiciones de los Horcruxes del Inombrable."

- "Pero no puede ser..."

Hermione al iguál que Harry no podía creerlo, pero ella fue mas allá.
- "Y a quién asesinó?"

Snape levantó sus ojos y los enfocó en ella. – "No lo sé. Nunca me lo dijo. Nunca le pregunté. Pero lo que sí me dijo, es lo que debemos hacer."-

- "Pero, dónde está ese Horcrux?"

- "Yo lo tengo, Potter."

- "Y porqué necesita nuestra ayuda?" – preguntó Ron.

- "Porque no puedo hacerlo todo sólo. Además así lo quiso Dumbledore."

- "Y qué tendremos que hacer, exactamente."

- "Primero necesitaremos rescatar su cadaver. Sé qué Dumbledore le puso un conjuro de íntegra permanecia a su cuerpo evitando así su descomposición. Por ese motivo sólo tenemos siete noches para revivirlo. Ya que pasado ese tiempo el hechizo deja de funcionar.

Luego tenemos que limpiar su cuerpo del veneno que posee. Para eso Potter tendrá que explicarme qué le sucedió la noche en que falleció. Con todo detalle.

Pero eso lo hablaremos más tarde.

Luego de eso, comenzaremos el ritual para liberar su media alma del Horcrux y dirigirla a su cuerpo. Que de esa parte me encargo yo.

Y ya veo que utilidad pueden tener la señorita Granger y el señor Weasley en todo esto.

Primero tendremos que trasladar el cuerpo a mi casa, o Grimmauld Place. Si, creo que ahí sería mas seguro. Si es que Potter no tiene objección."

- "No, por supuesto, hay varias habitaciones que no tienen uso. Podríamos preparar todo ahí."

- "Ahí es donde necesitaremos a Granger para los preparativos del ritual.

Confiaré en sus conocimientos y le explicaré todo lo que debe hacer previa nuestra llegada con el cuerpo.

Por supuesto que nadie más debe enterarse de lo que sucede en la casa en ese momento.

Potter vendrá conmigo a sacar el cuerpo de su tumba.

Y el señor Weasley vigilará y se asegurará de que nadie, exactamente nadie interfiera en el ritual. Su trabajo será por ahora, el de mantener los hechizos de seguridad estables y funcionando alrededor de donde estemos. Además de que nos acompañará a Potter y a mí cómo extra seguridad, y ayudará previamente a trasladar ciertos artefactos que necesitaremos para el ritual.

La mayoría de ellos se encuentran en los calabozos del castillo o en mis cuarteles privados."

- "Y si todo sale bien tendremos a Dumbledore con nosotros de vuelta." – Mencionó un entusiasmado Ron.

- "Eso espero.

Creo que por ahora es suficiente. Mañana comenzaremos con los preparativos. Les aconsejo que regresen a Grimmauld Place y descanzen. Mañana será un día muy ajetreado."

Snape levantándose, salió de la habitación y todos lo siguieron.

- "Te retiras Severus." – Preguntó la Profesora McGonagall sin levantar la vista de su tejido.

- "Sí Minerva, voy a casa por una cambio de ropa."

- "Pero, Profesor, no creo que sea seguro que vuelva a su casa. Conseguridad debe estar siendo vigilada por Aurores."

- "Es eso preocupación, señorita Granger?
Le informo que eh entrado y salido a diario y aún no me han visto."

- "Muy bien Severus, ve. Pero sería mejor que cuando regresaras lo hicieras por Grimmauld Place. Yo pienso trasladarme hasta allí ya que hay algunos asuntos con la Órden que se deben aclarar."

- "Te refieres a asunto como a Mi?"

- "Eso entre otras cosas."

- "Me parece que sería más conveniente que no hablaras de mi. Cuanto menos sepan mejor. Por ahora."

- "Si, tienes razón. Pero es muy arriesgado que alguien de la Órden te encuentre y decida tomar venganza por lo que ya sabes."

- "No sucederá. Y cuándo llegue a Grimmauld Place, no será necesario que alguien me vea."

- "Lo estaré esperando." – Pronunció Potter, con una expresión de preocupación.

- "Gracias Potter. Pero no iré hasta el día de mañana por la mañana."

Snape se dirigió hacia la puerta, ya con su capa puesta y se retiró.

- "Porqué no usó polvos Flú?"

- "Él sabe lo que hace, Ron."

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El trio había llegado a Grimmauld Place junto a la Profesora McGonagall, con el tiempo justo para el té.

No había habido reunión de la Órden esa noche. Y luego de haber cenado, y haber acordado en guardar secreto de todo, inclusive para los hermanos de Ron. El trio se retiró a sus dormitorios.

Por suerte Fred y George no vivian en la casa de Harry, sino hubiese sido imposible que los mellizos no se hubiesen enterado de todo a estas alturas.