AQUI ESTOY, COMENZANDO UN NUEVO FF.
ES MUY DIFERENTE A LOS OTROS, ASI QUE ESPERO QUE LO LEAN.
TARDARÁ UN TIEMPO EN LLEGAR EL SLASH, PORQUE HAY MUCHAS COSAS QUE HARRY DEBE HACER Y APRENDER ANTES.
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DISCLAIMER: Ojala fuera mío, pero no. Yo sólo tomo prestado los personajes y algunos lugares de JK Rowling. Las fechas fueron extraídas de la línea de tiempo de "Lexicon". Todo lo que no reconozcan.... mi imaginación (algo tenía que poner, no?)
ADVERTENCIAS: Este ff es SLASH. Si no te gusta o no sabés lo que es (relación entre hombres) mejor que vayas desapareciendo de acá. Habrá algo parecido a "muerte de un personaje".
La versión NC-17 pueden encontrarla en Slasheaven (el link a mi profile de allí esta en mi profile de acá...)
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HARRY POTTER Y EL PRINCIPE MESTIZO
CAPITULO 1: CARTAS DE VERANO.
Su vida no podía ser mas patética. Sólo, encerrado en su habitación, sin contacto con otro ser vivo mas que su lechuza. Las únicas noticias que recibía del mundo exterior era por medio de "El Profeta", que llegaba cada mañana.
Llevaba a penas dos semanas de vacaciones y lo único que hacía era fantasear con el regreso a clases. Las tareas que le habían encomendado sus profesores para las vacaciones ya estaban hechas y guardadas en el fondo de su baúl.
Cualquier adolescente de su edad estaría disfrutando de los días de verano, en que el sol brillaba resplandeciente, pero no él. Harry solo se recriminaba una y otra vez haber caído en la trampa de Voledmort, no haber sido capaz de cerrar su mente, haber ocasionado la muerte de Sirius, y no haber terminado con la de Bellatrix cuando tuvo la oprtunidad.
Evitaba pensar en Dumbledore o en Snape. El Director de Hogwarts le producía sentimientos ambivalentes. Tuvo que darse cuenta de golpe que no era invencible y que no lo sabía todo, que era un hombre, tal como él. Y Snape... parte de él deseaba odiarlo con todas sus fuerzas. Si no lo hubiera corrido de sus clases de Oclumancia y le hubiera enseñado en lugar de gruñirle cada vez, entonces él hubiera podido cerrar su mente. Y otra parte de él le decía que era su culpa. Si nunca hubiera curioseado dentro del pensadero, entonces nada hubiera sucedido seguramente.
Como cada mañana, se levantó de la cama sin ganas para recibir el periódico. Después de pagar a la lechuza, se dirigió al baño, se dió una rápida ducha y se preparó el desayuno.
Ese verano era diferente a los demás. Tío Vernon y Duddley no le dirigían la palabra; ni siquiera lo miraban por mas de unos instantes. Tal vez miedo, tal vez asco. Lo importante era que no lo molestaban ni le obligaban a trabajar cono su elfo doméstico.
Su tía Petunia era un tema diferemnte. Al día siguiente de su llegada de Hogwarts, lo puso al corriente de sus actividades ese verano: No podía salir de la casa, no podía enviar lechuzas durante el día, no podía comer con ellos y, básicamente, no podía salir de su habitación mas que para usar el baño y prepararse sus propias comidas, que comería en su habitación.
Pero algo en ella había cambiado. Ya no lo miraba con repugnancia sino con algo parecido a la pena. No deseaba saber el motivo de su cambio. Sólo quería que lo dejen tranquilo. Lo único que necesitaba era salir de allí y regresar a Hogwarts que, aunque le traería dolorosos recuerdos, era su hogar.
Las pesadillas eran moneda corriente. Por mas que intentaba cerrar su mente por las noches, no lo abandonaban. La mas repetitiva era la batalla del Ministerio. Revivía una y otra vez la muerte de Sirius, su padrino, la única persona que consideraba su familia, el único que lo comprendía y al que su imprudencia y estupidez habían matado. Las pesadillas lo estaban consumiendo, pero no le importaba, porque se lo merecía.
Cuando llegó a su dormitorio, se encontró con dos lechuzas desconocidas que lo esperaban impacientes, mientrs Hedwig las observaba de soslayo, como retándolas a abandonar su territorio.
Desató el pergamino de la primera, que voló hacia la ventana inmediatamente después, y tomó el paquete de la segunda que siguió a la anterior, para alivio de Hedwig.
Abrió cuidadosamente el envoltorio y descubrió un pequeño libro, enviado junto a un pergamino. Se acomodó en su silla, tomó la taza de te con leche y comenzó a leer.
Señor Harry James Potter,
El Ministerio de la Magia le envía para usted y su familia, la "Guía Personal de Magia Defensiva Elemental".
Se recomienda fervientemente que sea leída en su totalidad y que se sigan sus instrucciones para mantener a resguardo su hogar y familia.
Atentamente,
Cornelius Fudge
Ministro de la Magia.
Harry tomó la inútil guía de no mas ed cincuenta páginas y la revoleó sobre la cama. "Estúpido Fudge", pensó con furia. El intento del Ministro de levantar la su imágen pública era patético y ningún mago con algo de cerebro tomaría en serio sus palabras jamás. Harry sintió la ira correr por sus venas. Si el idiota le hubiera hecho caso a Dumbledore, nada de lo que sucedió el mes anterior hubiera tenido lugar.
Descartando esos sentimientos que no lo llevarían a nada, tomó el segundo envío. También provenía del Ministerio de la Magia, pero le produjo un sentimiento completamente diferente. Nerviosismo y ansiedad. La hora de la verdad había llegado y debía enfrentarla solo.
Hedwig se posó en su hombro, como comprendiendo la necesidad de apoyo y Harry agradeció el gesto acariciando sus plumas suavemente. Miró el pergamino por unos segundos antes de decidirse a desenrrolarlo.
Estimado Señor Potter,
El Tribunal de Exámenes Mágicos se pone en contacto con usted, para hacerle llegar los resultados de sus Matrículas de Honor en Brujería.
Lo felicitamos por sus notable desempeño en Defensa contra las Artes Oscuras, alcanzando el máximo nivel desde que Signatus Suseldom obtuviera las máximas calificaciones en la historia.
Podrá encontrar sus resultados en detalle en el pergamino adjunto.
Atentamente,
Griselda Marchbanks
Jefa del tribunal de exámenes Mágicos.
Ministerio de la Magia.
Es corazón parecía a punto de salírsele por la boca. Su futuro estaba escrito en el segundo eprgamino y no sabía si tenía el valor para leerlo. Ya sabía que había pasado el de Defensa, pero... ¿Qué pasaría si no había obtenido las notas que la profesora McGonagall le había recomendado?
Hedwig picoteó amistosamente su oreja, incitandolo a leer el pergamino. Respiró hondo y contuvo el aire mientras leía. No podía creerlo.
Matrículas de Honor en Btujería
Alumno: Potter, Harry James.
Fecha de Nacimiento: 31 de Julio de 1981.
Residencia: Privet Drive, N4. Little Whining, Surrey.
Establecimiento: Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería.
Detalle:
Historia de la Magia: INSATISFACTORIO.
Pociones: EXTRAORDINARIO.
Transiguraciones: SUPERA EXPECTATIVAS.
Defensa contra las artes Oscuras: SUPERA EXTRAORDINARIO.
Encantamientos: SUPERA EXPECTATIVAS.
Adivinación: DESASTROZO.
Cuidado de Criaturas Mágicas: SUPERA EXPECTATIVAS.
Astronomía: ACEPTABLE.
Botánica: ACEPTABLE.
El alumno a obtenido un total de SIETE Matrículas de Honor en Brujería, contando entre ellasla nota mas alta de la historia en Defensa contra las Artes Oscuras.
Harry miraba el pergamino con los ojos deorbitados y contaba una y otra vez. 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7. ¡SIETE MHBs! Era mas de lo que había esperado. Sólo necesitaba cinco para ser Auror cuando abandonara Hogwarts. Había alcanzado la nota mas alta de la historia en Defensa contra las Artes Oscuras. Y había obtenido lo requerido por Snape para ingresar a su clase este año. Sólo esperaba ver la reacción del Jefe de Slytherin.
Lupin iba a estar muy feliz de saber que gracias a su Patronus había obtenido esa nota en DAO, y Sirius iba a estar tan orgulloso de él.... Sirius ya no estaba. Un pinchazo de dolor, acompañado de una sensación de absoluto vacío se instaló en su cuepo. Sirius ya no estaba.
-¿Harry?
-¿Si, tía Petunia? -preguntó si voltear.
-Tengo... me gustaría hablar contigo unos momentos.
-Se.. seguro.
Petuniatomó asiento en la cama maltrecha de Harry y suspiró audiblemente, como si le costara mucho lo que tenía que decirle. Harry la miró y, de golpe, se encontró deseando hacerle un sin número de preguntas, pero no sabía por donde comenzar.
-¿Qué es esto? -preguntó Petunia tomando la Guía sobre la que se había sentado.
-Es una Guía de Defensa -grunó Harry -Como si de algo fuera a servir a alguien si Voldemort o sus mortífagos deciden atacar.
-Oh... bueno. Tal vez debas leerla. Sé que no debes hacer magia fuera de... Hog.. Hogwarts, pero si algo sucediera.
-La casa tiene barreras. -fue lo único que pudo decir Harry, ante el asombro de ver a su tía diciéndo el nombre de su colegio.
-Claro. Eso fue lo que dijo ese hombre. -murmuró Petunia para sí.
-¿Quién? -preguntó Harry con curiosidad.
-Hagris. No. Hagrid.
-¿Cuándo...? ¿Cómo...? Tú....
-De eso quería hablarte. Tu madre, Lily, me envió una carta poco después de que nacieras. Me... me explicaba lo que sucedía en su mundo y... y me pedía que tuviera cuidado si veía o escuchaba algo extraño. Yo.. yo ni siquiera se la respondí. De hecho, la leí después de que ella murió, cuando te dejaron aquí.
-Pero...
-No me interrumpas por favor. To la odiaba, lo admito, pero... tu no sbes lo que fue. Cuando ella recibió esa carta a sus once años, mis padres parecieron olvidarse de mi. todo era para Lily, "la bruja de la familia". Si Lily quería una túnica nueva, mis padres le compraban tres. Si pedía un libro, le daban dinero para cinco. Incluso cuando no necesitaba nada, mis padres la llenaban de regalos. A mi nadie me prestaba atención, porque yo no era nada extraordinario. Yo solo era una niña común y, por mas que me esforzaba, siempre llegaba ella y contaba que podía transformar una mesa en una cama, un ave en una copa, o que podía hacer volar objetos.
-Por eso das a Duddley mas de lo que verdaderamente necesita.
-Pero cuando ella murió -prosiguió sin inmutarse -ella no tenía la culpa. Fueron mis padres lo que me hicieron odiarla. Y luego... luego te encontramos aquí, en la puerta de la casa, con esa carta que Dumbledore, que nos pedía que te aceptemos. Estuvimos a punto de negarnos. Habíamos decidido dejarte en un orfanato. Entonces fue cuando vino ese... hombre, Hagrid y el nos entregó una segunda carta de Dumbledore, donde nos explicaba muchas otras cosas. Y ahora Él ha vuelto y... y el único lazo que me queda con mi hermana está en peligro. No puedo esperar que me perdones, pero si puedes, haz un esfuerzo para entenderme. Tan solo... cuídate.
Petunia se puso de pie para irse y Harry, incapaz de decir nada y con los ojos llenos de lágrimas, la vio partir.
Harry se quedó solo en su habitación. Pensando en las palabras de su tía, cuando Hedwig volvó hacia la cama y agitó las alas, llamando su atención. Sobre la Guía del Ministerio, habían tres pergaminos viejos.
Con manos temblorosas tomó el primero en sus manos y distinguió la letra de Dumbleore, llena de elegantes florituras.
Señores Dursley,
Quien yace en estas mantas es su sobrino, Harry James Potter, el hijo de Lily y James Potter. Lamento informarles la defunción de ambos en un ataque perpetrado en su casa, en el Valle Godric.
Harry ha sobrevivido al ataque milagrosamente y, al ser ustedes sus únicos parientes vivos, nos vimos en la obligación de dejarlo bajo sus cuidados.
Ante cualquier eventualidad, me comunicaré con ustedes.
Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.
Director de Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería.
Orden de Merlín, Primera Clase.
Jefe de Magos de la Confederación Internacional de Magos.
Presidente del Wizengamot.
Así que esa era la carta que Dumbledore les había dejado a sus tíos cuando lo dejó en la puerta de su casa. Patético. ¿De verdad Dumbledore había pensado que sólo con eso los Dursley iban a "adoptarlo"? La dejó de lado y tomó la siguiente.
Petunia Dursley!
Creo que usted a maltinterpretado mis palabras en la carta anterior. NO puede dejar a Harry en un orfanato. Sus padres han muerto en manos del mas Tenebroso mago oscuro de todos los tiempos, Lord Voldemort. Y algunos de sus seguidores están aún libres, deseosos de asesinar a su sobrino, pues él fue el causante de su caída.
Lily dio su vida por su hijo, interponiéndose entre la maldición asesina y él, dejando así un escudo protector en la sangre de Harry. Eso fue lo que evitó que Voldermot lo mate y su unión de sangre con Harry es lo que evitará que pueda acercarse a él en el futuro.
Tiene usted el DEBER de proteger a Harry, sólo manteniéndolo en su casa, con ustedes.
Espero que ahora haya quedado claro y no necesitemos ninguna otra carta.
Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.
Director de Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería.
Orden de Merlín, Primera Clase.
Jefe de Magos de la Confederación Internacional de Magos.
Presidente del Wizengamot.
Así que a eso se refería Dumbledore cuando en la carta vociferadora del verano anterior le había dicho "Recuerda mi última Petunia". Su última carta había sido prácticamente una amenaza. Río histéricamente. Su vida era mas patética aún. Sus tíos ni siquiera habían tenido lástima al tenerlo en su casa. Lo habían hecho amenazados y por miedo a Dumbledore.
Ya no sabía que esperar de la tercer carta, así que la tomó sin prestarle atención. Claro que al leer las primeras palabras de la caligrafía deconocida, su corazón se estrujó, sus ojos se llenaron de lágrimas y sus manos temblaron mas que nunca. Era la carta de su madre.
Querida Petunia,
Sé que me pediste que no tuviera contacto contigo, pero tengo que advertirte. Un mago oscuro y muy poderoso está apoderándose de nuestro mundo. Recluta seguidores y asesina sin piedad a todos los que se le oponen.
Para que te des una idea, es tan dictador como Hitler. Quiere terminar con todos los magos y brujas que no provengan de familias de magos. Y luego exterminar a los muggles, o sea, a todos los que según tu son "normales".
Ten cuidado hermana mía. Si en algún momento oyes o ves algo extraño o curioso, vete inmediatamente. No te acerques a nadie que te parezca mago o bruja. Intenta no relacionarte con extraños.
Se que ha nacido tu hijo. Te felicito por ello. Imagino que debes estar muy feliz. También nació el mío. Harry James Potter. Es adorable. Tal vez... tal vez podamos encontrarnos algún día para que lo conozcas y yo conocer a Duddley. Si no quieres lo entenderé.
Cuídate mucho y cuida a tu familia Petunia.
Con amor,
Lily.
Cuando terminó de leer, Harry estrujó el pergamino en su pecho, cerca de su corazón. Era la única vez que había visto la hermosa escritura de su madre. Era lo único que tenía qu había pertenecido a ella. La capa y el Mapa del Merodeador eran de su padre. Pero esa carta era de su mamá. Y decía tanto de ella....
Se acostó en la cama, aún con la carta sostenida seguramente con su mano y le sonrió a la nada. Su mamá era una gran persona, tal como todos decían. No le importaba que su tía la odiara, ella de todos modos le recomendaba que tuviera cuidado y temía por su familia. Su mamá era generosa y no le importaba nada mas que su amor. Su mamá había dicho que él era adorable.
Harry se rió como hacía mucho tiempo que no hacía. Feliz y con el alma iluminada. Porque había leído palabras de su madre, palabras que le permitían conocerla un poco y de primera mano. Palabras que decían que él era adorable.
-Gracias mamá. -susurró cuando se calmó.
Harry estuvo a punto de quedarse dormido, cuando una nueva lechuza ingresó en su dormitorio. Harry gruñó algo que sonó parecido a "Parece que hoy es el día de las cartas" y se acercó a ella.
Era de Hogwarts. Estaba la carta de admisión, como todos los años, la lista de los libros y dos notas mas. Abrió la primera y se sorprendió al encontrar la letra de la Profesora McGonagall.
Señor Potter,
Debo decirle que estoy orgullosa por sus notas obtenidas en los MHBs. Su resultado en Defensa contra las Artes Oscuras ha sido impresionante. Hacía demasiados años que un alumno no superaba los récords.
Como su Jefa de Casa, me veo en la obligación de requerirle una respuesta con ls asignaturs que tomará este año. Le informo que puede optar entre las siguientes:
Pociones.
Transfiguraciones.
Defensa contra las Artes Oscuras.
Encantamientos.
Cuidado de Criaturas Mágicas.
Botánica.
Astronomía.
Habrá notado que la profesora Vector ha disminuído el nivel requerido en Astronomía, debido a que fueron distraídos por el comportamiento de ciertos aurores y la Señora Umbridge la noche del exámen.
Tal como le informé en la conversación sobre Orientación Vocacional, sólo requiere cinco EXTASIS para entrar a la academia de Aurores del Ministerio de la Magia. Le recuerdo que debe tomar Pociones, Transfiguraciones, Defensa contra las artes Oscuras y Encantamientos. Le recomiendo tomar Botánica como quinta materia, pero eso no excluye la posibilidad de que la sustituya por otra o que agregue un sexta materia.
Tiene una semana para enviarme su respuesta, o lo anotaré en las siete.
Sin mas,
Minnerva McGonagall.
Profesora de Transiguraciones de Hogwarts, Escuela de Magia y Hechicería.
Jefa de la Casa Gryffindor.
Harry se apresuró a responder a la profesora. No tenía interés en estudiar Astronomía y se lo hizo saber educadamente. Tampoco necesitaba estudiar Cuidado de Cruiaturas Mágicas, pero pensó que a Hagrid le agradaría que no dejara la materia.
Luego de enviar de regreso a la elegante lechuza, notó que había un pergamino que no había visto antes. con los ojos molestos de tanto leer, leyó lo que Dumbledore tenía para decirle.
Querido Harry,
La profesora McGonagall me ha informado sobre tus resultados de tus MHBs y debo felicitarte. Sabía que podías lograr lo que te propusieras.
Cambiando de tema, en poco tiempo irán por ti, para que puedas reencontrarte con los señores Weasley y Granger en el mismo lugar del año pasado.
Remus Lupin me ha mantenido informado de tu bienestar por las cartas que le haces llegar cada tres días y me alegra que estés bien.
Albus Dumbledore.
Harry no se esperaba eso. En poco tiempo se iría de Privet Drive. Pero... ¿Cuánto sería poco tiempo? ¿Días? ¿Semanas? Esperaba que no. Quería salir lo antes posible de ellí y ver a Hermione y Ron. Aunque no le agradaba volver a ese sombrío lugar.
Grimmauld Place. No quería volver ahí jamás. Sirius lo odiaba y él también. Sirius era infeliz ahí y él también lo sería. La casa de su padrino le traería mas dolor del que podría soportar y no quería regresar a ella. Los gritos de la madre de Sirius, las risas y burlas del cuadro de su dormitorio, Kreacher.
¡Cómo odiba a ese elfo! Sólo esperaba poder verlo una vez mas para matarlo, lenta y dolorosamente. Lo iba a torturar. El maldito iba a sufrir por haberlo engañado.
Aunque, si pensaba fríamente, nada importaba en ese momento, pues Sirius ya no estaba con él. Nada iba a traer a su padrino de regreso. Nada. Y Sirius había muerto sin limpiar su nombre. Sirius había muerto mientras todos creían que era un asesino despiadado que quería matarlo. Iba a tener que hacer algo al respecto.
Tomó un pergamino, una pluma y escribió:
Señor Lovegood,
Director de la Revista "El Quisquilloso",
Mi nombre es Harry Potter y, como usted sabe, conozco a su hija de Hogwarts.
Antes que nada, quería agradecerle por darme la oprtunidad de decir la verdadera historia del regreso de Voldemort en su revista.
Ahora tengo algunas cosas mas que decir. Sobre Sirius black y algunas otras personas. Tal vez le interese publicarlo. Le pido me envié una respuesta lo antes posible con mi lechuza. Ella se quedará con usted hasta que lo haga.
La entrevista debería ser en los próximos días, pues no se hasta cuando me quedaré en esta casa. Dígame usted, si es que está interesado, la fecha.
Muchas gracias nuevamente,
Harry Potter.
Satisfecho consigo mismo, envió la carta con Hedwig y se dedicó a... mirar el techo, como hacía cada día de sus vacaciones. Esos momentos le servían para pensar. La mayoría de las veces no eran pensamientos agradables, pero ahora sí tenía en que enfocar su mente.
Su mamá había dicho que él era adorable.
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Esa misma noche le llegó la respuesta del padre de Luna. Hedwig parecía cansada, pero se irguió e infló su pecho cuando Harry le agradeció y la felicitó por su tarea. Harry abrió la carta con ansiedad.
Jóven Potter,
Su corresponencia me ha sorprendido de sobre manera, pero me ha dado una gran satisfacción que usted confíe en nuestra revista para declarar su historia. Luna me ha comentado algo sobre Sirius Black siendo su padrino. ¡Asombroso!
Si no le es mucha molestia, mañana llegaré a su casa, alrededor de las 3:00 de la tarde. He decidido hacer la entrevista personalmente puesto que usted puede tener problemas de seguridad.
Mi hija Luna me escoltará, para que usted esté 100 sguro de que soy yo quien toca el timbre de su hogar.
Atentamente,
Frederik Luvegood.
Director de "El Quisquilloso"
Harry abandonó su habitación con una sonrisa envidiable en el rostro. Limpiaría el nombre de su padrino. al día siguiente limpiaría el nombre de su padrino. En la cocina, fue interrumpido por su tía mientras preparaba un sandwich.
-¿Harry? ¿Estás bien?
-Oh si. -exclamó él alegremente -Tía.. mañana vendrá el padre de una amiga de la escuela. Es... reportero.
-¿Có... cómo?
-Lamento no haberte consultado, pero surgió hace unos momentos.
-¿Y qué... qué...?
-No voy a hablar de ustedes. -la tranquilizó Harry -Pero sí voy a limpiar el nombre de mi padrino y voy a terminar de una vez con la carrera de algunos dento del Ministerio de la Magia.
-¿Y... Y Dumbledore qué opina? ¿No se enfadará conmigo? Mira Harry, tal vez sea mejor que..
-Dumbledore lo envía -dijo Harry sonriendo con fingida inocencia.
-Oh... en ese caso... ¿A qué hora llegará? ¡Debo limpiar la casa!
-No te preocupes, lo atenderé en mi habitación así no molestamos.
-No, no, no. ¿Qué dirá ese señor si lo atiendes en tu cuarto? Prepararé algo para que tome y... galletas. Si, galletas.
Harry miró a su tía con suspicacia. Estaba seguro que sólo lo hacía porque creía que Dumbledore se enfadaría con ella y eso no le convenía, o bien porque temía que el padre de Luna dijera toda la verdad sobre el trato que le habían dado en toda su vida. De momento no le importaba, pues él iba a lograr su cometido.
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ESPERO QUE LES HAYA GUSTDO Y QUE NO SE LES HAYA HECHO PESADO.
YA SABEN QUE ESTOY ABIERTA A SUGERENCIAS, CRITICAS Y COMENTARIOS.
ESTE FF VA PARA LARGO Y NO SE IMAGINAN LO QUE ESTA POR VENIR.
BESOTOTES A TODOS LOS QUE LEAN, Y ABRAZOS A LOS QUE DEJEN REVIEWS.
GALA.