I'm going to go for you
By Ran

Slam Dunk- RuHana

Fanfic dedicado a Serena Minamino. Espero que te guste Chibi -

-No llores…- me dijo mientras me abrazaba con fuerza, besándome en el cuello, con caricias suaves.

-No te vayas…- le respondí entre sollozos… Ahora que lo tenía frente a mí de nuevo, no iba a permitir que se marchara otra vez.

- Te amo…- me dijo en un susurro directo a mi oído…el cual me hizo estremecer… Me acababa de decir que me amaba… que me amaba a mí al igual que yo lo amo… Lloré todavía más en su hombro. Es la primera vez que alguien me dice estas dos palabras y nunca había pensado que podrían dar tal efecto de felicidad.

-Por favor…no me dejes…te amo- le volví a suplicar a la vez que lo sujetaba más contra mi cuerpo. Me gustaba sentir su calidez y sus labios tibios besándome todo mi cuello, creándome suaves sensaciones de tranquilidad…Junto a él sentía que todo iba a salir bien y que todo lo que había vivido hasta entonces, tan sólo fue una pesadilla…Una maldita pesadilla…

Nos miramos fijamente a los ojos y sentí como me ruborizaba… Pero estaba seguro de lo que iba a ocurrir en esos momentos…y simplemente no quería evitarlo.

Los labios de Rukawa se acercaron a los míos y cerré los ojos a la espera del contacto… Íbamos a besarnos…y esta vez con amor… veía en su mirada…lo veía en…

-PI PIPIPIPI……..-

-¿Eh? – abrí mis ojos con brusquedad ante el sonido estridente de mi despertador en forma de balón de baloncesto y miré con desespero a mi alrededor una vez hube acostumbrado mi vista a la luz solar que se filtraba a través de las cortinas.

-Un…un sueño…- murmuré. Todo había sido un magnífico sueño dónde el Zorro, después de marcharse de mi casa, regresaba al poco rato para pedirme perdón…

Pero no. Ni rastro de Rukawa. Ni rastro de él en mucho tiempo…Demasiado tiempo…

Me limpio las lágrimas con rapidez ya que estaban surgiendo sin permiso alguno y debía levantarme para ir a la preparatoria o haría tarde… por eso no podía permitirme el lujo de quedarme en la cama llorando…

-Para una vez que logro dormir…-

-Hola… Buenos días – saludo tímidamente al entrar en mi clase y apenas puedo escuchar un par de personas que responden a mi saludo, a mi parecer, no con gran entusiasmo, para después volver a lo que estaban haciendo.

Me dirijo cansadamente a mi pupitre y me siento con pesadez en la silla mientras dejo la mochila en el suelo para recostarme sobre la mesa, mirando directamente hacia la ventana que se encuentra a mi lado.

Me siento cansado… Llevo ya una temporada así…¿desde cuando? Mmm…quizá desde hace ya… a ver que piense… ¿un año y medio? Cómo pasa el tiempo…Entonces…llevo ya fuera de Kanagawa… dos años y medio, aproximadamente… ¿Tanto tiempo ya? Llevo más tiempo en esta preparatoria, la Takamizawa, que en Shohoku, donde estuve apenas un año… Pero sigo prefiriendo Kanagawa sin duda alguna.

Hace unos meses que empecé de nuevo el instituto después de una larga jornada de vacaciones. Ahora ya voy a Tercero de secundaria alta.

Ya lo creo que pasa el tiempo deprisa...

Me es gracioso incluso para mí reconocer que tenía ganas de volver a la preparatoria mientras me encontraba saboreando mis vacaciones… Así puedo dejar de ver a mis padrinos y también dejar de pensar en mis problemas…

El cielo de hoy parece indicar que lloverá… Todo el firmamento se encuentra rodeado de grandes y espesas nubes de color gris… Y no puedo evitar pensar en que mi estado de ánimo corresponde con el temporal que hace…apunto de llover…a punto de romper en llanto…

Un año y medio es ya el tiempo que ha pasado desde la llegada y la partida de Rukawa a mi casa. Vino para después irse… Pero he tenido todo este tiempo para pensar y… realmente creo que fue mi culpa… Por mi culpa el Kitsune decidió irse…quizá me vio demasiado vulnerable… o quizá se dio cuenta de que yo no valía la pena… Solo se que sigo pensando en él tanto como antes y que el tiempo no a podido cambiar mis sentimientos después de todo…

-Buenos días, Sakuragi-kun –

Alzo mi mirada con disimulo y me doy cuenta de que tengo a mi lado a Mika-chan, sonriéndome abiertamente.

-Hola, bueno días…- le digo con una pequeña sonrisa. Ella tan solo vuelve a sonreírme y se va de mi lado para después marcharse de mi clase para irse a la suya... Siempre, antes de que comiencen las clases, viene donde estoy yo para saludarme y después marcharse… Creo que es una chica un tanto rara…

Simplemente me la quedo mirando sin verla ya que mi mente viaja por otro lugar… Pero pronto me despierto de mi ensoñación al escuchar la voz fuerte y potente del profesor que acaba de entrar, ordenándonos que saquemos todo lo necesario para dar inicio a sus clases…

Otro día comienza como el de ayer… Siempre con la misma rutina que me rodea y no me deja lugar para salir. Aunque hay algo que últimamente diferencia estos días de los anteriores y es que de nuevo vuelvo a tener esperanzas en él… Soy estúpido…

-¡Bien, es todo por hoy! ¡A las duchas! – nos grita el capitán del equipo del Takamizawa, se llama Takeda Nakamura y no se porqué es el capitán…su nivel de juego no es tan bueno y su presencia no es demasiado tranquilizante en los partidos…

Por fin han acabado las prácticas y tal cosa significa que al fin puedo volver a mi casa a descansar… Me continuo sintiend

¿Desde cuando el Tensai es tan débil?

-¡¡Sakuragi-kun!-

Al escuchar mi nombre, me giro y allí está de nuevo Mika-chan, corriendo hacia mí.

Otra vez ha vuelto a verme y a brindarme sus ánimos durante el entrenamiento…y otra vez vuelve a venir a mí con esa toalla de color rosa embadurnada de perfume de jazmín.

Desde que nos conocemos que siempre ocurre lo mismo… Y ciertamente en un principio, me hacía feliz saber que una chica se preocupaba tanto por mí… Pero ahora, y aun después de que nuestra relación no resultase, continua tratándome de igual forma…

Creo que no entiende que lo nuestro terminó…O tal vez sólo desee que volvamos a ser amigos… No lo sé… pero la verdad es que tampoco me importa, he aprendido a estar solo aquí y así me gusta estar.

-Toma, Sakuragi-kun- dice entregándome dicha toalla, la cual es recibida por mí con tan solo otra pequeña sonrisa.

Me hace gracia su actitud. Creo que es la única persona que me hace algo de caso en toda esta preparatoria… La conocí hará más de un año ya…

FLASH BACK

Caminaba con pesadez por los pasillos de la preparatoria en dirección a la salida. Otro día molesto había pasado al fin.

Estaba agotado física y anímicamente… A penas hacía una semana y media que el Kitsune había aparecido por sorpresa en mi casa para marcharse después de pasar la noche juntos.

Estaba dolido y más triste que nunca al pensar en todo lo que me ocurría con ese Zorro… Deseaba verlo de nuevo para aclarar las cosas…Pero también deseaba no tener que cruzarme nunca más para no volver a sufrir… Y así pasaban los días uno tras otro…sin noticias del Zorro mientras que mis sentimientos se revolucionaban: ¿Esperarlo de nuevo o tal vez olvidarlo?

Me dirigí a mi pequeña taquilla donde guardé mis zapatos para salir por fin a la calle a coger ese tren que me llevaría a casa…

Saco dichos zapatos y a la vez vi como cae un pequeño sobre de color rosa pálido.

-¿Qué es esto? – me pregunto en voz alta al coger el papel entre mis manos para a continuación, inspeccionarlo en busca de un posible remitente…pero nada. No había nada ahí, hasta que encontré mi nombre escrito con una letra impecable: "Para Sakuragi-kun".

Al leer estas dos palabras ya tenía claro de qué se trataba. ¡Otra chica quería declararse a este estupendo Tensai! Y al abrir el sobre y leer el contenido de la carta, mi suposición quedó totalmente confirmada.

Son ya bastantes las chicas que he tenido que rechazar… Simplemente siempre he deseado estar junto al Kitsune, así que una relación llevada más allá de la amistad con cualquier chica, no me apetecía para nada…

Pero ahora tenía esa carta en mis manos y el claro rechazo de Rukawa en mi mente…Y una idea cruzó por mi mente: Olvidarme definitivamente del Zorro, Y mis deseos porque esto suceda son tan mayores que me hicieron releer la carta para acudir al lugar de encuentro que proponía la chica.

"Te espero al acabar tu entrenamiento en la terraza de segundo año… Espero que asistas"

Así pues, volví a dejar mis zapatos en la taquilla y coloqué la carta en mi bolsillo para subir las escaleras que me llevarían al lugar donde esa chiquilla me había citado.

Llegué al fin al lugar indicado y allí estaba Mika Sukamori, una chica a mi parecer bastante bajita… debía medir algo menos de un metro sesenta… Sus cabellos eran cortos y lacios rozando sus hombros, de color negro azabache.

-Hola Sakuragi-kun…- me dijo con un tono sonrosado en las mejillas.

Me acerqué a ella y me di cuenta de que tenía unos pequeños ojos azules que brillaban con fuerza y que destacaban con fuerza de su blanca piel.

-…Hola…- le respondí algo turbado… Debía admitir que la chica era bonita…pero extrañamente me recordaba a él…

-Soy Sukamori Mika… de primer curso…- se presentó ante mí. Por supuesto que en esos momentos todavía no la conocía… - Y bueno…te he hecho venir hasta aquí ahora porqué… - titubeó unos instantes para después bajar su mirada y colocarla en sus limpios zapatos negros. Ya sabía lo que venía a continuación… - ¡¡Me gustas mucho Sakuragi-kun! Te…¿te gustaría ser mi novio? –

Yo tan sólo me la quedé mirando mientras ella seguía con su mirada fija en sus zapatos. Esa chica no es que no me gustara…pero era la primera vez que la veía…

Pero un pensamiento algo cínico acudió a mí otra vez: "Olvidarme de Rukawa". Hacía pocos días que me había reencontrado con él y aun estaba demasiado dolido…pero si de verdad quería sacarlo de mi cabeza…debía hacerlo cuanto antes.

-Está bien – afirmé sin darme cuenta de que acababa de aceptar salir con esa tal Sukamori.

-¿¡De verdad? Oh vaya Sakuragi-kun! Desde que te vi siempre deseé esto…¡¡Gracias!-

Me acerqué a ella con lentitud y una vez la tuve a mi lado le propicié un beso en la frente. No se porqué lo hice…Sólo sentía la obligación de devolverle sus palabras con algún gesto cariñoso. Al fin y al cabo a partir de esos preciosos momentos era mi novia… ¿no?

-Nos vemos mañana...Sukamori…- le dije suavemente dándome la vuelta para marcharme a casa a pensar sobre todo lo sucedido.

-¡¡Mika!- escuché que me gritaba. Me di la vuelta para mirarla y con una radiante sonrisa me dijo: -Tan sólo llámame Mika,…Hanamichi-kun…-

-Está bien Mika-chan- le dije alzando mi mano para formar una señal de despedida con ella.

FIN FLASH BACK

Desde ese día comenzamos a salir. Nos veíamos en los recreos, momentos de descanso y de entre horas y también en los entrenamientos, donde ella venía animarme y al finalizar, me entregaba esa toalla rosa con olor a jazmín. Pocas veces solíamos vernos fuera de la preparatoria…

Salimos una buena temporada…creo que alrededor de un año estuvimos como pareja… Debo reconocer que nos iba bastante bien, o por lo menos eso creía ya que estando junto a ella no me preocupaba por el Zorro…pero como he dicho, nos veíamos poco, por lo tanto, el resto del tiempo me lo pasaba pensando en él… No se si alguna vez ella se dio cuenta de que todos mis pensamientos estaban dirigidos para una persona que no era ella… Pero ella me dejó ahora hará dos meses… ¿Apenado? No… Entiendo sus razones para que me dejase… Aunque al parecer ya todo se le ha olvidado ya que sigue viniéndome a ver y a traerme ese trozo de trapo de algodón rosa.

Hace dos meses aproximadamente, cumplimos un año como pareja… y el caso es que ella me pidió "formalizar" nuestra relación… Por supuesto que tal propuesta me sorprendió y en cierta manera no quería cumplirla…pero…bien tenía que demostrarme a mí mismo que no era homosexual ¿no? …

Pues esa noche ella vino a mi casa, que para no romper la costumbre, estaba solo ya que mis padrinos se marcharon de viaje.

Pasamos una bonita velada, aunque algo cursi…pero al parecer, ella se divertía. Hasta que llegó el momento de cumplir su petición…

FLASH BACK

Rodeó con sus pequeños brazos estirados mis hombros y se acercó a mis labios para besarlos con suavidad y ternura.

Yo, por mi parte, lo único que deseaba era que todo terminara pronto…Si bien deseaba estar seguro de que yo no era gay, por otra parte también deseaba sentirme solo del Kitsune. Quería que él fuese el único en tocarme… Vaya contradicción ¿verdad?

Dejé que ella dominara todas las acciones ya que me veía incapaz de hacerlo yo. Me tumbó en la cama mientras ella caía sobre mí, todavía sin detener la unión de nuestros labios.

-Te…te quiero…- me repetía una y otra vez Mika-chan mientras besaba mi cuello y desataba los botones de mi camisa, para después acariciar mi torso.

Yo tan solo acariciaba su estrecha espalda…Mi mente no atinaba a realizarle alguna caricia más profunda…

Y mis deseos de parar aquel acto y de ser totalmente del Kitsune me llevaron a cometer mi error….o tal vez me llevó a la salvación, no lo se, y es que en esos precisos momentos nombré a Rukawa justo cuando ella trataba de propiciarme una caricia en mi bajo vientre.

-¿qué? ¿Quién es esa Rukawa? – me preguntó deteniendo sus movimientos al instante y mirándome con sus ojos azules totalmente abiertos.

Me quedé en blanco durante unos instantes…¿Qué decirle ahora? ¿Qué era mi amor imposible con quien había mantenido relaciones sexuales pero que además, como pequeño detalle, no era "esa Rukawa" sino "ese Rukawa"?

-esto…verás…- intentaba explicarle pero mis palabras habían tomado la decisión de no salir de mi garganta.

Pero no necesité decir más palabras ya que ella se levantó acomodándose su falda que se había levantado un poco debido a los movimientos.

-Me voy Sakuragi-kun! Hemos terminado…- me dijo enfadada marchándose de la habitación mientras que yo tan sólo la miraba desde la cama sin pensamiento alguno.

FIN FLASH BACK

Después de aquello estuvo alrededor de dos semanas evitándome… Bueno, evitándome tampoco es la palabra ya que yo no hacía anda por ir a verla para darle algo parecido a una explicación.

Pero después de ese tiempo todo volvió a la normalidad y Mika-chan se me acercaba como siempre hablándome con naturalidad, pero yo ya no soy el mismo ni quiero serlo… Tengo claro que mi mente no quiere en ningún momento olvidarse del Zorro…Así que prefiero vivir solo antes de estar con amores falsos que tan sólo me sirvan para tratar de convencerme de cosas imposibles…

-¡Ey! Sakuragi-kun!- escuché como Mika-chan me llamaba… era cierto, aun seguía delante de ella con su toalla en las manos… Debía irme rápido a las duchas…

-Gracias – le dije de forma tajante por el trapo de color rosa y me volteé para después salir corriendo dirección al vestuario.

-¿Sí, diga? – respondo alzando el auricular del teléfono.

-# ¿Hanamichi?# –

-¡Yohei! ¡Cuánto tiempo sin hablarnos! – le respondo feliz al escuchar la voz de mi mejor amigo de nuevo. Hacía ya algunas semanas que no me llamaba.

-# Sí…lo se… Pero parece que el señorito Tensai nunca quiere llamarme y lo tengo que hacer yo…#- me responde con algo de burla en sus palabras y no puedo evitar sonreír al escucharle. Aunque sea yo el único que lo crea, nuestra relación no ha cambiado en lo más mínimo desde que estoy aquí en Hokkaidô.

-Jajaja ¡pues claro! ¡Este gran Tensai tiene muchas ocupaciones y no tiene tiempo que perder con simples mortales! – le respondo a la broma seguida de mi gran risa de Tensai.

-# Siento ser un simple mortal Hanamichi… pero será mejor que te quites tantas ocupaciones…llamar aquí siempre sale caro…#-

- ¿Me estás reprochando? – le respondo aun con una sonrisa burlesca en mis labios.

- # Exacto #- me responde sin más.

-………..- me quedo en silencio.

#...# - se queda en silencio hasta que no podemos más y nos echamos a reír ambos como si lo que nos ocurriera fuese lo más gracioso del mundo, pero yo creo que lo que nos lleva a reír es más la sensación de volver a hablar después de algún tiempo.

- ¿Y bien? ¿A qué debo el honor de tu llamada? – le pregunto con burla una vez

hemos dejado de reír los dos.

- #¿qué ocurre? ¿ya no puedo llamar a mi amigo sin ninguna razón? # -

-Espera que piense….No – afirmo rotundo provocando risas en Yohei.

- #Vale…está bien, me has pillado… # -me dice para después hacer una leve pausa. - # Habíamos pensado los chicos y yo hacerte una visita este fin de semana #-

-¿eh? ¿de verdad? ¡Eso es genial! Tengo muchas ganas de veros a todos – le digo emocionado…Ciertamente tengo ganas de verlos ya que no lo hago desde hace ya bastantes meses que vinieron Ayako, Ryota, Haruko, Mitsui y mi Gundam a visitarme.

- # Pues por eso te llamaba…para saber si estarías en tu casa # -

- Sí, sí claro…pero…un momento…¿Os importaría si soy yo el que se desplaza? - una idea acaba de pasar por mi mente y esa idea es ver a Rukawa Kaede una vez más, aunque solo sea de lejos…

- #¿eh? ¿Y eso por qué? A nosotros nos da igual ir…además que trabajamos y hemos conseguido el dinero para…# -

- Pero es que en estos dos años y medio que llevo aquí siempre os hago viajar a todos… Me apetece volver a ver Kanagawa y como anda todo por allá… - intenté explicarme ante Yohei. Desde mi partida que nunca había vuelto a pisar Kanagawa y ciertamente lo extraño… Además de que mis ganas de ver al Kitsune de cerca y no sólo por los vídeos que me envían, me hacen que quiera volver con mayor intensidad a mi ciudad.

- #Está bien Hanamichi…¿Cuándo vendrás entonces? # -

-Pues… estaría bien pasar allí las vacaciones de Navidad….ya queda poco… así podría estarme unos cuantos días allí con vosotros… - le contesté pensando en que me gustaría pasar una Navidad junto al Zorro aun sabiendo que tal posibilidad es prácticamente nula.

- #Pero para eso todavía quedan…¿dos semanas? ¡Entonces este domingo sí que podemos ir a verte! # -

- Sí ya se…Pero bien tendréis que ahorrar para darle un buen regalo a este Tensai por Navidad, ¿no? – le dije con otra de mis carcajadas típicamente Tensai. –Así que ahorrad y nos veremos dentro de dos semanas– le dije con determinación.

- # Está bien Hanamichi, entonces nos veremos para entonces…Cuídate mucho, ¿de acuerdo? # - accedió al fin.

- Claro que sí…Recuerda que soy un genio – y tras algunas palabras más triviales, colgué el teléfono con una gran sonrisa dibujada en mi rostro.

Sólo tenía que esperar dos semanas más para poder pasar una buena temporada junto a mis amigos en Kanagawa. Sin duda alguna estas dos semanas de espera serán las peores y se pasarán demasiado lentas…Ya tengo ganas de ver a Rukawa.

- Entonces… ¿Entonces te vas a ir? -

-Sí – le respondo tajante a su pregunta. No se como pero tengo aquí a Mika-chan en mi casa preguntándome si voy a irme esos días de vacaciones a Kanagawa. ¿Y a ella que más le dará lo que yo haga? Ni tan siquiera se como se ha enterado…

-Pero… ¡Pero será Navidad y Año Nuevo! – me dijo con algo de desesperanza en su voz…Cómo si sus palabras me vayan a hacer cambiar de opinión… Esta noche cogería al fin el esperado tren que me llevará a Honshu para después coger otro hacia Kanagawa y por supuesto que Mika-chan no lo va a impedir…

-Sí, tienes razón… - le contesté como queriéndole decir " sí, ¿y qué más te da?". Sinceramente no entiendo a la chiquilla… Parece como si todavía estuviese enamorada de mí… Sinceramente estoy harto.

¿Desde cuando soy tan frío con las personas?

-Pero…pero yo había pensado en…bueno…podríamos pasar estos días juntos –

Y vi como se sonrojó y bajó su mirada. Yo me quedé atónito frente a sus palabras… ¿pasar la Navidad y el Año Nuevo junto a ella?...No gracias.

-Lo siento…ya avisé que me marcharía y tengo ganas de ver todo como continúa… llevo tiempo sin aparecer por Kanagawa… y ciertamente me hace ilusión…- le expliqué lo más amable posible. Quería que lo entendiese de una vez y me dejara solo… Tengo que acabar de preparar aun algunas maletas y ya se me hace tarde.

-Pero… yo…- me decía confusa como intentando buscar desesperadamente algo por su mente para decirme y convencerme.- ¿¡ Puedo ir contigo, Sakuragi-kun? –

Aquí sí que ya me quedé congelado…¿De verdad esperaba que yo permitiese semejante cosa?

- No – respondí con rapidez. Si Rukawa me viese junto a una chica…entonces todas mis esperanzas se verían arruinadas.

Mika-chan me miró con desilusión pero yo no quería decirle nada más.

-Debo preparar las maletas… - Vamos, que la estoy echando de mi casa… Espero que se de cuenta de la indirecta.

-S…Sí, claro…- me respondió con una sonrisa melancólica en su rostro…- Entonces…yo ya me voy…Supongo que nos veremos cuando vuelvas de Kanagawa… - me decía nerviosa.

-Ajá – Y ella se me quedó mirando por unos momentos con su sonrisa de desilusión, para después comenzar a andar hasta la puerta sin decirme una sola palabra más. Una vez llegó a ella, la abrió y salió de mi casa con silencio.

No quise pensar en mi comportamiento… Ya tendría tiempo para hacerlo… Simplemente ahora deseo irme junto a mis amigos y olvidarme de todos para una vez ser feliz yo. No es tanto pedir… ¿verdad?

"En breves momentos realizará su salida el tren con destino Yokohama por la vía seis"

Ese es mi tren.

Lo llevo esperando por alrededor de media hora…Y al fin llegó.

Ahora mismo estoy en la prefactura de Honshu después de haber recorrido veinticinco kilómetros metido en un túnel viajando en el pequeño ferrocarril que une Hokkaido con Honshu, y ahora cogeré el tren que me llevará a mi destino final…

Subo al tren buscando un buen lugar para sentarme, uno que sea tranquilo y que me permita viajar mirando el paisaje, es decir, junto a una ventana.

Una vez me siento en mi lugar y dejo las maletas en la parte superior del tren, apoyo con pesadez mi cabeza pelirrojo al frío cristal de mi lado, cosa que me despeja suavemente la cabeza.

Son las nueve y media de la noche y ya tengo algo de sueño, así que estoy seguro que me dormiré durante el viaje, que es bastante largo y pesado.

Pero algo viene a mi mente, y eso es mi Kitsune.

¿Le gustará verme de nuevo? La última vez que lo vi me hace creer que mi llegada a Kanagawa le será totalmente indiferente… o tal vez, con un poco de suerte, decida pasar una de sus noches libres conmigo.

Imbécil. Soy un completo imbécil. ¿Cómo he podido pensar eso? Pero es que en verdad ya no me importa ser el muñeco del Zorro y que me coja para jugar por unos momentos, si de esa forma consigo estar a su lado.

¿Tanto lo amo? Definitivamente sí e intentar separarme de él sería aun peor… O eso creo, ya que no se a donde me llevará ser el amante de turno del Kitsune. Quizá a la locura y a la desesperación, pero bien pensado, poco me importa eso ahora.

Tengo bien claro que quiero estar junto a él de una forma u otra… Aunque nada me haría más feliz que recibir una muestra de cariño o tal vez amor de parte suya…

Empiezo a parecerme a un perro que sigue su dueño aunque le dé una patada tras otra… Y es que simplemente…no puedo evitarlo.

Por otro lado se encuentra Mika-chan y ahora me doy cuenta que he sido tan frío con ella por este tiempo como lo ha sido conmigo el Kitsune. Al igual que yo con él, ella tan sólo desea estar cerca de mí…y yo la alejo sin medir mis palabras y sin pensar lo que le puede dañar a ella.

Ahora me siento culpable de haberla tratado así…yo mejor que nadie se como se debe sentir ahora… Pero no la amo, así que lo único que puedo pensar ahora para decirle cuando la vea es: "Lo siento Mika-chan ".

El cansancio me comienza a rodear y mirando el paisaje, ya totalmente oscuro por la noche, me parece creer que todavía estoy en Morioka… Así que decido dormir para olvidar mi sentimiento de culpabilidad y de tristeza por Mika-chan y por sobretodo… Rukawa.

-¡¡Hanamichi! –

Me volteé al escuchar semejante grito proveniente de detrás de mí. Y allí vi a la Gundam.

-¡Hola chicos! – les dije muy feliz de volverlos a ver.

Había llegado a Kanagawa durante la madrugada, exactamente a las cuatro de la mañana y por eso había ido a pasar la noche en un pequeño hostal ya que carezco de demasiado dinero… y además, por lo que mis padrinos me dijeron, mi pequeño apartamento donde vivía antes está alquilado desde que me fui…

Me he levantado hoy a las once de la mañana dispuesto a ir a la casa de Yohei, pero esto no ha sido necesario ya que me los acabo de encontrar a todos por la calle.

-¡Justo ahora me dirigía a veros! – les dije una vez los hube abrazado con cariño a todos.

-Vaya casualidad entonces – me contestó Noma con una sonrisa.

No habían cambiado para nada. Tal vez Noma y Yohei habían crecido algunos centímetros, pero se veían tan bien los cuatro como siempre y tal hecho me hace feliz…ya que ahora mismo siento como si el tiempo no hubiese pasado nunca… Estoy con ellos en Kanagawa…Al fin he regresado.

Después de conversar sobre nuestras vidas entre sonrisas y bromas, nos dirigimos a Danny's para recordar viejos tiempos.

Nos sentamos en la mesa que normalmente solíamos ocupar y comenzamos de nuevo con la charla.

-¿Cuándo has llegado, Hanamichi? – me preguntó Takamiya mientras engullía un buen bocado de su pastel de chocolate con adornos de nata.

-Esta madrugada…pero al ser tan tarde pasé la noche en un hostal…-

-¡Deberías haber venido a mi casa directamente! – me dijo Yohei con un tono de reproche en su voz.

-Pero es que…era demasiado tarde para despertarte – le contesté yo, aun con una gran sonrisa en la cara. Imposible borrarla cuando te has pasado los dos últimos años de tu vida sin amigos y ahora estás rodeado de todos ellos.

-¡Da igual! Para la próxima ya sabes – me dijo devolviéndome la sonrisa a la vez que yo le contestaba con un de acuerdo y los demás chicos me decían que también podía ir a sus respectivas casas cuando quisiese.

-¿Cómo te va todo por Hokkaidô? ¿Sigues con aquella chica? – me preguntó con una sonrisa burlesca Ookusu mientras me daba suaves golpes cos su codo en uno de mis costados. Ellos sabían de mi relación con Mika-chan ya que decidí contarlo en las muchas cartas que nos escribimos.

-No. Terminamos hace ya algunos meses – Preferí emitir la realidad de que ella me había dejado para evitarme la pregunta de por qué tal hecho. ¿Cómo contarles que fue porqué nombre a Rukawa cuando iba a acostarme con ella? No…ni en broma iba a decirlo.

-¡Vaya lástima! Para una vez que no te rechazan! – me respondió Ookusu con una gran risa.

-¡Ey! Tengo que deciros que este gran Tensai que tenéis delante ha rechazado muchas chicas durante mi estancia en Hokkaidô! – le dije divertido mientras colocaba mis brazos en mi cintura y reía al más puro estilo Tensai, por supuesto, creado por mí.

-Eso hasta que no lo veamos…no nos lo creeremos…¿verdad chicos? – me contestó Takamiya dispuesto a hacerme enfadar. Lo único que consiguió fue un cabezazo mortal por mi parte.

Entre estas y otras charlas triviales pasaron algunas horas, pero estando allí la verdad es que me encontraba muy cómodo. Pero había llegado la hora de preguntar por los demás…

- Y del equipo…¿Qué sabéis? – les pregunté claramente refiriéndome a Ryota y los demás…(por supuesto que el Zorrito era el primero que tenía en mente). No había parado de recibir cartas de Ryota, Mitsui, Ayako y Haruko, dónde me contaban lo que hacían durante sus días de rutina, así que más o menos ya sabía bastante de cada uno de ellos, pero igualmente quería preguntar.

-Pues…Miyagi comenzó este año con la Universidad… Se encuentra en la de aquí en Kanagawa… - me contestó Yohei. – Después, Haruko sigue en Shohoku y se ha convertido en la nueva manager del equipo…Ayako por su parte, está en la misma Universidad de Miyagi…hace ya algún tiempo en que son pareja y por lo que se les va muy bien…- e siguió relatando, ahora con una sonrisa. –Y Mitsui…Mitsui creo que está en la Universidad de Tokio, por supuesto, sin abandonar el basketball…-

Me quedé escuchándolo con atención aunque toda la información que me daba ya la conocía por boca de ellos.

-Y…¿Rukawa? – me atreví a preguntar de una vez por todas. Ni que decir tiene que pregunté por los demás para poder hacerlo después por el Kitsune… Bien tengo que disimular, ¿no?

-¿Rukawa? – me preguntó Noma con sus ojos abiertos. - ¿Para qué te interesa a ti lo que ese sujeto haga? – continuó. Supongo que le sorprendió que yo preguntara por él.

-Pues ahora mismo es el capitán del Shohoku a la vez que continúa jugando en la Selección Japonesa. – me dijo Ookusu.

Esto sí que no lo sabía… Nunca he recibido noticia alguna sobre el Zorrito. Ni tan siquiera cuando se presentó en mi casa me contó que era de su vida…

- Anda igual de indiferente y frío que siempre – continuó esta vez Takamiya y sus palabras no me sorprendieron en lo más mínimo… Rukawa no cambiaría nunca.

- O tal vez aun peor…- añadió Yohei a media voz. Esto sí que me sorprendió. – Creo que le ocurre algo…-

-¡¿Pero qué dices Yohei! Si ese sujeto en su vida será capaz de mostrar ni una pizca de sus sentimientos… ¡Mejor aun! No tiene sentimientos – le respondió Takamiya dando otro gran mordisco a su pastel.

Después continuaron hablando peor yo no llegué a escucharlo ya que mi mente se había quedado en las palabras de Yohei. ¿Qué le ocurre al Kitsune?

-¡Sakuragi! –

-¡Hola gordito! – le respondí al saludo al entrenador Anzai para después tocarle su gran papada y su barriga, tan gorda como siempre.

Desde que me había ido no había vuelto a ver al entrenador Anzai ya que como es normal y lo entiendo, no iba a viajar él hacia Hokkaidô dejando todas sus ocupaciones por mí.

-Me alegro de verte Sakuragi – Me dijo con una pequeña sonrisa bien disimulada pro su bigote canoso que cubría bien sus finos labios. - ¿Te gustaría ver los entrenamientos? – me preguntó para después reír con sus típicos "JoJoJo".

-¡Claro! ¡Para eso ha venido este Tensai aquí! – Y era verdad. Ya hacía dos días que me encontraba en Kanagawa y había estado todo este tiempo junto a la Gundam, Ryota, Ayako y Haruko, la cual me había dicho que justamente hoy había un entrenamiento matutino, así que sin pensármelo dos veces he decidido venir a ver.

Estoy pensando en ir algún día a Tokio para ver a Mitsui, el Gori y Kogure… A ver si me acompañan esa panda de tontos, quiero decir…la Gundam… jejeje, no puedo evitarlo, es el cariño lo que me hace llamarlos así…

-Sakuragi, el entrenamiento ahora mismo dará comienzo…Falta por llegar alguna persona….- me decía el entrenador Anzai mirando por todo el gimnasio.

Yo también quise observar a las personas que tenía a mi alrededor. Muchos chicos que allí estaban no los conocía de nada y algunos de ellos me miraban con disimulo…Supongo que se les haría raro encontrar a un tipo desconocido allí con ellos hablando con el gordito… También había algunos chicos de segundo que conocí antes de que yo me marchara de aquí, a los cuales saludé con un movimiento de cabeza y una pequeña sonrisa. Los conocía poco ya que me marché anda más empezar segundo curso en Shohoku…pero al fin y al cabo los conocía.

Pero ni rastro del Kitsune apestoso. Supongo que se habrá dormido viniendo hacia aquí con su bicicleta…

-¡Yo mejor subiré allá arriba a ver el entrenamiento! Así lo veré mejor…- dije a Anzai señalando los balcones superiores donde normalmente se colocan los espectadores.

-Está bien, Sakuragi- me dijo para después voltearse para irse a sentar a una de las sillas para esperar a que las prácticas dieran inicio.

Yo simplemente miré una vez más a mi alrededor en busca de algún Zorro pero todavía no…Así que miré a Haruko, que se encontraba al lado del gordito, y con un movimiento de mi cabeza le indiqué que iba a subir arriba.

Una vez llegué, me apoyé contra la barandilla y observé todo el gimnasio… Todo se veía igual que siempre. Y en esos momentos deseé volver a estar en primer curso y volver a jugar con mi equipo…

Quizá exagere un poco…pero creo que mi partida hacia Hokkaidô solo me a provocado perder todo lo que quiero… Yo ahora mismo debería estar en este gimnasio practicando con mis compañeros…junto a Rukawa… Lo echo todo de menos…incluso las peleas que vivía junto a él…

-¡Al fin llegas capitán! – escuché que un chico bajito de cabellos castaños exclamaba.

Miré hacia la puerta y allí estaba. El Zorro acaba de entrar al gimnasio.

El corazón se me detuvo de golpe y no pude respirar durante unos instantes… Después de un año y medio, volvía a verlo… Y aunque me encontraba bastante lejos, mi vista era capaz de apreciar con exactitud todo su rostro…Ese Zorro sí que nunca cambiaría…

Y la verdad…He subido aquí arriba para no verlo a la cara… No quiero que me mire con esos ojos fríos y me eche de su lado ahora… Todavía no. Prefiero verlo desde aquí, donde es casi seguro que no alzará su mirada zorruna para notar mi presencia…

Sí, ahora que lo tengo a mi lado, tengo miedo de verlo.

Vi como Anzai hablaba con todos los chicos colocados alrededor del gordito y después, se fue a sentar de nuevo a su silla.

Entonces, un chico de segundo comenzó a dar instrucciones al grupo.

Me hizo gracia ver semejante escena. Supuse que ese chico sería el ayudante de Rukawa y por lo tanto el encargado de dar las órdenes ya que, con lo poco hablador que es él, no creo que fuese capaz de gritar para dar las instrucciones al resto…

Una vez acabaron con los ejercicios básicos, vi como se repartieron esas camisetas de color blanco y rojo, seguramente, para dar inicio a un partido de entrenamiento.

Rukawa cogió una de color rojo con el número veintitrés pintado en ella. Siempre coge la misma… ¿Por qué será? Le debe gustar ese número…

Comienzan el pequeño partido y en seguida puedo darme cuenta del gran nivel de todos los jugadores… Por suerte para el equipo, el hecho de haber ido a los Nacionales un año y ganarlos el próximo, debió hacer que muchos buenos jugadores se fijaran en Shohoku como preparatoria para jugar a basketball... Verdaderamente todos tienen un nivel muy elevado…

Decido fijar mi mirada en el Kitsune, ahora que lo puedo observar sin que él se de cuenta, no pienso desaprovecharlo.

Corre de un lado al otro de la cancha con gran velocidad… Se nota que pone todo su empeño en el partido…aunque solo sea uno de entrenamiento.

Su cabello, sus ojos, su boca, nariz, cuello, cuerpo… Todo en él es perfecto. Se esfuerza al máximo con tal de conseguir sus objetivos y sin duda alguna no le gusta perder…

-¡¡Final del primer tiempo!- escucho que grita el chico que tiene función de árbitro. Me sorprende que lleguen a jugar ese partido como si fuese uno serio, con sus cuarenta minutos…Supongo que así mejorarán la resistencia…

Pero…un…un momento…

¡¿Él me está mirando!

El Kitsune se ha dado cuenta de mi presencia y me está mirando fijamente. Mientras que todos sus compañeros hablan con Anzai y Haruko, él se ha quedado en el centro de la cancha…y me está mirando!

Yo no atino a más que a devolverle la mirada sin atreverme a apartarme… Siento como sus ojos me queman y se clavan en los míos para no dejar que me aparte…

Mis mejillas se encienden al segundo y es que no esperaba que ese Zorro pudiese darse cuenta de que estoy ahí con él, observándolo…

¿Eh? ¿Y ahora que hace? Sin ni siquiera moverse un milímetro ni apartar sus ojos sesgados de mí, está moviendo sus labios…Creo que intenta decirme algo, pero es que no logro captarlo! ¡Mierda!

Creo que él ve mi cara de desesperación por no captar su mensaje y vuelve a repetirlo, en silencio, sólo con los movimientos de sus labios…Por eso deduzco que no quiere que nadie se entere de lo que me dice…

Lo repite de nuevo… y…

-¡Rukawa, acércate por favor! – le grita el chico que es, a mi suponer, su ayudante.

Rukawa voltea su mirada hacia el chico, para después clavar su mirada otra vez en mí.

Después, se une a sus compañeros.

Pero un momento… ¿él me acaba de decir lo que yo creo? No, no puede ser…

-"Már...cha….te…"-

Las prácticas al fin terminan y observo como todos los integrantes del equipo se retiran a los vestuarios, mientras que Haruko se encarga de guardar los balones en sus respectivas cestas, para después guardarlos bajo llave.

Decido por fin bajar, pero sólo para despedirme de Haruko y de Anzai ya que pienso respetar las palabras del Zorro… Él me ha dicho claramente que me vaya…por lo tanto, no quiere verme una vez haya salido de los vestuarios… Y no me verá.

-¡Ey! – saludó a Anzai, caminando rápidamente hacia él.

-jojojo ¿qué tal te pareció el entrenamiento? – me preguntó feliz.

-¡Pues muy bien! Tenéis grandes jugadores este año…- le contesté con sinceridad. –Ahora…debo irme ya – le aclaré.

-¿ya te quieres ir? ¿No quieres saludar a los chicos una vez salgan? –

-¿eh? No…no…Otro día mejor - ¡¡Nunca! Si me quedó ahí un instante más, aparecerá el Kitsune y me echará directamente él de su lado… No…No quiero…

-¡Está bien! Pero acércate otro día, ¿eh? Jojojo –

-Eso está hecho- le contesto para después avisar a Haruko y anunciarle que me voy y que ya nos veremos.

Después, salgo del gimnasio, pero sólo para salir fuera y sentarme, contra la pared del lugar…justo al lado de la puerta…¿Por qué no me alejo más? Pues porqué tengo la sensación de que no voy a poder dar dos pasos más…

Pronto empiezan a salir varios jugadores, riendo y hablando entre ellos, pero ninguno se da cuenta de mi presencia, ya que deberían bajar su mirada para poder verme a mí sentado contra la pared, con mis piernas dobladas contra mi pecho.

A continuación, sale Haruko con pasos rápidos y entonces imagino que ya todos los chicos han salido…Menos Rukawa.

De pronto escucho voces a dentro del gimnasio…

-Ya se fue, no busques tanto… jojojo- la voz del gordito…esa risa es inconfundible… ¿Acaso estará hablando con el Kitsune?

-……- silencio, no oigo nada, así que decido moverme unos centímetros para poder ver de escondidas el interior del recinto.

Sí, allá están el gordito junto a Rukawa, ya vestido con su uniforme escolar y su bolsa de entrenamiento colgada en el hombro.

-… Se marchó – vi que volvía a recalcar Anzai. Rukawa simplemente, miraba al entrenador.

-No buscaba al do'aho…- ¿eh se referían a mí?

-Yo nunca lo nombré – contestó con astucia el gordito…Creo que mis ojos no podían abrirse más.

-…..- El Kitsune se quedó en silencio a la vez que bajaba su mirada, como si la del entrenador le quemase.

-Deberías…Deberías tener igual valentía en la vida como el basketball… - le dijo en un susurro al Zorro mientras caminaba hacia mí, para salir del lugar a la vez que reía con sus típicos "jojojo".

¿El gordito acababa de llamar cobarde al Kitsune? Sí yo había escuchado bien, sí.

Rápidamente tuve que levantarme del suelo para irme a esconder para que Anzai no me viese en cuanto saliera del gimnasio. Estoy seguro de que él sí que se hubiese dado cuenta de mi presencia en el lugar…

Entre los árboles que se encontraban delante, vi como Anzai caminaba en dirección contraria a lo que yo estaba, y desapareció tras los edificios, pero Rukawa continuaba sin salir del recinto.

Decidí esperar unos minutos más aquí escondido por si un caso se le ocurriese salir en cualquier momento. Pero no puedo dejar de pensar en la pequeña conversación que acabo de escuchar… La verdad es que no acabo de entenderla… ¿El Kitsune me andaba buscando? ¿Acaso no me había pedido que me fuese? Quizá había sido yo el que había entendido mal…

Y después, Anzai acusaba al Zorro de cobarde… ¿Cobarde en qué sentido? Durante esa tarde había jugado muy bien, tanto en la ofensiva como en la defensa. Sin duda alguna había mejorado todavía más su juego y no me extrañaría nada que algún día fuese llamado por la NBA para jugar en Estados Unidos. Si incluso seguía jugando en la Selección Japonesa…

Pasaban los minutos y el Zorro todavía no salía, así que decidí volverme a acercar a la puerta, abierta de par en par, para ver si lograba observar que es lo que hacía el Kitsune.

Así pues, camino en silencio hasta quedar junto a la entrada y dirijo mis ojos a ella para observar el interior con disimulo… Pero los sonidos de una pelota botando sobre la cancha me hicieron caer enseguida en que Rukawa continuaba practicando.

Había visto como Haruko guardaba los balones bajo llave…Pero claro, él es el capitán y seguramente debe tener la llave…Además, creo recordar que siempre lleva su pelota en la mochila…

Vestía todavía el uniforme escolar, como si la decisión de continuar jugando la acabase de tomar en esos precisos momentos, ya que solo se había quitado la chaqueta y la camisa del uniforme para quedar en una camiseta sin mangas de color azul.

Estaba practicando los tiros a canasta desde la línea de tiros libres, los cuales los acertaba todos, uno tras otro.

Quedé fascinado con su estilo de juego y no quería apartar mi mirada de su persona, tengo miedo de que si lo hago, él pueda desaparecer.

Sin duda es el mejor.

Y de golpe, realizó un gran slam dunk dejando el aro de la canasta temblando fuertemente.

Una vez el Zorro pisó el suelo, quedó así, sin moverse, sin ir a buscar la pelota… Podía escuchar su respiración acelerada debido al cansancio, pero no podía verle el rostro, inclinado hacia abajo, ya que se encontraba prácticamente cubierto por sus mechones de cabellos azabaches…

También vi como apretaba sus puños con fuerza y así quedó por un largo rato, respirando con fuerza y mirando el suelo de madera de la cancha.

Supongo que ahora debería irme…pero mis piernas no obedecen a mis pensamientos.

Quiero saber qué le ocurre a Rukawa. No paro de escuchar por mi mente las palabras de Yohei: "Creo que le ocurre algo…", me había dicho…y tal parecía que no se había equivocado.

-¡EY! - ¿eh? ¿¡Cuándo he llegado yo a entrar completamente al gimnasio?

Rukawa alza su mirada y me mira de reojo. Sus puños todavía siguen cerrados con fuerza.

- ¿Do'aho? – parece algo sorprendido por verme…Normal, si incluso yo me sorprendo de verme ahí dentro llamando su atención.

-No, no…Para ti, el Tensai – me atrevo a bromear… Definitivamente debo despedir a mi cerebro ya que ni tan sólo es capaz de mantener controlada mi bocota.

-Baka…- susurra pero aun y así, logro escucharlo bien.

-¡¡Teme Kitsune! – le gritó aparentando enfado, pero en realidad me siento feliz de volver a pelearme con él… Debo empezar a considerar la opción de ser medio masoquista…

Ahora estamos en silencio. Rukawa ha devuelto su mirada al suelo mientras que yo sólo puedo mirarlo a él y de pronto comienzo a sentirme avergonzado… Vuelvo a tenerlo frente a mí cuando la última vez que nos vimos acabé confesándole que le amaba…

-¿Qué haces aquí? – me pregunta sin siquiera mirarme a la cara.

-¿Qué pasa? ¿Acaso este gran Tensai no puede venir a….-

-En Kanagawa – dice cortando mi explicación.

-Pues…eso…Vine a pasar las vacaciones de Navidad aquí – le expliqué con cierto tono de enfado. - ¿Algún problema? - ¿qué? ¿Por qué diablos le he desafiado así?

Siento como el Kitsune vuelve a mirarme de forma fría pero no me contesta.

Otra vez el maldito silencio…sólo que esta vez tengo su mirada clavada en mí. No se que puedo decirle…Creo que ha llegado la hora de…huir.

Sin más, me doy media vuelta y me dispongo a marcharme de allí. Recuerdo que en el tren que cogí para venir hacia aquí pensaba que quería ver al Zorro para estar con él… Pero ahora no me atrevo.

Creo que el entrenador Anzai debería llamarme a mí cobarde.

Hoy ya es día 24 de Diciembre y ya hace tres días que no veo a Rukawa.

Yohei es quien me permite vivir con él durante mi estancia en Kanagawa… Menos mal, si tuviese que pagar el hostal todas los noches, creo que ahora mismo no tendría ni para comprar ningún regalo de Navidad. No es que haya venido con poco dinero…Simplemente he venido con el poco dinero que tenía… Ni muerto pedía dinero a mis padrinos…

-¿Qué te parece esto, Hanamichi? – me preguntó Yohei mostrándome unos guantes con diversas líneas de diferentes tonos de rosa. -¿Ideales para Haruko, no crees?-

Me encuentro esta mañana con la Gundam recorriendo diversas tiendas para comprar a última hora los diversos regalos que nos entregaremos todos juntos esta noche, en la gran fiesta que ha organizado Ayako en su casa.

-¡Sí! Me gusta… Decidido, esto será para Haruko – le respondo cogiendo los guantes entre las manos y notando su suave textura.

No puedo comprarles grandes regalos…Pero aun y así creo que si los elijo bien, les gustarán.

-¿Para quién te falta? – se me acercó Takamiya preguntándome.

-Pues…el vuestro ya lo tengo…y el de Haruko, Ryota, Ayako, el Gori y el de Anzai… Me falta el de Mitsui y el de Kogure – Y el de Rukawa, claro… pero será mejor que este lo vaya yo a buscar solo después…

No se si el Zorro se dignará a venir esta noche con nosotros… Esto me hace recordar la fiesta que me dedicaron todos el día en que fui… Rukawa no vino a la despedida…

Pero en cambio, sí que venían el Gori, Mitsui y Kogure, que viven en Tokio. Me gusta la idea de reencontrarnos todos…

Una vez acabamos las compras, les dije a Yohei y a los demás que yo debía irme a casa de Anzai a entregarle su regalo… "Mejor hacerlo ahora porqué después no tendré tiempo…" fue lo que les comenté ya que realmente, a la noche durante la fiesta, el entrenador no iba a asistir.

Ni que decir tiene que además de entregarle el regalo a Anzai iría a buscar algo para el Zorro.

Decido caminar por las calles más transitadas, llenas de gente que como yo, realiza sus últimas compras.

-A ver…¿qué le puede gustar al Zorro? – me pregunto a mí mismo mirando hacia todos los escaparates bien adornados que hay a lo largo de toda la calle – No debe ser muy caro… - y es que mi presupuesto no llega para todo aquello que veo…

Decido pararme en una tienda de regalos bastante grande y entro en ella.

Salgo con las manos vacías. Todo demasiado caro.

-¡¡Mierda! – grito con tal de liberar toda la rabia que se acumula en mi interior. Quiero comprarle algo especial… Que le guste por encima de todo… Pero esto es prácticamente imposible. Lo único que le interesa es el basketball pero estoy convencido que todo lo necesario ya lo tiene…

Paso por delante de otra tienda… y decido pararme aquí. Ya lo tengo.

-Joder…Voy a parecer una chica –

-¡Bienvenidos chicos! – nos saluda Ayako a Yohei y a mí cuando nos abre la puerta de su casa para después hacerse un lado y dejarnos pasar al interior del cálido hogar.

-Como siempre…sois los últimos – nos dijo Ayako mientras recogía nuestros abrigos para guardarlos en un pequeño armario empotrado.

-Lo siento, Hanamichi tuvo la genial idea de acampar en mi lavabo por varias horas….-

Una vez entramos en el salón, un suave aroma de comida recién hecha nos envolvió. Comencé a tener bastante hambre en esos momentos…

-¡¡Hola chicos! – nos saludaron todos los ya presentes, que se encontraban sentados en los sofás cerca de la chimenea, que proporcionaba una agradable calidez.

-¡Ey, Hola! – saludé a todos, tal y como lo hizo Yohei y nos sentamos con los demás en los sofás.

Nos estuvimos allí sentados durante bastante rato, conversando entre todos con risas y bromas. Fue un buen rato recordando muchos viejos momentos vividos por todos… También me explicaron nuevas anécdotas que ocurrían desde que yo me había ido a Hokkaidô.

-¡A cenar muchachos! – nos gritó Ayako mientras venía con un delantal azul y un pañuelo en la cabeza y entre sus manos, un gran pollo bien ornamentado.

Justo pasé por el lado de Ayako y esta me detuvo unos segundos, después de dejar el pollo sobre la mesa.

-¿Qué te ha ocurrido en los dedos? – me dijo sujetándome las manos y mirando curiosa las diversas tiritas que llevaba.

-Esto…¡Nada!... Me tocó hacer la comida de hoy…y…y…¡me corté! – Sin comentarios…

Nos sentamos en la mesa y comimos toda la fantástica comida que habían preparado Ayako, Haruko y Kogure. Todo sabía muy bien… Hace tiempo que no probaba una comida tan buena como esa.

Pasamos el tiempo con más anécdotas y bromas. Por cierto, me he enterado que Mitsui y Kogure viven juntos…Qué raro…

La verdad es que, en estos momentos, me siento como en casa, rodeado de las personas que más quiero…

Pero falta una…Sí, exacto, el Zorro. Una vez más, no se ha dignado a aparecer.

-¿Qué os parece si abrimos ya los regalos? – propuso Mitsui una vez arrasamos con toda la comida y los deliciosos pasteles de frutas que Ayako nos sirvió como los postres.

-¡Sí! – exclamó Ryota feliz. Todos habíamos bebido algo de alcohol… pero nadie la cantidad suficiente para acabar borracho…

Así pues, nos volvimos a dirigir al centro de la sala, frente a la chimenea, y nos volvimos a sentar en los sofás y en el suelo, sobre la cálida alfombra situada alrededor de toda la estancia.

Comenzamos a intercambiarnos los regalos poco a poco. Creo que todo los regalos que les di les gustaron ya que todos sonreían felices al ver los diversos objetos que nos dábamos.

Por mi parte, recibí muchas cosas también y la verdad es que todas me gustaron, pero una en especial llamó mi atención, y fue el regalo del Gori: una foto de antes del Campeonato Nacional de hacía dos años, cuando yo cursaba primero.

Allí sí que aparecía yo, no como la foto que yo tengo de después de dicho Campeonato. También salía el Kitsune… sin duda alguna la foto iba a acabar colgada en la pared de mi habitación junto a mis otras fotos.

-Vaya…¡Aquí queda un paquete sin abrir, chicos! ¿De quién es? – preguntó Kogure señalando una pequeña bolsa que contenía un paquete todavía envuelto en papel de regalo.

-¡AH! ¡Es mío! - contesté yo rápidamente cogiendo la bolsa.

-¿Para quién es, Hanamichi? – me preguntó un curioso Ookusu.

-Ehh… esto… pues…¡para mis padrinos!...Sí, eso…Para mis padrinos que pensaba enviarlo antes por correo pero al final no me dio tiempo... – buff…menos mal que se me ha ocurrido algo rápido.

Este es el regalo para Rukawa… pero…él no va a venir. ¿Para eso me he pasado el día preparándolo? Incluso he tenido que encerrarme en el lavabo de Yohei para que no me viese…

-Por cierto, Ayako… ¿Cuándo piensa venir Rukawa? – preguntó Haruko. ¡Menos mal que ella ha realizado la pregunta! Sino la hubiese tenido que hacer yo…

-Me lo encontré esta mañana y me avisó que aparecería más bien tarde… No se porqué – concluyó Ayako.

Vaya…Así que al final sí que piensa venir… ¿Debo alegrarme verdad? Mierda… Quiero verlo pero ahora me estoy empezando a poner nervioso…¡Lo veré de nuevo!

-Ése debe ser él…- dijo Ayako poniéndose en pie para ir a abrir la puerta después de que el timbre de la casa se dejara oír claramente por toda la habitación.

No tuve tiempo ni siquiera a pensar más en mis nervios ya que al instante, el Zorro aparecía por el umbral de la puerta. Se veía bastante más pálido de lo normal, seguramente por el frío que debe hacer afuera.

-¡Hola Rukawa! – saludó Ryota amablemente.

-Hola…- saludó mientras se sacaba su abrigo negro para dárselo a Ayako.

-Vaya Rukawa…tienes el abrigo algo mojado… ¿Acaso llueve? – preguntaba Ayako mientras se entretenía en colgar la prenda de ropa en el armario.

-No,…Nieva –

-¿Qué? ¿Está nevando? – exclamaron todos a coro para después dirigirse a los enormes ventanales de la habitación para mirar como la nieve caía.

-¡Tenemos una Navidad blanca! – habló Ryota mirando por la ventana ensimismado, como todos los demás.

Pero yo tenía algo mejor con lo que quedarme ensimismado… Y era ver a mi Zorrito… Tenía los cabellos algo húmedos y le caían sensualmente por su pálido rostro.

Me lo quedé mirando descaradamente.

-Hola Do'aho – me saludó con frialdad seguramente al notar que no dejaba de mirarlo. Y es que en verdad me tenía ensimismado… Pero al escuchar su voz desperté de mi ensoñación y me quedé todo sonrojado.

-Ho…¡¡Hola! – grité para después irme con los demás hacia la ventana para que el Kitsune no notase el rubor que se había concentrando en mis mejillas.

Ahora que nos encontrábamos todos ya en el salón, seguimos charlando sobre temas triviales.

Yo ahora hablaba y bromeaba menos que antes… Simplemente me dedicaba a observar de reojo el rostro indiferente que mostraba Rukawa ante todas las conversaciones.

Creo que se debía aburrir bastante… No habría nunca la boca para decir oraciones más largas que un "Sí" o un "No". Bueno…a veces incluso llegaba a decir un "puede ser".

-¿Qué os parece si subimos todos a la terraza de arriba? Hay una parte cubierta y podemos quedarnos allá charlando viendo la nieve caer – Propuso Ayako y todos aceptamos sus palabras, poniéndonos los abrigos para no pasar frío arriba.

Todos comenzaron a salir de la sala para ir hacia las escaleras que nos llevarían a la terraza, pero yo decidí quedarme el último.

-¡Kitsune! Espera… - le dije agarrándole el brazo. Él era en realidad el último que iba a salir de la estancia y había aprovechado tal ocasión para dejar que todos se fueran hacia arriba y permanecer unos momentos a solas con el Zorro antes de reunirnos con los demás.

-¿Qué? – contestó secamente. Yo aproveché para cerrar la puerta de la sala.

-Quiero darte…algo – le dije yendo al sofá a coger la bolsa que contenía su regalo.

Rukawa siguió mis pasos y cuando yo iba a dar la vuelta para volver al lugar donde había parado al Kitsune, casi me choco con él…

-¡Toma! –

-¿Mhm? – él me miraba curioso lo que yo le tendía. Creo que no se esperaba que le regalara algo. -¿Y esto? –

-Un regalo – le contesté simplemente. –Espero que te guste…-

-No lo quiero – me dijo de forma tajante y se dio media vuelta para marcharse de la sala.

-¡No! ¡Espera! – fui tras él y le agarré de nuevo el brazo para que no diera más pasos. -¿Por qué? – Cada vez tengo más claro que soy un do'aho…Debí imaginar que no aceptaría mi regalo…

-Porqué no lo quiero – volvió a repetirme moviendo su brazo de forma brusca logrando así, que soltara mi agarre.

-¡Joder! ¿Por qué no lo abres y si no te gusta me lo devuelves? – le dije ya con ganas de romper en llanto… Había estado muchas horas preparándolo sin parar…¿Y él ni siquiera iba a abrirlo?

El Kitsune me congeló con su mirada.

-Sabes que no me gustará – me dijo sin más, cogiendo el paquete que llevaba entre las manos y abriéndolo con cuidado.

Por fin sonreí al ver como iba abriendo el paquete… De verdad pensaba que no lo haría nunca…

-¿Y esto? – me dijo una vez tuvo el regalo desenvuelto. Después dejó el papel en el sofá y comenzó a observar bien el regalo.

-¡Una bufanda! La he hecho yo…- le hablé muy sonrojado… De verdad había parecido una chica pasándome toda la tarde elaborando dicha bufanda. Nunca antes había hecho ganchillo… Lo aprendí a base de vérselo hacer a la esposa de mi padrino. Había comprado esa misma mañana unos ovillos de lana y el resultado ha sido una bufanda de tonos degradados: del negro hasta un azul suave.

-¿Esto es una bufanda? – me preguntó con cierto tono de sarcasmo impregnado en la voz.

-Bueno…tiene algunos fallos…- comenté al ver como se estaba fijando en la multitud de errores que habían por toda la bufanda… Creo que no había sido muy bueno siguiendo siempre el mismo ritmo a la hora de juntar los puntos… Tampoco puedo decir que fuera muy recta,.ya que por algunos lados sobresalía más que por otros.

-¿Algunos? – me preguntó todavía más sarcástico…

Entonces se me borró la sonrisa del rostro…Estaba claro que él no iba a quedarse con la bufanda…

-Está bien, déjala – le dije ya serio arrancándole el trozo de tela de entre sus manos. –No importa, tienes razón… Está llena de fallos… Es la primera vez que hago algo como esto…- le digo volteándome para no mirarlo a la cara. Me siento triste y decepcionado….

Escucho sus pasos y supongo que debe estar caminando hacia la puerta para marcharse junto a los demás…

-Dámela –

¿Eh? Rukawa estaba frente a mí mirándome directamente con sus ojos inexpresivos de siempre hacia mis manos, pero…Acaba de sacarme de las manos la bufanda!

-Es mía, ¿no? – dijo colocándola alrededor de su níveo cuello.

-Pe…pero…es horrible y…bueno…yo entiendo que…- lo reconozco: los nervios no me dejaban hablar con naturalidad…peor es que… ¡Él lleva mi bufanda puesta!

-Pero es mía – me dijo sin más y yo no pude más que volver a sonrojarme y sonreírle con sinceridad… Estaba seguro que no la aceptaría…

-Gracias… - le dije sinceramente…Estaba feliz y todo porqué había aceptado mi regalo...Me parece que soy una persona demasiado simple.

-¿Gracias? Yo no te he comprado nada…Eres un do'aho -

-Ya lo sé – le dije ya más serio. –Ah y te has dejado algo…- cierto, aun quedaba una cosita pequeña más por abrir.

El Kitsune me miró interrogante mientras yo cogía de la bolsa que había dejado en el sofá, un paquete muy pequeño.

-Esto también es para ti…- le digo y después veo como él coge el pequeño sobre de papel de regalo y comienza a abrirlo.

-¿Un perro? - me preguntó mientras alzaba a la altura de sus ojos el pequeño llavero que había hecho con el poco hilo que me había quedado de la bufanda.

-¡Baka! ¡Es un zorro! – le dije indignado! Vale…quizá tenía una forma un tanto irregular…Y esas orejas y ese hocico parecen de perro…Pero es un Zorro!

-¿Un zorro?...¿Esto? – creo que no me cree… ¿Se tiene que quejar de todo lo que hago? – Claro que…si lo has hecho tú… es normal que esté así de mal…como la bufanda…Do'aho –

-Sabes que puedes devolvérmelo – le dije con una mirada furiosa. –Lo he hecho todo este mediodía y esta tarde corriendo… si está así es por falta de tiempo – intenté explicarle para ver si podía utilizar eso como una excusa.

Pero el Kitsune no hizo caso a mis palabras y sacó de su bolsillo sus llaves, supongo que de su casa, y enganchó allí mi llavero.

Volví a sonrojarme intensamente… Por lo menos todo mi trabajo había sido para algo…

-Yo no tengo nada para ti – supongo que me dijo esto porqué yo no paraba de mirarlo con cara de esperar alguna cosa… Pero es que…¡estoy feliz! Estoy pasando la noche junto a Rukawa… y lleva puesta mi bufanda y a colgado mi llavero en sus llaves…

-Ya lo sé, Kitsune… Ahora vamos arriba o sospecharán… - le dije mientras me colocaba mi abrigo y comenzaba a caminar dirección a la puerta de la sala.

-…Gracias –

-¿eh? - ¿He escuchado bien? El Zorro… ¿el Zorro acaba de agradecerme algo? Debo estar soñando…Todo es demasiado raro…

Pero él no volvió a repetir sus palabras…Simplemente caminó hacia mí hasta quedar ambos unos bien cerca del otro.

Me quedo mirando sus ojos azules con algo de nerviosismo… No se porqué se ha acercado tanto a mí… ¿Acaso pretende intimidarme? Porque lo está consiguiendo…

-Kitsu….- pero no pude hablar más ya que sus fríos labios cubrieron los míos en un solo instante.

¿Me…me está besando? ¿Desde cuándo no sentía sus labios?... Sí, definitivamente esto se debe tratar de un sueño y ahora, dentro de un momento, despertaré y estaré en mi cama…. Sí, es eso, claro.

Pero no…no despierto… Y si esto es un sueño, es demasiado real…y se siente demasiado bien…

-¡Ya nos veremos! –

Había llegado la hora de despedirnos. Eran ya las cinco de la madrugada y habíamos decidido marcharnos ya todos a casa para intentar descansar un poco.

Nos encontramos todos en el recibidor de la casa hablando sobre cuándo podrá ser el siguiente encuentro.

Mitsui y Kogure se quedaban a dormir durante estos días en casa del Gori y de Haruko, así que podíamos vernos todos siempre que quisiésemos sin tener en cuenta la distancia.

Comenzamos ya con las despedidas y ya muchos se iban a sus respectivos hogares.

Yo, por mi parte, no podía dejar de mirar, de reojo siempre, al Kitsune. Éste todavía lleva puesta la bufanda que le he regalado, y tan sólo verla enrollada en su cuello, me invade una sensación de felicidad nunca vivida antes.

Por su culpa, he pasado momentos muy duros… Se que él no me ama…ni tan sólo siente algo por mí… Se perfectamente lo que significo para él: "Un Do'aho para pasar el rato", pero no puedo evitarlo… si él hace estas cosas…comienzo a formar esperanzas dentro de mí…aunque sé que luego la caída será más dura.. Pero creo que nunca me he caracterizado por ser una persona que mira el futuro… Me gusta vivir el presente.

-Sakuragi Hanamichi- escucho como me llama Ayako cuando estaba a punto de salir de la casa detrás de Yohei. - ¿La bolsa que lleva Rukawa no es el regalo que tenías que enviar a tus padrinos? – me preguntó curiosa con una sonrisa un tanto extraña.

Miro hacia atrás y cierto, Rukawa llevaba en sus manos la bolsa que yo antes había dicho que tenía que darles a mis familiares…

Todos ya se han ido, sólo quedamos Rukawa, Ayako, Ryota, que seguramente se quedará a pasar la noche aquí, y yo…

¿Qué puedo decirle? ¡Mierda! Creo que me ha pillado…

-Mmm…Sí…sí…¡Sólo que el Kitsune se ha ofrecido a ayudarme con las bolsas! – le digo un tanto nervioso y mostrándole las múltiples bolsas que sostengo de los regalos que he recibido… -¿Ves?..No puedo cargar con todo….¿Verdad Kitsune? - ¡por favor! ¡¡Que me siga la corriente!...

-Do'aho…- me dice el Zorro para pasar por mi lado y marcharse de la casa.

-¡Ay Hanamichi Sakuragi! Qué mal se te da mentir…- me dice dándome unos golpecitos en el hombro una vez el Kitsune se ha ido.

-¿Mentir? ¿Quién ha mentido Ayako? – escucho que pregunta Ryota.

Creo que Ayako se debe haber dado cuenta de algo… Supongo que ha sido por la imprudencia de hace unas horas, cuando he retenido al Zorro en el salón para darle el regalo…

FLASH BACK

Rukawa me continuaba besando con cierta tranquilidad y…¿dulzura? A mi parecer, creo que intenta alargar el momento…

Siento sus manos subir por mi espalda hasta posarse finalmente en mi nuca, enredando sus largos dedos blanquecinos entre mis cabellos rubíes, para profundizar así más el beso.

Creo que nunca me ha besado así… Está logrando que me sienta especial por unos segundos…

Le abrazo por las caderas para así pegar mi cuerpo más contra el suyo. Me encuentro totalmente ido… No se dónde estoy y tampoco me percato que en cualquier momento puede venir alguien y vernos en esta peculiar situación… Todo a mi alrededor ha desaparecido… Sólo estamos él y yo y ese increíble beso…

Una vez siento que mis pulmones necesitan aire, decido separarme lentamente y abrir mis ojos también con cuidado… Tengo miedo de despertar de este sueño.

Pero no, delante de mí todavía tengo al Kitsune. Todavía me coge de mis cabellos y yo siento que no puedo apartar mis manos de su cuerpo, así que continuamos con este abrazo que nos permite estar tan juntos unos instantes más, tan sólo mirándonos a los ojos como nunca lo hemos hecho.

-¡¡EY CHICOS!- escucho como se abre la puerta bruscamente y al mismo instante me suelto del Zorro para separarnos lo más posible.

-¿chicos? – nos pregunta extrañada Ayako, seguramente al ver nuestro comportamiento y sobretodo, por mi cara que no debe poder diferenciarse de mis cabellos.

-Ho…hola Ayako…- atino a decir mirando el techo como si fuese lo más interesante del mundo.

-¿Qué hacéis aquí solos? ¡Venid arriba! Nieva mucho…- nos dice con una gran sonrisa, pero no es una sonrisa normal… Creo que nos ha visto.

-Ah…Sí claro…- le digo comenzando a caminar hacia ella para poder subir rápido a la terraza. Necesito que el frío ambiente me refresque, y no sólo las mejillas.

-Rukawa… ¿y esa bufanda? Antes no la llevabas, ¿verdad? – escucho como le pregunta Ayako al Zorro…Yo volteo rápidamente para ver que es lo que dice ese Zorro… Pero sí, estoy totalmente convencido que Ayako nos ha descubierto.

-Sí la traía – dice simplemente para después venir hacia donde yo estaba para ir también a la terraza.

FIN FLASH BACK

-Ayako…Tú…antes… ¿desde cuándo estabas…? – me atrevo a preguntarle. Se que mi pregunta no es muy clara, pero ella parece entenderme a la perfección.

-Desde el principio – y veo como me sonríe dulcemente.

Después sólo escucho quejas de Ryota por saber de qué diablos hablamos, pero Ayako continua sonriéndome y yo no puedo dejar de verla sorprendido.

-¿Eh? ¿Ya te marchas mañana? – Yohei me pregunta con cara de sorpresa.

-Sí, mañana por la noche – respondo. Hoy es 31 de Diciembre y creo que ya va siendo hora de que vuelva a Hokkaidô aunque de ganas no me faltan de quedarme aquí.

-¡Pero no puedes irte en Año Nuevo! Espera al menos hasta el día 2….- intentó convencerme Yohei.

-Pero es que….- ¿Cómo decirle que si me quedo mucho más tiempo, me será imposible irme?

Casi todos los días en los que he estado aquí, he visto a Ryota y a los demás…Hemos ido a pasear, al cine, de compras, a fiestas, a jugar a basketball… Todo está yendo demasiado perfecto, sobretodo por la parte del Kitsune, el cual, aunque en muchas reuniones no haya venido, en las pocas en las que lo he visto, todo ha ido perfecto. He tenido siempre la impresión de que volvía a estar en primer año y volvía a vivir las discusiones con él. Parece como si el día de mi despedida, el que vino él a Hokkaidô, y el beso de hace pocos días no hayan existido jamás. Todo ha vuelto a la normalidad y nunca pensé que me gustase tanto la normalidad. ¿Extraño, verdad?

-Está bien… Pero el día 2 me marcharé bien pronto…-

-¡Genial! – Exclama Yohei.

-Por cierto…¿qué vamos ha hacer esta noche? – pregunté. Hoy se produciría el cambio de año, y por lo tanto, estoy seguro que Mitsui o Ryota habrán organizado alguna macro fiesta para celebrarlo… Aunque no tengo muchas ganas de asistir…Quiero ver al Zorro, ya que seguramente no lo volveré a ver hasta que me vaya de nuevo.

-Mitsui nos ha avisado porqué él y Ryota han reservado una pequeña sala de fiestas… ¿Qué te parece? –

Lo sabía…Sabía que ellos dos organizarían tal cosa.

-…Está bien –

La noche está transcurriendo con bastante normalidad exceptuando el hecho de que Mitsui ya se encuentra totalmente borracho y aun no es media noche…

-Hisashi…por favor…contrólate…- escucho como intenta calmarlo Kogure sin ningún éxito. Mitsui, desde que ha llegado se ve muy feliz, bebiendo y bailando sin parar… Pero creo que Kogure no para de atosigarlo… No sé porqué lo hará…

Por su parte, Ryota y Ayako están también bailando bastante juntos. Parece que su relación va de bien a mejor… No puedo más que alegrarme por ellos… Ya sabía yo que tarde o temprano, Ayako tendría que aceptar a Ryochín… Con lo que él la quiere desde siempre…

La Gundam también anda bailando… Bueno, menos Takamiya, por supuesto… Que para no romper su rutina, se encuentra en la mesa de la comida probando cada uno de los platillos que hay servidos. Creo que voy a tener que hablar con él una vez más y comentarle que sería bueno que realizase algún tipo de ejercicio…

El Gori no consigo encontrarlo de entre la multitud… Quizá ha ido al baño…Y Haruko… ¡Ah! Ahí está… Se encuentra con sus amigas, creo recordar que se llamaban Fuji y….y….¿Mashiko? ¿O tal vez era Matsui? No lo recuerdo… Bien, da igual. Se las ve muy divertidas mirando a cuanto chico aparece por delante…

Habíamos comenzado la fiesta a las diez de la noche en la sala privada que habían reservado Mitsui y Ryota pero desde hará menos de media hora, nos hemos trasladado a la sala de fiestas donde se encuentra todo el mundo decidiendo que volveremos a nuestra habitación a las doce de la noche para celebrar la entrada del año en intimidad…sin gente que no conocemos de nada.

Por suerte, queda muy poco rato para que sean las doce… Esto me aburre bastante. Odio que las chicas se me queden mirando para después sonreírme… Algunas incluso se atreven a pedirme salir a bailar… Pero a mí no me apetece nada, no estoy de demasiado buen humor… Lo único que tengo en mente ahora es que pronto tengo que volver a Hokkaidô.

De pronto, noto como alguien se sienta a mi lado. Supongo que será alguna persona cansada del baile o bien alguna chica que intentará acercarse a mí… Espero fervientemente que sea la primera opción.

-Do'aho - ¿eh? Volteo mi mirada y me doy cuenta de que la persona que está a mi lado es el Kitsune.

Se ve tan bien… Para esta noche parece haberse arreglado más que en otras ocasiones… Luce unos tejanos negros no demasiado apretados a sus piernas junto con un jersey también del mismo color, que se ciñe perfectamente a su torso bien formado…

Pero yo sólo quiero quitarle la ropa…

-Kitsune… ¿qué quieres? – logro preguntarle. Siento curiosidad por saber por qué se ha acercado a mí ahora. Pero él no me contesta, simplemente se queda en silencio y así permanecemos por algunos instantes.

-Ya se acaba el año ¿eh?...- le digo intentando romper este silencio tan incómodo.

-Sí – responde secamente… Desde luego a este Zorro no se le da nada bien mantener una conversación… Pero yo no pienso quedarme callado. Esta es la última vez que puedo verlo antes de marcharme.

-¿Qué tal te ha ido este año?...¿qué puntuación le pondrías? – recuerdo que con mi padre siempre hacía lo mismo… Cuando acababa un año, le poníamos una nota y después escribíamos en un papel todo aquello que queríamos mejorar.

-El mejor – me responde sin más y yo tan sólo me quedo mirándolo algo intrigado…¿Éste ha sido su mejor año?

-¿Entonces le das un diez? – le pregunto y él niega con la cabeza.

-Un nueve -

– Pues yo le doy un… siete – Sí, un siete está bien…

-¿Por qué? – Vaya…¿se interesa por mí?

-Pues porqué… no he podido estar con todos en Kanagawa… Tampoco he hecho buenos amigos, ni me llevo bien con mis padrinos… La vida allí es horrible… Tampoco he logrado que tú… - ¡Mierda! Creo que he hablado demasiado…

-¿Qué yo que?…- me dice para persuadirme de que continúe con mi explicación, pero esto sólo logra hacerme enrojecer y decido salir de allí a toda prisa.

-¡¡FELIZ AÑO NUEVO! – exclamamos todos a la vez que el reloj marca que ya es medía noche.

-¡¡Por fin ya es primero de Enero!- exclama Ryota feliz.

Sí, un nuevo año acaba de comenzar… Pero por mi cuerpo no viaja la misma alegría que parece tener todo el mundo.

Y Rukawa… Rukawa también parece algo desanimado… Claro que él nunca muestra una sonrisa… Tan sólo lo hizo una vez, pero fue durante el partido contra el Sannoh donde yo me lesioné… Creo que lo único que le hace feliz es el basketball.

-…Perdonad pero… Yo ya me voy – escucho que nos dice el Kitsune.

¿Qué ya se va? No puede ser…

-Pero Rukawa…la fiesta recién comienza – le dice un Mitsui ebrio, pero Rukawa solo alcanza a mirarlo de soslayo sin contestarle ni una palabra. Tan sólo se dirige a su abrigo para ponérselo y también se coloca mi bufanda. Siempre la lleva encima…

-Bueno, está bien…ya nos veremos, ¿eh?- le dice animada Ayako.

-Sí – después de que todos le dijeran adiós, ceo como desaparece de la sala.

-¡Yo también me voy! – exclamo levantándome de golpe de la silla. No pienso dejar a ese Zorro sólo.

-¿Tú también? – me pregunta extrañado Yohei. – Pero yo quiero quedarme…-

-Tranquilo… tengo las llaves de tu casa…Tú quédate, no importa…Yo…no me encuentro muy bien – le miento. Todos hacen una mueca de desilusión por mi comentario menos Ayako la cual me mira divertida… Creo que ha captado la razón por la que quiero irme.

-Está bien, Hanamichi Sakuragi – me dice ella sonriéndome abiertamente. –Que te mejores – esta frase le ha sonado demasiado irónica…

Después de coger el abrigo, salgo de la sala de fiesta para tratar de encontrar al Zorrito.

Mi intuición no me ha fallado esta vez.

Después de que salí de la discoteca, no logré ver al Zorro por ningún lugar… La verdad es que había sido muy rápido en desaparecer ya que he estado alrededor de tres cuartos de hora o una hora completa buscándolo…Hasta que he recordado la cancha en la que el Kitsune solía ir a jugar basketball… No sabía si todavía iría a ese lugar a entrenar…pero por probar…

Y sí. Ahí está, jugando a basketball, como siempre. ¿De dónde habrá sacado el balón?

-¡Ey! – le llamó y a continuación siento su mirada fija en mí. -¿Para esto te has ido de la fiesta? –

-Sí – me dice volviendo a centrarse en su juego, driblando por toda la pista y lanzando diversos tiros a canasta desde diferentes puntos.

Yo tan sólo me quedo observándolo…Parece mentira que juegue tan bien sin llevar la ropa adecuada.

-¿Un uno a uno? – le digo acercándome a él para llamar su atención. Veo como para con sus movimientos y me mira fijamente de nuevo.

-Como quieras –

-Por cierto… ¿de dónde has sacado la pelota? – le pregunto mientras intento alzar las mangas de mi camisa para poder mover los brazos mejor… Ciertamente mi ropa tampoco es la adecuada para jugar: camisa y tejanos ajustados.

-Vivo por aquí – me contesta con simplicidad. – A cincuenta puntos – añade y yo asiento con la cabeza.

Comenzamos a jugar y me siento como la primera vez que jugué un uno contra uno junto a él, en primer año, cuando él acababa de realizar uno con Mitsui… Lo que tuve que rogarle para que jugara conmigo…

Durante todo el tiempo permanecemos muy igualados en puntos. Sin duda alguna, como ya pude comprobar el otro día cuando fui a verle al entrenamiento al gimnasio, su juego ha mejorado sorprendentemente… pero no me voy a dejar intimidar…

Mierda… cincuenta a cuarenta y tres a favor suyo… Mieerdaa…. Nunca lograré superarlo…

-Do'aho – me dice mientras va a por una toalla que ha dejado en uno de los bancos de la plaza. –Has vuelto a perder –

Yo no atino a contestarle nada… De verdad quería ganarle.

-Me voy a casa – escucho que me dice mientras recoge su balón y sus cosas.

-¿eh? ¿Ya? Todavía es pronto…- pero después miro mi reloj y veo que son las tres de la mañana… Tampoco es tan pronto…

El Zorro no hace caso a mis palabras y comienza a caminar dirección a la puerta de la cancha para marcharse…Pero veo que se para en ella y vuelve a voltearse para mirarme.

-¿Vienes? –

Un momento…¿Me acaba de proponer ir a su casa o tan solo ha sido producto de mi imaginación?

Pero Rukawa vuelve a darse la vuelta y comienza a caminar de nuevo fuera de la cancha…¿Por qué no me espera? ¡Yo no le he dicho que no quiera ir!

Recojo el abrigo y comienzo a correr para salir de la plaza, y allí está, al final de la calle…Hay que ver que velocidad al correr…

-¡¡Zorro! – grito fuertemente logrando que él pare con su caminar y se voltee para verme.

Y de pronto siento como mi cuerpo empieza funcionar solo…

Corro a toda velocidad hacia donde él se encuentra y mientras lo hago, siento unas irrefutables ganas de abrazarle… Y así lo hago.

Una vez me encuentro a un par de metros de distancia, me atrevo a dar un gran salto hacía él, y para mi total sorpresa, el Zorro abre sus brazos y me recibe entre ellos…

Esto sí que es un sueño… Estoy abrazado a él colgado de su cuello… Lo de saltar a él fue totalmente un impuso…nunca esperé que él me contestara al abrazo…

-Te amo…- me atrevo a susurrarle en su oído para después acariciarle con la punta de mi nariz su níveo cuello.

Sé lo que viene ahora… Ahora me responderá alguna palabra cruel y me separará de él… Siempre es así… Pero como antes dije, si para estar junto a él debo conformarme con su frialdad…así será.

-…yo…también…- ¿Lo ves? Ya me ha rechaz….

Un momento…¡¿Qué es lo que me acaba de decir!

Me separo de su cuello para mirarlo directamente a la cara… No puede ser que me haya dicho lo que acabo de escuchar…No, claro que no…Esto es sólo una mala jugada de mi mente…

-¿Qué…qué es lo que acabas de decir? - le pregunto perplejo…

-Que yo también – Noto como mis ojos se agrandar hasta límites insospechables y a la vez mi boca comienza a curvarse para formar una gran sonrisa… No…no se que demonios está ocurriendo….pero… el Kitsune ha dicho que me ama…

-Estás…¿estás seguro…? Tú nunca…siempre me…- las palabras no consiguen salir de mi garganta… Me es imposible hablar con coherencia… Todo debe ser una broma.

-Sí – me responde secamente… en esto nunca cambiará. Entonces veo como su cabeza se acerca a mí y une sus labios contra los míos para besarme… Es un beso dulce, como el que nos dimos el día de Navidad… Poco a poco se va transformando en uno más intenso y me siento estar flotando entre las nubes del firmamento…

Cuando terminamos con la dulce caricia, nos volvemos a quedar abrazados en silencio, compartiendo nuestra calidez y nuestros sentimientos… Empiezo a entender qué es la felicidad verdadera…

Nada más entramos en su apartamento, volvemos a besarnos, pero esta vez con más pasión, recorriendo nuestros cuerpos con las manos… Quiero acostarme con él ya…pero antes debo aclarar mis pensamientos…

-Es…Espera…- le digo entrecortadamente mientras le empujo con mis manos para que se separe un poco de mí, pero él no me escucha y continúa besándome el cuello. –Antes…quiero hablar contigo…- vuelvo a decirle para intentar separarme, y esta vez, por suerte, funciona.

Él se me queda mirando a los ojos y entonces decido continuar hablando.

-Vamos…vamos a sentarnos… - propongo…No sé cuanto durará la plática. Entonces él se separa por completo de mí y me coge la mano con dulzura y me lleva hasta la sala para después acomodarnos en el pequeño sofá que hay.

-¿Qué pasa? – me pregunta serio y llego a sentirme intimidado pro su fría mirada.

-Necesito que…me expliques…el por qué de todo –

El Zorro me mira con un gran interrogante dibujado a su lado, así que decido volver a hablar para aclarar las cosas…

-Verás… no entiendo tu cambio de actitud… primero me echas de tu lado y ahora me dices que también me amas… Nunca me dejaste acariciarte ni besarte ni nada… y ahora… ¿a qué viene este cambio? – le pregunto con algo de temor en la voz. No sé por qué, pero tengo miedo de que me conteste que nada ha cambiado para él y que volverá a ser comos siempre….

Pero en verdad llego a decepcionarme al ver que él continúa sin responderme… Necesito ya una explicación.

-Contesta. – le digo escuetamente para persuadirlo.

-Yo… Al saber que te marchabas de Kanagawa…- su voz temblequeó unos instantes – tuve miedo… miedo de no verte más – Me contestó sin mirarme a los ojos. Tenía sus dedos de ambas manos entrelazados y las movía suavemente en claro signo de nerviosismo. Nunca pensé que lograría ver así a Rukawa Kaede.

-Por eso fui a la estación a buscarte… e intenté hacer que te quedaras… - continuó hablando pero ahora siento la imperiosa necesidad de contestarle.

-¡Pero si en ningún momento me lo pediste! –grité algo alterado por la situación. El ambiente se puso todavía más tenso. – Sólo te limitaste a satisfacerte…después te marchaste…-

-Tú no lo entiendes – me corta – para mí no es fácil dejar ver lo que siento, do'aho – Mierda…ya me está insultando de nuevo…

-Claro que no lo entiendo… si nunca me lo explicas, nunca lograré saber como te sientes…- le digo bajando mi mirada, algo sonrojado.

-Aquél día quise pedirte que te quedaras… pero después de lo que ocurrió, no me atreví – me dijo con simpleza…su voz continua tan gélida como siempre… Quiero ver su mirada para leerla…pero él no parece querer mirar otra cosa que sus manos.

-También está el día en que viniste a mi casa… ¿para qué lo hiciste? –

-…. – no contestó de nuevo.

-¿Para lo mismo? Esa vez tampoco me lo pediste… al contrario, me trataste como un mero objeto…ni tan siquiera dormiste a mi lado… - le digo apenado… Recordar me duele.

-Mierda do'aho… me dijiste que…que…- me intenta decir algo más nervioso que antes.

-¿Qué te amo? – Sí, lo siento, lo he hecho a propósito eso de utilizar el tiempo en presente en ves del pasado.

-…sí… - admitió con cierto recelo. - ¿No lo entiendes, torpe? ¡Yo tengo miedo! No es normal que yo me sienta así por ti…- y calló de golpe mientras cerraba sus puños con fuerza.

-Tú mismo lo comenzaste…- le dije al recordar la "despedida" que me hizo en el tren. Creo que nunca me hubiese enamorado de él si eso no hubiese ocurrido… Muy raro… ¿verdad? –Y dime… ¿qué es lo que sientes? – no he podido evitar formular tal pregunta…Después de tiempo sufriendo, quiero que me lo diga.

-Ya te lo dije antes do'aho…no me hagas repetirlo – me contesta nervioso y me quedo en silencio. Nunca pensé que todo esto fuese por temor de tener algo conmigo… A mí me da igual que seamos dos hombres y lo que el mundo pueda opinar sobre nosotros… Yo le quiero igual…

-Me dijiste esas palabras y no supe que hacer…Así pues, me marché y desde entonces que intento…intento no pensar en…ti… Pero…¡Maldita sea! Has vuelto… y ahora…ahora…-

Sentí mi cuerpo estremecer al oír sus palabras… ¿Es que acaso ya no tiene miedo de estar conmigo?

-Sí, he vuelto…y lo he hecho por ti – me atrevo a contestarle mientras me levanto del sofá para agacharme justo delante de él y cogerle su mentón con una de sus manos para alzarle la cabeza, para hacer que me mire a los ojos.

Lo consigo y lo beso… Él no tarda en devolvérmelo.

-¿Y ahora?... ¿Tienes miedo? –

-No – esta respuesta es la que de verdad me sirve a mí. No he entendido muy bien todo lo que el Zorro ha intentado decirme y la verdad es que ya no me importa el pasado…

-Lo siento - ¿eh? ¿se me acaba de disculpar? Vaya..hoy estoy descubriendo muchísimas cosas sobre este Zorro…

-Ya no importa…- le contesto volviendo a unir mis labios con los suyos.

-Gracias –

-¿Por qué? - ¿Por qué me agradece esto?

-Hoy es…mi cumpleaños…Me has hecho feliz – me responde, para volver a darme un beso más.

¿Qué? ¿Hoy es su cumpleaños? ¿El uno de Enero cumple años mi Zorrito?

-Siento no tener un regalo…- le respondo apenado, pero él tan sólo me dice que ya he hecho demasiado por él.

Comenzamos a besarnos con mucha dulzura, manifestando todos nuestros sentimientos a través de esa caricia que cada vez se vuelve más intensa.

Nos levantamos del sillón, todavía con la unión en nuestros labios, y Rukawa me va dirigiendo, a mi suponer, a su habitación. Se lo que va a venir ahora y lo deseo.

Un rayo de luz que se filtra a través de las persianas de la habitación cae directamente sobre mi rostro haciendo que me levante pesadamente.

Siento una agradable sensación en mi cuerpo y se a que se debe.

He vuelto a pasar la noche con el Kitsune… pero esta vez ha sido todo tan diferente… Nos amemos hasta altas horas de la madrugada… Todo fue perfecto… besos, caricias, palabras dulces, promesas, movimientos suaves y a la vez excitantes… Rukawa me tomó como nunca antes y sin duda puedo afirmar que esta vez si hemos hecho el amor.

Hoy pasaré el día junto a él, ya que es su cumpleaños…pero mañana debo irme de nuevo a Hokkaidô, pero ahora se que tengo a Rukawa aquí esperándome…y es que cuando acabe Tercero de secundaria alta, volveré aquí una vez más para ir a la Universidad y mis padrinos no podrán decirme nada…pienso escaparme si es necesario.

Quiero al Kitsune y él me quiere a m…

Un momento…

¿Dónde está el Kitsune? No…no está aquí en la cama conmigo… No…no puede ser…

Me levanto rapidísimo sin siquiera colocarme algo de ropa encima, y me dirijo desnudo con gran rapidez hacia el salón.

Allí está…Rukawa Kaede está dormido en el sillón…No puede ser…. Otra vez no, por favor…

OWARI

Wuolaa! Pues aquí les traigo el final de esta historia -

Mmmm…me parece que quieren matarme por el final que le he dado… ¡¡Lo siento! Como prometí, aquí está el final feliz pero…no he podido evitar crear esta especie de desilusión al final…y es que a mi parecer, una persona no hace desaparecer sus miedos de un día para el otro y Rukawa necesita su tiempo para poner n orden su mundo interior.

Me ha salido un capitulo realmente largo…y tenía pensado incluir un lemon al final…pero ya hubiese quedado sobrecargado todo U Creo que si la cosa se estaba volviendo demasiado romántica…un lemon explicito no quedaría demasiado bien UUU

También quiero aclarar que los regalos que le dio Hana a Ru (la bufanda y el llavero) los recibí una vez yo nn Yo entonces me emocioné mucho ya que da mucha ilusión que alguien se tome la molestia en realizar dichas cosas a mano para ti… Así que me pareció bonito ponerlo xD Ya me diréis que tal os pareció ò.o

Que más…quería aclarar algo más pero creo que ya no me acuerdo…

Dar las gracias a todas las maravillosas chicas que me han apoyado con este fic… De verdad que sois las mejores - Siento si he decepcionado a alguien…la verdad es que este ultimo capítulo,a mi parecer, no es muy bueno… pero creo que no lograría hacerlo mejor… Lo siento U prometo seguir esforzándome ò.o La verdad es que me cuesta muchisimo hacer los finales en los fics…creo que es lo más difícil… Y bueno, hacer un final felizz para este fic ha sido todo un logro!

Respecto al porqué de todo de Rukawa… creo que muchas de vosotras os esperabais algo realmente gordo o grande… Pero es que creo que en un fic q en principio iba a ser one-shoot, nyo e podido desarrollar grandes cosas…y muchas cosas se han quedado en mi mente para futuros fics! Lo siento si decepcioné a alguien -.-

Y bueno, Serena, espero que te haya gustado tu fic…Ya me dirás que tal… Y bueno, aunque tu sabes que el fic es para ti, me gustaría dedicarle este último capítulo también a Edo ya que el pasado día 7 fue su cumpleaños 0 (verdad? XD) ¡¡MUCHAS FELICIDADES! Y además porque es una de las personas que me apoyan desde mi primer fic… Gracias -

Y también agradecer a todas las que me felicitasteis por mi cumpleaños (día 9) y además me dedicaron sus fantásticos capitulos de sus historias….Aix me hicisteis emocionarme y todo…TTTT

Y anda más….Gracias de nuevo a todas… Siento ser tan pesada con este largo comentario XD

Nos vemos en "Searching the truth"!