Narrador invitado: Peter Jackson

Peter Jackson: ¿No piensas dejarme en paz?

¡¡¡TE DIJE QUE TE CALLARAS Y NO OLVIDES BARRER LA COCINA CUANDO ACABES!

Un merecido compañero

Han transcurrido dos días desde que Scatha acepto que no podría volver a Minas Tirich, por lo menos no sin que intentasen romperle los huesos. Al principio el reconocer este horrible verdad no lo afecto, por lo menos mientras la cerveza que generosamente su tía le había regalado duró. Pero una vez terminado el poco vital liquido, tuvo que regresar a la realidad. Normalmente un ser común y corriente ya habría muerto o caído en la desesperación, pero no olvidemos que su estupidez es proporcional a su buena suerte.

- Menos mal que en este lugar todavía quedan rastros del campamento que se hizo en la última batalla, y lo mejor es que quedo comida suficiente para mí - se decía mientras cocinaba un caballo (con un olor y color extraño) que había encontrado por el lugar- pero no puedo vivir aquí para siempre. Debo encontrar la forma irme a un lugar seguro donde además pueda ser muy rico. ¿Por donde será que debo ir?

Para continuar con sus reflexiones, el buen Scatha saco de su bolsillo un mapa que su tía también le había "prestado" en su ultimo linch… digo, en su ultima visita.

- Veamos, si me voy al norte seguramente terminare en la ciudad del lago, el bosque negro o en la montaña solitaria…aunque para cuando llegue seguramente habrá pasado demasiado tiempo y terminare muerto de hambre. Al este, visitare tierras desconocidas y que no aparecen en este mapa, eso o termino entrando en Mordor, o lo que queda de ese lugar, al sur es casi lo mismo que el este y en el Oeste tengo que pasar por Gondor y Minas Tirich u otra ciudad cercana, y ya me dije a mi mismo que no pienso regresar a casa hasta que me extrañen.

Era obvio que no sabia que en Minas Tirich había sido aprobada una moción para que hubiesen tres días festivos de importancia: La Caída de Sauron, El nacimiento de Frodo y el día que el tonto conocido como Scatha había sido exiliado, por lo que la probabilidad de que lo extrañasen eran en realidad muy pocas.

- Bueno, como sea debo elegir un camino pero ya, porque mis provisiones no serán eternas. También debo dejar de hablar conmigo mismo, la verdad ya es algo raro.

Scatha estaba tan ocupado en tan profundos pensamientos, que nuestro amigo no se percato que su caballo, que tenia su poco equipaje, estaba siendo robado por un desconocido. Como siempre solía ocurrir, le tomo demasiado tiempo en reaccionar, pero cuando lo hizo, fue de la manera más efectiva que tenía a su alcance: Le arrojo una piedra.

En efecto, nuestra mala excusa de protagonista, tenia una habilidad, y es que su brazo era sumamente poderoso y peligroso cuando se trataba de algo que le convenía, y es por ello que mientras gritaba maldiciones que no son convenientes de escribir, lanzo la piedra mas grande que encontró al cuatrero, mientras hacia honor al dicho que decía que el era mas peligro que un hobbit armado con una piedra. Por desgracia no le decían eso por que fuese tan efectivo ni por que siempre golpease al enemigo sin dificultad, sino porque su puntería era desastrosa, y corroboro este idea una vez mas al aventar su piedra y darle de lleno en la cabeza del caballo, tirándolo al piso con ladrón incluido.

- Maldición, estoy perdido – decía con un tono lamentable – me he quedado sin un caballo, seguramente lo mate y terminare haciendo todo el maldito recorrido a pie. ESTOY CONDENADO, Y TODO POR QUE NO LE ROBE A MI TIA UNO CON CASCO INCLUIDO – claro que mientras gritaba y lloraba, volteo a ver su cena, lo que se supone era un caballo, casi quemado y con mas cenizas que carne - ¿Me pregunto como sabrá un buen guisado de caballo?

Scatha corrió hacia donde habían caído el ladrón y su caballo, en parte preocupado por lo seguramente seria un fatídico destino y en parte entusiasmado por la idea de comer una buen guiso. Cuando finalmente llego, pudo ver sus cosas en el suelo y al caballo inconciente, lo que lo alegro y decepciono al mismo tiempo. Con un vistazo mas amplio, se pudo dar cuenta que el dichoso cuatrero había desaparecido sin dejar ningún rastro.

- Bah, no debería estar sorprendido – se dijo para si mismo – sin duda debió quedar aterrorizado al ver mis grandes habilidades con las piedras. Ese tonto debió saber que nadie le roba a… me lleva, mejor me llamo a mi mismo Scatha, mi familia no merece tenerme de pariente, y también creo que…

Fue mientras Scatha tenia otra tonta y a la vez perturbadora conversación consigo mismo que apareció tras el. Un ser encapuchado de casi dos metros de alto, cubierto por una mortaja negra y con ojos rojos que parecían ser fuego ardiendo. Scatha termino en el piso, aterrorizado ante tan monstruosa visión, y es que no existía ninguna clase de duda, lo que tenia frente a el era nada menos que un Nazgul, un espectro del anillo, que se creyeron habían acompañado a su señor al oscuro vacío cuando el anillo único fue destruido, pero ante el se encontraba la prueba que demostraba lo contrario.

- ¡TONTO MORTAL! – Le grito con una voz ronca y horrible – ¿CÓMO TE ATREVES A ATACARME CON UNA MISERABLE PIEDRA? AHORA SUFRIRAS EL MÁS HORRIBLE DE LOS CASTIGOS, PREPARATE A SUFRIR.

Scatha, muerto de miedo y temblando como una niñita de tres años, no pudo mas que cerrar los ojos y esperar lo inevitable, y fue así como escucho la explosión. Por un rato que pareció eterno, no escucho absolutamente nada. Luego sintió el sonido de pasos que se alejaban rápidamente, sin duda una señal que estaba muerto y que debía dirigirse a al camino por el que los muertos deben pasar. Finalmente, su cerebro reacciono, abrió los ojos y se dio cuenta que nuevamente el ladrón se estaba llevando sus cosas, la explosión debío ser por lo que se llamaba fuego artificial (Parecido a esos que Mithrandir solía llevar a Minas Tirich, hasta que conoció a Scatha y ocurrió "la masacre de los mil colores" pero esa es otra historia) y el sonido que pasos alejándose era el dichoso cuatrero tomando sus cosas y corriendo con toda su alma. Era obvia cual seria la reacción de nuestro "heroe"

-¡MALDITO LADRON BUENO PARA NADA, NADIE LE ROBA A SCATHA DOS VECES EL MISMO DIA! – mientras gritaba, le lanzo la piedra mas cercana y para su sorpresa, dio justamente en la cabeza de ladrón. No es necesario decir que incluso para nuestro protagonista, esta fue una gran sorpresa, pero era mejor no demostrarlo, así que se armo de una dotación de mas de veinte piedras y con paso firme… bah, para que miento, mientras avanzaba sus piernas temblaban a mas no poder e incluso le siguió aventando piedras, pero su puntería habitual había regresado. Finalmente llego ante el terrible Nazgul y lo que vio lo sorprendió para siempre.

Ante el se encontraba un pobre enano, con suerte le llegaba a la cadera, pero lo extraño es que efectivamente parecía un Nazgul, dado que vestía el traje negro, era al parecer invisible y solo se podían ver algo parecido a ojos rojos, y la voz que ante se oía terriblemente ronca, ahora era bastante normalota mientras se quejaba del dolor de cabeza. Al ver como el Nazgul tamaño infantil se estaba sobando la cabeza por el golpe propinado de forma gratuita, Scatha reacciono como lo haría un ser humano decente…que se hubiera vuelto indecente.

-JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, ¿Eras tu el que me trataba de robar mis cosas? Pero si tú no das miedo, más bien das risa.

- MALDITO MORTAL – le gritaba el Nazgul enano – no olvides que soy un Nazgul y que tengo poderes que tu no tienes.

- Dudo mucho que entrar en los agujeros cuente como un poder.

- ¡SE ACABO! ¡PREPARATE PARA CONOCER LOS TERRIBLES PODERES DE MORDOR- le dijo el extraño Nazgul a Scatha y después de unos movimientos raros de manos y caderas, uso su máxima habilidad: le dio un puntapié con todas sus fuerzas en la rodilla. El golpe fue poderoso y devastador, pero Scatha no se dejo amedrentar.

-¡MADITO ENANO! – le grito mientras se sobaba el moretón - AHORA ES MI TURNO DE ATACARTE POR ESTO – Scatha, haciendo uso de todas sus fuerzas, le dio un poderoso coscorrón al Nazgul tipo compacto. Este ultimo, debilitado por la fuerza de tan grandioso golpe, concentro sus fuerzas y le dio un cabezazo a al entrepierna de Scatha, quien a su vez contraataco con un rodillazo a la cara.

Fue así como se dio inicio a la épica pelea entre el mayor bueno para nada de Gondor y el mayor inútil de Mordor. Tan grandiosa batalla épica dura nada menos que quince minutos, que en su mayoría se gastaron por el tiempo en que los peleadores gritaban adoloridos, se retorcían y trataban de averiguar si ciertas partes del cuerpo se mantenían en su lugar.

Fue en el minuto dieciséis que, debilitados por tan grandiosa pelea ( lo se, se que piensan, pero después de la guerra del anillo casi no pasaron cosas interesantes ) ambos contrincantes cayeron al piso y pidieron tregua. Entonces la gran batalla paso de los golpes a la observación mutua, en donde los dos examinaron a sus contrincantes cuidadosamente, sin que ningún detalle se les escapase. Esto duro más de una hora hasta que el poco inteligente Scatha le hablo a su enemigo.

-¿En serio eres un Nazgul? Si mal no recuero los Nazgul son grandes y poderosos. Tú eres enano y sin duda no eres tan poderoso que digamos.

-¡claro que soy un Nazgul!...solo que yo me desarrolle distinto.

- En serio…cuéntame, ha de ser una historia interesante.

-¡Claro que no! Tú eres un humano de Gondor, un enemigo de mi señor…además que no es una historia corta.

-Vamos, en Gondor me dieron una paliza, me amarraron por todo el cuerpo y me lanzaron a este lugar con la esperanza de que me muera de hambre. No creo que te debas preocupar por cosas tan infimas como el lugar de donde vengo y el tiempo.

-Muy bien, si tu lo dices ¿Recuerdas el origen de los anillos del poder?

-Claro, me lo se bien: tres para los elfos, siete para los enanos, nueve para los hombres y uno para el señor oscuro…

- Una vil mentira, yo estuve cuando se forjaron y se que fueron mas de veinte mil anillos, ya que el buen Sauron había olvidado todo sobre la forja de anillos y cualquier otro objeto pequeño…

Flashback

En medio de la montaña del destino, desafiando la tormenta de fuego y lava que le rodeaba, un ser hermoso se encontraba en medio de una plataforma construida y entre sus manos sostenía un maravilloso anillo de oro

- ¡ME LLEVA MELKOR, LA MALDITA LAVA QUEMA!

Claro que mentiría si dijera que no le pasaba nada en medio de un volcán en plena actividad pero eso no es importante, sino que el que se encontraba en adentro era nada mas y nada menos que el mismísimo Sauron con la apariencia de Annatar, la cual había usado para engañar a los elfos para la creación de los anillos de poder. Solo existía un problema…había olvido como crear un anillo de poder, de hecho el anillo de oro que tenia en la mano se le derritió en su mano, lo que ocasiono unas pequeñas quemaduras de segundo grado.

- Me pase años con el maldito herrero de Aule y ahora que ya necesito de sus enseñanzas, se me olvida todo. Eso pasa por dedicarme a hacer maldades, crear licántropos y hacer campañas militares y no darme unos minutos para practicar la orfebrería. En unos días, Celembrinor y los otros elfos van a querer aprender a crear anillos de poder y no puedo decirles que los anillos poder explotan cuando uno se los pone.

Y fue así que Sauron, mientras se quejaba a mas no poder, fue haciendo anillo tras anillo, todos con resultados malisimos y algunos que ni siquiera eran redondos, hasta que llego al intento veinte mil cuarenta.

- Bueno, este ya debe ser un anillo de poder…aunque no quiero arriesgarme, en especial cuando el ultimo exploto en mi cara… solo me queda probarlo con alguien al que a nadie le importe si le pasa algo: ¡APRENDIZ, VEN DE UNA BUENA VEZ!

Fue entonces que, apareciendo en medio de las llamas y el humo, un humano casi tan hermoso como el mismo Sauron hizo su aparición. De cabello rubio que le llegaba a los hombros, músculos impresionantes y un rostro que era envidia de los mismos elfos, fue aceptado por el que seria reconocido como el nuevo señor oscuro como discípulo de muy mala gana con el propósito de no despertar sospechas, y el mismo aprendiz le regresaba el favor siendo posiblemente el peor estudiante que jamás haya existido.

-¿Qué quieres, no ves que trataba de dormir?

-¿Cerca de un volcán en erupción?

-Cualquier lugar es bueno para descansar los ojos, en especial cuando se tiene un maestro tan malo como tu.

- Esta bien, por cierto te regalo este anillo, el cual te garantizo te dará maravillosos poderes.

- Wow, muchas gracias. Y pensar que todo este tiempo te he visto como el ser más despreciable que jamás ha existido, y ahora veo que solo eres un elfo desagradable.

El efecto fue instantáneo. Primero se le cayo todos y cada uno de los cabellos que formaban su cabellera, luego sus músculos se desinflaron por completo y para rematar, su cuerpo se encogió hasta que apenas llegaba a la cadera del que se supone es su maestro.

-¡¿Pero que rayos me ha pasado, que fue lo que me hiciste maldito!

-Bien, ya no vale la pena que lo siga ocultando. Mi nombre no es Annatar, ni siquiera soy un elfo. En realidad soy Sauron el grande, el mas poderoso seguidor de Melkor el señor oscuro y mi misión es la de continuar su legado de oscuridad, pienso dominar las razas de los hombres, elfos y enanos y para levantare como el señor todopoderoso de la tierra media.

-Si, si, eso me importa un comino, solo me interesa saber es que demonios me hiciste y como puedo volver a la normalidad.

- Bueno, estoy tratando de crear los anillos de poder, por medio de los cuales engañare a todas las razas y las dominare con mi poder, creando un anillo por el cual todas las razas caerán a mis pies.

- ¡YA DIJE QUE ESO ME IMPORTA UN COMINO, SOLO QUIERO SABER COMO VOLVER A LA NORMALIDAD!

-Bueno, normalmente solo tendrías que quitarte tu anillo, pero como puedes ver el anillo estaba defectuoso y me temo que no podrás quitártelo nunca ya que este se ha pegado a tu dedo para siempre. Pero mira el dado bueno, gracias a que serviste de conejillo de indias, ya me acorde como se hacen los anillos de poder. Por cierto, ahora eres mi esclavo por toda la eternidad, así que ponte a trabajar haragán que estoy construyendo una gran torre donde voy a vivir y necesito animales de carga.

Fin del Flashback

El rostro de Scatha era completamente inexpresivo. Durante dos minutos, nuestro amigo se quedo sin decir la más mínima palabra hasta que finalmente reacciono ante lo que acababa de oír

-¿Me estas diciendo que te transformaste en un Nazgul enano porque le caías mal a Sauron y por ello el te dio un anillo defectuoso? Eres patético

-Mira quien habla, a ti te acaban de echar de donde vivías porque eras un imbécil.

-Mi situación es totalmente distinta, tarde o temprano todos se darán cuanta de su error y suplicaran porque regrese a casa.

Mientras tanto, en Minas Tirich se revelo una hermosa obra de arte, que consistía en una pintura que mostraba de forma magnifica la paliza que se le daba a Scatha, la cual por cierto se llamaba "El día que el idiota se fue", pero esa es algo ajeno a nuestra historia.

-Aunque no lo creas, al final fui uno de los mas grandes servidores del señor oscuro y siempre le acompañe a donde fuese.

-Si eso es cierto, ¿Por qué nunca se habla de ti en ningún registro?

- Bueno, en realidad…nadie se dio cuenta que estaba ahí, por lo menos no mientras no me pisaran, pero eso no es importante, porque también fui un gran apoyo para todos mis compañeros.

- No me digas, eras el que levantaba el estiércol que dejaban las bestias aladas y los wargos.

-Para que lo sepas era un trabajo muy importante.

- Esta bien, te creo. Pero no entiendo como fue que sobreviviste a la caída del señor oscuro y todo eso.

- Ah, lo que ocurre es que siendo mi anillo uno defectuoso, no estaba totalmente bajo el control del anillo único y gracias a ello no me hice cenizas cuando este fue destruido y en cuanto a la manera que escape de Barad-dur cuando se desmoronaba en pedazos, eso se lo debo a mi poder.

- Y tu poder es…

- No te lo diré

-Vamos, ya me dijiste todo lo demás, ¿Qué tan malo puede ser tu poder?

- Muy bien, me puedo encoger hasta llegar a los cinco centímetros.

- Tenias razón, mejor no me lo hubieras dicho JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, solo sabes hacerte mas enano de lo que ya eres.

-¡No te rías si es que no quieres reiniciar la pelea!

- No, no, no, no creo aguantar otro pleito de este tipo. Oye, ¿tienes un lugar donde vivir o a donde ir?

- Claro que…No, pero estoy seguro que ando mejor que vos.

-Ja, si claro, por eso me robas mis cosas cuando ni siquiera vas a poder venderlas ni usar la mayoría de estas.

- Por lo menos no me espanto al ver a alguien en zancos.

-¡SABÍA QUE ERA UN TRUCO TUYO!

- si claro, como tu digas.

-Basta ya de tonterías. Te propongo algo: ven conmigo y exploremos toda la Tierra media. Al final de cuentas a mi me echaron de casa por no saber apreciarme y a ti se te destruyo el país entero. Si vamos a andar bajo nuestra suerte, porque no mejor nos cuidamos las espaldas mutuamente. ¿Qué dices?

- No quiero.

-MALDICIÓN, ESTO TE CONVIENE ENANO DE PACOTILLA.

-Muy bien, acepto. Puedes llamarme…

- No te preocupes, te voy a llamar Mini-Nazgul

-¿QUUEEEE? ¿CÓMO TE ATREVEZ? TU DEBES LLAMARME…maldición, Mini-Nazgul se oye mejor a como me llamaban en Mordor.

-¿Cómo te llamaban en Mordor?

-¿Crees que voy a volver a caer en eso?

- Bueno, no te enojes, solo era por curiosidad. Ahora eso no es importante, es tiempo de olvidarnos del amargo pasado para concentrarnos en un futuro prometedor. Un futuro en donde las humillaciones no tendrán lugar; Un futuro en donde los dos seremos respetados por aquellos que nos humillaban, en donde quienes nos llamaban escoria nos llamaran reyes. Apenas ayer éramos ejemplos de lo patético pero yo te prometo, mi querido amigo, que si me sigues para que luchemos por nuestro futuro, nadie podrá detenernos en nuestro ascenso a la gloria.

El Mini-Nazgul quedo tan conmovido ante esta idea que no pudo evitar llorar ante la posibilidad de un futuro como este y ahora estaba dispuesto a seguir a Scatha con tal de alcanzarlo. Por desgracia, Scatha abrió la boca.

- En serio, ¿Cómo te llamaban en Mordor?

-¡MALDICION! YA TE DIJE QUE NO TE LO VOY A DECIR

-Muy bien, no tienes porque gritarme. Ya te entendí.

- Más te vale.

-Muy bien, entonces adelante, vayamos a nuestro destino.

-¿Hacia donde?

-¿Hacia donde que?

-¿Cómo que hacia donde que? Pues la dirección donde iremos.

-Pues no se, se supones que tu sabrás, al final de cuentas tu viviste cerca de aquí mas de dos mil años.

-¡RECLUIDO EN UNA TORRE RECOGIENDO ESTIERCOL, POR SI SE TE HA OLVIDADO!

- Muy bien, cálmate. Para ser tan chaparro gritas muy fuerte. Muy bien, solo debemos regresar con el caballo, comer un poco, beber un poco de agua y podremos dar inicio a nuestra aventura.

-De acuerdo…por cierto ¿ya te distes cuenta que el caballo desapareció?

En efecto, apenas unos minutos atrás era posible ver el caballo inconciente a lo lejos, pero ahora en lugar en donde se encontraba estaba completamente vacío.

- ¡MALDICION-grito Scatha- ahora tenemos que buscarlo.

-¿Por qué tengo que ayudarte? tu fuiste el que lo perdió.

-No me vengas con tonterías, tu empezaste por robármelo y ahora me vas a ayudar a encontrarlo.

Y así empezó una acalorada discusión que se prolongo por varias horas. Una discusión que empezó por la búsqueda del caballo, para luego cambiar al asunto del antiguo nombre del Mini-Nazgul, para luego pasar al asunto de donde obtener comida y agua de verdad, pasando por el sorprendente descubrimiento que el Mini-Nazgul también necesitaba comer, beber y dormir, lo que para Scatha lo confirmaba como un espectro del anillo lastimero y luego regresar a la búsqueda del caballo nuevamente. Y esta solo seria la primera de las discusiones del infame par, ya que por desgracia esto apenas esta empezando.

Bien hecho PJ, por esto te tengo una pequeña sorpresa.

Peter Jackson: ¿Me vas a dejar libre?

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