PJ, hoy es tu día de suerte.

Peter Jackson¿No tendré que vestirme de sirvienta?

No, es probable que ya no seas mi rehén… ¿Estas feliz PJ?... ¿PJ?

Dos horas y treinta minutos de resucitador después

Peter Jackson¿Qué tengo que hacer para largarme de aquí?

Nada, pero estoy de mal humor. Hace varios meses que estoy esperando que dos autores actualicen pero como de plano eso no ocurre decidí que uno de ello será mi nuevo narrador/esclavo.

Peter Jackson: Déjame adivinar¿Si no actualiza pronto lo secuestraras y será mi reemplazo?

No exactamente -Señala a una persona amordazada y atada de manos y piernas colgada sobre un tanque de agua - ya lo secuestre y le he dicho a Ecko que si no actualiza sufrirá tu muy patético destino.

Peter Jackson: un momento, si lo amarraste de brazos y piernas¿Cómo esperas que escriba?

Muy bien PJ, acabas de prolongar tu condena… dos narradores/esclavos no caerían mal.

Peter Jackson: Demonios.

Narrador: Peter Jackson

Peter Jackson: Créanme, este es el peor trabajo del mundo.

¡Cállate y limpia mis calcetines!... Uy, si que he sudado últimamente.

Salvándose el pellejo o huyendo de los caza recompensas

Hay una infinidad de cosas que pueden ponerse en duda y otras que simplemente se trata de verdades absolutas. Un ejemplo de algo que puede ponerse en duda es el hecho que algún día me saque la lotería y eso que participo diario; mientras que algo que se puede considerar como una verdad absoluta es que sin importar la chispa dudosa, Scatha el gusano es simplemente un perfecto imbecil y el Mini-Nazgul una concentración de lo que no debe hacerse de menos de un metro. Por supuesto, hay cosas que uno cree que no son verdades absolutas, como el tener que saltar de un quinto piso para suicidarse, ya que a veces basta con saltar del tercero y saber caer (o no ya sea el caso), pero en el caso de estos impostores de protagonistas se trata de una vil y llana verdad absoluta.

Si dijera que es un bonito día seria una gran mentira, ya que para nuestros ejemplos de lo que un héroe no haría, ese día era un asco. Al principio todo iba de maravilla, excepto claro por el mortal inconveniente de poner furiosa la raza de los Hobbits por su fiesta privad en el Dragón Alcohólico y su acalorada discusión acerca de porque no se deben regalar dos buenos caballos por una silla de montar (Las historias cuentan que el eco reproduce toda la discusión si alguien grita en ese lugar "Eres un imbecil"). Después de que Scatha arrastrara "voluntariamente" todas sus cosas y al Mini-Nazgul un par de kilómetros, un ejercito de hobbits les cerro el paso y se dio lo que hoy llaman "La cosa mas estúpida de la historia", que consiste en una pelea en la que la estupidez Scathiana absoluta y las mañas Nazgulianas terminaron causando la derrota de un ejercito entero (Se los platicaría con detalle pero el solo escuchar la historia causa demencia). Al terminar la semana, Scatha y el Mini-Nazgul seguían con vida, pero estaban perdidos de nuevo en un bosque y para colmo sin caballos y cargando en sus espaldas un montón de cachivaches.

- Solo soy yo – dijo Scatha – o creo que estamos en medio de otra pendejada.

- ¿En medio de otra¡Si todo lo que nos ha pasado ha sido puras pendejadas seguidas una de la otra¡Mas bien esto se trata de una superpendejada que no tiene fin!

- Sabes creo que estas algo tenso últimamente.

- ¿Tu crees? – Respondió sarcásticamente – ¿Será porque apenas sobrevivimos a un intento de asesinato?

- Tú siempre ves el lado negativo de las cosas.

- ¡Mandaron un ejercito para matarnos¡De nuevo!

- Pero mira cuantas cosas tan bonitas nos pillamos, hasta armas tenemos ahora.

- Y las cargamos todas.

- ¡Yo las cargos enano inútil!

- Ah, con que ahora eres la victima…cierto eres la victima… ¡DE TU PROPIA ESTUPIDES!

- ¡MALDITO ENANO, NO SIRVES PARA NADA!

- ¡SIN MI YA ESTARIAS MUERTO!

- NO ES CIERTO – en realidad era cierto - ¡YO PODRIA VIVIR POR MI CUENTA! – Era mentira - ¡TU EN CAMBIO ERES UN APROVECHADO! – Eso debo admitir era cierto - ¡NUNCA DEBI UNIR FUERZAS CONTIGO! – El mundo entero estaba de acuerdo con eso – ¡ESTARIA MEJOR SIN TI, CAPAZ HASTA NOVIA Y DINERO TENDRIA! – Eso ni de broma.

- Hijo de tu…

- Espera… ¿Oíste eso?

- ¿Qué cosa?

- Escucha con atención…Oigo algo.

Quisiera hablar un poco de las habilidades básicas de Scatha. Como un buen idiota que vaga por el mundo con complejo de cobardía tenia por lo menos una habilidad que se supone es útil en caso de emergencia, pero por desgracia esta consentía en tener un excelente brazo pero a la vez una pésima puntería. Scatha siempre negaba eso así que en ese momento tomo una piedra y la lanzo con todas sus fuerzas contra unos arbustos. Al no sentir algo que se rompía (De preferencia un cráneo) llego a su conclusión precipitada de la semana (La de la semana pasada había sido que el tenia una razón de existir).

- Bueno, debió ser mi imaginación.

En ese momento al menos de una docena de personas saltaron frente a el. Si algo puedo decir de las personas que estaban ahí era que estaban muy furiosos y que tenían pensado canalizar su ira de una forma muy poco saludables para nuestros aspirantes a terroristas. Vestían unos trajes de piel y debajo de estas usaban cotas de acero, en sus manos usaban arcos pesados y en sus cintura portaban al menos dos espadas. Seria posible ver los ojos rojos de furia y sus caras de asesinos seriales si no fuera porque usaban unos buenos yelmos, además que nuestros protagonistas se preocupaban mas por las armas que por que los mirasen feo.

- Muy bien Scatha, creo que lo más decente es que corramos como niñas y salvemos nuestros pellejos.

- Nos tienen rodeados.

- Entonces quiero decirte antes de que te sacrifiques para salvar a un amigo es que nunca me caíste bien.

- ¿Y yo porque?

- Es obvio que te buscan a ti.

- ¿Y a ti no?

- Se lógico, quien de los dos seria más odiado¿Yo o el tipo idiota que arruina la vida de todos?

- ¿No será que buscan al hijo de puta que incendia ciudades por puro placer?

- ¿O EL QUE INVENTA TRAGOS VENENOSOS POR PLACER!

- ¿O EL QUE HACE QUE LAS COSAS EXPLOTEN!

-¡SILENCIO!

Ambos voltearon y frente a ellos apareció un hombre vestido exactamente como ellos pero que le faltaba un…bueno ambos brazos. Su voz era ronca y portaba una espada en la espalda (lo que era una pésima broma ya que no tenia brazos) y su yelmo tenia escrito las frases "Matar a Scatha y al enano"

- Disculpe señor – Dijo Scatha – podría dejarnos ir, o por lo menos apuntar sus armas hacia otro lado.

- No

- Bueno Scatha fue un placer conocerte, me temo que tendrás que platicar con los señores por tu cuenta ya que me están llamando en otro lado muy, muy lejano, ya sabes, en el otro lado del mundo.

- No iras a ningún lado Mini-Nazgul.

Scatha y el Mini-Nazgul vieron a cinco hombres mas con lanzas muy afiladas, lo que significa que lo mejor era no hacer estupideces, cosa difícil en el caso de Scatha ya que su propio nacimiento fue una estupidez. Era obvio que la persona que tenían ante el era una persona que los odiaba con toda su alma.

- Seguramente se están preguntando quien soy.

- No – Respondió Scatha – en realidad me pregunto como le haces cuando te pica la nariz.

- O el trasero – Siguió el Mini-Nazgul - ¿Qué haces cuando pasa eso?

- No olvides la cabeza.

- O la espalda.

- ¿Que me dices cuando se tiene algo atorado entre los dientes?

- No olvides cuando tienes algo en la nariz o en los oídos.

- ¡Cállense! – el hombre estaba bastante enojado y vaya que tenia razón de estarlo – Pude ser un gran soldado, luchar a lado de nuestro rey y morir con gloria o vivir recordando por siempre ese gran momento. En lugar de eso, tú me enterraste una flecha en el cuerpo que casi me mata y ese patética imitación de Nazgul hizo que perdiera mi puesto como el encargado de la seguridad de Osgiliath y me dejo en vergüenza. Ahora me desquitare.

Scatha y el Mini-Nazgul de repente se quedaron asombrados por lo que oyeron. Sus mentes trabajaron a mil por hora y no pudieron evitar una gran exclamación de sorpresa por darse cuenta de quien era.

- ¿Primo, eres tu?

- ¡Por favor no vuelvas a rimar, Tom!

Muy bien, considerando la cantidad de desgracias y desastres que este par ocasiono es normal, aunque no muy justificable, que haya habido una pequeña confusión.

- No idiotas. Soy Brentahil, el hombre cuya vida ustedes arruinaron.

- ¿Cuál de todos?

- ¡Es Osgiliath imbeciles! Pude matar a Scatha si no fuera porque ese enano me lanzo esas cosas explosivas que me dejaron sin brazos.

- Aaaahhhh, eres tu – Dijeron los dos al unísono - ¿Qué ha sido de tu vida?

- ¡MAL POR SU CULPA! – creo que eso de no hacer estupideces no les quedo claro a los pseudos protagonistas – Pero me las arregle. Junte mucho dinero y soy el líder de un escuadrón de caza recompensas. Hemos alcanzado fama por torturar, triturar, decapitar y cercenar a los que se lo merecen y nos pagan por ello.

- Genial – dijo Scatha mostrándole el pulgar hacia arriba – Me alegra que te mantengas ocupado.

- Scatha no puedes ser tan estupido para no entender lo que te estoy diciendo.

- Si – Respondió el Mini-Nazgul – Puede incluso ser aun mas estupido. Una vez se quiso rascar la nariz y casi se saco el ojo.

- Nunca me dejaras olvidar eso verdad.

- OK, lo diré de una manera sencilla. Ustedes dos son una amenaza para la sociedad, son las personas mas buscadas de todo el reino, ustedes han hecho demasiados males, así que ustedes ahora valen muchísimo dinero si están muertos, nosotros nos dedicamos a matar a los malos, nos divertiremos matándolos y además nos pagaran por ello.

- Oigan – respondió el Mini-Nazgul sumamente ofendido – No tienen porque hablarnos como si fuéramos retrasados mentales.

- ¿Lo pueden repetir de nuevo? - Dijo Scatha mientras se miraba el dedo – Me estaba sacando la cerilla y no estoy seguro si dijeron que nos van a matar o nos enseñaran a nadar.

- Por favor dime que la recompensa es por lo menos buena.

- ¿Buena? Con Scatha es suficiente para vivir por el resto de mi vida y la de veinte descendientes

- Lo lamento Scatha, fuiste un pésimo compañero pero admito que me llegaste a caer bien.

- ¿Me vas a traicionar hijo de puta?

- Vamos, no lo mires así. Piensa que se trata de un cambio a un bando mas conveniente con garantía económica y que tu responderás la pregunta de cual es la sensación que provoca el que una espada atraviese tu cabeza.

- No tan rápido enano – dijo Brentahil – contigo la recompensa sube a otras veinte generaciones sin sufrimiento.

- ¿Sabes que el dinero no es todo en la vida verdad? Esta la salud.

- No tengo buena salud.

- Familia.

- Voló en pedazos.

- Amor

- Scatha vendió a mi prometida a unos salvajes mientras dormía.

- ¡Nunca pudiste demostrar eso!

- Me lo confesaste cuando me enterraste la flecha y creíste que me moriría.

- ¡Y tu fuiste un pésimo amigo al no morirte!

- ¡NO ERA TU AMIGO!

- Bueno – interrumpió el Mini-Nazgul que no quería escuchar esa historia, por lo menos no sobrio - hasta donde se, no tiene pensado dejarnos ir.

- No

- ¿Qué tal si hacemos una apuesta? El que aporree mas a Scatha en un minuto gana.

- Denle garrotazos a los dos y que se callen de una buena vez.

- Bien hecho enano.

Antes que se iniciase una nueva gran y ridícula batalla de gritos y maldiciones, todos los caza recompensas golpearon a los recientemente declarados como epítetos de la estupidez. Para cuando estos despertaron se dieron cuenta que su situación era todo menos buena e incluso peor de lo que suelen imaginar dado que se encontraban encadenados de cabeza, habían esqueletos a su alrededor, habían instrumentos de tortura con unas sospechosas manchas rojas y lo que era aun peor, no había rastro de ningún vaso de cerveza.

- Sabes Scatha, creo que no piensan tratarnos bien.

- No te preocupes. Ya veras que nos trataran mejor de lo que presumen.

Como es natural, Scatha estaba completamente equivocado y creo que es un buen momento de hablar acerca de los caza recompensas que tenían su fortaleza en los bosques que rodeaban el lagon Evendin. La mayoría de ellos se dedican al no muy respetado oficio de cazar cabezas con gran valor monetario para obtener algo para sus bolsillos, no saben hacer otra cosa, o incluso en los casos mas imposibles, porque quieren mejorar el mundo. Estos sin embargo, simplemente recibieron dinero después de una pelea de Bar y por varios meses creyeron que el romper cabezas se trataba de una profesión hasta que entendieron el chiste. No eran buenos constructores, de hecho casi todo lo que tenían era prestado y/o robado, lo único que era realmente era de ellos era la fortaleza, la cual uno describiría como "Pegado con Chicle" para hablar sobre su estabilidad; pero si se trataba de torturar, desmembrar, degollar, triturar, sacar huesos de cuajo, quitar dientes, arrancar uñas, asar, quemar a fuego lento, destruir ciudades, aplastar y bordar sabanas con imágenes de corazoncitos, no tenían rival, de hecho hubieran sido muy útiles en la guerra del anillo si no fuera porque tenían la mala costumbre de decapitar a los que no debían decapitar. Con estos antecedentes espero que se entienda que el tratar de explicar el porque alguien sin brazo se volvió líder de este escuadrón es como explicar porque Scatha sigue vivo.

Como era de esperarse, Scatha y el Mini-Nazgul recibirían el mas horrible castigo del mundo antes de sufrir la mas horrible de las muertes, para que luego su cabeza reciba el mas horrible de los destinos dentro del mas horrible museo de terror de la mas horrible feria del mas horrible pueblo lejano. Pero por supuesto esto no lo sabían nuestros amigos…bueno si lo sabían pero ellos siempre pelean por otras cosas infinitamente menos importantes, como el hecho que Scatha no se haya bañado en tres años o que el Mini-Nazgul no quería compartir las ganancias de sus atracos.

- Bueno Mini-Nazgul, creo que ya nos llegara la hora – dijo resignado Scatha – admito que no he sido la mejor persona del mundo pero creo que merezco ver que tu te mueras primero.

- No gracias, prefiero que tu tengas primero el honor de conocer a la muerte. Además tengo una cosa que decirte.

- Si es de la vez que me persiguieron unos Wargos, no te preocupes ya se que tu pusiste la carne en mi bolsillo.

- No es eso. Veras, desperté una hora antes que tu. Aproveche la ocasión y use mi poder de hacerme pequeño – Mas vale que se acordaran que podía hacer eso, después de todo si Scatha tiene un buen brazo, es normal que el Mini-Nazgul tenga una habilidad – entonces me llene los bolsillos de oro e hice un trato con un guardia para conseguir una ruta de escape que me llevara a otra parte y en donde estaré a salvo. De todas maneras ya recordé que soy un Nazgul y armas terrenales no me afectan.

- ¿Y yo que?

- Te jodiste.

- ¿Y porque me dices eso maldito?

- Me quería burlar en tu cara, suerte y que no rebotes mucho.

El Mini-Nazgul, en medio de la mas chafa nube de humo, se transforme en su figura minúscula y haciendo uso de su tamaño aprovecho para caer (claro que como se cayo de cabeza dolió y cuando pensó en eso no entendió porque demonios se colgó de cabeza de nuevo) y simplemente se fue corriendo y salio por un agujero de la puerta en medio de las protestas de Scatha, las cuales no puedo describir porque el mal lenguaje tiene un limite.

- Bueno, el chaparro me traiciono, estoy de cabeza y me van a matar. Debo ver el lado positivo – No había lado positivo – después de todo siempre salgo de esta de una u otra manera… ahora que lo pienso creo que si necesito el baño.

Scatha medito por horas y horas, para luego dormir. Al despertar volvió a meditar, se corto las uñas por medios inauditos, medito de nuevo, pensó como se las arreglaría Imbrahil cuando tenia picazón en la cabeza, medito de nuevo, se rasco la cabeza y siguió meditando, le dio un baño (no pregunte como) a las ratas y siguió meditando. Fue al quinto dio que su larga meditación dio frutos y llego a una conclusión: El huevo fue primero que la gallina.

En el momento en que estaba calibrando su cerebro para que solucionara su dilema, la puerta se abrió y al menos diez guardias estaban frente a el.

- Es hora que recibas tu merecido.

- Un momento, que estoy como en esta posición.

- ¿De cabeza y atado de los tobillos con grilletes?

- Es mejor que suspendido en el aire con una soga al cuello.

- ¿Dónde esta tu compañero?

- Se fue corriendo.

- Bueno, ya lo mataremos. Tu serás el primero.

Mientras era conducido a hacia el calabozo mayor (una característica curiosa del lugar es que el calabozo mayor media lo mismo que una cancha de fútbol pero el patio de recreo era mas chico que el único baño de la fortaleza), Scatha se dio cuenta que su vida pasaba delante de sus ojos y concluyo que su vida apesto, de hecho luego concluyo que el proceso de que la vida pasaba frente a la vista de uno antes de su muerte se llama precisamente vida. Luego concluyo que al parecer su cerebro trataba de funcionar lo más rápido posible para poder decir que fue usado antes de que lo desenchufasen.

El suelo del calabozo mayor era bastante pegajoso, cosa que considero lógica por la cantidad de sangre que se derramaba todos los días. En el había al menos veinte tipos muy bien armados y su mal amigo sin brazos. Todos al parecer tenían pensado disfrutar cada segundo de lo que estaban por hacer.

- La cosa es sencilla Scatha. Primero te sumergiremos en aceite hirviendo por una o dos horas. En cuanto salgas te haremos cortadas y las cubriremos con sal, luego las coceremos, las volveremos a abrir y de nuevo tendrán sal, romperemos tus huesos uno por uno, luego te sacaremos un ojo, te romperemos la nariz – la mayor parte de la nariz es un cartílago y no un hueso – te sacaremos todos los dientes, luego te cortaremos todo el pelo, te quitaremos el único ojo, te arrancaremos la cabeza de cuajo y luego haremos cenizas lo que quedo de tu cuerpo.

- No creen que es demasiado, aunque admito que me alegra saber que no me ahorcaran.

- Es la tortura recomendada, de hecho tu primo también quería que te devoraran unos Wargos.

- Ah ese bromista de mi primo, nunca perdono que contratase alguien para que robara su novia y luego incendiase su casa.

- Bueno, mejor empecemos.

- ¿No tengo derecho a una ultima cena?

- No, solo a una ultima voluntad o unas últimas palabras.

- Quiero conocer a mis tataranietos.

- Que sea unas últimas palabras. Si quieres puedes decir algo que te reivindique.

- ¿Que tal Váyanse al carajo?

- Mejor empecemos tu ejecución de una vez. Quisiera decir que no me alegra pero la verdad te quiero bien muerto.

En ese momento ocurrió. En un agujero en el techo una pequeña figura apareció diciendo mil palabrotas y se colgó de una cadena que estaba colgando. La figura se abalanzo como lo haría un buen Tarzan y agarro de los pelos a Scatha – Cosa que a el no le gusto – y lo llevo al otro extremo del techo, donde había un segundo agujero…lastima que Scatha se golpeo antes de entrar. En realidad, en medio de fuertes gritos desesperado de que no escapasen, no podía creer lo que veía.

- No puedo creerlo – Dijo entre lagrimas – has venido a rescatarme.

- Bueno, decidí que tenia que hacer algo bueno una vez al año y este es el día.

Espero que sea obvio que se trata de una vil mentira, ya que el Mini-Nazgul no haría nada bueno si no tiene un cuchillo en el cuello. La realidad consiste en que el Mini-Nazgul no pudo evitar seguir robando de lo lindo y vaya que disfruto la semana de cosas gratis, hasta que descubrió que casi no tenían nada de valor y que el dinero que tenia era demasiado poco considerando el que ellos tenían oculto. Furioso concluyo la peor forma de traerles desgracias a todos y el nombre de Scatha apareció casi automáticamente.

- Tenemos que huir de aquí... ¿Sabes como verdad?

- Ahora que lo pienso…no.

- Porque no me sorprende. Bueno vayamos en círculos y veamos que sale.

- Bueno, pero por si las dudas traje armas.

- Dime que es uno de tus explosivos.

- No, toma tiempo preparar uno. Pero conseguí una piedra.

- Eso no es un arma.

- En momentos de peligro hasta un cinturón es un arma.

Scatha y el Mini-Nazgul se fueron internando en el fortaleza de los caza recompensas y se dieron cuenta que era incluso mas grande de lo que se veía, además de mal construida, sucia y fea; pero incluso cuando encontraron los cadáveres de tres intentotes de escapar, no se amedrentaron, de hecho aprovecharon para robarse sus botas y siguieron recorriendo el enorme y muy extraño camino. Luego de una hora encontraron el único baño de la fortaleza (muy tarde debo decirlo) y encontraron la entrada al patio trasero.

- Vamos Mini-Nazgul, estoy seguro que ahora estaremos a salvo o que me empiecen a llamar Cliff – Dijo Cliff mientras señalaba la puerta.

- Bueno, por lo menos estoy preparado.

- ¡Sabias que harías otra arma!

- Quisiera, de hecho solo mis rodillas y pies y soy mas rápido que tu.

- Deberías tener mas confianza.

Scatha abrió la puerta y todos y cada uno de los caza recompensas lo estaban esperando. Contra lo que se puede esperar, ellos son profesionales y saben que tienen que tapar todas las salidas y muy bien para evitar que se escapen los prisioneros.

- Sabes Cliff – Dijo el Mini-Nazgul – creo que debemos correr como podamos.

- Estaríamos mejor si tuvieras mejores armas.

Nuestras pesadillas para las aseguradoras comenzaron a correr como solo ellos pueden hacerlo, o sea gritando como niñas, y se estrellaron contra sus perseguidores de una forma que recuerda un juego conocido como "Bolos". El efecto fue secundario y tenían que escapar lo más rápido posible. En su desesperación encontraron una magnifica catapulta y el cerebro de Scatha comenzó a funcionar como solo este puede hacerlo.

- Sube

- ¿Dónde?

- A la catapulta.

- ¡Mis huevos! Me vas a terminar matando.

- No te lastimaras… ¡Y sube de una buena maldita vez!

Scatha golpeo al Mini-Nazgul y lo obligo a subir una catapulta. Como todo buen idiota, no tenia idea de que iba a pasar en cuanto accionase la catapulta pero como haciendo las cosas a lo tonto siempre funciona, este encontró la palanca. El Mini-Nazgul despertó a tiempo para lanzar una excelente maldición que no puedo reproducir y salir volando por los aires en un espectáculo que serie muy bueno si no fuera por que se dio directo contra un árbol. Por supuesto estaba afuera y voló mas de veinte metros, pero es un tipo de dolor que no se olvida.

- Uy – Dijo Scatha – creo que mejor debí usar la puerta. Bueno no importa no se enojara.

- ¡ALTO AHÍ!

Scatha se dio cuenta que al menos diez arqueros le estaban apuntando con sus flechas y al frente de ellos estaba Brentahil. Estaba acorralado, no tenia forma de escapar y su arma estaba muy lejos e inconciente. Sabia que tenia que salvarse por su cuenta y entonces, lleno de miedo saco su piedra, siendo ahora la burla de todos.

- Ah, tienes una piedra – dijo Brentahil en tono burlón – veamos que puedes hacer con ella.

Scatha no dudo. Sabia que debía matar su amigo (que nunca lo fue) y no seria problemas si con eso seguía vivo. Tenso todos sus músculos, tomo toda la fuerza que pudo y lanzo la piedra, la cual choco contra el techo de la fortaleza. Todos se burlaron al principio (y con razón) pero de repente toda la estructura tembló. Cuando digo que el edificio tenia la estabilidad pegada con chicle lo decia en serio y una sola piedra fue suficiente para que se cayera completa.

El Mini-Nazgul despertó una hora después y para su sorpresa la fortaleza estaba destruida y sin rastro de enemigos, pero tampoco había rastro de Scatha.

- Pobre tonto – Dijo con una lagrima, fingida pero era lagrima – Lo voy a extrañar…bueno buscare el cadáver y veamos que se puede usar.

Entonces recibió una fuerte patada en la cabeza. Al darse la vuelta y para su sorpresa, ahí se encontraba su compañero intacto, con cara de enojo y cargando un saco.

- ¡Estas vivo!

- ¡Claro que estoy vivo!

- ¿Y todos los cazadores?

- Los aplasto su fortaleza. No preguntes que paso que ni yo se. Solo se que tenemos comida y ropa nueva.

- No pensaba hacerlo, de hecho no me importa mientras no me ataquen.

- Asi me gusta. Ahora que tal si disfrutamos el lugar un par de semanas antes de seguir nuestro viaje.

- Muy bien pero tengo que hacer algo importante

-¿Saquear muertos?

- ¿Eso esta mal?

- No, en realidad ya me adelante.

Y fue así como los caza recompensas fueron asesinados de una forma realmente tonta y los enemigos de la paz siguieron haciendo sus desmanes de la forma mas infame al salvarse su pellejo, además que transformaron el lago como su hogar temporal. Como siempre, su estupidez causo que tuvieran que irse tarde o temprano y seguir contagiando su estupidez, pero eso es otra infamia que debe ser contada en otra ocasión.

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¿Qué crees PJ?

Peter Jackson¿Estoy libre?

No, de hecho extenderé tu sentencia, además ya hice que Ecko siguiera escribiendo. Solo fue necesario usar la jaula de los cocodrilos.

Peter Jackson: no se porque no me sorprende.

No te sientas mal. Para que estés feliz, haré que tu cuento sea ahora mas largo y sea un capitulo para ti solito.

Peter Jackson: Odio esos cuentos.

¿En serio? Creía que te gustaban. Bueno no importan, lo importante es que estarás aquí mucho tiempo mas.

Peter Jackson: Que bueno oír eso…¿Dónde deje el cuchillo?