No
he podido esta vez, vuelvo a no ser, vuelvo a caer.
Qué
importa nada si yo, no sé reír, no sé sentir...
Quiero
oírte llorar y que me parta el corazón,
quiero
darte un beso sin pensar.
Quiero sentir miedo cuando me digas
adiós,
quiero que me enseñes a jugar.
El cuarto se hacía pequeño, haciéndola sentir que poco a poco iba a aplastarla; lo que veía se hacía borroso, haciendo que los rostros de sus amigas fueran irreconocibles; el aire se hacía cada vez más deletéreo, haciendo que retuviera su respiración para no llenar sus pulmones de aquello que la dañaba; su corazón se hacía cada vez más pequeño, rompiéndose en mil pedazos… Matando lo poco de alma que le quedaba.
-¡Pero qué romántico, Herms!- comenzó a decir Parvati al ver que la castaña terminaba de leer la carta. -¡Yo quiero tener un pretendiente como él!-
-¡ARGHHHHH!- fue lo que respondió Hermione. -¡MALDITO!... ¡BASTARDO!... ¡HIJO DE…!-
No logró terminar su última frase; dado que ocupó las pocas fuerzas que le quedaban para arrojar tanto la caja como la carta lo más lejos posible, aún sosteniendo el collar.
Parvati y Lavender miraban atónitas, y con bastante temor, como Hermione lanzaba todos los regalos que había recibido.
-¡IMBÉCIL!- seguía insultándolo. -¡ESTÚPIDO!... ¡TE ODIO DRACO MALFOY!.-
Cuando todos los presentes estaban a lo lejos; Hermione se dejó caer de rodillas, y sin importarle la mascarilla que llevaba en la cara, llevó sus manos a los ojos, intentando detener las desconsoladas lágrimas que luchaban por salir.
-¡NO!... ¡NI UNA LÁGRIMA MÁS POR ESE ASQUEROSO ANIMAL!-
Pero le era imposible batallar con sus sentimientos; simplemente, eran más fuertes. Sus dos amigas se miraron adoloridamente, dudando si recurrían a refugiar entre sus brazos y consuelos a la violenta, pero abatida, muchacha.
Si bien ellas habían notado, desde hacía tiempo, un repentino cambio en Hermione; nunca pensaron que se trataría por aquel Slytherin con el cual se dedicaban tanto aborrecimiento. Nunca; hasta aquel día que notaron algo extraño.
Flash Back
-¿Te has dado cuenta?- preguntaba Parvati, mientras se acostaba en su litera. –Ya son las tres de la mañana y aún no llega.-
Lavender, quien ya se había acostado hace algunos minutos antes, bufó.
-Creo que tu mente te está jugando una mala pasada, Parv. Digo, es normal que llegue tarde¿no¡Si es premio anual, debe estar haciendo ronda o qué se yo!- le refutaba.
-Lav, en serio. Últimamente ha cambiado mucho; ya no pasa todo el día consumiéndose en libros interminables, no se desespera si llega un minuto tarde a clases, los fines de semana no duerme acá…¿Y para qué decir?... ¡Hasta está comenzando a actuar diferente!-
-¿A qué te refieres con "actuar diferente"?- preguntó Lavender, comenzando a interesarse en el tema, dado los válidos argumentos de su amiga.
-Ya sabes… Se viste mejor, se maquilla, se peina… ¡Se arregla!- estaba impacientándose ante la obvia respuesta. -¡Está más femenina; está actuando como una mujer!-
-¡Cosas de la edad, Parv!- le espetó; le era imposible creer la teoría Malfoy-Granger que su amiga insistía en verificar, después de todo… Fueron muchos los años en que la veía llegar a la habitación llorando por los insultos del rubicundo. –Ya sabes, le llegó la pretensión femenina. De acuerdo, le llegó tarde… Pero le llegó.-
Antes de que Parvati pudiera rebatir de nuevo en defensa de sus palabras, la manilla de la puerta comenzó a crujir, indicándoles que debían hacerse las dormidas por la llegada de Hermione.
Primero asomó su cabeza; percatándose que sus compañeras de habitación no estuvieran despiertas. Lo comprobó y se persignó, y en puntillas se fue a su cama. Sin siquiera quitarse la ropa que tenía, se metió entre las sábanas y rápidamente cayó en un profundo sueño esbozando una amplia sonrisa.
Al cabo de unos minutos, una de las chicas susurró:
-Que extraño, Lav… Si no tiene nada que esconder; ¿por qué entra como una ladrona y, al fijarse que dormíamos, se persignó agradeciéndole a Dios?-
Al día siguiente, Lavender se levantó con la duda incrustada en su mente. Después de todo; su amiga tenía suficientes evidencias, y la actitud de Hermione era extraña. ¿Por qué una Premio Anual entraría así; intentando no ser vista? Pero aún así, dudaba demasiado que alguna relación, que no fuera de enemistad, surgiera entre los Premios Anuales después de años de rivalidad.
Estaban desayunando en el gran comedor; una frente a la otra, para así, mantener a los dos sospechosos vigilados.
Lavander estaba sentada junto a Hermione, mientras que Parvati estaba frente a ésta, al lado de Harry y un incómodo y circunspecto Ron.
-¿Por qué me miras tanto, Parvati?... ¿Tengo mermelada en la cara?- preguntó Hermione, sintiéndose incómoda frente al acoso que su amiga mantenía.
-No.- le respondió. –Solo… estás distinta. Estás como… Radiante.- aseveró con una sonrisa.
-¿Lavender?- preguntó Ron ahora. -¿Qué miras tanto para allá?- dijo, haciendo un gesto con la cabeza en dirección a la mesa Slytherin.
-A Malfoy…- dijo sin siquiera sonrojarse. Inmediatamente, tanto Ron como Harry, además de Seamus, Dean y Neville, que se encontraban contiguamente a ellos, la miraron estupefactos.
-¿QUÉ?- balbucearon todos al unísono, mientras que Parvati notaba como a Hermione le subían los colores y, como bajaba su mirada hacia su desayuno.
-¿Cómo que qué?- espetó la muchacha. –¡Malfoy está como quiere!... ¿No chicas?- preguntó mirando a Hermione directamente, mientras Lavender asentía.
Hermione no podía ver las miradas que ansiaban su respuesta; pero si podía sentir que las pupilas de sus expectantes compañeros se clavaban como estacas en su cuerpo.
-Eh… yo… no sé.- mintió mientras seguía sumisa en su plato.
-¡Vamos, Herms!- criticó Parvati. –Ya, sabemos que Malfoy es un arrogante, presumido y arribista…-
-Se te olvida mencionar que es un estúpido, hijo de mortífago, cínico y un hurón malcriado…- acotaba Ron.
-¡Ese no es el caso Ron!- reprochó ahora Lavender, mientras Ron la ignoraba. –Estamos hablando de lo guapo que es, no de lo buen samaritano que puede ser, Hermione.-
La castaña no sabía qué responder: si se negaba sería descubierta, puesto que Harry sabía perfectamente que cuando mentía, sus fosas nasales comenzaban a abrirse y cerrarse rápidamente. Pero si afirmaba lo que las chicas decían, Ron se lo reprocharía durante lo que quedaba de la semana. Y la verdad, es que su vida era tan perfecta, que no quería que una discusión con Ron lo echase todo a perder.
-¡Merlín!- dijo evadiendo su respuesta. -¡Llegaremos tarde a Pociones!... ¡Vamos!- dijo mientras comenzaba a pararse.
Parvati y Lavender se levantaron tan rápido como ella, pero se quedaron en su puesto, de pie, observando a sus sospechosos.
Hermione se levantó y miró en dirección hacia donde se encontraba un muchacho que comenzaba a levantarse también; sintió como aquellas pupilas grisáceas atravesaban más allá de su cuerpo, haciéndole tiritar hasta la última vértebra.
Sintió como sus mejillas comenzaban a arder al momento en que Draco le dedicaba una sincera sonrisa; la cual ella respondió coquetamente sonriendo y pestañando en varias ocasiones… Sin darse cuenta que dos personas miraban aquella escena boquiabiertamente.
Fin flash back
Sé
que me he vuelto a perder,
que he vuelto a desenterrar todo
aquello que pasé.
No sé ni cómo explicar que
sólo puedo llorar,
que necesito la paz que se esconde en
tus ojos,
que se anuncia en tu boca, que te da la razón.
Ven cuéntame aquella historia de princesas y amores
que
un día te conté yo.
Las chicas se miraron una vez más; planeando mentalmente qué hacer en un momento como ese. Nunca habían visto a Hermione tan abatida y, mucho menos, tan furiosa como lo estaba demostrando.
La muchacha seguía de rodillas; tapando sus ojos, mientras millares de gotas saladas salían con libertad. ¿Por qué tenía que ser tan mentiroso?... ¿Por qué tenía que ser tan cruel?...
"¿Por qué tengo que amarlo tanto?"
Miró su regazo a duras penas, puesto que la mezcla entre lágrimas y palta le dificultaban la visión, y encontró aquel regalo. Realmente era hermoso; una serpiente abrazando a un león, que brillaban casi con tanto fulgor como la luna. Lo agarró con una mano y lo lanzó lo más lejos que pudo; haciéndolo chocar con un espejo de un tocador, rompiéndose en miles de cristales.
-¿Herms?- le susurró Lavender, sin atreverse a acercársele.
Pero la chica no respondió; se paró decididamente y se fue en dirección a los baños.
-Parece que nos hemos perdido bastante de la historia, Lav.-
-¡Merlín, Draco!- le reprochaba. -¿Por qué tardaste tanto?-
El chico tragó una gran bocanada de aire; la carrera desde los baños hacia los carruajes había sido larguísima, y su corazón y respiración estaban agitadísimos.
-¡Ya te lo dije, mujer…!- salió a su defensa Blaise, que la miraba con desconfianza. –Se quedó dormido…-
Antes de que Pansy dijese algo más, los carruajes se detuvieron anunciando la llegada a la estación de trenes de Hogsmeade.
Draco descendió de la carroza, seguido por Blaise quien le tendía una mano a Pansy para bajar. Una nostalgia recorrió el cuerpo del rubicundo: sería la última vez que pisaría aquel lugar como "el codiciado soltero Draco Malfoy", al cual ninguna chica se le resistía.
Sonrió amargamente; bien sabía que no era soltero. No por Pansy, no. Si no que desde el momento en que se había entregado plenamente a Hermione, sentía que debía serle fiel en actos y pensamientos. Y ahora, para todo el futuro, le podría ser solo mentalmente; puesto que si su padre lo quería casar, era para dejar un descendiente masculino Malfoy.
Si bien sabía que sus hijos con Pansy saldrían atractivos (rubios, piel pálida, ojos azules, buen porte), prefería mil veces que sus hijos fueran de piel blanquecina como la de él, pero con ojos marrones, y cabello castaño y ondulado. Y sí¿por qué no decirlo, enmarañados también.
Comenzó a subir al tren, y automáticamente sus pies lo llevaban a su vagón de costumbre.
-Eh… Draco.- lo llamó Zabini. –No necesitas viajar en el vagón de Prefectos y Premios Anuales¿no?.-
Blaise tenía razón; por lo que se volteó, y siguió a sus amigos para buscar un vagón vacío.
-¡OUCH!-
Enfocó la mirada buscando a su agresor; en el suelo se encontraba Luna Lovegood, quien, despistadamente, había tropezado con él.
Rápidamente se agachó junto a ella, para sorpresa de sus amigos, y la ayudó a ponerse de pie.
"¡Dios!... ¿Dónde quedó mi arrogancia?"
Era lo mismo que Pansy y Blaise, que lo miraban boquiabiertos, se preguntaban.
-Yo… Lo siento, Lovegood.- balbuceó, no muy seguro de su proceder.
-No es nada.- dijo ella. –Estoy acostumbrada a que no me vean.-
Malfoy la miró extrañado; le resultaba incongruente que diciendo eso, esbozara una sonrisa tan normal, incluso con un dejo de placidez. Miró sus celestes pupilas, que le devolvían una mirada de… "¿Lástima?".
-Eh…- balbuceó nervioso ante la mirada tan inquisitiva de la muchacha Ravenclaw. -¿Sucede algo?-
La muchacha sonrió con ternura y le acarició el hombro; luego, se perdió entre los pocos estudiantes que se preparaban para volver a casa.
-¿Qué fue todo eso?-preguntaba Blaise, mientras tomaba asiento en su lugar, junto a la ventana.
Draco encogió los hombros; ni siquiera él sabía. Pero aquella actitud de Luna lo había hecho sentir una cierta curiosidad… Como si ella supiese algo que lo involucraba.
"Bueno… Quizás no es nada. Después de todo, por algo le dicen lunática¿no?."
Después de un rato de compartir el agradable silencio con sus amigos; les comunicó que iría a los servicios, aunque en realidad no era lo que tenía en mente.
Iba recorriendo el pasillo, mirando disimuladamente entre los vagones, cuando una voz lo asustó.
-¿Me buscabas, Draco?-
Hoy
he dejado de hablar, quiero callar, disimular.
Sólo me
queda esperar, verte pasar, reinventar.
Quiero
sentir algo y no sé por donde empezar,
quiero que mi mundo
deje de girar,
quiero que mis manos tengan fuerza para dar,
quiero asustarme si no estás.
Se volteó y, justamente, se encontró con Luna, que aún mantenía esa mirada penetrante y esa sonrisa de ternura. ¿Cómo sabía que la buscaba?. Pero esa pregunta no lo intrigó tanto como la forma en que lo había llamado.
"¿Draco?... ¿Desde cuando me llama así?"
-Ven.- "¿Me lo está ordenando?". Aún así, no opuso resistencia. –Estoy sola en mi vagón, ahí podremos hablar con tranquilidad.-
Sin saber por qué la siguió y se sentó frente a ella, preparándose para la plática,como si fueran grandes amigos que compartían una agradable conversación.
-¿Y bien?- rompió el silencio la pequeña, mientras guardaba en su mochila un ejemplar del Quisquilloso.
Draco la examino con la mirada; no sabía por qué, pero sentía que aquella niña le daba mucha confianza.
-¿No me piensas decir?-
-¿Qué?-
-Cómo te sientes… O sea, creo que comenzando con algo básico servirá para familiarizarnos un poco¿no crees?.-
-Eh…- no sabía por qué, pero estaba sin palabras.
En realidad, la rubicunda que tenía en frente lo dejaba sin palabras. Era una muchacha muy atractiva… "Creo que pienso eso porque se parece a mi". Y la verdad es que así era; ambos tenían casi el mismo color de piel y cabellos, la misma nariz respingada seguida por unos finísimos labios. La diferencia más notable eran sus pupilas, las cuales eran color celeste y transmitían tranquilidad, pureza y bondad. En cambio, los grisáceos ojos de él transmitían inquietud, desconfianza y maldad. Aunque, gracias a una sola mujer, aquel brillo quedaba, pero se había esfumado de su ser.
-Veo que eres callado… Así que iremos al grano, porque no ha de quedar mucho para llegar a King Cross.- dijo, mientras el rubicundo asentía. -¿Amas a Hermione?-
Sin siquiera meditar aquella pregunta, asintió. Negó. Volvió a asentir.
-¡Vamos, Draco! Conmigo no necesitas mentir…-
-Sí, Luna.- "¿Desde cuando la llamo por su nombre?". –La amo.-
La chica sonrió complacida. -¡Lo sabía!... ¡Se lo dije a Harry!-
"¿Qué demonios tiene que ver Potter acá?"
-Es que Harry me decía lo contrario.- repuso, luego de ver el rostro de consternación del Slytherin. –Yo le dije que, por más que tu forma de ser dijera lo contrario, tus ojos te delataban… Siempre que la mirabas, se encendía un brillo especial. Pero Harry creyó que eran tonterías mías.-
-¿Y para eso me trajiste hasta acá?- le reprochó mirándola con desprecio. -¿Para cerciorarte que tú tenías la razón y no Potter?-
-No, Draco.- le dijo, esbozándole nuevamente una sonrisa, tratando de amenizar la cruel mirada que el chico le dirigía. –Te traje… porque soy la única con la que puedes conversar y en la que puedes confiar.-
-¿Y qué te hace pensar eso?- la miró altivo, sintiéndose estúpido por estar con aquella persona que todos sabían que no estaba en su sano juicio.
-¿Con qué otra persona podrías hablar de Hermione?- le preguntó. -¿Con Parkinson?... ¿Zabini, Crabbe, Goyle, Nott?. Lo dudo… Además, yo soy la única que cree ciegamente en tus sentimientos hacia Herms.-
"Quizás… no sea tan lunática como pensé."
-Pero te advierto algo… Si vuelves a estar con ella, debes tener cuidado de Ron.- Draco la miró comenzando a interesarse en el tema. –Se está aprovechando de lo sola que Hermione se siente; ayer le pidió que fuera su novia y ella aceptó.-
-¿QUÉ?- gritó, sin darse cuenta que se había puesto de pie y que prácticamente echaba humos.
-¡Compréndela!... Ella solo aceptó ser su novia; en cambio, tú te casarás… ¿no?-
-¡PERO NO PORQUE YO QUIERA!-
-Y si Parkinson tampoco quiere¿por qué lo harán?.-
-¿Cómo que Parkinson no quiere?... ¡Ella sí quiere!. Me lo está recordando desde que teníamos siete años.-
-A veces, Draco, debes saber mirar más allá de lo que las acciones demuestran; escuchar más allá de lo que tus tímpanos puedan oír; sentir más allá de lo que una caricia te produce…-
Draco no entendía a qué demonios se refería la muchacha que tenía en frente, pero aún así, le tranquilizaba estar compartiendo sus sentimientos con ella y no con otra persona. Después de todo, demostraba tener bastante sentido común.
-Entiendo que lo haces por presión de tu padre, que créeme, no es de mi agrado. Tuve la mala suerte de conocerlo hace dos años, en el ministerio… Y dista mucho de ser como tú.-
Draco agradeció internamente aquel halago; eran muy pocas personas, por no decir que Luna era la única, que le decían que no tenía ningún parecido con su padre.
El tren comenzaba a detenerse, mientras podía oír como en los vagones siguientes, los alumnos comenzaban a arreglarse para bajar.
-Solo te digo una cosa.- sus ojos brillaron más que nunca, haciéndole entender a Draco que no debía olvidar aquel consejo. –El amor no se puede forzar; ya que el amor se siente, no se impone. Pero el futuro sí se puede constreñir; puesto que el destino es la vida misma, la vida que nosotros escogemos. Yo no puedo decir: "Ya, mañana me enamoro de Severus Snape", ya que es un sentimiento. Pero sí puedo decir: "Mañana no comeré pudín de berenjenas", ya que es una acción.-
-¿Luna?- preguntó Draco.
-¿Si?-
-¿Puedo escribirte durante esta semana de vacaciones?-
-¡Por supuesto!... Será un agrado enorme.-
-¿Luna?- volvió a preguntarle de pie en el umbral de la puerta, puesto que el tren se había detenido y tenía que descender.
-¿Si?-
-Gracias.-
Sé
que me he vuelto a perder,
que he vuelto a desenterrar
todo
aquello que pasé.
No sé ni cómo explicar que
sólo puedo llorar,
que necesito la paz que se esconde en
tus ojos,
que se anuncia en tu boca, que te da la razón.
Ven cuéntame aquella historia de princesas y amores
que
un día te conté yo.
Lo sé, lo sé... Algunos me aborrecerán por inmiscuír a Luna¿no? (Lo digo ya que al parecer no les gusta este personaje que yo tanto adoro n.n xDDD).. En fin, ayer no pude subir un chap... Puesto que llegué muy tarde y mojada! X.x ¡Merlín!... Mi país es un diluvio con todas sus letras... Ayer fue un pésimo día X.x ... Tuve clases todo el día, y más encima lloviendo... Y las clases... Uf!... Mejor ni hablar... En fin, como ayer no subí ... hoy subiré dos, pero por separado ya que son distintas canciones.
Hmmm con respecto a los reviews... mañana cuando suba otro chapter los respondo n.n puesto que tengo que estudiar (Seeeh, son las 1:25 am y yo estudiaré ¬¬...) Pero se los agradezco de corazón... Apsh!... El Fic está por terminar (bueno, aún tengo listo como 4 chapter más... y creo que deben quedar como dos nada más o, seeeh, quizás tres xD)...
Atte. Agatha Black Malfoy.
P.D1¡Merlín Terry! Por fin subiste un chapter! ahora mismo lo leo, total... tengo toda la noche para estudiar xD
P.D2:
Seeeh Terry xDDD Los BSB ... ¿Quién iba a pensarlo, eh?... No es que
quiera ofender a sus fans ni nada, pero ese grupo no es ... como
decirlo... de mi gusto? seeeh... Pero no creo que queden bien
canciones de Epica o Draconian xDDD
