Capítulo 4

Hermione se levantó sudando. No sabía cuando se había ido Draco, sólo recordaba que había esperado hasta que se durmiera, tenía miedo de que Evans no se diera por vencido y volviera, y en efecto, Hermione sabía que volvería a cobrar su deuda. Y en su interior una parte de ella quería que volviera, necesitaba la droga... Hermione empezó a sentir frió por todo su cuerpo, era una sensación extraña que hacía tiempo que se repetía, al principio todo era agradable, un gramo diario le hacía sentir especial por las noches y al día siguiente se levantaba incluso con fuerzas para seguir viviendo y para regresar esa misma noche. Pero cuando pasaron las noches, los días y los meses todo empeoró. Su organismo se había acostumbrado a aquello y cada vez que faltaba a su cita el frío y el calor se apoderaban de su cuerpo, ardía por dentro pero se helaba por fuera. Por eso necesitaba a Evans, y lo que ello suponía. En verdad agradecía a Draco que la hubiera protegido... pero no quería verle más, era un estorbo para ella, y viceversa.

Hermione comenzó a tiritar y se abrazó intentando dejar la mente en blanco e imaginar que todo pasaría en unas horas, en cuanto tuviera una raya de speed corriendo por sus venas.

Draco se despertó inquieto por lo que había presenciado anoche, quizás no debería haberla dejado sola, Evans podría volver. Algo en Draco tuvo miedo por Hermione, lo que hizo que se levantara y vistiera rapidamente despertando a Blaise con las prisas.

- Draco, que ocurre? Son las nueve de la mañana y hoy no hay que trabajar, a dónde crees que vas?- preguntó Blaise molesto.

- Emm... tengo que hacer unos recados, por cierto el asunto de Granger queda cancelado, deberías ir buscando otro tema para la sección.-

- Eh? Como que que- pero a Blaise no le dio tiempo a formular su pregunta ya que Draco había salido pitando del apartamento. - Ni sueñes que vamos a dejar éste asunto, no por mi parte al menos.- murmuró Blaise.

Malfoy había decidido que no quería seguir con lo de Granger en ese mismo momento, algo muy gordo le había pasado y no le apetecía airearlo por toda la comunidad mágica para hacer sentir a Hermione peor de lo que ya estaba y ponerla en peligro, él quería saber que era aquello que le había pasado pero averiguarlo para después publicarlo en el Profeta era demasiado, ni siquiera se lo haría a su peor enemigo. Por su parte ese caso estaba cerrado, intentaría ayudar a Granger, no podía seguir viendo como se autodestruía y no hacer nada para evitarlo, áquel Draco ya estaba enterrado, había madurado y podía demostrarlo. No estaba muy seguro de si Blaise aceptaría dejar lo de Granger, probablemente investigaría por su cuenta, si hacía eso y le traionaba le iba a demostrar que el único que había dejado atrás su pasado Slytherin había sido Draco, y que la maldita serpiente símbolo de su casa todavía seguía viva en Zabini.

Draco cogió un taxi para dirigirse a aquello a lo que Hermione llamaba casa, podía ir andando pero no le apetecía demasiado pasear y así llegaría antes.

Pagó al taxista y subió las escaleras lo más rápido que pudo, la puerta todavía estaba cerrada como él la había dejado, no estaba cerrada con llave sin embargo, así que Draco entró y paseó su vista por el sitio para encontrar a Hermione tiritando en un rincón de la pared.

- Ei... ya he vuelto- dijo Draco agachándose junto a ella.

- ...-

- Granger?-

- Evans?- dijo Hermione levantando la cabeza ligeramente y abriendo los ojos por primera vez desde que Draco había entrado al apartamento.

- Es que todavía tienes ganas de ver a ese cabrón después de lo que intentó hacerte ayer?- gritó Draco zarandeando a Hermione.

- Suéltame!- gritó Hermione levantándose.- Crees que tienes derecho a venir aquí presumiendo de ser un periodista de éxito e intentando ayudarme después de todo lo que me hiciste pasar en Hogwarts? Crees que tienes derecho a juzgarme, tú no tienes ni idea de lo que es! de lo que me pasa!- gritó Hermione conteniendo las lágrimas que luchaban por salir de su escondite.

- Claro que no lo sé, pero eso es culpa tuya, tú no quieres abrirte, tú no quieres contarme lo que te pasa y yo no sé si puedo hacer algo para remediarlo- habló Draco más calmado.

- Oh claro.. el gran Draco Malfoy ahora reparte fe y esperanza por toda la comunidad, cuando dejaste de ser la serpiente que eras antes?-

- Hace mucho. Y tú podrías comprobarlo si quisieras.-

- Pues sabes qué? No quiero comprobarlo, sé que sigues siendo la misma persona rastrera y sucia que eras antes y no quiero que me ayude alguien así.-

- Me temo que no tienes mucho donde elegir, dónde están tus amigos, dónde están tus queridos Potter y Weasley? No creo que estén aquí preocupándose por ti.-

Error Draco Malfoy. Grave error. Las lágrimas por fin se liberaron y comenzaron a recorrer el rostro de Hermione quien se volvió loca por momentos al escuchar los nombres de los que habían sido sus amigos.

- No te atrevas a volver a poner en tu sucia boca sus nombres... no te atrevas!- Hermione se acercó a Draco e hizo un intentó por pegarle pero Draco le sujetó las muñecas al tiempo que Hermione luchaba por liberarse.- No vuelvas a decir eso... no... por favor- la voz que al principio había sido un ahogado grito se fue convirtiendo en un pequeño susurro que salía de los labios de la castaña.

- Dime qué te pasó.- Draco la arrastró muy cerca de su cara- Por favor- suspiró.

A pesar del cambio de Granger, de vida, de hábitos, al mirarla a los ojos seguía viendo aquella chispa que siempre había poseído la chica en Hogwarts, áquella que poco a poco se había ido apagando pero que todavía seguía allí, luchando, aquella era la Hermione que él no había llegado a conocer y que le hubiera gustado conocer en ese momento, no la pequeña zorra que se paseaba por los bares del barrio con Evans metiendose cualquier mierda por la nariz.

Draco alargó su mano apartando una de las lágrimas al tiempo que ésta caía. Hermione le miraba, Draco la miraba a ella. Y en ese momento, cuando sus almas se rozaron las ganas de besar aquellos labios aumentaron por momentos.

No supieron como ni por qué sucedió, pero de un segundo a otro ambos se encontraban intentando conquistar la boca del otro en una batalla de lenguas que parecía no terminar nunca. Draco la sujetaba con fuerza por la cintura y Hermione se aferraba a él con fuerza.

- Hazlo.- le susurró Hermione mientras besaba su cuello.

Draco se apartó rapidamente al oir aquello, solo era eso, sexo. No quería confundir las cosas, pero estaba claro que Hermione necesitaba drogarse, eran los síntomas clásicos y ya había tenido amigos en ese mundillo, no se iba a aprovechar de esa situación, sabía que Hermione se arrepentía y sólo se acostaría con ella sabiendo que al día siguiente ella seguiría a su lado y que no saldría corriendo al verle.

- Pero que narices estás pensando Draco? No me vengas ahora con el rollo romántico, es Granger- se dijo a si mismo intentando poner cara de asco pero no lo consiguió al volver a mirar a la preciosa mujer que tenía delante de él, aunque hubiera resultado mucho más sexy sin aquellas ojeras y aquella desesperación por las drogas.

- No, Hermione. Ésto está mal.-

- Qué está mal? No me vengas ahora con lo que está bien o está mal... tú mismo no eres...- Hermione comenzó a ponerse muy pálida a medida que decía éstas palabras y de repente cayó desmayada en brazos de Draco, quien la tumbó en la cama, necesitaba descansar, demasiada acción para su cuerpo en pocas horas.

La tapó con una fina sábana para que no tuviera calor y la mojó un poco la frente con un paño de agua, no sabía que debía hacer para que alguien adicto a las drogas se sintiera mejor pero quería sacar a Hermione de eso, y tenía la certeza de que lo conseguiría.

Hermione había estado durmiendo toda la tarde, Draco había inspeccionado si tenía comida en la nevera, pero desechó la idea en cuanto vio que la nevera ni siquiera estaba enchufada.

Hacia las ocho de la tarde Draco no tenía ni idea del peligro que acechaba a la vuelta de la esquina.

A Evans no le había hecho ninguna gracia que Malfoy se hubiera interpuesto en su camino y se lo haría pagar bien caro, el chico se defendía bien contra una persona, pero quizás contra cuatro se le bajarían los humos.

- Recordad chicos, no lo mateis, pero quiero que la paliza que le pegueis no se le olvide en lo que le queda de vida, yo cogeré a la chica mientras tanto- dijo Evans mientras subían las escaleras hacia donde se encontraban Draco y Hermione.

A Draco no le dio ni tiempo a reaccionar cuando oyó pasos y de pronto una rodilla se clavó en su estómago sin piedad dejándole casi sin respiración. Habían vuelto.


N/A ueeeee mis niñas! que tal andamos? Siento haber tardado tanto en escribir este capi pero la inspiración me acaba de volver ahora mismo. Es muy corto? Nuse. Espero que no os decepcione el rumbo de la historia y que me dejeis muchas muchas muchas reviews.

No me da tiempo ahora a contestar a las reviews anteriores, simplemente mil gracias a todas por los comentarios, quiero masssss :P No olvideis tampoco uniros a mi fanlisting si no lo habeis hecho ya, que sabeis que me hace mucha ilusión.

j o a n a . t r u l y - d e a d . c o m

quitad los espacios, el fanlisting ha cambiado de dirección por cierto. en fin que ya he empezado el colegio pero espero que me de tiempo a subir el próximo prontito y coger mas ritmo en las actualizaciones.

besos

halabehar