Los personajes que aparecen en este fanfic no me pertenecen. Además escribo esto sin ningun ánimo de lucro. Así que por favor no me demanden.

Capítulo 3

Un dulce y amargo despertar

"…" los personajes hablan

'…' lo que están pensando

--- cambios de escena

Los rayos del sol despuntaban por la ventana de una habitación en donde se encontraba una joven pareja compartiendo sus sueños. El hombre de la trenza fue el primero en despertar y cual fue su sorpresa cuando, al abrir los ojos, se encontró con un bello rostro a su lado. 'Dios! Es hermosa hasta cuando duerme' y no pudo más que quedarse contemplándola. Akane también despertaba. Tenía una extraña sensación de felicidad que entendió a la perfección cuando, al abrir los ojos, se encontró con otros azul-grisáceos observándola, mirándola, adorándola. Y antes de que pudiera reaccionar un "buenos días" seguido de un dulce beso en los labios fueron los regalos otorgados por su amante.

"Buenos días Ranma, dormiste bien?"

"Mejor que bien" sonrió feliz. De pronto la joven de cabellos azulados se dio cuenta de la situación en la que estaban y vistiéndose lo más aprisa que pudo abandonó la habitación de su prometido alegando que nadie debería descubrir que han dormido juntos o podría ocasionarles problemas. Después de todo no querían precipitar las cosas.

Ya en el desayuno hubo un gracioso juego de miradas por parte de uno y de otro. Miradas llenas de complicidad, cariño, amor. Una de las hermanas Tendo seguía dicho juego graciosa, sabiendo que algo importante había pasado y ella lo descubriría. Siempre fue buena en encontrar negocios rentables, rentables para su bolsillo por supuesto.

Durante el día continuaron aquella sucesión de miradas a escondidas, de medias sonrisas, de sonrojos,…pero no volvieron a hablar del tema. Esto a Akane la inquietaba ligeramente, aunque tenía que aceptar que al fin y al cabo lo que menos quería era otra boda precipitada por parte de sus padres y contra menos supieran sobre su íntima relación mejor podrían llevarla. O al menos eso es lo que ella pensaba. Sin embargo la mente de Ranma era un mar de confusión. Por un lado estaba el caso de que había hecho a Akane suya. Eso, sin duda alguna, era lo mejor que le había pasado en su vida, que él pudiera recordar. La quería. Pero por otro lado estaba todo el problema de sus prometidas, de sus amigos-enemigos, (sobretodo de sus enemigos), de sus padres detrás de ambos jóvenes para que unieran las escuelas (aunque tenía que admitir que estos últimos años se habían apaciguado bastante las aguas pero no podía confiarse),…Muchas cosas de las cuales aún no tenía respuestas o, mas bien, aún no se sentía preparado para hacerles frente. Él no quería admitirlo pero se sentía un cobarde por ello. Sin embargo, contrario a lo que todo el mundo pensaría o esperaría, Ranma no se enfrentaba a ello. Más bien huía. Es por eso por lo que, aunque le dedicara miradas a escondidas, evitaba cualquier comentario al respecto.

Así pasaron los días y Akane empezaba a preocuparse seriamente. Las visitas nocturnas a la habitación de Ranma ocurrieron todos los días desde ese día unidos a un sinfín de "te quieros" por parte de Akane pero ninguno devuelto por Ranma. Y después de las noches se sucedían los días en los que no había conversación de ningún tipo. Cierto es que ya no había más peleas e insultos, pero los sentimientos de Ranma seguían sin ser aceptados por él mismo, al menos exteriormente. Así se encontraba Akane, sumida en sus pensamientos, cuando, durante un paseo por Nerima, se encontró de nuevo con Yuca quien, tras el saludo de rigor, le ofreció ir a tomar un helado para charlar sobre sus cosas, cosa que Akane, con gusto, aceptó.

Ya sentadas en una mesa, Akane le comentó lo sucedido desde su conversación anterior, como lo había citado en su cuarto por la noche sin muy buenos resultados, como, siguiendo su consejo, había decidido dar su brazo a torcer e ir a pedirle disculpas y como se habían amado noche tras noche desde entonces. También le comentó que el saludo de la mañana era la única conversación que tenían y como Ranma había evitado comentarle como se sentía, al contrario que ella que le había abierto al completo su corazón.

"Entonces, no te respondió ni una sola vez?" preguntó su amiga algo asombrada.

"No, yo no he parado de decirle que le quería todos los días desde entonces, pero nada. Verás, no me entiendas mal. Yo se que el me quiere. De eso ya no tengo duda. Pero creo que no está preparado para admitirlo, a él o al mundo entero. Y encima después me ignora. Si, vale, me mira, me sonríe…pero eso para mí no es suficiente. Yo quiero una relación completa! No una relación a medias. Y además está el caso que soy yo siempre la que acudo a él y nunca al revés"

"Akane,…quizá deberías darle un ultimátum"

"Un que?"

"Un ultimátum, una advertencia definitiva, un "o todo o nada". No puedes dejar que juegue contigo amiga. Si quiere estar contigo que lo esté. Las relaciones no se basan solo en noches de pasión. No se, tu verás lo que haces pero yo lo pensaría seriamente. O quizá recurrir a los celos,…algo que le haga saltar y decir: "ey! Que Akane es mía".No se, algo así".

"La verdad es que ya lo había pensado, pero no darle celos sino irme" dijo con ojos tristes la chica de cabello azulado.

"Irte? A dónde?"

"Pues a alguna universidad de EEUU o de Europa. Alejarme, cambiar de ambiente, que me eche de menos. Me llamó el otro día mi tutora y me dijo que me habían ofrecido una beca para estudiar en España, la verdad es que estaba reticente a aceptar pero últimamente lo he estado considerando y creo que es lo mejor"

"Sinceramente Akane, no me parece mala idea. Pero tienes que estar segura. Ten en cuenta que si te vas las cosas podrían cambiar mucho, quizá demasiado. Solo piénsalo bien vale? Hagas lo que hagas, yo te apoyaré"

"Gracias amiga" y ambas mujeres se abrazaron.

------

De camino a casa Akane estaba reconsiderándolo de nuevo. Es cierto que si se iba podría perderlo y no estaba segura de querer que eso pasara. Después de meditarlo mucho se decantó por la opción de quedarse. Al fin y al cabo algo habían empezado y quería que eso funcionara. Sabía, además, que una relación a distancia no es fácil y después de esperar tantos años no quería dejarlo.

Cuando llegó a su casa ya estaba atardeciendo y al entrar descubrió encima de la mesa del recibidor una nota de Kasumi informándola de que cada quien había salido a hacer sus propios recados y que regresarían bastante tarde por lo que les había dejado la cena preparada a ella y a Ranma. Lo cierto era que Kasumi sospechaba de que algo ocurría entre ellos dos y quería darles una oportunidad de estar tranquilos y a solas por lo que había convencido a todos los miembros restantes de la familia Tendo-Saotome para alejarse de la casa hasta altas horas de la noche.

La muchacha sonrió feliz. Era el momento que había estado esperando. Hablaría con Ranma y no descansaría hasta que él le dijese de sus propios labios lo que sentía por ella. Cuando lo buscó lo encontró practicando en el dojo bastante concentrado, así que le dejó tranquilamente mientras ella iba a preparar la mesa y demás cosas para tener una velada romántica.

Minutos después apareció el muchacho de trenza, con una toalla al cuello y todo sudoroso. A Akane se le cortó la respiración puesto que en ese momento le parecía encontrar a su prometido tremendamente atractivo. Tanto, que tuvo que controlarse para no saltar sobre él y entregarse a Ranma allí mismo. El joven la sonrió y se subió a dar una larga ducha.

Akane se encontraba sentada a la mesa tremendamente aburrida de tanto esperarle. Había pasado más de media hora desde que subió a ducharse y a cambiarse y todavía podía escuchar que rondaba por el baño. Así que se entretuvo con un documental de la televisión y se encontraba dormitando cuando una mano en su hombro hizo que, de un sobresalto, se despertara.

"Siento haber tardado tanto pero necesitaba una ducha bien relajante, te parece si cenamos?" le dijo el artista marcial.

"Si claro" y mientras devoraban los manjares dejados por Kasumi entablaron una conversación bastante animada como hacía mucho que no tenían. Pero la mente de la muchacha se encontraba dividida pues también meditaba la forma de abordar al chico y preguntarle lo que tan ansiadamente deseaba saber. Sin embargo, no se dio la oportunidad durante la cena por lo que, tras recoger los platos, hizo té. La verdad es que habían cenado más temprano que de costumbre así que les quedaba mucho tiempo antes de irse a acostar, así que Akane no se desesperó por el contratiempo.

Ya de vuelta a la mesa Akane se sentó al lado de su prometido quien tenía la vista fija en un programa bastante entretenido que echaban por la televisión. Tomando fuerzas de flaqueza se armó de valor y lo soltó.

"Ranma, tenemos que hablar" El muchacho por su parte no se había dado cuenta del tono solemne de la muchacha pues estaba enfrascado en el programa así que se limitó a asentir y la chica, al verlo, continuó.

"Tenemos que hablar de nosotros. Quiero decir, …, te quiero, te lo he dicho muchas veces pero yo no se si tú,…,bueno, ya me entiendes"

"…"

"He estado pensándolo y me gustaría que me dijeras que somos, somos amigos, novios,…el qué? Como te dije hace tiempo necesito aclarar las cosas."

"…"

"Ranma, me escuchas?"

"…"

"Ranma?"

"…"

"RANMA!" y de un rápido movimiento apagó la televisión y consiguió la atención del chico al que miraba con cara de pocos amigos.

"Pero Akane, que demonios te pasa ahora?"

"Oye Ranma, estoy intentando tener una conversación seria contigo, necesito que me prestes toda tu atención". Ante tal afirmación Ranma se echó a temblar. Se imaginaba muy bien de que trataría la conversación y estaba prácticamente convencido de que Akane le haría la eterna pregunta.

"Necesito saber Ranma que sientes por mi"

Silencio

"Mira, yo no soy ningún juguete con el que te puedas acostar cuando tu lo desees. Tengo sentimientos. Y ahora mismo necesito que me digas que soy yo para ti" Ante tales palabras el artista marcial solo pudo murmurar.

"Yo…bueno,…yo…tu eres especial"

"Ranma, sabes de sobra que eso no responde a mi pregunta"

"Akane" dijo acercándose a ella y acariciándole la mejilla "Estamos muy bien así, no entiendo que quieras complicar las cosas"

"No es complicarlas Ranma, es saber si me quieres o no" Y como no respondiera un pedazo de su corazón se rompió pero sin dar rienda suelta a las lágrimas dijo "Veo que solo fui un juguete para ti"

Ranma se enfadó y sin medir las palabras dijo: "Eso no es cierto! Sabes que yo jamás haría algo así contigo"

"Pues entonces dime que me quieres. Si lo sientes tan solo … Dímelo!"

Y justo en ese momento cuando pensó que ya no tenía escapatoria una joven amazona de cabellos morados apareció por una de las paredes del salón del dojo y con insistencia abrazó al muchacho muy melosamente. Éste, por su parte, intentó soltarse de tal presión pero sin éxito. Akane los miraba dolida, pero sabía que no podía permitirse ponerse celosa. Ranma debía salir de esta situación él solo y más después de la experiencia compartida por ambos.

"Shampoo! Suéltame por favor"

"Pero yo venir por airen para cita. Airen llevar Shampoo al parque. Airen dar beso de amor a Shampoo".

"Shampoo, te está pidiendo que le sueltes, es que no puedes entender eso?" Soltó Akane sin poder evitar dejar surgir sus sentimientos.

"Tu callar chica violenta! Airen querer Shampoo."

Sin embargo, Ranma, tras conseguir soltarse del aparatoso abrazo la miró con cara medio furiosa medio agradecida por haberle salvado de una situación que aún quería evitar.

"Shampoo, deberías irte a casa, pronto va a oscurecer"

"Que bien! Airen preocuparse por Shampoo!" sonrió la amazona.

"Pero yo no he dicho que…"

"Airen acompañar a Shampoo a casa, si?"dijo con mirada pícara la amazona, y viendo que Ranma la iba a contestar con una negativa, sabiendo además que de alguna manera se estaba decidiendo por Akane, decidió hacerle reaccionar de la misma forma de siempre.

"O acaso airen preferir a chica violenta? No ser que Airen amar a chica violenta?" Dijo con los ojos semicerrados y una sonrisa malévola. La respuesta de Ranma no se hizo esperar.

"Qué? Cómo podría estar yo enamorado de una marimacho como Akane? Ni que estuviera loco!" Pero nada mas terminar la frase se dio cuenta de que había metido la pata. Se giró con temor para ver a su prometida esperando que lo mandara a volar por todo Japón, mas lo que vio le partió el corazón. Akane estaba ahí, de pie, con la mirada puesta en él, con lagrimas recorriendo su hermoso rostro, su corazón roto en mil pedazos y en la mente había tomado una determinación. Sin embargo, en aquel momento lo único que hizo fue acercarse a su prometido con una extraña sonrisa en sus labios, darle una sonora bofetada y salir corriendo.

Esta vez Ranma no fue tras ella, sabía que le había hecho daño, demasiado. Primero sin poder decirle lo que sentía y después de todo lo que habían pasado había dicho todo aquello. Shampoo, en algún momento, viendo la escena decidió que lo mejor era desaparecer.

Ranma cayó de rodillas al suelo, rogando al cielo por no haberla perdido para siempre, y en medio de su desesperación, se echó a llorar.

---

Akane apareció a la mañana siguiente. Explicó a su familia que se fue a casa de Yuca que la había invitado a dormir y que sentía no haber avisado. Después de todo no había mentido. Llegó a casa de su amiga toda sucia, pues se había caído varias veces durante el trayecto, y llamó desesperada a su puerta.

Ya dentro, dejó de reprimir sus sentimientos y no habló hasta que la última lágrima no hubo escapado de su cuerpo, tras lo cual le contó a Yuca lo que había pasado y la decisión final que había tomado. Tras ver el estado de su amiga, Yuca no pudo por menos que apoyarla y ofrecerle su ayuda para lo que necesitara. Después de eso la chica de cabellos azulados cayó rendida y durmió hasta el día siguiente.

---

En la comida, Akane no dirigió la vista a Ranma mientras que él no la apartaba de ella. Cuando estaban tomando el té, muy ceremoniosamente se levantó y anunció:

"Familia, tengo algo que decir" y una vez hubo obtenido la atención de todos los presentes finalizó "Voy a ir a estudiar a España. Recibí una beca para la universidad de allá. Me voy en una semana".

La reacción de cada quien fue diferente. Soun se echó a llorar a moco tendido diciendo que su pequeña se iba lejos, Nodoka y Genma no pudieron menos que felicitarla aunque un poco extrañados por el anuncio y preocupados por su hijo (más Nodoka que Genma) ya que pensaban que los muchachos habían mejorado su relación. Nabiki y Kasumi sonrieron, algo sorprendidas, y se levantaron a abrazar a su hermanita, felicitándola y deseándola lo mejor. Ranma, por el contrario, se quedó mudo. Lo que tanto temía estaba pasando. La estaba perdiendo. Pero se contuvo prometiéndose a sí mismo que esa misma noche hablaría con la muchacha haciéndola desistir de la idea, por lo que simplemente dijo un "felicidades" poco entusiasta y se fue a su habitación.

Akane lo siguió con la mirada escaleras arriba y notando algunas lágrimas recorrer sus mejillas, las secó inmediatamente y disculpándose se subió a su cuarto. Sabía que Ranma iría a visitarla aquella noche y se preparó concienzudamente. Esta vez no iba a dar su brazo a torcer. Esta vez iba a pensar en ella y no en él. Había tomado su decisión y no había marcha atrás. 'Esta vez' se dijo 'si es un adiós'.


Un capitulo mas, sin nada por el momento.