Tanita: aki, la entrega numero 12 recien salidita del horno (mas bien mi PC), espero k les guste mucho mucho, pork toda la cosa dramatica esta por empezar, aunk luego las cosas me terminan saliendo diferentes a lo planeado, pero bueno…
Julia: T.T los vas a hacer sufrir mas? No crees que el cancer ya es suficiente?
Tanita: emm… no se… tal vez…o tal vez no…
Julia: T.T
Tanita: whatever, tengo una nota importante pa' todos akellos k han leido "La Esencia del Teimpo", el fic esta en pausa por mientras termino este (k ya le falta poco, no me maten!), pork escribir dos historias al mismo tiempo y a la vez tan distintas es un pokito complicado y me da HVA. Asi k les supliko un pokito de paciencia y, si asi lo desean, pueden registrar la historia en alertas pa' k el sistema les avise cuando comience con la continuación, ok?
Raciel: demente…
Julia: ok!
Tanita: ahora, a disfrutar del track!
"Una Absurda Canción de Amor"
Track 12.
Esos días anteriores a la cirugía, puedo recordarlos claramente, cada palabra, cada gesto; permití la entrada de todos mis seres amados pues sabia que este podría ser el fin de todo, mi ultima oportunidad de verlos y pedirles perdón.
Todos se pusieron muy alegres de mi decisión y día tras día había alguien a mi lado tratando de reconfortarme. Y en verdad que fue agradable, algo en mi interior comenzaba a resurgir y la calidez antes perdida regresaba poco a poco, pero no del todo.
Me dio tanto gusto al saber que Hiro y Ayaka serian padres, era lo que menos me esperaba pero de haber estado en contacto con él, lo hubiera descubierto antes. Mi hermana Maiko se había graduado de la universidad y ahora era una prominente publicista. K continuaba al lado de Ryuichi, lo cual no era muy bueno para Tatsuha pero seguía con su lucha. Sakano, Noriko, todos habían hecho con sus vidas lo que habían deseado y, sobre todo, eran muy felices. Incluso Tohma Seguchi y Mika habían ido a acompañarme. Debo admitir que sentía algo de envidia, pues al comparar sus vidas con la mía, no era para nada gratificante.
De todas las personas que cruzaron por esa habitación, aun faltaba una, Yuki; por algunas conversaciones que logre escuchar cuando aparentaba dormir, me entere de que el siempre se encontraba fuera pero parecía no tener deseos de verme. Y no lo culpo, después de cómo me había portado con él ¿Quién querría tratarme de nuevo?
Así transcurrió el tiempo hasta la noche anterior a mi cirugía, tenia mucho miedo a lo que fuera a pasar pero me lo guarde y me mostré fuerte ante todos.
Intente dormir, pero el malestar que sentía solo me provocaba pesadillas por lo que me resigne a mantenerme despierto hasta que el cansancio me venciera. Tenia los ojos cerrados cuando escuche la puerta del corredor abrirse y una leve luz dio sobre mis parpados, decidí no realizar ningún movimiento, probablemente era el personal de limpieza.
La puerta cerrándose y unos cuantos ruidos, después de eso ya no escuche mas; se me hizo muy extraño pues la puerta no se había abierto de nuevo, abrí los ojos y comencé a buscar si alguien se encontraba en la habitación, una silueta, en el marco de la ventana, llamo mi atención. Fantasmas, fue lo primero que pensé pero no sentí miedo, ese era un aspecto propio de una personalidad ya muerta; o quizás solo era Andrei, que acostumbraba siempre estar donde yo me encontraba.
Me acomode en la cama para tener una mejor visión de aquella persona que parecía estar sumida en sus pensamientos, pero hubo un detalle que me hizo sentir ese extraño vació en el cuerpo, el aroma, aquel aroma me era familiar, demasiado familiar. En ese preciso instante un ligero rayo de luna cayo sobre aquel hombre… de cabello rubio.
–Yuki –murmuraron mis labios. Al instante me lleve las manos a la boca¿Qué demonios piensas Shuichi? Probablemente solo era parte de otro de mis tontos sueños.
La figura giro su rostro hacia mí dejándome libre de dudas,… y de palabras… y de movimientos…
–Creí que dormías –fue lo que dijo mientras se iba acercando. No logre responder nada, solo me quede pasmado y con las manos aun en mi boca.
–Deberías estar descansando, Shuichi–dijo rompiendo el silencio y sentándose en la silla próxima a la cama. Mi nombre, él había pronunciado mi nombre, después de tanto tiempo sin escucharlo salir de entre sus labios, era un sentimiento muy extraño, difícil de explicar con palabras–, mañana tienes un día difícil.
A pesar de la oscuridad que nos cubría, yo podía verlo a la perfección, como si nuestros cuerpos despidieran luz propia. Sus ojos tenían luz propia. Lentamente baje mis manos y me quede observándolas, era cierto, en unas cuantas horas me estaría debatiendo entre la vida y la muerte.
Los médicos habían dicho que me encontraba lo suficientemente estable como para soportar una cirugía como esa, en la que extirparían el tumor. Desgraciadamente, nadie había podido ir a visitarme pues yo debía estar en reposo, todos se habían mostrado renuentes a tal indicación pero mi seguridad y fortaleza los había logrado disuadir.
En realidad, yo no estaba tan seguro como aparentaba, me moría del miedo al pensar en todos aquellos utensilios que utilizarían sobre mi hermoso cuerpo y, lo más inquietante, si volvería a abrir los ojos. Tenía muchos deseos de poder hablar con alguien que no fueran las enfermeras o solo ver algún rostro sonriente y no la monotonía de aquella blanca habitación.
Pero, al parecer alguien no había seguido las instrucciones médicas, creo que en realidad fueron dos personitas, Yuki y Andrei… ¿Pero que hacia Yuki en mi habitación si Andrei se pasaba vigilando los pasillos como si fuera el can Cerbero custodiando las puertas del infierno? Eso era algo que después discutiría con Andrei… de todas formas, agradecía mucho el poder estar con alguien horas antes del desenlace.
– ¿Shuichi?– ¡mi nombre otra vez! Ni baka, ni cero talento, ni escandaloso, solo mi nombre pronunciado sin mas. – ¿Deseas que me marche? Tal vez solo vine a molestarte…otra vez… –desvió su mirada y lentamente comenzó a levantarse de la silla.
– ¡NO! –fue mi muy inteligente reacción. –Ejem… no, esta bien, puedes quedarte. De todas formas no podía dormir.
–Si lo deseas, puedo llamar a alguna enfermera.
–No, gracias. He dormido casi todo el día y eso ya me tiene fastidiado, además, si se enteran que estuviste aquí sin autorización no podrás volver a entrar.
–Ya veo. Supongo que eso es malo.
–Si…supongo.
Y así pasaron los minutos, que a mi me parecieron horas, sin que ninguno dijera nada. El tenía la mirada perdida y yo solo observaba la manta que me cubría que de pronto se había vuelto muy interesante. Finalmente, me decidi a romper el hielo.
–Ehh…-con esto llame su atención –y… ¿Cómo te ha ido?
–Bien.
– ¡Que bueno!...y… ¿todavía escribes?
–Si
– ¡Oh!... –'silencio muuuuy largo' –y… ¿Qué ha sido de tu vida?
–Nada en especial, lo mismo de siempre. ( -- Hombre de pocas palabras, que agobiante.)
–Ya veo…–esta bien, si acaso, en algún lejano momento, mi cabecita creyó que Yuki me odiaba, ahí estaba la confirmación… ¿Qué es lo que iba a hacer?
– ¿Cómo te sientes? –pregunto Yuki.
– ¡Eh!...bien, supongo. No me duele nada –conteste tratando de recordar los malestares de aquel día.
–No me refería a lo físico, sino a mañana.
– ¡Ah! – ¿acaso era algún tipo de tortura¿un pago por mis pecados? Era como preguntarle a la res que siente al pensar en ser filete. –Bien.
– ¿Tienes miedo?
–Yo…–simplemente no podía decirlo. De mi boca no podía salir: No Yuki, no tengo miedo. Me había funcionado con los demás ¿Por qué con él era diferente? Tal vez eran sus ojos, que parecen ver hasta el fondo de tu alma o…quizás, ya no podía mentir. Estaba cansado de hacerlo siempre, tenía miedo y me sentía profundamente adolorido. No podía soportarlo, ya no mas. Sin darme cuenta comencé a llorar. –Yo…tengo mucho miedo. No quiero morir.
Pude sentir como sus brazos me rodeaban en un protector abrazo. Se acomodo a un lado mío sobre aquella cama y me junto mas a su cuerpo. Era una sensación muy reconfortante, mi rostro hundido en su pecho, llorando como hacia años no lo hacia, recibiendo el confort que tanto necesitaba.
Tal vez nuestra historia de amor estaba muerta, pero el tiempo que habíamos pasado juntos dejo un fuerte lazo que los años ni las experiencias vividas habían podido romper. En ese instante lo comprendí, por mucho que hubiera gritado, llorado o jurado, jamás podría llegar a odiarlo. Era demasiado importante, casi un pilar en mi vida, y lo había amado demasiado.
–Yuki, yo quería decirte algo desde hace mucho tiempo –trate de reponerme un poco y continué. –Lo siento mucho, siento mucho la forma en que te trate, como te he tratado. Pero era muy difícil para mí el comprender que ya no me amabas o que nunca me habías amado como lo imaginé. –diciendo todo esto, no podía verlo a los ojos, el recuerdo seguía siendo doloroso. –Pero, eso no me daba ningún derecho a hacer lo que hice. –Levante mi mirada y lo observe atentamente, parecía estar meditando. –Por todo esto solo quiero decir perd…
No pude terminar, sin percatarme en que momento fue sus labios estaban sobre los míos. Esa reacción me había tomado sin ninguna defensa, pero al razonarlo, no pude apartarlo, no quería. Hacia tanto tiempo que lo había soñado, quizás no en aquellas circunstancias pero si de esa forma, como solía hacerlo tiempo atrás.
Me deje llevar aferrándome a él con fuerza, como si sintiera que si no lo hacia, caería en un abismo del que ya no podría salir. Yuki coloco sus manos sobre mi espalda y nuca, tratando de desaparecer cualquier espacio que nos separara. Mordió mis labios pidiendo permiso para entrar en mi boca; su lengua junto a la mía en un vaivén que parecía no tener fin.
El mundo perdió forma a mí alrededor, por un momento olvide quien era y en donde me encontraba, solo concentrado en aquel beso lleno de sentimientos y emociones. El beso termino y lentamente fui alejando mi rostro del suyo, mi respiración era agitada y seguramente mi rostro estaría sonrojado al máximo, pues lo sentía arder. No me atreví a abrir los ojos, no quería darme cuenta de que todo aquello había sido un sueño otra vez y que mi realidad era otra completamente distinta. Si era un sueño, deseaba poder dormir eternamente.
Sus brazos volvieron a estrecharme contra su cuerpo, recargue mi cabeza sobre su pecho y después sentí la suya sobre mi. Era tan agradable estar de aquella forma, la oscuridad era nuestra única confidente y me hizo recuperar tantas cosas que había dejado escapar. Pero, tenia que proseguir, tenia que contarle todo a Yuki, debía pedir perdón y…debía despedirme, era muy probable que solo tuviera esa noche para hacerlo.
– ¡Yuki! Tengo que terminar –me aparte de el y lo encare –tal vez hoy sea el ultimo día que tenga para…
–Shh…no digas esas cosas, –su dedo estaba sobre mis labios –seguramente tendrás muchos otros días para decirme todo lo que quieras.
–Pero… ¿y si algo pasa?... si yo no…
–Prométeme algo.
–Lo que quieras.
–Prométeme que te esforzaras lo suficiente para recuperarte, que saldrás perfectamente bien de todo esto.
–Es que, Yuki, si no puedo…
–No pienses de esa forma, si lo haces… Solo prométeme que darás tu máximo esfuerzo y que no te vas a dar por vencido, como siempre lo has hecho.
–…
–Shuichi, mírame. No te vas a morir. ¡Promételo!
–… -no se porque pero decidí creer en sus palabras, si yo me esforzaba lo suficiente todo estaría bien. –Lo prometo, no me daré por vencido.
–Bien –una sonrisa sincera se dibujo en su rostro. –Ahora debes dormir, –volvió a abrazarme –necesitas descansar¿de acuerdo?
– ¿Te quedaras conmigo? No quiero estar solo –me sentía como un niño mimado.
–Por supuesto –me dio un beso en la frente y al poco rato ya estaba profundamente dormido.
Al abrir mis ojos la mañana siguiente, Yuki ya no estaba a mi lado, por un momento llegue a creer que todo había sido producto de mi imaginación pero no fue así, un ligero brillo en la mesita de noche llamo mi atención. Lo tome entre mis manos y lo reconocí de inmediato, era el encendedor que Yuki siempre traia con él y, lo mas sorprendente, fue encontrar la foto que le había pegado después de aquel día en el parque de diversiones. Nunca me imagine que conservara un detalle como ese.
El resto de la mañana paso sin contratiempos y sin sorpresas pero demasiado rápido, muy de repente las enfermeras llegaron a la habitación listas para llevarme al cuarto de cirugía¿Cómo es que el tiempo había transcurrido tan veloz? Cuando todo estuvo listo, me colocaron sobre la camilla.
Estaba en absoluto silencio, observando las luces fluorescentes del techo pasar una tras otra, un ruido constante se hizo presente y se fue incrementando conforme la camilla avanzaba, eran las voces de aquellas personas especiales en mi vida que me brindaban palabras de apoyo y cariño; pero había algo mas, del exterior del edificio, varias, quizás cientos de voces se alzaban en vítores, plegarias, saludos, ánimos, era el grupo de Fans que me deseaban una pronta recuperación. Mi dicha era enorme y sentí un profundo agradecimiento hacia todas aquellas personas que se habían tomado la molestia de interrumpir sus rutinas para venir a acompañarme y mostrarme su aprecio sincero y desinteresado.
Antes de atravesar las puertas de cirugía, logre vislumbrar a Yuki, sabia muy bien que no me alcanzaría a escuchar pero aun así murmure "Lo prometo".
.69.69.69.
Tanita: Y contestando a los review…
killua89: continuando con el fic. Roger!
Iris: la boca del estomago es la parte donde el esófago se conecta con el estomago, hay esta un músculo que parece una boca o labios según la imaginacion, que permiten la entrada de los alimentos. Espero haya quedado claro. Por lo general, este tipo de cancer es muy doloroso y degenerativo, por obvias razones.
Lune de Barlon: muchas gracias por los comentarios y me encanta que te haya gustado el fic y satisfacer tu exigencia. Respecto a las preguntitas que haces… lo dejare a que lo leas en los siguientes tracks, ya que esto no acaba y cada vez se pone mejor.
Kmiloncia: ¿final feliz? En realidad ni yo lo se pues tengo varios finales alternativos y… me he dado cuenta de que tiendo a ser muy tragica. :P
Tanita: hasta aki llegan sus bonitos comentarios. Espero k este track haya sido de su agrado y aguantense k lo mejor, y el final, estan cada vez mas cerca…
Julia: MUAHAHAHAHAHA!
Raciel: …?...
Tanita: …creo k ver tanta TV la esta afectando…
