Tanita: Pos bueno, aki 'ta, justo a tiempo, el siguiente track¿k es lo k ira a pasar?
Julia: no se!
Tanita: ¿Cómo terminara esta trágica historia?
Julia: como!
Tanita: No lo se y de todas formas no se los diré, pa' eso tienen k seguir leyendo, jojojo.
Julia: T.T ¡no¡k cruel!
Raciel: gran respuesta, eh! No, si se ve k te rompiste el coco pensando.
Tanita: ah! deja de molestar, amargado!
Julia: los dos, a callar! No ven k voy a empezar a leer!
Tanita: perdón… u.u
Raciel: …
Julia: así me gusta!
Tanita: …enjoy… it… u.u
"Una Absurda Canción de Amor"
Track 18.
Tres meses después.
La noche se encontraba repleta de estrellas y una hermosa luna llena se alzaba altanera entre ellas. Mas abajo, sobre las calles de la enorme metrópoli, miles de almas se daban cita frente a las puertas del famoso Madison Square Garden, en New York. La adrenalina flotaba libre por el aire, ya fuera arriba o abajo del escenario, todo el personal trabajaba al cien por ciento para que esa noche fuese inolvidable.
Las puertas se abrieron a las nueve en punto, dejando entrar a la excitada muchedumbre. Por desgracia, cientos de personas tuvieron que quedar fuera del evento a falta de localidades pero seguirían firmes frente al lugar esperando recibir algo de la música que, en instantes, se dejaría escuchar.
–Quince segundos para escena. –dijo una voz tras la puerta del camerino donde un muy nervioso Shuichi intentaba dar los últimos toques a su atuendo, el evento iba a ser muy especial pues no solo simbolizaba el cierre de la gira sino que era una forma de agradecimiento por el poder continuar cantando para su publico y, la gran sorpresa, compartiría el escenario con dos de sus grandes amigos y ex compañeros de banda. Aquella noche era su forma de celebrar a la vida misma.
Camino hasta posicionarse frente al micrófono, a sus costados Hiro y Suguru preparaban sus instrumentos. Shuichi observaba hacia el frente, el lugar estaba completamente oscuro, dando el típico ambiente de expectación, y por los gritos que se escuchaban se podría jurar que el lugar estaba a reventar.
Las luces se encendieron dando de lleno sobre el escenario, Shuichi sintió miles de mariposas revolotear en su estomago y, al observar el rostro de sus compañeros, supuso que ellos sentirían igual. Muy cierto era que su salud aun no era la mejor pero había sido su capricho el cantar ese día y en esa ciudad pues no sabia con certeza cuando seria la próxima vez.
Con su mirada amatista recorrió el lugar de un extremo a otro y observo el área de palcos donde, seguramente, su madre, Maiko, K, Sakano, Ayaka, la pequeña Hitomi, Sakuma, Noriko, Tatsuha, incluso Tohma y Mika estarían observándolo. Esa noche seria única y especial y así se lo haría saber al mundo, aunque tuviera que dejar el alma en el escenario.
– ¡Buenas noches, New York! –con estas palabras y miles de gritos emocionados dio inicio el mejor concierto del año.
Con los últimos acordes por parte de la guitarra, la penúltima canción del concierto concluyo. Alguien del staff le paso al pelirrosa una botella con agua, el cual agradeció el gesto. Aproximadamente, llevarían ya tres horas sin parar, Shuichi estaba extenuado y a la vez muy satisfecho por poder hacer lo que mas le gustaba y compartirlo con las miles de personas que, al unísono, coreaban todas y cada una de sus canciones.
–Quiero agradecer –dijo el pelirrosa –a todos y cada uno de ustedes por compartir esta noche conmigo y mis amigos. Tengo que admitir que este ha sido mi mejor concierto y que ustedes son un público excelente.
La gente gritaba eufórica, completamente enloquecida ante cada palabra pronunciada por el cantante, ellos también habían vivido la mejor de sus noches.
–Desgraciadamente, todo lo que empieza debe terminar y este concierto no es la excepción. Que mas daría yo el poder quedarnos aquí por siempre pero estoy seguro que la gente de la NBA nos sacaría a patadas.
"Sin embargo, no me marchare sin antes cantar esta ultima canción, a petición de todos ustedes. Esta canción habla sobre el amor y el dolor que causa una decisión equivocada por la cual la persona que mas amamos se va de nuestro lado, puede ser un amigo, un familiar, el perro o nuestra pareja.
"Espero que esta no sea la historia de ninguno y, en caso de ser así, solo me queda decirles que la vida continua y la esperanza de un futuro mejor siempre vivirá en nuestros corazones. Tengan fe y miren siempre al frente, sin bajar la vista jamás, pues el verdadero amor esta ahí, a la vuelta de la próxima esquina.
"Esta canción va dedicada –a ti, pensó el pelirrosa sin embargo la palabras fueron distintas –a ustedes. Con todo mi amor, "October".
Las luces se apagaron y, a continuación, un par de reflectores dieron sobre las únicas tres personas sobre el escenario. La música comenzó a surgir lenta y melódica, la voz de Shuichi le hizo compañía, su tono comenzó suave y triste avanzando a un ritmo más rápido y desesperado, como la letra lo requería.
I can't run anymore,
I fall before you,
Here I am,
I have nothing left,
Though I've tried to forget,
You're all that I am,
Take me home,
I'm through fighting it,
Broken,
Lifeless,
I give up,
You're my only strength,
Without you,
I can't go on,
Anymore,
Ever again.
My only hope,
(All the times I've tried)
My only peace,
(To walk away from you)
My only joy,
My only strength,
(I fall into your abounding grace)
My only power,
My only life,
(And love is where I am)
My only love.
Una tras otra, las notas fluyeron a través del ambiente llegando a los oídos de los oyentes pero, sobre todo, a sus corazones.
I can't run anymore,
I give myself to you,
I'm sorry,
I'm sorry,
In all my bitterness,
I ignored,
All that's real and true,
All I need is you,
When night falls on me,
I'll not close my eyes,
I'm too alive,
And you're too strong,
I can't lie anymore,
I fall down before you,
I'm sorry,
I'm sorry.
La gente grito, lloro y canto a todo pulmón hasta el último acorde de la canción, del concierto y de la gira en si. En definitiva, la velada fue mágica y ninguno de los presentes la olvidaría.
My only hope,
(All the times I've tried)
My only peace,
(To walk away from you)
My only joy,
My only strength,
(I fall into your abounding grace)
My only power,
My only life,
(And love is where I am)
My only love.
Constantly ignoring,
The pain consuming me,
But this time it's cut too deep,
I'll never stray again.
Shuichi se despidió de su público con lágrimas en los ojos, el concierto había vivido lo suficiente para cumplir con su cometido y esto le emocionaba sobremanera, solo le quedaba esperar que esta última canción llegara a su objetivo.
My only hope,
(All the times I've tried)
My only peace,
(To walk away from you)
My only joy,
My only strength,
(I fall into your abounding grace)
My only power,
My only life,
(And love is where I am)
My only love,
My only hope,
(All the times I've tried)
My only peace,
(To walk away from you)
My only joy,
My only strength,
(I fall into your abounding grace)
My only power,
My only life,
(And love is where I am)
My only love.
.69.69.69.
–Yuki… es que yo… no puedo, lo siento –dijo, antes de salir corriendo de aquel lugar.
.69.69.69.
Shuichi observaba la hermosa vista que aquel restaurante, colocado en el sky room, le ofrecía. Todas las luces de la ciudad estaban encendidas contranstando con el brillo de las estrellas. Sin embargo, él no ponía atención a todo esto, ni siquiera a sus amigos que estaban sentados a su alrededor, solo recordaba las palabras que había dicho la ultima vez que vio al escritor.
Eso fue… ¿lo mejor, me pregunto que esta haciendo ahora… ¿estará enojado conmigo…¡Por supuesto que si, baka! De no ser así, él hubiera venido al concierto… El pelirrosa suspiro profundamente.
– ¡SHUICHI!
– ¡AAAHHH! –Shuichi casi cayó de su silla por el enorme susto –¡Que ocurre!
–Jajaja, que gracioso te viste.
– ¡Hiro, que malo eres! Casi me matas del susto –el pelirrosa se llevo una mano al pecho intentando calmar su corazón.
–Jajaja, lo siento –Hiro limpiaba sus ojos de pequeñas lagrimillas. –Pero llevo horas hablándote y tú parecías estar de viaje en la luna.
– ¡Eh¿Yo?
–Por supuesto que tú. ¿Cuántos más conoces que se llamen Shuichi?
El cantante se sonrojo levemente.
– ¿Te sientes bien, Shindo-kun? –fue Sakano el que pregunto. –Anas un poco distrito, quizás estés cansado por el concierto.
–El tiene razón, hijo. ¿No quieres ir a descansar? –pregunto su madre. Al instante, las miradas del resto estaban fijas sobre su persona.
– ¡Ah, no! No se preocupen, estoy perfectamente bien.
– ¿En serio? –Ryuichi parecía a punto de llorar.
– ¡Eh! Si, en serio.
–Si te sientes mal, Kuma-chan puede revisarte por que él es un
–…gran doctor –interrumpió, un tanto fastidiado, el pelirrosa. –En verdad, me siento bien Kumagoro, Sakuma-san. Es mas, estaremos aquí hasta que el sol salga y ustedes tengan que ir al aeropuerto ¡Esta noche hay que celebrarla al máximo!
– ¡Bien dicho, Shuichi! –dijo Tatsuha. –Entonces¿en que nos quedamos, Ryuichi¿algo sobre ir a tu habitación?
–Tú si eres uno de los míos, Shuichi. ¡Camarero! Tráiganos otra ronda y usted, joven Uesugui, puede sentarse aquí a mi lado.
– ¡Pero…! –repuso Tatsuha.
–SIN PEROS, OK? –K comenzó a cargar su letal arma y Tatsuha no le quedo otra opción más que aceptar.
–…esta bien… -se levanto de su asiento y camino hasta el otro extremo de la mesa suspirando amargamente y con un rastro de fuegos mortuorios tras él.
–Veras como te diviertes con K, él es muy gracioso –dijo un sonriente Ryuichi.
Después de esto y la llegada de la siguiente ronda, el grupo comenzó de nuevo con las pláticas. Shuichi intentaba captar el hilo de la conversación pero el cansancio y el rápido cambiar de tema no le eran de gran ayuda.
Por un instante, se vio envuelto en el mismo recuerdo de hacia un momento. Esa canción, tenia poco tiempo de haberla escrito pero no por eso era menos especial, al contrario, pues contenía un mensaje que, quizás de otra forma y en otras circunstancias, nunca hubiera sido capaz de expresar. Solo existía un detalle que le preocupaba¿habría escuchado? O quizás, no entendía el mensaje…
–No te preocupes –susurro una voz muy cerca de su oído. Shu se sobresalto un poco, giro su rostro hacia la derecha y allí lo vio, sentado junto a él, con una dulce sonrisa en el rostro.
–Estoy seguro que él escucho –dijo Andrei.
– ¿Cómo?
–Lo entenderá, solo ten un poco de fe.
¿Acaso Andrei, de un tiempo para acá, podía leer la mente? pensó el pelirrosa, le desconcertaba que de la nada el castaño le dijera tal cosa. Andrei rió suavemente.
–No, Shuichi. No leo la mente, es solo que tu rostro comienza a reflejar más.
El pelirrosa guardo silencio y le observo un tanto extrañado. Pero, al meditar sobre sus palabras, comprendió que en verdad no existía motivo alguno para preocuparse, quizás el tiempo le daría alguna oportunidad, mientras tanto el intento ya estaba hecho. Sonrió por tal pensamiento y, finalmente, agrego:
–Tienes razón. Gracias.
Y la noche continuo con el carácter siempre alegre del antiguo Shuichi.
.69.69.69.
Lentamente fue abriendo sus ojos, estuvo un momento acostado en la misma posición hasta que finalmente decidió levantarse, camino hacia la ventana y corrió las cortinas que la cubrían, el cielo era claro pero un tanto grisáceo, típica mañana de invierno. Observo los enormes rascacielos, que parecían competir entre si para ver cual era mas alto, y las bulliciosas calles de la ciudad luciendo una hermosa cubierta blanquecina, causado por la nevada de anoche.
Comió un ligero desayuno y tomo las llaves del departamento antes de cerrar la puerta. Salio del edificio donde vivía y se unió a la gente que inundaba las calles y se abarrotaba frente a los mostradores de las tiendas realizando las muy conocidas compras de último momento. Esa noche se celebraría el fin de año.
Camino hasta una florería que era atendida por una anciana y su esposo. Entro al lugar, los saludo cortésmente y pidió el mismo ramo de siempre, rosas blancas, la señora le atendió con gusto mientras platicaba con el joven. Este pago por las flores y antes de salir les deseo un muy feliz año nuevo a lo cual la pareja le despidió de igual forma.
Siguió con su típico recorrido, el mismo desde hacia tres meses, por fin llego a su destino. Acomodo las flores en un florero que allí había, se arrodillo sin importarle la nieve que cubría el césped que solía ser siempre verde.
– ¡Hola, Yuki! –dijo, al terminar con su pequeña oración. – ¿Cómo has estado? Adivina que me paso… ¿Ni idea?... ¡Pues ayer di mi ultimo concierto¡Fue grandioso! Ni te imaginas la cantidad de gente que fue. Tambien estuvieron mis amigos, mi madre y mi hermana, los extrañaba tanto. Pensé que iban a estar muy molestos por lo de mi partida pero parece ser que ya lo habían asimilado.
Shuichi levanto el rostro y observo las ramas de un gran árbol, este aun tenia unas cuantas hojas muertas. Una avecilla se poso sobre el pero un aire frió le hizo levantar el vuelo. Intento localizarla entre la arboleda que se extendía por el lugar pero no tuvo éxito. Resignado, suspiro profundamente y continúo hablando.
–Sabes… intento seguir tu consejo, pero… es difícil… Creo que llevo arrepintiéndome desde que llegue… Ayer cante la canción que te había comentado…
Unas voces frente a él le sacaron de sus cavilaciones, era una joven pareja que parecía visitar la tumba de una niña, la estatua de un querubín se encontraba sobre esta. Shu regreso la vista a la tumba que él visitaba, no tenia nada que la hiciera diferente al resto, mas bien tenia una sola lapida común y corriente.
–Andrei me dijo que no me preocupara, que seguramente él la habría escuchado… ¿Tú crees que así sea? Yo ya no estoy muy seguro de que pensar… ¡Por cierto! La canción se llama "October", muy acorde a la estación¿no crees?
–Eso parece, aunque octubre aun es parte del otoño.
– ¿Yuki? –Shuichi giro rápidamente para comprobar si su oído no le engañaba. Se sorprendió de verlo allí, parado frente a él aunque después rió al pensar lo irónico de la situación. –Es gracioso ver como siempre te apareces cuando menos me lo espero.
–Supongo que es un don innato.
–Jajaja, quizás así sea.
– ¿Qué haces aquí, Shuichi?
–Yo… bueno, solo venia a visitarlo –dijo, señalando la lápida de Yuki Kitazawa.
– ¡Eso es obvio!
–Perdón –el pelirrosa puso una mano tras su cabeza y saco la lengua. –Solo digamos que le debo una.
–Eres un sujeto muy extraño.
–Solo un poco. Pero¿Qué haces tú aquí?
–Es por estas fechas cuando él murió.
-¡Oh! Lo siento.
El escritor deposito un ramo de flores sobre la tumba de Kitazawa y la observo por un rato. Shuichi no sabia que decir, imaginaba que probablemente Yuki estaba molesto con él pues no había asistido al concierto y no creía que el boleto no hubiese llegado a tiempo.
– ¿Cómo has estado? –pregunto el rubio que ya se encontraba sentado sobre una banca de mármol. –Vas a resfriarte si te quedas allí.
– ¡Ah, si! –Shuichi fue a sentarse junto a él. –He estado bien, gracias por preguntar.
–No creí que pudiera verte en estos días, supuse que estarías festejando con tus amigos.
–Eso fue anoche, hoy tuvieron que regresar.
– ¿Tu madre y tu hermana también?
–Sip, ya tenían planes.
– ¿Por qué no fuiste con ellas?
–El doctor me prohibió realizar viajes largos después del concierto, me recomendó descansar todo lo posible. Además, ellas iban a pasar estos días con la familia de mi madre y pues no es posible traerlos a todos.
–Ya veo.
–Pero estoy seguro que habrá otra ocasión para visitarlos.
–Entonces, el psicópata de tu guardaespaldas estará contigo. Me extraña que no ande por aquí. –Eiri repaso el lugar con su mirada por si acaso aquel sujeto se escondía por allí.
– ¿Te refieres… a Andrei?
– ¿Quién mas vive pegado a ti las 24 horas?
–Jajaja, Andrei no es mi guardaespaldas.
–Bueno, bueno, tu productor o lo que sea que haga.
–Él y yo solo somos amigos. –Yuki se extraño ante la respuesta y Shuichi, entendiendo su expresión, agrego: –Ya no trabajamos juntos.
– ¿Por qué?
–No estoy muy seguro pero ayer fue el último día. Solo me dijo que ya era hora de tomar caminos separados, que ya no era necesaria su presencia. Supongo que en estos momentos debe estar en Rusia con su familia. Fue muy gracioso el despedirlo, no se subió al avión hasta que me aseguro que la disquera y él siempre me apoyarían y me hizo jurarle que lo llamaría si necesitaba algo, hubieras visto la expresión de las personas, ya estaban desesperadas por despegar, jajaja. Es una gran persona, sabes, es como un hermano para mí, creo que nunca podré pagarle todo lo que hizo.
–Yo tampoco –murmuro Eiri.
Ambos guardaron silencio por un rato, pues ¿Qué mas quedaba por decir? Solo las típicas frases de cortesía y una que otra anécdota, quizás.
– ¿Cómo te has sentido? –pregunto el escritor.
–Bien.
–Y… ¿Qué tal la terapia?
–Pues… no es tan terrible como lo imaginé, solo que es un poco aburrido no poder hacer todo lo que quiera. ¡Ni siquiera puedo comer chocolates¿Puedes creerlo? Tal vez tratan de matarme de hambre o hacerme adelgazar hasta desaparecer…
–Tal vez…
–Y¿Cómo has estado, Yuki?
–Igual que siempre.
– ¿Y tu padre?
–Supongo que vivirá hasta el próximo milenio.
– ¡Eso significa que no has ido a visitarlo!
–Mmh… ¿Qué puedo decir?
– ¡Pero que malo eres, Yuki! Como sea, nunca haces caso. Bueno, la próxima vez que lo visites, que espero sea pronto, lo saludas de mi parte¿ok?
–Como quieras, pero es mas probable que tú vayas primero.
– ¡Yuki! –Shuichi inflo sus mejillas mientras hacia pucheros.
–Jajaja. Te ves muy gracioso así, Shu.
–…tú… reíste… ¿acaso es el fin del mundo? –el pelirrosa tenia los ojos abiertos como platos.
–La gente ríe cuando algo le hace gracia. Es de lo mas normal¿acaso tú no lo haces? –dijo sarcásticamente el rubio.
– ¡Claro que si! –Shuichi cruzo los brazos y se giro indignado. –Pero en ti no es muy "normal".
–Todos cambiamos alguna vez.
–Yuki… –el cantante no se esperaba una respuesta así, cuando se giro nuevamente observo que el escritor aun le sonreía, no sabia que hacer o que decir. Lucia tan bien de esa forma y el tenerlo tan cerca era… Podía sentir cientos de descargas eléctricas atravesando su cuerpo y nublándole el pensamiento, deseaba poder pasar horas así, observando cada detalle en el rostro del escritor. Shu se sonrojo ligeramente. Si tan solo…
De repente, Shuichi sintió los brazos del rubio atrapándolo en un fuerte abrazo. No supo muy bien en que momento fue que correspondió el abrazo, pero no le importo mucho ya que la sensación de bienestar era absoluta.
–Fue un gusto volver a verte –susurro el escritor. –Ojala que este encuentro se vuelva a repetir pronto –el abrazo concluyo y ambos quedaron viéndose de frente.
"Por cierto, esa canción, la ultima del concierto, es muy triste para ti, sin embargo me gusto, creo que comienzas a tener un poco de talento.
–Pero… anoche fue la primera vez que… –repuso Shuichi un tanto confundido.
–Lo se –interrumpió el rubio.
– ¡Estuviste en el concierto! Pero… ¿Por qué no usaste el boleto que te envié? Yo… creí que tú estabas…
–…molesto contigo?
–…si…
–Nunca podría enojarme contigo, Shuichi. Si no utilice aquella entrada es solo porque no me apetecía estar con los demás, no porque no quisiera verte.
–Yuki.
–Bueno, tengo que marcharme –dijo el escritor. –Deje a mi editora esperando por un avance de mi novela. Cuídate mucho y, si necesitas algo, sabes que puedes contar conmigo.
Un breve abrazo y un beso en la frente del pelirrosa fue la forma de despedirse de Eiri. Shuichi lo vio levantarse de la banca y tomar camino sobre la blanca nieve y entre las lapidas del cementerio, sin voltear la vista atrás, alejándose una vez mas de su vida.
Si tan solo… Shuichi cerró los ojos con fuerza. Si tan solo… tuviera el valor suficiente… pero…
"Nunca te arrepientas de las decisiones que tomes si estas te llevan a tu felicidad."
No quiero… ¡No quiero arrepentirme otra vez! Pensó el pelirrosa. Abrió los ojos y observo la silueta de aquel hombre, de ojos dorados, que aun se encontraba cerca de él. Con determinación, se levanto de su lugar y corrió hasta alcanzarle.
– ¡Espera, Yuki!
El rubio se detuvo a la mención de su nombre y volvió el rostro hacia la persona que lo llamaba. Shuichi se detuvo frente a él, su respiración era agitada y recargo su peso sobre sus rodillas semiflexionadas provocando que el flequillo de la frente le cubriese los ojos, impidiendo ver su expresión.
– ¿Ocurre algo? –pregunto el escritor.
–Yuki… yo… esa canción… la escribí para ti… –dijo entrecortadamente.
–Lo se.
–Pero…
–Esa no es tu historia, Shuichi. Lo dejaste todo muy claro en el aeropuerto, no tienes porque darme explicaciones. No sientas lastima por mi.
Eiri volvió a despedirse pero antes de poder dar el primer paso la mano del pelirrosa sobre el puño de su abrigo lo detuvo.
–…perdón… yo… lo siento… lo siento mucho…
– ¿De que hablas, Shuichi? No has hecho nada malo ¿Por qué te disculpas? –pregunto el escritor, se preocupo mas al notar que Shuichi seguía con la mirada baja y, al parecer, sin poder contestarle.
–…te mentí… –continuo el pelirrosa, su voz sonaba a punto de quebrarse –…lo que dije… fue una mentira… tenia miedo… de que me lastimaras otra vez… no quería arrepentirme… pero… es difícil… le prometí que no lo haría… pero no puedo…
– ¿A quien te refieres?
–…ese día… te conté todo, mi vida…
– ¿Hablas de cuanto te marchaste?
–…si… dije que estaba bien… que así era feliz… pero… no es cierto… no puedo ser feliz… si tu no estas aquí…
Ambos se encontraban bajo la protección de un enorme fresno, las pocas hojas que aun conservaba se mecían al compás del viento y acompañaban a los pequeños copos de nieve que comenzaron a caer.
Shuichi aun se aferraba a la manga del escritor, no podía dejarle ir sin que este supiera la verdad, era muy probable que ese discurso ya no sirviera de nada pero, por lo menos, le quitaría la opresión que sentía en el pecho.
–…yo… yo te amo Yuki… te amo quizás mas que la primera vez… mas de lo que debería… se que es tonto decirlo ahora, después de tanto tiempo… –Shuichi levanto su rostro el cual estaba húmedo por las lagrimas que no cesaban de caer de sus ojos amatistas –…pero… si no lo hacia, el arrepentimiento no me iba a dejar en paz… se muy bien… –deshizo su agarre y volvió a ocultar su mirada –…que no me ibas a esperar siempre… con los brazos abiertos… es solo que… quería que lo supieras… por si alguna vez… –ya no pudo terminar la frase, el llanto se lo impedía, termino por recargar su espalda sobre el tronco del árbol y cubrirse los ojos con su mano.
–Shuichi, –el escritor tomo el rostro del pelirrosa provocando que sus miradas se encontraran –sabes que te amo, por mi te esperaría toda la vida de ser necesario. No estoy muy seguro cuando fue que todo esto empezó, probablemente el mismo día que te conocí, nunca llegue a imaginar que tomarías un lugar tan especial en mi vida pero te puedo asegurar que este sentimiento vivirá por siempre –de uno de sus bolsillos saco un pañuelo y comenzó a borrar el rastro que las lagrimas habían dejado sobre la cara de Shuichi.
–Yuki…
–No soy la mejor persona y te he causado muchísimo dolor pero, te lo pregunto una vez más¿me darías la oportunidad de enmendar mi error¿me dejarías estar a tu lado una vez más y mostrarte, día a día, cuanto te amo?
Shuichi no dijo nada, se encontraba perdido en la dorada mirada y el calido contacto de las manos del escritor sobre su rostro, en un acto reflejo coloco las suyas encima y, con un movimiento de cabeza, asintió confirmando después su respuesta con la voz.
El rostro se le ilumino a ambos, los miedos, la ira y la decepción les habían hecho cometer infinidad de errores, uno tras otro, y los había separado por demasiado tiempo pero, cuando dos almas se pertenecen, cuando los corazones se funden en uno, el amor que existe es tan grande que nada ni nadie puede desaparecerlo.
Yuki unió sus cuerpos en un abrazo que eliminara cualquier espacio entre ellos y, como en toda novela romántica, sellaron ese momento con un dulce y muy anhelado beso que se les antojo como el mejor de todos.
–Te amo, Yuki.
–Te amo, Shuichi.
Que viniera lo que tuviera que venir, que el mundo se partiera en dos en ese mismo momento, ya nada tenia importancia pues ellos se amaban y eso es algo que jamás cambiaria.
FIN.
Tanita: muy bien, aki esta, el FIN, k fello sentí al escribir esas tres letras… creo k voy a llorar…
Julia: por fin! los dejaste vivir juntos y felices… T.T soy tan feliz!
Tanita: bueno… tendremos k superarlo, algún día tenia k acabar pero eso no significa k deje de escribir, pronto me verán trabajando en el fic "La Esencia del Tiempo", por akello de las amenazas de no haberlo continuado.
Julia: es k fue muy cruel dejarlo así!
Tanita: pos si, pero me es difícil escribir varias historias al mismo tiempo.
Raciel: se le llama falta de capacidad
Tanita: cállate! No pienso enojarme contigo hoy, estoy feliz por este final y la gran sorpresa!
Julia: cual sorpresa?
Tanita: mmm… te lo diré, aunk aun no estoy muy segura de ello. Es probable k esta historia tenga un siguiente track con un segundo final casi como alternativo, ubicado tiempo después a este, pero aun falta ver si realmente me agradaba pues, no se si se habrán dado cuenta, la canción: "Una Absurda Canción de Amor" jamás apareció y pos como terminar el fic sin la canción "principal"
Julia: oh! Tienes razón, no me había dado cuenta.
Raciel: …patético… ya déjalo morir así!
Tanita: YO haré lo k me de la regalada gana con MI historia, ok?
Raciel: como kieras, solo terminaras más hundida en el fango.
Tanita: no oigo, no oigo, soy de palo!
Raciel: infantil…
Tanita: TOM! REVIEWS!
Tom: aki están!
Tanita: buen chico, ten, toma una galleta.
Tom: ahora soy el perro?
Tanita: n.n
killua89: ah! con k a eso te referías! Kizas deba leer mas seguido lo k escribo, Andrei es hermoso! Lo malo que no explique mucho sobre él pero es que la historia era Shu x Yuki y no Shu x Yuki x Andrei, aunk tuvo sus tintes. Espero k el final haya sido de tu agrado y pues nos seguiremos leyendo, i hope. Muchos besitos y abrazos.
Queenofthedeath: muchísimas gracias por los comentarios. Veo k fuiste una victima mas de mis cortes de suspenso. Pues, supongo k ya descubrí k Shu no dijo lo k esperabas k dijera, tuvo k esperar varios meses después, una pregunta¿en algun momento se entiende k es Eiri el k esta muerto? Bueno, espero seguir leyéndonos por estos lares, cuídate mucho.
Tanita: muy bien gente, solo me keda decir gracias por todos sus comentarios y/o que siguieron esta historia paso a paso, y si tu eres uno de los k les dio HVA escribir este es un buen momento pa' dejar tu comentario final, espero que esta historia les haya gustado, a todos un abrazo muy fuerte y que siempre tengas éxito en lo que hagan, no se dejen derrotar por las adversidades pues la vida continua. Nos vemos.
Tom: Hasta pronto!
Raciel: adiós.
Julia: Bye bye. Kisses kisses.
