Titulo: Harry Potter y la villa amurallada.
Autora: MiRuG
Disclaimer: Nada mío.... Todo de Rowling y de quien ella quiera...
Spoilers: Si.
Notas de la Autora:
Capitulo V:
Oyó el ya característico silbido producido por una flecha, con sus reflejos increíbles se giró , con un movimiento vertiginoso saco la espada, y partió la flecha con un movimiento oblicuo.
Sus manos cogieron al varita con extrema rapidez. ¡No iba a mostrar su real fuerza! ¡Jamás había que hacerlo ante el enemigo! Un escudo bastante simple los envolvió, a él y a Farion. Harry sintió una presencia, aun así sin necesidad de magia, la cosa era lógica, una flecha no se lanzaba sola. Farion relinchó, parecía contento. Harry no se pudo impedir pensar en que demonios pasaría por la cabeza de su montura para estar contento. ¡Los estaban atacando! Dejo pasar ese pensamiento y con una floritura de varita, el hombre lanzó un hechizo aturdidor a su atacante que por el insulto que pudo oír, había pasado rozando a "la mujer".
Su suposición había sido correcta, ya que segundos después y con una facilidad sorprendente, una mujer saltaba de uno de los árboles, muy cerca de donde se encontraba parado Potter.
La figura de la mujer, impresiono al Gryffindor. Era una mujer alta, de piel morena. Una melena negra le llegaba hasta la cintura, perfectamente lisa y resplandeciente. Llevaba un ceñido top-sujetador en color pardo que revelaba un vientre plano y unos pequeños mini-shorts que dejaban ver unas perfectas y bronceadas piernas. Colgado al hombro llevaba un arco con su carcaj y una espalda, haciendo una cruz. Los ojos azules de la mujer atrajeron de inmediato a los verdes.
La mujer saco la espada, al tiempo que dejaba los demás objetos en el suelo. Avanzó con tranquilidad, al tiempo que Harry, aun con su espada delante, bajo el escudo.
Con una increíble fuerza, los dos se enzarzaron en una pelea. Más que una pelea, parecía una demostración casi de función. Los dos tenían miradas decididas. Cuando finalmente tras varios movimientos, los dos terminaron con dos cortes, ella en el brazo derecho y él en el izquierdo, y sin espadas.
- No está mal, para un hombre.- comentó la mujer.
- Tú tampoco lo has hecho mal.- contestó con el mismo tono de burla que la mujer.
- ¿Qué haces aquí? No estas autorizado.
- ¿Hay que tener autorización?
- Estás en nuestro territorio.
- ¿Nuestro?- se extraño el hombre.
La conversación era ya demasiado extraña.
- Territorio amazona.- contestó la mujer con una sonrisa burlona.- ¿No lo sabías?
El hombre miró directamente a los ojos de la mujer, como esperando una chispa de diversión. Pero vio seriedad. Así que ahora estaba en territorio amazona…¡Las amazonas existían!
- Te tengo que llevar al poblado.
- ¿Y que te hace pensar que te voy a acompañar?
- Esto.
La mujer con un rápido movimiento, había tocado, pulsado, en vario lugares del cuerpo de Potter y este había quedado inconsciente.
- ¿Qué tal estas, pequeño Farion? – preguntó la mujer antes de pasar su mano por encima de la cabeza del caballo, que relincho en señal de asentimiento. – Yo también estoy muy bien. A ver que hacemos con tu jinete.
El caballo meneo la cabeza, como si comprendiese lo que la mujer le decía. La mujer sonrió, al tiempo que emprendía la hora de marcha que quedaba hasta la aldea.
La aldea estaba construida a la antigua usanza, encima de los árboles, miles de pasadizos de madera entrelazaban los habitáculos. El pueblo tenía algo que le daba un toque especial. Parecía como si el tiempo se hubiera parado allí, y que no hubieran transcurrido años, desde la edad media aproximadamente.
Mujeres con atuendos muy parecidos al que llevaba la atacante del niño que vivió se paseaban, ajetreadas, tranquilas o simplemente inmersas en sus pensamientos. Algunas se quedaron viendo durante unos segundos el cuerpo inerte del hombre, que se apoyaba en el caballo alado, pero rápidamente volvían a sus asuntos, como si no fuera importante. Sabían por experiencia que era mejor no husmear en los asuntos de Zaira, princesa amazona, de extrema belleza y contundente fuerza.
En medio del poblado, había un enorme palacio, de piedra, que bajo el sol reflejaba tonos verdosos y dorados, para confundirlo con el bosque. Era una enorme pirámide, con un balcón gigantesco cerca de la cumbre. En la entrada, estaban situadas, dos preciosas estatuas de monumental tamaño, se erguían orgullosas, mirando amenazadoramente hacia todo el que quisiera entrar a Palacio. Representaban, una de ellas la de un fuerte hombre, de cabellos largos y rasgos muy marcados y la otra, una bella mujer, con un arco cargado.
Los ojos azules de la mujer se pasearon por la fachada de su hogar, maravillados, como cada vez que lo hacían.
Con Potter a cuestas, llegó hasta el despacho de su madre, que se encontraba redactado no se sabía que documento, en una lengua olvidada.
- Zaira, buenos días.
- Igualmente madre.
- ¿Y el apuesto joven?
- Lo encontré husmeando en el bosque.
- ¿Y lo has traído a palacio?- preguntó la reina alzando elegantemente una ceja, y apartando momentáneamente la vista del escrito para dirigirla hacia la mujer.
La chica sonrió avergonzada, mientras con rapidez pensaba, por que demonios había traído al chico.
- Lo vi montado en Farion. Y bueno, supuse, que querrías ver al rebelde caballito. Mejor dicho que Esila querría verlo.
- Vamos, Esila no es una yegua que necesite cualquier tipo de tratamiento por parte de esa bestia.
- Es un simple animal, madre.- respondió con sorna la princesa, antes de sentarse despreocupadamente en frente del escritorio de la mayor.- Nunca te ha gustado, por que se rehusaba a dejarte montar. De todas formas, lo mereces por pretenciosa.
- ¡¿Yo?! ¡¿Pretenciosa?!- repitió con los ojos extremadamente abiertos la mujer.- Mírate al espejo antes de hablar.
- Madre, no sé como le puedes decir eso a tu hija preferida.
- Por que no tengo otra...
- Te quejaras.
Un ligero golpe, sobresalto a las dos. El cuerpo medio consciente de Potter, acababa de caerse al suelo, produciendo un ruido seco. En medio segundo, Harry se encontraba, de pie, con una daga en la mano, los ojos medio cerrados, pero brillando intensamente.
- ¿Quién demonios sois?
- Yexalen. Para servirle.- comentó la reina, seriamente.
- Zaida. ¿Y tú, forastero?
- Harry Potter.- respondió él sin dejar de apuntarles con la daga.- ¿Dónde estoy?
- En Palacio.
- En un palacio de Amazonas. ¿Por qué eso me dijiste antes, que tú eras una amazona?- preguntó burlonamente Potter.
- Vuelve a emplear ese tono y te rajo la garganta.- contestó Zaira inmediatamente colocando el filo de su espada cerca del cuello de Harry.
- Eso será si logras tocarme, preciosa.- contestó con el tono aun más burlón él.
La espada se movió con rapidez hacía el sitio donde se encontraba Harry, pero antes de tocarle, esta había desaparecido en el aire, costando que la princesa diera toda una vuelta alrededor de ella misma, por el impulso que había cogido. El niño que vivio, rió con fuerza, al ver la cara que tenía en aquellos momentos la delgada guerrera.
- ¿Qué has hecho con mi espada? ¡Devuélvela de inmediato! No has podido usar un hechizo desvanecedor, está protegida contra ellos.
- Tranquila, Zaira, preciosa. Primero me vas a explicar por que demonios me has dormido en el bosque. Y donde estamos, si quieres que te dé la espada, claro.- chantajeó el Gryffindor con una sonrisa muy Slytherin.
- Las explicaciones pertinentes le serán dadas, señor Potter. Pero le sugiero que le devuelva su espada a mi hija.-ordenó la reina seriamente.
- No acepto ordenes de nadie desde hace tiempo, así que, le sugiero que intente ser más amable.- contestó Harry al tiempo que con precisión esquivaba un ataque de la joven.
Rápidamente, el hombre, movió el pie hasta ponerle una zancadilla a la chica, que no tardó en caer, y llevarse con ella media camisa del niño de oro, protegido de Dumbledor.
- ¡¿Qué demonios?!- susurró la reina con los ojos abiertos y acercándose hasta el joven.- ¿De donde lo has sacado?
- ¿El qué?- interrogó Harry extrañado.
- El colgante, estúpido. ¡El colgante!- exclamó ella con fuerza.
- ¿Qué pasa con mi colgante?
Sintió como los fríos dedos de la mujer se posaban sobre su pecho, y cogían con cuidado el colgante que le había sido entregado junto con sus armas. Él mismo, se había quedado mirándolo varias veces, lo había examinado, por arriba, por abajo, del anverso y del reverso, y siempre llegaba a la misma conclusión, aquel colgante era tan misterioso como atrayente.
Harry al ver que la mujer estaba realmente interesada por él, no pudo más que preguntar:
- ¿Sabe algo de él?
- Lo importante es saber que es lo que sabes tú de él.
- No sé más de lo que me han dicho señora. Y eso es nada.- tanteó Harry el terreno. Había descubierto en un libro de la biblioteca, que el colgante era bastante más de lo que parecía, era un objeto excepcional, un objeto de dioses.
- Entonces no sabes a quién perteneció. De todas formas, eso indica que eres tú, el elegido. Muchas tareas te esperan, en un futuro próximo. Tu destino te tiene preparadas muchas sorpresas, muchacho.- dijo con voz profunda la mujer antes de volver a sentarse delante de su escritorio y indicarle a su hija que se calmara y sentase a su vez.- Puede sentarse, señor Potter.
Harry obedeció, haciendo que la espada de la princesa apareciera de nuevo y entregándosela a su dueña.
- Hagamos un poco de historia, señor Potter. ¿Qué sabe usted sobre las amazonas?
- ¿Las de fantasía muggle?
Las dos mujeres le mandaron miradas asesinas. Y después Yexalen asintió:
- Puede ser un buen principio.
- Según las leyendas muggles, son muy buenas guerreras, autónomas, viven en tribus, bajo el mandato de una elegida. Según los lugares, las leyendas son diferentes. Se habla de mujeres guerreras desde el norte de Europa hasta Japón. Así que hay variedad para elegir. Aun que entre las más conocidas se encuentras las de Grecia, o mejor dicho pregriegas, ya que con los griegos, éstas emigraron. Centrándonos en eso, nos encontramos con que las amazonas eran muy autónomas, luchadoras y fuertes; usaban a los hombres única y exclusivamente para la reproducción. Creo que eso es en general todo lo que sé.
Las dos mujeres se miraron y negaron con la cabeza muy brevemente, cosa que no paso para nada desapercibida a los ojos de Harry.
- Tienes mucho que aprender, efectivamente como tu dices, eso solo son leyendas muggles, aun que, deberás saber que algunas de las cosas, son verdades a medias. Primero, nuestro pueblo desciende de un dios, un solo dios, hombre. Le han nombrado de muchas formas, Marte o Ares, entre otras y siendo para ti, supongo las más conocidas. Aquí él no tiene nombre, eres libre de llamarlo papa, como de llamarlo señor. Todo depende de lo unido a las creencias que estés. Aquí dentro hay gente que cree en ello, hay mujeres que no creen en ello, que están aquí como liberación espiritual, por que eran oprimidas en sus casas, o por que no les gustaba el machismo reinante en el mundo. Te puedes encontrar con madres de familia, que han dejado toda una vida detrás y con jovencitas que conocen estos parajes desde pequeña, por que su familia lleva viviendo aquí desde hace más de mil años.- la mujer guardó silencio unos segundos.- Eso que has dicho que solo usamos a los hombres para la reproducción es totalmente cierto, para la mayoría de los casos. Hay mujeres que prefieren dejarlo todo por amor y irse con sus maridos. Otras que mantienen una relación, o varias, con un hombre y que sin embargo siempre terminan por volver. Aun así, la mayoría de los casos que se dan son los de una noche de revolcón y luego, no se habla más del tema. Volviendo al tema sobre nuestros orígenes, te diré, que si bien, nosotras hemos conservado una descendencia de reinas, a la que tengo el placer de pertenecer.- dijo ella con sumo orgullo.- Él también conservo una línea de descendientes. Medio dioses. De Él, salieron dos niños, la primera de nosotros, y a la vez, él primer hombre de la familia. Los destinos hicieron que los dos se llegaran a odiar, por conseguir el cariño de su padre. Hasta que finalmente Él dijo basta y dio a cada uno su reino. Nosotras invadimos su reino, hasta matar a todos los príncipes de este, y creíamos que estaban muertos, pero parece ser que se salvaron, y que por lo menos uno de ellos, fue sacado de "Nizeo" y vivió entre muggles, él y toda su descendencia.
- ¿Nizeo?- preguntó Harry sorprendido.
- Nizeo. Esta tierra. Pertenece al mundo que tú conoces, pero esta entre dos dimensiones.- explico Zaira.
- ¿De donde es el nombre? ¿Cómo llegasteis hasta aquí?- preguntó Harry cada vez más interesado.
- Esto se llamaba así, antes de nuestra presencia. Y como llegamos aquí, fue gracias a un poderoso hechicero.
Harry alzó una ceja.
- Merlín, tuvo un amorío con una de las nuestras y consiguió salvar nuestro pueblo, que ya estaba a punto de extinguirse allá por los principios de la Edad Media.- contestó la reina aquella vez.
- ¿Bueno y yo que tengo que ver con todas estas historias?- preguntó Harry suavemente, algunas hipótesis ya se habían formado en su mente.
- ¿Tú que crees?- preguntó Yexalen.- No es casualidad que lleves ese collar.
Ella sacó de entre sus ropas, que eran, aun que ligeramente transparentes más abundantes que las que llevaban las demás habitantes. un collar, que era, igual que el del chico, solo que en vez de los salientes que tenía el suyo, eran entrantes de la misma forma, cosa que hacia que encajara. Parecía que el dibujo en la piedra, era original y que simplemente habían partido las dos partes, era realmente magnifico y increíble.
- Te he dicho que nuestro dios tuvo un hijo y una hija, verdad, pues tu eres descendiente de él, y nosotras de ella. Los collares fueron entregados por Él, para sus dos hijos, para que recordaran sus orígenes.
- Así que yo... Soy familia vuestra.
- Familia que creíamos muerta.- respondió Zaira haciendo que su espada apuntara directamente a la garganta del chico.
- Quieres tranquilizarte Zaira por favor. Sé como te hemos educado, como a una princesa amazona, pero hay cosas que ignoras por completo.- tranquilizó la madre, haciendo que Harry soltara un poco de aire que había retenido.
- ¿Y cuales son esas cosas?- preguntó ella, habiendo enfundado la espada.
- Profecías, textos antiguos y sobre todo su vida.
¿Profecías? ¿Más profecías? Harry creyó que aquel mismo día se suicidaría. Yexalen debió ver la cara impregnada de fatalismo que había puesto Harry por que dijo:
- Es tu destino, no puedes cambiar lo que ya está dicho. Él te matara si tú no lo matas. Y hay mucha gente que te necesita, más de lo que imaginas.
¿Cómo sabía ella de la profecía de Trelawney? Los ojos de Harry se agrandaron.
- Sibyll Trelawney es una de las nuestras, pequeño.- contestó la reina mirando a Harry directamente a los ojos.
¿Qué QUE?
- Accedió a ir a Hogwarts como cualquier alumna, gracias a la ayuda de varios hechizos, ella es una profetisa real, ella solo interpreta un papel, qué yo misma le ordene, cuando descubrí su don y que encontré a tu familia. Aquella profecía la había dado, años antes de que Dumbledor pudiera escucharla. Ahora mismo, la mujer es bastante mayor de lo que la has visto, y mucho más enérgica y guapa, debo decir. Ella ha permanecido allí, única y exclusivamente para asegurar tú seguridad dentro del castillo. Soy enteramente fanática de la frase, si quieres un buen trabajo, solo confía en los tuyos. Más bien, ella me confió su reino a mí. Es mi madre. Antigua reina.
Harry se cuestiono seriamente si se encontraba en un sueño. El fraude de profesora de adivinación, era en realidad una reina guerrera, entrada en edad, que era familia suya. Sin poder evitarlo, y dado al surrealismo de la historia no pudo evitar reírse, reírse como hacia tiempo que no se reía.
- No sé que parte graciosa tiene la historia, joven.- regañó Yexalen con tono duro.
- Yo si que la veo, señora.- contestó Harry.- Me parece que su historia es más que surrealista, por lo menos desde la parte de lo de Trelawney. Lo demás, he llegado a creerlo.- admitió éste.
- Pues puedes ir mentalizándote.- aconsejó con un tono mucho más fiero aquella vez, la mujer.
- ¿Y qué le hace pensar que haré lo que me pida?
- Señor Potter, estoy segura de que sabe que es lo que le conviene. Además, todavía no está enterado de lo que representa para esta comunidad. No sabe que sí yo doy sus orígenes a las mujeres del poblado, no saldría de éste sin un miembro menos. Así que, le aconsejo vivamente que se siente, y que sea un chico bueno.
- Como le he dicho antes, y espero no tener que repetir otra vez, no acepto ordenes de nadie, ni de una reina amazona, ni de un director de colegio, ni de un dios, ni de nadie, que no sea yo mismo.
- Jugando a eso no le vas a ganar a mi madre, te lo aseguro.- comentó la chica, antes de sentarse a su vez.
- Guapa.- dijo burlonamente Harry.- Por que no estás un rato calladita, no necesito tus consejos para nada.
- Bueno, podrás oírlos de igual manera con una espada medio clavada en tu garganta.- amenazó ella.
- Deberías dejar de ser tan agresiva, conozco a varias personas que tienen arrugas de más por mantener la cara tan crispada todo el día.- respondió el niño que vivió, sin ni siquiera inmutarse, haciendo que la princesa se volviera roja de ira.
- Dejar vuestras estúpidas peleas para otro momento.-ordenó Yexalen.- En cuanto a ti, Potter, hay muchas cosas que tienes que aprender sobre nosotras, te aconsejaría que dejar tu veredicto para el final y que no te hicieras ideas preconcebidas.
- ¿Y qué demonios le hace pensar que seguiré sus consignas como si fuera mi madre? Lamento recordarle de que, primero, no es mi madre, y segundo, no tengo madre. Dado, que no tengo madre, no me puede regañar como si fuera su hijo, a no ser claro que usted no existiera, cosa que sería una paradoja, por que claramente no puede regañarme si no existe. ¿Verdad?
Las dos mujeres le miraron como si fuera un bicho raro. Realmente no estaba muy lejos de serlo, pero poco importaba. Harry Potter, era especial en todos los sentidos de la palabra, y no era algo que fuera a cambiar en breve.
- De un desterrado, nacerá un niño, un niño al que todo el mundo vera fuera de lugar. Pertenecerá a todos y a ningún sitio a la vez. En las esmeraldas se verá un poder crecer. Sus orígenes habrá que mostrar y su destino entenderá.- la voz de una mujer llamó la atención de los tres presentes en la sala.
- ¿Qué?- preguntó Harry sorprendido.
- ¿No lo entiendes, Harry?- preguntó una voz que de repente pareció muy conocida a Potter.
La reina dio un bote encima de la silla, antes de levantarse y salir corriendo hacia la mujer que acaba de entrar en la estancia.
- ¿Qué tal has estado, Yexalen?
- Bien, no ha habido mucho problema últimamente. ¿Y tú que tal has estado?
- He tenido tiempos mejores, pequeña, todo está muy ajetreado allí fuera. Dumbledor tiene a todos de arriba para abajo, es muy difícil estar al tanto de todo últimamente. Menos mal que Albus, últimamente, parece ver en mi una fuente de información a punto de estallar y me va contando todo lo que va ocurriendo, sigue pensando que soy medio autista, creo.
- ¿Profesora Trelawney?- cuestionó el Gryffindor con los ojos abiertos al maximo, mientras hacia esfuerzos por no enseñar su blanca dentadura.
Todo lo que representaba la excéntrica profesora de adivinación, parecía haberse esfumado de un plumazo. Delante suyo se encontraba, una persona, entrada en edad, sin embargo sin muchas arrugas, con cara seria y tez morena. Unos ojos marrones muy claros y el mismo pelo negro que había heredado su nieta, solo que ligeramente vetado de blanco. Llevaba puesto una túnica de un sobrio gris y todas las innumerables joyas habían desaparecido como por arte de magia. Nunca mejor dicho.
- Esa soy yo, creo, aun que mi nombre es Pentesilea.
- Así que es cierto...- reflexionó Potter en voz alta.-Entonces... Usted sabe que todos en el colegio la toman por un fraude... ¡¡EH!! ¡Ha estado prediciendo mi muerte a propósito!- exclamó Harry muy agitado.
- Algún día morirás Harry.- contestó sabiamente la mujer.
- Eso no significa que usted tenga derecho a molestar a un pobre niño de 13 años, diciéndole que va a morir dentro de poco...
- Es gracioso, no puedes negarlo, Harry.-dijo ella con una sonrisa.
- No me parece que...
- ¿Qué tal ha estado mi nieta preferida? - cortó la mujer.
- Muy bien. ¿Y tú?
- Bien también.
- Me alegro.
- Lo mismo digo. Antes de que llegara, me parece que le habías explicado a Harry algo sobre nuestros ancestros. Eso son unas bases Potter. Necesitas un estudio bastante más grande y me voy a encargar de enseñarte a controlar la mente perfectamente, sé que Samuel ha hecho un buen trabajo contigo, pero aun hay cosas que tienes que aprender sobre ese asunto, así que espero que tengas ganas de aprender cosas sobre tu mente y sobre la adivinación. Sé que no es el fuerte del hombre, por que no le gusta. Y a ti tampoco, así que el interés que le habéis puesto a sido nulo.- Harry se sonrojó ante la mirada penetrante de la que había considera profesora más inútil de la plantilla del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.- Aun que en el capo de la Occlumancia y la Legeremancia el trabajo es más que increíble. aun que, y teniendo en cuenta que perteneces a mi familia, aun que sea por un lazo de parentesco efímero, tienes que tener alguna facilidad en ese campo, obligatoriamente.
Harry miró como la mujer andaba con mucha desenvoltura, hacia que apareciera una silla de la nada y se sentaba cómodamente, haciendo que los cuarto quedaran en un perfecto cuadrado.
Hace una bonita noche, Potter.- comentó la voz tranquila de Zaira mientras se sentaba, cerca de donde estaba el alumno favorito de su abuela y único habitante de genero masculino de todo el poblado.
Harry simplemente asintió.
- He oído a mi abuela decirle a mi madre que estás casi listo, que ella ya no te va a poder enseñar anda más, que solo tienes que afinar varias cosas. Podrás irte pronto, estarás contento.
El chico simplemente se encogió de hombros mientras miraba al cielo estrellado, totalmente absorto.
- Supongo.- contestó él tras varios minutos.
- ¿Supones el qué?- preguntó la princesa mirándole directamente a los ojos.
- Supongo que si. Que estoy contento.
La mujer suspiró mientras negaba con la cabeza.
- ¿Qué se supone que pasa ahora?- preguntó Potter perplejo.- ¿Qué es lo que he hecho yo, ahora?
- Nada. Simplemente nacer hombre. Todos sois igual de tontos. No entendéis nada de nada. Vuestro cerebro no entiende lo que os rodea, sois poco perspicaces para lo que no queréis ver.
Harry le miró mientras de nuevo se encogía de hombros.
- Si por lo menos me dijeras cual es el tema del que...
Los labios de la chica se posaron sobre los suyos, haciendo que se quedara callado.
Mientras tanto en otro lugar, no muy lejos de allí, en una parte apartada de los jardines que daban a palacio:
- El chico estará listo en dos o tres dais como máximo. Le diré que tu ya sabías que iba a estar aquí, no creo que se vaya a enfadar, lo entenderá. Vas a tener que contarle sobre tu pasado. Tienes que hacerlo para que entienda algunas cosas que van a suceder. Estoy más que segura de que intentara robar la formula del departamento de misterios, y espero que por tu bien, le ayudes. Si no te atendrás a las consecuencias, Caradoc.
- Puedes estar tranquila Yexalen. Contaba hacerlo, se lo prometí. Bien, esperare en la villa. Cuando vuelva voy a enseñarle algo de informática, a conducir y algo de cultura muggle, que aun que ya la tiene bastante desarrollada, todavía hay cosas que creo que le faltan, sobre todo en el plan alta sociedad.
- Bien. Ahora, serías tan amable de ir...- la mujer intentó despedirse.
Antes de que está pudiera terminar su frase, los labios de su interlocutor, se posaron sobre lo suyos, para después desaparecer como si nunca hubiera existido.
- Me molesta mucho cuando hace eso. - dijo con resignación la reina antes de volver a palacio.
- Buenos días, Harry. ¿Qué tal has estado?- preguntó Samuel con una sonrisa.
- Bien. Tan preocupado como tú, más o menos.- respondió éste con mala cara.
- No creo que sea para tanto, al fin y al cabo, ellas te han tratado bien, muy bien diría yo, a juzgar por el aire ido y las marcas en tu cuello.- Harry se sonrojó vivamente.
- No creo que ese sea problema tuyo, Samuel.
- Pues yo creo que si. Vamos dime quien es.
- No pienso hacerlo.
El hombre sonrió.
- Bien, dejemos ese tema. Creo, pequeño Potter, de que aprendas cosas básicas como conducir, o manejar un ordenador, ahora parece inútil, pero puede que te saque de más de un problema en el futuro. Me parece que hay una cosa que aun no has visto. De la nada apareció un mapa, encima de la mesa, al lado de la cual estaban sentados. Era un mapa bastante grande y detallado.
- Nosotros nos encontramos aquí.- Sopfer señalo un punto, donde claramente se veía la villa y toda la fortificación.- Esto es la parte del bosque que pertenece a las amazonas.- Señalo toda una parte del bosque, en el centro, justo enfrente de la ciudad.- Al lado está el territorio de Enanos, no te aconsejo que pises el territorio, solo por gusto. Y justo detrás de este se encuentra el pantano de algunos gigantes. Creo que viven dos clanes enteros. Todo ese territorio es el final del territorio, luego vuelves al mar. Por cierto, dentro del mar, hay varios clanes de sirenas y tritones, son familia de las de Hogwarts, aun que son mucho más amables que aquellas. En mitad del mar, nos encontramos con dos pequeñas islas, una habitada por unicornios y otra por hadas y centauros. Volviendo a tierra, justo aquí, al lado del territorio de los gigantes, es el territorio de los lobos, hombres lobo. Y justo delante de estos, hay una ciudad.
Potter miró al maestro que había tenido durante aquellos 10 años, como si acabara de decir una barbaridad.
- ¿Cómo?
- Una ciudad, muggle y mágica.
- ¿Qué?
- Lo que has oído. Aun que es bastante increíble, toda su estructura es básicamente moderna, como la de cualquier ciudad. Sin embargo en la mayoría de las casas hay caballerizas, una televisión, conexión a Internet y reciben el profeta todas las mañanas.
- ¿Y he estado solo, aquí encerrado durante DIEZ, DIEZ años? Tú estás loco.
- Este lugar está protegido, para todos es una especie de lugar sagrado, muy pocos lo han visto alguna vez, como bien he dicho hay que atravesar el territorio de los lobos para acceder aquí, y da la casualidad de que estos deben a la villa, un enorme respeto y tienen una deuda, que saldan, haciendo que ésta esté segura.
La cara de Harry se crispo profundamente.
- He estado allí, de hecho tengo una casa allí, y bueno he estado comprado varios objetos, entre otros, un regalo de cumpleaños para ti Potter.
Harry arqueó una ceja.
HoLa,
Bueno esto es todo, de momento, la verdad es que no me siento mucho más inspirada para hacer un capitulo más largo, así que lo corto, lo voy a subir y dentro de poco, o al menos eso espero, obtendréis más de la historia.
En fin,
Gracias por todo,
Espero que os haya gustado el capitulo,
BeSoS,
MiRuG.
Respuesta a los reviews:
Javi- Fernández: Pareces nuevo en esto... ¿Desde cuando yo actualizó rapido? Eso es, desde nunca... jajajaja En fin, gracias por tu apoyo, BeSoS.
GaiteroXoxe: Gracias por dejar un review. Besos.
Garry: Así que sin review... ¿eehh? Pues que sepas que tu casi te quedas sin capitulo ;) Gracias por todo, Gryffindorcillo.
Gandulfo: Admito que mi obsesión con los elfos es bastante latente... Pero está historia a conseguido hasta que yo rompa mis propios moldes... jajajaja. Gracias. BeSoS.
Mariet Malfoy: Encanta de conocerte, yo soy Olatz, soy Española. En fin. Muchas gracias pro dejar un review, aun más teniendo en cuenta que no tienes Internet en casa. Espero que el capitulo te haya gustado. Saludos.
Slyther88: En fin, ¿Qué decir guapa? Muchas gracias por estar ahí siempre ;) Espero que te haya gustado la sorpresa de que en este fic, de momento no hay elfos... jajajajaja, de momento, jajajajaja. Y en cuanto a lo de Harry, como siendo yo una cruel Slytherin, te iba a revelar un dato tan importante... Muajajajaja!! Tendrás que esperar al capitulo 6... Muchos BeSoS.
Sacralo: Me parece que te has pasado. ¿A las 6:55 de la mañana y dejándome un review? ¡Te tenías que haber metido a la cama!! Gracias por el review. BeSoS.
Selene: Me alegra que te guste. Pobre Severus, aun que tengo que admitir que me encanta ser cruel con él. Aun que a veces me retengo solo por compañerismo entre la gente de la misma casa. Pero en fin... Si, yo también creo que debe de haber un cambio en la actitud de Harry. Pero ya lo veremos en los siguientes capítulos, aun quedan muchas sorpresas. Estoy trabajando en el capitulo 13 del de Sexto Curso... Y va bastante bien. Ya veremos. Gracias por el review.
Remus-lupin-black-darkg: Si que regresara a Hogwarts, pero como y bajo que circunstancias, tendrás que esperar. Si, si ya lo sé, soy muy cruel. Jajajaja. Gracias por el review.
Seguiré escribiendo, no te preocupes. Gracias por el review.
Lord of the dark : La verdad es que en las notas del final que casi nadie lee, incluyéndome a mi misma con otros fics, ya explique como funcionaba el tiempo en "nizeo" Asi que... De todas formas... Creo que voy a poner un pequeño apartado debajo de los reviews, por que la mayor parte de la gente no se ha enterado. Espero que la explicación abajo te sirva. Saludos. Gracias por el review.
Al: ¡Qué estrés! ¡Cuanta pregunta! Hoy tienes mala suerte, no pienso responderlas, por que si no... ¿Dónde estaría la gracia? Jajajajajaja No me mates por dios Gracias por el review. Saludos.
Vampy Weasley, Suma Sacerdotisa de la Orden de las Mortifagas: Siempre me ha hecho ilusión poner un nick que ocupe casi una línea del word... XD XD XD En fin. Tras este pequeño momento de poca lucidez, ya vuelvo a ser yo misma. ME gusta eso de Super Harry. Parece que estas diciendo Superman. Jajajaja. Bueno si supongo que es peligroso. De todas formas, déjame comentar, sin que sea realmente trascendental, que ves maldad por todas partes. Jajajaja. En fin. Digamos que si te has quedado intrigada con el capitulo anterior, no quiero ni saber como te he dejado con este capi. Jajajajajaja. La verdad es que como habras podido ver, no soy una persona que resuelve enigmas sino que los hace. Jajajajaja. XD XD XD No sé, me parece que hoy tengo un día muy chistoso. En fin, gracias por el review y como tú dices: Besitox!
Lucumbus : Ves, no ibas mal encaminado, de hecho era una joven guapa la que ha lanzado la flecha... jajajaja. Espero que te ahya gustado el capitulo. Gracias por el review. BeSoS.
Nelly Esp: Ya, ya por fin podemos hablar por messenger. Eso si se recupera y me deja entrar, que ahora no sé que narices le pasa, que al parecer a perdido mis listas de contactos y no se puede conectar, de todas formas, parece ser que es algo general, asi que... ni idea. Centrémonos en el capitulo, espero que te haya gustado el nuevo capitulo. Lo de los elfos, admito hubiera sido muy típico en mi, de hecho, me quede bloqueada en esa parte por que no estaba para nada segura de que hacer... ¿Elfos, enanos, centauros... amazonas? Finalmente el encanto femenino pudo conmigo. XD XD XD. Hasta pronto, guapa. BeSoS.
Ad89: Me alegra que te guste la historia. Gracias por el review.
Sophia Potter: Estoy profundamente sonrojada. ¿Yo buena escritora? No digas tonterías. En fin, espero que este capitulo te guste también. BeSoS y Gracias por el review.
lucyvier : Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. Ya he actualizado. XD XD XD Gracias por la presion ;);) jajaja No, gracias por el apoyo y el review!!
.Atención.
Respecto al tiempo, que Harry transcurre allí, como veo que no ha quedado muy claro solo diré:
Tiempo del mundo normal, que transcurre fuera: 184 días.
Velocidad: 20 veces mas rápida.
184 x 20 3680
Con lo que Harry pasa 3680 días allí, que viene a ser:
3680/364 10.10989 (aproximadamente)
0.10989 x 364 39 (aproximadamente)
Con lo que Harry pasa allí 10 años, un mes (de 31), una semana y un día allí
Espero que haya quedado claro. Y si no, dejarme un review preguntando.
Muchas gracias por vuestro apoyo,
BeSoS,
MiRuG
