CAPITULO 7: EXPLICACIONES
Kouichi despertó lentamente al sentir la luz del sol sobre su rostro. Ya no estaba en la dura cama en el dormitorio de la pirámide, sino en un colchón muy blando y suave. Podía percibir el olor a tela recién lavada. Sintió sobre su cuerpo una delgada sábana, y ya no sentía frío, sino una brisa fresca en su rostro que mitigaba el calor de ese día.
Recordó lo que había ocurrido la noche anterior. Un Pegasusmon había llegado a ayudarlo, y llevarlo con Ophanimon. Se había quedado dormido en el viaje. De seguro alguien le había sacado los zapatos, la camisa y la sudadera, pues sentía su pecho desnudo.
Kouichi se estiró y abrió los ojos. Como se lo había imaginado, estaba dentro de la casa de un digimon. Se dio la vuelta. Estaba acostado sobre una suave cama junto a la ventana, con una linda chica dormida a su lado.
¿¿Una linda chica dormida a su lado?
¡Aaaaaaaaaah!- gritó Kouichi de la impresión, y se cayó de la cama de pompas al suelo- auch...-
¡Kouichi!- gritó un digimon de pronto, antes siquiera de que Kouichi pudiera levantarse- ¡ya despertó!¡ya despertó!-
El digimon se acercó a donde había caído Kouchi, seguido de otro digimon. El chico los conocía bien.
¿Bokomon? ¿Neemon?- dijo Kouichi, mirándolos sorprendido- ¿qué...?-
¡Estás vivo, Kouichi!- exclamó Bokomon, y se abrazó de Kouichi.
Sí, eso creo, Bokomon- dijo Kouichi algo apenado- y espero seguir así después de que me sueltes...-
Bokomon lo soltó y se volvió a Neemon.
¡No seas tonto, Neemon!- exclamó Bokomon- avísale a Tomoki que Kouichi ya despertó...-
¿Tomoki?- preguntó Kouichi- ¿qué hace él aquí?-
Llegó aquí anoche, unas horas antes que tú- le explicó Bokomon- dijo que fue el único que se escapó del castillo de LordKnightmon... ya te explicará él- se aclaró la garganta- pero levántate, ven a comer algo, porque dudo que Mummymon te haya alimentado bien...-
Kouichi quería seguir preguntando, pero un rugido de su estómago hizo que Bokomon lo arrastrara a la mesa, donde había un plato con sopa esperando para él.
Vamos, y bébelo todo- dijo Bokomon- mientras lo haces contestaremos cualquier pregunta que tengas...-
Kouichi tenía un millón de preguntas en su mente.
Bokomon, ¿porqué no están tú y Neemon en el pueblo del Fuego?- preguntó Kouichi, tomando una cucharada de sopa- cuando llegamos, no los encontramos...-
Bokomon bajó la mirada con tristeza.
Kouichi, muchas cosas pasaron desde que ustedes se fueron de aquí- dijo Bokomon- creímos que el Digimundo ya estaría a salvo para siempre. Pero los datos de Lucemon se reciclaron, como sucede con todos los digimon... pero esta vez, no trató de conquistar el Digimundo robándose los digicodes, sino que se alió con varios digimon fuertes y malvados...-
Kouichi escuchaba todo esto con atención.
Cada digimon hizo su propio ejército y tomó el control de una zona- dijo Bokomon- Mummymon tomó la zona desértica, y Leomon tomó el control del pueblo del Fuego... así está todo el digimundo: repartido en pedazos entre todos los malvados aliados de Lucemon-
¿Y que pasó con Ophanimon, Seraphimon y Cherubimon?- preguntó Kouichi.
Los tres ángeles tuvieron que esconderse, pues el poder de Lucemon es muy grande- dijo Bokomon- pero ellos son los que están organizando esta resistencia...-
¿Resistencia?- preguntó Kouichi.
Así es- dijo Bokomon- los tres están organizando una resistencia, para luchar contra Lucemon. En este momento estamos en el castillo de Ophanimon. Lucemon no tiene ni idea que estamos aquí, porque los tres ángeles utilizaron un poder especial para utilizar este sitio para ocultarnos y sobre todo, como una puerta para que los niños que traen vuelvan al mundo de los humanos...-
¡Cierto!- dijo Kouichi- ¿qué se propone Lucemon, trayendo niños del mundo real?-
Aún no sabemos- dijo Bokomon- de todas maneras, nosotros los estamos devolviendo a donde pertenecen-
Kouichi iba a preguntar algo más, pero una voz lo interrumpió.
¡Kouichi!¡Kouichi!¡Estás bien!-
El aludido sonrió. Se trataba de Tomoki. Dejó que el pequeño lo abrazara por la cintura.
Estoy bien, Tomoki- dijo Kouichi- ¿y Kouji y los otros?-
Ellos me ayudaron a escapar de ahí- dijo Tomoki- entrelazaron sus chamarras y camisas para hacer una cuerda, y ayudarme a pasar entre los barrotes de la ventana, que estaban muy separados...-
Kouichi sonrió.
No podemos quedarnos aquí, Tomoki- dijo Kouichi- tenemos que ir por ellos, antes de que se les ocurra intentar digievolucionar-
No pueden- dijo Tomoki- Kouji estaba muy preocupado por ti y lo intentó, pero Wolfmon se lo impidió...-
Kouichi se llevó la mano a la frente. Ese Kouji, cómo se le ocurre arriesgarse así por su culpa.
Espera un poco, Kouichi- le dijo Bokomon- Ophanimon nos dijo que te pidiéramos que la esperaras, porque quiere decirte algo importante...-
Esperaré- dijo Kouichi.
¡Y termina tu sopa!- exclamó Bokomon.
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Tomoki... ¿dónde estas...?- dijo Takuya, paseándose por la celda en círculos. Izumi y Jumpei lo seguían con la mirada, mientras Kouji estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados y los ojos cerrados.
Takuya, ¿podrías dejar de hacer eso? Me pones nervioso...- dijo Kouji, un tanto fastidiado.
Lo siento, Kouji, no puedo evitarlo- dijo Takuya- es el tercer día que estamos aquí encerrados, y estoy muy... ¿qué es eso?-
Takuya señaló una repisa junto a la puerta, cubierta por una cúpula de cristal. Un brillo inusual emanaba de ella, y había diez objetos sobre ella.
Son los otros Spirits- dijo Kouji, levantándose y acercándose a los barrotes para ver mejor.
Tienes razón- dijo Izumi- los Spirits del Agua, el Metal, la Tierra, el Bosque y la Oscuridad...-
Miren- dijo Takuya- los Spirits del Agua y de la Oscuridad están brillando más que los otros...-
Kouji los miró. Era verdad. Los Spirits de Lowemon y de Kaiserleomon brillaban más que los otros cuatro. Y los dos Spirits del Agua brillaban discretamente más que los otros, aunque no tanto como los de la Oscuridad.
¿Qué rayos significa eso?- preguntó Kouji.
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Kouichi estaba esperando a Ophanimon. Comenzaba a perder la paciencia. Levantó la vista, y vio que Tomoki se entretenía separando las frutas de la mesa.
Kouichi se sentó sobre la cama para ponerse los zapatos, pensando en irse lo más pronto posible una vez que viera a Ophanimon. Se volvió. La chica que había visto al despertar aún estaba dormida. Tenía una idea de quien podía ser ella, sobre todo después de ver la capa color marrón doblada junto a ella.
Ella debe ser Nara- dijo Kouichi para sí mismo.
El chico buscó su sudadera roja, pero la mitad de ella estaba bajo la espalda de la chica. Con cuidado, trató sin éxito de sacarla de ahí sin despertarla. Intentó de nuevo, y nada. La chica solo emitió un gemido.
Oh, genial...- murmuró Kouichi, perdiendo la paciencia. De un tirón la sacó. Mala idea. La chica bostezó y se estiró, para luego abrir los ojos. Tuvo la misma reacción que Kouichi.
¡Aaaaaaaaah!- gritó, y casi se cayó también de la cama, si Kouichi no hubiera atrapado antes su brazo.
Cuidado, puedes caerte...- dijo el chico.
¡Suéltame en este instante!- gritó ella. Kouichi la ignoró y la jaló un poco, de manera que no cayera, y solo entonces la soltó- gracias...-
No hay porqué- dijo Kouichi algo molesto.
No puedo creerlo- dijo la chica mientras que se levantaba y se acomodaba un poco sus largos cabellos castaños, sonrojada a más no poder. Kouichi no entendió porqué, si estaba perfectamente vestida con unos jeans y una blusa negra. La chica se puso una chamarra. Luego alzó sus ojos verdes hacia Kouichi- ¿quieres dejar de mirarme así?-
Lo lamento- dijo Kouichi- no sabía que era ilegal mirar a una chica...-
Pues mirarme a mí sí- dijo ella- y más si estás medio desnudo-
Kouichi frunció el entrecejo, mientras se sonrojaba ligeramente.
No estoy medio desnudo- replicó él, metiéndose la sudadera por la cabeza- y para tu información, trataba de ponerme mi sudadera, pero resulta que tú estabas dormida sobre ella...-
¿Y podrías decirme como rayos terminé aquí?- dijo ella, suavizando un poco su tono de voz, y mirando alrededor, sobre todo a Tomoki, quien había estado mirando todo conteniendo la risa- lo último que recuerdo fue que huíamos de Mummymon y los Veggiemon...-
Te desmayaste- le explicó Kouichi- como no podía despertarte, te escondí conmigo en una zanja. Y cuando estuvimos a salvo, llegó un Pegasusmon y nos trajo aquí, al castillo de Ophanimon-
Menos mal- dijo ella, suspirando aliviada. Luego le tendió la mano- hola, me llamo Nara Kobayashi... siento lo de hace un momento, pero me pongo muy irritable cuando me despiertan así tan de golpe...-
No hay problema- sonrió Kouichi- yo soy Kouichi Kimura-
Sí, creo que ya me acuerdo de ti- dijo Nara- eres el hermano gemelo de Kouji Minamoto-
¿Cómo lo sabes?- dijo Kouichi, alzando una ceja. Luego se cacheteó mentalmente. Por supuesto, si conocía a Kouji, era lógico y evidente que eran gemelos- ¿conoces a mi hermano?-
Sí- dijo Nara, a punto de reír- hace unos meses tu hermano intentó entrar al equipo de natación... no lo hace mal, pero la maestra es muy estricta...-
Lo sé- dijo Kouichi- y tu debes ser la capitana del equipo de natación, ¿cierto?-
Así es -dijo Nara con una sonrisa. Luego se aclaró la garganta- todas las chicas de la escuela babean por tu hermano, pero ahora que te veo, tú tampoco estás tan mal...-
Kouichi se sonrojó ligeramente, mientras Tomoki estaba a punto de revolcarse en el suelo de la risa. Por suerte, Bokomon y Neemon llegaron a salvarlo de esa situación.
Kouichi, Nara, Tomoki- dijo Bokomon- la señora Ophanimon los está esperando en la sala-
Los tres se levantaron y bajaron a la sala. No solo Ophanimon los esperaba, sino también los otros dos ángeles: Seraphimon y Cherubimon. Kouichi miró un tanto inseguro a éste último, pero Cherubimon sonrió tiernamente. Todo el mal había desaparecido de él.
Lamento lo que sucedió en la pirámide, Nara- dijo Ophanimon- de todas maneras, te agradezco el tiempo que pasaste ahí ayudándonos a liberar a los niños humanos. Puedes elegir entre volver a tu mundo ahora o quedarte por más tiempo...-
Me quedaré- dijo Nara. Ophanimon sonrió y se volvió a los otros dos chicos.
Kouichi, antes que nada te debo una disculpa por no haberte brindado un Digivice desde que llegaste- dijo Ophanimon- pero ahora necesitamos tu ayuda para liberar a tu hermano y a los otros chicos del castillo de LordKnightmon-
Lo haré- dijo Kouichi- pero, ¿cómo? Los Spirits de la Oscuridad están es su poder... y ni siquiera reaccionaron ante mí como los demás-
Eso fue porque yo lo impedí- dijo Cherubimon- los cinco Spirits que faltan son los que estaban bajo mi protección. Yo impedí que los Spirits de la Oscuridad reaccionaran para que no sufrieras el mismo destino que los demás, ya que es más fácil sacarte de la pirámide que del castillo de LordKnightmon...-
Ya veo- dijo Kouichi.
Kouichi, tú y Tomoki deben ir al castillo de LordKnightmon por los otros chicos- dijo Seraphimon- y deben quitarles los brazaletes con el aparato que tiene Nara, para que no los rastreen, y puedan digievolucionar normalmente-
Vayan los dos- dijo Ophanimon- y tengan mucho cuidado, porque muchos de los digimon son enemigos...-
¡Medio momento!- intervino Nara- yo no pienso quedarme aquí... quiero ir también-
¿Tú?- dijo Kouichi- no, claro que no...-
¿Y porqué no?- dijo Nara, molesta.
Porque no- dijo Kouichi- es muy peligroso... tú no puedes digievolucionar, y tendremos que estar protegiéndote...-
Tú tampoco puedes digievolucionar- dijo Nara. Kouichi frunció el entrecejo al ver a Tomoki riéndose de nuevo.
Es buena idea que Nara los acompañe, Kouichi- intervino Ophanimon.
Kouichi la miró incrédulo, pero al final tuvo que aceptarlo.
Antes de que se vayan, Kouichi- dijo Cherubimon, alcanzándole un pequeño aparato negro, que Kouichi reconoció en seguida- toma tu Digivice...-
Que tengan suerte- dijo Ophanimon.
Está bien, vamos- dijo Kouichi- Kouji y los otros nos están esperando...-
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Tomoki... ¿dónde estás?- dijo Takuya, dando vueltas en círculos en la celda de nuevo.
Vaya, vaya, estamos preocupados, ¿verdad?- dijo Hiroto.
¿Qué has venido a hacer aquí?- dijo Takuya.
Solo vine a ver si los efectos del hambre ya los habían convencido de ayudar al señor Lucemon-
¿Hambre?- dijo Takuya- si anoche nos... ¡auch!-
Kouji le había dado un codazo a Takuya para callarlo. Kouji no les había dicho nada acerca de Ai, pero sabía que sería peligroso que le informaran a Hiroto que ella les había seguido llevando comida. Bastó una mirada de advertencia de parte de Kouji para que Takuya se callara.
Ya sabes que no ayudaremos a Lucemon- dijo Kouji fríamente.
Lástima- dijo Hiroto- entonces, tendrán el mismo final que el otro bitonto...-
Kouji frunció el entrecejo.
¿De qué hablas?- dijo Kouji.
¿Acaso no te lo he dicho, Minamoto?- dijo Hiroto- anoche, Kouichi trató de escapar, pero cayó de lo alto de la pirámide, y debo decir que no le fue muy bien...- sonrió- y dime, Kouji, ¿qué se siente ser único en el mundo de nuevo?-
Kouji se quedó paralizado unos segundos. Los otros también, con los ojos abiertos como platos. Hiroto se echó a reír.
¡No es verdad!- gritó Izumi- Kouji, no lo escuches...-
No puede ser- dijo Kouji- yo lo hubiera sentido... no puede ser-
Ya déjate de tonterías, que esto no es gracioso, Hiroto- dijo Takuya.
Si no me creen, no me importa- dijo Hiroto, aunque con cierta decepción- hasta luego...-
Kouji se aferró a los barrotes de la celda por unos segundos, y apoyó su frente en ellos. Segundos después, comenzó a patearlos con fuerza.
¡Kouji!- exclamó Izumi, llevándose las manos a la boca- ya basta...-
Ignóralo, Kouji- dijo Jumpei- ese Hiroto es un mentiroso, ya lo conoces bien...-
Kouji...- dijo Takuya en voz baja, poniendo una mano en el hombro de su amigo- tu hermano está bien... ustedes dos tienen una conexión muy extraña entre ustedes... si algo le hubiera pasado, tú...-
No lo sé, Takuya- dijo Kouji, apartando su hombro- ¿y si no...?-
Takuya no se contuvo más. Tomó a Kouji por la solapa de la chamarra y lo empujó contra los barrotes.
¡Takuya!- exclamó Izumi, asustada.
Ya basta, Kouji- dijo Takuya- a mi que Kouichi se escapó y Hiroto solo vino para ver si tú sabías algo. Así que deja de hacer el...-
Pero alguien lo interrumpió. No era LordKnightmon. Tampoco era Hiroto.
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CONTINUARA...
